El inspector Camacho no tiene la culpa




El Instituto Nacional Mejía fue creado por Eloy Alfaro en 1897. Fue el segundo colegio laico en el Ecuador y el primero en Quito. En el 'Patrón Mejía' - como se le conoce en el país - estudian más de 5 mil estudiantes; el colegio es mixto desde 2011. Tiene una reconocida tradición libertaria y combativa, en dictadura y en democracia. Aquí se han educado personalidades de la política, el mundo académico y el activismo social.

En junio de 2018 el Mejía fue noticia de primera plana a partir de un video que se hizo viral en las redes, en el que se veía a un profesor del colegio pegando con una vara a siete estudiantes alineados contra la pared. El ministerio de educación circuló de inmediato un comunicado condenando la violencia e informando que el profesor estaba siendo removido de sus funciones pedagógicas y de toda función administrativa mientras duran las investigaciones.

El segundo gran shock vino a continuación. Decenas de estudiantes y padres - sobre todo madres - de familia del Mejía defendiendo vehementemente al inspector José Camacho, considerado un "segundo padre", un amigo, un consejero. Padres y madres defendiendo, incluso agradeciendo, los métodos disciplinadores del inspector. Ex-alumnos del Mejía afirmando que fueron educados con estos métodos y que hoy son ciudadanos de bien y profesionales exitosos. Muchos aclarando que no se trata de "castigo" sino de "corrección", que éste es "el método adecuado para formar vagos, pandilleros y drogadictos" y que ésta es responsabilidad que les toca asumir a los buenos docentes "pues los padres hoy se desentienden de educar a sus hijos".

Comentarios de este tipo proliferaron en los días siguientes en las redes sociales, provenientes ya no solo de la comunidad educativa del Mejía sino de la ciudadanía en general, mostrando cuán arraigado y naturalizado está en el Ecuador el comportamiento violento y su justificación en la educación escolar.

Las protestas del Mejía subieron de tono, salieron del colegio y de las redes, y llegaron a la calle con carteles, marchas y enfrentamientos. Armados de piedras y adoquines sacados de las veredas de los alrededores del colegio, los estudiantes se enfrentaron con la policía, como tantas veces en el pasado. Ocho policías heridos y un estudiante preso fue el saldo de los disturbios. En medio de todo esto, acercamientos y diálogos que intentó el Ministerio de Educación para llegar a un acuerdo.

Otro segmento de la sociedad, tomado por sorpresa e indignado, se expresó en medios y redes condenando la actuación del inspector, las autoridades, los estudiantes y los padres de familia involucrados.

Una sociedad violenta

Foto: El Telégrafo
Como trasfondo es importante tener en cuenta que la violencia verbal y física en las relaciones en el Ecuador es alta, la violencia contra niños y adolescentes particularmente alta, y alta también la indolencia social frente al problema. El tema de la violencia es destacado en los medios y encarado con múltiples y sucesivas campañas de información y comunicación.

Según UNICEF, 4 de cada 10 niños ecuatorianos son maltratados por sus padres y 3 de cada 10 por sus profesores; los más afectados son los niños entre 5 y 11 años de edad. En la década 2007-2017 (gobierno de Rafael Correa) la violencia física contra los niños subió 9 puntos. En 2015, 26% de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años decían recibir trato violento de sus profesores si no hacían los deberes o si cometían alguna falta. Esto incluye golpes, insultos, burlas y restricciones en el tiempo del recreo ("Niñez y adolescencia desde la intergeneracionalidad", 2016). En 2017, el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños criticó la alta prevalencia de violencia sexual, física y psicológica contra niños y niñas en el Ecuador y urgió al gobierno a adoptar una legislación que penalice el castigo físico en todas sus formas.

Foto: La Hora
En definitiva, el país está enterado que son miles los profesores que ejercen violencia cotidiana en las instituciones educativas y que son miles los estudiantes que padecen esa violencia por partida doble: en las aulas y en los hogares. Lo que hace especial cortocircuito en este caso es constatar que la violencia corporal está institucionalizada en el colegio Mejía y que ésta concita el apoyo, antes que el rechazo, de la comunidad educativa vinculada a dicho plantel. Lo que este episodio dejó en claro es la vigencia de la histórica complicidad entre familia y escuela cuando se trata del disciplinamiento de niños, adolescentes y jóvenes.

La retórica de 'la educación del siglo XXI' se desploma ante estos hechos. El Mejía muestra que el método de "la letra con sangre entra" es viejo pero goza de buena salud y no está confinado - como quisiera uno creer - a rincones apartados de la geografía nacional sino que está vivo en un colegio público emblemático, prestigado y grande ubicado en la capital.

El comportamiento violento es uno de esos aprendizajes que, por lo general, echa raíces en la infancia, se desarrolla en la vida adulta y en múltiples lugares, tiene efectos multiplicadores de mediano y larzo plazo, y tiende a reproducirse inter-generacionalmente.

Los muchos cómplices del inspector Camacho

Cabe preguntarse dónde, cuándo, cómo y con la complicidad de quiénes aprendió, desarrolló y aplicó sus métodos el inspector Camacho en su trayectoria profesional.

Es posible que el inspector haya conoció la violencia cuando niño. Padres y madres pegadores, que propinan nalgadas, cachetadas, coscarrones, latigazos, tirones de orejas, palizas, abundan en el Ecuador. Y buena parte de la sociedad parece seguir creyendo que el castigo es necesario, incluso inevitable, en la crianza de los hijos. Muchas familias ecuatorianas siguen en gran medida replicando con sus hijos e hijas las prácticas de su propia crianza cuando niños.

