Visita al Municipio de Huiramba, Michoacán, México (20 febrero, 2006)
Este reportaje es parte del estudio “Alfabetización y acceso a la cultura escrita por parte de jóvenes y adultos excluidos del sistema escolar en América Latina y el Caribe”, financiado por el CREFAL. Entre 2006 y 2009 visité programas de alfabetización y de promoción de la lectura y la escritura en nueve países de la región (Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela).
Hemos venido a Huiramba – pequeña localidad a 35 kilómetros de Morelia, capital del estado de Michoacán - pues nos han dicho que aquí está instalada una Misión Cultural.
Joya de la educación mexicana, las Misiones Culturales fueron creadas en 1923 por José Vasconcelos, primer Secretario de Educación Pública de México, a fin de promover el desarrollo integral de las comunidades rurales, especialmente indígenas. “Por su servicio a la educación” recibieron en 1970 el premio Nadezda K. Kroupskaia de la UNESCO.
Las Misiones Culturales debían atender las necesidades educativas de la comunidad y apoyar la naciente escuela rural. Miles de maestros misioneros fueron enviados a recorrer el país, a aprender sobre las condiciones de vida de la gente y, sobre todo, de los indígenas, y a reclutar y capacitar maestros rurales. El objetivo del maestro misionero era “conseguir, en el menor tiempo posible, la preparación de alumnos-maestros que vuelvan a sus pueblos a enseñar al mayor número de niños y de niñas a leer y escribir”.
La Casa del Pueblo, creada por Vasconcelos, era el lugar de reunión de los maestros rurales, los maestros misioneros, los estudiantes y la comunidad en general. Funcionaba en cualquier lugar, en una oficina pública, en un domicilio particular, en la plaza del pueblo. Para enseñar tampoco se requería un edificio o un aula. Se trataba de:
- poner a la escuela al servicio de la comunidad y la comunidad al servicio de la escuela;
- desarrolar la producción agraria;
- generar cultura cívica, hábitos de ejercicio, higiene y alimentación;
- desarrollar el conocimiento
- promover las manifestaciones artísticas.
Cientos de maestros misioneros se formaron en el CREFAL (entonces Centro Regional de Educación Fundamental para la América Latina), creado en 1951, en Pátzcuaro, Michoacán, por la UNESCO. Muchos estudiantes del CREFAL realizaban prácticas con los misioneros en terreno. El paradigma de la época era la Educación Fundamental, “un intento de salvar a una generación facilitándole la educación mínima que necesita para mejorar sus medios de vida, su salud, su productividad y su organización social, económica y política” (UNESCO, 1951).
Muchas cosas han cambiado desde entonces pero la Misión Cultural subsiste con sus perfiles básicos: una oferta educativa comunitaria, que opera en y desde la comunidad, en comunidades rurales con una población de mil a cinco mil habitantes. Una “escuela ambulante” y una “escuela sin muros” que combina educación y capacitación. El grupo de misioneros – 10 personas - llega a una comunidad y permanece allí durante dos años, es alojada por miembros de la comunidad y se integra a ésta. Cumplida su tarea, se traslada a otra comunidad.
Cada miembro de la Misión tiene una especialidad y una función: Jefe de la Misión, Trabajadora Social, Enfermera, Maestro de Actividades Recreativas, Maestro de Música, Técnico Agrícola y Ganadero, Maestro de Carpintería, Maestro de Albañilería, y Profesor de Educación Básica para Adultos. También hay Especialidades Optativas: Belleza, Electricidad, entre otras.
En Michoacán existen 26 Misiones Culturales - distribuidas en Morelia, Uruapan, Zamora, Zitácuaro y Lázaro Cárdenas – atendiendo a 1.874 hombres y 4.388 mujeres.
