Rosa María Torres
Directora Pedagógica
Campaña Nacional de Alfabetización“Monseñor Leonidas Proaño”
Ecuador, 1988-1990
Campaña Nacional de Alfabetización“Monseñor Leonidas Proaño”
Ecuador, 1988-1990
Para mi hijo Juan Fernando
Y,
finalmente, llegó el día. Aquí están reunidos, en este gran Encuentro Nacional
de Alfabetizadores Estudiantiles, cerca de 800 jóvenes de los dos últimos años del colegio de todas las provincias
del país, convocados a analizar la educación nacional y a proponer cambios para
ésta.
Rostros
familiares asoman por todos lados, muchachos y muchachas a quienes he conocido y de quienes he
aprendido tanto en este vertiginoso trajín de la campaña de alfabetización. Aquí están,
bulliciosos y triunfantes, estos jóvenes que me fueron ratificando, paso a paso,
que la campaña valía la pena. Aquí están asombrosamente juntos varios de
los protagonistas de estos reportajes, con quienes compartí por un instante
sus clases, sus charlas, sus gozos, sus dudas y penurias en esta tarea hoy concluida de la
alfabetización.
Aquí
está la parlanchina jefa de brigada de Chimborazo, la alfabetizadora de Napo
que me recibió con el himno nacional, la animadora lojana del Encuentro
Cantonal de Catamayo, varios de los alfabetizadores presentes en los Encuentros
Provinciales de Imbabura y Pichincha, la delegación estudiantil azuaya que me
recibió en el aeropuerto de Cuenca y me convocó solemnemente a una reunión
"entre autoridades". Aquí están varios de esos jóvenes con quienes
compartí programas de radio y televisión, entrevistas, acaloradas discusiones
públicas. Aquí está Juan Fernando, mi hijo alfabetizador.
¡Cuánto han crecido en estos cinco meses! Cuando los conocí,
supe que muchos de ellos serían elegidos por sus compañeros para llegar a este
Encuentro. Aquí están, seguros de sí mismos, satisfechos de haber
cumplido con una tarea que muchos creyeron imposible, fogueados por el propio
proceso de la alfabetización, victoriosos sobre las mil y un batallas que
están detrás de esta anhelada delegación al Encuentro.
Aquí
están. Los vi llegar el primer día, bajar de los buses como si los hubiesen
tomado en la esquina (varias delegaciones viajaron toda la noche o todo el
día), entrar al coliseo alborotando con consignas y vivas a sus respectivas
provincias, inscribirse en la mesa de computación, quejarse desde el primer
momento. Ahora se van, cuatro días después, alegres y tristes al mismo tiempo.
Bien saben ellos que éste ha sido un acontecimiento excepcional, único,
difícilmente repetible. Así lo dejan dicho muchos en sus evaluaciones finales, con la sensación de haber participado de algo extraordinario,
de ser parte de una generación y un grupo privilegiados y, por eso mismo,
con la sensación del nunca más.
Los
periódicos murales
El miércoles, víspera del inicio del Encuentro, mientras iban llegando las delegaciones de las diversas provincias, se dedicó por entero a la elaboración de periódicos murales sobre la campaña.
Fotos, dibujos, cartas, poemas, diarios de campo, banderines, hojas volantes, boletines, periódicos, recortes de noticias, Documentos de Trabajo, carteles silábicos, traídos por las delegaciones, se complementaron con el material que se les proporcionó aquí: papel, cartulina, lápices, pintura, brochas, pinceles, marcadores, planchas de madera y espumaflex, maskin tape, pega, cintas, fideos, tijeras, reglas, chinches... Todo junto en un amplio y luminoso salón convertido en taller de creatividad, donde se pintaba, dibujaba, recortaba, pegaba y armaba sobre mesas o sobre el suelo, de pie, sentados, en cuclillas y hasta acostados.
El resultado: una producción asombrosa, fruto de una laboriosidad, una imaginación y un entusiasmo indescriptibles. Cada mural mejor que el otro. Artistas a granel. Dibujantes extraordinarios, algunos. Grupos enteros inventando lemas y consignas. Documentos de Trabajo despanzurrados por todo lado, sirviendo de muestra a los dibujantes que imitaban, en tamaño gigante, las caricaturas. Todo ello animado con música a todo volumen, tarareada y meneada por todos, por momentos en franco baile.
Al final del día, cada delegación fue llevando su mural al coliseo, donde se colocaron y mantuvieron en exposición permanente hasta el final del Encuentro.
