"Enseñar menos, aprender más".
"Personalmente, siempre estoy listo para aprender,
aunque no siempre me gusta que me enseñen". Winston Churchill
“El sabio no enseña con palabras, sino con actos”. Lao-Tsé
Si algo viene etiquetado como educativo - programa educativo, televisión educativa, radio educativa, juego educativo - más que atraer, a menudo ahuyenta. La educación, para muchos niños, jóvenes y adultos, se ha ganado fama de aburrida y hasta de maltratante.
Mucho de lo que aprendemos a diario resulta de enseñanzas invisibles o de no-enseñanzas. Personas que enseñan sin proponérselo o sin ser conscientes de ello. Enseñantes detrás de un libro, de un telón, de una pantalla, de una película, de una obra de teatro, de un cuadro, generando aprendizajes de múltiples maneras: dando ejemplo, motivando, promoviendo confianza y autoconfianza, inventando situaciones, plantando recursos, creando tiempo, abriendo espacios, derrumbando muros, facilitando encuentros e intercambios, animando lecturas y escrituras, admitiendo y despenalizando el error, estimulando la exploración, el propio descubrimiento, el interaprendizaje entre pares, el aprendizaje autónomo.
El buen enseñante renuncia al protagonismo, enseña casi sin que se note. La buena enseñanza tiene bajo perfil, no es invasiva, fluye sin estridencia.
Lo que debe ser visible es el aprendizaje. Quien aprende debe darse cuenta de que aprende, sentirse contento de aprender, percibir que eso que aprende le sirve y le ayuda a aprender otras cosas, a comprender algo que no comprendía, a resolver algún problema, a elevar su autoestima, a ser útil para otros.
Quien enseña debe asegurarse de que quien aprende encuentre interesante eso que aprende, reconozca que aprende y, en la medida de lo posible, use ese aprendizaje. Contribuir a visibilizar el aprendizaje es una competencia clave que debe desarrollar el buen educador y la buena educadora.
El ejemplo
Desde tiempos inmemoriales se destaca el valor educativo del ejemplo. Hay quienes dicen que esa es, en verdad, la única manera de aprender.
Los actos enseñan más que las palabras. Si de esto tuvieran conciencia los enseñantes - padres, profesores, sacerdotes, políticos, expertos, agentes sociales, líderes de todo tipo - prestarían más atención a lo que hacen, a cómo lo hacen y a qué reacciones provocan sus actuaciones.
Alguien que no lee y que no disfruta de la lectura difícilmente puede formar buenos lectores. Una persona violenta, que discrimina, que maltrata, no puede educar en la no-violencia, la no-discriminación, el no-maltrato. Igual con racistas y machistas. No debería sorprender el fracaso de tantas campañas, programas y materiales destinados a «formar en valores» en sociedades y contextos que desdicen esos valores de manera permanente.
A ser honesto se aprende desde la infancia y a lo largo de la vida, rodeado de gente honesta y de actos de honestidad. Así se aprenden los valores positivos y, lastimosamente, también los negativos. No hay currículo capaz de inculcar solidaridad, empatía, colaboración. Estas se aprenden en la práctica, en el ejercicio de ser solidario, empático, colaborador y de ver a otros actuar de ese modo.
Definitivamente, ser es mejor que sermonear, hacer es mejor que decir. Ser ejemplo de lo que se predica es la mejor manera de formar hijos, alumnos, ciudadanos.
El contexto
Estudios y evaluaciones muestran que el clima de aula y el clima escolar son claves para el aprendizaje en el medio escolar. Los alumnos aprenden y aprenden mejor cuando se sienten contentos, motivados, interesados, acogidos, estimulados, bien tratados. Lo mismo podríamos decir del clima familiar, del clima social, del clima político.
Un contexto violento - en el hogar, en la comunidad, en el sistema escolar, en la política, en la sociedad - estimula comportamientos violentos. Donde hay respeto, diálogo, participación, se aprende a desarrollar esos valores y actitudes.
