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Ecuador: una «revolución educativa» sobrevalorada

Rosa María Torres

Foto: El Ciudadano
Diez mujeres ecuatorianas fuimos invitadas por el portal ecuatoriano GKEcuador a hacer un balance de los 10 años de gobierno de Rafael Correa (2007-2017), escribiendo sobre 10 temas clave de dicha gestión: Salud, Educación, Cultura, Justicia, Política económica, Movilidad humana, Derechos humanos, Derechos de las mujeres, Derechos colectivos y Derechos LGBTI. Mi contribución se refirió a la Educación. Agrego aquí unos pocos gráficos así como algunos elementos de la transición al gobierno de Lenin Moreno.

En el Informe a la Nación 2007-2017 Rafael Correa resumió lo que, a su juicio, fueron los logros más importantes de su gobierno y los principales desafíos pendientes. Lo hecho en educación aparece bajo Conocimiento y Talento Humano (pp. 147-160), capítulo que incluye tres subtemas: a) Educación, b) Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, y c) Cultura y Patrimonio. Se trata la educación inicial, la educación básica y el bachillerato, por un lado, y la educación superior, por otro. En ambos casos se compara el Ecuador de 2006, el que heredó, y el Ecuador del 2017, el que dejó diez años después.

Como Logros destacados de la educación inicial, básica y bachillerato se registra:
• Se alcanzó la universalización de la Educación Básica con un 96,23%.
• En 2016 se encontraban instaladas y equipadas 70 Unidades Educativas del Milenio.
• Sistema de Evaluación Educativa, bajo estándares internacionales, como las evaluaciones PISA.

Como Logros destacados de la educación superior se registra:
• Ecuador invierte el 2% de su PIB en la mejora de la educación superior.
• Entre 2007 y 2016 se entregó 82 veces más becas que las registradas entre 1995 y 2006.
• Se fortaleció la educación técnica y tecnológica pública, con el uso compartido de 14 infraestructuras SECAP para beneficio de más de 11.000 estudiantes.

La organización y el contenido del informe muestran algunos aspectos reconocibles de la 'revolución educativa': la comparación entre el antes y el después de Rafael Correa, educación entendida como sistema educativo (y no también la educación fuera de las aulas, en la familia, en la comunidad, en el trabajo, etc.), la supremacía de la educación superior, la separación entre educación y cultura, los logros centrados en montos de inversión, infraestructura, acceso y matrícula, evaluación, y becas.

Nadie verificó en el Ecuador los datos y la información incluidos en el Informe a la Nación 2007-2017. Ecuador Chequea nació después de publicado el informe. Muchas publicaciones que hacen referencia a este informe se limitan a citar los datos e informaciones, sin someterlos a verificación y análisis. Es el caso por ejemplo de esta publicación del CELAG - "La revolución ciudadana en 200 cifras" - "200 indicadores que muestran cómo recibió Rafael Correa el país en el año 2006 y cómo lo dejó después de diez años de Gobierno".

Logros y peros de la 'revolución educativa'

La educación fue uno de los aspectos más valorados del gobierno de Correa. Una encuesta de Perfiles de Opinión en Quito, Guayaquil y Cuenca (mayo 2017) preguntó "en cuál área considera que el gobierno ha hecho mejor trabajo durante estos 10 años"; la educación se ubicó en cuarto lugar, después de salud (27.27%), inclusión social (23.44%) y obras públicas/vialidad (20.96%), y la educación superior fue mejor valorada (9.30%) que la educación básica (5.40%).


Dentro y fuera del país muchos alabaron la expansión del acceso y la gratuidad en los distintos niveles, la infraestructura escolar construida o mejorada, el mejoramiento de las condiciones de los docentes, la reforma universitaria y las becas «en las mejores universidades del mundo».

La construcción de carreteras, hospitales y escuelas fue entendida como clave en el proyecto correísta de modernización del capitalismo en el Ecuador. La «revolución educativa» fue pieza clave en la propaganda en torno a la 'revolución ciudadana' y fue, ella misma, objeto de una estrategia trabajada de propaganda. Pasó pronto a alimentar la ranking-manía gubernamental.

Muchos sucumbieron a las estadísticas, los rankings, la reiterada mención del Ecuador como referente para América Latina e incluso para el mundo. Pocos, dentro y fuera del país, se hicieron preguntas básicas y se ocuparon de verificar la información provista por el gobierno. En estos años se escribieron muchos artículos - sobre todo por parte de extranjeros - sobre la revolución educativa ecuatoriana que nos transportan a una sociedad del conocimiento irreconocible para quienes manejamos el tema, conocemos el país y vivimos aquí.

“A no perder lo logrado: una educación pública de excelente calidad, de acceso masivo y absolutamente gratuita” decía Correa en el Enlace Ciudadano 515 (11 marzo 2017), a tres meses de terminar sus 10 años de gobierno. Lo real es que la educación pública que dejó en el Ecuador no es ni de excelente calidad ni de acceso masivo ni totalmente gratuita.

Los logros de la «revolución educativa» fueron abundantemente difundidos durante la década. Me centro aquí en los destacados por Correa en el Informe a la Nación y en los respectivos peros, es decir, en asuntos poco o no mencionados en el relato oficial. Incluyo al final una breve reflexión acerca de la educacion más allá del sistema educativo.

Mucha inversión en educación, pero ...

Poca atención a la calidad y la eficiencia del gasto. La inversión fue argumento central del gobierno y el cuánto se consideró suficiente como indicador de logro. Ni para el gobierno ni para la sociedad fue tema preguntarse acerca de las prioridades, la pertinencia, la calidad, la eficiencia y la oportunidad de la inversión.

Lo cierto es que los montos de inversión, por sí mismos, no aseguran mejor educación. Como reitera y recuerda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a nivel internacional, importa más en qué que cuánto se gasta. Los países que más presupuesto destinan a la educación no son necesariamente los que tienen los mejores sistemas educativos y los mejores aprendizajes.

“Ecuador invierte el 2% de su PIB en la mejora de la educación superior” señala Correa en el Informe a la Nación y repitió a lo largo de los últimos años. El gobierno se jactó de ser el país con más porcentaje del PIB destinado a educación superior en América Latina y uno de los países con una oferta más amplia de becas.

"Entregamos cerca de 20.000 becas en las mejores universidades del mundo a nuestros jóvenes brillantes" (Correa, 16 febrero 2017). Se invirtió USD 560 millones en dichas becas. Muchos becarios ya retornaron al país. Muchos integraron al mundo académico; para muchos otros ha sido difícil conseguir trabajo en los campos que estudiaron. El acceso a estas becas dependió de la obtención de un alto puntaje en el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES). El ENES medía aptitudes básicas (verbal, numérica, de abstracción), no conocimientos, según recalcaba la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT). Asociar alto puntaje en el ENES con inteligencia especial o brillantez es una asociación infundada pero se generalizó, sin discusión. Según dijo René Ramírez, Secretario de la SENESCYT, después de haber llegado a las 20.000 becas en el extranjero era el momento de impulsar becas para estudiar maestrías y doctorados en universidades nacionales. No se ve la lógica de ese argumento y de esa decisión, y algunos trataron de discutir el punto, pero no tuvo demasiado eco en la sociedad. La gente está encantada con que haya becas en el extranjero, y eso es lo que importa.

En lo que se refiere a la educación inicial, básica y bachillerato, y pese a la extraordinaria holgura financiera del período, no se cumplió con el 6% del PIB establecido en el Plan Decenal de Educación 2006-2015 y en la nueva Constitución (2008). En 2015 se había alcanzado apenas 3,93% del PIB; el promedio entre 2009 y 2015 fue 3,76%. Por eso, siempre se evitó dar a conocer el dato de inversión en educación pre-universitaria.


El Ministro de Educación Augusto Espinosa le mintió al país cuando afirmó en febrero de 2016, a través de su cuenta de Twitter, que se cumplieron las ocho políticas del Plan Decenal de Educación 2006-2015. La evaluación del PDE hecha por el propio Ministerio de Educación reveló que no se cumplieron varias de las políticas y metas establecidas en el Plan Decenal (Reporte de Indicadores Nº 1 del Ministerio de marzo 2015).

Cabe analizar algunas de las priorizaciones que se hicieron en cuanto a niveles educativos y a componentes de la reforma educativa.

La prioridad y el énfasis puesto sobre la educación superior - y, dentro de ésta, sobre el acceso - arrojó sombra sobre las necesidades y los problemas de los demás niveles del sistema educativo.

En cuanto a las prioridades de política y de inversión para el mejoramiento de la calidad educativa, el gobierno puso las prioridades al revés: 1) infraestructura, 2) tecnologías y 3) docentes.

Expansión del acceso, pero ...

El acceso a la educación creció, pero por debajo de las metas programadas en el Plan Decenal de Educación (PDE) 2006-2015 y en otros planes del gobierno.

Cabe aclarar que en 2015 74% de las instituciones educativas del Ecuador eran públicas (fiscales), 20% privadas, 5% fiscomisionales y 1% municipales. 67% de los docentes trabajaban en instituciones privadas (Reporte de Indicadores Nº 1, marzo 2015).

“Se alcanzó la universalización de la Educación Básica con un 96,23%” dice el Informe a la Nación. El dato corresponde a matrícula. Según la evaluación del PDE, la matrícula en la educación inicial llegó al 44.24% (la meta era su universalización) y en el bachillerato al 68% (la meta era “al menos el 75% de la población en la edad correspondiente”).