Agenda y modalidad de trabajo
Habíamos propuesto tres preguntas como eje del Encuentro:
1. ¿Qué tenemos que decir sobre nuestro sistema educativo nacional?
2. ¿Qué propuestas tenemos para el futuro de la educación en nuestro país?
3. ¿Qué medidas concretas podemos sugerir para implementar realistamente los cambios propuestos?
Estas preguntas serían discutidas simultáneamente en 33 talleres, cada uno integrado por entre 20 y 25 alfabetizadores provenientes de las distintas provincias. Los propios jóvenes coordinarían dichos talleres, eligiendo para ello a un moderador y a un relator en cada grupo.
El Plenario de Relatores, a su vez, se reuniría diariamente después de la jornada de trabajo para socializar y resumir las conclusiones de cada uno de sus grupos, y designaría una Comisión de Relatoría, integrada por tres alfabetizadores, la cual se encargaría de redactar el Informe Final, y de leerlo y entregarlo al Ministro de Educación durante la sesión de clausura.
Esto es, en efecto, lo que se hizo. La Memoria del Encuentro, que será publicada en breve y distribuida ampliamente, recogerá en materiales testimoniales, fotografías, boletines internos, carteles y pancartas, murales, discursos, evaluaciones escritas de puño y letra de los alfabetizadores, lo que este breve reportaje no puede hacer para dar cuenta de la riqueza de este evento.
Inauguraciones, bailes y elecciones
El trabajo se inició el jueves. Primero vino la sesión inaugural. Discursos emocionados del Ministro de Educación y de miembros del Comité Ejecutivo de la campaña, rematados por una alfabetizadora de la delegación de Esmeraldas, en representación de los participantes. Un error de coordinación con la banda encargada de amenizar el cierre con el esperado "Himno de la Gran Batalla", dedicado a la campaña, desató la fiesta. La banda irrumpió con un pasodoble y los jóvenes se precipitaron convirtiendo al coliseo en imprevista pista de baile. Visto desde el estrado, aquello daba la apariencia no de una inauguración sino de una clausura...
Los 33 talleres empezaron por elegir a su respectivo moderador y relator. Los jóvenes valoraron y acogieron con interés el procedimiento propuesto para dicha elección: en vista de que los miembros de cada taller no se conocerían entre sí, quienes desearan ser elegidos para esas dos funciones debían proponerse voluntariamente, argumentando por qué querían ser elegidos.
Ser moderador o relator era no solo un orgullo sino una responsabilidad, que suponía trabajo adicional y renuncia a horas de descanso y actividades de recreación. Quizás ello explica por qué, en algunos grupos, hubo necesidad de llamar a la cooperación, ante la ausencia de candidatos voluntarios. Pero la norma fue más bien, en la mayoría de talleres, la proliferación de candidatos compitiendo a brazo partido por su designación.
Los jóvenes opinan sobre la educación
Tres días se dedicaron a analizar las tres preguntas. Distribuidos en 33 aulas de la Universidad Católica de Quito, los jóvenes trabajaron en ellas con entusiasmo, liberándose de la censura y de la autoridad, dando rienda suelta a la crítica y a la imaginación. ¿Cómo puede sentirse, al fin y al cabo, un joven estudiante, amamantado en su rol de alumno, amordazado por doce años de escolarización, súbitamente convocado a opinar y proponer, como voz calificada y legítima, en torno a la educación nacional?
Incluso los grupos que, el primer día, empezaron hurgando los lados positivos del sistema educativo, terminaron encontrando que la búsqueda era infructuosa. Conclusión unánime: nuestra educación anda mal y es preciso modificarla radicalmente. La montaña de papelógrafos que resultó de las relatorías de los 33 talleres constituye una crítica maciza y sin contemplaciones a nuestro sistema educativo. Como para provocar infartos entre autoridades educacionales y maestros de viejo cuño. Y, sin embargo, promovida esta vez por una campaña de alfabetización impulsada por el gobierno y con el aval y la complacencia del propio Ministerio de Educación.
En términos sencillos y directos, sin tecnicismos y sin tapujos, con la espontaneidad de la juventud y con la sabiduría que dan años de haber experimentado vivencialmente la tortura de las aulas, los jóvenes plantearon sus cuestionamientos y sus propuestas para el sistema educativo. Imposible tomar todo al pie de la letra y pensar en delinear, a partir de allí, una nueva política educacional. Pero imposible también desconocer el punto de vista de los jóvenes, sabios en la identificación de los vicios de nuestro sistema educativo y de sus vías de resolución. Vale la pena transcribir aquí literalmente lo que los propios jóvenes, resumiendo las relatorías de los talleres, registraron en su Informe Final:
¿Qué tenemos que decir sobre nuestro sistema educativo nacional?
