Recordando al Conejo - Fernando Velasco Abad

Colectivo Confundamiento: Teatro a Ciegas: "El corazón delator"


Rosa María Torres

(Actualización: 15 abril 2023)



Teatro a Ciegas: "El Corazón Delator" del Colectivo Confundamiento

Ficha Artística
Director/Productor: Julián Coraggio
Guión ; Julián Coraggio
Actores: Francisco Castillo, Diego Luna, Laura Oviedo, Lenin Mendoza, Nicolas Yacelga, Juan José Franco, Flora Resl, Roberto Noboa, Daniel Sevilla.
Músico: Félix Albán



Mi experiencia con el Teatro a Ciegas

El 20 febrero de 2015 se estrenó en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), en Quito, "El Corazón Delator", obra de teatro a ciegas, adaptada del texto de Edgar Allan Poe y montada por el Colectivo Confundamiento (Confusión con Fundamento). Un grupo de jóvenes provenientes de distintas artes - cine, video, fotografía, teatro, música, danza, acrobacia - que las combinan buscando experimentar y ofrecer cosas nuevas, creativas, no convencionales y hasta osadas para nuestro medio.


En este caso, una obra de teatro que transcurre a oscuras, invitando a «ver« a través de la imaginación y de los sentidos, a despertar y aguzar el oído, el olfato, el tacto, dejando de lado el sentido dominante de la vista. Un viaje novedoso, fascinante, para quienes se acercan a la obra y se abandonan a la experiencia. Una obra meritoria, hecha sin dinero, a pulso, en un país que valora poco el arte y asume que los artistas viven del aire y que lo suyo no es trabajo.

Julián Coraggio, director. Foto Confundamiento
¿Tendrían los quiteños interés en asistir a una obra de teatro a ciegas, desconocido como tal en el país? El estreno tuvo lleno total en las dos primeras funciones, en el CAC. Dada la afluencia de público, el colectivo decidió extender las presentaciones dos semanas más allá de las cuatro previstas, con el apoyo del CAC, que prestó gratuitamente un espacio.

Una segunda temporada se abrió a continuación en el Centro Cultural Itchimbía
, la cual duró tres semanas (10-25 abril), también con lleno total. La obra ha seguido presentándose, cada tanto, en otros espacios culturales de Quito, con distintas ambientaciones. La respuesta del público ha sido increíble. Muchas personas, como yo, han visto la obra más de una vez.



¡Hoy fue primer ensayo abierto! ¡Muy buenos comentarios y aportaciones! Muchas gracias a tod@s!!!! (16 febrero). 

"¡Qué buen estreno! ¡Las dos funciones de hoy estuvieron a reventar!!! Gracias a todas las personas que se atrevieron a venir a vivir esta experiencia y "vernos"... Les esperamos mañana a las 5pm para la primera función y a las 6:30pm para la segunda! Por favor lleguen con 15 min de anticipación para cada función! GRACIAS!!!" (20 febrero).

"Seguimos agregando elementos nuevos a la obra y seguimos creciendo con buenos comentarios! Ayer tuvimos 6 no videntes que también vivieron la experiencia! Recuerden que los no videntes entran gratis. Además, ya hemos tenido personas que se repitieron la obra una o dos veces! Excelente, porque esa es la idea de esta obra, que la experimenten desde distintas perspectivas. Así que, para fomentar más esta dinámica, hemos decidido que los domingos, el que quiera repetir la obra y trae una persona más, paga mitad de precio! Eso sí, por favor avisen para poder sentarles en una ubicación distinta para que perciban la obra desde otra perspectiva. Y ahora también tenemos ubicaciones especiales para los más arriesgados, que quieran vivir la obra mas intensamente!
" (1 marzo).

(Comentarios del Colectivo en Facebook).

Director y actores festejando el cumpleaños de uno de ellos.
Foto: Confundamiento
En el marco del Verano de las Artes Quito 2015 organizado por el Municipio de Quito, "El Corazón Delator" fue uno de los espectáculos seleccionados para los espacios escénicos independientes. El 19 de agosto en la Casa de la Cultura Ecuatoriana estaba prevista una función, pero dada la cantidad de gente que llegó y el tamaño de la sala (con capacidad para menos de 100 personas), el colectivo decidió hacer dos funciones. La gente se quedó esperando para entrar a la segunda función. Excelentes comentarios. (Función Especial para Festival VAQ 2015).

La difusión se hizo básicamente a través de Facebook, el boca a boca y recorridos por medios tratando de interesarles y conseguir entrevistas. Los miembros del colectivo empezaron a ser entrevistados y la obra reseñada. La mejor promoción: los comentarios que dejaba y sigue dejando la gente (escritos y mini-entrevistas en video). Ver este reportaje de Ecuavisa en televisión.

Los primeros ensayos con público


Fui invitada en 2015 al primer ensayo abierto, con público y con foro al final de la función. Me encantó la experiencia y los comentarios de la gente al final de la función. Cada persona aportó visiones y sensaciones distintas, como si cada uno de nosotros hubiese participado en una obra personal, a medida. Esto - el poder de la imaginación, estimulado por la ausencia de visión - es destacado, con sorpresa y fascinación, por las personas que dejan sus testimonios por escrito o en video.

La vivencia no es solo personal sino única, irrepetible. La segunda vez - ya habituada a la oscuridad, conociendo el escenario y la trama de la obra, y habiendo satisfecho intrigas básicas sobre cómo hacen los actores para moverse a oscuras con soltura - experimenté cosas muy diferentes a la primera vez.
Y así con cada nueva experiencia.

He visto cada obra varias veces, en las distintas localidades en que las han montado en Quito y también en una presentación en Bogotá. En cada nueva función me ha maravillado
ver cómo, en el contacto con el público y en la experiencia acumulada, y atendiendo a las características de cada espacio, el colectivo avanza e introduce cambios: modificaciones al guión, nueva decoración, otros recursos sensoriales (olores, sonidos, luces, etc.), manejo de la improvisación, del humor y de la interacción con los espectadores, así como diversificación de las localidades: general, colgante, inmersa, extrema. La
silla colgante agrega movimiento a las sensaciones. En la silla inmersa la experiencia es total, pues involucra el tacto, el contacto directo con los actores, sus voces y sonidos. La extrema ofrece más de todo; es, definitivamente, para valientes.

Oscurecer totalmente el espacio fue una tarea central y engorrosa. Mucho tiempo y trabajo dedicados a tapar ventanas, puertas y recovecos con telas negras, para evitar cualquier resquicio de luz. El continuo cambio de localidades, y la falta de tiempo y condiciones para ensayar en cada una de ellas, mostró la necesidad de repensar la estrategia de oscurecimiento del espacio. Confeccionaron antifaces y los repartieron a los espectadores antes de entrar a la sala, con el pedido de mantenerlos puestos hasta el final de la función. Por otro lado, decidieron renunciar al oscurecimiento total y permitir que algo de luz entrara en el lugar. Esto facilitó enormemente el trabajo del equipo e introdujo nuevos elementos a la obra. Al liberar los antifaces, al final, el golpe es espectacular: descubrir y ver el lugar, el escenario real en el que ha transcurrido la obra, deja a todos perplejos.

Esta entrevista de Israel Brito a Julián Coraggio y Laura Oviedo, en La Vitamina, en Quito, explica algunos de los aprendizajes, dificultades y cambios introducidos en la obra en los primeros años.



Nuevas obras y formatos

En 2016 Confundamiento estrenó una nueva obra en formato de teatro a ciegas, El Secreto Libre, guión ambientado en la dictadura militar argentina.
La historia de Martha y Roberto (ver video), adaptación del guión original de Charlie Gerbaldo.



El Secreto Libre - Revista Vistazo

2016 fue también el año en que el grupo hizo una gira internacional, invitado a festivales de teatro en Buenos Aires y en Bogotá (Entepola).

Confundamiento y Dharma Aqua al término de una función
En 2017 introdujeron un nuevo formato, Conciertos Sentidos, incursionando en la música y creando un espectacular viaje sensorial, El Viaje Inicial, junto con el grupo Dharma Aqua (ver vimeo).

Más adelante, jóvenes músicos indígenas participaron en Puruwá con música e instrumentos autóctonos. Escuchar a músicos tocar en vivo, alrededor de uno y con los ojos vendados es una experiencia única, inolvidable, que nadie debería perderse.

Poco a poco, Confundamiento ha venido abriéndose camino, haciéndose conocido, ganando concursos y auspicios, y llevando sus obras a varias ciudades del Ecuador. Ha organizado anualmente Festivales Sensoriales Interactivos. Participó en el Festival Internacional de Artes Vivas de Loja, organizado por el Ministerio de Cultura, con Puruwá en 2028 y con El Despertar Andino en 2022. La irrupción de la pandemia del COVID-19 y el confinamiento llevaron en 2020-2021 al colectivo a incursionar también en el mundo virtual. Hasta 2022 era ya muy amplio y diverso el listado de presentaciones, con magníficos comentarios para todas ellas.