El inspector seguramente sufrió, en su trayectoria de alumno, algunos de los maltratos clásicos del sistema escolar. Y fue en ese modelo escolar autoritario y antidemocrático que forjó sus convicciones acerca de qué cabe y qué no en la enseñanza. La investigación internacional muestra que en los profesores termina pesando más el modelo docente experimentado en su propia experiencia escolar que lo que pueda aportales más tarde la formación y capacitación docente. 

El inspector fue formado, sin duda, con viejos parámetros docentes, recitando autores y teorías, leyendo apuntes más que libros, sin acceder a conocimiento actualizado sobre la educación, la pedagogía y los aprendizajes. El nuevo conocimiento científico suele tardar años en llegar a las instituciones formadoras del magisterio y tiende a transmitirse con viejos métodos de enseñanza.

El inspector, como millones de maestros en el Ecuador y en el mundo, seguramente ha venido trabajando solo en su aula, sin testigos, sin trabajo colegiado, sin socializar su práctica con nadie, en la soledad docente malentendida como 'autonomía'. La presencia de otros, de ojos críticos observando la práctica desde afuera, contribuye a la autoconciencia de la propia práctica, a corregirla y mejorarla constantemente.

El inspector ha trabajado 18 años en el colegio Mejía, tiempo más que suficiente para aplicar, desarrollar y perfeccionar su 'método' de disciplinamiento. Y, si bien en todos estos años debió haber estudiantes y familias que no compartieron sus métodos e incluso los denunciaron a la autoridad, es evidente que los reclamos no prosperaron, que primó el espíritu de cuerpo y que la aceptación fue lo suficientemente grande como para mantenerlo en el cargo e incluso lograr la complicidad de estudiantes, familias y autoridades.

El inspector posiblemente actúa de manera similar en todos los ámbitos de su vida. Quien castiga en el aula, castiga también en casa. La investigación indica que quien fue violentado en la infancia tiende a repetir ese comportamiento, ya de adulto, en su vida familiar y laboral. El Ecuador ofrece, en este sentido, un entorno ideal. Una sociedad con fuertes rasgos jerárquicos, patriarcales, machistas, violentos, tolerante con los abusadores e intolerante con los más vulnerables: niños, adolescentes, mujeres, personas mayores.

Si vamos a cuestionar al inspector Camacho debemos pues cuestionar también a sus muchos cómplices:

- la familia que educa a los hijos replicando viejas inercias y creencias antes que contando con información relevante y actualizada sobre la crianza y la educación de niños y adolescentes;
- el sistema escolar que sigue reproduciendo viejos métodos de enseñanza, ávido de tecnologías e infraestructuras, pero desatento a los derechos, el buen trato y el bienestar de los alumnos;
- la formación docente anclada en el pasado, en modelos de otras épocas, en el memorismo, el enciclopedismo y el credencialismo;
- la práctica docente repetitiva, aislada, no compartida ni reflexionada, cerrada al cambio, al trabajo interdisciplinar y en equipo;
- la autoridad escolar que dicta y controla en vez de dialoga y escucha;
- nuestra propia complicidad - la que nos toca a cada uno como ciudadanos y ciudadanas - con todo esto, con un sistema educativo autoritario y reproductor, con una mentalidad adultocéntrica que no respeta a niños y niñas, con un sistema social y político que alimentan los comportamientos violentos y se muestran permisivos con los abusadores.

Artículos de educadores ecuatorianos sobre este episodio del Colegio Mejía
- Alexis Ponce, 'El Mejía no es convento, ni presidio, ni cuartel'
- Gabriela Paz y Miño, La vara
- Milton Luna Tamayo, "Nuestro segundo papá"
- Alfredo Astorga Bastidas, No te arrugues Patrón Mejía
- Rosa María Torres, El inspector Camacho no tiene la culpa

Una visita al Programa de Aprendizaje en Multigrado (Puebla, México)


Fotos: Rosa María Torres

Abril 2018. Aprovechando la invitación a un congreso de educación en Puebla, decidí visitar el Programa de Aprendizaje en Multigrado (PAM) que viene ejecutando la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado de Puebla. Leí que en Puebla viene haciéndose un programa de multigrado inspirado en el programa Escuela Nueva, de Colombia - el cual conozco y sigo desde hace mucho tiempo - y con asesoría de la Fundación Escuela Nueva, así que me interesó verlo en funcionamiento.

43.1% de las escuelas primarias en Puebla son multigrado y 45% en todo México; estos porcentajes son mayores en las escuelas indígenas, 66.5% a nivel nacional. Los estados con los porcentajes más altos de escuelas multigrado son San Luis Potosí (60.8%), Durango (62.8%) y Chiapas (69.9%). En el nivel secundario, 19.7% de las telesecundarias son multigrado, 7.9% de ellas unidocentes y 11.8% bidocentes.

El programa multigrado en Puebla surgió con la idea de adaptar el modelo multigrado de Escuela Nueva. La Fundación Azteca contactó a la Fundación Escuela Nueva en Colombia e hizo de intermediaria con la SEP en Puebla. La Fundación asesoró el programa desde sus inicios en 2012 hasta marzo de 2015.

El Programa de Mejoramiento de la Calidad de la Educación Básica en Puebla arrancó en octubre de 2012 con un piloto en 20 escuelas primarias en la región de Teziutlán. La primera fase incluyó una pasantía a Colombia; un equipo seleccionado de maestros mexicanos viajó a Colombia y visitó escuelas demostrativas de Escuela Nueva. Participaron asimismo de varios talleres. Esta etapa concluyó con cuatro escuelas demostrativas creadas en Tatlauquitepec, 20 escuelas piloto, 94 escuelas en expansión, y un equipo formador de 23 personas entre supervisores, jefes de sector y personal de la SEP.