- Nuestra educación carece de originalidad.
- No es liberal ni crítica.
- Es una educación memorística.
- No es democrática ni participativa.
- Educación competitiva.
- Educación facilista.
- Educación mecanicista.
- Educación regionalista, discriminadora, racista.
- Falta de actualización de los conocimientos que se imparten.
- Los estudiantes somos receptores pasivos.
- La educación no está adaptada al medio, los textos no corresponden a la realidad.
- Hay descoordinación entre los diferentes niveles educativos.
- El pénsum de estudios es extenso, con muchos conocimientos innecesarios.
- La educación es mediocre. Se enseñan las cosas a medias.
- Hay una situación de desventaja del alumno respecto del profesor.
- La educación técnica no utiliza correctamente nuestros recursos naturales.
- No hay un sistema de calificaciones estable.
- La elección de especialización en tercer curso es demasiado temprana.
- No hay atención a la educación rural.
- Hay provincias privilegiadas en cuanto a infraestructura, fondos, etc.
- Mala distribución del profesorado en el territorio nacional.
- Exceso de profesionales en diferentes ramas que no ejercen la profesión y se dedican a la docencia.
- Demasiada influencia de "palancas" en el sistema educativo.
- La educación particular a veces tiene fines de lucro.
- Se crean nuevos planteles educativos pero no se mejoran los ya existentes.
- Hay desinterés por la educación de personas con defectos físicos.
- Falta infraestructura educativa.
- Injusta distribución de bonificaciones en el sector magisterial.
- Falta de identidad con la cultura propia.
- Quemeimportismo entre maestros, alumnos y padres de familia respecto a la educación.
- Falta de autovaloración de los estudiantes.
- Hay demasiadas vacaciones.
- Procedimientos no éticos ni morales tanto entre profesores como entre alumnos.
- Influencias políticas al asignar cargos de docencia.
- Utilización de la educación para hacer proselitismo político.
¿Qué propuestas tenemos para el futuro de la educación en nuestro país?
- Reestructuración completa de la estructura educativa.- Que se revise la concepción pedagógica de la educación.- Sistema de calificaciones de acuerdo a la capacidad y el esfuerzo del alumno.
- Dar cursos de capacitación pedagógica a los profesores.
- Que la cultura e información extranjeras sean solo información general.
- Que no se politice la educación.
- Que se profundice en el estudio de las materias de especialidad.
- Distribución de los centros educativos en zonas urbanas y rurales de acuerdo al porcentaje de la población.
- Que la educación busque aprovechar los recursos del medio.
- Crear y perfeccionar los departamentos de orientación vocacional.
- Una educación no elitista ni discriminadora.
- Que se creen carreras cortas y técnicas.
- Que se cumpla con el 30% del presupuesto general del Estado a la educación.
- Mayor atención a la educación de la niñez.
- Que se creen programas educativos en los medios de comunicación.
- Que se dé mayor atención a la educación de personas con limitaciones físicas.
- Un plan nacional de formación y concientización sobre la importancia de la educación.
- Parar la comercialización de la educación.
- Que se dote de colación escolar a todos los niveles educativos.
- Dotación de materiales didácticos, particularmente en las zonas rurales.
- Mayor sueldo a los profesores rurales.
- Que exista secuencia de los programas educativos entre la escuela, el colegio y la universidad.
- Útiles escolares gratuitos para las personas de escasos recursos económicos.
¿Qué medidas concretas podemos sugerir para implementar realistamente los cambios propuestos?
- Supervisión constante y efectiva por parte de las autoridades educacionales.
- Ley de participación estudiantil y del dirigente estudiantil en las juntas de curso.
- Que sean los alumnos quienes desarrollen los temas de clase, para así formarnos en el sentido crítico y la responsabilidad.
- Una nueva forma de evaluación que fomente el razonamiento y no la memoria.
- Los maestros deben tener preparación psicopedagógica y una renovación constante de conocimientos.
- Igual trato a todos los colegios por parte del Estado.
- Dar prioridad a la educación aumentando el presupuesto y dejando de lado el armamentismo.
- Implementación de departamentos de orientación vocacional desde la escuela primaria.
- Dar prioridad a las materias de especialización en el ciclo diversificado, disminuyendo horas de cultura general.
- Nuevos programas acordes con la realidad nacional.
- Despolitización de los puestos del magisterio.
- Mayor remuneración a los maestros y especial atención a los de las zonas rurales.
- Creación de institutos para personas impedidas.