El Despertar Andino
Festival Internacional de Artes Vivas de Loja 2022


ENTREVISTAS

En 2015 les propuse entrevistarles. Abajo entrevistas a Julián Coraggio, Juan José Franco, Flora Resl, Nicolás Jesús, Daniel Sevilla y Beto Noboa. Algunos actores han dejado la obra, otros nuevos han venido incorporándose. Todos han debido aprender a actuar a oscuras, un aprendizaje nuevo en su vida profesional.

Julián Coraggio

1 ¿Qué te inspiró a hacer teatro a ciegas?

La última vez que estuve en Buenos Aires me enteré que había un Teatro Ciego. Me pareció una idea interesante. Quise vivir esa experiencia justamente porque venía de la experiencia de hacer SENSASORIAL, donde incluimos una caminata de 15 minutos, encapuchados, guiándonos a través de texturas, olores y sonidos. Estaba descubriendo el mundo de las sensaciones. Cuando fui a ver una obra del Teatro Ciego me pareció increíble el recurso de la oscuridad y el sonido. Ahí mismo decidí que quería hacer mi propia obra para explotar la oscuridad,agregarle mi punto de vista y ponerlo a prueba aquí con Confundamiento, este espacio que estoy tratando de sembrar.

2. Vienes del cine, del video, del mundo audiovisual. ¿Qué te llevó a incursionar en el teatro? Algunas obras magníficas de Broadway, como Cats, me llamaron la atención. Y también algunas mucho más simples, como La Rata Presumida, de Marliz Romero, que me hizo reír incluso después de haberla visto varias veces...

Estudié cine primero en Buenos Aires y luego en Barcelona. He trabajado en obras pequeñas y medianas en España, Argentina y Ecuador, como iluminador y sonidista. Estudié un poco de teatro cuando era adolescente. Soy de buscar ritmo, de encontrar detalles, lo cual me parecía que era más difícil en el teatro, porque uno está alejado del escenario y por ende de la historia. Es como ver todo con un gran angular. Siempre que veo una obra de teatro me dan ganas de meter mano y «corregir» ciertas cosas a la obra ya montada. Siempre he tenido ese bichito de hacer teatro para experimentar la sensación de lo «en vivo», pero no me atrevía, hasta que encontré el Teatro a Ciegas, que permite expresarse con infinidad de detalles sutiles y romper con el escenario versus el público. ¡Aquí podemos tener al público en medio del escenario, flotando en el aire, sentado en el suelo o en una silla alzada!

3. ¿Por qué elegiste una obra de Edgar Allan Poe?


Cuando pensé en hacer teatro a ciegas, la parte más difícil fue la historia. Qué puedo contar que se justifique hacerlo a oscuras. Escribir la historia me bloqueó durante varios meses. De pronto, ví un libro que tenía desde adolescente, uno de mis favoritos, de Edgar Allan Poe. Siempre me encantó su forma de escribir y de crear terror, no a través de un monstruo sino del terror psicológico; las personas aterrorizándonos entre nosotros. El Corazón Delator es un clásico del terror. Me pareció una historia adecuada para lo que quería hacer. Preparé y presenté un proyecto de adaptar seis obras literarias de Poe al teatro a ciegas, pero lamentablemente la idea todavía no tuvo acogida.

4. ¿Por qué en el CAC (Centro de Arte Contemporáneo)?

El CAC ha sido hasta ahora el único espacio que me ha acogido como artista «colado». Colado porque no soy parte de las muestras oficiales del CAC, pero siempre me ayudan y me prestan un espacio para realizar estos proyectos «novedosos». Gracias a ellos hemos podido realizar hasta ahora dos proyectos del Colectivo Confundamiento. El problema es que nos toca adaptarnos a las condiciones de «favor». Muchas veces no tenemos los recursos necesarios. O bien otras obras que están en el CAC interfieren con nuestros proyectos, con el horario de las funciones, etc.

5. ¿Cuánto tiempo tomó crear y poner en escena la obra?

Casi dos meses y medio. Ser un colectivo en crecimiento y sin auspicios obliga a adaptarse a la disponibilidad de la gente, que son pocas horas a la semana. Esto fue lo que más complicó la producción. Empecé a ensayar con el actor principal, Juan José Franco, y luego se fueron involucrando los otros actores y artistas. Durante un mes hicimos ejercicios de oscuridad y percepción. Las últimas dos semanas nos dedicamos a montar la obra ya con la escenografía.

6. ¿Cuántas personas han participado?

En total, doce personas hemos aportado y ayudado a construir la obra. Algunos esporádicamente, otros solo al principio, otros se han ido agregando después del estreno. En la obra en sí somos cinco personas activas. No todos somos profesionales del teatro, empezando por mí; yo nunca he hecho teatro. Uno de los actores se estrenó como actor en esta obra y hemos descubierto que tiene cancha como tal. Para todos nosotros ésta fue una experiencia nueva, trabajar a oscuras, a ciegas.

7. ¿Cómo elegiste a los actores?

A Juan José le conocí desde SENSASORIAL. Y pues uno siempre comenta que quiere hacer proyectos, y que sí, que llámame y tal... Cuando llegué de Buenos Aires con la idea del teatro a ciegas, les comenté a Daniel y a Héctor, también al JuanJo y le encantó. Pero no pasó nada hasta seis meses más tarde cuando se me ocurrió hacer una adaptación de El Corazón Delator. Básicamente, el casting fue en mi carro. Nos escapamos de una fiesta por un momento, le hice leer el cuento y lo grabamos. Su voz era lo bastante imponente como para escucharla en oscuridad absoluta. Estaba decidido por él.

El resto del elenco fue cayendo como por arte de magia y sus roles fueron adaptados a la historia. Por ejemplo Nicolás vino a hacer el casting para el rol del coronel y terminé poniéndolo en el rol del cabo. Al final, los roles quedaron perfectos para cada uno. Cada vez que estoy en mi mesita esperando a poner play a algún sonido en mitad de una función, me quedo escuchando y se me ponen los pelos de punta cuando escucho las voces de estos grandes actores, que interpretan esta historia una y otra vez con la misma pasión y entrega.

8. Cuando se prenden las luces, uno se sorprende con el escenario. Cuéntanos cómo se armó ...

Esa parte es bastante interesante. Había pensado que sería más barato que una obra normal porque no se ve nada, pero resultó que no o al menos no tan barato como esperaba. Tuve que hacer casting de escenografía. Mi idea es que todo ahí suene real. Evito sonidos amplificados o electrónicos, trato de que todo sea analógico para que suene y se sienta real. Si uno escucha los sonidos amplificados, se da inmediatamente cuenta de donde provienen y que son amplificados.

Además, como no teníamos plata, tocó reciclar lo más posible la escenografía. En ese sentido sí nos ayudó mucho que la obra sea a oscuras; si uno pudiera ver la escenografía se moriría de risa y no se creería la historia. Jajaja.

Al principio tuvimos un director de arte. Es un restaurador, artista plástico, pintor y demás, con quien vengo trabajando en otros proyectos audiovisuales. Con él empezamos a juntar las partes reciclando de las bodegas del CAC, para construir los muebles de la escenografía. Fuimos probando varias opciones. Lamentablemente, como no teníamos un centavo, tuvo que abandonar el proyecto para dedicarse a su trabajo que le daba de comer en ese momento.

Fui armando la escenografía de acuerdo al espacio disponible en la sala. Tratando de imaginarme en la posición del público, cómo sentirían la disposición de la escenografía según las acciones del personaje y la historia. Fui haciendo pruebas. Días antes del primer ensayo abierto decidí cambiar todo de lugar. Los volví un poco locos a los actores, pero el cambio respondió a un criterio lógico así que no les fue tan difícil asimilarlo. Básicamente, construí una casa «normal», pero sin paredes.  

9. ¿Han tenido financiamiento?
Hasta ahora los proyectos que hemos realizado como Confundamiento los he financiado yo, con lo que puedo ganar haciendo videos. Intenté primero con SENSASORIAL. Pedí auspicio a ministerios y municipios. Me pasé llenando formularios de convocatorias y tratando de hacer redacciones pensando en la mente burocrática, pero no lo logré. Al fin y al cabo soy artista, no vendedor ni comerciante, y mucho menos burócrata. Así que decidí que no conseguir financiamiento no podía impedirme hacer estos proyectos y mostrar a la gente otro tipo de arte. SENSASORIAL fue una inversión. Muchos dirían que fue pérdida, pues no cobramos entrada.

Yo creo firmemente que toda persona debe poder acceder al arte, a las diferentes expresiones artísticas, sin tener que pagar. Por eso tanta gente se limita a recibir «estímulos artísticos» solo a través de la TV. Por eso, para mí, SENSASORIAL no fue una pérdida; fue una de las mayores ganancias que he tenido en la vida. Gané con cada comentario que hacían las personas al salir, con cada persona del barrio del CAC que me decía gracias por hacer algo así y gratis. No gané un centavo, pero gané mucho más de lo que esperaba.

