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Alternativas dentro de la educación formal: El programa Escuela Nueva de Colombia

Rosa María Torres
Foto: Fundación Escuela Nueva

In English: Escuela Nueva: An innovation within formal education (Colombia)
Este artículo sobre Escuela Nueva de Colombia lo escribí en 1991, cuando el programa, iniciado en 1975, ya era conocido internacionalmente como un programa de escuela multigrado de calidad. Lo escribí mientras trabajaba como asesora en la Sección Educación de UNICEF en Nueva York y a raíz de una visita de estudio que hice a Escuela Nueva junto con una delegación del gobierno ecuatoriano. Fue publicado en 1992 en la revista Perspectivas de la UNESCO.

Mucha agua ha corrido desde entonces. El programa Escuela Nueva se mantiene en pie después de más de 40 años. Gran parte de las escuelas rurales de Colombia son escuelas multigrado, según la ministra Yaneth Giha Tovar (2017). El Ministerio de Educación sigue ofreciendo y desarrollando el programa, entre otras Modalidades Educativas Flexibles, al igual que la postprimaria rural. Aquí, en las zonas rurales, donde se inició, mostró su potencial y logró gran impacto, el programa ha tenido altibajos y desgaste, entre otros dadas las difíciles condiciones de la prolongada guerra en ese país.

Vicky Cobert, una de las iniciadoras e impulsoras del programa Escuela Nueva, creó en 1987 la Fundación Escuela Nueva, a fin de llevar el programa a las zonas urbanas, con el nombre de Escuela Urbana Activa. El modelo se ha llevado a 19 países - con distintos grados de éxito - y ha ganado numerosos premios internacionales. Como señala ella en recientes entrevistas, EN es hoy más conocida fuera que dentro de Colombia.

"Luego de la descentralización que hubo en el país en los años 90 la gente se empezó a concentrar más en lo administrativo y se olvidó de lo pedagógico. Muchos docentes de trasladaron a otros lugares, los nuevos no fueron capacitados, llegó mucho material a escuelas donde no había personas capacitadas, entonces todo se comenzó a descuadernar. Fuimos política nacional, luego esto comenzó a decaer. En este momento estamos de nuevo hablando con los nuevos gobernadores. Actualmente estamos haciendo un trabajo enorme con el Ministerio de Educación Nacional llegando a más de 4.500 docentes, pero no es suficiente." (Entrevista con  Palabra Maestra, 13 dic. 2016)

Reproduzco aquí aquel artículo que escribí en 1991 (con unas pocas ediciones, agregando algunos links y referencias bibliográficas recientes, al final), el cual da cuenta del nacimiento y la trayectoria inicial de EN y discute cuestiones relacionadas con su supervivencia, expansión y potencial replicabilidad en otros contextos.

Pese a que la escuela unidocente o multigrado sigue teniendo gran vigencia en el mundo y especialmente en América Latina, ésta sigue invisibilizada, incomprendida y dejada de lado. Hoy, como entonces, EN de Colombia tiene mucho que aportar en este terreno.

INTRODUCCION

El programa Escuela Nueva (EN) de Colombia se ha convertido en re­ferente a nivel internacional. UNESCO, Banco Mundial y UNICEF, entre los principales organismos, han apoyado el programa, promocio­nándolo y recomendándolo como experiencia modelo. La UNESCO ha dicho que "constituye una experiencia de valor internacional innegable". El Banco Mundial afirma que sus lecciones "merecen diseminar­se ampliamen­te entre los planificadores de la educa­ción y los encargados de la adopción de po­líticas en el mundo en desa­rrollo". Misiones de estudio y observación pasan por Colombia para conocer esta experiencia. Varios países se intere­san en la posibilidad de replicarla, dentro y fuera de la región. [i]

¿Qué hace de EN una experiencia destacada?. En térmi­nos generales:

1) el propio hecho de ser EN una innovación y una alternativa dentro del sistema educativo formal,
2) el proceso largo de maduración y desarrollo en el que ésta ha venido configu­rándose,
3) la visión sistémica de la propuesta,
4) el peso puesto sobre el componente curricular y pedagógico, como eje en torno al cual se articula el sistema, y
5) los resultados efectivos que viene mostrando el programa.

Analizaremos, en lo que sigue, estos cinco puntos, en sus fortalezas y debilida­des, concluyendo con algunas consideraciones acerca de las posibilidades de replicabilidad de EN en otros contextos.

1. ESCUELA NUEVA: UNA ALTERNATIVA DENTRO DE LA EDUCACION FORMAL

Muchos creen que EN es un pro­grama de educación no-formal e incluso un programa no-gubernamen­tal. Pero no es así. Quizás el mayor mérito y el elemento más inspirador de EN consista precisamente en que no se trata de una alternativa a la educación formal ni a la educación estatal sino de una alternativa dentro de los parámetros de la educación formal y la educación pública.

En el campo educativo, lo innovador y lo alternativo tienden a asociarse con educación no-formal. A ésta se le atribuyen una serie de virtudes, por oposición a los defectos que a su vez se le atribuyen a la educación formal. Es así como se ha construido la lista conocida de pares opuestos: inflexible/ flexible, vertical/horizontal, monólogo/diá­logo, irrelevante/ relevante, acrítica/ crítica, auto­ritaria/ participativa, divor­ciada de la realidad/ vinculada a la realidad, separada de la comunidad/ integrada a la comunidad, etc.

No obstante, ni la educación formal es un manojo de defectos ni la educación no-formal es un dechado de virtudes. Dentro de la educación formal pueden hacerse cambios impor­tantes. EN es un ejemplo de que dicho cambio es posible, de que existen alternativas no sólo a la educación formal sino dentro de ésta.

2. ESCUELA NUEVA: DE PROYECTO LOCAL A POLITICA NACIONAL

Los proyectos piloto han perdido credibilidad dada la cantidad de proyectos denominados piloto que no han pasado de ser ex­periencias locales, que se han iniciado y han concluido sin la previsible ampliación o impacto. Al mismo tiempo, proliferan los programas que se implantan de una vez y de manera masiva, o que se expanden aceleradamente, sin haber pasado por un proceso de prueba, maduración y desarrollo. En este contexto, EN resulta una experien­cia excepcional. Haber pasado de experiencia micro a política edu­cativa nacional es uno de los elementos destacados y uno de los grandes atractivos de EN.

Los orígenes de EN se remontan a inicios de la década de 1960, con la implantación de la Escuela Unitaria - escuela atendida por un solo maestro en la que participan alumnos de diversas edades y grados - promovida entonces por la UNESCO para todo el mundo (ver: XXIVth International Conference on Public Education, Geneva, 1961. Recommendation No. 52 to the Ministries of Education concerning the organization of one-teacher primary schools). En América Latina, la escuela unitaria fue adoptada en el marco del Proyecto Principal para la Extensión y Mejoramiento de la Educación Primaria en la América Latina (Proyecto Principal No.1).

La primera escuela rural unitaria en Colombia se montó en Pamplona, Departamento de Santander. El profesor al frente de esa escuela, Oscar Mogollón, llegaría a ser el Coordinador Nacional de Escuela Nueva. Para mediados de 1960, su pequeña escuela se había multiplicado en 150 escuelas piloto. En 1967, el gobierno colombiano decidió extender la metodología de la Escuela Unitaria a todas las escuelas unidocen­tes del país.