- Creación de carreras técnicas acordes con la realidad nacional.
- Equipar a los planteles con laboratorios y talleres que tengan maquinarias y los materiales didácticos necesarios.
- Abolir la comercialización de los títulos de bachiller.
- Construcción de vías de acceso para facilitar la movilización en las áreas rurales.
- Creación de universidades en ciudades que se encuentran en pleno desarrollo.
- Que funcione mejor la comisión reguladora de costos.
- Cumplimiento de la ley del libro. Que se proporcione libros específicos, actualizados y con precios populares.
- Control de la zonificación escolar.
- Establecer la obligatoriedad de los cursos de nivelación para la entrada al colegio.
- Estabilidad del personal docente a lo largo del año lectivo.
- Que al maestro se le asignen las materias de acuerdo a su especialidad.
- Exigir la participación de los medios de comunicación para incentivar y desarrollar la educación nacional.
Problemas nunca faltan
Problemas organizativos no faltaron, y los jóvenes fueron los más expeditos en notarlos y hacérnoslos notar. El primero: la asignación del alojamiento. Las delegaciones habían sido distribuidas por provincias en diversos hospedajes (hoteles y casas de retiro) de Quito y del Valle de Los Chillos (a media hora de la ciudad). Las quejas no se hicieron esperar: los que estaban en casa de retiro protestaban por el privilegio de los que estaban en hotel; los que estaban fuera de Quito protestaban por la lejanía. De hecho, a los organizadores nos faltó sensibilidad para anticipar que muchos jóvenes venían por primera vez a la capital e incluso salían por primera vez de su provincia.
El segundo gran problema fue la comida: mala calidad, largas colas, larga espera. Cerca de 1000 personas, entre estudiantes, profesores, autoridades provinciales y organizadores del evento, debían ser atendidas durante dos refrigerios y un almuerzo diarios, ofrecidos en el propio local del evento. Las variantes que se ensayaron cada día no lograron el milagro de un servicio eficiente, rápido y de calidad.
Un problema fue el propio conflicto entre jóvenes (estudiantes) y adultos (maestros). Este era, definitivamente, un encuentro juvenil: decidí que los jóvenes estaban y debían estar en el centro, y que los adultos no debían interferir. No todas las autoridades provinciales de la campaña y los profesores que habían venido acompañando a las delegaciones estuvieron dispuestos a entenderlo. Cuesta que esta sociedad de adultos ceda, aunque sea por una única vez, el espacio a los jóvenes. No es fácil que el profesor, formado en la sacralización y la pleitesía, acepte, incluso en condiciones excepcionales, la subordinación y el segundo plano frente al alumno.
Clausura, evaluaciones y despedidas
Carteles, pancartas con consignas, discursos, aplausos, vivas, emociones, evaluaciones finales, certificados, abrazos, autógrafos, intercambio de direcciones, despedidas, lágrimas, promesas, buses que se llenan, manos y pañuelos que se agitan, y la inconmensurable soledad de un espacio hasta hace un momento desbordante de bulla, color y entusiasmo, y ahora lleno de basura por todos lados. El Encuentro ha concluido. Por primera vez se me hace evidente, inobjetable, que la campaña también. Y ello es motivo de alegría pero también de desolación.
Los jóvenes se han ido felices, orgullosos de ser jóvenes, de haber hecho nuevos amigos, de haber roto con el provincianismo y el regionalismo, de haber alfabetizado, de haber dicho su palabra sobre la educación, de haber hecho algo grande por su país, de ser ecuatorianos. Ha sido un gran Encuentro y eso es lo que cuenta. Así lo expresa la inmensa mayoría en la hoja de evaluación, con letras garrapateadas e incontables errores ortográficos, expresión al fin y al cabo de la realidad educativa de este país.
Pero este país no podrá olvidar nunca que son estos jóvenes que escriben error con H los que han enseñado a leer y escribir a decenas de miles de ecuatorianos; los que se han ganado el premio a los Derechos Humanos "Monseñor Leonidas Proaño", otorgado anualmente por la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU), y que, para cuando este libro salga a la luz, habrá sido anunciado públicamente y entregado a los alfabetizadores en una ceremonia especial.
Son los jóvenes mismos quienes mejor han comprendido el sentido, la importancia y el profundo valor de este Encuentro. Salvo contadísimas excepciones, los medios de comunicación apenas si lo destacaron a lo largo de estos días: jóvenes estudiantes reunidos para analizar la educación nacional, ¿a quién le interesa?. Periodistas y camarógrafos estuvieron atentos a los actos de inauguración y clausura, apuntando grabadoras y cámaras hacia el estrado, pendientes - en la mejor tradición periodística nacional - del Ministro y las autoridades. Abajo y por todos lados, en el graderío, los corredores, los jardines y las aulas, transcurría el Encuentro, virtualmente anónimo a los ojos del país.
