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Cómo hacer una biblioteca | How to organize a library

Bibliotecas en una comunidad campesina y en la casa de un recolector de basura en Colombia, una casa de libros en Argentina, una playa en Brasil, una playa y un parque en Uruguay, una biblioteca comunitaria en el Ecuador, una antigua fábrica de ladrillos en Turquía, una escuela de niñas en la Franja de Gaza (Palestina), una biblioteca al aire libre en Bombay, India.

Libraries in a rural community and in the house of a garbage collector in Colombia, a book house in Argentina, a beach in Brazil, a beach and a park in Uruguay, a community library in Ecuador, an old brick factory in Turkey, a girls' school in the Gaza Strip (Palestine), a library in the open air in Bombay, India.
 Foto: Juan Carlos Escobar. En: El Espectador, 8 enero 2018
Consuelo Cendales es la creadora de este espacio cultural para niños y adultos

Por Olga Lucía Garzón Roa

En la vereda El Gallo los niños no acuden a salas de computadores, ni a celulares o tabletas. En un mundo repleto de tecnología, los menores todavía consultan libros.

Al aire libre, donde los únicos sonidos que se escuchan son los trinos de los pájaros y las ramas de los árboles que se mecen con el silbido del viento, entre las montañas del cañón del Combeima está enclavada la única biblioteca campesina que existe en la zona rural de Ibagué. Este espacio lúdico y cultural fue ideado hace un año y medio por Consuelo Cendales, una líder comunal que llegó desde la capital del Tolima y se encariñó con la comunidad de El Gallo, ubicada a una hora de Ibagué en carro y adonde sólo va transporte público los fines de semana, dos veces al día.

“Estuve hablando con las juntas de acción comunal y me di cuenta de que lo único que les hace falta a los campesinos es deporte y cultura, porque el campesino tiene salud, tiene tierras, tiene muchas cosas, muchas riquezas”.

Por eso allí, frente a la escuela, compró un lote con una vieja casa y ahora sus paredes de guadua sirven de sostén a las cajas de madera o guacales (donde los campesinos empacan frutas) que hoy le sirven estantes a la particular biblioteca.

En medio de la naturaleza, niños y adultos tienen acceso a decenas de libros que le han sido donados y los que ella misma ha clasificado: enciclopedias y compendios de turismo, pintura, gastronomía, periódicos de la región, revistas de agricultura orgánica, poesía, cancioneros, salud y cuentos infantiles. También tiene libros de permacultura, un tema al que le da especial importancia. Dice que es necesario que el campesino, sobre todo los menores de edad, se alejen de ese mundo tan sofisticado, donde la tecnología absorbe y donde cada vez se les da menos importancia a los recursos naturales.

El propósito de Consuelo Cendales, a quien le aterra que hoy en día los niños se saturen de tecnología desde muy corta edad, es llevarlos por la ruta del aprendizaje de la lectura, la escritura y la buena expresión, a través de los libros, que los abran, que los toquen, que los sientan y los recorran.

En El Gallo no hay horarios. “Me da alegría cuando llego y encuentro a algún campesino leyendo, y yo le digo que eso es excelente. Otras veces me doy cuenta de que se han llevado los libros para las casas, los leen y los regresan”, cuenta.

Camilo, de 10 años, es uno de los 150 infantes que visitan la biblioteca. Sentado sobre el pasto, explora un libro sobre la historia de Colombia. “Estoy aprendiendo”, señala el menor y agrega que le gustaría que hubiera cuentos infantiles y otros juegos.

El espacio es amplio, mientras unos se sientan en una piedra, a la sombra de un árbol o en un columpio que cuelga de un palo a leer, otros niños acomodan una mesa con sillitas de plástico para disfrutar de los juegos de ajedrez, parqués y dominó que también hay en el lugar.

Cada mes, Cendales convoca a organizaciones sociales y culturales que la apoyan con charlas, regalos, lúdicas, talleres de pintura, danza, música, manualidades y folclor. A estos eventos también asisten juiciosamente los adultos que, además de participar activamente y con alegría, entretienen a los visitantes con relatos de apariciones de gallos de oro en lo profundo de la montaña. Por todas estas cosas, la biblioteca es una entretención y una buena oportunidad para la comunidad, especialmente para los estudiantes que a duras penas reciben tres horas de clases en el día.

El anhelo de Consuelo es que su proyecto siga creciendo con el aporte de recursos humanos. Su sueño es que la que ahora es una pequeña biblioteca llegue a convertirse en una casa de la cultura campesina, donde haya una cabaña para cada manifestación cultural, como la música, la danza y la lúdica. Por ahora se siente feliz al lado de la comunidad a la que le inculca que el mejor amigo del hombre no es el perro: “El mejor amigo del hombre es el libro”.

Biblioteca da praia. Un espacio de lectura en Brasil.
Foto tomada de Revista Ñ, Clarín, Argentina




Heladeras viejas convertidas en estantes de libros, disponibles en la playa y en el parque, en Uruguay.

"Lleve, lea y devuelva. Gracias", dice la inscripción de las heladeras con libros ubicadas en las bajadas a la playa de los balnearios Biarritz, Cuchilla Alta, Santa Ana, Balneario Argentino y Jaureguiberry en Canelones.

Hace un año y medio, la comisión de Biblioteca de Santa Ana se inspiró en una experiencia similar en San Gregorio del Polanco, Tacuarembó.

Los vecinos de Canelones recuperaron, pintaron y llenaron de libros dos heladeras y las pusieron en la bajada a la playa. Como la experiencia fue buena, las heladeras se extendieron del km 70 al 80 y ahora son unas 20.

La comisiones de los distintos balnearios involucrados hacen campañas para recolectar heladeras en desuso, las trasladan a un mismo lugar y organizan jornadas para acondicionarlas y pintarlas. Luego las comisiones de Santa Ana, Jaureguiberry y Cuchilla Alta consiguen los libros. "La gente los devuelve y a su vez deja nuevos", contó Néstor Erramouste de la comisión de Fomento de Santa Ana y presidente de la Comisión del Agua. Erramouste contó que por ejemplo en Biárritz, la gente deja mucha cantidad de libros y los gestores los están traspasando para otras heladeras.

Además de ser bibliotecas, las heladeras exponen en sus costados la cartelera de actividades de los balnearios en la que anuncian ferias artesanales, fiestas, festivales y asuntos vecinales como los que le competen a la Comisión del Agua.

Esta iniciativa, que nació entre los vecinos canarios, se une a otras alrededor del mundo mediante las cuales se promueve la lectura con bibliotecas en lugares insospechados, como en cabinas de teléfono en desuso en Londres, la biblioteca digital en el Subterraneo de Nueva York, una bici biblioteca en Filadelfia, o una biblioteca móvil infantil en Mongolia, en la que una mujer lleva libros en un camello a lugares remotos.