Un «buen ambiente de aprendizaje» es contrario a la rigidez, el inmovilismo, el silencio. Se aprende mejor en un ambiente limpio, ordenado, bonito, alegre, informal, en el que se aliente el juego, el intercambio, la risa. Hoy sabemos que el movimiento ayuda al aprendizaje, antes que entorpecerlo; que los períodos de concentración son cortos y que es necesario progranar períodos frecuentes de descanso y recesos más largos, justamente si se quiere mejorar la atención.
Crear un clima favorable para aprender es tarea de los adultos. Enseñanza invisible.
El contacto con otros
Muchos de los aprendizajes más importantes que hacemos en la vida son aprendizajes de y junto con otros.
Aprender a convivir - en la familia, en el barrio o comunidad, en el sistema escolar, en el trabajo, etc. - es un aprendizaje esencial que se desarrolla desde la primera infancia y a lo largo de la vida. En el contacto con otras personas aprendemos a escuchar, a conversar, a argumentar, a debatir, a reconocer y respetar la diversidad, a lidiar con otros puntos de vista. Todos ellos aprendizajes fundamentales en la construcción de ciudadanía.
Nada mejor que grupos heterogéneos para aprender a respetar y valorar lo diverso. Nada mejor que el contacto con otras culturas para desarrollar el sentido de inter-culturalidad. Nada mejor para aprender un idioma que la inmersión entre quienes lo hablan como propio.
El servicio a los demás
Ayudar a otros es ayudarse a uno mismo. Porque sentirse socialmente útil es fuente de realización personal y una de las claves de la felicidad. Y, por eso, uno de los cuatro puntales del ikigai.
Niños y jóvenes que descubren su potencial para ayudar a otros se desarrollan como personas más completas y más complejas, más sensibles y creativas. El aislamientro social produce personas menos felices y menos aptas para la vida.
El Aprendizaje-Servicio mata varios pájaros de un tiro: aprendemos mientras servimos a los demás y crecemos como personas y como ciudadanos. ¿Qué puede haber más gratificante?
La naturaleza
Aprender al aire libre es bueno para la mente, para el cuerpo y para el espíritu. Aviva los sentidos y los pone a trabajar de manera orquestada. Incluso se ha recomendado y se recomienda siempre como mitigador de penas, problemas, enfermedades.
La naturaleza es fuente inagotable de aprendizajes. Un amanecer, un río, el mar, un árbol, una flor, un nido, una fila de hormigas...
No hay mejor juguete para un niño que agua y arena. En la escuela del profesor Toshuro Kanamori, en el Japón, que cultiva una pedagogía para la empatía y la felicidad, revolcarse en lodo es el gran premio al entusiasmo y al esfuerzo. Trepar a un árbol ha sido y sigue siendo máxima aventura para generaciones de niños.
Un jardín, un huerto, una planta, no deberían faltar dentro y fuera de la casa, del aula, del rincón de trabajo.
Una mascota cambia a las personas y cambia la vida de las personas. No son solo compañía y afecto, sino insustituibles enseñantes invisibles.
El arte
La educación a través del arte se considera una Pedagogía Invisible. Investigaciones confirman que las artes dinamizan la creatividad, la disciplina, la perseverancia, y contribuyen a desarrollar el pensamiento matemático. Aprender a tocar un instrumento musical beneficia la memoria y la atención, y ayuda a desarrollar las redes neuronales. Los artistas enseñan a todos con sus creaciones, a menudo sin proponerse enseñar y sin estar presentes.
Canciones, películas, documentales, videos, dibujos, pinturas, conciertos, festivales, artesanías, tejidos, esculturas, obras de teatro, títeres, manualidades, culinaria, son parte del entorno de vida y de aprendizaje de las personas, a todas las edades. Los mejores sistemas educativos del mundo dan un lugar especial a las artes dentro del currículo. La música tiene la misma importancia que las asignaturas consideradas imprescindibles. La educación musical es una de las grandes fortalezas de la educación en Cuba.
Excursiones y viajes
Viajar es una manera vivencial, estimulante y placentera de aprender. Una experiencia de aprendizaje insustituible, imposible de encontrar en los currículos escolares, los libros o internet.
Romper con el encierro - el del hogar, el de la escuela, el del trabajo - es de por sí formativo.