Mañana, 24 de septiembre, en la ciudad de Riobamba, tendrá lugar el acto oficial de clausura de la campaña. Estarán representantes del cuerpo diplomático y los organismos internacionales, altas autoridades del gobierno y de la campaña, habrá discursos, espectáculos vistosos, bandas, música, artistas, almuerzos, brindis, homenajes. Una comisión de alfabetizadores estudiantiles delegada por este Encuentro estará presente y entregará el Informe Final al Presidente Borja. Con todo, ese será el acto formal de clausura de la campaña. Este Encuentro Nacional, puertas adentro, protagonizado por la juventud alfabetizadora, es su verdadera culminación, la culminación que esta campaña merecía.
Ahora, mientras escribo estas líneas, sigo con la mirada fija en ese gran mural que, para mí, ha estado todo el tiempo presidiendo el Encuentro, colgado al fondo de una gradería lateral, que vi pintar, recortar y colocar a un joven quiteño durante el primer día, y que continúa emocionándome. El cartel, como si resumiendo el espíritu de esta campaña y de este Encuentro, decía:
El miércoles, víspera del inicio del Encuentro, mientras iban llegando las delegaciones de las diversas provincias, se dedicó por entero a la elaboración de periódicos murales sobre la campaña.
Fotos, dibujos, cartas, poemas, diarios de campo, banderines, hojas volantes, boletines, periódicos, recortes de noticias, Documentos de Trabajo, carteles silábicos, traídos por las delegaciones, se complementaron con el material que se les proporcionó aquí: papel, cartulina, lápices, pintura, brochas, pinceles, marcadores, planchas de madera y espumaflex, maskin tape, pega, cintas, fideos, tijeras, reglas, chinches... Todo junto en un amplio y luminoso salón convertido en taller de creatividad, donde se pintaba, dibujaba, recortaba, pegaba y armaba sobre mesas o sobre el suelo, de pie, sentados, en cuclillas y hasta acostados.
El resultado: una producción asombrosa, fruto de una laboriosidad, una imaginación y un entusiasmo indescriptibles. Cada mural mejor que el otro. Artistas a granel. Dibujantes extraordinarios, algunos. Grupos enteros inventando lemas y consignas. Documentos de Trabajo despanzurrados por todo lado, sirviendo de muestra a los dibujantes que imitaban, en tamaño gigante, las caricaturas. Todo ello animado con música a todo volumen, tarareada y meneada por todos, por momentos en franco baile.
Al final del día, cada delegación fue llevando su mural al coliseo, donde se colocaron y mantuvieron en exposición permanente hasta el final del Encuentro.
Agenda y modalidad de trabajo
Habíamos propuesto tres preguntas como eje del Encuentro:
1. ¿Qué tenemos que decir sobre nuestro sistema educativo nacional?
2. ¿Qué propuestas tenemos para el futuro de la educación en nuestro país?
3. ¿Qué medidas concretas podemos sugerir para implementar realistamente los cambios propuestos?
Estas preguntas serían discutidas simultáneamente en 33 talleres, cada uno integrado por entre 20 y 25 alfabetizadores provenientes de las distintas provincias. Los propios jóvenes coordinarían dichos talleres, eligiendo para ello a un moderador y a un relator en cada grupo.
El Plenario de Relatores, a su vez, se reuniría diariamente después de la jornada de trabajo para socializar y resumir las conclusiones de cada uno de sus grupos, y designaría una Comisión de Relatoría, integrada por tres alfabetizadores, la cual se encargaría de redactar el Informe Final, y de leerlo y entregarlo al Ministro de Educación durante la sesión de clausura.
Esto es, en efecto, lo que se hizo. La Memoria del Encuentro, que será publicada en breve y distribuida ampliamente, recogerá en materiales testimoniales, fotografías, boletines internos, carteles y pancartas, murales, discursos, evaluaciones escritas de puño y letra de los alfabetizadores, lo que este breve reportaje no puede hacer para dar cuenta de la riqueza de este evento.
Inauguraciones, bailes y elecciones
El trabajo se inició el jueves. Primero vino la sesión inaugural. Discursos emocionados del Ministro de Educación y de miembros del Comité Ejecutivo de la campaña, rematados por una alfabetizadora de la delegación de Esmeraldas, en representación de los participantes. Un error de coordinación con la banda encargada de amenizar el cierre con el esperado "Himno de la Gran Batalla", dedicado a la campaña, desató la fiesta. La banda irrumpió con un pasodoble y los jóvenes se precipitaron convirtiendo al coliseo en imprevista pista de baile. Visto desde el estrado, aquello daba la apariencia no de una inauguración sino de una clausura...