En Teziutlán el PAM ha venido funcionando en primarias generales e indígenas, y se ha extendido también a telesecundarias. En 2015 (último año para el cual hay un informe al momento) se habían integrado al PAM 210 escuelas, cubriendo a 24.993 alumnos y a 773 docentes.

A continuación comento la visita que hicimos a una escuela multigrado. Agrego al final un recuento del proceso de implantación del modelo multigrado a partir de 2012.

Visita a la
Escuela Primaria Multigrado"Niños Héroes de Chapultepec"
 

Visitamos una escuela multigrado en el municipio de Tlatauquitepec, en la Sierra Norte de Puebla. La escuela elegida por la SEP fue la Escuela Primaria "Niños Héroes de Chapultepec", una escuela unidocente (una sola maestra) ubicada en Xomiaco, una localidad rural de 284 habitantes y 95 viviendas. 17,61% de la población es indígena y 6,34% habla una lengua indígena; 10,61% tiene una computadora personal, 9,09% tiene teléfono fijo, 51,52% tiene celular y 0% Internet.
Foto: Rosa María Torres

Quise visitar dos o tres escuelas, a fin de comparar y sacar algunas conclusiones, pero Pilar - la funcionaria de la SEP que organizó la visita y nos acompañó - nos dijo que ésta era la escuela más cercana; cualquier otra está muy distante. Lo que hizo fue invitar a maestras de otras escuelas a fin de que pudiéramos conversar con ellas en ésta.Y llevarnos a visitar también una telesecundaria, la Telesecundaria Roberto Neri, donde se están utilizando algunas técnicas de la escuela multigrado.

Después de dos horas de trayecto en auto desde Puebla, el último tramo por senderos de piedra o de tierra, llegamos a la escuela. Nos esperaba y recibió una delegación del gobierno estudiantil. Un elemento inconfundible de Escuela Nueva: los niños del gobierno estudiantil son los encargados de dar la bienvenida y luego mostrar la escuela a los visitantes.


La escuela es una casita baja con dos habitaciones: en una funciona el aula, la otra sirve de espacio múltiple.

A un costado, una cancha de básquet techada, de cemento y hierro, de uso comunitario. Una construcción moderna, sólida, que contrasta con la modestia de la escuela. Sirve también de lugar de estacionamiento de los autos de los visitantes. No llegué a saber cuál es su historia. Al frente, un espacio verde con un pequeño jardín, columpios y juegos infantiles.
Foto: Rosa María Torres

En el aula - una habitación pequeña, con ventana grande - estudian 38 niños y niñas organizados en grupos de dos o tres, como es lo usual en la metodología multigrado.


El lugar está lleno. Casi no hay espacio para moverse. Debajo de cada pupitre una parrilla donde se colocan los libros y cuadernos. Las mochilas colgadas de las sillas o sobre las mesas.

Pupitres individuales de hierro, madera y plástico, con pequeños cojines para sentarse y respaldares cubiertos de la misma tela. Mesas de los pupitres forradas con plásticos de colores con adornos infantiles. Paredes tapizadas de carteles, adornos, materiales didácticos, colgantes, móviles. En una esquina, un bolsillero para poner las cartas del Correo Amigo.

Estantes y armarios rebosantes de recursos para la enseñanza y el aprendizaje. Una pizarra blanca para usar con marcadores. Pinturas, frascos, cassettes, mapas enrollados. Un globo terráqueo coronando un estante.

Varios 'rincones' en el aula, parte de la metodología de Escuela Nueva: Rincón de Lectura, de Geografía, de Ciencias, de Artes.

Hay un aparato grande de sonido con cassetera. La maestra me explica que lo usa para la enseñanza y también para ambientar el aula con música.

Niños y niñas de diversas edades y tamaños, uniformados, limpios, motivados, laboriosos, autónomos, siguen haciendo sus cosas mientras la maestra conversa con nosotros, los visitantes. Se los ve sueltos, relajados, espontáneos, contentos.

Observo que los alumnos estudian con los textos de las escuelas regulares. Le pregunto a la maestra. Me dice que en el programa no se han implementado las Guías de Aprendizaje (materiales autoinstruccionales) que usa Escuela Nueva y que son centrales en la metodología multigrado. Me muestra y regala un ejemplar de la Guía para la Gestión Escolar y de Aula del Programa de Aprendizaje en Multigrado en el Estado de Puebla. Orientaciones para Docentes publicada por la SEP en julio de 2014 y elaborada por un equipo docente en el que están incluidas ella y las otras maestras que vinieron a reunirse hoy. Este es un manual solo para los docentes. Lastimosamente, no llego a ver el desarrollo de una clase. Las condiciones de la visita no dan para esto: somos demasiados visitantes y el tiempo que resta hasta que los alumnos se retiren es muy corto. 

La maestra Rosario tiene su propio rincón y su propia mesa y, sobre ella, la única computadora del aula. Nos comenta que los padres de familia dan una pequeña cuota para pagar el Internet. También pagan otra cuota para la alimentación: alguien cocina y trae el almuerzo para que todos coman en la escuela. El estado no provee almuerzo escolar.

La maestra hace a la vez de maestra y de directora, como es lo usual en las escuelas multigrado que son además unidocentes. Tiene 20 años trabajando en multigrado. Es una experta. Y una entusiasta. Sus hijos han estudiado en esta escuela, con ella de maestra.