En 1975, sobre la base de esta experiencia acumulada con la escuela unitaria, surgió el Programa Escuela Nueva. Además de Mogollón, participaron el la formulación del programa Vicky Colbert y Beryl Levinger de la Agencia Internacional de Desarrollo (USAID). Entre 1975 y 1978, con apoyo deUSAID, llegaron a funcionar 500 escuelas en tres departamentos. Entre 1982 y 1986 se extendió a la Costa Pacífica. En 1985, con una cobertura nacional de 8.000 escuelas, el gobierno colombiano decidió adoptar EN como estrategia para universalizar la educación primaria rural. En 1987 comenzó el proceso de expansión. Para 1989 cubría 17.984 escuelas. En 1991 llegaba a alrededor de 20.000 de las 27.000 escuelas rurales del país, con una cobertura estimada de 1 millón de niños y con la meta de llegar a 1992 con 28.000 escuelas.

Un largo proceso de cerca de dos décadas, sumadas a al menos otra década de experiencia previa acumulada con la escuela unitaria, es pues el que media entre aquel proyecto local y el programa de cobertura nacional y proyección internacional.

3. ESCUELA NUEVA: UNA PROPUESTA SISTEMICA

EN no es - como muchos afirman - una metodología. Es un sistema integrado que combi­na cuatro aspectos: a) curricular, b) capacita­ción, c) administrati­vo, y d) comunitario. Ninguno de estos componentes se explica por sí solo. La interrelación entre ellos es lo que da coherencia y factibilidad al modelo.

a) El componente curricular
Las cuestiones curriculares ocupan un lugar destacado en EN. Ele­mentos claves son la Metodología Activa empleada, los materiales de estudio - llamados Guías de Aprendizaje -, los Rincones de Trabajo, la Biblioteca Escolar, el Gobierno Escolar y la Promoción Flexible.

El currículo de EN está orientado a las zonas rurales y a la realidad de la escuela multigrado (uno o dos profesores a cargo de todos los grados de la enseñanza primaria que, en el caso de Colombia, comprende cinco años). Los niños estudian en pequeños grupos usando las Guías, las cuales son entrega­das gratuitamente por el Estado. Las Guías están organizadas por áreas (Matemáti­cas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Lenguaje) y por niveles (del segundo al quinto nivel; el primer nivel no cuenta con Guías). Están diseñadas como un material auto-instruccional, con activi­dades y ejercicios gra­duados e indicacio­nes detalladas sobre cómo hacerlos, de modo que los alumnos puedan trabajar en buena medida solos, apoyándose entre ellos. De esta manera se busca liberar el tiempo y facilitar la tarea del profesor, reducir las exigencias de calificación docente y permitir que los alumnos avancen a su propio ritmo. A los profe­sores, en su capacitación, se les enseña a adaptar los contenidos de las Guías a las carac­terísti­cas específi­cas de los niños y del medio, así como a las necesida­des de la comunidad y a las expec­tativas de los padres de familia.

Los Rincones de Trabajo se organizan por áreas de estudio y en base a materiales que recogen o elaboran los propios niños, o bien que son aportados por los padres de familia y la comunidad.

Cada escuela tiene una pequeña bi­blioteca, la cual está integrada al proceso de aprendizaje y es parte de una estrategia de estímulo a la lectura entre los niños, el maestro y la comunidad. Las bi­bliotecas están dotadas de aproxima­da­mente 70 libros, los cuales incluyen textos de consulta para cada una de las asignaturas, obras de referencia (e­nciclopedia, dic­cionario, atlas), literatura y bibliografía sobre temas vin­culados con la comunidad.

EN da gran importancia al Gobierno Escolar, instancia de or­ganización escolar de los alumnos, y a partir de la cual se busca involucrar a los niños de manera responsable en la co-gestión de la escuela, iniciarles en la vida cívica y democrática, desarrollar acti­tudes de cooperación, compañerismo y solidaridad, así como ca­pacidad para liderar, tomar decisiones, hablar en público, trabajar en grupo, etc. El gobierno escolar -Presidente, Vicepresi­dente, Secretario, Líderes de Comités y Ayudantes de Nivel- es elegido por los alumnos, replicando los procedimientos de una votación democrá­tica, y es renovado periódicamente de modo que varios niños tengan la oportunidad de pasar por una experiencia de dirección.

La Evaluación y la Promoción se apartan de los parámetros de la escuela tradicional. La Evaluación es parte del proceso de aprendizaje, y su función principal es advertir a maestros y alumnos acerca de lo que requiere refuerzo. La promoción a objetivos o grados siguientes es flexible (no automática). Cada niño es promovido al nivel siguiente cuando cumple con los objeti­vos educacionales estableci­dos, lo que puede tomar más (o menos) de un año escolar convencional. Es pues la escuela la que se ajusta a los calendarios y necesidades de los niños y de sus familias, no a la inversa. Si un niño se ausenta temporalmente, puede retomar el estudio sin tener que retirar­se de la escuela.

El espacio útil de aprendizaje va más allá del aula. Las escuelas de EN tienen una huerta y un jardín. Las canchas deportivas y las instalaciones comunitarias se incorporan como espacios adi­cionales de la escuela. El espacio interior es aprovechado con una adecuada distribución de los rincones de trabajo, la bibliote­ca, la cocina, el comedor, las baterías sanitarias. El maestro o maestra cuenta a menudo con facilidades de vivienda en la propia escuela. El medio natural opera como el principal objeto de estu­dio, y como el principal proveedor de recursos para la enseñanza y el apren­dizaje.

b) La capacitación docente
En la concepción de EN los maestros pasan a tener una función de facilitadores con relación a sus alumnos - guiando, orientando y evaluando el aprendizaje - y de promotores y organizadores en relación a la comunidad. Ambos roles implican impor­tantes cambios de actitud. Por ello, el cambio actitudinal - pedagógico y social - ocupa un lugar central en la formación de los docentes de EN.

La capacitación inicial (maestros nuevos) se hace a través de tres talleres secuencia­dos - Iniciación, Metodológico, y Organización y Uso de la Biblioteca -, de una semana de duración cada uno. Entre taller y taller hay un intervalo de seis y tres meses, respec­tivamente, a fin de que en dichos espacios los maestros apliquen en sus escuelas lo aprendido. Haber pasado por el primer taller es requisito para la inclusión de la escuela dentro del programa y para que un maestro pueda empezar a trabajar con él. Un principio básico de EN es replicar en la capacita­ción de los maestros no sólo los contenidos sino las metodologías y las vivencias que ellos mismos experimentarán en el manejo de su escuela, de la clase y de la relación con sus alumnos.

La capacitación continua se hace a través de los llamados Microcen­tros Rura­les, previstos como instancias de intercambio, actualiza­ción y perfeccionamiento permanentes, organizados a iniciativa de los propios maestros, y en los que confluyen grupos de 10 a 15 maestros provenientes de localidades cercanas.

c) El componente administrativo
El componente administrativo es el menos abordado en la literatura de y sobre EN. Evidentemente, se trata de un terreno clave y complejo, en el que se juegan factores de orden político e institucional que van más allá de lo meramente administrativo.

Administrar "consiste en orientar más bien que en controlar" (MEN-UNICEF, 1990), lo que implica que los agentes administrativos se compenetren a su vez con los objetivos y componentes del programa y, en particular, con los aspectos pedagógi­cos.