Los 33 talleres empezaron por elegir a su respectivo moderador y relator. Los jóvenes valoraron y acogieron con interés el procedimiento propuesto para dicha elección: en vista de que los miembros de cada taller no se conocerían entre sí, quienes desearan ser elegidos para esas dos funciones debían proponerse voluntariamente, argumentando por qué querían ser elegidos.
Ser moderador o relator era no solo un orgullo sino una responsabilidad, que suponía trabajo adicional y renuncia a horas de descanso y actividades de recreación. Quizás ello explica por qué, en algunos grupos, hubo necesidad de llamar a la cooperación, ante la ausencia de candidatos voluntarios. Pero la norma fue más bien, en la mayoría de talleres, la proliferación de candidatos compitiendo a brazo partido por su designación.
Los jóvenes opinan sobre la educación
Tres días se dedicaron a analizar las tres preguntas. Distribuidos en 33 aulas de la Universidad Católica de Quito, los jóvenes trabajaron en ellas con entusiasmo, liberándose de la censura y de la autoridad, dando rienda suelta a la crítica y a la imaginación. ¿Cómo puede sentirse, al fin y al cabo, un joven estudiante, amamantado en su rol de alumno, amordazado por doce años de escolarización, súbitamente convocado a opinar y proponer, como voz calificada y legítima, en torno a la educación nacional?
Incluso los grupos que, el primer día, empezaron hurgando los lados positivos del sistema educativo, terminaron encontrando que la búsqueda era infructuosa. Conclusión unánime: nuestra educación anda mal y es preciso modificarla radicalmente. La montaña de papelógrafos que resultó de las relatorías de los 33 talleres constituye una crítica maciza y sin contemplaciones a nuestro sistema educativo. Como para provocar infartos entre autoridades educacionales y maestros de viejo cuño. Y, sin embargo, promovida esta vez por una campaña de alfabetización impulsada por el gobierno y con el aval y la complacencia del propio Ministerio de Educación.
En términos sencillos y directos, sin tecnicismos y sin tapujos, con la espontaneidad de la juventud y con la sabiduría que dan años de haber experimentado vivencialmente la tortura de las aulas, los jóvenes plantearon sus cuestionamientos y sus propuestas para el sistema educativo. Imposible tomar todo al pie de la letra y pensar en delinear, a partir de allí, una nueva política educacional. Pero imposible también desconocer el punto de vista de los jóvenes, sabios en la identificación de los vicios de nuestro sistema educativo y de sus vías de resolución. Vale la pena transcribir aquí literalmente lo que los propios jóvenes, resumiendo las relatorías de los talleres, registraron en su Informe Final:
¿Qué tenemos que decir sobre nuestro sistema educativo nacional?
- Nuestra educación carece de originalidad.
- No es liberal ni crítica.
- Es una educación memorística.
- No es democrática ni participativa.
- Educación competitiva.
- Educación facilista.
- Educación mecanicista.
- Educación regionalista, discriminadora, racista.
- Falta de actualización de los conocimientos que se imparten.
- Los estudiantes somos receptores pasivos.
- La educación no está adaptada al medio, los textos no corresponden a la realidad.
- Hay descoordinación entre los diferentes niveles educativos.
- El pénsum de estudios es extenso, con muchos conocimientos innecesarios.
- La educación es mediocre. Se enseñan las cosas a medias.
- Hay una situación de desventaja del alumno respecto del profesor.
- La educación técnica no utiliza correctamente nuestros recursos naturales.
- No hay un sistema de calificaciones estable.
- La elección de especialización en tercer curso es demasiado temprana.
- No hay atención a la educación rural.
- Hay provincias privilegiadas en cuanto a infraestructura, fondos, etc.
- Mala distribución del profesorado en el territorio nacional.
- Exceso de profesionales en diferentes ramas que no ejercen la profesión y se dedican a la docencia.
- Demasiada influencia de "palancas" en el sistema educativo.
- La educación particular a veces tiene fines de lucro.
- Se crean nuevos planteles educativos pero no se mejoran los ya existentes.
- Hay desinterés por la educación de personas con defectos físicos.
- Falta infraestructura educativa.
- Injusta distribución de bonificaciones en el sector magisterial.
- Falta de identidad con la cultura propia.