La brecha urbano-rural persiste y es grande: "La tasa de escolaridad en las zonas rurales tiene una diferencia cercana a los 5 años de escolaridad con respecto a las zonas urbanas. Esto significa que en promedio una persona mayor o igual a 24 años de edad que reside en las zonas urbanas del Ecuador a lo mucho llega a culminar el primer año de bachillerato y en las zonas rurales llegan a aprobar el séptimo año de Educación General Básica" (Reporte de Indicadores Nº 1).

Las cuatro universidades «emblemáticas» creadas a fines de 2013 —Yachay, Ikiam, UArtes, UNAE— sumaban entre todas algo más de 2.500 estudiantes, según el Informe a la Nación. Miles de estudiantes que aspiran a acceder a la universidad quedan afuera cada año, incluso después de cumplir con los puntajes requeridos para el ingreso. Según la SENESCYT, la matrícula universitaria incrementó del 28% en 2006 al 39% en 2014 (260.000 nuevos estudiantes). Esto coincide con la tendencia general en América Latina: según un informe del Banco Mundial (2017), en los últimos 15 años se duplicó, en promedio, la tasa bruta de matrícula en educación superior: pasó del 21% en 2000 a 43% en 2013.

Hay altas tasas de abandono en todos los niveles. Tanto, que el gobierno ocultó esa información de manera sistemática. La deserción es especialmente alta en el bachillerato. Según un estudio del CAF (2016) solo 55% de los estudiantes concluye la educación secundaria. Las principales causas mencionadas por la población de 15 a 17 años son falta de recursos económicos (25,4 %) y falta de interés (20,4 %). En la población de 5 a 17 años, la falta de recursos económicos ocupa el primer lugar (24,49%) y la falta de interés el segundo lugar (18,31%) como explicaciones de la inasistencia o el abandono.

Hoy es imposible saber cuál es la situación del abandono en la educación superior, pues los datos dados a conocer son escasos y dispares. El informe citado del Banco Mundial señala que la mitad de los jóvenes de 25-29 años que inicia una carrera universitaria la termina en esta región; el Ecuador se ubica en ese promedio.

El perfil del Ecuador en el Informe de Desarrollo Humano 2016 del PNUD incluyó algunos datos útiles. Abandono en la educación primaria: 11.1%. Escolaridad promedio: 8.3 años. Población de 25 años y más con alguna educación secundaria: 48.8%. Tasa de analfabetismo (15 años y más): 5.5%.

Mucha infraestructura, pero...

La obra física fue el plato fuerte de la «revolución educativa». Es conocido el impacto que tiene la obra física sobre la ciudadanía y sobre los electores. También son conocidos los espejismos que crea la infraestructura escolar en un campo en el que suele confundirse educación con escuela (igual que se confunde salud con hospitales). De hecho, la infraestructura pasó a entenderse no como un componente de la calidad educativa sino como sinónimo de calidad educativa. Uno de los grandes desaprendizajes que hay que hacer en el país en la etapa post-Correa.

“A 2016 se encontraban instaladas y equipadas 70 Unidades Educativas del Milenio” destaca el Informe a la Nación. Lo que no se dice es el número de estudiantes atendidos en esas 70 UEM: 86.592, es decir, apenas 2.4% de los estudiantes matriculados en el sistema público. El gobierno dio siempre el dato del número de UEM inauguradas; nunca el de estudiantes atendidos. La ciudadanía festejó cada nueva inauguración pero no se ocupó de hacer cuentas. La sensación de una política de universalización de nueva infraestructura resultó no ser tal sino una política altamente selectiva e insostenible económica y socialmente.

Las UEM fueron pensadas como el modelo de la nueva educación en el Ecuador. La idea fue optimizar la infraestructura escolar en el territorio, eliminar las escuelas pequeñas (comunitarias, uni- y bi-docentes, alternativas) y ofrecer  “educación completa” (inicial, básica y bachillerato) en un solo plantel, en dos turnos, a fin de aprovechar al máximo la infraestructura y el equipamiento. Se fusionaría a escuelas de barrios o comunidades cercanas y se juntaría a los estudiantes de todas ellas, ofreciéndoles transporte hasta una distancia de 3 kilómetros de la escuela. Capacidad para más de 1.000 y más de 2.000 estudiantes de todas las edades, dependiendo del tamaño del planel. Megaplanteles costosos, con un promedio de 5 millones de dólares, según el gobierno. Diseño arquitectónico único para todo el país. Infraestructura escolar nueva aunque no innovadora: las UEM replican los patrones arquitectónicos escolares convencionales.

En agosto de 2013 Correa decidió universalizar el modelo UEM a todo el país. El plan fue pasar de las más de 21.000 instituciones educativas existentes en 2007 a poco más de 5.500 en 2017. "Cuando llegamos al Gobierno teníamos 21.058 instituciones educativas, con 2'397.922 estudiantes en el sistema fiscal, lo que nos daba un promedio bajísimo de 114 chicos por escuela. Hoy tenemos 12.629 instituciones, pero calculamos que sólo se necesitan 5.564". (Rafael Correa, discurso de inauguración de la UEM Olmedo de Portoviejo, 7 feb 2017).

Finalmente, el gobierno de Correa concluyó en mayo de 2017 con 100 UEM funcionando, las cuales cubren menos del 5% de los estudiantes del sistema público. Llegar a las 5.564 UEM anunciadas - asumiendo que el presupuesto no fuese una limitación - habría tomado varias décadas.

Miles de escuelas comunitarias se cerraron, lo que creó malestar y protesta en las comunidades (el discurso oficial afirma que no se cierran, sino que se fusionan; en la práctica, la escuela se cierra). A partir de 2016, la empresa china Riley, contratada por el gobierno e instalada en la provincia de Manabí, empezó a construir escuelas prefabricadas, llamadas Unidades Educativas Siglo XXI, a fin de abaratar costos y acelerar los tiempos de construcción.

De «elefantes blancos» bautizó a las UEM el candidato oficialista Lenin Moreno en plena campaña electoral, a fines de 2016. Durante la campaña ofreció reabrir algunas de las escuelas comunitarias cerradas por Correa. No bien asumió el gobierno anunció: "Crearemos escuelas de excelencia cerca de las comunidades para que los niños no tengan que caminar tanto". Su ministro de educación, Fander Falconí, quien fuera colaborador en el gobierno de Correa, afirmó que no se construirán nuevas UEM. "Lo que tenemos que hacer es concluir algunas obras que están en marcha". Se anunció, asimismo, que se considerará reabrir algunas escuelas unidocentes (multigrado), introduciendo mejoras al sistema.

Lo cierto es que el modelo UEM no vino a resolver los muchos problemas de la educación rural y ha sido más bien una estafa social para el pueblo ecuatoriano.

Mucha gratuidad, pero ...

La oferta educativa sigue teniendo serios problemas de calidad.

El modelo pedagógico convencional no ha cambiado y sigue conservando sus rasgos esenciales: vertical, autoritario, memorístico, enciclopédico, bancario ... La pedagogía, el corazón de la educación, no se cambia fácilmente ni automáticamente a partir de la infraestructura o de la tecnología. Implica cambios profundos en la cultura escolar y en la cultura docente de manera específica, exige estrategias deliberadas y sistemáticas, y toma tiempo.

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo destacó problemas de calidad en la educación inicial. Recalcó el excesivo énfasis dado a la infraestructura y concluyó que se necesita más atención a la formación del personal y a la calidad del servicio.

Los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE, 2013) aplicado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO en 3º y 6º año (4º y 7º de educación básica en el Ecuador) mostraron importantes avances respecto del Segundo Estudio (SERCE, 2006). El país avanzó de aprendizajes por debajo de la media regional a aprendizajes en la media y por debajo de la media regional. Lectura y Escritura en 6º grado (7º de básica) siguen siendo, no obstante, áreas críticas a las que el Ecuador debe prestar atención. En el caso de la lectura en séptimo de educación básica, “el promedio del país es significativamente menor al promedio regional”, fue el señalamiento expreso de la UNESCO.

Los resultados de las pruebas Ser Maestro aplicadas en el país desde 2015 han mostrado muchas debilidades en la preparación de los docentes. Según las pruebas de Saberes Disciplinarios (Sierra y Amazonía) aplicadas por el INEVAL: 5.5% no aprobó y 65.3% debe continuar capacitándose en sus respectivas disciplinas y áreas. “La mayor parte de nuestros docentes tiene un nivel de conocimiento medio para brindar clases” fue la conclusión, en junio 2016. Nada sabemos aún de sus conocimientos pedagógicos y de su nivel general de profesionalismo.

Hay un alto grado de violencia en las instituciones educativas: 26% de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años dicen recibir trato violento de sus profesores cuando no hacen los deberes o cometen alguna falta. Asimismo, según UNICEF, 1 de cada 5 estudiantes afirma haber sido víctima de acoso escolar. Un estudio de CEPAL-UNICEF sobre violencia y educación (2017) ubicó al Ecuador en el grupo de países con logros educativos medios y violencia alta, junto con Brasil, Colombia y México.

En cuanto a la disponibilidad de bibliotecas, apenas 1 de cada 4 niños tenía acceso a una biblioteca escolar en 2015. 43% de las escuelas privadas cuentan con una biblioteca y solo 37% de las públicas, con grandes diferencias entre regiones. El Ecuador es y sigue siendo un país con grandes déficits de lectura.