No se trata solo de grandes viajes. Puede ser muy gratificante una caminata por el barrio, una excursión al campo, la visita a una fábrica o a un museo, un viaje estudiantil.
Ir en bicicleta o caminar a la escuela en grupo son un excelente sustituto al transporte escolar o familiar. Muchos países, programas y escuelas los organizan como parte de la jornada escolar y de la experiencia educativa.
Las pasantías - a otros países, a otros lugares dentro del país, a otras escuelas - son herramientas insustituibles de desarrollo profesional docente.
La exploración y el descubrimiento
Aprender a aprender es el secreto del aprendizaje a lo largo de la vida.
La curiosidad y la motivación son motores del aprendizaje. El aprendizaje autónomo es fuente de placer y de conocimiento sin fin. El descubrimiento y la propia exploración son las vías más seguras para lograr aprendices genuinos y profundos.
El experimento «Agujero en la pared» (1999) del indio Sugata Mitra se propuso mostrar lo que puede lograrse «abandonando» una computadora para que los niños la exploren y aprendan solos, sin adultos interviniendo directamente en la enseñanza. Resultó que los niños se autorganizan entre ellos y «se enseñan a sí mismos», a partir de adultos cuyo rol es diseñar el experimento, poner allí la computadora, observar e investigar el proceso. A partir de ese experimento se desarrolló la «Escuela en la Nube», una plataforma en línea que promueve Entornos de Aprendizaje Auto-Organizado (EAAO) - "entornos caóticos deliberados y con sentido" - en los que los niños trabajan solos en torno a una pregunta, con tutores a distancia (Grannies, abuelitas) que interactúan a través de Skype. «Educación mínimamente invasiva» llama Mitra a este tipo de intervención.
Los buzones de libros, en los que se dejan y toman libremente libros u otros materiales de lectura, funcionan muy bien en muchos casos. Probemos a abandonar libros, libretas, lápices, mapas, cubos, latas, letras, números, caleidoscopios, lupas, calendarios ... Experimentamos alegría al encontrar una moneda tirada en el suelo; ni hablar de lo que se experimenta al encontrar un libro. Un libro sabiamente abandonado - parques, veredas, buzones, paradas de buses, macetas, árboles, bancos, mesas - puede tener mejor suerte que aquel que espera erguido en una biblioteca. De hecho, existen varias iniciativas nacionales e internacionales con esa idea; por ejemplo Libera Tu Libro, el Club de los Libros Abandonados, parte de http://www.bookcrossing.com/
Enseñar menos, aprender más, fue lema de la reforma escolar en Singapur. Si le interesa ayudar a que otros aprendan, practique más la enseñanza invisible. Achíquese. Desaparezca. Aprenda a actuar tras bastidores. Deje que sus actos hablen más que sus palabras. Juéguese a la curiosidad, el autodescubrimiento, la sorpresa, la aventura, el interaprendizaje, el aprendizaje autónomo, libre, flexible, placentero y sin prisa.
Para saber más
- Pedagogías invisibles. Arte + Educación
http://www.pedagogiasinvisibles.es/
- Roser Batlle, ¿De qué hablamos cuando hablamos de aprendizaje-servicio?
https://roserbatlle.files.wordpress.com/2009/02/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-aps-revista-crc3adtica1.pdf
- Toshiro Kanamori y la pedagogía para ser feliz y pensar en los demás.
https://www.elblogalternativo.com/2008/12/11/toshiro-kanamori-y-la-pedagogia-para-ser-feliz-y-pensar-en-los-demas-otra-educacion-es-posible/
- Proyecto de Sugata Mitra: Educación mínimamente invasiva
https://empresasaplicaciones.wordpress.com/2009/10/14/proyecto-de-sugata-mitra-educacin-mnimamente-invasiva/
- Sugata Mitra muestra cómo los niños se enseñan a sí mismos, Ted Talk, 2007
https://www.ted.com/talks/sugata_mitra_kids_can_teach_themselves?language=es
- El club de los libros abandonados, La Nación, Buenos Aires, 24 junio 2006.
https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/el-club-de-los-libros-abandonados-nid817465/
- Libera tu libro
https://www.facebook.com/liberatulibro/
"Personalmente, siempre estoy listo para aprender,
aunque no siempre me gusta que me enseñen". Winston Churchill
“El sabio no enseña con palabras, sino con actos”. Lao-Tsé
Si algo viene etiquetado como educativo - programa educativo, televisión educativa, radio educativa, juego educativo - más que atraer, a menudo ahuyenta. La educación, para muchos niños, jóvenes y adultos, se ha ganado fama de aburrida y hasta de maltratante.