Pilar nos dice que los maestros en estas escuelas ganan menos de USD 400 mensuales y no reciben ningún incentivo por trabajar en lugares apartados y en escuelas multigrado. La mayoría no vive en las comunidades a las que pertenecen las escuelas donde son asignados. A muchos les toma diariamente entre 1 y 2 horas llegar a la escuela.

Como es de esperar dadas las condiciones de trabajo, la rotación docente es muy alta. Esto sucede no solo en México sino en la mayoría de países: los maestros se inician en las zonas rurales, a menudo en escuelas multigrado, y tratan de conseguir cuanto antes un puesto en una escuela en la ciudad o en un lugar más cercano a su residencia. En consecuencia, cada año hay que volver a capacitar maestros.

Los maestros que fueron a la pasantía a Colombia ya no están. Se fueron poco después de la pasantía, nos dicen. Muchos de los capacitados en estos años se han ido del programa. 

No es posible sostener así un programa educativo. En Escuela Nueva, en Colombia, en las escuelas que visité los maestros tenían vivienda en la escuela y vivían allí con su familia. Para funcionar, el modelo multigrado y estas escuelas pequeñas, apartadas, requieren contar con vivienda para los maestros. Las distancias y el transporte son un problema no solo para los estudiantes sino, en primer lugar, para los maestros.

Antes de salir, niños y niñas eligen un libro para llevar a leer a sus casas. La pequeña biblioteca está junto a la puerta y ocupa un lugar importante en el espacio del aula. Los libros están accesibles, a la vista, a altura de niños; se exhiben de frente, por las tapas. Los alumnos, entusiasmados, eligen su libro, lo miran, lo hojean, lo manosean. La maestra no interviene. Una buena biblioteca, un buen acercamiento a la lectura.

La clase termina, los niños salen. Afuera están padres y madres de familia esperando al final del sendero, detrás de una pequeña puerta de rejas. Son familias campesinas, pobres. Les vemos caminar junto con sus hijos, subir una pequeña cuesta y perderse en el recodo del camino.

A modo de conclusión

Imposible generalizar alguna conclusión a partir de la visita a una sola escuela. Más aún tratándose de una escuela modelo, muy visitada, como nos comentan. Testimonios, fotos y videos muestran que por esta escuela han pasado y pasan autoridades e invitados de las organizaciones locales así como visitantes internacionales que llegan a través de la Fundación Escuela Nueva.

El Centro de Estudios Educativos (CEE) ha venido asumiendo el monitoreo, la sistematización y la evaluación del PAM. El texto Programa de Aprendizaje en Multigrado: una experiencia de mejora educativa en el estado de Puebla (varios autores, RILEE, México, 2016) da una visión del programa, del proceso seguido y de algunos resultados obtenidos hasta 2015. La visita aporta el contacto vivencial con las maestras y con los niños, así como con la funcionaria de la SEP encargada del programa.

Fue una pena no poder observar el desarrollo de una clase.
Las condiciones de la visita no dieron para esto: demasiados visitantes y tiempo muy corto.

No obstante, lo que pudimos observar habla muy bien de la maestra. Mientras conversamos con ella, niños y niñas continuaron trabajando en lo suyo, sentados o moviéndose con libertad dentro del aula, lo que en sí mismo revela una situación excepcional. Lograr aprendizaje autónomo, interés en el aprendizaje, concentración y disciplina autoregulada en un aula de clase es más bien excepcional en los ambientes escolares. Esto es sin duda mérito de la maestra y de la metodología multigrado bien aplicada. 


Al modelo multigrado de Escuela Nueva se le han hecho varios cambios y adaptaciones. La ausencia de las Guías de Aprendizaje es un factor central.
También es claro que, si bien las condiciones de la escuela y del aula son buenas, las condiciones de movilización y de trabajo de los maestros siguen siendo problemáticas. 

Debo decir que me llamó la atención que, siendo éstas las escuelas más pobres y apartadas, se cobre cuotas a los padres de familia para cubrir costos de alimentación y de Internet.

El proceso del PAM

El texto que sigue está basado en el documento del Centro de Estudios Educativos (CEE) mencionado arriba (varios autores, RILEE, México, 2016).

El PAM ha transitado desde 2012 por cuatro etapas.
  • Prueba piloto (ciclos escolares 2012-2013 y 2013-2014)
Foto: Fundación Escuela Nueva 
En el ciclo escolar 2012-2013 se inició una prueba piloto que consistió en la implementación del modelo Escuela Nueva de Colombia en 20 escuelas primarias generales de la zona de Teziutlán. Este período incluyó las siguientes acciones:

• Pasantía en Colombia (octubre 2012). Participaron docentes, asesores técnico-pedagógicos y supervisores de Teziutlán, a fin de conocer el modelo y las escuelas rurales donde se implementa.

• La Fundación Escuela Nueva impartió dos talleres a los docentes de esas escuelas: uno de inducción y otro sobre el manejo de guías de aprendizaje, que son las que utiliza el programa Escuela Nueva.

• Asesoría de la Fundación Escuela Nueva para la ambientación de las aulas, con visitas de seguimiento, monitoreo y retroalimentación a las escuelas participantes.

• Creación de tres Microcentros y designación de un supervisor para coordinar cada uno de ellos. Los Microcentros son una estrategia de Escuela Nueva para la formación, retroalimentación e intercambio de experiencias entre los docentes.

• El Centro de Estudios Educativos (CEE) hizo el monitoreo y una evaluación Pre y Postest en estas escuelas.