Santa Genoveva. Una casa de libros a dos horas de San Fernando,
sobre el arroyo Feliciaria, Argentina


Foto: Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP). En: Revista Ñ, Clarín, Argentina
Por Alejandra Rodriguez Ballester

Si de lectores asiduos e intensos se trata, ¿por qué no explorar las elecciones del lector común? En este panorama de los libros elegidos, nos preguntamos también por las preferencias de los lectores no especializados, de aquellos que no necesariamente compran lo que leen ni leen tantas novedades.

Y recurrimos a las bibliotecas populares para conocer sus preferencias. En tiempos de Internet, cuando el libro en papel parece declinar sin remedio, sorprende encontrar una vida inusitada en estos espacios construidos por la comunidad, que son apoyados por el Estado desde 1870, año en que Sarmiento creó la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip).

Nada menos que 2100 bibliotecarios, representantes de 1061 bibliotecas de todo el país, asistieron a la Feria del Libro este año y compraron 160.000 libros por un valor de 22 millones de pesos, según la Conabip. Parte de esa compra la hicieron con el subsidio de 15.000 pesos que les otorga esa institución dentro del programa Libro%, pero un 20% se concretó con recursos propios que provienen de lo recaudado entre sus socios o por subsidios municipales. Indagar sobre los libros que eligen y la forma en que deciden qué libros adquirir a veces depara sorpresas.

Porque es verdadero asombro el que siente quien se acerca a la Biblioteca de Saavedra, donde la bibliotecaria, Mary, exhibe el estante donde agrupan los libros comprados este año en la Feria, allí hay títulos de Petros Markaris, varios de Murakami, de Carlos Ruiz Zafón, Claudia Piñeiro. Son los mismos socios quienes piden los libros a través de un buzón de sugerencias. Entre los más leídos figuran Las maldiciones de Claudia Piñeiro, Yo antes de ti, de Yoyo Mojes y Offshore de Markaris.

En la Biblioteca Sarmiento de Tandil, atiende el teléfono Elina Monferrer, la bibliotecaria. Para niños, los preferidos son Isol, Anthony Browne, Canela. Los grandes leen mucha novela romántica e histórica. Sus preferidos son los libros de Daniel Balmaceda, Florencia Bonelli, Gloria Casañas, Isabel Allende. Pero también hay lectores asiduos de Le Clézio o Vargas Llosa. Los más pedidos de este año fueron Más allá del invierno de Isabel Allende, Noche de luna larga de Gloria Casañas, Lo que no mata te hace más fuerte de Stieg Larsson, entre otros. La biblioteca tiene varios programas de promoción de la lectura: uno de ellos, el bibliomóvil, en el que recorren la ciudad para leer cuentos, y Lectubers, para adolescentes, que suben sus comentarios a YouTube.

En Chacras de Coria, Mendoza, los bibliotecarios no dan abasto para satisfacer la demanda de sus lectores y hacen un gran esfuerzo por comprar lo más actual. “Es que tenemos lectores que sacan cuatro libros por semana, son jubilados con mucho tiempo libre. Los suecos están de moda: Assa Larsson, con sus novelas de suspenso como Cuando pase tu ira, Sangre derramada o Sacrificio a Molek, y Lina Svensson con la saga detectivesca de La araña y la mariposa y El ángel y el infierno”, cuenta Adriana. Los más pedidos a lo largo del tiempo: Seda de Alejandro Baricco, La noche de la Usina de Eduardo Sacheri, El cerebro argentino de Facundo Manes, Carol y La máscara de Ripley de Patricia Highsmith, además de las históricas y románticas de rigor.

A dos horas de lancha desde la costa de San Fernando, hay una biblioteca muy peculiar, cuyo acervo se especializa en literatura isleña. Es la Santa Genoveva, sobre el arroyo Feliciaria.
“Aquí hay un interés enorme en leer sobre nuestro lugar. También hay muchos lectores de poesía ya que se la fomenta mucho en los talleres de la bibliolancha”, cuenta Marisa Negri. Los libros más pedidos en 2017 son Aguafuertes deltianas de Roberto Arlt, Conquista de lo inútil de Werner Herzog, Aparecida de Marta Dillon, El río de Débora Mundani y Stoner de John Williams, entre otros. Y también los infantiles, Si tuviera que escribirte de Alejandra Correa, Gurí pescador de Osiris Rodríguez Castillo y Piedra, papel o tijera de Inés Garland. En 2007 pusieron en marcha la bibliolancha, con la que recorren los muelles prestando libros y haciendo talleres de escritura, un proyecto en red con bibliotecas de Chiloé y de Colombia. Cuanto más cuentan, más ganas dan de ir a leer allí, con ellos, debajo de un sauce.
La fuerza de las palabras: Una biblioteca sacada de la basura - Bogotá, Colombia

Héroe de la ciudad: Dentro de la campaña publicitaria del desodorante Balance, que consiste en crear una ciudad de ficción, resultó elegido el fundador de "La Fuerza de las Palabras" como héroe de la nueva ciudad, gracias a su labor constante de reutilización de los libros que ya no les sirven a los bogotanos.

Voluntarios:
Estos meses hemos contado con la compañía de estudiantes de último año del Liceo Francés, quienes vienen cada sábado a compartir con los niños, gracias a ellos. Además, contaremos por tres semanas con un ciudadano de Noruega, quién también trabajará como voluntario.

30 abril, Día de los Niños:
El evento fue un éxito, tuvimos alrededor de 28 voluntarios en los barrios Belén (Las Cruces) y La Nueva Gloria, revolucionamos ambos barrios y los 600 niños se fueron pintados, mojados, felices y con ganas de volvernos a ver…aquí la entrega de las fotos de la celebración. Especial agradecimiento a las Peluqueras Asesinas  y a Golden Colombia que nos donó dinero para los materiales.

Hoy:
La Fundación abre las puertas a personas interesadas en trabajar con nosotros de manera voluntaria en campos como las artes plásticas, la literatura, la música. Si eres de otro país y estás pensando venir a Colombia y realizar algo significativo, esta puede ser tu oportunidad de aportarle a la sociedad, no dudes en contactarnos.
….
Red de Amigos de las Palabras: Walter Roca, un peruano amante de los libros, resultó tener una idea similar a la nuestra, esta vez en zona rural de Ayacucho, Perú. Está comenzando una biblioteca comunitaria, consciente de la necesidad de lectura de esta zona. Si quieres ayudarlo (donando libros, ideas) no dudes en contactarlo a octaviuscam@hotmail.com….un soñador más que se une a la causa!





