Entrevista en portugués "Demora nas vacinas contradiz urgência da volta às aulas, diz ex-ministra da educação do Equador", por Ana Luiza Basilio
1. Brasil se encuentra en el peor momento de la pandemia, con un aumento en el número de casos y muertes. En relación a las escuelas, las determinaciones entre cerrarlas o mantenerlas abiertas aún oscilan, principalmente por la falta de vacunación de los profesionales de la educación en este momento. ¿Cómo ve este debate y qué cuestiones deberían tenerse en cuenta? La vacunación de los profesores contra el COVID-19 ha venido a sumarse como una condición más para la reapertura de las escuelas. UNESCO y UNICEF han venido abogando por incluir a los profesores entre los grupos prioritarios a vacunarse. Esto ha sido aceptado en muchos países. No obstante, el ritmo de vacunación varía mucho en el mundo y en América Latina. Hay países que apenas empiezan la vacunación y van muy lentamente. Puede tomar bastante tiempo vacunar e todos los profesores. Esto entra en contradicción con la urgencia del retorno a las aulas.
2. ¿ Cómo lidió Ecuador con las escuelas durante la pandemia? ¿Cree que la política de conducción con las escuelas fue asertiva?
Creo que el Ecuador ha lidiado bastante bien con el tema escolar en medio de la pandemia, teniendo en cuenta la complejidad del asunto y las condiciones objetivas y subjetivas para encararlo. El Ministerio de Educación ha estado activo desarrollando planes y opciones en coordinación con organismos internacionales como UNICEF, UNESCO y OEI, entre otros. Ha hecho avances importantes a lo largo de este año y ha mostrado gran flexibilidad para adaptarse a las condiciones cambiantes y a los aprendizajes surgidos de la propia pandemia y de la experiencia de los demás países.
3. Un informe reciente de Unicef muestra que América Latina y el Caribe están liderando la pérdida del año escolar, ya que los países han mantenido las escuelas cerradas por más tiempo. ¿Cómo ve este tema, considerando que el mantenimiento de escuelas abiertas involucra temas como la vacunación, la posibilidad de cumplir con los protocolos sanitarios, la inversión e intervención en los espacios escolares?
La situación se ha vuelto muy problemática en América Latina, la región que más tiempo ha mantenido a los estudiantes fuera de las aulas. Una serie de obstáculos han impedido la reapertura de las escuelas, entre ellos obstáculos de orden político y sindical en el interior de cada país. Esta región está atravesada por una gran conflictividad política, económica y social que antecede a la pandemia y que ha sido agravada por ésta.
4. En Brasil, los expertos señalan que el Ministerio de Educación estuvo completamente ausente en la conducción de las estrategias educativas, dejando las decisiones a los estados y municipios. ¿Cuál es el papel de un ministerio de educación frente a una pandemia?
Un ministerio de educación debe, obviamente, asumir un rol de liderazgo en una situación tan crítica como ésta, desde una perspectiva macro, nacional, en diálogo y consulta con los gobiernos locales y con las organizaciones de la sociedad civil. Hay varios países en América Latina que han venido avanzando en esta línea, en un proceso de ensayo y error continuo. Estamos en una situación inédita y sumamente compleja; todos estamos aprendiendo o deberíamos estar aprendiendo.
5. Brasil llegó al final del compromiso mínimo con la salud y la educación en nombre de un 'ajuste fiscal' en el llamado PEC de Ayuda de Emergencia, que luego fue revertido en el Senado. En Ecuador, los estudiantes también se manifestaron el año pasado en Quito contra un recorte en el presupuesto público de educación superior. ¿Cómo ve las medidas como justificación para afrontar la crisis del coronavirus?
La pandemia encontró a los países en distintas situaciones económicas. En el Ecuador la situación económica ya era muy crítica antes de la pandemia, y tenía raíces en el gobierno anterior. El recorte del presupuesto educativo se dio en ese marco.