• Las 20 escuelas y sus equipos de supervisión continuaron con la dinámica de trabajo en el ciclo escolar 2013-2014.
  • Primera etapa de expansión (ciclo escolar 2014-2015)
En 2014 se decidió diseñar un modelo propio para Puebla, al que llamaron Programa de Aprendizaje en Multigrado (PAM), el cual integró los resultados de la prueba piloto con Escuela Nueva, la experiencia de la escuela multigrado en México y la normatividad de la SEP.  Se integraron 97 escuelas, incluyendo a primarias indígenas y a telesecundarias. Con esto se llegó a 4.264 estudiantes. Se instauró un taller de formación de formadores, en el cual se diseñó el programa para el taller de inducción.

El CEE hizo el levantamiento de información Pretest y Postest para identificar y evaluar los cambios que presentaron las escuelas participantes. Esta evaluación incluyó actitudes docentes.

Se hizo el primer taller de seguimiento y acompañamiento dirigido a supervisores y jefes de sector, el cual se apoya en el documento de orientaciones para incorporar el PAM en las rutas de mejora, en el instrumento para  el fortalecimiento de las escuelas multigrado y en la Bitácora PAM.

Asimismo, en el período de instalación del PAM en las 97escuelas, se hicieron visitas de seguimiento y retroalimentación a las escuelas.
  • Segunda y tercera etapas de expansión (ciclo escolar 2015-2016)
En el primer tercio de 2015 se hizo un taller de formación de formadores para ampliar el equipo de facilitadores del taller de inducción, y un taller de inducción a docentes de 57 escuelas de tiempo completo en Tlatlauquitepec y Zacapoaxtla, durante el receso académico de agosto 2015.

Como en los ciclos anteriores, se hicieron visitas aleatorias de seguimiento y acompañamiento a las escuelas y también visitas de observación a algunos Consejos Técnicos, para identificar las estrategias que se están siguiendo respecto al PAM y la manera en que están integrando a éste a sus rutas de mejora.

Durante la tercera etapa de expansión se hicieron las siguientes actividades:

• Taller de inducción a 56 escuelas de organización completa (febrero 2016) en Teziutlán, con 210 escuelas atendidas, a fin de identificar posibles adecuaciones que deben hacerse al modelo para este tipo de escuelas, ya que sus condiciones y características son diferentes de las de multigrado.

• Dos reuniones de trabajo con el equipo de formadores, para identificar acciones encaminadas a la mejora continua del taller de inducción al PAM. El resultado fue el desarrollo de las fichas pedagógicas y de una presentación estándar para apoyar la impartición del taller de inducción. Asimismo, se identificaron y acordaron estrategias, tanto para incentivar el uso de la Bitácora, como para integrar el PAMen los Consejos Técnicos Escolares.

• Visitas de seguimiento a escuelas participantes en diversas etapas de implementación del PAM, así como a las nuevas escuelas capacitadas hacia el final del ciclo escolar, a fin de darles tiempo de iniciar la implantación.

• Visitas de observación de la integración del PAM en Consejos Técnicos Escolares en escuelas capacitadas en etapas previas, y de algunas participantes en esta última etapa de expansión.

Para saber más
- SEP Puebla, Se firman dos convenios: Tecnología Móvil para el Desarrollo Profesional Docentes, UPN-UNESCO-SEP y Programa piloto para “Escuela Nueva” de Colombia, 6/9/2012
- Nuevo sistema escolar en Puebla aumenta logros académicos y disminuye el bullying, Excelsior, 3/11/2013
- Se implementa en Puebla programa piloto “Escuela Nueva”, SDP Noticias, 17/2/2014
- Lanzan en Puebla el programa piloto Escuela Nueva, e-consulta, 17/2/2014
- Critica Salinas Pliego falta de garantía de la calidad de la educación en México, TV Milenio, 17/2/2014
- Fundación Azteca impulsa al aprendizaje, 18/2/2014

Textos relacionados en OTRAƎDUCACION
- Alternativas dentro de la educación formal: El programa Escuela Nueva de Colombia
- "Antes, aquí era Escuela Vieja" 
- Escuelas multigrado, ¿escuelas pobres para pobres?
- Un aula de clase ancha, ancha (Tailandia)

El modelo multigrado de Escuela Nueva de Colombia



Foto: Fundación Escuela Nueva
Foto: Escuela Nueva Sede Barragán



Resumen
Modelo multigrado rural - Programa Escuela Nueva, Colombia

  Iniciado como programa en 1975 por el gobierno colombiano



Modalidad

- Programa de escuela multigrado, fundamentalmente en la zona rural.
- Cubre los 5 grados de la escuela primaria en Colombia.
- Uno o dos maestros a cargo de todos los grados en una sola aula.
- Los alumnos, de diversas edades, caminan a veces largos trayectos para llegar a la escuela.

Historia


- 1960s: La UNESCO promueve la Escuela Unitaria (escuela de maestro único para todos los grados) en todo el mundo y en América Latina en el marco del
Proyecto Principal para la Extensión y Mejoramiento de la Educación Primaria. La primera Escuela Unitaria en Colombia estuvo en Pamplona, departamento de Santander, a cargo del maestro Oscar Mogollón.
- Mediados 1960s: la escuela se multiplicó en 150 escuelas piloto.
- 1967: El gobierno colombiano extiende la metodología de la Escuela Unitaria a todas las escuelas multigrado del país.

- 1975: se crea el Programa Escuela Nueva (EN), tomando como base la Escuela Unitaria de la UNESCO. Los creadores son Oscar Mogollón, Vicky Colbert y
Beryl Levinger (USAID).
- 1985: EN llega ya a 8.000 escuelas. El gobierno adopta EN como estrategia para universalizar la educación primaria rural.