Por Tere García, El País, 1 febrero 2018

Tal y como reza el dicho, el saber no ocupa lugar; y es que el Distrito metropolitano de Çsankaya de Ankara tiene, desde el pasado septiembre, una biblioteca de libros abandonados.

Serhat Baytemur, un joven de 32 años que trabaja en el servicio de recolección de basura en la capital turca, siempre soñó con tener una biblioteca. Al ver la cantidad de libros abandonados en los contenedores, tanto él como muchos de sus compañeros llegaron a plantearse cuál podría ser el volumen de libros que podrían generar para construir una pequeña biblioteca de uso interno. Y fue así como surgió la idea de empezar a almacenar todos los libros abandonados para poder montar una pequeña biblioteca comunitaria, tanto para los trabajadores como para sus familias. Así, el sueño de Serhat podría hacerse realidad, tal y como se explica en Daily Sabah.

La idea de recolectar libros y revistas se convirtió en una tarea que, durante meses, mantuvo a los trabajadores del cuerpo doblemente ocupados: no solo hacían su trabajo, sino que, además, almacenaban y clasificaban de una manera altruista los libros que encontraban en sus rutas. En cuestión de pocas semanas, decidieron dirigirse al alcalde de Çsankaya, Alper Tasdelen, para poder alojar la cantidad de libros que tenían acumulados, ya que el volumen sobrepasaba lo esperado.
Desde la institución municipal, se les cedió un espacio en el barrio de Çsankaya, específicamente en una antigua fábrica de ladrillos que llevaba más de veinte años cerrada, y que actualmente pertenece al Departamento de Sanidad.

Lo que en un principio estuvo pensado para acomodar una biblioteca para los trabajadores y sus familiares, poco a poco fue convirtiéndose en un espacio de interés para vecinos y curiosos, quienes se acercaban al lugar para donar libros, catálogos y revistas. Así es como, en poco menos de siete meses, la biblioteca dejó de ser un espacio solo para los trabajadores y quedó abierta al público convirtiéndose en un nuevo equipamiento cultural.

En la actualidad, hay más de 6000 libros catalogados, desde literatura e historia hasta política y arte. El horario de la biblioteca está pensado para que los 700 basureros del municipio de Çankaya acudan para descansar en sus horas libres leyendo o jugando ajedrez.

Eray Yilmaz, de 20 años, es el encargado de registrar todas las obras que entran y salen de la biblioteca ya que, desde su apertura, el volumen de libros no ha cesado. El impacto de este equipamiento cultural ha sido muy positivo, no solo en lo local, sino también a nivel metropolitano y nacional. Hoy por hoy, muchas ciudades turcas hacen llegar a la recién estrenada biblioteca libros usados; y muchos capitalinos ya tiran en bolsas de plástico los libros, separados del resto de los desperdicios, para facilitar la tarea a los basureros.

A pesar de que este proyecto es un éxito, los responsables no logran entender como aún hay gente capaz de tirar a la basura tal cantidad de conocimiento, y de lo único que se arrepienten es de no haber empezado el proyecto antes.

La biblioteca tiene una zona de lectura, un área infantil, un espacio para juegos de mesa y una pequeña cafetería. Parte de la iluminación está hecha con tubos de cobre, también encontrados en la basura, y las paredes están cubiertas con pósters e ilustraciones. Además, se han puesto en marcha programas de préstamos de libros tanto a particulares, colegios, organizaciones sin ánimo de lucro y centros penitenciarios.

Fruto de la apertura de esta biblioteca de libros abandonados, han empezado a surgir otro tipo de ideas asociadas a la literatura como la de utilizar camiones de basura que funcionen como bibliotecas móviles para visitar escuelas en Ankara, o la creación de rutas musicales promovidas por un grupo de once basureros que hacen música con cubos vacíos y piezas de metal. Todos ellos persiguiendo el espíritu de hallar otras actividades entorno a su trabajo.



El Centro Intercultural A Mano Manaba recibió en 2018 una distinción de la Biblioteca del Congreso de EE.UU., la cual reconoce anualmente a 15 bibliotecas del mundo como mejores prácticas (Best Practices Honorees: Multigenerational Literacy). El centro, de caña guadúa y madera, funciona en la comunidad Don Juan del cantón de Jama, en la provincia de Manabí.

Uno de los principales proyectos de la fundación fue construir una biblioteca comunitaria.

El proyecto lo inició James Maden, un voluntario del Cuerpo de Paz radicado en Don Juan, quien en 2003 organizó en su casa una pequeña biblioteca para los niños de la comunidad. La casa se destruyó en el terremoto de abril de 2016. Decidió cedérsela a la Fundación A Mano Manaba para construir allí un Centro Intercultural que albergara una nueva biblioteca.

La biblioteca está a cargo de Rut Román y Esteban Ponce, una pareja de académicos ecuatorianos que retornaron al país después de varios años de residir en Estados Unidos y se asentaron en Don Juan.

Empezaron usando un burro, como la famosa experiencia del Biblioburro iniciada en 1997 por el maestro Humberto Soriano en Colombia. Domingo llevaba libros en el lomo y sonaba una campana anunciando su llegada. Tres años después construyeron el centro.

La biblioteca tiene más de 4 mil libros y se ha convertido en el corazón cultural de Don Juan. En el centro también se dan clases de arte, manualidades, alfabetización de adultos, taekondo, se da asistencia con tareas escolares y se hace capacitación docente.


A girl at Sokaina Girls School in Gaza paints a crate to be used as a bookshelf. She and her classmates turned an empty classroom into a library using found wooden crates, old tyres and donated books.
By Mohammed Abu Sulaiman (Adolescents Development and Participation programme officer with UNICEF Gaza) with Chris Niles

DEIR AL BALAH CITY, State of Palestine, 18 December 2017 – There are one million children in Gaza, yet hardly any sports fields or playgrounds. And this lack of safe outside play areas especially affects girls. The beach is basically off limits, with terrible sewage pollution. Youth unemployment is over 60 per cent.

In recent years, we have seen young people turn to drugs, a problem that didn’t exist before. And every young person I talk to feels the isolation of our closed borders. They want to be part of the world to learn and share ideas.

Gaza can feel hopeless at times, but a group of schoolgirls have built something truly exciting.

Sokaina Girls School is in Deir al Balah City, in the middle of the Gaza Strip. ‘Deir al Balah’ means ‘Monastery of Palms’. There used to be thousands of palm trees in the area, but today few remain. Now, the city houses several refugee camps. Some 25,000 refugees live in Deir al Balah camp.

The girls of the Sokaina school decided they wanted a library. Most schools in Gaza don’t have one. And those that do usually have a limited range of books.

