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Leer y escribir es un aprendizaje a lo largo y ancho de la vida

 
Rosa María Torres


                                                                                          Dedicado a Emilia Ferreiro


Este texto, en versión reducida, fue publicado en inglés en el blog de NORRAG  con ocasión del Día Internacional de la Alfabetización: Learning to Read and Write is Life-long and Life-wide. (8 sep. 2023)

Se estima que en 1950 36% de la población adulta en el mundo estaba alfabetizada (Our World in Data). En 1958 la UNESCO adoptó esta definición de alfabetismo que se volvió muy conocida: “habilidad de un individuo para leer y escribir con comprensión un enunciado simple y corto relacionado con su vida cotidiana”. Las estadísticas de alfabetismo se han recogido desde entonces con esa definición en mente. A menudo se agrega la aritmética (numeracy): sumar, restar, multiplicar y dividir (por ejemplo la meta 4.6. del ODS4 dice: "Para 2030 garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética"). En los últimos años la definición de lo que significa estar alfabetizado se ha expandido y complejizado, incluyendo el alfabetismo digital y múltiples habilidades (UNESCO, 2023).

La dicotomía analfabeto/alfabetizado es hoy obsoleta; se reconoce que hay diferentes niveles de manejo de la lengua escrita y diferentes tipos de textos. Está claro asimismo que el analfabetismo no resulta solo de la ausencia de escolaridad - los llamados analfabetos absolutos o puros - sino también de una escuela de mala calidad.

En 1964 la UNESCO publicó la Declaración sobre la Erradicación del Analfabetismo. En 1989 aprobó el Plan de Acción para Erradicar el Analfabetismo antes del Año 2000. La aspiración de erradicar el analfabetismo se ha abandonado y sustituido por la de reducirlo (reducir el analfabetismo a la mitad fue una de las seis metas de la Educación para Todos 1990-2015). También se ha abandonado la aspiración a universalizar el alfabetismo; la meta hoy es alfabetizar a "todos los jóvenes (15-24 años) y a una proporción sustancial de los adultos” (ODS4, meta 4.6) (Torres, 2017; ver también Torres, 2013).

En las últimas décadas han avanzado poco las estadísticas de alfabetismo adulto. La Alfabetización para Todos se ubicó en el centro de la Educación para Todos (EPT) pero terminó siendo "una de las metas más descuidadas de la EPT". En 2005 se estimó que 770 millones de adultos no tenían habilidades básicas de lectura y escritura, dos tercios de ellos mujeres (Equipo del Informe Mundial de Seguimiento de la EPT en el Mundo, 2006). En 2023 eran 763 millones. Las cifras reales son probablemente mayores puesto que en muchos países éstas se basan en percepciones y autoevaluaciones (¿Sabe usted leer y escribir? Sí/No). El Decenio de las Naciones Unidas para la Alfabetización (2003-2012), coordinado por la UNESCO, tuvo poca visibilidad y poco impacto sobre la situación del alfabetismo en el mundo. La Estrategia de la UNESCO para la Alfabetización de Jóvenes y Adultos 2020-2025, sintonizada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4), reconoció que "el número de adultos sin alfabetizar es hoy mayor que hace 50 años, lo que implica que nuestras actividades no han seguido el ritmo del crecimiento de la población" (UNESCO, 2019).

Subsisten muchos desafíos:

La alfabetización no tiene edad. Aplica a niños, jóvenes y adultos. No obstante, continúa asociándose principalmente a adultos. Las estadísticas de analfabetismo/alfabetismo se refieren a personas de 15 años en adelante. Las ilustraciones muestran por lo general personas adultas, incluso cuando se menciona el aprendizaje a lo largo de la vida. Muchos continúan asociando el propio aprendizaje a lo largo de la vida a la edad adulta.

La mayoría de personas concibe el aprendizaje de la lectura y la escritura como un aprendizaje que se hace en la infancia y en la escuela. Para quienes no han podido aprender en la infancia se organizan ofertas remediales de "segunda oportunidad". La alfabetización ha sido y sigue siendo una misión fundamental de la escuela, misión con la que la escuela viene teniendo grandes dificultades, especialmente en relación a los pobres y a los sectores más vulnerables. (Ver Torres, 2013. Presentación de “La alfabetización de los niños en la última década del siglo” de Emilia Ferreiro).