- 1987: Vicky Colbert crea la Fundación Escuela Nueva Volvamos a la Gente y lleva el modelo EN a nivel urbano (Escuela Activa Urbana). La Fundación ha realizado a la fecha tres Congresos internacionales de Escuelas Nuevas: 2003, en Armenia; 2006, en Medellín; 2016, en Bogotá.
- 1991: 20.000 de las 27.000 escuelas rurales de Colombia son escuelas multigrado. Atienden a cerca de 1 millón de niños.
- 1997: La Oficina Regional de la UNESCO en Santiago aplica por primera vez una evaluación de aprendizajes en educación primaria, a nivel regional, en 13 países de América Latina. Colombia es el único país que obtiene mejores resultados en zona rural que en zona urbana. Se asume que EN tiene que ver en esos resultados (Ver Informe PERCE).
- 2010: El Ministerio de Educación elabora un Manual de Implementación de Escuela Nueva.
- 2018: El programa de escuela rural multigrado continúa funcionando en el Ministerio de Educación, dentro de los Modelos Educativos Flexibles, junto con la Post-primaria rural.

Principios y componentes de EN

- EN es un modelo integral con 4 componentes: curricular, pedagógico, administrativo y comunitario.


- Pedagogía activa y personalizada, aprendizaje cooperativo, promoción flexible, relación escuela-comunidad.

- Calendario escolar flexible: se ajusta a las necesidades de los alumnos y de la vida en el campo. Si un niño o niña debe ausentarse, a su regreso retoma donde dejó y avanza a su propio ritmo.
- Promoción flexible: el alumno pasa al nivel siguiente cuando aprende y cumple con los requisitos de ese nivel. No hay repetición.

- Componente comunitario incluye: Ficha Familiar, Calendario Agrícola, Croquis de la Localidad, Monografía Veredal.

- El modelo pedagógico está centrado en el alumno (no en el profesor), en el aprendizaje (no en la enseñanza), en la construcción del conocimiento (no en la transmisión) y en la colaboración (no en la competencia). Está inspirado en la Escuela Unitaria de la UNESCO y en los autores del movimiento Escuela Nueva (Decroly, Montessori, Freinet, etc.).

Recursos pedagógicos

- Guías de Aprendizaje: materiales autoinstruccionales (Lenguaje, Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales). Cada alumno estudia a su ritmo, con ayuda del maestro y de otros alumnos.
- Rincones de Aprendizaje
- Gobierno Estudiantil
- Biblioteca escolar
- Huerta o jardín

Maestros

- El rol docente es un rol de facilitador
- La capacitación se hace en tres talleres de una semana de duración cada uno: inducción, manejo de las Guías de Aprendizaje, y manejo de la biblioteca.
- La capacitación permanente se hace en los Microcentros Rurales.
-
Las Escuelas Demostrativas son una estrategia que coadyuva a la formación y capacitación de los maestros. En ellas puede verse el modelo en acción, con todos sus componentes.
- Muchas EN tienen vivienda para los maestros.

Organización del aula

- Los alumnos están organizados en grupos, alumnos de 2 o más grados, trabajan de manera colaborativa.
- No hay computadoras en el medio rural: lo importante es el modelo pedagógico.

Evaluaciones

- EN ha sido evaluada por muchos organismos y universidades dentro y fuera de Colombia.

Internacionalización del modelo

- El modelo EN ha sido llevado a varios países de América Latina y del mundo.

Reconocimientos y premios

- EN y Vicky Colbert  han recibido numerosos reconocimientos y  galardones a nivel nacional e internacional.
     
Elaboración: Rosa María Torres, 2018



Para saber más


- Vicky Colbert de Arboleda, “Universalización de la primaria en Colombia: el programa de Escuela Nueva”, en: La educación rural en Colombia: situación, experiencias y perspectivas, editado por la Fundación para la Educación Superior, FES, Bogotá, 1987.
- Colombia, Ministerio de Educacion Nacional, El Programa de Escuela Nueva. Más y mejor educación primaria para los niños de las zonas rurales, UNICEF, Bogotá, 1990.
- Rosa María Torres, Escuela Nueva: Una innovación desde el Estado, Instituto Fronesis, Quito, 1991
- Rosa María Torres, "Antes, aquí era Escuela Vieja", 1991
- Rosa María Torres, Alternativas dentro de la educación formal: El programa Escuela Nueva de Colombia, Perspectivas, IBE-UNESCO, Ginebra, 1992
- Ernesto Schiefelbein, En busca de la escuela del siglo XXI. ¿Puede darnos la pista la Escuela Nueva de Colombia?, UNESCO-UNICEF, Santiago, 1993.
- Patrick McEwan, La efectividad del programa Escuela Nueva en Colombia, International Journal of Educational Development, 1998
- Rosa María Torres, Los laureados con el Premio WISE a la Educación, 2013
- Rosa María Torres, Escuelas multigrado, ¿escuelas de segunda?, 2015
- The One-Room Schoolhouse That's A Model For The World, NPR, June 2016
- Escuela Nueva ha transformado la educación rural en Colombia y ahora la fundadora Vicky Colbert está expandiendo su metodología en todo el mundo, NotiTulúa, Dic. 2017
- Eduardo Vélez, Por qué debemos prestarle atención al modelo Escuela Nueva, The Dialogue, 2018
- Fundación Escuela Nueva, Escuela Activa Urbana (EAU), Bogotá, 2018
- Rosa María Torres, Programa de Aprendizaje en Multigrado (Puebla, México), 2018


9 de cada 10 jóvenes ecuatorianos quieren ir a la universidad


Rosa María Torres

Conferencia en la mesa magistral inaugural de las Jornadas
"Repensando la educación superior en Ecuador, América Latina y el Caribe:
A 100 años de la reforma universitaria de Córdoba”

organizado por SENESCYT, IAEN, FLACSO, Quito, 5-6 junio 2018 



En septiembre de 2017, en los últimos meses de gobierno de Rafael Correa, el vicepresidente Jorge Glas decía: "Ahora 9 de cada 10 jóvenes quieren ir a la universidad. Hemos avanzado bastante". Muchos aplaudieron y lo repitieron en medios y redes.