EN está concebido como un programa altamente descentralizado. A nivel central, un coordinador y un equipo pequeño (10 personas, en 1991, la mayoría de ellas vin­culadas desde los inicios a EN y en posiciones directivas) está encargado de coordinar, diseñar las políticas y las estrategias técnicas, y evaluar la implementación del programa. A nivel depar­tamental, la estructura comprende un Comité Represen­tativo, un Coordinador y un Equipo de Multiplica­dores (MEN-UNICEF, 1990). A partir de 1987 -que es cuando se puso en marcha el Plan de Universalización de la Educación Primaria Rural y se inició el proceso de expansión de EN- se introdujeron una serie de cambios en la estructura administrativa, enfatizándose la descentraliza­ción como estrategia. Se crearon dos estructuras nuevas -un Comité de Universaliza­ción a nivel nacional y depar­tamental, y los núcleos educativos- destinados a fomentar la descentralización y el respaldo institucional (MEN-UNICEF, 1990).

d) La relación escuela-comunidad
En la concepción de EN, la escuela debe convertirse en centro de información y núcleo integrador de la comunidad. La relación escuela-comunidad debe ser, esencialmente, una relación de mutuo beneficio: los padres de familia y la comunidad integrándose a las activida­des escolares, a la vez que la escuela promoviendo ac­ciones orientadas al desarrollo local y al mejoramiento de las condiciones de vida de la población.

A fin de que el maestro se compenetre mejor con el conocimiento de la comunidad y de la realidad local, EN promueve el manejo de una serie de instrumen­tos: la Ficha Familiar (datos sobre las familias vinculadas a la escuela), el Calendario Agrícola (infor­mación sobre las actividades agrícolas de la zona y su época de realización), el Croquis de la Localidad y la Monografía Veredal, todos ellos diseñados con participa­ción de los niños, los padres de familia y la comunidad. Todos estos instrumentos, bajo la responsabilidad del maestro, son importantes insumos para la programa­ción educativa.

De diversas maneras se busca incorporar a los padres de familia a las actividades de aprendizaje de los hijos, a la vez que fomentar en los niños un mayor interés por la vida y el conocimiento de sus padres. La biblioteca, los espacios escolares, las actividades culturales y recreativas, están continuamente abiertos a la participación comunitaria. Los Días de Logros -días en que se presentan los resultados académicos así como los informes de actividades del Gobierno Escolar- se aprovechan para compartir actividades propias de la escuela y actividades de la comunidad.

Las Escuelas Demostrativas, organizadas y distribuidas en cada departamento donde opera el programa, son una verdadera institución dentro de EN. En ellas han de poderse "ver" en funcionamiento estos cuatro componentes según parámetros definidos como ejemplares. Por ello, la visita a una Escuela Demostrativa constituye un elemento clave dentro de la estrategia de motivación y formación docente.

4. ESCUELA NUEVA: UNA INNOVACION PEDAGOGICA

Es común que las innovaciones, en el terreno educativo, enfaticen los aspectos organizativos y descuiden los aspectos pedagógicos. Muchas experiencias innovadoras de renombre nacional e internacio­nal son reconocidas como tales a partir de cambios intro­ducidos en la gestión administrativa, en la planificación y evaluación, en la instrumentación de nuevas modalidades de servicio, en la infraes­tructura, en el uso de los espacios, en la introducción de nuevos contenidos. No obstante, la gestión pedagógica, núcleo definitorio de la calidad de la enseñanza-aprendizaje y enclave en el que converge cualquier posibilidad de transformación educativa, queda a menudo intocada. EN sobresale, entre otras cosas, por la centra­lidad que ocupa en el programa la innovación pedagógica.

EN amalgama diversas vertientes del pensamiento educativo y la práctica pedagógica progresistas, partiendo de la filosofía de la Escuela Unitaria -a su vez inspirada en la Escuela Activa-, algunos de cuyos principios incluían: la defensa de la escuela primaria completa a través de la enseñanza multigrado, instrucción individualizada respetando el ritmo de los alumnos, aprendizaje activo, materiales educativos diseñados para permitir al profesor el manejo de varios grupos simultánea­mente, y promoción automática.

La metodología de EN se centra en aprender ha­ciendo, en la articu­lación entre teoría y práctica, trabajo individual y grupal, juego y estudio, directividad y autonomía. Las activi­dades didácticas promueven la capacidad de pensar, analizar, inves­tigar y aplicar lo apren­dido. Los rincones de trabajo, la biblio­teca, el trabajo en pequeños grupos, el uso de materiales auto-instruc­cionales, el gobierno escolar, los talleres de formación docente, los microcen­tros rurales: todo ello está pensado en función de un aprendizaje activo, no sólo de los alumnos sino también de los maestros. Las funciones clásicas del maestro-instructor están distribuidas entre las Guías (contenidos y métodos de apren­dizaje), la Bibliote­ca (fuente de consulta complementaria), los Rincones de Trabajo (espa­cios de observación y experimentación), el grupo de alumnos (quie­nes trabajan colectivamente y se ayudan entre sí) y el Gobierno Escolar (espacio de autoformación en valores y actitudes para la conviven­cia social y democrática).

La formación docente enfatiza la dimensión pedagógica así como la motivación y la capacidad para innovar. Los Microcentros reúnen en su concepción, de hecho, una serie de cuestiones consideradas claves en toda estrategia de formación docente: la necesidad de una formación continua y en servicio, basada en el contacto y el traba­jo grupal entre docentes, el intercambio de experiencias y el análisis crítico de la propia práctica pedagógica.

El eslogan de EN "Más y mejor educación primaria para los niños de las zonas rurales" sintetiza este intento por conciliar cantidad con calidad. No se trata únicamente de ofrecer a los niños de las zonas rurales mayor acceso sino una mejor educación. El intento de distanciamiento de la cultura pedagógica tradicio­nal -vertical, autoritaria, memorística, pasiva- y el logro de mejores resultados de aprendizaje que los de la escuela tradicional son una constante y un eje vertebrador en la trayec­toria de EN.

5. ESCUELA NUEVA: UN PROGRAMA CON RESULTADOS EFECTIVOS

La validez de un programa se juzga, por último, no por su ideario o sus obje­tivos declarados, sino por sus resultados.

Evaluaciones recientes (Psacharopoulos et.al., 1992) señalan que los alumnos de EN tienen mejores resultados de aprendizaje que los alumnos de las escuelas rurales tradicionales (excepto en Matemáti­cas para el 5o grado), así como logros significativos en autoes­tima, creatividad y actitudes cívicas tales como sentido de coope­ración, responsabilidad y solidaridad. EN ha elevado la partici­pación comunitaria en asuntos relacionados con las ac­tividades escolares y ha reducido la probabilidad de deserción de los niños al terminar el quinto grado (no así en el 3er grado). Otro estudio (Rojas y Castillo, 1988) concluye que EN ha logrado incidir sig­nificativamente sobre la educación de adultos, la extensión agríco­la, las competencias deportivas, las campañas sanitarias y las celebraciones comunitarias.

EN ha cambiado el rostro de la educación rural en Colombia. Está mostrando que es posible no sólo extender la escuela al campo y mejorar sustancialmente su calidad, sino diseñar un modelo educati­vo pensado específicamente para esa realidad, sin renunciar por ello a la calidad y a la eficiencia. No sólo eso: EN estaría mos­trando que las tradicionales carencias de las zonas rurales pueden pasar a ser vistas y aprovecha­das como elementos positivos: la amplitud de los espacios, el contacto con la naturaleza, los recursos que facilita el medio, la relación con la comunidad, el papel central que juegan la escuela y el maestro en la vida comunitaria, el ambiente de cooperación al que se presta la escuela multigrado, los particulares ritmos de la vida rural, etc.