- Quemeimportismo entre maestros, alumnos y padres de familia respecto a la educación.
- Falta de autovaloración de los estudiantes.
- Hay demasiadas vacaciones.
- Procedimientos no éticos ni morales tanto entre profesores como entre alumnos.
- Influencias políticas al asignar cargos de docencia.
- Utilización de la educación para hacer proselitismo político.
¿Qué propuestas tenemos para el futuro de la educación en nuestro país?
- Reestructuración completa de la estructura educativa.- Que se revise la concepción pedagógica de la educación.- Sistema de calificaciones de acuerdo a la capacidad y el esfuerzo del alumno.
- Dar cursos de capacitación pedagógica a los profesores.
- Que la cultura e información extranjeras sean solo información general.
- Que no se politice la educación.
- Que se profundice en el estudio de las materias de especialidad.
- Distribución de los centros educativos en zonas urbanas y rurales de acuerdo al porcentaje de la población.
- Que la educación busque aprovechar los recursos del medio.
- Crear y perfeccionar los departamentos de orientación vocacional.
- Una educación no elitista ni discriminadora.
- Que se creen carreras cortas y técnicas.
- Que se cumpla con el 30% del presupuesto general del Estado a la educación.
- Mayor atención a la educación de la niñez.
- Que se creen programas educativos en los medios de comunicación.
- Que se dé mayor atención a la educación de personas con limitaciones físicas.
- Un plan nacional de formación y concientización sobre la importancia de la educación.
- Parar la comercialización de la educación.
- Que se dote de colación escolar a todos los niveles educativos.
- Dotación de materiales didácticos, particularmente en las zonas rurales.
- Mayor sueldo a los profesores rurales.
- Que exista secuencia de los programas educativos entre la escuela, el colegio y la universidad.
- Útiles escolares gratuitos para las personas de escasos recursos económicos.
¿Qué medidas concretas podemos sugerir para implementar realistamente los cambios propuestos?
- Supervisión constante y efectiva por parte de las autoridades educacionales.
- Ley de participación estudiantil y del dirigente estudiantil en las juntas de curso.
- Que sean los alumnos quienes desarrollen los temas de clase, para así formarnos en el sentido crítico y la responsabilidad.
- Una nueva forma de evaluación que fomente el razonamiento y no la memoria.
- Los maestros deben tener preparación psicopedagógica y una renovación constante de conocimientos.
- Igual trato a todos los colegios por parte del Estado.
- Dar prioridad a la educación aumentando el presupuesto y dejando de lado el armamentismo.
- Implementación de departamentos de orientación vocacional desde la escuela primaria.
- Dar prioridad a las materias de especialización en el ciclo diversificado, disminuyendo horas de cultura general.
- Nuevos programas acordes con la realidad nacional.
- Despolitización de los puestos del magisterio.
- Mayor remuneración a los maestros y especial atención a los de las zonas rurales.
- Creación de institutos para personas impedidas.
- Creación de carreras técnicas acordes con la realidad nacional.
- Equipar a los planteles con laboratorios y talleres que tengan maquinarias y los materiales didácticos necesarios.
- Abolir la comercialización de los títulos de bachiller.
- Construcción de vías de acceso para facilitar la movilización en las áreas rurales.
- Creación de universidades en ciudades que se encuentran en pleno desarrollo.
- Que funcione mejor la comisión reguladora de costos.
- Cumplimiento de la ley del libro. Que se proporcione libros específicos, actualizados y con precios populares.
- Control de la zonificación escolar.
- Establecer la obligatoriedad de los cursos de nivelación para la entrada al colegio.
- Estabilidad del personal docente a lo largo del año lectivo.
- Que al maestro se le asignen las materias de acuerdo a su especialidad.
- Exigir la participación de los medios de comunicación para incentivar y desarrollar la educación nacional.
Problemas nunca faltan
Problemas organizativos no faltaron, y los jóvenes fueron los más expeditos en notarlos y hacérnoslos notar. El primero: la asignación del alojamiento. Las delegaciones habían sido distribuidas por provincias en diversos hospedajes (hoteles y casas de retiro) de Quito y del Valle de Los Chillos (a media hora de la ciudad). Las quejas no se hicieron esperar: los que estaban en casa de retiro protestaban por el privilegio de los que estaban en hotel; los que estaban fuera de Quito protestaban por la lejanía. De hecho, a los organizadores nos faltó sensibilidad para anticipar que muchos jóvenes venían por primera vez a la capital e incluso salían por primera vez de su provincia.