Lidiar con el analfabetismo implica no solo un "enfoque a dos puntas" – con niños y con adultos - sino un enfoque integrador que ve el aprendizaje como un contínuo, desde el nacimiento hasta la muerte (ver Torres, 2012). El Documento Base que elaboramos para el Decenio de las Naciones Unidas para la Alfabetización, y que fue discutido y aprobado en una sesión especial del Foro Mundial de Educación en Dakar (2000), adoptó una perspectiva de aprendizaje a lo largo y a lo ancho de la vida. Lamentablemente, la UNESCO decidió descartar dicho documento y entender el Decenio como alfabetización de adultos (Torres, 2011).

Se cree que enseñar y aprender a leer y escribir es cuestión sencilla.

a) A jóvenes y adultos sin o con poca escolaridad se les ofrece campañas y programas cortos de alfabetización y post-alfabetización. Lo que se considera "retorno al analfabetismo" es a menudo resultado de procesos incompletos de alfabetización así como de falta de materiales y de oportunidades para leer y para escribir.

b) En cuanto a la alfabetización escolar,
hasta hace no mucho se la pensaba como un objetivo del primer grado o de los dos primeros grados (fuente importantísima de "repetición" escolar y gran predictor de "abandono" escolar). (Torres, 2010). Por muchos años se asumió que cuatro años de escolaridad eran suficientes para declarar a alguien alfabetizado y para superar el llamado "analfabetismo funcional" (leer sin comprender lo que se lee, escribir sin lograr que otros comprendan lo escrito).

c) Hoy se espera que niños y niñas de toda condición social, en todo el mundo y en todas las culturas, sean lectores competentes a los 10 años de edad, sin atención a los obstáculos monumentales que enfrentan millones de ellos producto de la pobreza, el racismo, el sexismo, la discapacidad, la enseñanza en lenguas que no manejan y la mala escuela. El término "pobreza de aprendizajes" propuesto por el Banco Mundial en 2019 se refiere a "niños que no pueden leer y entender un texto simple a la edad de 10 años" (Saavedra, 2019).
El Banco Mundial había propuesto como meta al año 2030 reducir a la mitad la "pobreza de aprendizajes". No obstante, después de la pandemia esto ya se considera inviable. Se estima que el 44% de niños y niñas de 10 años seguirá sin poder leer comprensivamente en 2030. (Azevedo et.al. 2021).

En 2013, cuando el plazo de la Educación para Todos (1990-2000-2015) y de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015) estaba por concluir, se descubrió que millones de niños no podían leer, escribir y calcular después de cuatro o más años de escuela (UNESCO, 2013; Equipo del Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo, 2015; UIS-UNESCO, 2017). La UNESCO y otras organizaciones internacionales hablaron de "crisis global de aprendizaje". La Comisión Internacional sobre los Futuros de la Educación (2021) habló también de "crisis de la enseñanza". En realidad, estamos ante una crisis global de la educación que involucra no solo al sistema escolar sino también a la familia y a la comunidad. Una crisis sistémica que precede a la pandemia y que exige transformaciones en varios frentes (Torres, 2023). En 1991, en América Latina, en una reunión ministerial regional coordinada por la UNESCO-OREALC, los ministros de educación firmaron la Declaración de Quito, en la que propusieron avanzar hacia un "nuevo modelo educativo" y anunciaron el inicio de una "nueva etapa de desarrollo educativo que responda a los desafíos de la transformación productiva, de la equidad social y de la democratización política". Más de 30 años después el viejo modelo educativo sigue en pie (Torres, 2014).

”Crisis de aprendizaje" y "pobreza de aprendizajes" son conceptos que están hoy en el centro de la reforma educativa global. Ambos giran en torno al sistema escolar. La "pobreza de aprendizajes" se refiere a la lectura (no incluye la escritura, una habilidad esencial). Existe, no obstante, mucho conocimiento que muestra que las primeras intuiciones y los primeros acercamientos a la alfabetización - y a la lectura en particular - se dan en la primera infancia y que éstas son altamente sensibles al contexto, a la familia, a aspectos socio-económicos, de género, culturales y lingüísticos (Torres, 2015). El acceso a la biblioteca (familiar, escolar, comunitaria, ambulante) y a variados materiales de lectura y escritura, en el papel y en la pantalla - cartas, afiches, periódicos, revistas, comics, libros, catálogos, menús, subtítulos en la televisión, calendarios, etiquetas, graffiti, textos producidos por los propios niños (Torres, 2012) - hace una gran diferencia. Existe asimismo una fuerte correlación entre educación de la madre y adquisición y desarrollo de la lectura de los hijos. Así pues: la alfabetización implica no solo aprendizaje a lo largo de la vida sino también a lo ancho de la vida. Asegurar y fortalecer los aprendizajes fundacionales implica ver más allá del sistema escolar, tener en cuenta a la familia, la comunidad, los medios, el mundo del trabajo, el mundo digital, la alfabetización/educación parental, las bibliotecas, el juego, el aprendizaje informal, el aprendizaje intergeneracional y entre pares, y el irrenunciable combate a la pobreza.