Mucho de lo que aprendemos a diario resulta de enseñanzas invisibles o de no-enseñanzas. Personas que enseñan sin proponérselo o sin ser conscientes de ello. Enseñantes detrás de un libro, de un telón, de una pantalla, de una película, de una obra de teatro, de un cuadro, generando aprendizajes de múltiples maneras: dando ejemplo, motivando, promoviendo confianza y autoconfianza, inventando situaciones, plantando recursos, creando tiempo, abriendo espacios, derrumbando muros, facilitando encuentros e intercambios, animando lecturas y escrituras, admitiendo y despenalizando el error, estimulando la exploración, el propio descubrimiento, el interaprendizaje entre pares, el aprendizaje autónomo.
El buen enseñante renuncia al protagonismo, enseña casi sin que se note. La buena enseñanza tiene bajo perfil, no es invasiva, fluye sin estridencia.
Lo que debe ser visible es el aprendizaje. Quien aprende debe darse cuenta de que aprende, sentirse contento de aprender, percibir que eso que aprende le sirve y le ayuda a aprender otras cosas, a comprender algo que no comprendía, a resolver algún problema, a elevar su autoestima, a ser útil para otros.
Quien enseña debe asegurarse de que quien aprende encuentre interesante eso que aprende, reconozca que aprende y, en la medida de lo posible, use ese aprendizaje. Contribuir a visibilizar el aprendizaje es una competencia clave que debe desarrollar el buen educador y la buena educadora.
Las enseñanzas invisibles son las más efectivas
(caricaturas: Francesco Tonucci, Frato)
Desde tiempos inmemoriales se destaca el valor educativo del ejemplo. Hay quienes dicen que esa es, en verdad, la única manera de aprender.
Los actos enseñan más que las palabras. Si de esto tuvieran conciencia los enseñantes - padres, profesores, sacerdotes, políticos, expertos, agentes sociales, líderes de todo tipo - prestarían más atención a lo que hacen, a cómo lo hacen y a qué reacciones provocan sus actuaciones.
Alguien que no lee y que no disfruta de la lectura difícilmente puede formar buenos lectores. Una persona violenta, que discrimina, que maltrata, no puede educar en la no-violencia, la no-discriminación, el no-maltrato. Igual con racistas y machistas. No debería sorprender el fracaso de tantas campañas, programas y materiales destinados a «formar en valores» en sociedades y contextos que desdicen esos valores de manera permanente.
A ser honesto se aprende desde la infancia y a lo largo de la vida, rodeado de gente honesta y de actos de honestidad. Así se aprenden los valores positivos y, lastimosamente, también los negativos. No hay currículo capaz de inculcar solidaridad, empatía, colaboración. Estas se aprenden en la práctica, en el ejercicio de ser solidario, empático, colaborador y de ver a otros actuar de ese modo.
Definitivamente, ser es mejor que sermonear, hacer es mejor que decir. Ser ejemplo de lo que se predica es la mejor manera de formar hijos, alumnos, ciudadanos.
El contexto
Estudios y evaluaciones muestran que el clima de aula y el clima escolar son claves para el aprendizaje en el medio escolar. Los alumnos aprenden y aprenden mejor cuando se sienten contentos, motivados, interesados, acogidos, estimulados, bien tratados. Lo mismo podríamos decir del clima familiar, del clima social, del clima político.
Un contexto violento - en el hogar, en la comunidad, en el sistema escolar, en la política, en la sociedad - estimula comportamientos violentos. Donde hay respeto, diálogo, participación, se aprende a desarrollar esos valores y actitudes.