Ahora, con El Corazón Delator, sentí que si no financiaba de alguna forma a los participantes del colectivo, no lograríamos sacar la obra adelante o al menos no tan rápido. Así que decidí que debía  haber un incentivo económico. Lo ideal sería que nos financiara alguna entidad pública, así las funciones podrían ser sin costo para el público. Pero como todavía no logramos eso, nos toca cobrar entradas para financiar mínimamente el tiempo y recursos que implica montar la obra. Sabemos que no vamos a ganar económicamente «lo que se debería» por lo que hacemos, pero al menos ayuda a que los participantes se sientan más valorados en su trabajo. Aunque siempre me queda el bichito de tratar de hacer casos especiales para que algunos puedan entrar gratis. En este caso, los no videntes no pagan entrada. La idea es que Confundamiento siempre tenga un día de una o dos funciones sin costo para la gente que no pudo venir por falta de recursos económicos.

10. ¿Cómo te preparaste para tu papel de dirección?
Creo que la principal preparación como director en cualquier proyecto artístico en que me embarco, es haber vivido. La experiencia de vida que me ha tocado o que he ido eligiendo es lo que hace que pueda sentir y expresarme artísticamente.

Yo, que nunca había hecho teatro pero que había estudiado cine académicamente, decidí que este nuevo camino artístico debía ser empírico. Amigos y amigas del mundo del teatro quisieron ayudarme, me dieron consejos. Pero traté (un poco antipáticamente, quizás) de rechazar sus aportes y ayudas. Quería equivocarme y descubrir por mí mismo este nuevo mundo. El cine ya trataron de «enseñarme» cómo hacerlo. Esta vez quise re-descubrir un arte ancestral y a la vez nuevo para muchos (porque es a ciegas) y acercarme a él desde una perspectiva personal.

Me estrellé con muchos factores, sorpresas y complicaciones que no me esperaba, pero a la final creo que terminé entendiendo y logrando el objetivo: llegar a los espectadores. Lo que más me ha costado, y me sigue costando, es venir del cine, donde puedes cortar, editar, repetir. Aquí puedes «corregir» antes de empezar la obra, pero los actores tienen el control absoluto de lo que hacen y dejan de hacer en la función. Algunas veces me como los dedos cuando no pasan cosas que quisiera que pasaran. Pero he ido aprendiendo a relajarme y a disfrutar la propuesta de los actores. Si algo realmente me estorba, lo remarco para la próxima función.

Portada de la revista Familia
 
11. ¿Qué has aprendido, qué te ha sorprendido, qué valoras como positivo de haberte embarcado en esta obra?

Empecé con curiosidad de qué se puede hacer con estas pautas de no ver y de explotar más los otros sentidos. Luego crece la ambición de transportar a la gente a través de su propia mente, de estimular su imaginación de modo tal que ni siquiera se perciba la injerencia. Finalmente, dejé que todo fluyera.

Había hecho un plan de ensayos donde tenía todo un esquema planteado para el progreso desde 0 hasta el estreno. Consistía en 19 ensayos. Creo que logré cumplir al 100% los 4 primeros. Jajaja.

Luego fue cuestión de dar libertad a los actores para que ensayaran un poco al viejo estilo de ensayar la obra directamente en el escenario. Poco a poco, cada uno conoce a su personaje y solo hace falta guiarles en la puesta en escena. Esa parte fue superinteresante porque me tocaba imaginar cómo reaccionaría el público. ¿Será que se ríen o será que no? ¿Será que perciben esto? ¿Será que huelen esto? ¿Será que sienten esto? Cuando estábamos ensayando la obra de corrido, yo me ubicaba en un lugar distinto de la habitación para percibir desde todos los ángulos y así poder dirigir la puesta en escena hacia todos los sectores de la sala. Algo así como editar sonido surround. Muy interesante.

En cuanto a la investigación que vengo realizando para estos proyectos, lo más fascinante que he aprendido es sobre la percepción. Cómo anular un sentido resalta los otros. En lo personal, el haber trabajado así durante varios meses hizo que en mi vida cotidiana también utilice mucho más los otros sentidos. Además, dirigir escenas teatrales, sin cortes, sin cámaras, sin equipo técnico, sin nada más que escenografía y actores, obliga a buscar más formas de transmitir el mensaje de la historia; eso me enriqueció mucho a la hora de narrar historias visuales.

Lo que más me sorprendió es cómo los actores se adaptaron tan rápidamente a la oscuridad. En dos días, Juan José subía y bajaba las gradas del CAC como Rocky Balboa pero totalmente a oscuras, con una venda sobre los ojos. Se encontraba en el espacio y los objetos sin necesidad de «escanear» con los brazos. Realmente sorprendente.

Lo más positivo de esta experiencia es que la gente crea en el proyecto, se arriesgue y se ponga en nuestras manos. Que se permita romper esquemas y dejarse llevar a lugares desconocidos. Es la segunda vez que me pasa en este rumbo que es Confundamiento. Cuando hicimos SENSASORIAL también me encantó ver la reacción de la gente.

Estos proyectos no están pensados para vender un producto, una idea o una moraleja. Son proyectos más humanos, más personales. Queremos que las personas descubran nuevas cosas, nuevas sensaciones, nuevas perspectivas. Algo que no es muy común en nuestra sociedad globalizada que hace del placer un placebo. En SENSASORIAL a la gente le poníamos capuchas y le hacíamos caminar con una cuerda por los pasillos del CAC. La gente me decía: “qué increíble sentir lo que debe sentir un secuestrado”. Y también nos agradecía por las cosas hermosas que son parte del show.

Tanto en SENSASORIAL como en El Corazón Delator, las personas se nos acercan a agradecer por la experiencia vivida. Me preguntan que por qué no hemos hecho más y para cuándo la próxima. Algunas personas me dicen: “te mereces el éxito”, por “el esfuerzo que le has metido”. Y yo más bien, pienso: esto no se trata de éxito, mi objetivo no es ser famoso por hacer estas cosas. Son cosas que me salen de la mente, producto de esta sociedad en que me toca vivir y convivir. Siento que lo que la gente está diciéndome es: queremos más de esto, igual que tú estamos ansiosos de ver algo distinto, realmente distinto y arriesgado. No masticado ni fácil ni repetido. Y eso, para mí, es un milagro. Que la gente busque escapar de la publicidad, de tanta propaganda, de tanta ley, corrupción, represión, de cada vez menos contacto humano y cada vez más realidad virtual. Es bueno saber que todavía queda mucha gente que quiere volver a sentir por sí misma, a través de sus sentidos y no del bombardeo mediático.

12. Una anécdota curiosa...

Una cosa que nos dimos cuenta en el proceso de investigación y adaptación a la oscuridad fue lo difícil que es caminar en línea recta. Es prácticamente imposible, sin referencia visual. De ahí otra anécdota: lo que más no ha costado es aforar al 100% el lugar. Un mínimo punto de luz hace que toda la obra se arruine.

13. Una anécdota dramática...

Por suerte no dramáticas pero sí un chance peligrosas. Hemos tenido accidentes (ninguno grave) durante los ensayos: golpes, magulladuras, caídas. Pero todos nos involucramos tanto en el proyecto que nada de esto nos detuvo.

Cuando empezamos los ejercicios de adaptación a la oscuridad con el Juanjo, estábamos corriendo en la terraza y yo le iba guiando mientras el corría a ciegas. Y como yo iba de espaldas le iba guiando diciéndole izquierda, derecha, etc…pero me confundía por mi posición opuesta a él. En un momento le guié mal y casi se cae por el borde de la terraza. ¡Le agarré con las justas!

Justo el día del estreno me trepé a una escalera fuera de la sala, para tapar con un plástico las ventanas que dejaban entrar un poco de luz. Por el apuro no había asegurado bien la escalera y me caí como 7-8 metros. Por suerte aterricé de pie. Habría sido un estreno trágico, pero no…no podía ser así. Todo estuvo increíble y ¡el estreno fue magnífico!

14. Una anécdota jocosa...

Un ensayo con los actores, antes de definir bien el guión. Estaba haciendo pruebas de personajes todavía. Les pedí que improvisaran sus personajes teniendo como base la historia. Fue muy divertido, porque estaban vendados, en un espacio con el que todavía no se familiarizaban del todo, y empezaron a chocarse tanto entre ellos que la improvisación fue un caos pero muy divertida y enriquecedora.

15. ¿Cómo funcionaron los ensayos abiertos, con público?

Un poco lo que me esperaba. Ver una obra en construcción hace que uno pueda percibir errores obvios. En general, reafirmar que lo que se buscaba funcionó, es muy reconfortante. Por ejemplo, los diferentes puntos de vista; algunos disfrutaron de unas cosas, a otros les molestó, algunos sintieron algunas cosas y otros, otras. Este tipo de arte permite gran diversidad de percepciones y reacciones. Los mismos hechos, los mismos estímulos son percibidos de forma distinta. Ningún espectador percibe lo mismo que otro.