Cada Misión está a cargo de tres programas:
a) Desarrollo Comunitario, destinado al mejoramiento económico, social y material de familias y comunidades.
b) Capacitación para el Trabajo, para mayores de 15 años, en: Corte y Confección, Cocina y Repostería, Juguetería y Florería, Primeros Auxilios, Higiene Personal y del Hogar, Agricultura, Horticultura, Apicultura, Fruticultura, Carpintería, Albañilería, Música y Canto, Danza, Deportes, Belleza, Industrialización de Frutas, Legumbres y Lácteos.
c) Educación Básica para Adultos, para mayores de 15 años. Incluye alfabetización, educación primaria y asesoría en educación secundaria.
Para instalar una Misión Cultural se requiere:
- Solicitud firmada por la Autoridad Municipal, dirigida al Director de Educación Extraescolar.
- Facilitar espacios físicos para instalar los talleres y alojar a los maestros de la Misión.
- Trasladar los equipos y herramientas de trabajo de la Misión Cultural de la comunidad en que estaba laborando, a la nueva comunidad.
- Compromiso de las Autoridades Municipales, ejidales, educativas y de todo tipo a apoyar el trabajo de la Misión Cultural y la participación de la población en los diversos programas.
La Misión Cultural trabaja con toda la comunidad y todas las edades: niños, jóvenes y adultos. Busca responder a necesidades básicas de aprendizaje de todos, aprendizajes necesarios para la vida. Aprovecha y usa los espacios disponibles en cada comunidad, públicos y privados, sin necesidad de crear nueva infraestructura.
1) La Pl@za Comunitaria
He visitado otras Plazas Comunitarias, un proyecto estratégico del INEA. Cada una es diferente y hay niveles muy dispares entre ellas. Me interesa ver ésta. Paramos y entramos.
Adentro, una sala de computadoras. Un joven sentado en una mesa, tomado por sorpresa, se levanta como un resorte ante nuestra presencia. El espacio es nuevo, el mobiliario moderno y el equipamiento informático de última generación. Hay 9 computadoras cubiertas con plásticos.
Nos explica que hace tres meses surgió un desperfecto en la red, ha llamado varias veces al INEA (Instituto Nacional para la Educación de los Adultos) pidiendo la visita de un técnico. El lugar solía llenarse, sobre todo de jóvenes, pero desde que se dañó el sistema no llega nadie.
La sala contigua es el aula de audiovisuales, también vacía. Mesa, estante con libros de texto y videos, televisor. El joven nos explica que a las 5 de la tarde funciona aquí un punto del alfabetización que usa el método cubano ‘Yo Sí Puedo’. Hay 8 señoras inscritas.
2) La Misión Cultural
Ya en el pueblo, preguntamos por la Misión Cultural. Todos la conocen. Está repartida por todo el pueblo. Ahora mismo podemos ver actividades de Belleza y Música. Hasta el año pasado se hizo Alfabetización, utilizando el programa cubano 'Yo Sí Puedo' (que aquí se llama Alfa-TV).
La oficina de la Misión está en una casa que da a la plaza central. Entrando, a un costado de un largo zaguán, el pequeño cuarto tiene escritorio, silla, estante, varios afiches, cuadros y calendarios en las paredes, una máquina de escribir eléctrica, un perchero, una cocineta.
La clase de Belleza
Cinco mujeres están aprendiendo con una misionera. La clase hoy es sobre decoloración. En la mesa hay varios maniquíes, cabezas con pelucas con las que trabajan. También hay pequeñas vitrinas de madera dentro de las cuales hay cuadros hechos con mechones de pelo pintados de colores. Hacen estas vitrinas para venderlas como adornos. Son muy codiciadas, nos dicen, se venden bien.
La clase de Música
La clase de Música transcurre en un aula cedida por la escuela a las tardes. Todos los hombres del pueblo parecen estar aquí, desde adolescentes hasta personas mayores. Están aprendiendo solfeo, bajo la batuta de un entusiasta misionero. Los alumnos siguen sus indicaciones al pie de la letra: aplauden, alzan las manos, las golpeean contra los pupitres, chasquean los dedos...
El lugar transpira alegría. Hay espectadores participando desde afuera. (Inevitablemente, imagino la clase de la mañana y, también inevitablemente, la imagino muy distinta).