La autora

Rosa María Torres del Castillo (Ecuador) es educadora, lingüista y activista social especializada en educación básica, cultura escrita, y aprendizaje a lo largo de la vida. Ha trabajado como asesora en organizaciones de la sociedad civil y en organismos internacionales como UNICEF y UNESCO. En 1988-1990 fue Directora Pedagógica de la Campaña Nacional de Alfabetización “Monseñor Leonidas Proaño” y en 2003 fue Ministra de Educación y Culturas, en el Ecuador. Es autora de más de 15 libros y de cientos de artículos sobre educación y aprendizaje.


Notas:
- Diferenciamos alfabetización (proceso de enseñar y/o aprender a leer y escribir) y alfabetismo (estado, condición o tasa de analfabetismo/alfabetismo). 
- Numeracy es traducido al español como aritmética, competencia numérica o competencia aritmética. También como cálculo o matemáticas básicas. Ver por ejemplo Glosario, IIPE Learning Portal https://learningportal.iiep.unesco.org/es/glossary Esto revela problemas conceptuales así como problemas de traducción en torno a estos conceptos y competencias.

«Educación inclusiva»: La EDAD como factor de exclusión


Rosa María Torres


El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4) propuso para el año 2030 "Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

Analizamos aquí el significado de
«educación inclusiva», la trayectoria de este concepto, y el enfoque integral adoptado y promovido por la UNESCO en los últimos años, el cual va más allá de la discapacidad y cubre todas las formas de discriminación y exclusión, entre ellas la edad. Ese es el enfoque de inclusión adoptado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. «No dejar a nadie atrás» , «Todos sin Excepción» , «Todos significa todos» son los lemas.

El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020. Inclusión y educación: Todos, sin Excepción se centró en el tema de la inclusión y en esta visión amplia.

Encontramos diversas definiciones de «educación inclusiva» en los glosarios sobre educación. Varias mantienen el foco en la discapacidad. Tomará tiempo para que este enfoque integral de la educación inclusiva sea adoptado en el mundo entero.


La evolución del concepto de «educación inclusiva»

En un principio, el concepto de
«educación inclusiva» se aplicó de los alumnos con discapacidad y a la propuesta de atenderlos en instituciones separadas, con personal especializado.

En los 1970s se comenzó a ver como un derecho la atención de los niños con necesidades especiales en los planteles educativos regulares. Asimismo, el lenguaje de la discapacidad empezó a abandonar referencias estigmatizadoras que hablaban de déficit, anormalidad, minusvalía, etc.

En 1994 la Declaración de Salamanca, firmada por 92 países, significó un hito en el tema de la discapacidad y de la inclusión en educación. Se afirmó que “cada niño tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje que le son propios” y “debe dárseles la oportunidad de alcanzar y mantener un nivel aceptable de conocimientos”.

El principio de no discriminación consagrado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) y en la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) garantiza el derecho de todos a la educación. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006) estableció el derecho de estas personas a la educación “sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades” y la necesidad de “asegurar un sistema de educación inclusivo a todos los niveles”; precisó que la educación inclusiva se centra en “la participación plena y efectiva, la accesibilidad, la asistencia y el buen rendimiento académico de todos los alumnos, en particular de aquellos que, por diferentes razones, están en situación de exclusión o pueden ser objeto de marginación”.

La inclusión como concepto abarcativo

Recientemente
«educación inclusiva» ha adquirido un significado amplio, involucrando a educandos de todas las edades - niños, jóvenes y adultos - y a todas las formas de discriminación y exclusión.

Así se refiere a la
«educación inclusiva» el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020:

Todos sin excepción: La diversidad de los educandos, una fuerza que hay que celebrar

"El mundo se ha comprometido con la educación inclusiva no por casualidad sino porque es la base de un sistema educativo de buena calidad que permite a cada niño, joven y adulto aprender y desarrollar su potencial. El género, la edad, la ubicación, la pobreza, la discapacidad, el origen étnico, la indigeneidad, la lengua, la religión, la condición de migrante o desplazado, la orientación sexual, la identidad y expresión de género, el encarcelamiento, las creencias y las actitudes no deben ser motivo de discriminación contra nadie en la participación en la educación y la experiencia educativa.