Los ensayos abiertos fueron útiles sobre todo para que los actores sintieran la diferencia de hacer la obra con público. En uno de esos ensayos vino una chica que apenas entró a la sala oscura, volvió a salir. Fui a buscarla para ver qué le había pasado. Justamente, estos ensayos abiertos debían permitirnos ver los límites de la gente y saber qué hacer. La chica me dijo que era actriz, amiga de todos los actores en la obra, y le parecía raro lo que le había pasado, pues no tenía miedo a la oscuridad ni era claustrofóbica. Pero la oscuridad absoluta le causó algo inexplicable. Finalmente le convencí de que entrara. Le senté en un extremo de la sala, cerca de la puerta, para que se sintiera segura. Cuando se acabó la función, me dijo que se había arrepentido y que le habría gustado vivir la obra mucho más vivencialmente.

Entrevista con Radio UDLA
Más adelante, cuando fuimos agregando ubicaciones innovadoras en la sala, fuimos preguntando a la gente y descubrimos que las sillas flotantes y las sillas inmersas realzan las posibilidades de un teatro a ciegas. La gente nos agradecía por la experiencia.

15. ¿Creíste que la obra podía interesar al público ecuatoriano?

Antes de empezar las funciones no tenía la certeza de que iba a tener el éxito que terminó teniendo. Sí sabía que las personas, una vez en la sala, vivirían tal experiencia que no se arrepentirían. Tenía la certeza de que cualquier persona, por más insensible que sea, saldría sintiendo muchas cosas. Pero también tenía miedo de que el público ecuatoriano, acostumbrado a cierto tipo de shows, de arte, de eventos, no quisiera arriesgarse a algo tan «raro» como un teatro a ciegas. Finalmente, la reacción de la gente fue totalmente inesperada.

Muchos me preguntan por qué no hacemos más, por qué no hemos hecho antes, cuándo es la próxima obra. Eso reafirmó mi convicción de que la gente está harta de lo que hay. Porque el arte es expresión de lo que vivimos como sociedad, se vende a las grandes empresas, al comercio, a la publicidad, a la propaganda, a la fama, al éxito por ratings, likes, followers, views, etc. De alguna forma, siento que la misión principal de Confundamiento es cambiar eso, volver al hacer por el placer de hacer, sin intereses materiales, inmediatos o sociales. Es posible dejar fluir el espíritu artístico y entregarse al público, entregarle ese don y esa misión que tenemos como artistas de recuperar y sacar a la luz muchas de esas cosas que hemos perdido como humanidad.

17. ¿Qué le dices a la gente para que se acerque a ver la obra?

Esta no es una obra que hay que «ver» porque está de moda o porque tiene éxito. Es una obra humana para seres humanos. Para la gente que quiere experimentar algo nuevo y quizás no tan nuevo sino olvidado en su ser. Se la recomiendo a la gente que quiere despertar sus sentidos, que quiere vivir una experiencia realmente nueva, que le gusta los cuentos de terror, sobre todo los cuentos de Poe. A la gente que tiene dudas, arriésguense, ¡no se arrepentirán!

18. ¿Cuándo y cómo surgió el Colectivo Confundamiento?
Yo venía de trabajar en una productora de TV y publicidad. Fue la primera vez que me tocó aceptar un trabajo fijo, ya que estaba en quiebra. Después de 5 meses estaba aburrido y harto de trabajar en la misma oficina, el mismo horario, los mismos videos. Por suerte pude ahorrar algo de plata y renuncié.

Primero vino Uli Kudrass, una traductora alemana y cantautora. Nos conocimos en el Café Mare de Tumbaco, me pidió si le podía grabar un videoclip de una canción de su disco. Le dije, claro, ¡te grabo cuatro por el precio de uno! Estaba desesperado por hacer algo artístico, no comercial. Ahí conocí a Greta Salgado, su hija, recién graduada del Colegio Alemán, también con ansias artísticas, todavía no obligada a hacer cosas por dinero para mantenerse. Ella me inspiró muchísimo. Ella venía haciendo danza contemporánea, yo vengo del mundo audiovisual. Empezamos haciendo pruebas para sacar un proyecto que involucrara nuestras ramas artísticas. Así surgió SENSASORIAL. Un proyecto ambicioso que queríamos explorar. Nos pasamos llenando formularios y redactando dossiers buscando auspicios gubernamentales para llevar la obra, de manera gratuita, a cinco ciudades del Ecuador.

Dos meses de espera, “no hay plata”, ninguna respuesta formal. La única respuesta que obtuvimos fue de una secretaria de algún piso del Ministerio de Cultura. El sistema que han construido para pedir ayuda al gobierno, para hacer cosas no en beneficio propio sino de la gente, tiene una burocracia inentendible y finalmente le dicen a uno que no hay plata. Sí hay plata para muchas otras cosas. En una “rendición de cuentas” pueden gastar entre 30 y 50 mil dólares, para presentarse entre ellos mismos algo que podrían mandar con un PDF o publicar en una página web pública. Los banquetes y las medidas de seguridad también son gastos que se supone benefician al pueblo. Pero el arte todavía no.

La rabia que me causó la burocracia hizo que me propusiera invertir yo mismo en el proyecto. No tenía los 25 mil dólares para hacer realidad el sueño que tenía, pero pude invertir 1.000 dólares y realizar una versión reducida del proyecto durante 5 días en el CAC. Asistieron 350 personas sin pagar entrada, gente del barrio y de otras áreas de Quito, solo por el boca a boca, pues en esa época todavía no teníamos ni Facebook. La gente salió tan contenta y agradecida que decidí que éste era el camino.

Confundamiento pasó a ser mi comodín para escapar de la realidad cotidiana. Es un espacio para crear sin otro fin que el de expresar y hacer sentir, tanto a los espectadores como a los artistas participantes. Si viene la plata, el éxito, la fama, que vengan. Les tengo preparada su bienvenida… por la puerta trasera. Jajaja. No es que no sean útiles, pero quiero que este espacio no se corrompa. Yo mismo soy sensible a esas tentaciones. Vengo de una familia reconocida por lo que hace. Siempre he sido el hijo de o el hermano de. La fama siempre me ha rodeado a través de mi hermano y de sus colegas músicos. Con el tiempo he ido sintiendo que la fama te aleja de quien eres originalmente, de tus costumbres y de tu libertad como ser humano, es una jaula de cristal. Prefiero evitar todo eso. Y seguir mi camino anónimamente, que la gente se entere y diga: Confundamiento es sinónimo de “seguramente es a lo bestia”, “no hay que pagar entrada” (al menos cuando se pueda), “siempre hacen algo innovador y no comercial”, y que exijan más de eso, nada más.

En este momento Confundamiento está organizado e impulsado por mí como director del colectivo. Hasta ahora he realizado dos proyectos como director: SENSASORIAL y El Corazón Delator. La idea a futuro es generar un espacio para que más artistas, y más ramas artísticas, unan sus fuerzas y creatividad y logremos hacer de esto un sueño hecho realidad. En este momento contamos con músicos, actores, ingenieros, diseñadores industriales, diseñadores gráficos, administradores contables, productores, directores, videastas, cineastas, danzantes contemporáneos, danzantes aéreos, y sigue creciendo la lista. Por el momento, estoy buscando un ingeniero de sonido y un productor ejecutivo, dos roles importantísimos en este colectivo que todavía no logro encontrar y me toca ejercer a mí mismo.

Como estamos comenzando, todavía hay el conflicto de hacer los proyectos cobrando entrada, lo cual no me gusta. Lamentablemente será así hasta que alguien nos auspicie para poder realizarlo sin pagar entrada. No es que no quiero vivir de lo que hago, como dicen mis colegas artistas, que abren los ojos cada vez que digo que no deberíamos cobrar entradas. Yo solo quiero expresar con arte. Pero no me parece justo que la gente pague impuestos y además pague entradas para un evento que debería ser público. Los impuestos deberían ser la entrada para este tipo de eventos, financiados por las instituciones gubernamentales con lo que recaudan de la misma gente. Para el pueblo lo que es del pueblo, ¿no?

Daniel Sevilla Toledo

1. Eres percusionista

Aprendí percusión en Tambores y Otros Demonios un año. Luego fui parte del grupo seis años. He hecho proyectos musicales y dado talleres de percusión. Ahora estudio en CEFORMA (Corporación Ecuatoriana de Formación Artística).

2. ¿Cómo te vinculaste al Colectivo?

Cosas del destino. Donde vivo casi no pasan buses.Estiro el dedo y alguien me lleva. El Julián me llevó. Ahí nos conocimos e hicimos el primer montaje, SENSASORIAL.Ahora se presentó el Teatro a Ciegas, donde hago la parte musical. Esta es la primera obra en que actúo y toco.