DEBILIDADES DE ESCUELA NUEVA

Igual que con otras experiencias innovadoras destacadas a nivel internacional, existe una tendencia a presentar a EN como una ex­periencia libre de problemas. Estos, en cualquier caso, aparecen minimizados. Reconocer con­tradicciones y debilidades parece verse como reñido con el "éxito". En verdad, la idealización no les hace ningún favor a estos programas -quitándoles, por el contrario, credibilidad- ni a quienes pretenden encontrar en ellos la inspira­ción y el ejemplo a replicar. Entre el modelo y la realidad, como se sabe, existen siempre grandes distancias. Es mérito de EN y de su equipo coordinador precisamente la apertura, la búsqueda y el esfuerzo constantes por identificar y salvar esas distancias.

Una visita de estudio que realicé en 1991 a EN en su propio terreno me reveló, en lo personal, la magnitud tanto de las fortalezas como de las debilidades (Torres, 1991). Me he referido hasta aquí a las primeras; me referiré ahora a las segundas.

Todos los componentes y elementos descritos requieren mejoras. El propio equipo central del programa se siente insatisfecho con las guías, la capacitación docente, el gobierno escolar y la relación escuela-comunidad. Las Guías requieren una revisión a fondo (se han hecho tres revisiones hasta la fecha) tanto a nivel de contenidos como de didáctica, particularmente las de Matemáticas y Lenguaje. Muchos contenidos y actividades no parecen adaptados a la realidad y necesidades de un niño rural. Por otro lado, el mecanismo de adaptación introducido en las Guías, si bien muy sugerente e inte­resante, no está siendo aprovechado por buena parte de los maes­tros. Hay aún un trecho que recorrer en cuanto al diseño instruc­cional, todavía demasiado formal y rígido para las necesida­des de un material autoformativo como éste.

La capacitación docente tiene déficits tanto de cobertura como de calidad. Los Microcentros Rurales son una estrategia aún no cabal­mente comprendida ni establecida en todas partes. El Gobierno Es­colar no siempre se organiza ni siempre de la manera prevista. El papel excesivamente directivo o pater­nalista del maestro, así como la formalidad y los rituales -tan caros a la cultura esco­lar- ter­minan muchas veces vaciando de contenido al organismo y al proceso. En la medida que la dinamiza­ción de la relación escuela-comunidad depende en alto grado del maestro, sus carac­terísticas, formación y voluntad personales definen la calidad de dicha rela­ción que, a menudo, replica los patrones conocidos de la escuela tradicional.

La enseñanza de la lectura y la escritura - conocimiento fundamental y terreno en el que se define, en buena medida, el futuro escolar de los niños - sigue siendo una de las debilidades mayores de EN en el ámbito curricular y pedagógico. Las Guías - se ha dicho - cubren a partir del segundo nivel, dejando a los maestros en libertad para escoger los métodos y técnicas de alfabetización que cada cual con­sidere más apropiados. [ii] Esto, como sabemos, es una invitación abier­ta al tradicionalismo pedagógico y a los métodos obsoletos que priman en este campo. Avanzar con una propuesta renovadora en la enseñanza de la lecto-escritura, recuperando el cono­cimiento que se ha acumulado al respecto en los últimos años en la propia re­gión, es uno de los mayores desafíos que tiene por delante EN.

La nueva relación pedagógica que propugna EN es todavía un objetivo a alcanzar. Junto a profe­sores que han inter­nalizado su nuevo rol docente, coexisten profe­sores perfectamente tradicionales que reproducen la vieja pedagogía bancaria, mostrando en la práctica la posibilidad de la convivencia entre un ideario educativo progresista y una práctica educativa conservadora y atrasada. En este caso, pueden aceptarse formalmen­te los princi­pios y estrate­gias de EN (pedagogía activa, gobierno escolar, pro­moción flexible, etc.), y mantenerse intocadas las prácticas esco­lares que son cues­tionadas por esos prin­cipios y estrate­gias. En otras palabras: aquí está precisa­mente la explica­ción de cómo EN sobrevive, sigue y avanza, pero aquí también la explicación de cómo puede estan­carse, envejecer y burocratizar­se, perdiendo su conte­nido y su fuerza innovadora.

EN pide a los maestros y a las escuelas dos funciones principa­les: una pedagógica y otra comunitaria, cuyo balance no es fácil de lograr. En todo caso, lo "demostrativo" de las Escuelas Demos­trativas parecería estar privilegiando el rol comu­nitario, a expen­sas del rol pedagógico. Ciertamente, la Es­cuela Demostra­tiva debe­ría mostrar­ ambas cosas: la posibili­dad de una educación eficiente sin renunciar a su anclaje comuni­tario y so­cial, y la posibilidad de una fuerte relación escue­la-comunidad sin sacrificar la calidad del proceso pedagógi­co. La po­sibilidad, en fin, de un buen maestro que, sin descui­dar su papel principal como docente, esté dispuesto a convertirse en un buen promotor social.

Uno de los aspectos conflictivos de EN es la cuestión institucional y, en parti­cular, la relación con el Ministerio de Educación, marcada por recelos y conflictos, y nunca cabalmente resuelta. Entre el boicot abier­to y la resistencia pasiva, EN ha debido mo­verse muchas veces contracorriente o en los márgenes del sistema, apoyándose coyun­tural y estratégica­mente en el respaldo de los organismos inter­nacionales, así como de organizaciones privadas de la propia Colom­bia. La fragilidad y la falta de legitimidad insti­tucional a nivel de las estructuras estatales son, de hecho, un fac­tor debilitante de la capacidad de consolidación y expansión del programa.

Una larga trayectoria - como la de EN- permite desarrol­lar y avanzar, pero también anquilosar y envejecer un programa, si no se toman los recaudos para su continuo rejuvenecimiento. El envejecimiento de Escuela Nueva es un tema recurrente entre sus actores y mencionado en el contexto de la etapa de crecimiento por la que está pasando el programa.

La expansión ha traído consigo, en efecto, una acentuación de vie­jos problemas y una serie de nuevos problemas. Según se afir­ma (MEN-UNICEF, 1990), el "precio de ir a escala" ha impli­cado "sacri­ficios inevitables en términos de efectividad y eficien­cia" y se ha traducido en "la reducción del número de días dedicados a los talleres de capacita­ción o la im­posibili­dad, en algunos lugares, de suministrar las Guías de estudio a tiempo para la celebración de los cursos de capacitación. Una consecuen­cia de estos problemas es, por supuesto, el debilita­miento del aprendizaje experiencial en la capacitación, sumado al desánimo de los maestros y las críti­cas al programa". La nueva estructura ad­ministrativa surgida de las nece­sidades de expansión ha entrado en conflicto con los equipos técnicos, no siempre con­sultados, y ha resultado en un crecimiento acelerado de agentes administrati­vos, con demandas de capacitación que el programa no está en capacidad de satisfacer. En otros casos, la ausencia de tales mecanismos de organización local ha creado situaciones de in­eficiencia e incertidum­bre respecto a la expansión y el segui­miento del programa.