Asumiendo como cierto que 9 de cada 10 jóvenes ecuatorianos quieren ir a la universidad, cabe preguntarse: ¿es esto un avance?, ¿avance, en qué sentido?, ¿es esto deseable y posible en una sociedad?.

El Ecuador tiene dos sistemas educativos: un sistema nacional de educación y un sistema de educación superior. Tienen poco contacto y coordinación entre sí. "Art. 344: El sistema nacional de educación comprenderá las instituciones, programas, políticas, recursos y actores del proceso educativo, así como acciones en los niveles de educación inicial, básica y bachillerato, y estará articulado con el sistema de educación superior”. Constitución de la República (2008).
 
Vistos desde la universidad, todos los niveles anteriores aparecen como
"educación pre-universitaria", del mismo modo que la educación de los niños pequeños se concibe a menudo como "educación pre-escolar", es decir, como preparación para la escuela. No obstante, se trata de un único sistema educativo, cuyas piezas no están cabalmente engarzadas. Articularlas es una vieja necesidad reconocida.

 
La 'revolución educativa' que impulsó Rafael Correa (2007-2017) privilegió la educación superior. En el Informe a la Nación 2007-2017 con el que cerró su gobierno, Correa afirmaba: “La inversión en educación superior entre 2007 y 2016 fue de USD 13.900 MM, equivalente, en 2016, al 2% del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra inédita, siendo la segunda más alta del mundo para el año 2014 según análisis de Unesco”. E indicaba que "la meta, al año 2021, será alcanzar una tasa bruta de participación superior al 50%, equivalente a un millón de estudiantes”.

El Ecuador entró en una feroz carrera por liderar los rankings latinoamericanos, incluso mundiales, de inversión en educación superior. Al mismo tiempo, no se llegó al 6% del PIB para la educación inicial, básica y bachillerato estipulado en la Constitución y en el Plan Decenal de Educación (2006-2015). Cabe recordar, además, que hoy hay consenso internacional sobre la proridad de invetir en primera infancia.


La universidad apareció como un punto de luz al final de la escalera educativa.
Todo el país miró para arriba.
El acceso a la universidad pasó a convertirse en obsesión nacional. La universidad como gran puerta de entrada, sin preguntarse qué hay detrás de la puerta.

A diferencia de lo que viene ocurriendo en el mundo con la educación inicial, la básica y la media, donde la preocupación por el acceso viene dando paso finalmente a la preocupación por la calidad, la equidad, la inclusión y el aprendizje, en la educación superior la tendencia sigue siendo la fijación con el acceso.


En el gobierno de Correa se habló de democratización al mismo tiempo que de meritocracia. Se instaló (2012) una prueba nacional para el ingreso, el ENES (Examen Nacional para la Educación Superior). Se desarrolló una cultura hipercompetitiva en torno a todo esto: la meritocracia, los puntajes en las pruebas, la obtención de cupos, becas y títulos.


La llamada Década Ganada se centró en el acceso y en la matrícula en todos los niveles. El tema de la calidad tendió a centrarse en la infraestructura. Los grandes problemas curriculares y pedagógicos de la educación nacional, y el debate sobre estos asuntos, fueron sepultados por los montos de inversión, el acceso, la infraestructura.

El TERCE - estudio evaluativo coordinado por la UNESCO y aplicado en 2013 en 4o y 7o de educación básica en 15 países de América Latina - mostró un Ecuador con problemas de lectura y escritura, ubicado bajo la media regional en estas áreas. La UNESCO puso un alerta rojo al respecto. Pero el país no se enteró y nadie se interesó: todos siguieron preocupados con el acceso a la universidad, con los rankings de inversión, con sacar los mejores puntajes en el ENES y en las pruebas Ser Bachiller después, con conseguir una beca en "las mejores universidades del mundo" (becas que, por cierto, fueron a parar en su mayoría - 52% - a sectores ricos).


El discurso oficial asoció universidad con saber, talento humano, sociedad del conocimiento. En verdad, todo eso se construye desde la infancia y no solo dentro sino también fuera del sistema educativo.

La educación superior es el último peldaño del sistema educativo y como tal hereda el acumulado de déficits de todas las malas educaciones: la familiar, la inicial, la básica, la media. Quien no aprendió a leer comprensivamente y a gustar de la lectura en la infancia, está mal equipado para el resto de su vida escolar e incluso profesional. No es con ejercitaciones y cursos nivelatorios previos al ingreso a la universidad que se resuelven estos problemas sino con atención oportuna, cuando corresponde. De hecho, la universidad debería ser la más interesada en una mirada sistémica, que aborde el sistema educativo como un sistema articulado. No obstante, la universidad ecuatoriana se ha caracterizado más bien por el ensimismamiento. Durante la década pasada estuvo especialmente atenta a su propia supervivencia.


Al país se le dijo que se cumplieron las 8 politicas del Plan Decenal de Educación 2006-2015. Pero no fue así. No se llegó al 75% de matrícula en el bachillerato ni se eliminó el analfabetismo ni se cumplió con el 6% del PIB. El abandono entre la educación básica y el bachillerato es alto. Y los aprendizajes deficientes, como revelan los resultados de la prueba Ser Bachiller y, más recientemente, los resultados de PISA-D (2017). Pero el país prefiere seguir mirando para arriba.