3. ¿Cuál es tu papel en la obra?
Principalmente la musicalización en vivo, haciendo efectos sonoros con distintos instrumentos. Durante los ensayos se dio la oportunidad de actuar un papel pequeñito.

4. ¿Cómo ha sido para tí la experiencia?

Totalmente enriquecedora en todos los aspectos. Aprendes a ser creativo, a trabajar en grupo. Me he divertido mucho en los ensayos. Descubres el potencial que puedes tener como persona y como artista. 

5. ¿Qué desafíos implica trabajar a oscuras?

En mi caso básicamente la coordinación, porque tienes que frotar, raspar y golpear varios instrumentos a la vez mientras caminas sin ver nada. También, escuchar los textos de los actores es un trabajo de mucha concentración.

6. ¿Te gustaría seguir vinculado al teatro?
¡De ley!! No sé si como actor, pero me gustaría mucho estar en otras obras de teatro o cine también.

7. ¿Alguna anécdota?
En realidad, muchas. Lo que me pareció interesante es saber que el lugar donde estamos haciendo la obra, el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), era un hospital. La gente cuenta que existen fantasmas. Es interesantísimo estar en una obra de teatro de terror o suspenso imaginando lo que pasó en este antiguo hospital. Te pone a temblar.

Nicolás Jesús


1. Cuéntanos sobre tu trayectoria y experiencia

Empecé a actuar a los 14 años. Transcurrido el tiempo decidí ingresar a la universidad a la carrera de Ingeniería Civil, de la cual egresé. ¿Qué tiene que ver la actuación con la ingeniería?. Nada. Pero cuando tienes obligaciones y responsabilidades te toca decidir y sacrificar. Las dos profesiones son muy duras y complejas; son polos opuestos, respetables cada una en su rama. Actualmente estoy en camino de profesionalizarme. Mi formación actoral se ha dado con profesores internacionales. Ahora estudio en la Escuela y Taller de Formación Actoral Demiurgos Films & Teatro. He realizado televisión, radio, teatro y cine en roles desde extra hasta protagónico.

2. ¿Cómo llegaste al Colectivo?

Gracias a la propuesta de Juan José Franco, el protagonista, de arriesgar con un personaje en un teatro a ciegas. Para mí, una propuesta nueva. Le agradezco profundamente a él y al Colectivo por esta experiencia.

3. ¿Cuál ha sido para tí el mayor reto al participar en una obra de teatro a ciegas?
Perder el sentido visual de perspectiva, distancia, profundidad con la escenografía y los recursos utilizados en la misma para poder confiar en la oscuridad.

4. ¿Qué es lo más importante que has aprendido en esta experiencia?
A considerar a la gente con inhabilidad visual, lo frustrante que esto es al inicio. Aceptar vivir sin el sentido de la vista y que de ahí nazca tu valentía para afrontar los límites que impone la sociedad.

5. Tú eres aquí el policía. ¿Has hecho de policía en otras obras?
En teatro es la primera vez que actúo de policía. Lo hice también en la película "Entre Sombras" del director Xavier Bustamante, que se filmó en Guayaquil y que coincidió con el proceso de montaje de "El corazón delator", aunque me tocó matizar de diferente manera los personajes para que no se parezcan entre sí. He ahí el trabajo del actor.

5. ¿Habías leído algo de Poe?

Realmente no. Yo tiendo a leer obras de ficción teatral de Fyodor Dostoyevsky, Edward Albee, T. Williams, Eugene Ionesco, por mencionar algunos. Para esta obra me puse a investigar y quedé absorto al enterarme de que fueron los cimientos iniciales para trasladarlos al cine (porque soy un cinéfilo) siendo Poe una influencia para Hitchcock.

6. ¿Cómo habría que promover la obra?

La promoción en nuestra realidad es boca a boca. Están también las redes sociales hoy en día. Solo se vale para gente que arriesga y quiere sentirse dentro de una escena real. La obra es para todos aquellos que gusten de la curiosidad y quieran salir de la rutina. Es algo nunca realizado en Quito.

7. Todo esto se ha hecho sin un centavo. ¿Cómo sobreviviste estos meses?

(Risa) De los ahorros de la ingeniería civil y de trabajos actorales freelance.

8. Alguna anécdota de los ensayos...
Tuve que caminar con el director de Confundamiento, Julián Coraggio, vendado por todo el Centro de Arte Contemporáneo con Flora Resl (Teniente Guerrero) y Beto Noboa (Coronel Mantilla). Se les ocurrió hacerme un entrenamiento policial físico extremo en el que incluso caí en un agujero, pero me rescataron a tiempo.

9. ¿Qué te parecieron los comentarios de la gente en el primer ensayo abierto, cuando actuaron con público por primera vez?
Me sorprendió que ya teníamos la adaptación lista con el montaje, escenografía, recursos, efectos, salidos de la mano de Poe y al que el Colectivo aportó con sus propias ideas. Confirmé que es difícil hacer humor, sacar al espectador del suspenso psicológico de la trama. Y que logré vivir la obra intensamente. Comentarios positivos hubo muchos. En lo personal me quedo con los comentarios que aportan a mi personaje desde todo punto de vista y me plantean nuevos retos artísticos.

Beto Noboa


Actores adaptándose a la oscuridad
1. Esta es tu primera experiencia como actor. ¿Qué te llevó a meterte en la obra?
Pura curiosidad artística. Siempre quise incursionar en este espacio, se presentó la oportunidad y la aproveché.

2. ¿Qué es lo más importante que has aprendido?

Me ha hecho reaccionar y darme cuenta de que tenemos otros sentidos y que en el diario vivir casi no los tomamos en cuenta.

3. ¿Te gustaría seguir vinculado al teatro?

Por supuesto que sí.

4. Tu mujer y tu hija vinieron al ensayo abierto el primer día. ¿Qué te comentaron?

Estaban emocionadas y admiradas. Mi familia siempre me apoya en mis locuras.

5. ¿Crees que la obra logrará atraer el interés del público quiteño?

Como tú misma pudiste ver, sí. La obra atrae la atención. Claro que es difícil, ya que no existe cultura teatral ni musical en el país.

6. ¿Cómo habría que promoverla, sobre todo entre los jóvenes?

Tenemos las redes sociales, que por ahora es lo que los jóvenes usan. La radio y tv nacional no están a la altura de estos medios.

7. ¿Qué hacer para lograr apoyos desde el Estado y la empresa privada?
En realidad, no tengo idea. Trabajo en una institución cultural y desde adentro veo que no se apoya estas iniciativas. Tal vez se debe cambiar radicalmente la manera de vivir y sentir el arte, ya que aún no es visto como un trabajo dignificante, como lo es, para los que quisiéramos vivir de esto.

8. Tú trabajas en el CAC. ¿Cómo ves el rol del CAC en esta obra y en el desarrollo cultural en el Ecuador?

Es difícil apoyar ya que no se reciben fondos suficientes, y cuando los hay, aquí o en otras instituciones, siempre prevalecen las "palancas y amistades" sobre la calidad.

9. ¿Alguna anécdota que quieras contarnos de los ensayos?

Jajaja. No se imaginan lo que cuesta cambiar la vista por los otros sentidos. Pero cuando se logra, es increíble. Algo curioso es que al comienzo, en total oscuridad, teníamos que abrir los ojos para sentirnos seguros. Aunque no ves nada, da seguridad abrir los ojos.

Flora Resl

1. Eres actriz profesional. También leí en tu blog que cantas, bailas, diriges, das clase ...

Hice la licenciatura en artes escénicas (actuación, danza y canto) en Viena-Austria. Durante mis estudios allá participé en obras de teatro, teatro musical, danza teatro y cine, todo lo cual aportó mucho a mi formación. Al graduarme, decidí volver al Ecuador para explorar y hacer arte aquí. Paralelamente a mis trabajos en escena y frente a cámara, dirigí una obra de teatro musical en un colegio para el Teatro México y doy clases particulares de canto y en la academia de artes escénicas Arte n3. Siempre intento fusionar las tres ramas de las artes escénicas en las que me desempeño, dentro de cualquier proyecto en que participo.

2. Esta es tu primera vez en una obra de teatro a ciegas. ¿Qué tal la experiencia?
Locaza...muy interesante. A pesar de que con cada ensayo y con cada función “vemos” cada vez más el espacio, en cada función nos tenemos que concentrar más porque siempre hay elementos nuevos y puestos nuevos para el público ¡incluso en el escenario! Constantemente estamos asumiendo retos. Cada tanto agregamos cosas nuevas y nos adaptamos a la realidad del momento (objetos, localidades nuevas para el público, redistribución del espacio y cosas incluso en las que no podemos tener control como el actor sin voz por gripe, la inclusión de un actor por cuestiones de fuerza mayor como reemplazo por una función, etc.), por lo que siempre vivimos en el momento. Eso nos ayuda a no caer en el simple repetir de la obra en cada función, a vivirla como si fuera la primera vez. Como debe ser.

