Rosa María Torres
Los sucesivos programas de gobierno presentados por el
Movimiento Revolución Ciudadana (RC) al
Consejo Nacional Electoral (CNE) para terciar en las tres últimas elecciones presidenciales en el Ecuador (2021-2025, 2023-2025, 2025-2029) proponen esencialmente dar continuidad a la década de gobierno de Rafael Correa (2007-2017). Entre las propuestas para la educación está "erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital", a la que nos referiremos aquí.
30. Recuperar las Universidades públicas y las Universidades emblemáticas del país, el programa de becas en el exterior, la excelencia y calidad.
31. Cumplir con la preasignación presupuestaria constitucional para la educación e incrementar la inversión educativa.
32. Garantizar el derecho de los estudiantes a una educación pública, de calidad y gratuita en todos los niveles educativos, desde el inicial, educación general básica, bachillerato y tercer nivel universitario.
33. Garantizar los derechos de los docentes ecuatorianos para mejorar la calidad educativa, fortalecer su trabajo mediante la regulación de la carrera docente y el escalafón, que reivindique derechos y responsabilidades como:
- Política salarial con una remuneración justa, de acuerdo a la profesionalización, desempeño y méritos académicos en todos los niveles educativos.
- Estabilidad docente en todos los niveles y modalidades.
- Promoción, movilidad y alternancia docente.
- Profesionalización, actualización, formación continua para el mejoramiento personal, pedagógico y académico.
34. Fortalecer e incrementar los Institutos de Educación Superior.
35. Revisar los modelos pedagógicos para incentivar el pensamiento crítico en los estudiantes.
36. Revisar el Plan Decenal educativo para el fortalecimiento del sistema educativo nacional.
37. Garantizar la cobertura universal de la oferta educativa pública a nivel nacional, bajo los principios de equidad social, territorial y regional.
38. Implementar políticas para facilitar el acceso universal a los diferentes niveles de la educación, con facilidad de movilidad entre las regiones geográficas. 39. Fortalecer las Unidades Educativas del Milenio (UEM) para garantizar el acceso de la población escolar de las zonas rurales usualmente excluidas de los servicios educativos.
40. Distribuir los recursos para la educación con criterios de equidad social, poblacional y territorial para eliminar brechas y desigualdades étnicas, de género, urbano rural y por condición física.
41. Requerir la rendición de cuentas sobre resultados educativos y gestión de recursos públicos de parte de las instituciones fisco-misionales, artesanales y comunitarias para que, con el financiamiento estatal, estén garantizados los principios de gratuidad e igualdad de oportunidades.
42. Erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital.
43. Desarrollar modalidades formales y no formales que permitan oportunidades educativas para personas adultas y la superación del rezago educativo.
44. Enlazar la educación con las necesidades económicas, productivas, sociales, culturales y ambientales del territorio.
45. Mejorar la infraestructura y equipamiento físico y tecnológico de las instituciones educativas.
46. Reducir la brecha tecnológica y de conectividad entre lo urbano, urbano-marginal y rural, mediante la cobertura universal de energía eléctrica, telecomunicaciones e internet en todo el territorio nacional.
47. Recuperar los infocentros como un mecanismo democrático y equitativo de acceso a la tecnología, y mejoramiento educativo de la población rural y urbana de escasos ingresos económicos.
48. Incorporar las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el proceso educativo y otorgar becas de conectividad a la población juvenil.
49. Erradicar todas las formas de violencia en el sistema educativo, y velar por su integridad física, psicológica y sexual de los y las estudiantes.
50. Brindar atención psicopedagógica oportuna y adecuada de todos los estudiantes con capacidades y necesidades especiales del país.
51. Adaptar el sistema de educación rural a la realidad y necesidades territoriales, para potenciar el desarrollo de las capacidades de niños y jóvenes hombres y mujeres rurales, y así generar oportunidades en territorio y garantizar las mejores condiciones para el ejercicio de su derecho a la libre movilidad.
52. Establecer un sistema nacional de evaluación que fomente su mejora continua.
53. Fortalecer y ampliar el Bachillerato Técnico y de los Institutos Técnicos y Tecnológicos Superiores, tanto en calidad como en su pertinencia con las necesidades y potencialidades de los territorios.
54. Mejorar el sistema de nivelación y admisión para el ingreso a la educación superior pública, con criterios de accesibilidad, equidad y justicia social.
55. Establecer mecanismos regulados de becas, créditos, cobros, cuotas de ingreso u otros que permitan la equidad social en el ingreso a la educación superior particular.
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¿Es posible "erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital"?
La extensa experiencia mundial en el terreno del analfabetismo y la alfabetización ha venido mostrando lo complicado de esa batalla. De hecho, el objetivo de "erradicar" el analfabetismo (planteado entre otros en el Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe 1980-2000 y en la Educación para Todos 1990-2000) fue abandonado a principios de siglo a favor del objetivo más modesto de "reducir" el analfabetismo a la mitad (Educación para Todos 2000-2015). Este mismo viene siendo sistemáticamente incumplido y postergado (Torres, 2024).
El propio correísmo tuvo un tropiezo al respecto. En 2009 Correa declaró al Ecuador «Patria Alfabetizada» y celebró el haber pasado del 9% al 2.7% de analfabetismo. Poco después debió dar marcha atrás pues los datos no cuadraban. Hubo que cambiar la declaratoria de «Patria Alfabetizada» por la de «Patria Alfabetizándose» (Torres, 2014).