El Ecuador tiene una relación complicada con el presupuesto educativo: la preocupación se centra históricamente en el cuánto, sin atención a la calidad del gasto. Las protestas ocurren ante al incumplimiento de montos o ante reducciones presupuestarias, nunca o rara vez ante el mal uso de los recursos, no solo por una cuestión de corrupción sino de prioridades equivocadas. Creo, en general, que en América Latina hay una mala priorización del gasto y un mal uso de los recursos en el campo educativo, a todos los niveles.
6. Participarás en el III Seminario Internacional Arte, Palabra y Lectura. "Por una educación transformadora", en la mesa que abordará el tema “el valor de la escuela pública más allá de la pandemia”. ¿Qué reveló la pandemia sobre estas instituciones y qué tarea les queda a países como Brasil, Ecuador y otros de América Latina?
A nivel mundial la pandemia vino a poner en evidencia los grandes problemas de la educación y a exacerbarlos. América Latina se ha centrado en las últimas décadas en el tema de la calidad de la educación, y ha descuidado el tema de la inequidad, las grandes brechas entre urbano y rural, indígenas y no-indígenas, educación pública y privada. Tenemos una enorme deuda de inclusión y equidad en todos nuestros países. No hay calidad posible mientras estas situaciones no se reviertan. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 habla de una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos. América Latina está muy lejos del ODS4.
7. ¿Cuáles son los impactos de la pandemia en los niños, especialmente aquellos en la fase de alfabetización, con casi dos años fuera de la escuela? ¿Traerá esto qué tipo de demandas a los países y cómo deben abordarse?
El impacto de la pandemia es especialmente grande entre los niños pequeños, en la primera infancia y en los primeros años de la escolaridad. Aprender a leer y escribir en las condiciones que exigió la pandemia, es un desafío muy complejo que han debido enfrentar los padres de familia, en casa. Un desafío que los propios sistemas escolares, en situación de “normalidad”, no han podido cumplir a cabalidad, sobre todo para los sectores más vulnerables y olvidados de nuestras sociedades.
8. Hablando de elecciones en Ecuador, eres crítica del gobierno del expresidente Rafael Correa, quien es señalado como una gestión que permitió inversiones históricas en educación. En las elecciones aparece con cierta ventaja su exministro Andrés Arauz. ¿Cómo ves este escenario electoral y cuáles son sus críticas al ex presidente?
El Ecuador enfrenta una polarización muy fuerte entre correísmo y anticorreísmo. Esto no corresponde a una distinción entre izquierda y derecha. Un importante sector de la izquierda ecuatoriana es muy crítica de Correa y se apartó del correísmo en los primeros años de gobierno. El movimiento indígena entró en fuerte confrontación con Correa y se apartó también. La llamada “década ganada” es considerada por muchos una década desperdiciada.
Yo he sido especialmente crítica con la política educativa del correísmo y su “revolución educativa”, así como con el autoritarismo, el machismo y el racismo de Rafael Correa, todos ellos ampliamente reconocidos. Aráuz fue elegido por Correa para dar continuidad a su década de gobierno. Antes eligió, con el mismo propósito, a Lenin Moreno, quien fue su vicepresidente durante seis años. Correa espera que una persona más joven, como Araúz, gane y cumpla esta vez con su expectativa de regreso y de continuidad.
9. Como ministra de educación recibiste el apoyo del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. En estas elecciones, ¿apoyarás al líder indígena Yaku Pérez? ¿Qué podría aportar un liderazgo indígena a la política ecuatoriana, especialmente a la educación?
Yo fui designada ministra de educación por el movimiento Pachakutik en 2003. En la actual elección Yaku Pérez estuvo muy cerca de participar en el balotaje, con una votación histórica para Pachakutik. Ha quedado fuera de la contienda, lastimosamente. Habría sido una opción muy interesante para el Ecuador, una izquierda distinta, con fuerte contenido ecologista. La propuesta educativa de Yaku, si bien embrionaria e inacabada, era la propuesta más interesante y prometedora entre las presentadas por los candidatos en estas elecciones. La propuesta de Aráuz es básicamente más “revolución educativa” correísta.
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