3. ¿Qué implica actuar a oscuras? ¿Qué cambia respecto de actuar con luz?
Uf...bastante. O sea, la actuación en sí, el trabajo del personaje y todo, es básicamente lo mismo. Pero hay una gran dificultad adicional: el moverte en total oscuridad, tienes que conocer el espacio a un 300% ¡para no chocarte con nada! Y no quemarte o cortarte, ya que tenemos de todo en el escenario. En una función en que por un error técnico no se prendió el sonido del reloj, que da una referencia de espacio, nuestro protagonista se chocó aparatosamente en la esquina de un mueble y le quedó un ojo morado. Entonces, más que en cualquier otro tipo de teatro, en éste es importantísimo que todo esté siempre en su lugar, tanto lo material como lo sonoro.

4. ¿Qué es lo más importante que has aprendido en esta experiencia?
Hmmm…El moverme de tal manera que no se me perciba en todo el espacio, para que los efectos tengan su efecto.

5. Tú haces de teniente ... También te ocupas de algunos efectos ...
Foto: Confundamiento
Me encanta hacer los efectos. Como es una obra sensorial, yo me encargo también de actividades que intensifican la percepción de la historia y la tensión en el espectador. Me gusta mucho hacer eso ya que cada persona reacciona distinto a estos efectos y eso de alguna manera es un diálogo constante con el público. Y con respecto a mi personaje, su presencia junto con el cabo causa un giro en la historia y al final mi personaje tiene un giro también en su calidad de presencia al sufrir el impacto del desenlace de la obra.

6. ¿Cómo habría que promocionar la obra? ¿Qué estás haciendo para promocionarla?
Debería haber reportajes en medios escritos como diarios, revistas y online, ya que es algo absolutamente nuevo en Quito, que todos deberían poder vivir! Yo por mi parte publico varias veces a la semana anuncios, fotos y videos en páginas de eventos y teatro de Facebook. Además, reparto flyers y los cuelgo en murales de varios locales de la ciudad y, por último, envío invitaciones personales a mis contactos.

7. Todo esto se ha hecho sin financiamiento. ¿De qué has vivido en estos meses?

He vivido de mis clases de canto que doy en el Arte n3 y de rodajes de diferentes proyectos como Enchufe TV, un video Musical en Riobamba. A principios de año trabajé en la organización de un taller de actuación con un maestro de Nueva York, con lo que me quedó algo para solventar mis gastos durante este tiempo. Ojalá para la próxima temporada u obra contemos con financiamiento.

8. ¿Alguna anécdota?

Algo loco que me pasó es que ¡empecé a tener pesadillas de policías mujeres! Tenaz. Una anécdota de una de las funciones: en uno de mis desplazamientos por el escenario haciendo efectos, Juan José (mi compañero), el que hace de Alberto, el papel protagónico, se topó conmigo y me agarró fuerte empujándome hacia las sillas del público, creyendo que yo era un travieso del público que se levantó. Algo estresada le hice sentir mi objeto de efectos y ahí ya lo entendió. Jajajaja.

9. ¿Qué te parecieron los comentarios de la gente en el primer ensayo abierto, cuando por primera vez se presentaron ante público?

Me sorprendió mucho la percepción especial del público, el sentir todo más lejos de lo que estaba. Fue genial sentir la reacción de algunas personas a cosas que venía ensayando sin la presencia de nadie y sin saber si funcionaría o no.

Juan José Franco

1. Cuéntanos sobre tu trayectoria y experiencia actoral
Vengo haciendo camino en este arte profesionalmente desde hace 8 años. Decidí lanzarme a los 18 años después de que me estuvo invitando durante toda mi vida. El contar historias es parte de mi esencia y mi motivo en este mundo, eso lo puedo decir ahora también por mis experiencias y lo que siento cada vez que lo hago.

Desde que tenía 3-4 años jugué mucho con mis primos y amigos del barrio armando presentaciones de teatro y de circo para los adultos de la familia, creando personajes fantásticos. En la escuela y el colegio participé en montajes de teatro para presentaciones internas. Me gradué después de intervenir en el programa de difusión cultural estudiantil, que funcionaba de la misma manera que los programas de alfabetización y reforestación que hacían los colegiales como requisito para obtener su titulo de bachiller. Tomé parte de un montaje en el que intervenía un buen sector de los estudiantes del colegio haciendo 4 personajes en una obra que la llamaron “Mujeres de Novela” y la presentamos en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana frente a más de dos mil espectadores. Esa fue mi primera experiencia intensa con el teatro, ya que la obra arrancaba solo conmigo en el escenario. Por primera ves me enfrentaba a la energía de un público de esa magnitud, sosteniendo las cosas solo, pendiente de no cometer un error, nervioso y sin conciencia del manejo de muchas cosas técnicas que más tarde desarrollé.

Después, en el afán de indagar entre herramientas y lenguajes para contar historias, decidí estudiar Realización Audiovisual para cine y televisión paralelamente con actuación dentro del programa del Minor de Artes Escénicas en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Ahí fundé mi primer grupo de teatro y laboratorio de artes performáticas que se llamaba Raza Q´eche junto a mi primer maestro de actuación, Wolframio Benavidez. Lo tuvimos durante 5 años y trabajamos en 3 montajes de creación colectiva, uno de ellos lo llevamos al festival de teatro universitario en la Universidad Salesiana. Además experimentamos entre varias acciones, instalaciones, happenings y performances que presentamos en varios sectores de Quito irrumpiendo en el cotidiano de la gente.

Dentro de la misma Universidad tomé mi primer taller de Clown con un grupo de actores argentinos. Paralelamente arranqué mi experiencia en la docencia hace casi 5 años en el programa de talleres extracurriculares del colegio Pensionado Universitario. Ahí trabajé por cuatro años con primaria y secundaria como profesor de teatro, abriendo un espacio de descubrimiento de lenguaje físico, oral y espacial, planteando la libertad de la acción y la creatividad desde el enfrentamiento a los temores que bloquean nuestra sensibilidad, comunicación y expresividad. Ahí dirigí y monté tres obras mías a manera de ensayo, aprovechando la disponibilidad del colegio y los recursos a los que podíamos acceder puse a disposición tres de mis guiones - “Retorno”, “Hilo” y “La Hecatombe” - llevándolos a una gran escala de producción en la que intervinieron un promedio de 50 estudiantes-actores en cada una, haciendo un ensamble muy coreográfico entre el teatro, el canto y la danza, dedicando meses de preparación para cada una de las obras y trabajando desde el guión, el diseño, la construcción y la adaptación de los personajes para los chicos, diseño de vestuario, diseño del espacio e iluminación, escenografía, utilería, dirección de actores e incluso dirección de cámaras pues las filmamos y producimos los DVDs de cada una junto con un pequeño documental de los procesos que vivimos.

Tuve la oportunidad de dar clases por año y medio en la academia de artes escénicas Arte´n 3, donde también dirigí el montaje del musical “El Grinch”. El año pasado en el segundo quimestre del año lectivo di un taller de creación y movimiento de la máscara teatral en el colegio Becquerel.

Trabajé también en tramoya y utilería con la empresa Increcendo Producciones en los montajes de los musicales de Broadway “Cabaret” y “Avenida Q”. Después de haber vivido esto, puedo decir que la experiencia y formación del actor crece muchísimo cuando se desempeña en el resto de oficios que están alrededor de una producción de teatro o audiovisual.

Con otro compañero de las artes visuales, Diego Herrera, escultor y fotógrafo, hemos trabajado desde hace 6 años itinerando en escuelas y colegios de la ciudad con pequeños modulares de educación ambiental e integración de distintas áreas del conocimiento a través de las artes y el juego, teniendo como base una pequeña obra de teatro llamada “Del silencio a la memoria” que aborda mitos andinos y ubica espacialmente distintos fenómenos ambientales y las especies animales de las tres regiones continentales del Ecuador. Tras este trabajo fundamos 2 empresas, Entrópico Artes Visuales y ZigZagCine.

Considero que un artista está en constante formación y descubrimiento de sus capacidades y herramientas, así que he continuado formándome de manera autodidacta y también con varios talleres y cursos que he hecho con profesores, directores y actores de Argentina (Norma Angeleri y Luciano Casaux) y Estados Unidos (Steven Ditmyer y Roberta Brown).

He participado en 22 cortometrajes independientes entre papeles protagónicos y secundarios, trabajé como figurante en la película “La Trampa” de Carlos Alberto Poe, hice un papel secundario en la película 23 de Mayo Antes del Amanecer de Pedro Saad y protagonicé la película “Sangre Dulce” de José Zambrano Brito.