Conversando luego con el misionero nos dice que el objetivo es crear una banda. Debe estar lista y funcionando en dos años, que es su período de estancia en la comunidad, antes de mudarse a otra. Cada pueblo tiene su banda. Ya ha empezado la campaña para conseguir los instrumentos musicales (saxofón, saxo, trompeta, clarinete) y está seguro de lograrlo, buscando padrinos entre las autoridades locales.
Conversando luego con el misionero nos dice que el objetivo es crear una banda. Debe estar lista y funcionando en dos años, que es su período de estancia en la comunidad, antes de mudarse a otra. Cada pueblo tiene su banda. Ya ha empezado la campaña para conseguir los instrumentos musicales (saxofón, saxo, trompeta, clarinete) y está seguro de lograrlo, buscando padrinos entre las autoridades locales.
Afuera, en la plaza, varias mujeres empiezan a juntarse y a preparar sánduches para los futuros músicos de la banda. Dos misioneras organizan y ayudan en esta tarea.
Una clase de Música tiene el poder de unir a todo el pueblo, de involucrar a varias generaciones, de generar todos los días espíritu de comunidad y de fiesta.
El Centro de Salud
Como hemos constatado en otras visitas, en el México rural e indígena la Salud es, junto con la Política, la que más aporta a la construcción de un ambiente letrado. El Centro de Salud se identifica por los abundantes carteles ubicados afuera y adentro, con los temas más diversos y siempre alguno de actualidad. Pocos, eso sí, pensados para lectores incipientes. Aquí también hay una misionera, a cargo de primeros auxilios.
Una clase de Música tiene el poder de unir a todo el pueblo, de involucrar a varias generaciones, de generar todos los días espíritu de comunidad y de fiesta.
El Centro de Salud
Como hemos constatado en otras visitas, en el México rural e indígena la Salud es, junto con la Política, la que más aporta a la construcción de un ambiente letrado. El Centro de Salud se identifica por los abundantes carteles ubicados afuera y adentro, con los temas más diversos y siempre alguno de actualidad. Pocos, eso sí, pensados para lectores incipientes. Aquí también hay una misionera, a cargo de primeros auxilios.
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El Presidente Municipal
Huiramba es un pueblo pintoresco, muy michoacano. En la plaza, y cuando ya estamos por irnos, nos da el encuentro el Presidente Municipal. Alguien le ha dicho que personas del CREFAL están de visita en el pueblo. El quiere atendernos y aportar lo suyo a la visita.
Nos narra, brevemente, algunas historias y orgullos de Huiramba. La Iglesia de Tupataro, de reconocimiento mundial, es la única Iglesia en América Latina con las características de la Capilla Sixtina de Roma, nos dice. También nos dice que, con ayuda de Alfa-TV, éste es ya “Municipio Libre de Analfabetismo”. En los próximos días se colocará en la plaza el cartel alusivo. (En 2008 se pondría en entredicho efectividad del programa Alfa-TV).
En Huiramba, como en muchos lugares de México, se han hecho varias campañas y programas de alfabetización. El Presidente Municipal menciona las de 1985 y 1986, con estudiantes del colegio Freire, Madrid y el Centro Freinet Prometeo de Puebla, que luego consultamos en Internet (el colegio Freire viene haciendo estas campañas anualmente desde 1982).
Me voy contenta. He visto una Misión Cultural funcionando, muy bien integrada a la comunidad. Pero me queda también la tristeza del muchacho esperando, entre computadoras encapuchadas, la llegada del técnico que las resucite y las haga funcionar. Al recorrer las fotos tomadas ese día, pienso en Huiramba como un recordatorio de que a menudo las tecnologías fallan, la gente no. Casi 100 años después, las Misiones Culturales siguen vivas, prestando un servicio educativo y cultural a la gente sencilla de México.
Mural de Diego Rivera en la Secretaría de Educación Pública (SEP). Maestra rural de las Misiones Culturales. Foto: Alma Maldonado |
Referencias
SEP - Secretaría de Educación Pública
INEA - Instituto Nacional para la Educación de los Adultos
Gobierno de Michoacán / Secretaría de Educación
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