El requisito previo es considerar la diversidad de los educandos no como un problema sino como una oportunidad. La inclusión no puede lograrse si se considera un inconveniente o si las personas tienen la convicción de que los niveles de capacidad de los educandos son algo fijo. Los sistemas educativos deben responder a las necesidades de todos los educandos".

- Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020. Inclusión y educación: Todos sin Excepción, pp. 20-21


La edad aparece por primera vez mencionada como factor de discriminación y exclusión en educación. Esto es en sí mismo una novedad y un gran avance. Por lo general, los factores de discriminación y exclusión que se destacan en el campo educativo son el género, la identidad étnica, la pobreza y la ruralidad.

Pese a reconocerse que el derecho a la educación aplica a todas las edades, dos edades han sido tradicionalmente discriminadas en educación: la primera infancia y la edad adulta, ambas ubicadas en los extremos de la
«edad escolar», ambas estigmatizadas y ambas caracterizadas como vulnerables.

La primera infancia ha logrado creciente importancia en el mundo y en las agendas internacionales para la educación en los últimos años. El ODS 4 (meta 4.2) propone “asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad".

No así la educación de las personas adultas, que permanece relegada, pese a reconocerse su importancia y a la creciente mención del paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida.

- Muchas políticas y programas de educación y capacitación no van más allá de los 24 o 29 años (límite de lo que hoy se considera la etapa de la juventud).
- La educación se ilustra generalmente (en diarios, revistas, libros, boletines, etc.) con fotos o dibujos de niños, adolescentes y jóvenes; rara vez se incluye a personas adultas.
-
«Rezagados» se considera y llama a los estudiantes - niños, jóvenes, adultos - que tienen dos años por encima de la edad que «corresponde» a un determinado grado o nivel; el rezago les envía automáticamente a clases remediales, programas acelerados y compensatorios, etc.
- Los presupuestos asignados a la educación de adultos son irrisorios, sin presión incluso por parte de las organizaciones defensoras de la educación de las personas adultas.
- La educación de adultos sigue siendo vista esencialmente como remedial, compensatoria, extraordinaria, etc.
- La educación de adultos no fue incluida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ocupó un lugar marginal en la Educación para Todos y ocupa hoy un lugar marginal en la Agenda 2030 y el ODS4; la meta referida a la alfabetización (meta 4.6) se divide en jóvenes y adultos: se trata de alfabetizar a “todos los jóvenes (15 a 24 años) y al menos a una proporción sustancial de los adultos”.

El Informe de Seguimiento de la Educación 2020 concluye que, para asegurar la inclusión, "todos los docentes deben estar preparados para enseñar a todos los alumnos" en sus diferentes diversidades. "Los enfoques inclusivos no deberían tratarse como un tema especializado sino como un elemento básico de la formación docente, ya sea en la formación inicial o en el perfeccionamiento profesional". El Documento de Política 43 "
Enseñanza inclusiva: preparar a todos los docentes para enseñar a todos los alumnos" no menciona la edad como factor de discriminación ni la inclusión de la educación de adultos en la formación/capacitación docente. No obstante, hay muchas experiencias en las que los educadores de niños atienden también a adultos. En reiteradas oportunidades se ha propuesto incluir la educación de adultos en la formación del profesorado regular así como de los educadores populares y los educadores comunitarios.

La referencia a la edad como factor de discriminación y exclusión en educación marca un avance importante en el reconocimiento de esta problemática y empuja a repensar la cuestión de las edades en el marco del paradigma del aprendizaje a lo largo de la vida.

Para saber más

- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966)
https://www.ohchr.org/sp/professionalinterest/pages/cescr.aspx
- Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006)
https://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf
- UNESCO,
Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020. Inclusión y educación: Todos sin Excepción
https://2020educationreportconsultation.wordpress.com/
-
UNESCO,
Documento de Política 43: "Enseñanza inclusiva: preparar a todos los docentes para enseñar a todos los alumnos", oct. 2020
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000374447_spa

Alfabetización: De «todos» a «una proporción sustancial de los adultos» (ODS)




Entre 1980 y 2015 la meta referida a la alfabetización de jóvenes y adultos pasó de "erradicar el analfabetismo" (Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe, 1980-2000) a "garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos tengan competencias de lectura, escritura y aritmética" en el año 2030 (Objetivos de Desarrollo Sostenible, 2015-2030).