Hace casi 2 años me involucré con el colectivo Confundamiento y participé en la obra SENSASORIAL haciendo un poco de efectos y voces durante las funciones, además del personaje de un chef que salió al final de los videos que se proyectaban, abriendo la puerta de un horno e invitando al público a salir del cubo. A partir de octubre del año pasado me involucré más profundamente con el colectivo después de un reencuentro con Julián Coraggio, donde hablamos de lo gratificante y valiosa que fue la experiencia de SENSASORIAL y la necesidad de retomarlo y seguir construyéndolo, plantear otros proyectos individuales para llevarlos a cabo en colectivo y continuar investigando para hacer muchas más cosas alrededor de las artes escénicas y audiovisuales, trazando una tangente que difiera del formato y el proceso de ejecución de proyectos dentro de nuestro medio que gira alrededor de otras competencias que a los artistas no nos corresponden directamente y si bien es cierto, dentro de nuestra labor nos limitan.

Para arrancar con las ideas en las que divagamos en esa conversación, él me planteó continuar trabajando con el lenguaje de sensaciones haciendo un montaje de teatro a ciegas, después de contarme su experiencia como público en una obra a la que asistió en el Teatro Ciego de Buenos Aires. Y aquí estamos con “El Corazón Delator”, ya con un mes en temporada y dos meses de trabajo en adaptación y montaje.

2. ¿Cual ha sido el reto más importante al hacer una obra de teatro a ciegas?
El desarrollar mi percepción espacial y adquirir confianza para desplazarme completamente a oscuras haciendo las acciones de la manera más limpia posible, entablando relación con el resto de compañeros y el público, manejando principalmente el lenguaje de sensaciones que hemos investigado, en una escucha constante de todo lo que está sucediendo para integrarlo, no dejar escapar un solo detalle y mantener la energía que la historia requiere de mí como actor para ser contada en este formato.

3. ¿Qué es lo más importante que has aprendido en esta experiencia?
*El desplazarme a oscuras y tener más presente aún la escucha, que es algo que los actores constantemente estamos ejercitando, pero puedo decir ahora que con esta experiencia la he intensificado.

*La conciencia, manejo y uso de los sentidos como lenguaje paralelo y forma de transportarnos colectivamente hacia el universo de una historia determinada en tiempo y espacio.

*Una vez más reconocer el valor de los sentidos y la magnitud de su importancia en nuestra vida.

*He concientizado también que la oscuridad acompañada del temor o suspenso generan un canal muy directo para conectarle al público con el resto de sentidos ya que nos pone alerta y activa sensores que en el cotidiano quizás están funcionando con otras intensidades o algunos ni siquiera funcionan diariamente. Es genial que hayamos generado un espacio así en donde realmente afectemos en la estructura de cada persona con la que compartimos esto, creamos conciencia individual, colectiva y sucede algo mas allá del cuento.

4. Tú encarnas al protagonista. ¿Cómo fue el proceso de crear y meterte en el personaje?
El personaje fue todo un reto, quizás el mayor reto que he tenido en teatro hasta ahora, porque por primera vez protagonizo una obra solo, llevando el hilo de la historia, casi un monólogo en tres cuartas partes. Además también por el formato (a oscuras) de la obra que me introduce en una parte del universo de Alberto y me pone otras exigencias (yo le puse el nombre y creé su biografía).

Fue muy lindo el proceso de creación, desde lo más general hasta el detalle más mínimo y sus matices, teniendo como punto de partida el cuento de Edgar Allan Poe y mi primera visualización de este hombre y sus componentes con cosas que identifico del mundo y mi alrededor. El 90% del tiempo de creación del personaje lo hice a ciegas (con los ojos vendados), armando una historia desde el imaginario que llegó a hacerse cierta y le dio vida a Alberto poniendo yo mi cuerpo en préstamo para que el personaje viva a través de él. Esa es una de las cosas más bellas de este arte: permitir que otra vida (que además en este caso es muy ajena a la mía) modele y transforme la expresión de mi voz y mi cuerpo para hacerse presente y viva, dejándome sorprender, conociéndole cada vez más, estando consciente de las cosas que debo estar, teniendo el control hasta donde lo debo tener porque más que nada lo dejo ser y sigo sus-mis impulsos.

5. ¿Habías leído alguna obra de Poe?
Hace mucho tiempo leí una secuencia de 5 cuentos de Poe en inglés, cuando estaba en primer curso u octavo de básica como lo llaman ahora, por cuestión de trabajo de una clase del colegio. Entre esos estaba “El corazón delator”, pero debo decir que hasta que lo leí de nuevo y esta vez en español por la propuesta de Julián de adaptar el cuento. A pesar de que siempre me ha intrigado el misterio de este tipo de historias y los rasgos psicológicos de los personajes, no tenía muy claro el cuento en mi memoria porque lamentablemente la mayoría de cosas que leí en el colegio no se insertó tanto en mí debido a que fueron por obligación y lo hice sin convicción ni pasión. Es una pena que el intento de fomentar la lectura en la educación formal y tradicional se haga así. Espero que en algo haya cambiado porque ahora puedo decir que leer un libro con identidad y convicción propia es fascinante.

6. ¿Cómo promover la obra, de modo de interesar sobre todo a los jóvenes?
Me encantaría que esto se promueva además como un proyecto que asista a los espacios de educación formal y tradicional financiándolo por medio de una de las entidades competentes, para que todos los jóvenes de las instituciones educativas de la ciudad a partir de los 12 años de edad asistan a la obra y adicionalmente tengamos con ellos un espacio de conversación y acompañamiento en el primer instante de digestión de la experiencia sensorial a la que les llevamos para que sea algo mutuo y dinámico, teniendo una realimentación desde ellos y haciendo conjuntamente un análisis de la experiencia, un análisis del cuento, de los personajes y de las cosas que identifican ellos o identificamos conjuntamente.

No creo necesario hacer una readaptación o replantear cosas para presentarles la obra a los estudiantes. Si bien vivimos en un mundo muy violento y agresivo en todo sentido, por medio de esta experiencia pienso que es posible hacerles reparar en eso, para replantear nuestra comunicación y vivir mejor comunitariamente.

Por otro lado, pienso que el público al que urgentemente debemos llegar como artistas escénicos son los jóvenes y más que nada dentro de las instituciones educativas para fomentar la asistencia a los teatros y crear cultura.

7. La obra se ha hecho sin dinero. ¿Cómo has sobrevivido estos meses? ¿Crees que hay posibilidad de encontrar auspicios en el Estado, la empresa privada, etc.?
Así es, nos lanzamos a hacer esto asumiendo todos los riesgos que implicaba esta aventura y uno de esos fue el dedicarle el tiempo necesario a todo el montaje, en principio sin contar con ningún ingreso económico que nos permita solventar nuestros gastos y en lo posible cubrir eso más tarde por medio de la taquilla, sabiendo que había la posibilidad de que no salga lo suficiente y quizás era más la inversión que el rédito económico.

Ese riesgo lo asumí no ahora, ni específicamente en este proyecto, creo que los artistas asumimos ese riesgo el momento en el que decidimos hacer del arte nuestro camino y oficio porque no contamos con un ingreso económico fijo a menos que trabajemos para una institución determinada y eso es por temporadas (por ejemplo el tiempo que estuve dando clases). No contamos con ningún beneficio de ley en nuestro país hasta ahora, somos trabajadores de segunda categoría de alguna manera. Habrán momentos en los que económicamente contemos con más recursos si es que la obra está vendida o financiada; si no hay que inventarse las cosas de donde no hay y hacer de todólogos invirtiendo todo lo que está a nuestro alcance con el fin de sacar la obra y después ver qué sucede.

Yo vivo del teatro y las artes visuales en todas sus posibilidades de labor que puedo abordar, es mi actividad productiva en todo sentido. Por suerte yo contaba con unos 250 dólares de un pago de un trabajo del año pasado. Con eso me pude sostener con las justas los dos meses y medio que nos tomó esto hasta recibir un primer pago de la taquilla.

Sí creo que es posible obtener auspicios y financiamiento desde el Estado pero lamentablemente la decisión de cualquier aporte económico depende del gusto o visión de negocio de quienes están a la cabeza de estas empresas estatales, el proceso es terriblemente burocrático, tedioso, enajena al artista de su labor y en algunos casos llega a ser hasta humillante para quien lo solicita. Al menos las entidades estatales competentes hasta ahora me han demostrado eso por experiencia propia y cosas que he visto, ya que no aportan directamente a la labor de los artistas de manera general y colectiva, creando un movimiento cultural en el país con todo el supuesto presupuesto que se destina para esto anualmente. Pienso que hay poco criterio en quienes están en estas entidades y principalmente se manifiestan muchos intereses políticos y económicos. En consecuencia, los proyectos que obtienen alguna suma de dinero de estas entidades son pocos, termina armándose una argolla, se desvirtúa el arte, componiéndose y fomentando un medio de información basura, confundiendo lo que es arte con entretenimiento y otras cosas, además de que se distancia al arte cada vez más de la educación e identidad del pueblo.