The students knew that it wouldn’t be easy – they would be challenging social attitudes about what girls can do – but they wanted to prove that they could create a beautiful library inside their school.

A library is born

UNICEF gave the girls seed funding of US$300, and they went to the market to buy books. They had never been to the market before. Every day they would travel only between home and school.

“It’s unusual in Gaza for adolescent females to go to the market alone and collect boxes and interact with shopkeepers,” said Marah, one of the 40 students who collected books and built the library.
Unfortunately, when they got there, the girls realized that US$300 would buy barely 30 books and would leave nothing for shelves and seats.

They came up with another solution. In an empty classroom, they built shelves from wooden boxes and seats from old tyres. Then they asked several NGOs for donations and received 500 books. Early this year, their library was born.

Today, the library at Sokaina school is open six days a week for all students. Sokaina, like most schools in Gaza, operates double shifts of classes to make up for a shortfall of 232 schools. The Education Ministry has supported the girls’ initiative by providing tables, chairs and more books. And the girls have organized a committee to manage the library and keep adding to their collection.

A personal story


This is a personal story for me, because UNICEF and books helped me turn my life around when I was a teenager.

I grew up in a very poor neighbourhood and left primary school with 51 stitches in my head from 17 altercations. Violence was never far away. Sometimes I was the trouble maker and sometimes I was the victim – where I lived, you had to defend yourself.

My life changed when I was 15 and started secondary school. For one thing, it was the first time I’d met girls face to face. I was also rescued because I went to an adolescent-friendly space where I met educated people who were reading Marx and Dostoyevsky. When somebody asked me the title of last book I had read, I didn’t have an answer.

So I began reading every day and every night. After six months, I started to express my opinions and ideas, and it was an amazing moment – people smiled and enjoyed what I was saying and I started to build my confidence. Seven years later, I started working for UNICEF, which was a dream for me.
And reading did it all. When you read, you know more, and you think more deeply. It’s especially important in Gaza, where we are cut off from the world. Where can young people get their ideas from? The threat of violence is never far away. But a book can change minds and beliefs.

Reading is the basis of choice

I was one of the lucky ones given the opportunity to develop my ideas and skills and make informed decisions. But the vast majority of the more than 430,000 adolescents in Gaza do not have this opportunity. By supporting young people to dream and put their ideas into action, we help them keep hope alive.

The project the girls pulled together is part of a larger programme helping bring hope to adolescents. In 2016, UNICEF began a project in 11 schools involving 1,200 high school students aged 14–16. UNICEF has trained students in skills such as communication, critical thinking, creativity, action research, leadership and civic engagement. We have encouraged them to brainstorm projects that would improve their lives.

Engaging in the project, the girls in Sokaina had the courage to go out and do something they’d never done before and to create something unique. Other young people in the programme are coming up with different initiatives. In Gaza, we have thousands of adolescents with thousands of ideas.

“It is really an amazing programme, I learned that nothing is impossible, and that I can challenge and win. I just need to think, plan, advocate,” said 15-year-old Haya Al Kurdi. “This experience taught me that I can be who I dream to be.”

It’s more important than ever to allow more young people in Gaza to lead, learn, and have the opportunity to develop their minds and put their great ideas into practice. Sometimes in Gaza we can be good at telling people what to do and what not to do. But when you create a library and you give people the chance to read two sides of an argument, you have a choice about what to think. Reading is the basis of that choice.

Near unlivable

In the State of Palestine, UNICEF helps 18,000 disadvantaged adolescents develop their skills through life skills, civic engagement, sports and entrepreneurial initiatives. The library initiative is a UNICEF project implemented in partnership with Al Nayzak Organization for Supportive Education and Scientific Innovation and was funded by Al Fakhoora, a programme of the Education Above All foundation supported by the Qatar Fund for Development.

Nonetheless, the environment of Gaza is deteriorating to such an extent that the United Nations believes it could be unlivable by 2020. We live trapped in such a small area – about 45 km long and between 6 to 14 km wide. It’s been 10 years since people and goods could move freely in and out. We have lived through three wars in that time. Water is scarce, but the needs and the pollution are huge, which means our water aquifer is being depleted at a rate that is causing irreparable damage.

Electricity cuts of up to 20 hours a day mean that raw sewage is pumped into the sea and the stench fills whole neighbourhoods. People are poor, and this grinding poverty just keeps getting worse. Parents live day to day trying to keep hope alive for their children, but fearful they will not be able to keep going.

I mentioned that Gaza could be unlivable by 2020. But I don’t believe it’s only environmental. It’s also the mentality of people, the slow grinding loss of hope as they see each day things getting a little bit worse. Everyone needs hope, especially young people. If hope dies, in any place, then there is always the risk of young people turning to risky behaviour and even violence.

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Basura, cultura ciudadana y calidad de la educación


Fotos: diarios ecuatorianos

Casi todo el mes de diciembre, y sobre todo después de la Navidad, Quito fue inundada por la basura. Las autoridades municipales explicaron que gran parte de la flota de camiones recolectores estaba en mal estado. Indignada, la ciudadanía reclamó por todos los medios. Las redes sociales se llenaron de fotos, de pedidos, de insultos. 


Diciembre sacó sin piedad a flote - en imágenes, en olores, en negligencias, en actitudes - el drama sanitario y social de la basura, y la falta de cultura ciudadana en torno a ésta.

Primero fueron las Fiestas de Quito, a inicios de mes, que - como es usual - dejaron un reguero de basura en calles, parques y plazas.

A continuación, la temporada navideña aportó lo suyo, el desperdicio de comida y de papel tan propio de estas fiestas, y la omnipresencia del plástico agravada por las compras, las comilonas y los servicios de delivery a hogares y oficinas. Con los recolectores rebosantes, la gente empezó a dejar las bolsas en cualquier lugar. Los perros hicieron de las suyas.

Las falencias de la recolección municipal ocuparon el centro de las preocupaciones, dejándose de lado el análisis de los muchos y variados problemas asociados a la basura: consumismo, despilfarro, problemas de convivencia y de colaboración, falta de información y de educación, cortoplacismo en la mirada y en las soluciones, desdén por el tema ambiental.
 

Ya cerca de los festejos de fin de año se reactivó la recolección municipal. La basura empezó a desaparecer de la vista pública, al menos en los sitios más visibles de la ciudad. ¿A dónde va y fue a parar el chiquero quiteño y qué impactos tiene y seguirá teniendo sobre el medio ambiente? Superado el problema coyuntural, y ante el desfile de nuevos problemas, desaparecieron las preguntas, los reclamos, los editoriales sobre el drama de la basura, y pasamos a otra cosa.