En otras palabras: los actuales Objetivos de Desarrollo Sostenible proponen alfabetización universal para los jóvenes (15-25 años) y una meta indefinida para las personas de más de 25 años. Esto contradice la retórica del Aprendizaje a lo Largo de la Vida y el Objetivo 4 de los ODS, referido a la educación: "Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos".


Proyecto Principal de Educación (1980-2000)
| UNESCO-OREALC

En 1980, en México, se aprobó el Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe - PPE (1980-2000), coordinado por la Oficina Regional de la UNESCO, en Santiago. El PPE propuso tres metas a cumplirse hasta el año 2000. Una de ellas fue "erradicar el analfabetismo".

1. Alcanzar la escolarización básica a los niños en edad escolar y ofrecerles una educación general mínima de 8 a 10 años de duración.
2. Erradicar el analfabetismo, desarrollar y ampliar los servicios educativos para jóvenes y adultos con escolaridad incipiente o sin escolaridad.
3. Mejorar la calidad y la eficiencia de los sistemas educativos, y de la enseñanza en general, a través de la realización de las reformas necesarias y del diseño de sistemas efectivos de medición de los aprendizajes. 


La evaluación final del PPE, presentada y debatida en Cochabamba, Bolivia, en el año 2000, concluyó que las metas no se cumplieron.


Educación para Todos (1990-2000)
| UNESCO, UNICEF, UNFPA, Banco Mundial
 

En 1990, la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, realizada en Jomtien-Tailandia, aprobó un plan mundial de Educación para Todos (1990-2000) que incluyó seis metas de educación básica para niños, jóvenes y adultos. Una de esas metas (meta 4) fue
"reducción de la tasa de analfabetismo adulto a la mitad".
 
1.
Expansión de la asistencia y actividades de cuidado y desarrollo de la primera infancia, incluidas  intervenciones de la familia y la comunidad, especialmente para los niños pobres, desasistidos e impedidos.
2.
Acceso universal a la educación primaria (o a cualquier nivel más alto considerado "básico") y terminación de la misma, para el año 2000.
3.
Mejoramiento de los resultados del aprendizaje de modo que un porcentaje convenido de una muestra de edad determinada (ej. 80% de los mayores de 14 años) alcance o sobrepase un nivel dado de logros de aprendizaje considerados necesarios
4.
Reducción de la tasa de analfabetismo adulto a la mitad del nivel de 1990 para el 2000. El grupo de edad adecuado debe determinarse en cada país y hacerse suficiente hincapié en la alfabetización femenina a fin de modificar la desigualdad frecuente entre índices de alfabetización de hombres y mujeres.
5.
Ampliación de los servicios de educación básica y capacitación a otras competencias esenciales necesarias para los jóvenes y los adultos, evaluando la eficacia de los programas en función de la modificación de la conducta y del impacto en la salud,
el empleo y la productividad.

6.
Aumento de la adquisición por parte de los individuos y las familias de los conocimientos, capacidades y valores necesarios para vivir mejor y conseguir
un desarrollo racional y sostenido por medio de todos los canales de la educación
-incluidos los medios de información modernos, otras formas de comunicación tradicionales y modernas, y la acción social- evaluándose la eficacia de estas intervenciones en función de la modificación de la conducta.


La evaluación de la EPT, realizada en el año 2000 y presentada en el Foro Mundial de Educación en Dakar, reveló que las metas no se cumplieron. Allí se decidió postergar el plazo de la EPT por 15 años más.


Educación para Todos (2000-2015)
| UNESCO, UNICEF, UNFPA, Banco Mundial

En el año 2000, el Foro Mundial de Educación, realizado en Dakar-Senegal, ratificó las seis metas de Jomtien, con algunas modificaciones. La meta referida al analfabetismo (meta 4) se planteó como
"mejorar en 50% los niveles de alfabetización de adultos".