El gobierno habla de tecnología de punta en los planteles públicos, pero muchas veces ésta no está o no funciona. Según la encuesta de Niñez y Adolescencia 2016, las escuelas privadas siguen estando mucho mejor equipadas que las públicas.

El gobierno asegura que el paso de familias de la educación privada a la pública se debe a la mayor calidad de esta última. En verdad, el primer y más importante incentivo es la gratuidad.

Más atención a los docentes, pero ...

La primera evaluación de desempeño docente en el 2009 se impuso a sangre y fuego, en batalla campal con la Unión Nacional de Educadores (UNE). En medio del conflicto, en diciembre de 2008 Correa amenazó: “Si la UNE sigue así de politizada y mediocre, creo otra organización de maestros”. Así surgió la Red de Maestros por la Revolución Educativa, afín al gobierno y apadrinada por éste. El gobierno fue más allá y en 2016 disolvió la UNE. Esto fue cuestionado por la OIT, la ONU y la Internacional de la Educación, pero el gobierno siguió adelante con sus decisiones. No es de gobiernos democráticos disolver organizaciones sociales y crear otras 'propias', a su medida. Y no lo es sobre todo en el marco de un proceso que muchos consideran progresista y que se autocalifica de 'revolución ciudadana'.

El modelo ecuatoriano de evaluación docente resultó atractivo como modelo capaz de poner en jaque a un sindicato docente. El actual presidente argentino Mauricio Macri decidió adoptarlo en 2012 durante su gestión al frente del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. En diciembre de ese año el gobierno de Correa y el de Macri firmaron un convenio de asesoría para el efecto.

No existe una evaluación de lo hecho en estos 10 años de capacitación docente, sus resultados e impacto sobre los docentes y su práctica pedagógica. La evaluación de la política 8 del Plan Decenal de Educación —“Mejoramiento de la formación, revalorización del rol y el ejercicio docente”— aparece expresada en horas de capacitación: “Al 2015 se impartieron 33.455.232 horas de capacitación a docentes. Lo que les permitirá incrementar sus conocimientos, destrezas y desempeño al momento de impartir clases” y en número de maestrías: “Un total de 4.202 maestros se beneficiaron con maestrías internacionales entre los años 2014 y 2015”. Pero ni las horas de capacitación ni la posesión de un título de maestría aseguran, por sí mismos, un salto cualitativo en las capacidades docentes para asumir, con autonomía, un currículo y una pedagogía renovados.

La abundancia de tareas administrativas y burocráticas a la que están sometidos los docentes hoy,  en un régimen educativo y escolar tremendamente rígido, normativo y burocrático, está llevando a una desprofesionalización de facto del rol y de la tarea docente, a la que por otro lado se busca apuntalar desde ofertas de formación y capacitación. Una de las primeras medidas anunciadas por el nuevo gobierno ha sido desburocratizar y descongestionar la tarea docente a fin de liberar tiempo para las tareas pedagógicas.

El pago de las jubilaciones y del incentivo jubilar es hoy una lucha de miles de docentes jubilados. El Estado —Ministerios de Educación, Trabajo, Finanzas— ha sido lento e indolente frente al justo reclamo de los educadores. La decisión de ocuparse de este asunto, resolviendo el problema de cerca de 20.000 maestros jubilados impagos, fue uno de los primeros compromisos anunciados por el gobierno de Lenin Moreno.

Mucha evaluación, pero...

El gran peso dado a la evaluación en el campo educativo es uno de los rasgos característicos del  movimiento de reforma educativa global (GERM), así como el peso dado a la estandarización y a la retórica de la excelencia.

El "Modelo de Evaluación Institucional Universidades y Escuelas Politénicas" aplicado por el CEACCES (Consejo de Evaluación, Acreditación y Seguimiento de la Calidad de la Educación Superior), al cual han sido sometidas las universidades ecuatorians en estos años, es altamente burocrático y tecnocrático. Se requieren cambios de fondo a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) y a esta manera de entender calidad y evaluación en relación a la educación superior. El nuevo gobierno y las nuevas autoridades de la educación han hecho ya declaraciones y ofrecen acciones en este sentido.

El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEVAL), creado en noviembre de 2012, ha venido desarrollando las evaluaciones nacionales Ser Estudiante, Ser Bachiller y Quiero Ser Maestro y es el encargado de aplicar el proyecto internacional PISA para el Desarrollo de la OCDE, en marcha. Ninguna de estas evaluaciones se hace en lenguas indígenas.

"Sistema de Evaluación Educativa, bajo estándares internacionales, como las evaluaciones PISA", se consigna como logro en el Informe a la Nación. En realidad, el Ecuador aún no tiene resultados en PISA (Programme for International Student Assessment- Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En 2014 ingresó a PISA for Development (PISA para el Desarrollo), una nueva iniciativa de la OCDE pensada para países de ingresos bajos y medios. A la fecha participan en PISA-D: Cambodia (Asia); Ecuador, Honduras, Guatemala, Panamá y Paraguay (América Latina); Senegal y Zambia (Africa). En 2006 se aplicó el piloto; los resultados estarán disponibles en 2018.

Las pruebas PISA miden competencias en tres áreas: lectura, matemáticas y ciencias. Viene aplicándose a nivel mundial desde el año 2000, cada tres años, a estudiantes de 15 años de edad. Más de 70 países han participado hasta la fecha en PISA, 10 de ellos de América Latina y el Caribe: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay. Los resultados vienen ubicando reiteradamente a los países latinoamericanos en los últimos lugares, con Chile a la cabeza.

A fines de 2017 el Ecuador se incorporará de lleno a PISA mundial, en un momento en que PISA enfrenta cada vez más críticas a nivel internacional y latinoamericano. Los resultados se dieron a conocer, también a nivel mundial, a fines de 2019. ¿Cabía esperar que el Ecuador consiga una mejor ubicación que los países latinoamericanos que ya vienen participando en estas pruebas? Hay que recordar que PISA evalúa competencias, capacidades para resolver problemas, no aprendizajes memorísticos como los arraigados en la cultura escolar en este país y en esta región.

Preocupa, por otra parte, el espíritu altamente competitivo que viene desarrollándose en el Ecuador (entre estudiantes, entre docentes, entre planteles, en relación a otros países) y la posibilidad de que PISA exacerbe este espíritu competitivo, así como la ranking-manía, que nada tienen que ver con el espíritu del Sumak Kawsay (Buen Vivir).

Mucha información, pero...

Mucha de la información circulada oficialmente en torno a la educación fue triunfalista, incompleta, sesgada o falsa. El gobierno ocultó o camufló todo aquello que no lo dejara bien parado y no tuvo empacho en manipular datos, dichos y hechos cuando lo consideró necesario.

La educación fue un tema virtualmente abandonado en términos de verificación de la información tanto por parte del periodismo como de la comunidad académica y la ciudadanía en general. Afirmaciones como que el Ecuador será uno de los mejores sistemas educativos del mundo en 2018 o que “Ecuador tiene la tasa de producción científica más alta de la región” cuando en verdad se ubica en el lugar 12 en América Latina en el SJR Scimago Journal and Country Rank, fueron aceptadas pasiva y acríticamente por la sociedad.

Muchos voceros atribuyeron a la UNESCO afirmaciones sobre el avance educativo del Ecuador, sin citas ni fuentes: el país que más creció, el que más rápido mejoró, el que más avanzó... En el Documental “La Revolución Ciudadana 10 años después” circulado en cadena nacional el 22 mayo de 2017, dos días antes de dejar el gobierno, vemos a Correa afirmando que “La UNESCO estableció que el sistema educativo que más avanza en la región es el ecuatoriano”. No existe ninguna cita de la UNESCO que diga esto.

Desde el Ministerio de Educación y desde la Presidencia de la República, todos afirmaron que el Ecuador se situó en la media regional en los resultados del TERCE. Se ocultó al país el mal desempeño del Ecuador en Lectura y Escritura en 7º de básica, por debajo de la media regional. Aceptarlo habría llevado a adoptar estrategias y medidas urgentes antes que a olvidar el tema de la lectura, como ocurrió durante la década. Mostrar buenos resultados y ocultar los fracasos fue más importante que enfrentar estos últimos.

La aceptación pasiva y acrítica de la información fue posible gracias al desconocimiento del tema educativo, al desinterés de la comunidad universitaria en la llamada «educación pre-universitaria», a la falta de profesionalismo tanto de los medios del gobierno como de los medios privados. La ciudadanía se desentendió del tema educativo y se limitó a consumir los datos y versiones oficiales. Los especialistas ecuatorianos que expresamos críticas, discrepancias, visiones alternativas, fuimos apartados antes que convocados y escuchados. La década rehuyó toda posibilidad de debate sobre la cuestión educativa. Las decisiones se tomaron y vinieron de arriba.

«Revolución educativa», pero...

Una extraña revolución sin cambio de paradigma para la educación y sin una propuesta orientada hacia un modelo propio, basado en el concepto, las visiones y los valores del Sumak Kawsay, adoptado en la Constitución como paradigma alternativo al desarrollo.

La «revolución educativa» ecuatoriana no se conectó con el paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida propuesto por la UNESCO para la educación en el siglo XXI. Tampoco con el movimiento latinoamericano de Educación Popular y, en general, con pedagogías progresistas e innovadoras. La propia innovación educativa se ha visto limitada frente a los empeños estandarizadores, al pensamiento y al modelo único promovidos desde arriba. Muchas instituciones educativas innovadoras fueron intervenidas y hasta cerradas; entre ellas la escuela intercultural indígena Inka Samana, que venía trabajando desde 1986 al sur del país.