En realidad, "erradicar el analfabetismo" viene siendo oferta del correísmo desde los inicios de su gobierno, en 2007. Fue una de las 7 políticas del Plan Decenal de Educación 2006-2015. No obstante, a 2015 se llegó con 5,4% de analfabetismo entre las personas mayores de 15 años. La cifra es posiblemente mayor pues los datos de analfabetismo/alfabetismo siguen consignándose a partir de la declaración de las personas, no a partir de una evaluación de las competencias efectivas.
En 2019 el Banco Mundial acuñó el término «pobreza de aprendizaje» para referirse a la situación de niños y niñas de 10 años que, después de asistir 3-4 años a la escuela, no pueden leer comprensivamente un texto corto adecuado a su edad. Estimó que 70% de los niños y niñas de 10 años en el mundo, y la mitad de los niños y niñas en América Latina y el Caribe, padecían «pobreza de aprendizaje». En el caso del Ecuador se estimó que ésta afectaba a 63% de los niños de 10 años. En 2022, después de la pandemia, ese porcentaje había subido a 66%. En 2013, 62% de los niños y niñas no alcanzaba el Nivel Mínimo de Aprendizaje al terminar la educación primaria y 2% no iba a la escuela (Banco Mundial, 2019).
Reducir la «pobreza de aprendizaje» a la mitad hasta el año 2030 apareció como la nueva gran cruzada de la política educativa-escolar a nivel mundial, así como avanzar a pasos acelerados con la alfabetización digital y la conectividad en un mundo en el que un tercio de la población carece todavía de acceso al Internet (Torres, 2023).
Los organismos internacionales hablaron de una «crisis global de aprendizaje», una crisis que habría iniciado mucho antes de la pandemia, alrededor del año 2000. Se trata, en verdad, de una crisis de los sistemas escolares y de los sistemas educativos en sentido amplio, necesitados de transformaciones profundas de cara a los nuevos tiempos, al nuevo conocimiento científico disponible en torno a la educación y el aprendizaje, y a la irrupción de las nuevas tecnologías (Torres, 2023).
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4, 2015-2030), dedicado a la educación y parte de la Agenda 2030, no propuso erradicar ni reducir el analfabetismo adulto a la mitad sino "asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética" (Meta 4.6).
¿Qué son el analfabetismo puro, funcional y digital?
Quienes redactaron en 2020 el Programa de Gobierno de la Revolución Ciudadana, y sucesivamente en 2023 y 2024, comprometiéndose a "erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital" en el Ecuador, desconocen por completo del tema. La sociedad no comenta ni reacciona pues tampoco sabe del tema y poco le interesa. Los organismos que hacen fact-cheking se dedican sobre todo a la verificación de datos.
Se llama analfabetismo puro (o absoluto) al analfabetismo de quienes no fueron a la escuela o nunca aprendieron a leer, escribir y calcular. El analfabetismo puro es cada vez más raro en el Ecuador (y en el mundo) en la medida que las nuevas generaciones vienen accediendo más a la escuela. En todo caso, erradicar el analfabetismo implica no solo alfabetizar a jóvenes y adultos sino universalizar la educación (una educación de buena calidad) y erradicar la pobreza. Mientras haya niños, jóvenes y adultos al margen del sistema escolar y mientras siga existiendo pobreza, seguirá reproduciéndose el analfabetismo.
El término analfabetismo funcional se aplica a la situación de quienes - niños, jóvenes, adultos - accedieron a los rudimentos de la lectura, la escritura y el cálculo, sin haber logrado un manejo suficiente como para usar esas habilidades de manera autónoma en la vida cotidiana. Hay quienes tienen una corta experiencia escolar, «leen» a tropezones o garabatean su nombre y se consideran o son dados por «alfabetizados». La falta de uso de la lectura, la escritura y el cálculo produce lo que se conoce como «analfabetismo por desuso».
La noción de analfabetismo digital surgió más recientemente, a raíz de la aparición y expansión del Internet en el mundo. Hay diversas definiciones de analfabetismo digital, pero de modo general se entiende por tal la falta de manejo del Internet y los dispositivos digitales para fines de información, comunicación y aprendizaje.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) contabiliza como analfabeto digital a "una persona de 15 a 49 años que cumple simultáneamente con tres características: 1) no tiene celular activado, 2) en los últimos 12 meses no ha utilizado computadora, y 3) en los últimos 12 meses no ha utilizado Internet".
Según el INEC, el analfabetismo digital afecta hoy al 31% de los indígenas, 11,1% de los afroecuatorianos, 8,3% de los montubios y 4,6%de los mestizos. En las áreas urbanas disminuyó del 7,5 % en 2020 al 3,6% en 2022, mientras que en las áreas rurales aumentó del 16,8% en 2020 al 19% en 2022. A nivel nacional, el analfabetismo digital pasó de 8.2% en 2022 a 5.4% en 2024 (INEC, 2024).
Referencias
Cómo citar este artículo: Torres, Rosa María, “El correísmo ofrece erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital”, blog OTRAƎDUCACION, enero 2025. https://otra-educacion.blogspot.com/2025/01/erradicar-el-analfabetismo-puro.html |