Agregamos a esto la proliferación de "escuelas de­mostrativas" que está teniendo lugar dentro del proceso de expan­sión. Si bien la Escuela Demostrativa es considerada una de las estrategias para mantener la calidad, su masificación parecería estar trayendo con­sigo efectos contrarios, llevando a una pérdida de significado de lo "demostrativo" y, por tanto, del efecto y el sentido mismo de lo ejemplar. Pretender masificar lo "demostrati­vo" puede ser preci­samente una manera de desvirtuar la excelen­cia y perder calidad.

¿ES ESCUELA NUEVA UN MODELO REPLICABLE? 

La replicabilidad es siempre un tema asociado a la innovación y está en el orden del día en el caso de EN. En el marco de la estrategia mundial de "Educación para Todos", en la que ac­ceso y calidad van (al menos en teoría) de la mano, la combinación entre innovación y replicabilidad adquiere gran importancia. A las experiencias innovadoras se les pide ya no sólo capacidad de expan­sión, sino flexibilidad y capacidad de adaptación a otros contex­tos. En esta perspectiva, EN es vista internacionalmente como una experiencia atractiva y prometedora. En esta línea, queremos aportar aquí algunas reflexio­nes.

En primer lugar, es preciso tener clara la especificidad de EN, tal y como la conocemos y como ha sido desarrollada en Colombia: un programa de educación formal/pública/­primaria/rural, fundamentalmente dirigido a la problemá­tica de la escuela multigrado. Estas características, que hacen a la especifi­cidad del modelo, no deben olvidarse al momento de pensar en posibles adaptaciones o variantes del mismo. Tampoco debe olvidarse que EN es un sistema articulado en torno a cuatro componentes - curricular, capa­citación, ad­ministra­ción y comunitario -, no un conjunto de elemen­tos sueltos. Estas dos precauciones resultan importantes para quienes se sienten tentados a "calcar" esta experiencia para cualquier modalidad o nivel educativo, o bien a entresacar de ella algún elemento particular (Guías de Apren­dizaje, capacita­ción docente, gobierno escolar, promoción flexible, etc.) preten­diendo con ello, equivocada­mente, replicar el modelo e introducir cambios sustantivos en el sistema.

Hay una serie de elementos que forman parte consustancial de la historia y la configuración específica de EN, algunos de ellos ex­cepcionales y difícilmente presentes o replicables en otros con­textos. Escuela rural, para empezar, es un concepto con referen­tes concretos muy diversos. La escuela rural de la que nos habla EN de Colombia es una escuela que cuenta con relativamente buenas condi­ciones de infraestructura y equipamiento. Se trata en general de construc­ciones escolares sólidas, con espacios amplios y agradables, con buenas instalacio­nes, con mobiliario adecuado. Muchas de ellas tienen facilidades de vivienda para el maestro. En ellas pueden encon­trarse cocina, comedor, baños, agua corriente, luz eléctrica, televisión. Escuelas rurales, en fin, privilegiadas en comparación a las que caracterizan a muchos 'países en desarrollo', incluidos los países latinoamericanos. [iii]

Colombia es un país relativamente homogéneo desde el punto de vista lingüístico; el programa EN cuenta de este modo con una ventaja incomparable, al lidiar con un idioma mayoritario, el español. Este hecho simplifica enormemente la tarea - diseño curricular y pedagógico, capacitación docente, producción de materiales, enseñanza y aprendizaje - y confiere deter­minadas características a todos y cada uno de los componentes del programa. Intentar un modelo semejante en situaciones de bilingüismo o multilingüismo como las que pre­dominan en muchos otros países, es terreno por explorar.

Según un estu­dio sobre EN realizado por el Banco Mundial (Psacharo­pou­los et. al., 1992), los maestros de EN tienen en su mayoría formación secundaria o universitaria. Por otra parte, en relación con las escuelas tradicionales rurales de la misma Colombia, EN tiene más maestros viviendo en las instalaciones de la propia escuela. Ambos factores - nivel de formación previa de los docentes y perma­nencia en la escuela - están relacio­nados positi­va­mente con los logros de los alumnos (la formación univer­sitaria resultó vinculada con mejores resultados cogni­tivos; la permanen­cia de los maestros en la escuela resultó vincu­lada además con mejores indicadores de creatividad y actitudes cívicas).

EN se ha moldeado en un proceso prolongado y muy particular. Sobre ello insiste, de hecho, la literatura del programa: "En Escuela Nueva se garantizan las condiciones técnicas necesarias, ya que el mismo ha sido diseñado y puesto a prueba durante un período de 15 años. Además, el gobierno ha proporcionado las condiciones políticas necesarias. Por otra parte, se ha logrado crear las con­diciones financieras, a través de la asig­nación de recursos guber­namentales, de un préstamo del Banco Mundial y de la cooperación de UNICEF otorgada para mantener la calidad del progra­ma de Escuela Nueva a medida que éste se universaliza" (MEN-UNICEF, 1990). ¿Qué países reúnen estas condiciones téc­nicas, políticas y financieras?.

En cuanto a las condiciones técnicas, mencionemos sólo un elemento clave y desta­cado de EN como son las Guías de Aprendizaje. Elaborar buenos libros de texto, según lo reconoce el Banco Mundial, requiere competen­cias técnicas muy específicas y difíciles de encontrar: "Trasladar las especificaciones de un currículo a la elaboración de buenos textos escolares es algo que requiere un co­nocimiento experto considera­ble. Un texto escolar debe tener el nivel apropiado de contenido y de dificultad lectora; ser consis­tente en el enfoque, el método y la exposición; estar adecuadamente se­cuenciado; motivar a los alumnos; y, finalmente, estar diseñado de manera que pueda ser utilizado por profesores poco calificados y, al mismo tiempo, permitir a los buenos profesores ir más allá del texto. En el mundo entero, pocos individuos poseen la competen­cia que se requiere para elaborar buenos libros de texto" (Lockheed y Verspoor, 1991). ¿Cuántos programas pueden contar con este recur­so humano y técnico calificado?.

Además de los recursos estatales canaliza­dos a través del Ministe­rio de Educación, EN ha venido recibiendo apoyo financiero soste­nido de varias agencias internacionales -entre otras USAID, BID, UNICEF, Banco Mundial- así como de organizacio­nes privadas de Colom­bia. Los costos estimados de EN son entre 5% y 10% más altos que los de las escuelas tradicionales (Schiefelbein, 1991), siendo la capaci­tación docente al menos tres veces más costosa (Psacharopou­los et.al, 1992). ¿Es esperable un apoyo financiero se­mejante en otros países? ¿Es dable pensar en procesos prolongados que vayan más allá de las urgencias y los cortos plazos que generalmente animan a los gobiernos y los organis­mos internacio­nales en el terreno educativo?. ¿Puede la propia EN esperar un apoyo sostenido para seguir expan­diéndose y perfeccionándose al mismo tiempo dentro de Colombia?.

En un mundo en el que las políticas y los programas vienen junto con las modas internacionales y terminan junto con los gobiernos nacionales, EN brilla como una experiencia innovadora excepcional que ha logrado man­tenerse viva a lo largo de varias décadas. ¿Cómo pudo EN sobrevivir los cambios de gobierno y de administra­ción, la inesta­bilidad política y adminis­trativa que caracterizan a toda América Latina?. Quizás a falta de un análisis más elabora­do, alguien explica el éxito de EN en términos de "una mezcla de promoción, apoyo estratégico, posi­ción académica de los respon­sables y simple buena suerte" (Schiefe­lbein, 1991). El rubro "buena suerte" incluye sin duda un conjunto grande de impredecibles, inexplica­bles e irreplica­bles.