1.
Expandir y mejorar el cuidado infantil y la educación inicial integrales, especialmente para los niños y niñas más vulnerables y en desventaja.
2.
Asegurar que, para el 2015, todos los niños, y especialmente las niñas y los niños en circunstancias difíciles, tengan acceso y completen una educación primaria gratuita, obligatoria y de buena calidad.
3.
Asegurar la satisfacción de las necesidades de aprendizaje de jóvenes y adultos a través del acceso equitativo a programas apropiados de aprendizaje de habilidades para la vida y para la ciudadanía.
4.
Mejorar en 50% los niveles de alfabetización de adultos para el año 2015, especialmente entre las mujeres, y lograr el acceso equitativo a la educación básica y permanente para todas las personas adultas.
5.
Eliminar las disparidades de género en la educación primaria y secundaria para el año 2005, y lograr la equidad de géneros para el 2015, en particular asegurando a las niñas acceso a una educación básica de calidad y rendimientos plenos e igualitarios.
6.
Mejorar todos los aspectos de la calidad de la educación y asegurar la excelencia de todos, de modo que todos logren resultados de aprendizaje reconocidos y medibles, especialmente en torno a la alfabetización, el cálculo y las habilidades esenciales para la vida.

La evaluación final de la EPT, en 2015, reveló que las metas no se cumplieron.
La mayoría de países no logró cumplir con la meta de reducir el analfabetismo a la mitad hasta 2015. Las metas incumplidas de la EPT se incorporaron a la Agenda 2030 (ODS) como una "agenda inconclusa".

Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015)
| Naciones Unidas

En el año 2000, Naciones Unidas aprobó los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), una agenda multisectorial, de alcance global, con ocho metas al año 2015.

La meta referida a la educación - Meta 4: "Lograr la enseñanza primaria universal" - se centró en niños y niñas (completación de cuatro años de escolaridad). La meta no se cumplió. No se incluyó una meta para la educación de personas adultas.


Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS (2015-2030)
| Naciones Unidas
 

En 2015, Naciones Unidas aprobó los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS (2015-2030). La agenda de los ODS se organizó en torno a 17 objetivos. El ODS 4, referido a educación, se formuló así:

"Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos".



El ODS 4 tiene 10 metas: 7 se refieren a resultados esperados y 3 a estrategias de ejecución. La meta referida a la alfabetización (meta 4.6) es garantizar la alfabetización a “todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos”.

Según la UNESCO (datos de 2016 proyectados al 2017),
en 2017 existían en el mundo 260 millones de niños y niñas que no sabían leer y escribir y 750 millones de personas mayores de 15 años que estaban en esa situación. De los 750 millones, dos tercios seguían siendo mujeres y 102 millones eran jóvenes entre 15 y 24 años. Entre 2000 y 2015, a nivel global, la tasa de alfabetismo entre jóvenes y adultos creció solo 4%.

Esta es la tasa de alfabetismo, por edades:
- 86% entre mayores de 15 años
- 91% entre 15 y 24 años
- 86% entre 15 y 64 años
- 78% entre personas mayores de 65 años

Los datos de analfabetismo/alfabetismo siguen recolectándose en la mayoría de países a través de censos o encuestas de hogares en los que las personas responden Sí o No a la pregunta de si saben leer y escribir.


¿Aprendizaje a lo Largo de la Vida para Todos?


Así pues,
en lo que hace a la alfabetización de jóvenes y adultos, entre 1980 y 2015 pasamos de la meta de "erradicar el analfabetismo" a la meta de lograr la alfabetización universal de la juventud y alfabetizar "al menos a una proporción sustancial de los adultos". 

Meta 4.6. Para 2030 garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética.

El documento de la UNESCO Desglosar el Objetivo de Desarrollo 4: Educación 2030 (2017) aclara que la meta 4.6 entiende por 'jóvenes' a personas entre 15 y 25 años.

También se explica al respecto (página 13):

"Los principios, las estrategias y las acciones que articulan esta meta se sustentan en la concepción actual de la alfabetización como un continuo de niveles de competencia dentro de un contexto determinado que va más allá de la simple dicotomía entre “personas alfabetizadas” y “analfabetas”. Por lo tanto, las acciones relacionadas con esta meta se orientan a garantizar que, de aquí a 2030, todos los jóvenes y adultos del planeta hayan alcanzado un nivel pertinente y reconocido de conocimientos funcionales en lectura, escritura y cálculo equivalentes al nivel que se obtiene una vez completada con éxito la enseñanza básica".
No obstante, la meta 4.6 es clara: no son todos los jóvenes y adultos quienes deberán alfabetizarse. Así consta en este resumen de las metas globales (página 16):

Meta 4.1. Velar por que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a un ciclo completo de enseñanza primaria y secundaria con al menos 9 años de enseñanza obligatoria, pública y gratuita.

Meta 4.2. Velar por que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a un cuidado y desarrollo de la primera infancia de calidad y al menos a un año de educación preescolar.

Meta 4.5. Garantizar la paridad de género a todos los niveles de la educación.