Por medio de la empresa privada también es posible, quizás el proceso es menos tedioso pero siempre hay un intercambio con algún tipo de publicidad o mención de la marca que auspicia, que me parece consecuente y justo, nada más que en muchos casos la o las empresas auspiciantes pretenden alterar el contenido de la obra en algún aspecto y ahí la labor del artista se ve comprometida y a mi criterio se disuelve la esencia del trabajo. Así que hay que saber negociarlo bien y limitarse a trabajar con empresas que van acorde a la idea de la obra para que no la comprometan con cosas que la desvirtúan.

Lo más adecuado como artistas sería contar con un fondo que las empresas públicas y privadas destinen anualmente al movimiento cultural del país. Algo así como el pago de impuestos, un porcentaje debería destinarse a la cultura.

Espero que el éxito que ha tenido la obra sirva como prueba de la necesidad de este tipo de espacios en la comunidad y que ahora podamos contar con el financiamiento para poder llevar nuestro trabajo a la mayor parte de lugares posibles sin que al público le cueste, porque también hay que tener claro que esa es la realidad colectiva en nuestro país: la mayor parte de eventos artísticos, mas allá del entretenimiento, son exclusivos y elitistas y no permiten el acceso a cualquier ciudadano que debería poder ejercer el derecho a experimentar y vivenciar eventos que enriquecen el espíritu y hacen tangible lo intangible.

8. Alguna anécdota...
Es loco para mí nada más regresar a principios de diciembre del año pasado y encontrarme con el Julián leyendo el cuento en su auto, sin tener idea de lo que íbamos a hacer, porque jamás experimenté tanto en la oscuridad como para contar una historia a oscuras de la manera en la que lo hacemos y creo que los dos estábamos en la incertidumbre de lo que sucedería. Para mí desde ahí ya fue un reto como actor y me lancé a hacerlo.

Puedo contar algo de los gajes del oficio entonces; cuando arrancamos los ejercicios de ceguera en el CAC el Julián me guiaba por los corredores, patios y terrazas. En un momento dado me dijo que me moviera a la derecha (pero era su derecha) yo me moví a mi derecha, me golpeé la pierna y estuve cerca de caer desde el segundo piso. Otro momento fue en el ensayo abierto previo al estreno de la obra: a un compañero se le olvidó activar el reloj, que nos sirve como referencia sonora en el espacio y más o menos a las tres cuartas partes de la función me di un golpazo tenaz en el ojo izquierdo. No detuve la presentación. Después, en el conversatorio del final, les conté a todos; nadie sintió que algo me sucedió el momento que pasó y lidié con un pequeño chichón junto a mi ceja izquierda durante una semana.

9. ¿Qué te parecieron los comentarios en el primer ensayo abierto al público?
La energía fue completamente otra y después de haber presentado esto por primera vez me di cuenta de la cantidad de posibilidades y la magnitud de la experiencia que estaba teniendo como actor y a la que le transportamos al público. Los comentarios y/o críticas fueron muy válidos y algunas veces fueron aportes que nos permitieron articular las cosas cada vez de manera más detallada y precisa para llegar al público.


Reseñas de 'El Secreto Libre'
- Leonardo Parrini, Amor y tortura en la oscuridad, La Palabra Abierta, 26 junio 2016.

Soslayar la luz en las escenas invocando a la integración de los otros sentidos, no deja de ser una paradoja del teatro hecho en la oscuridad. Una propuesta artística que, más allá de entretener a la gente, se propone torturarla un poco. La sugestiva intención del grupo Confundamiento cobra sentido en la obra El Secreto Libre, estrenada este fin de semana en el MIC (Museo Interactivo de Ciencias) bajo la dirección de Julián Coraggio. Una historia muchas veces silenciada, protagonizada por Marta y Roberto, dos víctimas de la represión política que tuvo lugar durante la dictadura militar en Argentina en los años setenta. La pareja de jóvenes detenidos sin justicia, recrean el drama vivido en las celdas del sótano de una ex fábrica textil y allí solo logran comunicarse a través de unas tuberías en una atmósfera de dolor y tortura.


El teatro a ciegas puesto en escena en la obra, trabaja con efectos análogos y música en vivo. Los espectadores ingresan con la vista vendada para vivir la experiencia de la ceguera total desde el inicio. La disposición diversa de las localidades motiva la interactividad del público con la trama, en una experiencia integradora de los sentidos. La idea -aclara el director- es que durante la puesta en escena el público sienta que está viviendo la historia en una audaz modalidad histriónica de actores interactuando con los espectadores.


Para el actor Diego Luna la experiencia resulta enriquecedora, puesto que la integración sensorial permite recibir estímulos por diferentes canales táctiles, visuales, gustativos, olfativos, auditivos, etc. Un teatro no convencional que hurga en la vivencia de un público más activo, que es mucho más intensa como experiencia por el hecho de valerse de la oscuridad para estimular la elaboración y la imaginación del espectador, a partir de los elementos que les damos: es como jugar con los actores.

- María José Cruz, 'El Secreto Libre': Una obra con sensaciones a ciegas, La Hora, 25 junio 2016.


El Teatro a Ciegas es un trabajo que se viene dando en la ciudad por el Colectivo Confundamiento, que antes presentó la obra ‘El Corazón Delator’. Alrededor de esta propuesta surgían varios comentarios; llegó la hora de vivir la experiencia.

Los vecinos del sector de Chimbacalle compartían mi curiosidad. Ellos sabían que en el Museo Interactivo de Ciencia (MIC) se exhibiría una obra a oscuras. Movidos por la intriga, dejaron la comodidad de su hogar para asistir a este espacio frío y lleno de historias.


Entrevistas

-
'El Secreto Libre' se estrena este viernes 24 de junio en el Museo Interactivo de Ciencias, Ecuador Inmediato, 22 junio 2016.

Otros medios
- A ciegas, otra forma de hacer teatro, El Universo, 23 junio 2016.


Comentarios del público (tomados de Facebook)

- Un trabajo sorprendente por novedoso, hablando de la fórmula utilizada: teatro a ciegas.
- Un trabajo muy sugerente, hablando de los sentidos, sobrexpuestos por una forma de oscuridad total no conocida por mí: olores, texturas, sonidos, ruidos, silencios, voces, flashes luminosos, signos codificados y codificables, situaciones y emociones que se intensifican en la oscuridad...
- Un trabajo serio, hablando de rigor y de la juventud de sus realizadores.
- Un trabajo arriesgado, hablando del insuparable y magistral Poe.
- Un trabajo intenso, hablando de actuación a oscuras, de la voz y la dimensión que ésta adquiere al moverse por el espacio.
- Un trabajo muy técnico, hablando de los recursos, ritmos y tiempos de su utilización.
- Un trabajo sobrio y tenebroso. Podrían sugerirse algunos detalles para perfeccionarlo pero estoy seguro de que estos jóvenes trabajadores del arte teatral irán descubriendo poco a poco, durante su propio ejercicio de experimentación escénica, ese intenso y largo parto experimental al que se están enfrentando.
Alfredo Espinosa Cordero
(Actor. Conocido entre otros por su actuación en la película Mono con Gallinas)

* Para los que están en Quito les recomiendo que vean la obra de teatro a ciegas "El corazón delator". Una experiencia como ninguna otra que les despertará los sentidos y los dejará comentando, días después, sobre lo que sintieron! Me cuentan qué tal! Abrazo, JF
Juan Fernando Velasco


* Amigoooo te felicito por la obra está muy chevere. Y mira q a mi no me gusta ir al teatro ayer me tomé el riesgo y créeme q valió la pena. Q bueno q sigas tus sueños q persigas lo q te gusta y en lo q crees. Jamás dejes de hacerlo. Te mando un abrazo ju. Muchas bendiciones

* Quiero dejar mis felicitaciones para todo el equipo que hace realidad poder vivir el teatro de esta manera, actuar cualquiera piensa q lo puede hacer pero actuar de verdad permitiendo q el público sienta el paso a paso de una obra es digno de aplaudir. Muy buen estreno chicos q bueno q fui a verlos. Jhina Zuña Argudo

* ¡Hey!! ¡Están a tiempo! Vayan al Centro de Arte Contemporáneo (CAC) en Quito -calle Matovelle- a ver la obra de teatro El corazón delator de Edgar A. Poe con el Colectivo Confundamiento. Es una experiencia en la que la ausencia de lo más básico nos muestra lo más profundo. Carolina Burbano



Comentarios, entrevistas, reseñas
-  El teatro a ciegas y sus revelaciones, de Lisette Arévalo Gross, Gkillcity.com, 7 abril 2015
- La adaptación del cuento 'El corazón delator' llega a Quito con el proyecto inclusivo Teatro a Ciegas, Andes, 8 abril 2015
- Teatro a ciegas para revivir los sentidos, Revista Familia, El Comercio, 19 abril 2015

No comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.