Diversos estudios en el mundo vienen mostrando que una de las características de los programas exitosos y las escuelas efec­tivas es el papel que en ellos juegan determinadas personas, personas con empuje, visión, capacidad de dirección, mís­tica, perseverancia, etc. Parte de la explicación de EN tiene que ver, en efecto, con indi­viduos concretos. El equipo inicial se mantuvo relativa­mente estable y unido. Personas ubicadas en lugares claves y en los momen­tos precisos han sido decisivas en el desarrollo del programa, no sólo a nivel nacional sino también a nivel intermedio y local. Como se señala, "hoy en día, aún y si Escuela Nueva ha sido insti­tucio­na­lizada en todo el país, el apoyo que ésta recibe en algunas provincias depende en buena medida de las preferencias personales de los administradores locales" (Psacharopoulos et.al., 1992).

A EN le tomó 10 años de experimentación en el terreno y luego otros 10 años entre su constitución oficial como programa (1975) y su adopción como política educativa nacional (1985), mo­mento a partir del cual empezó su expansión. Este proceso siguió tres etapas (MEN-UNI­CEF, 1990):
a) aprender a ser efectivo (1975-1978),
b) aprender a ser eficiente (1979-1986), y
c) aprender a ampliarse (desde 1987).

Aún con lo largo de este proceso, y con las condiciones técnicas, políticas y finan­cieras que lo han acompañado, todo indica que EN no estaba prepara­da para enfrentar el acelerado proceso de expansión, no al menos sin poner en riesgo su calidad y consoli­dación. Si esto sucede con un programa tan trabajado y cuidado como EN, ¿qué puede espe­rarse de programas frágiles, recién nacidos, a los que se les pide ampliación y hasta universalización sin haber cubierto las etapas y los requerimientos indispensables para garantizar su misma supervivencia?. La presión que hoy en día ponen gobiernos y organismos internacionales por lograr coberturas, por mostrar resultados y convertirse en modelos exitosos, bien puede estar contribuyendo a minar las bases mismas de toda posibilidad de cambio y avances sustantivos y sólidos en el terreno educativo.

Es mucho lo que otros países y la propia Colombia pueden aprender de EN, de sus posibilidades y debilidades. Es mucho también lo que puede hacerse para consolidar y perfec­cionar esta experiencia, cuidándola de los riesgos de la moda y del modelo, fortaleciéndola en su papel doméstico-nacional, precisa­mente para fortalecerla en su papel externo-internacional. Porque EN muestra un camino, no necesariamente replicable pero sin duda altamente alentador e inspirador, de lo que es posible y fundamental hacer.

Subordinada al imperativo del acceso, la transformación radical que requiere hoy la educación puede quedar reducida a reto­ques superficiales, a modificaciones parciales. Si univer­salizar la educación es la gran tarea de la época, universalizarla sin transformarla equivale a ofrecer más de lo mismo, más de lo mismo que viene produ­ciendo deserción, repetición, fracaso escolar, desper­dicio de recursos, desprofesionali­zación, desmoralización, ineficiencia.

Transformar la educación formal es, sin duda, el gran desafío. Es preciso desformalizar la escuela, volviéndola flexible, relevante, útil, creativa, amena, sensible a la inteligencia y al pensamiento, respetuosa de la diversidad, atenta a las necesida­des de los niños, receptiva a las necesidades de los maestros, abierta a la par­ticipación de los padres de familia y la comunidad, responsable por su resultados frente a la sociedad. Esto es precisamente lo que EN viene intentando. Y por eso vale la pena apoyarla, conocerla mejor y aprender de ella.

NOTAS
[i]. En América Latina, Chile, El Salvador, Honduras y Guatemala se encuentran hoy involucrados en intentar esta implementación, con auspicios de UNICEF.
[ii]. Se han hecho diversos intentos en el pasado (propuestas metodológicas, manuales, etc.), pero -por diversas razones- ninguno de ellos ha llegado a cuajar.
[iii]. Dentro del Plan de Fomento para la Educación en el Area Rural y los Centros Menores de Población, y con recursos financiados por el Banco Mundial, Colombia emprendió a fines de los 70 e inicios de los 80 una mejora física de las escuelas primarias rurales del país, incluyendo reconstr­ucción de aulas, suminis­tro de agua potable, unidades sanitarias, mesas y asientos para alumnos y maestros (MEN-UNICEF, 1990).

Bibliografía de referencia

COLBERT DE ARBOLEDA, Vicky. “Universalización de la primaria en Colombia: el programa de Escuela Nueva”, en: La educación rural en Colombia: situación, experiencias y perspectivas, editado por la Fundación para la Educación Superior, FES, Bogotá, 1987.

LOCKHEED, M. y A. Verspoor, Impro­ving primary education in developing countries, Oxford University Press, A World Bank Publica­tion, Washington, 1991.

MINISTERIO DE EDUCACION NACIONAL-UNICEF, El Programa de Escuela Nueva. Más y mejor educación primaria para los niños de las zonas rurales, Bogotá, 1990.

PSACHAROPOULOS, George, Carlos Rojas y Eduardo Vélez, "Achievement Evaluation of Colombia's Escuela Nueva", en: Working Papers, Banco Mundial, Washington, 1992.

PSACHAROPOULOS, George, Carlos Rojas y Eduardo Vélez, Evaluación de resultados en Escuela Nueva de Colombia: ¿Es el multigrado la respuesta?, traducción de la Universidad Pedagógica Nacional.

ROJAS, Carlos y Zoraida Castillo, Evaluación del programa Escuela Nueva en Colombia, Instituto SER, Bogotá, 1988.

SCHIEFELBEIN, Ernesto, En busca de la escuela del siglo XXI. ¿Puede darnos la pista la Escuela Nueva de Colombia?, UNESCO-UNICEF, Santiago, 1993.

TORRES, Rosa María, Escuela Nueva: una innovación desde el Estado, Instituto Fronesis, Quito, 1991.

Para saber más sobre Escuela Nueva
- Vicky Colbert and Jairo Arboleda, Universalization of Primary Education in Colombia: The New School Programme, UNESCO-UNICEF-WFP Co-operative Programme, Paris, 1990.
- Vicky Colbert de Arboleda, La experiencia educativa 'Escuela Nueva' de Colombia, UNESCO-OREALC, Boletín del Proyecto Principal, No. 26, Santiago, dic. 1991.