Meta 4.6. Garantizar que todos los jóvenes entre 15 y 25 años adquieran competencias de lectura, escritura y aritmética.

En la década de 1970-1980 cuestionamos la "erradicación del analfabetismo" por su lenguaje grotesco y su visión simplificadora de la problemática del analfabetismo.

En este momento, y a propósito de los ODS, cuestionamos una meta que propone asegurar alfabetización universal a los jóvenes y que opta por una gran indefinición en torno a los adultos. Una vez más, es de esperar que la alfabetización de adultos no tenga ninguna prioridad en la Agenda 2030.


Esto, en momentos en que la UNESCO plantea el Aprendizaje a lo Largo de la Vida como nuevo paradigma para la educación en el siglo 21 y en el marco de un objetivo para la educación que propone
"Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos".

Para saber más

»
UNESCO Institute for Statistics - Literacy


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»
Alfabetización de adultos en América Latina y el Caribe: planes y metas 1980-2015 

» Carta Abierta a la UNESCO por parte del GLEACE (2007)

La década olvidada de la Educación para Todos (1990-2000)

UNESCO - Education for All



El Programa Mundial de Educación para Todos no se inició en el año 2000, en el Foro Mundial de Dakar, sino en 1990, en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos realizada en Jomtien, Tailandia. No fueron 15 años de Educación para Todos - como viene afirmándose - sino 25.

La evaluación final de la EPT incluyó solo el período 2000-2015. La década de 1990-2000 quedó como una década olvidada, ni siquiera mencionada en la mayoría de documentos de la UNESCO y de otros organismos internacionales. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030), aprobados en 2015, emergieron como la nueva agenda de desarrollo hasta el año 2030.

La Declaración de Incheon (2015) y los informes posteriores de seguimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 referido a la educación se acordaron de Jomtien, de la "visión ampliada de la educación básica" y de las seis metas de educación básica aprobadas ahí.

Son muchas las lecciones a aprender de estos 25 años de Educación para Todos.




"Sólo un tercio de los países del mundo alcanzaron los objetivos globales de la Educación para Todos en el período 2000-2015.

París/Nueva Delhi, 9 de abril de 2015. – Solo uno de cada tres países del mundo han alcanzado la totalidad de los objetivos mensurables de la Educación para Todos (EPT) establecidos en el año 2000. Y tan sólo la mitad de ellos alcanzaron el objetivo de la EPT en el que se centraba la máxima atención: la escolarización universal de todos los niños en edad de cursar la enseñanza primaria.

Además, serán necesarios 22.000 millones de dólares anuales para complementar las contribuciones previstas por los gobiernos, ya por de sí ambiciosas, para garantizar el logro de los nuevos objetivos en materia de educación que se están fijando ahora para el periodo 2015-2030.

Estas son las conclusiones del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo 2015, titulado Educación para Todos 2000-2015 – Logros y desafíos. El informe, elaborado por la UNESCO, hace un seguimiento de los avances logrados en la persecución de los objetivos de la EPT en los últimos 15 años.
“En todo el mundo se han registrado avances impresionantes hacia la consecución de la Educación para Todos”, declaró la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, “y a pesar de que no se hayan alcanzado todos sus objetivos en el año límite establecido, 2015, sí se ha logrado que ingresen en la escuela primaria muchos más millones de niños que los que se habrían escolarizado si hubieran persistido las tendencias predominantes en el decenio de 1990. Sin embargo, el programa de la EPT dista mucho de haberse alcanzado. Para que la universalización de la educación llegue a ser una realidad, es necesario adoptar estrategias específicas y financiarlas adecuadamente para dar prioridad a los niños más pobres, y más concretamente a las niñas, mejorar la calidad de la enseñanza y reducir las diferencias en el grado de alfabetización”, añadió.

Presentado hoy, un mes antes del Foro Mundial de Educación que se celebrará en Incheon
(Repúblicade Corea), el informe señala los siguientes resultados en lo que respecta a la consecución de los objetivos globales de la EPT en el período 2000-2015".

Así comienza el boletín de prensa de la UNESCO referido a la evaluación final del programa mundial Educación para Todos (EPT). La evaluación cubre el período 2000-2015. Fuera de la evaluación y de toda mención quedó la década de 1990-2000. Lo cierto es que la EPT no arrancó en el año 2000, en el
Foro Mundial de Educación realizado en Dakar-Senegal, sino en 1990, en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos realizada en Jomtien-Tailandia. La EPT duró 25 años, no 15.