¿9 de cada 10 jóvenes ecuatorianos quieren entrar a la universidad? ¿Es esto un avance? Lo cierto es que la mayoría no lo logra. Y eso significa frustración y problemas para la mayoría de esos 10: para los que van quedando en el camino porque no logran llegar al bachillerato, no logran terminarlo, no logran aprobarlo o no logran conseguir un cupo en la universidad. Y frustración también para los que, una vez adentro, descubren que eso que eligieron no es lo que esperaban. Las tasas de abandono en la universidad son altas pero nadie quiere hablar de eso. Lo que importa es entrar.

Tampoco se toca el tema de la elección de carreras. Según información de la SENESCYT, los jóvenes ecuatorianos siguen eligiendo las mismas 10 carreras desde 2007, en este orden de preferencias: 1. Medicina, 2. Administración, 3. Educación, 4. Derecho, 5. Ciencias Sociales, 6. Ingeniería, 7. Informática, 8. Arquitectura, 9. Artes, 10. Servicios de Seguridad. Esto no coincide con la oferta de cupos en las universidades y tampoco con las necesidades del país. Medicina sigue siendo la carrera más buscada y la que deja más estudiantes afuera por no cumplir con los requerimientos de puntaje en la prueba y por la enorme distancia entre el número de cupos ofrecidos por las universidades públicas y el número de cupos demandados. El Ecuador requiere más carreras técnicas y tecnológicas, pero la demanda sigue siendo baja. La orientación vocacional y la información que necesitan los estudiantes para hacer una buena elección, desde el interior de los colegios, siguen siendo insuficientes o inexistentes.

El caso finlandés


Los modelos educativos no se transplantan. Pero hay algunos que nos sirven de inspiración y nos ayudan a la reflexión. Permítanme una referencia a Finlandia, país con uno de los sistemas educativos más reconocidos a nivel mundial. Entre los secretos del modelo finlandés están:

- cinco décadas de reforma educativa ininterrumpida, consensuada, integral;
- prioridad a la educación inicial y a la educación básica, donde van los mejores maestros y los mayores esfuerzos;
- asegurar que todos aprendan a leer bien y a gustar de la lectura en la educación básica, y a leer en la familia, en las bibliotecas y a lo largo de toda la trayectoria educativa;
- énfasis en la cooperación, no en la competencia, y en la equidad más que en la excelencia;
- nada de pruebas estadarizadas ni para los estudiantes ni para los docentes (la única prueba estandarizada se aplica al fin de la educación secundaria) y nada de rankings;
- selección y formación rigurosas de los futuros docentes (10 de cada 100 postulantes son aceptados como estudiantes en las universidades formadoras de docentes);

-
el acceso a la universidad es selectivo y exigente; cada universidad diseña sus pruebas de admisión;
- quienes toman decisiones sobre lo educativo, a nivel macro y micro, desde la política educativa hasta el aula, son personas que saben de educación; los políticos no intervienen.

 
Terminada la educación básica, a los 16 años, los estudiantes pueden decidir prolongarla un año más - el llamado año 10 - para afianzar sus conocimientos antes de decidir sobre su futuro educativo y laboral. Y pueden elegir entre dos opciones: bachillerato o educación vocacional. La mitad de los estudiantes elige cada una de estas opciones. Ambas son socialmente útiles y valoradas hoy en la sociedad finlandesa, y ambas conducen a la educación superior. 


11% de las familias finlandesas considera que no es importante que sus hijos/hijas vayan a la universidad, el porcentaje más alto entre los 29 países incluidos en la Encuesta Global de Padres de la Varkey Foundation (2018); solo 6% dice que es extremadamente importante (en comparación, por ejemplo, con el 55% y el 1% respectivamente en el caso de Argentina, o el 23% y el 3% en España). 

La política educativa en Finlandia es una interesante mezcla de conocimiento científico y sentido común. Ciencia y sentido común que han faltado en la política educativa en el Ecuador. Entre otros porque la política educativa se ha diseñado a nivel de cúpulas, sin participación social, y porque ha sido a menudo decidida por políitcos antes que por especialistas en el campo educativo.

Celebro en este sentido varias de las decisiones que ha venido tomando en este primer año el gobierno de Lenin Moreno. Entre otros:

- impulsar el diálogo y el debate en torno la cuestión educativa, incluyendo todos los niveles del sistema educativo;
- ampliar cupos en las universidades;
- considerar seriamente ofertas de educación virtual y a distancia;
- reactivar la educación técnica y tecnológica no como una vía para descongestionar el cuello de botella de la universidad, sino porque es una vía fundamental y necesaria en toda sociedad moderna, dinámica y sostenible. 


No necesitamos que 9 de cada 10 jóvenes ecuatorianos quieran ir a la universidad. Lo que necesitamos es que 10 de cada 10 jóvenes quieran aprender, leer, estudiar, en diversos espacios, por diversas vías y con diversas modalidades, con mecanismos e itinerarios flexibles, dentro y fuera de las aulas.

El paradigma de la educación en el siglo XXI es el Aprendizaje a lo Largo de la Vida. Una sociedad educada no es la que más años de escolaridad y títulos acumula sino una sociedad que lee, que pregunta, que razona, delibera, argumenta, dialoga y debate, y que aprovecha todas las oportunidades para seguir aprendiendo a lo largo y ancho de la vida.

 Para saber más
- Varios autores, Las reformas universitarias en Ecuador (2009-2016): Extravíos, ilusiones y realidades, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, 2017.
https://www.uasb.edu.ec/publicacion/?las-reformas-universitarias-en-ecuador-2009-2016-extravios-ilusiones-y-realidades-778


 

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