La recuperación de la «rectoría» del Estado sobre la educación significó avasallar a la sociedad civil - organizaciones y movimientos sociales así como ONGs - dejándola fuera de toda participación, tanto en el diseño y evaluación de las políticas educativas como en la participación a nivel local y de centro. Las decisiones de política fueron tomadas 'arriba' para ser adoptadas y aceptadas 'abajo'. Los decisores y gestores de la política no fueron, en general, especialistas en el campo educativo. La calidad de las políticas educativas diseñadas e implementadas está en entredicho, así como la ausencia de consulta y evaluación de las mismas, asumidas como políticas de Estado infalibles, merecedoras de una continuidad sin reparos.

«Educación intercultural bilingüe» sigue entendiéndose en el Ecuador como aquella destinada a los grupos indígenas (y no, como debe ser, también a la población no-indígena, al conjunto de la sociedad), en un país oficialmente plurinacional y multicultural. Persiste la falta de respeto a las lenguas y culturas indígenas en el sistema escolar, así como las brechas de aprendizaje entre sectores indígenas y no-indígenas.

Según el Banco Mundial, en el Ecuador 60% de los indígenas que viven en las ciudades tienen educación primaria y 44% en zonas rurales. La brecha escolar y la inequidad entre niños indígenas y no-indígenas es sistemática y persiste, según los resultados del TERCE. Los estudiantes indígenas obtienen puntajes más bajos en las pruebas que los no-indígenas en todas las áreas y grados evaluados.

El Ecuador tuvo en 2009 una fallida declaratoria de Patria Alfabetizada. La meta de «erradicar el analfabetismo» incluida en el PDE 2006-2015 no se cumplió. La tasa de analfabetismo bajó a 5.54%.

Esta fue una década perdida en la lucha contra la desnutrición infantil: 1 de cada 4 niños ecuatorianos menores de 5 años padece desnutrición crónica, con todas las nefastas secuelas que esto implica para el resto de la vida de estos niños. En esta década se logró reducir esta problemática apenas en un punto, de 25% a 24%.

La educación más allá del sistema educativo

La educación no se agota en el sistema educativo. Empieza en la familia y se realiza en todo espacio y a lo largo de la vida: en la comunidad, en el trabajo, en los medios, la participación social, el ocio, la política, etc. Padres de familia, profesores, periodistas y políticos (los cuatro 'P') tienen gran influencia en los aprendizajes de niños, jóvenes y adultos en toda sociedad.

Analizar la educación durante la década correísta implica analizar también el contexto creado para el pensamiento, la expresión, el aprendizaje, la creatividad, el intercambio de ideas, así como los valores y las actitudes ejemplarizantes o anti-ejemplarizantes desplegados por la dirigencia política y el aparato burocrático.

La decisión de nominar a la Vicepresidencia, por dos veces consecutivas, y con amplio respaldo personal de Correa y del movimiento Alianza País, a un candidato acusado de plagio, contradice los principios de la «revolución ciudadana» y de una «revolución educativa» que pregona la meritocracia y la excelencia.

Según la encuesta del Latinobarómetro 2016, el Ecuador es líder regional en autocensura: solo 34% de los ecuatorianos dice que existe libertad para opinar y criticar, el porcentaje más bajo en América Latina (en el extremo opuesto se ubica Uruguay con el 70%). No es éste un contexto favorable al desarrollo de una educación transformadora, emancipadora, crítica, ni en las aulas ni en la convivencia familiar y social.

Como Presidente de la nación, a Correa le faltó coherencia entre su retórica en favor de la educación pública y su afirmación de que la educación pública es de calidad, y su ejemplo de vida. Durante la década, sus hijos estudiaron en planteles privados y en universidades en el extranjero. “Como la burguesía no va a escuela pública, ni se entera de estas cosas”, decía en el Enlace Ciudadano 518 del 8 abril 2017. “Ojalá logremos tener un país donde el 100% de niños y jóvenes acudan a la educación pública” decía en abril de 2017 en la inauguración del año lectivo en la Costa. Doble discurso y desparpajo.

Rafael Correa ha sido un gran inspirador y al mismo tiempo un gran deseducador del pueblo ecuatoriano. Los 12 valores y la escuela de los sábados reflexiona acerca de los valores que pretende inculcar El Libro de Todos los Niños (Secretaría del Buen Vivir y Ministerio de Educación, 2016) y los valores que transmiten los enlaces ciudadanos, popularmente conocidos como «sabatinas», protagonizados por Correa y difundidos cada sábado a través de todos los medios. Esta colección de Perlas Presidenciales muestra su estilo autoritario y confrontador, sus actitudes machistas y racistas, sus expresiones de intolerancia y de violencia, sus insultos y descalificaciones contra todos aquellos que desafían sus ideas o su poder.

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Mitos y realidades de las escuelas del milenio

Rosa María Torres

(actualización: 4 mayo 2022)

Unidad Educativa del Milenio Chone, comunidad Pigua Quindigua, Pujilí, Cotopaxi, Ecuador 
Foto: Vistazo


Analizo aquí el modelo de las Unidades Educativas del Milenio (UEM) implementado en el Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa (2007-2017). Repaso la polémica generada por el calificativo de «elefantes blancos» usado por el candidato presidencial Lenin Moreno (exVicepresidente de Correa), durante la campaña electoral de 2016-2017. Remito a diversos materiales (documentales, reportajes de visitas, testimonios, artículos) en torno a las UEM. Concluyo afirmando que el modelo UEM mostró ser conceptual y operativamente inadecuado para avanzar con una educación rural pertinente y de calidad, sintonizada con los principios del Sumak Kawsay (Buen Vivir), y que resultó en un fraude social para la sociedad ecuatoriana. La pandemia del COVID-19 y el cierre del sistema escolar durante dos años (2020-2021) reforzó el cuestionamiento al modelo UEM. Al igual que todos los planteles educativos, las UEM fueron abandonadas y muchas de ellas deterioradas y hasta desmanteladas durante el largo confinamiento.

En 2020-2021 el candidato presidencial del correísmo, Andrés Aráuz, ofreció en su programa y en su campaña "más infraestructura educativa como las Unidades del Milenio que le dieron tantas alegrías al pueblo ecuatoriano". Sin ser consciente, Aráuz destaca lo que fue una de las mayores debilidades de las UEM: un proyecto arquitectónico sin proyecto pedagógico.



Breve cronología de las Unidades Educativas del Milenio - UEM (2008 - 2022)
2007: Plan Decenal de Educación 2006-2015 contempla en su política 5 "Mejoramiento de la infraestructura y el equipamiento de las instituciones educativas" (Rendición de Cuentas enero-junio 2007). Ministro: Raúl Vallejo.
16 marzo 2007: Decreto Ejecutivo No. 188. Correa declara en estado de emergencia al sector educativo, destina USD 80 millones para construcciones, reparaciones y adecuaciones de la infraestructura escolar, así como dotación de equipos, mobiliario y textos escolares para los establecimientos educativos fiscales y fiscomisionales gratuitos.
sep. 2008: Se inaugura la primera Unidad Educativa del Milenio (UEM) en Zumbahua, provincia de Cotopaxi, sierra central. Se habló de construir 23 UEM en el país.
2012: Se estandariza el modelo arquitectónico de las UEM.
oct. 2012: Ministerio de Educación propone Reordenamiento de la Oferta Educativa. Ministra: Gloria Vidal.
2013: A raíz de su reelección, Correa dice que generalizará el modelo UEM a todas las instituciones escolares del país.

26 junio 2013: Ministro de Educación Augusto Espinosa presenta el Plan de Reordenamiento Territorial de la Oferta Educativa.
Existen 19.023 instituciones educativas en el país; para 2017 (fin del gobierno de Correa) se espera tener 5.189 instituciones de calidad y con todos los servicios educativos. Existen 3’292.208 estudiantes en el sistema público y para 2017 se debe tener una capacidad para 5’067.700. Con el reordenamiento también se contará con una planta de docentes completa: en 2013 existen 157.400 docentes; en 2017 se proyecta que existan 170.000 (28 estudiantes por profesor en promedio; hoy hay 21 estudiantes por profesor). Todas las instituciones eje del país serán UEM.
enero 2014: Correa afirma: "Ecuador requiere 5.000 Unidades Educativas del Milenio para atender la demanda, 900 de ellas de nueva construcción".