La encuesta del Latinobarómetro 2017 reveló que
32% de los latinoamericanos decía que "no existe el problema del cambio climático".  El Ecuador - que se precia de tener la primera Constitución (2008) que reconoció derechos a la naturaleza - resultó puntero en la región, con 55%. ¿Quiénes son los responsables de informar y educar a la población sobre el tema ecológico, el cuidado del medio ambiente y, específicamente, el manejo y reciclaje de la basura?

Se ha reiterado que la calidad de una sociedad se percibe en el cuidado y el trato que ésta da a los niños y a las personas mayores. Falta decir que, hoy en día, la calidad de una sociedad se percibe también en la manera en que ésta se relaciona con el cuidado del medio ambiente.

Una ciudadanía que desconoce la problemática y los impactos del cambio climático, que sigue consumiendo sin conciencia ecológica y social, que permanece indolente frente al daño que causa el plástico al planeta, que sigue desperdiciando comida a vista y paciencia de todos, requiere con urgencia información, comunicación y educación. Es claro que los principios básicos del Buen Vivir - armonía con uno mismo, con los demás y con la naturaleza - están lejos de asumirse en la sociedad ecuatoriana, más allá de haber sido incorporados a la nueva Constitución. 


Para saber más

» Latinobarómetro 2017 F00006433-Inflatinobarometro2017(1).pdf

"Creo que Paulo [Freire] habría disfrutado mucho conociendo escuelas, aulas y bibliotecas finlandesas"


Foto: Revista Plan V, Quito

Uno de los temas que más movimiento genera en las redes sociales es Finlandia. En 2015 hizo una visita de estudios que luego desarrolló en su blog. Por otra parte siempre la hemos considerado en Formación IB una de las herederas más directas del pensamiento educativo de Paulo Freire. Suponga que Freire le hubiera acompañado. De todo lo que pudo ver, ¿qué es lo que más le hubiera gustado?, ¿y lo que menos?

Creo que Paulo también habría sido un admirador de la educación finlandesa y posiblemente por las mismas razones. Primero, el país: un país altamente equitativo, con indicadores envidiables en todos esos frentes considerados importantes, no solo económicos sino sociales (derechos humanos, corrupción, equidad de género, trato a los niños, innovación, transparencia, etc.). Luego, su educación: una educación democrática, respetuosa de los profesores y de los alumnos, con gran autonomía de escuelas y profesores, basada en la confianza, que privilegia la equidad sobre la excelencia y la colaboración sobre la competencia. Alto profesionalismo entre docentes, autoridades, decisores de políticas. Un sistema educativo en permanente cambio y aprendizaje. Una educación que pone en el centro cuestiones como la lectura, la música, las artes, la actividad física, el contacto con la naturaleza, el placer de aprender. Pedagógicamente, lo más alejada de una ‘educación bancaria’ que uno puede encontrar en la actualidad.

Creo que Paulo habría disfrutado mucho conociendo escuelas, aulas y bibliotecas finlandesas.

Francamente, no sabría decir qué es lo que no le habría gustado.

Siguiendo con Finlandia. Siempre la vemos responder a los tuits que mencionan la eliminación de las asignaturas en ese país. ¿Cuál es la situación real?


No es cierto que Finlandia ha eliminado las asignaturas. Fue una de las preguntas que le hice a Irmeli Halinen, responsable de la política curricular, cuando me reuní con ella en Helsinki. Me dijo que le toca a menudo responder a esta pregunta y que, efectivamente, se trata de un malentendido. Se inició en el Reino Unido y luego se difundió a otros países. Yo lo leí en fuentes españolas.

Lo que viene proponiendo Finlandia dentro de la reforma curricular de la educación básica, en marcha, es la adopción de lo que llaman ‘phenomenon-based learning’ (PBL). Así aclaró la Junta Nacional de Educación: “Para cumplir con los desafíos futuros hemos puesto el foco en competencias transversales (genéricas) y en el trabajo entre asignaturas escolares. Se pone el acento en prácticas colaborativas en el aula, en las que los estudiantes puedan trabajar con varios profesores simultáneamente durante los períodos de estudio de proyectos basados en fenómenos. Los estudiantes deben participar cada año en al menos uno de estos módulos de aprendizaje multidisciplinario. Estos módulos se diseñan e implementan a nivel local. El currículo también establece que los estudiantes deben involucrarse en la planificación".

Los finlandeses tienen claro que eliminar las asignaturas sería un salto en el vacío, que implica reorganizar todo el sistema y que tomaría mucho tiempo. En Finlandia tienen la buena costumbre de experimentar antes de generalizar, de ir despacio en los cambios que se proponen al sistema, y de hacerlo en consulta con los profesores.

Dejemos Finlandia y vayamos a América Latina. Nos gusta mucho la defensa que viene haciendo en las redes de las escuelas unitarias y su enorme valor. No queremos buscar una amplia respuesta que se puede ver en su blog. Simplemente nos gustaría saber la principal razón para defender (y apoyar) a estas escuelas.


Las escuelas unitarias - también llamadas multigrado, unidocentes o bidocentes - están demonizadas en nuestros países. Se las considera, y a menudo son, escuelas pobres para pobres. Y lo son porque se las deja libradas a sí mismas, abandonadas. Lo que no se dice o no se sabe es que puede haber escuelas multigrado de calidad e incluso sistemas educativos multigrado de calidad, si se les ofrece condiciones adecuadas. Es el caso del programa Escuela Nueva, en Colombia, que conozco y sigo desde hace mucho, y sobre el cual he escrito. Escuela Nueva sigue siendo galardonada a nivel internacional.

Las escuelas multigrado son mayoritarias en zonas rurales de muchos países en América Latina. En el Ecuador siguen constituyendo hoy más de la mitad de los planteles educativos públicos del país. No es pues cuestión simplemente de cerrarlas, como se pretendió hacer en el Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa. Se trata de asumir el multigrado como un subsistema y una política específica, que requiere atención y especificidad en todos los planos: organizativo, administrativo, curricular, pedagógico, capacitación docente, materiales, etc.

En Estados Unidos y otros países del norte hay un movimiento de recuperación de las escuelas unitarias (One Room Schools). Algunas cuestiones que, en su momento, se vieron como no deseadas o como complicadas de manejar, hoy se ven como positivas y útiles, por ejemplo: la convivencia de alumnos de distintas edades en la misma aula; el aprendizaje entre pares; el aprendizaje colaborativo; el aprendizaje autónomo; las metodologías autoinstruccionales, etc.

Otro tema candente en la educación de hoy es la cada vez mayor presencia de las tecnologías en la educación. Nosotros vemos dos posibles enfoques, los que ven las tecnologías como una herramienta y otros que ven la tecnología como un entorno social que invade la vida personal social y personal del mundo. En su opinión ¿qué debería representar las TIC en la educación?