Un «buen ambiente de aprendizaje» es contrario a la rigidez, el inmovilismo, el silencio. Se aprende mejor en un ambiente limpio, ordenado, bonito, alegre, informal, en el que se aliente el juego, el intercambio, la risa. Hoy sabemos que el movimiento ayuda al aprendizaje, antes que entorpecerlo; que los períodos de concentración son cortos y que es necesario progranar períodos frecuentes de descanso y recesos más largos, justamente si se quiere mejorar la atención.
Crear un clima favorable para aprender es tarea de los adultos. Enseñanza invisible.
El contacto con otros
Muchos de los aprendizajes más importantes que hacemos en la vida son aprendizajes de y junto con otros.
Aprender a convivir - en la familia, en el barrio o comunidad, en el sistema escolar, en el trabajo, etc. - es un aprendizaje esencial que se desarrolla desde la primera infancia y a lo largo de la vida. En el contacto con otras personas aprendemos a escuchar, a conversar, a argumentar, a debatir, a reconocer y respetar la diversidad, a lidiar con otros puntos de vista. Todos ellos aprendizajes fundamentales en la construcción de ciudadanía.
Nada mejor que grupos heterogéneos para aprender a respetar y valorar lo diverso. Nada mejor que el contacto con otras culturas para desarrollar el sentido de inter-culturalidad. Nada mejor para aprender un idioma que la inmersión entre quienes lo hablan como propio.
Frato |
El servicio a los demás
Ayudar a otros es ayudarse a uno mismo. Porque sentirse socialmente útil es fuente de realización personal y una de las claves de la felicidad. Y, por eso, uno de los cuatro puntales del ikigai.
Niños y jóvenes que descubren su potencial para ayudar a otros se desarrollan como personas más completas y más complejas, más sensibles y creativas. El aislamientro social produce personas menos felices y menos aptas para la vida.
El Aprendizaje-Servicio mata varios pájaros de un tiro: aprendemos mientras servimos a los demás y crecemos como personas y como ciudadanos. ¿Qué puede haber más gratificante?
Frato |
La naturaleza
Aprender al aire libre es bueno para la mente, para el cuerpo y para el espíritu. Aviva los sentidos y los pone a trabajar de manera orquestada. Incluso se ha recomendado y se recomienda siempre como mitigador de penas, problemas, enfermedades.
La naturaleza es fuente inagotable de aprendizajes. Un amanecer, un río, el mar, un árbol, una flor, un nido, una fila de hormigas...
No hay mejor juguete para un niño que agua y arena. En la escuela del profesor Toshuro Kanamori, en el Japón, que cultiva una pedagogía para la empatía y la felicidad, revolcarse en lodo es el gran premio al entusiasmo y al esfuerzo. Trepar a un árbol ha sido y sigue siendo máxima aventura para generaciones de niños.
Un jardín, un huerto, una planta, no deberían faltar dentro y fuera de la casa, del aula, del rincón de trabajo.
Una mascota cambia a las personas y cambia la vida de las personas. No son solo compañía y afecto, sino insustituibles enseñantes invisibles.
El arte
La educación a través del arte se considera una Pedagogía Invisible. Investigaciones confirman que las artes dinamizan la creatividad, la disciplina, la perseverancia, y contribuyen a desarrollar el pensamiento matemático. Aprender a tocar un instrumento musical beneficia la memoria y la atención, y ayuda a desarrollar las redes neuronales. Los artistas enseñan a todos con sus creaciones, a menudo sin proponerse enseñar y sin estar presentes.
Canciones, películas, documentales, videos, dibujos, pinturas, conciertos, festivales, artesanías, tejidos, esculturas, obras de teatro, títeres, manualidades, culinaria, son parte del entorno de vida y de aprendizaje de las personas, a todas las edades. Los mejores sistemas educativos del mundo dan un lugar especial a las artes dentro del currículo. La música tiene la misma importancia que las asignaturas consideradas imprescindibles. La educación musical es una de las grandes fortalezas de la educación en Cuba.
Excursiones y viajes
Viajar es una manera vivencial, estimulante y placentera de aprender. Una experiencia de aprendizaje insustituible, imposible de encontrar en los currículos escolares, los libros o internet.
Romper con el encierro - el del hogar, el de la escuela, el del trabajo - es de por sí formativo.