2014: Correa dice que se llegará a 2015 con 100 UEM y a 2017 con 600.
agosto 2015: Ministerio de Educación firma un contrato con empresa China Railway para la construcción de 200 Unidades Educativas Siglo XXI, prefabricadas, antisísmicas, similares a las UEM. Cuestan menos de USD 1 millón y se construyen en 90 días.
15 abril 2016: Hasta este momento (terremoto) se han construido 61 UEM, 53 están en construcción y 212 por construirse.
21 sep. 2016: Ministro Espinosa informa sobre las Unidades Educativas Siglo XXI que empieza a construir la empresa China Railway, cuya fábrica se instala en Rocafuerte, Manabí. Se construirán 200 Unidades Siglo XXI (capacidad 1.140 estudiantes y UE Siglo XXI especiales 300) (video).
24 sep. 2016: "200 UEM estarán listas en 2017, con capacidad para 1.140 estudiantes por jornada". Correa, Enlace 494.
12 nov. 2016: "Esperamos cerrar La Década Ganada con 150 UEM". Correa, Enlace 500.
28 octubre 2016: Lenin Moreno (exVicepresidente de Correa) en campaña electoral critica las UEM, las llama «elefantes blancos» y dice que, si llega a la Presidencia, no construirá más UEM, completará las que queden a medio construir y reabrirá, mejorándolas, escuelas comunitarias cerradas por Correa.
enero 2017: Hay 70 UEM funcionando, con 86.592 estudiantes (de un total de 3.491.923 a nivel nacional), lo que equivale a 2.4% de los estudiantes del sistema público. 52 UEM en construcción.
12 marzo 2017: Ministro Freddy Peñafiel asegura que a mayo de 2017 (fin del gobierno de Correa) se llegará con "cerca de 100 UEM". Enlace 515.
28 marzo 2017: Se inaugura la UEM número 77, Charles Darwin, en Saquisilí, Cotopaxi.
2 abril 2017: Segunda vuelta electoral entre candidato oficialista Lenin Moreno y candidato opositor Guillermo Lasso. Gana Moreno, con estrecho margen.
24 mayo 2017: Ultimo día de gobierno de Correa, traspaso de gobierno a Moreno. Se han construido e inaugurado 100 UEM.
6 abril 2018: "Las unidades del milenio (UEM) cubren apenas 3.6% de la población estudiantil fiscal": ministro de educación Fander Falconí.
30 enero 2019: En cadena nacional, el Presidente Moreno anuncia la reapertura de escuelas rurales cerradas en el gobierno de Correa.
4 feb. 2019: Investigación publicada por la Revista Vistazo junto con el International Center for Journalists (ICFJ) y Connectas.org encuentra que las UEM costaron 116 millones más que lo programado e informado, debido a contratos complementarios permitidos por el Decreto 224.
3 mayo 2022: La Contraloría recuerda que existe una glosa por más de USD 24,6 millones contra la empresa China Railway por incumplimiento de obligaciones contractuales (387 días de retraso en la construcción y entrega de las unidades educativas). De las 200 Unidades contratadas, el Ministerio solo recibió 20, las otras 30 tienen problemas de construcción. Esas 30 (16 en Manabí, 7 en Esmeraldas, 5 en Santo Domingo) están abandonadas y deteriorándose.

 Ministros de Educación 2006-2017: Raúl Vallejo, Gloria Vidal, Augusto Espinosa, Freddy Peñafiel.

 Resumen elaborado por Rosa María Torres. Actualización: 4 mayo 2022. Una cronología más completa pude verse aquí.


Las Unidades Educativas del Milenio (UEM)

Las Unidades Educativas del Milenio (UEM) fueron un proyecto emblemático de la «revolución educativa» impulsada por Rafael Correa (2007-2017).

Foto: Ministerio de Educación
La UEM se planteó como el nuevo modelo escolar para el Ecuador en el siglo 21. Construcciones que ofrecerían educación completa - entendiéndose por esto educación inicial, básica y bachillerato - en un solo plantel. En zonas rurales, idealmente, esto evitaría a las familias enviar a sus hijos a la ciudad para continuar la educación secundaria. La UEM abriría sus puertas a la comunidad local, que aprovecharía sus instalaciones. Las UEM serían "el referente de la nueva educación pública en el país y un ejemplo para la región".

El «modelo UEM» se propuso racionalizar la oferta educativa en el territorio, fusionando a varias escuelas pequeñas de la zona. Esto llevó al cierre de miles de escuelas uni- y bi-docentes sobre todo en zonas rurales (el Ministerio de Educación no dio un dato oficial de escuelas cerradas, pero se estimó en más de 6 mil). Se ofreció transporte escolar a quienes viven a más de 3 kilómetros de la escuela. "El tiempo óptimo de traslado para un estudiante será de 20 minutos y no podrá superar los 40 minutos" decía el documento del Plan de Reordenamiento (2012).

El diseño arquitectónico

La descripción inicial de las UEM en el sitio del Ministerio afirmaba que "el diseño arquitectónico considera características etnográficas de su zona de influencia". No obstante, el diseño se estandarizó para todo el país, sin atención a diferencias geográficas, climáticas, sociales o culturales. Hubo casos excepcionales de UEM con peculiaridades arquitectónicas.

El Plan Decenal de Educación 2006-2015, dentro de la Política 5: Mejoramiento de la infraestructura en escuelas y colegios, propuso:
"a) racionalización del recurso físico: cobertura, optimización y mayor utilización de la capacidad instalada;
b) calidad de la infraestructura educativa: diseño (funcionalidad y estética), apropiadas tecnologías constructivas, mobiliario y apoyos tecnológicos; y
c) infraestructura con identidad acorde a la región y rescatando la tecnología arquitectónica de los diferentes pueblos".
Este último punto se abandonó o no se tuvo en cuenta.

Hasta enero de 2017 estaban funcionando 70 UEM, las cuales llegaban al 2.4% de los estudiantes del sistema público
(86.592 estudiantes de un total de 3.491.923) y había 52 en construcción. En vísperas de la segunda vuelta electoral - 2 abril de 2017 - había 77 UEM en funcionamiento y 47 en construcción. Hasta el final del gobierno de Correa (24 mayo 2017) se habían construído e inaugurado 100 UEM.

"Cuando llegamos al Gobierno teníamos 21.058 instituciones educativas, con 2'397.922 estudiantes en el sistema fiscal, lo que nos daba un promedio bajísimo de 114 chicos por escuela. Hoy tenemos 12.629 instituciones pero calculamos que solo se necesitan 5.564". (Rafael Correa, Discurso de Inauguración de la UEM Olmedo de Portoviejo, 7 feb. 2017). Quiere decir que el gobierno de Correa habría cerrado/fusionado 8.429 escuelas.

Las UEM se ubicaron en zonas pobres, a nivel urbano y rural. Trabajan en dos jornadas, matutina y vespertina, a fin de aprovechar al máximo las instalaciones y el equipamiento. Cada jornada escolar dura aproximadamente 4 horas. Los estudiantes que asisten a la mañana reciben desayuno escolar, los que van a la tarde reciben almuerzo.

Hay UEM mayores y menores. Las mayores tienen 30 aulas (capacidad para 2.280 estudiantes, 1.140 por jornada) y las menores 15 (capacidad para 1.140 estudiantes, 570 por jornada). Todas tienen laboratorio de química, laboratorio informático, internet, laboratorio de idiomas, biblioteca, comedor, y canchas deportivas. También están las UEM 'excepcionales', con menos de 500 alumnos.

La primera UEM - Cacique Tumbalá - se construyó e inauguró en Zumbahua, provincia de Cotopaxi, en la sierra central, el 1 septiembre de 2008.

Las Unidades Educativas Siglo XXI (prefabricadas)

Unidad Siglo XXI. Foto: Agencia Andes
A partir de 2016 se empezaron a construir las Unidades Educativas Siglo XXI, escuelas prefabricadas, a cargo de la empresa China Railway, instalada en la provincia de Manabí. "Vimos que nos vamos a demorar muchísimo para completar la infraestructra docente requerida", explicó Correa. El contrato previó construir 200 Unidades Siglo XXI, con una capacidad para 1.140 estudiantes. La vida útil de estas escuelas, se dijo, sería de 30 años. Se reiteró que "tendrán la misma calidad que las Unidades Educativas del Milenio" y que "el costo de cada escuela será de menos de 1 millón de dólares, comparado con los 5 millones que cuestan las UEM". (El gobierno ecuatoriano ahora construirá Escuelas del Siglo XXI, El Comercio, 24 sep. 2016).

Mediante una adjudicación de régimen especial se contrató a la empresa China Railway para construir 200 “Escuelas Siglo XXI” por 197 millones de dólares. Éstas servirían como infraestructuras provisionales hasta levantar las de concreto. Cada escuela prefabricada costaría menos de un millón. La idea parecía revolucionaria, pero terminó mal.

“Escuelas Siglo XXI construida en Santo Domingo que no puede ser abierta por el fracaso del contrato.

En julio de 2017, cuando debían estregarse las 200 escuelas prefabricadas, el Ministerio de Educación anunció la terminación unilateral de este contrato por varios incumplimientos.

Costos

Las primeras UEM costaron entre 1 y 3 millones de dólares. Luego pasaron a convertirse en megaplanteles a un costo de 5 millones de dólares y más. El gobierno invirtió más de 300 millones en las 70 UEM construidas entre 2008 y 2016.

Los costos reales fueron en muchos casos superiores a los estimados inicialmente.

Más de 116 millones de dólares se pagaron en contratos complementarios en las Escuelas del Milenio y otros cinco millones están en litigio por adjudicaciones irregulares. Lo que ahora podría llamarse sobreprecios estaba cubierto por un manto de legalidad, diseñado a la medida para incrementar el precio de los contratos. Vistazo muestra el verdadero costo del emblemático proyecto educativo de la Revolución Ciudadana: de 127 obras educativas, 79 por ciento costó más de lo inicialmente presupuestado. Una permisiva ley y mala planificación dejan una estela de duda en la contratación pública.

