Powerful Pictures |
Bostezos, cabeceos, cansancio. Algunos se duermen en clase. ¿Aburrimiento? En muchos casos. Pero, además, a menudo, falta de sueño. Los alumnos no duermen suficiente ni duermen bien. Niños, adolescentes, jóvenes, se levantan con sueño, llegan cansados a la escuela, al colegio, a la universidad. Sobre todo los pobres, como siempre.
Los horarios escolares han sido tortura cotidiana para alumnos y padres de familia desde tiempos inmemoriales. Sobre todo para los más pequeños. Pero el asunto se viene complicando cada vez más, entre otros gracias a los problemas asociados a la pobreza, la movilidad y el transporte, las distancias, la inseguridad, las tecnologías, el cambio climático, la «vida moderna».
A los tecnologizados, los artefactos - televisión, computadora, celular, videojuegos - y la falta de firmeza de los padres los mantienen despiertos más allá de lo recomendado. Para los sin tecnologías, el hambre, el hacinamiento, las condiciones insalubres, el trabajo infantil, son enemigos del descanso y del sueño.
El sistema escolar nunca ha estado preparado para atender la necesidad de los alumnos de descansar durante la jornada escolar. Asume que los alumnos llegan bien dormidos y bien comidos, que están siempre alertas y dispuestos. Del «niño pre-escolar» a quien se reconoce la necesidad de condiciones especiales para jugar y para dormir, se pasa abruptamente al «niño escolar» en vigilia permanente.
¿Qué hace el sistema escolar ante la somnolencia? La niega, la engaña, la condena, la castiga. Bostezo se entiende como falta de interés, no como falta de sueño. Ni la infraestructura ni el mobiliario ni los horarios ni el currículo ni la pedagogía ni las normas disciplinarias están preparados para esta calamidad cotidiana.
La foto de arriba fue circulada en redes sociales con la explicación: "In China, teachers allow children to sleep in class for 20 minutes to learn better" (En China, los profesores permiten a los alumnos dormir en la clase durante 20 minutos, para aprender mejor).
Gran cosa que los profesores chinos asuman el problema y le den solución, aunque sea transformando - durante 20 minutos - a los duros pupitres en colchones.
¿Qué podría y debería hacer el sistema escolar?
» Reorganizar los horarios y los calendarios escolares. Retrasar la hora de ingreso a la escuela se plantea cada vez más como una medida para paliar el problema, especialmente para los adolescentes, que atraviesan por una serie de modificaciones a sus ritmos circadianos y necesitan dormir más. Hay sistemas escolares que ya lo están haciendo.
» Entender que el sueño es un componente esencial del aprendizaie y una necesidad dentro del tiempo escolar, igual que hace con la alimentación. Pensar también desde ahí los horarios, la infraestructura, los espacios, el mobiliario, la iluminación, la ventilación. Habilitar colchonetas, cojines, almohadas, hamacas, petates, una carpa, un salón para dormir, un espacio en el jardín, un corredor.
Los horarios escolares han sido tortura cotidiana para alumnos y padres de familia desde tiempos inmemoriales. Sobre todo para los más pequeños. Pero el asunto se viene complicando cada vez más, entre otros gracias a los problemas asociados a la pobreza, la movilidad y el transporte, las distancias, la inseguridad, las tecnologías, el cambio climático, la «vida moderna».
A los tecnologizados, los artefactos - televisión, computadora, celular, videojuegos - y la falta de firmeza de los padres los mantienen despiertos más allá de lo recomendado. Para los sin tecnologías, el hambre, el hacinamiento, las condiciones insalubres, el trabajo infantil, son enemigos del descanso y del sueño.
El sistema escolar nunca ha estado preparado para atender la necesidad de los alumnos de descansar durante la jornada escolar. Asume que los alumnos llegan bien dormidos y bien comidos, que están siempre alertas y dispuestos. Del «niño pre-escolar» a quien se reconoce la necesidad de condiciones especiales para jugar y para dormir, se pasa abruptamente al «niño escolar» en vigilia permanente.
¿Qué hace el sistema escolar ante la somnolencia? La niega, la engaña, la condena, la castiga. Bostezo se entiende como falta de interés, no como falta de sueño. Ni la infraestructura ni el mobiliario ni los horarios ni el currículo ni la pedagogía ni las normas disciplinarias están preparados para esta calamidad cotidiana.