La Conferencia Mundial sobre Educación para Todos fue organizada por UNESCO, UNICEF, PNUD, FNUAP y Banco Mundial. En Jomtien se aprobó la "visión ampliada de la educación básica", que implicaba "satisfacer necesidades básicas de aprendizaje" de niños, jóvenes y adultos, dentro y fuera del sistema escolar. Con ese marco, se aprobaron seis metas de 'educación básica' y se estableció el año 2000 como plazo para su cumplimiento. 
1. Expansión de la asistencia y actividades de cuidado y desarrollo de la primera infancia, incluidas  intervenciones de la familia y la comunidad, especialmente para los niños pobres, desasistidos e impedidos.

2. Acceso universal a la educación primaria (o a cualquier nivel más alto considerado 'básico') y terminación de la misma, para el año 2000.

3. Mejoramiento de los resultados del aprendizaje de modo que un porcentaje convenido de una muestra de edad determinada (ej. 80% de los mayores de 14 años) alcance o sobrepase un nivel dado de logros de aprendizaje considerados necesarios.

4. Reducción de la tasa de analfabetismo adulto a la mitad del nivel de 1990 para el 2000. El grupo de edad adecuado debe determinarse en cada país y hacerse suficiente hincapié en la alfabetización femenina a fin de modificar la desigualdad frecuente entre índices de alfabetización de hombres y mujeres.
5. Ampliación de los servicios de educación básica y capacitación a otras competencias esenciales necesarias para los jóvenes y los adultos, evaluando la eficacia de los programas en función de la modificación de la conducta y del impacto en la salud, el empleo y la productividad.
6. Aumento de la adquisición por parte de los individuos y las familias de los conocimientos, capacidades y valores necesarios para vivir mejor y conseguir un desarrollo racional y sostenido por medio de todos los canales de la educación - incluidos los medios de información modernos, otras formas de comunicación tradicionales y modernas, y la acción social - evaluándose la eficacia de estas intervenciones en función de la modificación de la conducta.

En 2000, en el Foro Mundial de Educación de Dakar se presentó el informe de lo logrado por la EPT durante la década 1990-2000. Hubo avances pero ninguna meta se cumplió. En vista de eso se decidió postergar el plazo hasta el 2015. Las seis metas se mantuvieron, con algunos cambios.

En 2015, la evaluación de los 15 años adicionales de EPT mostró, una vez más, que las metas no se cumplieron. La EPT cerró con tareas pendientes.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se extenderán hasta el 2030, incluyen un Objetivo 4 dedicado a la educación, con metas mucho más amplias que las de la EPT. En 25 años no se logró cumplir con seis metas de educación básica. ¿En 15 años más se logrará cumplir con las tareas pendientes de la EPT y con los objetivos educativos adicionales que pleantean los ODS? 


He trabajado en la Educación para Todos desde sus inicios. Estuve en la reunión regional preparatoria en Quito (1988), en la conferencia de Jomtien (1990) y en el Foro de Dakar (2000). Dí seguimiento a los 25 años de EPT desde diferentes capacidades y posiciones, y he escrito mucho al respecto. En el año 2000, poco después del foro de Dakar, publiqué un libro sobre la primera década de la Educación para Todos (1990-2000), el cual fue distribuido profusamente y publicado en varios idiomas.

Es importante recuperar
"la década olvidada" de la Educación para Todos para tener una visión histórica y holística de estos 25 años y sus lecciones aprendidas, sobre todo de cara a los próximos 15 años y a los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030).



Rosa María Torres
Una década de Educación para Todos: La tarea pendiente
IIPE UNESCO Buenos Aires, 2000


Rosa María Torres
One decade of Education for All: The challenge ahead
IIPE UNESCO Buenos Aires, 2000.

Rosa María Torres
Una década de Educación para Todos: La tarea pendiente 
FUM-TEP (Federación Uruguaya del Magisterio), Fondo Editorial QUEDUCA
Montevideo, 2000, 119 páginas.
(10.000 ejemplares distribuidos gratuitamente al magisterio uruguayo, junto con la revista "Quehacer Educativo" del FUM)







Rosa María Torres
Educación para Todos. La tarea pendiente 
Editorial Popular

Madrid, 2000, 156 páginas.
Prólogo de Miguel Soler Roca 






 

Rosa María Torres
Educação para Todos: A tarefa por fazer 
Artmed Editora

Porto Alegre, 2001, 104 páginas.










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Comunidad Educativa (redacción: Rosa María Torres y Miguel Soler Roca), II Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos


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