Las TIC tienen ambos lados, el bueno y el malo. Aprender a aprovecharlas bien, sensiblemente, es el gran desafío, tanto en el entorno escolar como en el familiar y social. Las tecnologías pueden aportar, desde varios ángulos, a mejorar las condiciones de enseñanza y de aprendizaje: impulso de la innovación, de la educación a distancia, de la autonomía en el aprendizaje, del aprendizaje personalizado, de nuevas soluciones para la educación especial, etc.

En América Latina y en otros lados ha habido muchas malas decisiones en el campo de las tecnologías y de su aplicación a la educación y los aprendizajes: espejismos, improvisación, despilfarro, reiteración de los mismos errores.

Finlandia me sorprendió por el buen criterio y el buen uso de las TICs en la educación. Han cometido errores, también, pero los reconocen y están alertas para no volver a repetirlos. Son capaces de ver pros y contras, de debatir, de adoptar posiciones flexibles y provisionales, de no obnubilarse con las TIC.

Uno de los temas que más sale en el debate educativo político y mediático es PISA. En su blog escribió un post titulado STOP PISA. ¿Nos podría decir su opinión sobre este estudio comparado?


Las pruebas PISA pasaron a convertirse en criterio central para definir la calidad de un sistema educativo e incluso la calidad educativa de un país. Esto es absurdo. Ninguna prueba, por sí sola, permite sacar esas conclusiones. Estas pruebas evalúan cada tres años a estudiantes de 15 años en tres áreas (lenguaje, matemáticas, ciencias). No cubren todas las áreas del currículo, no cubren todo el sistema educativo, no dan cuenta de los aprendizajes adquiridos fuera de éste, ven resultados sin procesos.

PISA se ha convertido en una pesadilla para los ‘países en desarrollo’. Los países latinoamericanos participantes en PISA vienen ubicándose sistemáticamente a la cola; las mejorías son mínimas, inestables y muy lentas. Nos dicen que los “rezagos” son enormes, que a cada país le faltan 30, 50 y más años para “igualarse” con los ‘países desarrollados’. Cada tres años se repite el bombazo. ¿Qué sentido tiene una competencia de este tipo, condenada por default al fracaso?

La propia noción de que todo se reduce a una carrera de los que van atrás por igualarse con los que van adelante, es cuestionable. Es la clásica visión del ‘desarrollo’ en perspectiva homogénea y lineal. Los “jóvenes de 15 años” tienen diferencias enormes en el mundo, igual que sus realidades, intereses, necesidades. Un joven que vive en zona rural y uno que vive en zona urbana, un latinoamericano y un europeo, uno que tiene acceso a internet y uno que no lo tiene, uno pobre y uno rico, tienen saberes y necesidades básicas de aprendizaje muy diferentes aunque todos ellos tengan 15 años de edad y compartan el siglo XXI. Además, la concepción occidental de la educación difiere sustancialmente de otras concepciones basadas en otras visiones del mundo y en otras premisas.

La OCDE y sus pruebas estandarizadas ponen la evaluación en el centro e instauran una dinámica que conduce a gobiernos y planteles obsesionados con puntajes y rankings, antes que preocupados con los aprendizajes y con la satisfacción de los estudiantes. Se instala fuertemente la lógica de la competencia, del estudiar para la prueba, del aprender para aprobar.

La OCDE ha pasado a convertirse en un macro organismo de asesoría educativa mundial, que dicta políticas, plazos, estrategias, modos de hacer las cosas, a las que se someten de manera directa los países que participan en PISA. Ahora se ha agregado, además, PISA para el Desarrollo, una nueva iniciativa de la OCDE para atraer a los países de ingresos medianos y bajos. Hay nuevos países ingresando a PISA, otros empiezan a tener dudas y a expresar cuestionamientos, unos pocos se resisten y son acusados de tenerle miedo a la evaluación.

Las voces críticas de PISA vienen multiplicándose. También en América Latina. Por razones diversas. Yo soy una de esas voces críticas.

"La calidad de la educación empieza con el buen trato" (entrevista)

Entrevista con el periodista Gustavo Valencia
de Radio Splendid - Cuenca, Ecuador, 17 octubre 2017
Foto: Fiscalía Ecuador

P
: En el Ecuador se ha venido debatiendo en los últimos tiempos acerca del modelo educativo, sobre todo desde el cambio de gobierno. El gobierno ha tenido la intención de hacer cambios en la educación. Entre ellos se mencionó en algún momento un convenio de cooperación con Finlandia a fin de mejorar la calidad educativa. Finlandia se convirtió en estrella mundial de la educación a raíz de las pruebas internacionales PISA en el año 2000.

Queremos tener los criterios y la visión de Rosa María Torres, con toda su experiencia, sobre el momento que vive el Ecuador en educación. Hay posiciones que dicen que hemos retrocedido en los últimos 10 años.

Rosa María Torres: En los 10 años de «revolución educativa» (2007-2017) hubo un avance innegable que fue recuperar la gratuidad de la educación pública, desde la educación inicial hasta la superior, incluyendo a esta última.

El derecho a la educación implica gratuidad, calidad y equidad. En calidad nos falta avanzar mucho. La calidad en educación es un tema complejo. La calidad empieza con el buen trato. En una buena educación los alumnos - niños, jóvenes, adultos - se sienten contentos, respetados, sin miedo.

En esto el Ecuador tiene claramente un problema, un problema de violencia en la sociedad, en la familia, en el sistema escolar, en la vida diaria. La violencia abarca cuestiones tan delicadas y brutales como el abuso sexual en las escuelas.

En el Ecuador la violencia contra los niños en la última década aumentó 9 puntos. No solo no cedió sino que empeoró. La sociedad ecuatoriana no respeta a los niños. Hay maltrato infantil en el hogar, en la escuela, en todo lado. El Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños ha criticado la alta prevalencia de violencia sexual, física y psicológica contra niños y niñas en el Ecuador y ha urgido a adoptar una legislación que penalice el castigo físico en todas sus formas.

No podemos hablar de «educación de calidad» cuando niños, niñas y adolescentes son maltratados, acosados, abusados por los adultos que se supone tienen que cuidarles, protegerles y educarles. 882 denuncias de abuso sexual en 2014-2017 fueron cifras oficiales del Ministerio de Educación. UNICEF dice que ésta es una cifra que debe estar subestimda pues la mayoría de casos no se denuncia.

La violencia es tema central y sin embargo no suele mencionarse cuando se habla de calidad en educación. En el Ecuador calidad viene asociándose con inversión, infraestructura, tecnologías, capacitación docente. Pero la calidad se juega sobre todo en las relaciones, en el buen trato, el clima del aula, el clima escolar. Si reconocemos esto, debemos reconocer que en el Ecuador estamos lejos de una educación de calidad.