El Decreto Ejecutivo 224 dio vía libre para la contratación de estas infraestructuras. De las 127 UEM terminadas y establecimientos repotenciados, el 79 por ciento, es decir 100 obras tuvieron incrementos de precios en relación a su costo inicial. Para llegar a esta conclusión, Vistazo levantó una base de datos que trae sorpresas de la contratación pública en la década anterior (ver infografía). El presupuesto inicial por todas estas obras sumó 412 millones de dólares y las empresas contratistas facturaron 528 millones, es decir 116 millones adicionales.

El argumento: los estudios arquitectónicos estaban mal diseñados y sobre la marcha se requerían obras adicionales. Con todo ese dinero se habrían construido al menos otras 30 o 40 escuelas de este tipo.

De estos contratos complementarios, un tercio superó el 50 por ciento del valor inicial. Es el caso de la UEM a la que asiste Édgar. La obra arrancó en 3,5 millones de dólares y culminó en 5,5 millones. Un incremento de 56 por ciento o, en otros términos, dos millones adicionales. Pero hay infraestructuras que hasta duplicaron y casi triplicaron su precio, como son los casos de la UEM Rafael Rodríguez Palacios, en Lago Agrio, y la UEM San Gabriel Piquiucho, en Carchi. ¿Cómo y por qué ocurrió esto? ¿Fue legal?

Para elaborar este reportaje Vistazo visitó algunas escuelas y, con apoyo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, hizo requerimientos de acceso a la información pública al Ministerio de Educación, Secob, Ecuador Estratégico (EEEP), Petroamazonas, Miduvi y Yachay, entidades que estuvieron a cargo de la contratación de las obras.

“He revisado el laboratorio de Ciencias Naturales y cada chico está con un microscopio. Eso no ocurre en Europa ni en Estados Unidos. Puede ser un problema que compramos demasiados microscopios, pero para qué comparar…” Decía el entonces presidente Rafael Correa al inaugurar la UEM de Cuyabeno, en octubre de 2013,

La Asamblea Constituyente de plenos poderes de 2008, aprobó una ley de contratación pública que se convirtió en un cheque en blanco para los contratos complementarios, pues permitía aumentos de hasta el 70 por ciento. Es decir, los costos adicionales en la UEM de Cuyabeno estaban bajo los parámetros. Ese era el manto de legalidad para lo que ahora se podrían llamar sobreprecios.

Parece haber sido una ley hecha a medida de un gobierno. “Hay que llamar las cosas como son. La excusa de los estudios mal hechos y una permisiva ley fueron una puerta abierta a los sobreprecios y la corrupción”, opina Marcelo Espinel, director de Fundación Ciudadanía y Desarrollo.

El abuso de esta figura durante nueve años motivó una reforma en marzo de 2017, cuando Correa estaba a punto de dejar el poder. Ésta limitó el techo de los contratos complementarios al 15 por ciento y, hasta un 35 por ciento, con aprobación de la Contraloría General del Estado.

La reforma pretende mejorar la eficiencia y controlar el gasto, además de ajustarse a parámetros internacionales. En Argentina y en España, por ejemplo, se permiten contratos complementarios del 20 por ciento, y en México del 30. En Ecuador, antes del 2008, el techo era de 50 por ciento.

Pero esta reforma llegó tarde. Si se habrían tomado las precauciones hace cinco años atrás, los dos millones de dólares adicionales que costó la UEM a la que asiste Édgar, habrían servido para construir otra escuela en su comunidad y él no tendría que viajar cuatro horas diarias por el río Aguarico.

Si analizáramos las UEM con la norma actual, al menos 76 obras del emblemático proyecto educativo habrían requerido aprobación de la Contraloría para firmar contratos complementarios. Antes solo necesitaban el aval de la fiscalizadora y la aprobación presupuestaria. No había mayor control.

De estos, 49 procesos habrían sido ilegales por superar el 35 por ciento de incrementos que permite la norma actual. También hay once obras que superaron el techo del 70 por ciento, pero hallaron mecanismos en la ley para no vulnerarla y se justificaron en la deficiencia de los estudios.

“Era como si el Estado dijera: tranquilo, no te preocupes mucho por los estudios, porque si falta algo, luego le ponemos en los contratos complementarios”, ironiza Juan Francisco Díaz, profesor de la Maestría de Derecho Administrativo y Contratación Pública, de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB). “Este tipo de contratos que deben ser una excepcionalidad, acá se volvieron la regla”.

Hay otras 37 UEM en construcción que suman presupuestos iniciales por 163 millones de dólares pero aún no se sabe en cuánto terminarán. Algunas ya firmaron contratos complementarios.

Aunque el techo del 70 por ciento ya era permisivo, algunos contratos se ampararon en otras estratagemas legales para subir los valores. Uno de ellos se denomina “convenios de pago” y permite firmar rubros adicionales sin límite por concepto de obras que no estuvieron planificadas, pero son necesarias.

Eso sucedió en la Unidad Educativa del Milenio Malimpia, en Quinindé, provincia de Esmeraldas. La obra se firmó por 2,5 millones de dólares con el contratista Francisco Rivadeneira Crespo, pero durante la construcción se encontraron falencias en los estudios, que motivaron la ejecución de nuevos rubros a través de un convenio que incremento en valor en un 87 por ciento.

“Tuvimos que hacer nuevos cimientos y otras obras, lo que significó trabajos no contemplados en los estudios por 2,2 millones de dólares. Todo estuvo en el marco de la ley, con la aprobación de la fiscalizadora y las autoridades”, explica Rivadeneira Crespo a Vistazo.

Varios procesos utilizan esta figura. En la UEM Salinas de Guaranda también se firmó un convenio de pago por 1,1 millones de dólares, que se sumaron a 800 mil dólares en contratos complementarios.

Otro mecanismo es el “reajuste de contrato”. La empresa guayaquileña Adokasa, por ejemplo, encargada de la intervención educativa para UEM en Puerto Francisco de Orellana firmó un contrato por 5,8 millones de dólares, que terminó en 10,1 millones. Es decir, un incremento del 73 por ciento.

No obstante, la empresa pidió un reajuste que subió el contrato principal a 6 millones y, de esa manera, los complementarios solo sumaron un 68 por ciento, según consta en el acta de entrega recepción de la obra.

Pero existen procesos que no tienen justificación. La construcción del Colegio Réplica Manta, por ejemplo, tuvo un incremento del 82 por ciento, sobrepasando el límite permitido, según el documento de liquidación con fecha 14 de diciembre de 2014.

Al ser consultado por este contrato el director de Servicio de Contratación de Obras, Johe Jaramillo, dijo no estar al tanto del proceso ya que se liquidó en administraciones anteriores (2014). Sin embargo, recalcó que desde el año anterior se pidió a Contraloría hacer exámenes en todos los procesos que tienen indicios de irregularidades, según dijo a Vistazo.

Otro hallazgo en la contratación de las UEM es que los incrementos más grandes se encuentran en las obras que fueron financiadas con recursos fiscales y canje de deuda.

Por otro lado, las escuelas levantadas con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) tuvieron incrementos que alcanzaron máximo el 28 por ciento. Estos procesos de contratación son supervisados por los organismos multilaterales, lo que pudo cerrar las puertas a la permisividad con los incrementos.

Cuando el entonces presidente Rafael Correa inauguró la UEM de Cuyabeno dijo que había 400 estudiantes. Pero en realidad eran 340. Ahora son 209. “Algunos estudiantes fueron inscritos solo para ese año lectivo y luego volvieron a sus escuelas y colegios”, comenta Hiralda Chávez, rectora de la institución.

A nivel nacional se construyeron dos tipos de UEM: las “menores” con capacidad para 570 estudiantes y las “mayores” para 1.140. Y tienen la capacidad de duplicar la oferta cuando se usa la infraestructura en las dos jornadas (mañana y tarde).

Ahora la situación se agrava en Cuyabeno con el cambio de política educativa del nuevo gobierno: reabrir las escuelas comunitarias, según lo anunció el ministro Milton Luna, quien en época correísta se opuso a las UEM. Con esto el pequeño Édgar piensa que sería mejor cambiarse a la escuela de su comunidad para evitar la travesía diaria en canoa.

La UEM Chone en Pigua Quindigua, Pujilí, Cotopaxi

En medio del páramo de Cotopaxi sucede algo similar. Se construyó la UEM Pigua Quindigua para 570 estudiantes. Sin embargo, según datos del Ministerio de Educación, actualmente solo hay 135. Personas cercanas a la comunidad como Cecilio Quishpe incluso hablan de la asistencia de menos de 100 niños. Durante su construcción ya se alertaba de una subutilización de la infraestructura, pero las autoridades de ese entonces hicieron caso omiso.

Elefantes blancos

A fines de octubre 2016, Lenin Moreno, exVicepresidente de Correa (2007-2012) y candidato oficialista a la presidencia en las elecciones de febrero-abril 2017, llamó "elefantes blancos" a las Unidades del Milenio. Lo hizo durante un acto de campaña en el Segundo Encuentro con Concejales Urbanos y Rurales.
"Para que no volvamos a cometer el error de hacer elefantes blancos con el dinero que podríamos haber hecho 10 escuelas. Se ven muy bonitas. Pero con el dinero que cuesta una escuela del milenio, podríamos haber hecho 10 escuelas". (Video. Precandidato de Gobierno Lenin Moreno critica las escuelas del milenio, Teleamazonas, 28 octubre 2016)
Las declaraciones de Moreno tomaron por sorpresa a todos y suscitaron conmoción nacional. Nadie del gobierno había cuestionado públicamente las UEM hasta ese momento.
Pancho Cajas

El primero en reaccionar fue el Ministro de Educación Augusto Espinosa, quien aseguró que las UEM no son 'elefantes blancos' sino 'caballos de Troya contra la pobreza'. Dijo que las declaraciones de Moreno habían sido sacadas de contexto y que el problema del costo se resolvería con las Unidades Siglo XXI. Negó que Moreno hubiese defendido las escuelas pequeñas.