El segundo gran problema fue la comida: mala calidad, largas colas, larga espera. Cerca de 1000 personas, entre estudiantes, profesores, autoridades provinciales y organizadores del evento, debían ser atendidas durante dos refrigerios y un almuerzo diarios, ofrecidos en el propio local del evento. Las variantes que se ensayaron cada día no lograron el milagro de un servicio eficiente, rápido y de calidad.
Un problema fue el propio conflicto entre jóvenes (estudiantes) y adultos (maestros). Este era, definitivamente, un encuentro juvenil: decidí que los jóvenes estaban y debían estar en el centro, y que los adultos no debían interferir. No todas las autoridades provinciales de la campaña y los profesores que habían venido acompañando a las delegaciones estuvieron dispuestos a entenderlo. Cuesta que esta sociedad de adultos ceda, aunque sea por una única vez, el espacio a los jóvenes. No es fácil que el profesor, formado en la sacralización y la pleitesía, acepte, incluso en condiciones excepcionales, la subordinación y el segundo plano frente al alumno.
Clausura, evaluaciones y despedidas
Carteles, pancartas con consignas, discursos, aplausos, vivas, emociones, evaluaciones finales, certificados, abrazos, autógrafos, intercambio de direcciones, despedidas, lágrimas, promesas, buses que se llenan, manos y pañuelos que se agitan, y la inconmensurable soledad de un espacio hasta hace un momento desbordante de bulla, color y entusiasmo, y ahora lleno de basura por todos lados. El Encuentro ha concluido. Por primera vez se me hace evidente, inobjetable, que la campaña también. Y ello es motivo de alegría pero también de desolación.
Los jóvenes se han ido felices, orgullosos de ser jóvenes, de haber hecho nuevos amigos, de haber roto con el provincianismo y el regionalismo, de haber alfabetizado, de haber dicho su palabra sobre la educación, de haber hecho algo grande por su país, de ser ecuatorianos. Ha sido un gran Encuentro y eso es lo que cuenta. Así lo expresa la inmensa mayoría en la hoja de evaluación, con letras garrapateadas e incontables errores ortográficos, expresión al fin y al cabo de la realidad educativa de este país.
Pero este país no podrá olvidar nunca que son estos jóvenes que escriben error con H los que han enseñado a leer y escribir a decenas de miles de ecuatorianos; los que se han ganado el premio a los Derechos Humanos "Monseñor Leonidas Proaño", otorgado anualmente por la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU), y que, para cuando este libro salga a la luz, habrá sido anunciado públicamente y entregado a los alfabetizadores en una ceremonia especial.
Son los jóvenes mismos quienes mejor han comprendido el sentido, la importancia y el profundo valor de este Encuentro. Salvo contadísimas excepciones, los medios de comunicación apenas si lo destacaron a lo largo de estos días: jóvenes estudiantes reunidos para analizar la educación nacional, ¿a quién le interesa?. Periodistas y camarógrafos estuvieron atentos a los actos de inauguración y clausura, apuntando grabadoras y cámaras hacia el estrado, pendientes - en la mejor tradición periodística nacional - del Ministro y las autoridades. Abajo y por todos lados, en el graderío, los corredores, los jardines y las aulas, transcurría el Encuentro, virtualmente anónimo a los ojos del país.
Mañana, 24 de septiembre, en la ciudad de Riobamba, tendrá lugar el acto oficial de clausura de la campaña. Estarán representantes del cuerpo diplomático y los organismos internacionales, altas autoridades del gobierno y de la campaña, habrá discursos, espectáculos vistosos, bandas, música, artistas, almuerzos, brindis, homenajes. Una comisión de alfabetizadores estudiantiles delegada por este Encuentro estará presente y entregará el Informe Final al Presidente Borja. Con todo, ese será el acto formal de clausura de la campaña. Este Encuentro Nacional, puertas adentro, protagonizado por la juventud alfabetizadora, es su verdadera culminación, la culminación que esta campaña merecía.
Ahora, mientras escribo estas líneas, sigo con la mirada fija en ese gran mural que, para mí, ha estado todo el tiempo presidiendo el Encuentro, colgado al fondo de una gradería lateral, que vi pintar, recortar y colocar a un joven quiteño durante el primer día, y que continúa emocionándome. El cartel, como si resumiendo el espíritu de esta campaña y de este Encuentro, decía:
ECUADOR: TU JUVENTUD TE AMA.
* Incluido
en: Rosa María Torres, El nombre de Ramona Cuji (Reportajes de la Campaña Nacional de
Alfabetización “Monseñor Leonidas Proaño”), ALDHU / Editorial El Conejo, Quito, 1990.
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