- Colombia, Ministerio de Educación Nacional, Manual de implementación Escuela Nueva, Generalidades y orientaciones pedagógicas para transición y primer grado, Tomo I, Bogotá, 2010.
- Creadora de la Escuela Nueva explica las virtudes de su modelo, El Tiempo, 2011
- J.A. Aunión, La escuela rural como laboratorio de innovación educativa, El País, 3 nov. 2013
- Sara Hamdan, Children Thrive in Rural Colombia's Flexible Schools, The New York Times, Nov. 10, 2013
- Colombia, Ministerio de Educación, Escuela Nueva, 26 junio 2014
- Vicky Colbert de Arboleda, Mejorar la calidad de la educación en escuelas de escasos recursos: El caso de la Escuela Nueva en Colombia, s/f
- Fundación Escuela Nueva, Historia del modelo
- David L. Kirp, Make School a Democracy, The New York Times, 28 Feb. 2015
- Felipe Barrera-Osorio, Escuela Nueva: A Promising Model in Need of Better Evidence, IDB, 30 April, 2015.
- Felipe Barrera-Osorio, Escuela Nueva: Un modelo que promete en busca de evidencia, BID, 30 Abril, 2015.
- Entrevista: “Apoyar la educación rural dará convivencia pacífica”: Vicky Colbert, Palabra Maestra, 13/12/2016
- Vicky Colbert: “La necesidad es la madre de la innovación”, Tiching, 28/09/2017
- Daniel Sánchez, Vicky Colbert: «Más de lo mismo no es suficiente. Hace falta un cambio pedagógico a gran escala», Periódico Escuela, 19/12/2017
- Vicky Colbert, directora de la Fundación Escuela Nueva: "Tenemos excombatientes de las FARC que quieren formarse con nuestro modelo", El Economista.es, 19/12/2017
- Maximiliano Fernández, Creó el modelo educativo que hoy está de moda en Latinoamérica: "La necesidad es la madre de la innovación", INFOBAE, 27 enero 2018

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Cine-foro: Detrás de la Pizarra


Por el Día del Maestro en el Ecuador (13 abril), el Colectivo de Maestras Parvularias y la Carrera de Educación Inicial de la Facultad de Filosofía de la Universidad Central del Ecuador (UCE) me invitaron a un cine-foro en torno a la película "Detrás de la Pizarra" (Beyond the Blackboard). Al cine-foro asistieron estudiantes y profesores de la especialidad.

La película narra una historia real, la de la maestra Stacey Bess, una maestra sin experiencia que se estrena en una escuela a la que asisten niños y familias sin hogar, en Salt Lake City, Estados Unidos.

La maestra, de 24 años, se graduó en la Universidad de Utah, se casó, tuvo su primer hijo a los 16 y ahora está embarazada de un tercero.



La escuela, creada en 1984, está en un refugio ubicado en una zona apartada de la ciudad, en la que abundan el tráfico y el consumo de drogas. Escuela unidocente que da cabida a niños y niñas de muy diversas edades, desde el pre-escolar hasta el fin de la educación primaria. Escuela de una sola aula, sin nombre, sin pupitres, sin libros, sin nada.

En poco tiempo, con mucho empeño y esfuerzo, la maestra - con ayuda de los niños y de algunos padres y madres de familia - convierte este galpón en un espacio limpio, colorido, acogedor. Luego van ingresando la lectura, la música, el deporte al aire libre, la organización del salón de estudio, los 15 minutos diarios de deberes en familia. Poco a poco va creciendo el interés y el apoyo de algunas autoridades así como el apoyo y la integración de las familias.

A través de una historia real, la película muestra, en definitiva, lo que es capaz de hacer una maestra en una situación precaria y compleja, transformando no solo la escuela sino la vida de estos niños y de estas familias. 

Stacey Bess recibió varios premios y reconocimientos, el más importante el Jefferson Award for Greatest Public Service by Someone 35 Years or Younger (Premio Nacional Jefferson al Mejor Servicio Público por una Persona de 35 años o Menos). Después de dar a luz a su tercera hija, MacKenzie, continuó trabajando en la escuela durante ocho años. Hoy da conferencias sobre el derecho a la educación de los niños más pobres. Sobre su experiencia en la escuela escribió un libro, Nobody Don’t Love Nobody: Lessons on Love from the School with No Name.

Había visto la película y me había conmovido hasta las lágrimas. La ví aquí por segunda vez, y volví a llorar. Esta vez, además, emocionada por el contexto, rodeada de estudiantes que han elegido la carrera docente y la responsabilidad más grande de todas: el trabajo con los niños y niñas más pequeños.

La Decana de la Facultad, Ruth Páez, y yo, fuimos invitadas a comentar la película. Ella habló de las satisfacciones de la docencia y relató anécdotas de su vida profesional vinculadas a esta construcción de cimientos, desde cero y con esfuerzo. Yo destaqué tres puntos de la película: a) lo más importante en una escuela es el maestro o maestra, no la infraestructura ni el equipamiento; b) la complejidad de los procesos reales y el valor del afecto y la perseverancia; c) la enorme felicidad que da ser y sentirse socialmente útil, ayudando a transformar vidas de otros y sobre todo de los más necesitados.

Todo esto resulta importante destacar en el contexto ecuatoriano, donde lo que ha primado en la última década es la infraestructura y el equipamiento, a menudo confundidos, por sí mismos, como calidad de la educación, y donde se ha declarado la guerra a la escuela unidocente, en lugar de impulsar su transformación. (Ver mis artículos "Escuelas multigrado, ¿escuelas de segunda?" y "Elefantes blancos: La estafa social de las escuelas del milenio").

Al final, un regalito elaborado por el Colectivo de Maestras Parvularias y entregado por su coordinadora, Lorena Araujo, un brindis con fotos, y una cena entre pocos.

En lo personal, la invitación fue además una oportunidad para volver, después de muchos años, a la Facultad donde estudié y terminé mi licenciatura en Ciencias de la Educación. No tengo buenos recuerdos de esa experiencia en términos académicos. Antes de entrar al cine-foro les contaba, riendo, mis anécdotas con la Dra. Garrido, algunas de las cuales relaté hace mucho en "Dinosaurios en la universidad". Fuimos sin duda varias generaciones de aspirantes a educadores las que padecimos sus clases. Me alegró escuchar de profesores y directivos el empujón de cambio en el que están empeñados. No hay esfuerzo transformador más necesario y urgente que la formación de los futuros maestros y maestras de este país. 

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Escuelas multigrado, ¿escuelas de segunda?


 
Iriga Multigrade School- Filipinas

Una escuela unitaria (llamada también multigrado, multiedad, escuela de maestro único o de clases múltiples) es una escuela que reúne a alumnos de diferentes edades y niveles en una sola aula, por lo general a cargo de un docente o de dos. Abunda en zonas rurales, escasamente pobladas o donde la población está dispersa.

El término propuesto por la UNESCO a inicios de la década de 1960 fue escuela unitaria o escuela de maestro único (ver Recomendación número 52 de la UNESCO, de 1961). En América Latina, los términos más comunes para referirse a la escuela unitaria hoy en día son escuela unidocente o escuela multigrado.

En nuestros países sigue extendida la idea de que la buena escuela, la deseada, la 'regular', la 'normal', es la escuela graduada, con alumnos organizados por edades, con un aula y un profesor para cada grado. La escuela multigrado - varios grados en una sola aula - es considerada escuela de segunda, para pobres y para zonas ru­rales, mal a descartar no bien pueda pasarse a la escuela graduada.

Este es el caso del Ecuador, históricamente y reactivado en tiempos recientes. La 'revolución educativa' impulsada en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017) se propuso cerrar las escuelas pequeñas, unidocentes y comunitarias, consideradas "escuelas pobres para pobres", e instalar en el país un único modelo escolar: las llamadas Unidades Educativas del Milenio. En 2015, después de haber cerrado miles de escuelas uni- y bi-docentes, la mayoría en efecto precarias, el gobierno decidió mantener 1.500 - a las que llamó 'escuelas de excepción'- y mejorarlas en vez de eliminarlas. 200 escuelas del milenio llegaron a construirse e inaugurarse hasta el fin del gobierno, en 2017, las cuales cubrieron menos del 3% de la matrícula pública en el país.