"Escuché las declaraciones de Lenin y él no habla de hacer escuelitas más pequeñas, porque sería terrible volver al pasado. Lo que habla es de que existen alternativas constructivas que sugieren menos costo. Eso son las Unidades Educativas Siglo XXI, que cuestan cinco veces menos que las Escuelas del Milenio". (Escuelas del Milenio: ¿elefantes blancos o caballos de Troya contra la pobreza?, El Comerico, 31 oct. 2016).

Días después (8 nov.), entrevistado por el programa "El Poder de la Palabra" de Ecuador Inmediato, Moreno amplió su posición sobre las UEM. El director del medio empezó preguntándole: "¿Estás asumiendo una posición crítica frente al gobierno para ser candidato contra la 'revolución ciudadana'?". Moreno respondió: "No. Mira: la crítica es sana, tiene que ser constructiva". A la pregunta "A ver, ¿qué es lo que dijiste de las escuelas del milenio?", Moreno contestó:
“Yo dije exactamente que las Escuelas del Milenio, algunas - como lo ha dicho el Presidente también - tienen demasiado hierro y demasiado cemento, y que tienen cierto tipo de acondicionamientos como ascensores o rampas que prácticamente son innecesarias porque bastaría poner al alumno o al profesor en el piso de abajo.

No me opongo bajo ninguna circunstancia al concepto de escuelas de primer orden, de calidad; profesores preparados, escogidos y seleccionados mediante un sistema de contratación extraordinario y libre; laboratorios de química, de física, de anatomía, laboratorios de internet a los que puede inclusive acceder el público.

Mira la maravilla del concepto de Escuela del Milenio: alumnos bien preparados, alumnos con sus uniformes, con sus útiles, con la alimentación, patios adecuados, baños adecuados y limpios. Ese es el concepto de Escuelas del Milenio y eso es lo que se ha venido cumpliendo.

Lo que digo yo es que, a lo mejor, como se está haciendo ahora, con prefabricados construir dos o tres Escuelas del Milenio con el dinero que se hizo una. Eso, por una parte. Y por otra parte, la necesidad de multiplicar no solo las Escuelas del Milenio sino las escuelas pequeñas. Es importante, porque hacer Escuelas del Milenio por todo el país no lo vamos a poder hacer sino a un muy largo plazo. Mientras tanto debe seguir habiendo escuelas pequeñas, a lo mejor sin los laboratorios de las Escuelas del Milenio, pero debe haber ese tipo de escuelas para que puedan acceder principalmente los sectores más alejados y pauperizados del campesinado ecuatoriano”. (AUDIO), Ecuador Inmediato, 8 nov. 2016).
La esperada reacción de Correa vino una semana después. Sin mencionar a Moreno, defendió con vehemencia las UEM (Enlace 499,  5 nov.).
"Tal vez no se entienden bien los conceptos de la Escuela del Milenio. Es una escuela comunitaria. Por ejemplo, la biblioteca está a la entrada, para que los padres de familia, la comunidad, el barrio, puedan ir a consultar libros. Ahí hay computadoras con internet, banda ancha las 24 horas del día, para que las familias puedan manejar internet, puedan hablar vía Skype con sus familiares si son migrantes en España o Estados Unidos".

“Nunca más la escuelita por aquí, la escuelita por acá, todo incompleto y las grandes víctimas eran nuestros estudiantes. Ahora escuelas bien puestas, para que tengan servicios educativos completos".

“Vendrá un demagogo y dirá: yo voy a hacer escuelas más pequeñas de 50 chicos con todos los servicios. Lo que se ahorra en inversión se va a gastar en costo operativo. No nos dejemos engañar por los mismos de siempre”. (Rafael Correa defiende las escuelas del milenio, El Universo, 6 nov. 2016).
Moreno reculó. En el discurso de inauguración del primer centro de capacitación ciudadana de Alianza PAIS en Guayaquil, alabó las UEM como una de las mejores obras del gobierno.
"Como por arte de magia todos vimos surgir escuelas maravillosas, escuelas del milenio de excelente calidad" (Video. Lenin Moreno: “Las escuelas del milenio, una de las mejores obras”, Teleamazonas, 24 nov. 2016).
A medida que avanzaba la campaña electoral, retomó la crítica. Reafirmó la necesidad de mantener las UEM pero a la vez la necesidad de reabrir las escuelas comunitarias y asegurar escuelas cercanas a las comunidades. Dijo que su gobierno no construirá más UEM, pero que terminará las que quedaran a medio construir (Las promesas de Lenin).

Correa, por su parte, siguió insistiendo hasta el último día de la campaña, interpelando directamente a los electores. "Hay que seguir sembrando la Patria con estas nuevas escuelas. Eso le deben exigir al próximo gobierno" dijo al inaugurar una nueva UEM y varias Unidades Siglo XXI (28 marzo 2017).

Mamotretos


Poco después de las declaraciones de Moreno, durante la campaña electoral el candidato presidencial Paco Moncayo, de la Izquierda Democrática, y exAlcalde de Quito, llamó «mamotretos» a las escuelas del milenio en una entrevista radial.
"Usted vaya a la Amazonía. Encuentra primero un edificio que rompe la armonía del paisaje. En ese paisaje hermoso de la Amazonía, ve un mamotreto. Y eso implica que han cerrado escuelas alrededor. Esos chicos tienen que ir al mamotreto, en la selva. O sea, se ha administrado desde un absoluto desconocimiento de la realidad nacional".
Las declaraciones de Moncayo indignaron a Correa. Candidato a la Presidencia calificó de «mamotreto» a las Unidades Educativas del Milenio tituló el diario gubernamental El Ciudadano (3 dic. 2016).

A esto se había referido Correa el día anterior, en el Enlace 503. "La sombra del pasado en la educación quiere volver. ¡Los ecuatorianos no lo permitirán!", sentenció. La Presidencia de la República y la Secretaría de Comunicación (SECOM) prepararon un video titulado Paco Moncayo quiere volver a la educación del pasado, el cual fue exhibido junto a la alocución presidencial.
“Es hasta torpe, políticamente, lo que está haciendo este señor Paco Moncayo, pero así es la ambición y la presión del MPD que quiere volver a secuestrar nuestra educación”.
(Presidente Correa rechaza declaraciones de Paco Moncayo sobre el sistema educativo, Ecuador Inmediato, 3 dic. 2016)
Los insultos a Moncayo inundaron las redes sociales. Aunque quien abrió fuego con la crítica a las UEM fue Moreno, el correísmo y los trolls no se permitieron aplicarle la misma medicina.

Elefantes blancos y mamotretos

Lenin Moreno tenía razón: las UEM son elefantes blancos. Son ciertos los altos costos; la inviabilidad de sembrar UEM en todo el país, según el plan de Correa; el tiempo que eso tomaría; el absurdo del modelo escolar único; la necesidad de escuelas pequeñas - satanizadas por Correa y Espinosa - en las comunidades rurales; el problema de las distancias y la accesibilidad; la abundancia de hierro y de cemento; los gastos superfluos, como los ascensores.

En un país que lideraba la autocensura en América Latina (solo 34% decía que hay libertad para expresarse y criticar, según la encuesta del Latinobarómetro 2016), Moreno se animó a hacer la crítica públicamente, al igual que Moncayo. Este último recibió las usuales descalificaciones de Correa ('mediocres', 'sufridores', 'odiadores', 'tirapiedras', 'atrasapueblos', 'los mismos de siempre') y el acoso del troll center correísta en las redes.

Paco Moncayo tenía razón: las UEM son verdaderos mamotretos en muchos lugares, y no solo en la Amazonía. Megaconstrucciones de cemento que contrastan con los paisajes, frondosos o desérticos de la geografía nacional, con la pobreza circundante, con las culturas indígenas, con las múltiples diversidades del Ecuador. Estandarización versus diversidad, cemento versus naturaleza, infraestructura versus pedagogía, desarraigo versus espíritu comunitario.

Diversos materiales y testimonios confirman esas impresiones. Menciono algunos:

» El documental "Se nos fue la alegría", del Contrato Social por la Educación (Quito, 2016) mostró, vívidamente, los efectos e impactos del cierre de escuelas comunitarias en las provincias de Cotopaxi y Chimborazo, en la sierra central. Los sacrificios que deben hacer las familias y los niños en las zonas rurales para llegar a las UEM. Los madrugones de todos pero sobre todo de los más pequeños. Las largas caminatas para quienes viven más allá de los 3 kilómetros de la escuela o el transporte precario contratado por los padres de familia, comprometiendo no solo la seguridad de los niños sino, además, el presupuesto familiar. El vaciamiento de las comunidades cuando se les quita la escuela - centro cultural y comunitario por excelencia, producto de muchas luchas - y cuando se van de la comunidad los niños y los adolescentes. La ruptura de la vida y del tejido comunitarios. El sentimiento de pérdida.