Se ha avanzado en equidad, pero estamos lejos de resolver las inequidades, la justicia educativa con los más vulnerables: zonas rurales, indígenas, niñas y mujeres, los más pobres, las personas mayores. Sigue habiendo grandes brechas entre urbano y rural. Y entre indígenas y no-indígenas. Los alumnos indígenas en educación básica siguen teniendo rendimientos escolares más bajos que los alumnos no indígenas, según revelan las pruebas aplicadas por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO en todas las áreas evaluadas. Esto no quiere decir que los niños indígenas son tontos sino que el sistema escolar no responde a las realidades y necesidades de los grupos indígenas.

P: La calidad de la educación empieza con el buen trato, dice usted. Sin embargo, buen trato significa para muchos construir escuelas del milenio, edificios. Haber crecido en los últimos años en violencia, ¿a qué obedece?

Rosa María Torres: El sistema educativo en nuestro país muestra altos índices de violencia porque la sociedad tiene altos índices de violencia. Hay autoritarismo en la escuela porque hay autoritarismo en la cultura doméstica, en la cultura social, en la cultura política. Un sistema educativo es reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Se comete un error al aislar el sistema educativo del sistema social y del sistema político. Hay profesores castigadores, acosadores y violadores, pero los principales abusadores de los niños están en la propia familia y entre personas cercanas, según muestran los datos. Entonces, es preciso trabajar con toda la sociedad, con los valores, creencias y prácticas que se reproducen en la familia, en la comunidad, en  todo lado.

En una matriz cultural autoritaria como la del Ecuador es difícil generar pedagogías amables que practiquen el diálogo, el respeto por el alumno que es consustancial a la buena pedagogía. En un marco autoritario florecen las pedagogías autoritarias en las que el profesor sigue reinando, es el que habla, el que sabe, el que manda, el que sanciona. Los alumnos no son escuchados, sus criterios no son tenidos en cuenta. A pesar de que existen instancias formales de participación estudiantil, los alumnos no tienen voz ni son consultados cuando se toman decisiones sobre la educación. En la cadena educativa, el menos escuchado es el alumno.

Venimos de una década autoritaria de «revolución ciudadana». La «revolución educativa» fue una reforma autoritaria, de arriba para abajo, sin consulta social. La educación no se cambia con leyes y decretos; se cambia con participación social, con diálogo, con respeto, con acuerdos, con consensos.

P: Totalmente de acuerdo. Es evidente cómo en estos 10 años se sembró violencia, se sembró este tipo de reacciones en los centros educativos.

En lo que hace a la malla curricular, también hay quejas. Hoy, en uno de los medios se lee: Más cultura física y menos ciencias se da en escuelas. Se dice que eso les resta posibilidades a los estudiantes cuando van a rendir exámenes para ingresar a la universidad. ¿También hay errores en la malla curricular?

Rosa María Torres: Hay un pecado original en los currículos escolares en todo el mundo: son tremendamente cargados. Hay esta visión enciclopédica de la educación que cree que educar consiste en meter información en la cabeza de los estudiantes. Esta visión de la educación genera este tipo de currículos. Currículos abultados, que obligan a los profesores a correr y a rellenar. El objetivo es cumplir con el programa de estudios, no asegurar que los alumnos aprendan.

Aprender implica comprender. Si no hay comprensión profunda, no hay aprendizaje. Y no se puede comprender cuando se va corriendo. El aprendizaje toma tiempo, y tiempo es lo que no se tiene en los sistemas escolares.

Sabemos hace tiempo que ésta no es la manera adecuada de enseñar. Pero seguimos lejos de las reformas curriculares y pedagógicas que serían necesarias para construir un sistema educativo orientado hacia el aprendizaje. 

Usted mencionó Finlandia. La educación finlandesa es un modelo no porque saca buenas notas en PISA sino porque hace bien muchas cosas, a menudo al revés de lo que hacemos en nuestros países. Una de esas cosas es el manejo del tiempo escolar. Otra: la importancia dada al ejercicio físico, al movimiento. Hoy incluso están quitando de las aulas mesas y sillas, para que los estudiantes se muevan mientras aprenden. El aprendizaje se da mejor cuando hay movimiento, no cuando se está clavado en un asiento, sobre todo si uno es niño.

En Finlandia hay 15 minutos de recreo después de cada clase. No están preocupados por cuánta materia meten en las cabezas. Están preocupados por el aprendizaje y por el bienestar de los alumnos. El programa Escuelas Finlandesas en Movimiento (Finnish Schools on the Move) busca que los alumnos rompan con el sedentarismo y se muevan. No solo en la clase de Educación Física sino mientras aprenden todas las materias. El movimiento es uno de los últimos secretos de la educación finlandesa.

En el Ecuador seguimos pensando mal. Ajuste curricular se entiende ve como agregar o quitar tiempo a determinadas materias, agregar o quitar materias. Hay que repensar el currículo integralmente.

El arte es importante en la vida y en el aprendizaje. Necesitamos más música. Vuelvo a Finlandia: la música está en el centro del currículo. Fui hace dos años a Finlandia en visita de estudio. Si ud. entra a una escuela, a un aula, va a encontrar siempre instrumentos musicales. Y en muchos planteles, aulas especiales y auditorios para hacer música. Todo estudiante aprende a tocar un instrumento musical. Hoy sabemos que aprender a tocar un instrumento modifica el cerebro.

Estos son algunos de los grandes temas de reforma educativa que necesitamos discutir en el Ecuador. Cuánto arte, cuánto más movimiento, cuánto más tiempo de juego, de esparcimiento, de descanso, para alumnos y profesores necesitamos en la escuela. No solamente para los niños pequeños sino también para los más grandes, para adolescentes y jóvenes.

La «educación sentada» de cinco o más horas diarias ya no puede ser. Y es la que seguimos teniendo. Incluso dentro de las nuevas infraestructuras, la educación no ha cambiado. En las Unidades Educativas del Milenio la pedagogía convencional no cambió. Y en la pedagogía está la clave de la calidad de la educación, la clave de la satisfacción y del amor por el aprendizaje que necesitamos desarrollar entre los estudiantes.

Repenser el currículo implica obviamente otra clase de formación docente. Encontré hace poco algo muy lindo. Decía que el buen docente tiene despierto su niño interior.  Los adultos necesitamos despertar el niño interior, recuperar el juego, la curiosidad, la alegría, la espontaneidad, el sentido de aventura, el movimiento, el dibujo, la pintura, el arte...