En 2018, el Ministerio de Educación estimaba que más de la mitad de las escuelas públicas del país continúan siendo escuelas uni- y bi-docentes. El gobierno de Lenin Moreno anunció que reabrirá 2.000 escuelas rurales en 2019-2020, atendiendo al pedido de las comunidades y asegurando condiciones básicas de infraestructura, mobiliario, materiales de enseñanza y capacitación docente.

Es importante tener en cuenta que:

1. La escuela unitaria está en los orígenes del sistema escolar y está extendida en el mundo

One room school - EE.UU.
La escuela unitaria está en los orígenes del sistema educativo formal. Lo que hoy es un sistema complejo organizado en niveles, grados y asignaturas, se inició con escuelas de una sola aula y un único maestro, donde confluían alumnos de diversas edades y se aprendía de todo. La escuela organizada en edades y grados fue una evolución bastante posterior en la mayoría de países.

En la década de los 1950s, la UNESCO la llamó Escuela Unitaria y desarrolló e impulsó una metodología de la que surgirían, en los 1960s y 1970s, políticas y programas como Escuela Nueva, en Colombia, que continúa funcionando.

A inicios de la década de 1960 la UNESCO estimaba que un tercio de las escuelas del mundo eran escuelas unitarias, la gran mayoría de ellas ubicadas en zonas rurales, tanto en los 'países desarrollados' como en los 'países en desarrollo'. Estados Unidos tenía 40.000 escuelas unitarias. En España, 50% de las escuelas eran unitarias y en Argentina 37%. La escuela unitaria sigue extendida en el mundo, a menudo funcionando como una mala escuela graduada, al no contar con las condiciones y los apoyos necesarios.

2. La escuela unitaria es un tipo específico de escuela y requiere atención adecuada a esa especificidad

Escuela Nueva - Colombia
La escuela multigrado tiene una lógica y una organización distinta a la de la escuela graduada, y requiere por eso un tratamiento también distinto en todos los ámbitos: administración, currículo, pedagogía, organización y manejo del tiempo, infraestructura, evaluación, etc. Contar con vivienda para el docente es asimismo fundamental si la escuela se asienta en lugares apartados.

Las modernas metodologías diseñadas para el multigrado incluyen trabajo en grupos, aprendizaje auto-dirigido, materiales auto-instruccionales, aprendizaje entre pares, alumnos tutores, entre otros. Para poder atender a un grupo de alumnos de diversas edades y niveles, también el maestro necesita una formación específica, que enfatice el manejo de grupos heterogéneos. 

3. El multigrado puede ser innovador y de calidad

Escuela multigrado - Uruguay
La escuela multigrado no tiene por qué ser una escuela de segunda. Bien planificada, organizada y dotada, puede ser una alternativa pedagógica altamente innovadora que ofrece  muchas ventajas. De hecho, en el contexto actual, aspectos propios de la escuela multigrado vienen promoviéndose como  estrategias pedagógicas renovadoras de la vieja pedagogía frontal y monologal, centrada en el maestro.

Entre las fortalezas de la escuela multigrado se mencionan: cercanía a la escuela, grupos pequeños, diversidad de edades como recurso antes que como problema, enseñanza personalizada, trabajo en equipo, aprendizaje colaborativo, aprendizaje entre pares, mayor autonomía en el aprendizaje, aprendizaje al ritmo de cada alumno, flexibilidad en todo sentido, eliminación de la repetición escolar, mayor contacto de la escuela con la familia y de integración a la comunidad.

Shidlaghatta school - India

Experiencias exitosas en varios países muestran que los alumnos en estas escuelas pueden sentirse más a gusto y lograr iguales e incluso mejores resultados que los de las escuelas graduadas. La diversidad de edades estimula entre los alumnos la empatía, la cooperación, la responsabilidad, la autodisciplina, el fortalecimiento de la autoestima, el aprender a aprender y el aprender a enseñar, cuestiones todas ellas muy importantes para el aprendizaje a lo largo de la vida y para la vida.

Dos factores son claves en la calidad de un sistema multigrado: la formación docente y la disponibilidad de mate­riales adecuados para la enseñanza y el aprendizaje en este tipo de entorno. El profesor tiene el rol de un facilitador que debe repartirse entre todos los alumnos, orientando y resolviendo preguntas. Los alumnos deben trabajar solos y en grupo, con la ayuda de otros alumnos.

One room school - EE.UU.
Son estas dos condiciones - formación docente y materiales/metodologías apropiadas - las que a menudo no se dan. Se trata a la escuela multigrado como si fuese la escuela graduada convencional. Se abandona al profesor a su suerte, asumiéndose que podrá arreglárse­las solo.  En tanto catalogada de entrada como escuela para pobres, no se invierte en infraestructura ni en mobiliario o equipamiento adecuados. De este modo, se condena en efecto a estas escuelas a ser pobres para pobres.

4. Escuelas y sistemas multigrado en el mundo

Summerhill -Reino Unido
Hay políticas y sistemas multigrado de calidad, como el programa Escuela Nueva en Colombia o las Escuelas No-Formales del BRAC en Bangladesh. Ambos han recibido innumerables premios internacionales.

Hay escuelas multi-edad y no-graduadas de renombre mundial como la escuela (privada, de élite) Summerhill en el Reino Unido.

La "escuela de una sola habitación" (One Room Schools) sigue vigente en Estados Unidos y vuelve a concitar la atención como un modelo válido para los tiempos actuales, del cual hay mucho que aprender, y el cual cabe retomar y adaptar.

En Castilla-La Mancha, España, vuelven a abrirse y recuperarse escuelas unitarias (unidocentes, multigrado) que habían sido cerradas en 2012 por no cumplir con el mínimo de 11 alumnos establecido para sostener una escuela.

En Costa Rica, la metodología unidocente se valora como una innovación pedagógica. Las escuelas unidocentes vienen siendo apoyadas con tecnología, libros sustituidos por computadoras.

El sistema unidocente o multigrado es - sigue siendo - una solución real y un modelo adecuado en aquellos lugares - rurales o urbanos - donde la población es escasa o donde hay insuficiente número de alumnos o profesores para organizar una escuela graduada. En el caso de Escuela Nueva, en Colombia, la escuela incluye vivienda para el docente, lo que hace de ésta una opción real, profesional y de vida, para los docentes y sus familias.

La escuela multigrado puede ser un modelo para estimular la innovación educativa y especialmente la innovación pedagógica, la diversidad como recurso antes que como problema, el trabajo en grupo por sobre el trabajo individual y la cooperación antes que la competencia entre alumnos.

Las tendencias más innovadoras en educación hoy, justamente, se inclinan a eliminar paredes y fronteras entre asignaturas y niveles, a valorar la mezcla de edades (grupos multi-edad), a crear espacios integrados e inclusivos, a favorecer el trabajo en grupo así como la comunicación y el aprendizaje entre pares.

* Este artículo fue publicado también en Revista Plan V.

Para saber más
»
Liliana Miranda Molina, La educación multigrado: debates, problemas y perspectivas, Proyecto CREER-GRADE, Lima, Perú, 2020.
»
Patricia Ames, Las escuelas multigrado en el contexto educativo actual: Desafíos y posibilidades, Ministerio de Educación – DINFOCAD - GTZ – PROEDUCA – Componente Educación Bilingüe Intercultural, Lima, 2015.
»
Lo que el mundo está aprendiendo de las escuelas rurales colombianas, BBC, enero 2014

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