» Un reportaje sobre una UEM en la Amazonía de Jaime Giménez, periodista madrileño radicado en el Ecuador, y publicado en el diario El País, de España. La Unidad del Milenio descrita en el reportaje es la de Nuevo Rocafuerte, una pequeña localidad a la que solo se puede llegar navegando durante más de seis horas por el río Napo, afluente del Amazonas. El relato muestra la inadecuación y las mil y un dificultades del modelo UEM operando en la Amazonía ecuatoriana. (Colegios para los olvidados del Ecuador, El País, 6 sep. 2016).

Foto: Ministerio de Educación
» Un reportaje sobre una UEM en la provincia de Cotopaxi, en medio indígena, publicado en enero 2017 en la Revista Vistazo (Lo que no se enseña en las escuelas del milenio). Se trata de la UEM de Pigua Quindigua. Una obra de 3.7 millones de dólares en un paraje habitado por población indígena, pobre. La UEM es percibida como "un oasis en un desierto", a decir de una mujer de la zona.

» Varios artículos míos referidos a las UEM. Visita a la Unidad Educativa del Milenio Jatun Kuraka en Otavalo en 2009 y a la Unidad Educativa del Milenio en Guano en 2016. En Infraestructura escolar nueva pero no innovadora analizo la dimensión arquitectónica de las UEM. Adiós a la educación comunitaria y alternativa describe lo sucedido con el cierre de escuelas en el gobierno de Correa. El cierre de la escuela Inka Samana destaca el caso de una de las primeras escuelas intervenidas por el Ministerio de Educación, una escuela altamente innovadora en medio indígena. Escuelas pequeñas, escuelas del futuro cuestiona la idea de que la escuela pequeña significa atraso y «retorno al pasado». Escuelas multigrado, ¿escuelas de segunda? desmonta la creencia de que la escuela multigrado/unidocente es necesariamente una escuela pobre para pobres. "Antes, aquí era Escuela Vieja" narra una visita que hice al programa Escuela Nueva de Colombia, un sistema multigrado de calidad que ha ganado múltiples premios internacionales.

La estafa social del modelo UEM

Desde varios puntos de vista, el modelo UEM fue una estafa social al pueblo ecuatoriano, especialmente como modelo educativo para las zonas rurales. Antes que una política masiva que incluya a todos, terminó siendo una política altamente discriminadora y elitista. Antes que una política educativa transformadora, sintonizada con la plurinacionalidad, la multiculturalidad y el Buen Vivir, ha sido una política sintonizada con el proyecto modernizador del capitalismo que preconiza Rafael Correa.

El espejismo de la universalización  Las UEM fueron presentadas al país como una política para universalizar una educación pública gratuita y de calidad, especialmente para los sectores y grupos menos favorecidos y más apartados. En los hechos, las UEM fueron una política altamente selectiva. Las 100 UEM construidas durante la década llegaron a una minoría de estudiantes del sistema público (menos del 5%). El gobierno reiteró el número de UEM construidas, en cada momento, pero evitó decir el número de estudiantes atendidos en éstas; la sociedad no preguntó y se asombró posteriormente con el descubrimiento de la baja cobertura (bastaba revisar el número de UEM construidas y la capacidad de cada una). El modelo UEM generó enormes expectativas en la población y finalmente una enorme brecha entre los pocos que tuvieron acceso a una y los que no. 

El espejismo del modelo escolar único para todos  La idea de un modelo escolar único, estandarizado, igual para todos en el territorio nacional, fue justificada en términos de costos y economías de escala, y no fue cuestionado por la sociedad. Las voces de los especialistas no se escucharon, fueron tenues o fueron acalladas. Durante la década, la estandarización se impuso en todos los ámbitos de la educación, negando la diversidad y la necesidad de diversificar, antes que homogeneizar, la oferta educativa desde el Estado.

El espejismo de la modernidad y el vanguardismo  Las UEM fueron planteadas como un modelo ejemplar, de vanguardia, siglo XXI, no solo a nivel nacional sino latinoamericano e incluso mundial. Correa reiteró que las UEM "no le pedirán favor a ninguna escuela del extranjero" (oct. 2013). "Vienen de otros países a mirar nuestras Unidades del Milenio", "Las Unidades Educativas del Milenio son fabulosas, sirven de ejemplo para la región" (13 dic. 2016). El ministro de educación Augusto Espinosa afirmó en 2014 que "Ecuador se va a convertir en referente de lo que es la infraestructura educativa del siglo XXI en América Latina" (ver video). Esto no es lo que ha sucedido. Ni el concepto ni el diseño arquitectónico ni los costos hacen de las UEM un modelo atractivo a nivel internacional.

El espejismo de la innovación  La infraestructura de las UEM es nueva y moderna pero no innovadora. Las UEM replican el diseño arquitectónico convencional de la «escuela-hospital» o la «escuela-cárcel» organizada en pabellones y aulas alineadas a lo largo de corredores. La organización del aula y el mobiliario escolar también replican el patrón conocido: pupitres individuales, organizados en filas, frente a la pizarra y al profesor. La arquitectura escolar ha avanzando mucho en las últimas décadaa a nivel internacional, con diseños innovadores pensados desde el aprendizaje y desde la necesidad de romper con el modelo pedagógico y la cultura escolar convencionales.

El espejismo de la calidad  La «revolución educativa» puso en el centro la infraestructura. Las UEM instalaron la idea de que la infraestructura, por sí misma, asegura calidad en educación. La sociedad ecuatoriana fue bombardeada con el mensaje de que el Ecuador cuenta ya con una educación pública de calidad y hasta de excelencia. En el centro de esa afirmación estuvieron la infraestructura y el equipamiento, no la calidad docente, el currículo o la pedagogía. De hecho, las UEM son un proyecto arquitectónico sin proyecto pedagógico. El modelo pedagógico bancario, memorista y enciclopédico, no cambió; la infraestructura por sí misma no cambia la pedagogía. Adicionalmente, la doble jornada adoptada en el modelo UEM (buscando el máximo aprovechamiento de la infraestructura) opera en contra, no a favor, de la calidad de la educación.

El espejismo de los megaplanteles El modelo UEM vino a plantear la disyuntiva entre planteles grandes y planteles pequeños. El beneficio de la «escuela completa», que ofrece todos los niveles educativos (desde la educación inicial hasta el término del bachillerato), puso en el tapete el tema del tamaño de la escuela. La escuela pequeña pasó a ser considerada sinónimo de atraso y quienes la defienden fueron considerados defensores del «retorno al pasado». El número de alumnos y la heterogeneidad de edades conviviendo en el mismo plantel - desde niños pre-escolares hasta jóvenes bachilleres - son cuestiones que pesan en contra en el análisis de las ventajas y desventajas de los planteles grandes.

El espejismo de la escuela graduada  Una idea-fuerza detrás de las UEM y del cierre de escuelas comunitarias fue aquella que asocia escuela unidocente o multigrado con escuela de pobres para pobres y la escuela graduada como la escuela deseable, ideal. Esto no necesariamente es así. El modelo unidocente/multigrado puede ser un modelo pertinente y de calidad si se concibe como un sistema específico, que requiere políticas, estrategias y recursos también específicos. Esto es lo que revela el programa Escuela Nueva de Colombia y muchos otros programas y experiencias de escuela unidocente/multigrado en el mundo. En el Ecuador, en gobiernos anteriores se han hecho intentos por avanzar hacia un modelo uni- o bi-docente de calidad, pero no han prosperado. El gobierno de Correa profundizó el prejuicio contra la escuela unidocente/multigrado en lugar de informarse y aprovecharla como un modelo existente y extendido en zonas rurales en todo el mundo, con potencial para desarrollar un modelo educativo de calidad, no solo en zonas rurales sino también urbanas.

El espejismo de lo comunitario Se afirmó que las UEM estaban pensadas como espacios abiertos a la comunidad, a ser aprovechados por la comunidad local. En el caso de las UEM la propia noción de «comunidad local» es problemática pues los estudiantes provienen de diversas comunidades. El acercamiento a «la comunidad» y el uso comunitario de las instalaciones - por ejemplo de la biblioteca - estuvo lejos de ser una realidad en muchas UEM. Entretanto, muchas comunidades fueron despojadas de sus escuelas y vaciadas de sus niños, adolescentes y jóvenes. Miles de escuelas comunitarias fueron cerradas durante la década.

El espejismo de la replicabilidad  Un modelo arquitectónico estandarizado y modularizado puede crear el espejismo de ser fácilmente expandible y replicable. En este caso, las UEM tuvieron un diseño arquitectónico común y dos tipologías, que difieren solo en el tamaño de las instalaciones. No obstante, el modelo UEM no es fácil de replicar, entre otros por sus altos costos. Esto plantea serias limitaciones a su generalización como política masiva, tal y como lo muestra la propia experiencia ecuatoriana. Es preciso hacer el ejercicio de imaginar cuál será el futuro de esta primera generación de UEM de aquí a una o dos décadas, si no se asegura un mantenimiento adecuado de la infraestructura y el equipamiento. De hecho, la falta de mantenimiento es uno de los grandes problemas en la historia de la infraestructura escolar en el Ecuador y en toda América Latina.

Textos míos relacionados en OTRAƎDUCACION
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- Las 4 A como criterios para identificar 'buenas prácticas' en educación
- Proyecto arquitectónico sin proyecto pedagógico
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"No descansaremos hasta posicionarnos como el mejor sistema educativo de América Latina",

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