Necesitamos que los docentes desarrollen para sí mismos otra clase de aprendizaje, para que puedan revolucionar la pedagogía. Si seguimos aplicando una pedagogía convencional con los profesores, esa es la pedagogía que ellos seguirán aplicando en sus aulas. Se sigue formando a los docentes con clases expositivas, cursos interminables, teoría sin práctica, autores sueltos. Si no hay un cambio radical en la pedagogía de la formación docente, no puede haber un cambio radical en la pedagogía escolar.

P: Finlandia no puede haberse equivocado y lo ha demostrado. Es verdad: uno aprende más jugando. Si un estudiante de cualquier edad permanece tantas horas sentado termina dormido o perdiendo la atención. Ni disfruta ni aprende. ¿Qué tiempo nos tomaría hacer una verdadera revolución educativa?

Rosa María Torres: Me alegra que lo que estoy diciendo le motive a pensar de otro modo la educación. Estamos atrapados en preguntas viejas. Hay que repensar la educación integralmente. En el Ecuador hay o ha habido asesores finlandeses, pero es difícil darse cuenta. No se ven cambios que vayan en la dirección de cuestiones claves que puede enseñarnos Finlandia. El Ecuador y Finlandia están muy lejos en sus respectivos modelos educativos.

Lo interesante es que Finlandia, pese a sus logros, sigue haciéndose replanteamientos de fondo en la educación. A pesar de que tiene muy buenos resultados en las pruebas internacionales, Finlandia está siempre insatisfecha. Ahora mismo están haciendo una reforma del currículo de la educación básica. ¿Sabe para qué? Lo que quieren es que los estudiantes sean más felices en la escuela, no que saquen mejores notas en PISA. El objetivo es que aprendan con gusto y con sentido, que lean más y que recuperen la lectura por placer, que está disminuyendo sobre todo entre los varones. Los finlandeses están preocupados porque los estudiantes están leyendo menos. Están fascinados - como en todo lado - con las tecnologías, los videojuegos, etc. Están dejando de salir afuera, están quedándose más encerrados en la casa. 

En el Ecuador la inquietud en torno a la lectura es inexistente. Durante los 10 años de «revolución educativa» no hubo un plan para promover la lectura. El Ecuador es uno de los países que menos lee en América Latina. Y sin embargo no hubo en esta década esfuerzos por promover la lectura, no solo en el medio escolar sino en la sociedad.

Sin una revolución en la lectura no se puede cambiar la educación. Porque una persona educada no es solo una persona escolarizada. Completar la educación básica, completar el bachillerato, no es suficiente. Una persona puede terminar el bachillerato pero si no lee no está preparada para el resto de la vida. La lectura es el instrumento por excelencia del aprendizaje a lo largo de la vida, del aprender a aprender. Saber leer, y leer por gusto, es la clave del aprendizaje autónomo.

El ecuatoriano promedio no lee mientras está estudiando y tampoco lee una vez que deja de estudiar y da por concluido un determinado ciclo o nivel.

P: Le he puesto mucha atención a lo que nos está diciendo. Haciendo un comparativo, Finlandia suena más a libertad. Libertad para pensar, para razonar. Nos falta hacer un cambio muy fuerte.

Rosa María Torres: El cambio requerido es un cambio cultural, no solo educativo. ¿Cómo hacer que un maestro recupere y eduque su niño interior? Necesitamos otra clase de formación docente. Desarrollar la lectura por placer entre los propios profesores es un objetivo fundamental. Un profesor que no lee y que no aprecia la lectura no puede enseñar a sus alumnos el gusto por la lectura. Una sociedad que no lee y que no aprecia la lectura no provee estímulos para que alumnos y profesores lo hagan.

Tenemos en el Ecuador personas mayores de 15 años que no leen ni un libro al año. Entre ellos, obviamente, están muchos profesores. Profesores que ni leen ni escriben. Antes tenían la justificación de la falta de tiempo y de dinero, porque debían trabajar en varios planteles para ajustar un mínimo salario. Hoy el salario docente permite dedicación exclusiva a la docencia.

Un profesor que no lee es un problema. Necesitamos empezar por educar a los profesores en la lectura. En general, el gusto por la lectura se desarrolla en la infancia; los buenos lectores, las personas que aman la lectura, generalmente descubrieron en la infancia el placer de leer. Puede desarrollarse más tarde, pero es más difícil. No imposible.

Nuestros sistemas escolares siguen matando el placer de la lectura en vez de ayudando a construirlo. Cuando un profesor manda a un alumno a leer o a escribir como castigo, le está dando un mensaje contraproducente. ¿Cómo hacemos para que el sistema escolar desarrolle el gusto por la lectura en vez de el disgusto por la lectura? Ese es un cambio curricular y pedagógico fundamental.

¿Cuántos de nuestros estudiantes pueden decir que el colegio les desarrolló el gusto por aprender? En general, los estudiantes son obligados a aprender. El actual énfasis sobre las pruebas refuerza la idea y la práctica del aprendizaje como obligación. Hay que aprender para la prueba, para pasar la prueba, para obtener el mejor puntaje posible, no por el placer de aprender. Ese aprendizaje casi nunca es tal. Lo que se "calienta" para la prueba se olvida al día siguiente. El estudiante aprende a cumplir con rituales y normas que le impone el sistema educativo.

Las bibliotecas no fueron integradas a la «revolución educativa». Bibliotecas y sistema educativo van cada cual por su lado. Las bibliotecas siguen siendo museos. Pocos las visitan y frecuentan.

Otro de los secretos de la educación en Finlandia es que son dos los sistemas que están colaborando de manera estrecha, además de la familia: el sistema educativo y el sistema de bibliotecas. Ambos dependen del mismo ministerio, el Ministerio de Educación y Cultura. No hay, como en el Ecuador, un ministerio de cultura. Lectura y bibliotecas son parte de la política educativa. La red de bibliotecas es una de las más grandes y mejor organizadas del mundo. Muchos estudiantes salen del colegio y van a la biblioteca cercana a leer, a estudiar, a escuchar música, a jugar, a pasar un buen rato. La biblioteca les ofrece actividades placenteras. Familias completas van los fines de semana a la biblioteca, como una opción de esparcimiento familiar, con actividades para todas las edades.

Colombia, nuestra vecina, tiene un sistema de bibliotecas avanzado, espectacular.

En el Ecuador se lanzó hace poco un plan de lectura centrado en el libro. Pero las bibliotecas y la cultura de uso de la biblioteca no se están desarrollando.

Yo veo en Finlandia cosas extraordinarias que no tienen que ver solo con el dinero o con el nivel de desarrollo del país. Finlandia empezó su revolución educativa y su revolución cultural hace cinco décadas. Si nosotros no empezamos ahora, y si no empezamos en la holgura económica que hubo durante la década pasada, ¿cuándo vamos a empezar?

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