No se trata solo de grandes viajes. Puede ser muy gratificante una caminata por el barrio, una excursión al campo, la visita a una fábrica o a un museo, un viaje estudiantil.
Ir en bicicleta o caminar a la escuela en grupo son un excelente sustituto al transporte escolar o familiar. Muchos países, programas y escuelas los organizan como parte de la jornada escolar y de la experiencia educativa.
Las pasantías - a otros países, a otros lugares dentro del país, a otras escuelas - son herramientas insustituibles de desarrollo profesional docente.
La exploración y el descubrimiento
Aprender a aprender es el secreto del aprendizaje a lo largo de la vida.
La curiosidad y la motivación son motores del aprendizaje. El aprendizaje autónomo es fuente de placer y de conocimiento sin fin. El descubrimiento y la propia exploración son las vías más seguras para lograr aprendices genuinos y profundos.
El experimento «Agujero en la pared» (1999) del indio Sugata Mitra se propuso mostrar lo que puede lograrse «abandonando» una computadora para que los niños la exploren y aprendan solos, sin adultos interviniendo directamente en la enseñanza. Resultó que los niños se autorganizan entre ellos y «se enseñan a sí mismos», a partir de adultos cuyo rol es diseñar el experimento, poner allí la computadora, observar e investigar el proceso. A partir de ese experimento se desarrolló la «Escuela en la Nube», una plataforma en línea que promueve Entornos de Aprendizaje Auto-Organizado (EAAO) - "entornos caóticos deliberados y con sentido" - en los que los niños trabajan solos en torno a una pregunta, con tutores a distancia (Grannies, abuelitas) que interactúan a través de Skype. «Educación mínimamente invasiva» llama Mitra a este tipo de intervención.
Los buzones de libros, en los que se dejan y toman libremente libros u otros materiales de lectura, funcionan muy bien en muchos casos. Probemos a abandonar libros, libretas, lápices, mapas, cubos, latas, letras, números, caleidoscopios, lupas, calendarios ... Experimentamos alegría al encontrar una moneda tirada en el suelo; ni hablar de lo que se experimenta al encontrar un libro. Un libro sabiamente abandonado - parques, veredas, buzones, paradas de buses, macetas, árboles, bancos, mesas - puede tener mejor suerte que aquel que espera erguido en una biblioteca. De hecho, existen varias iniciativas nacionales e internacionales con esa idea; por ejemplo Libera Tu Libro, el Club de los Libros Abandonados, parte de http://www.bookcrossing.com/
Enseñar menos, aprender más, fue lema de la reforma escolar en Singapur. Si le interesa ayudar a que otros aprendan, practique más la enseñanza invisible. Achíquese. Desaparezca. Aprenda a actuar tras bastidores. Deje que sus actos hablen más que sus palabras. Juéguese a la curiosidad, el autodescubrimiento, la sorpresa, la aventura, el interaprendizaje, el aprendizaje autónomo, libre, flexible, placentero y sin prisa.
Para saber más
- Pedagogías invisibles. Arte + Educación
http://www.pedagogiasinvisibles.es/
- Roser Batlle, ¿De qué hablamos cuando hablamos de aprendizaje-servicio?
https://roserbatlle.files.wordpress.com/2009/02/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-aps-revista-crc3adtica1.pdf
- Toshiro Kanamori y la pedagogía para ser feliz y pensar en los demás.
https://www.elblogalternativo.com/2008/12/11/toshiro-kanamori-y-la-pedagogia-para-ser-feliz-y-pensar-en-los-demas-otra-educacion-es-posible/
- Proyecto de Sugata Mitra: Educación mínimamente invasiva
https://empresasaplicaciones.wordpress.com/2009/10/14/proyecto-de-sugata-mitra-educacin-mnimamente-invasiva/
- Sugata Mitra muestra cómo los niños se enseñan a sí mismos, Ted Talk, 2007
https://www.ted.com/talks/sugata_mitra_kids_can_teach_themselves?language=es
- El club de los libros abandonados, La Nación, Buenos Aires, 24 junio 2006.
https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/el-club-de-los-libros-abandonados-nid817465/
- Libera tu libro
https://www.facebook.com/liberatulibro/