La foto de arriba fue circulada en redes sociales con la explicación: "In China, teachers allow children to sleep in class for 20 minutes to learn better" (En China, los profesores permiten a los alumnos dormir en la clase durante 20 minutos, para aprender mejor).
Gran cosa que los profesores chinos asuman el problema y le den solución, aunque sea transformando - durante 20 minutos - a los duros pupitres en colchones.
¿Qué podría y debería hacer el sistema escolar?
» Reorganizar los horarios y los calendarios escolares. Retrasar la hora de ingreso a la escuela se plantea cada vez más como una medida para paliar el problema, especialmente para los adolescentes, que atraviesan por una serie de modificaciones a sus ritmos circadianos y necesitan dormir más. Hay sistemas escolares que ya lo están haciendo.
Pupitres acondicionados para dormir, Handan, China |
» Un alumno cansado no puede aprender. Una corta siesta hace milagros, no solo porque ayuda a recobrar energías sino porque ayuda a organizar la información en el cerebro, a limpiar la memoria de corto plazo, a tranquilizar la mente. Por sus enormes beneficios, la siesta es hoy recomendada como un hábito saludable para toda persona y para todas las edades.
» No solo los alumnos tienen sueño y necesitan descansar; los profesores también. En muchos lugares se exige a los profesores permanecer en la institución durante largas jornadas, pero no se les ofrece condiciones adecuadas de trabajo, estudio, esparcimiento, descanso. Las salas de profesores - donde existen - son a menudo lugares inhóspitos, descuidados, amontonados. Nunca ví, en planteles públicos, salas de profesores que inviten a tomar una siesta o un descanso placentero, sin zozobras y sin culpa.
Finlandia es, también en esto, un caso del que podemos aprender. Los planteles educativos han aceptado la necesidad del descanso y se han equipado con cojines, almohadones, puffs, sofás, hamacas, colchones y colchonetas, en aulas, bibliotecas, salas de profesores y otros espacios escolares.
Para saber más
» Uno de cada tres niños tiene problemas para mantenerse despierto en clase según el Grupo de Sueño de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
» Noventa minutos de siesta «despiertan» la mente y aumentan la capacidad de aprendizaje.
» 3 Recent Studies Reinforce Importance of Sleep for Learning.
» Madrugar es lo peor: otro estudio más concluye que los estudiantes rinden mejor a las 11 que a las 8
» No solo los alumnos tienen sueño y necesitan descansar; los profesores también. En muchos lugares se exige a los profesores permanecer en la institución durante largas jornadas, pero no se les ofrece condiciones adecuadas de trabajo, estudio, esparcimiento, descanso. Las salas de profesores - donde existen - son a menudo lugares inhóspitos, descuidados, amontonados. Nunca ví, en planteles públicos, salas de profesores que inviten a tomar una siesta o un descanso placentero, sin zozobras y sin culpa.
Para saber más
» Uno de cada tres niños tiene problemas para mantenerse despierto en clase según el Grupo de Sueño de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
» Noventa minutos de siesta «despiertan» la mente y aumentan la capacidad de aprendizaje.
» 3 Recent Studies Reinforce Importance of Sleep for Learning.
» Madrugar es lo peor: otro estudio más concluye que los estudiantes rinden mejor a las 11 que a las 8
Se sdvierte que quienes dirigen el sustema educativo hoy ignoran fundamentos esenciales de la Pedagogía, una disciplina que demanda el aporte multidisciplinario responsable de:la Sicología, la biología, la sociología. Y que privilegian una tecnología huérfana de humanismo. Carencias que obedecen a una concepción filosófica de la educación al servicio del capital, tan necesitado de obreros calificados, tornillos de una sociedad consumista, olvidada de los valores esenciales de respeto al ser humano, de armonía e interdependencia con la naturaleza, de solidaridad, honestidad y defensa de la libertad y la justicia
ResponderEliminarMe encanta tu blog, trabajo en educación para niños sordos y me encantaría intercambiar ideas de formas de mejorar los procesos educativos. Soy hipoacúsica tambièn, así que puedo hablar desde la experiencia. Soy ecuatoriana y orgullosa de serlo, de donde eres tú? Si tienes un mail, me gustaría escribirte. Un fuerte abrazo y sigue adelante!
ResponderEliminarHola. También soy ecuatoriana. Aquí encuentras mi bio http://otra-educacion.blogspot.com/p/me.html Me alegra que te haya gustado mi blog.
ResponderEliminar