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Cualidades de los educadores progresistas - Paulo Freire



Foto: Carlos Goldgrub – 28.8.1989 / Folhapress

El texto que copio abajo es una carta de Paulo Freire incluida en su libro Cartas a quien pretende enseñar (Siglo XXI Editores, México, primera edición en español, 1994). Un libro dedicado a los educadores. Un libro que conozco bien y aprecio de manera especial pues Paulo me pidió hacerle el Prólogo.

En esta carta, Paulo habla de las cualidades que deben acompañar a las y los educadores progresistas en su afán por "
crear la escuela alegre, la escuela feliz". Se refiere concretamente a la humildad, la amorosidad, la valentía, la tolerancia, la capacidad de decisión, la búsqueda de la justicia, la tensión entre paciencia e impaciencia, la parsimonia verbal, y la alegría de vivir. Un listado muy diferente a los listados que encontramos hoy mencionados como competencias o habilidades deseables de los educadores en el siglo XXI.

CARTA 4

De las cualidades indispensables para el mejor desempeño de las maestras y los maestros progresistas


Me gustaría dejar bien claro que las cualidades de las que voy a hablar y que me parecen indispensables para las educadoras y para los educadores progresistas son predicados que se van generando con la práctica. Más aún, son generados en la práctica en coherencia con la opción política de naturaleza crítica del educador. Por esto mismo, las cualidades de las que hablaré no son algo con lo que nacemos o que encarnamos por decreto o recibimos de regalo. Por otro lado, al ser alineadas en este texto no quiero atribuirles ningún juicio de valor por el orden en el que aparecen. Todas ellas son necesarias para la práctica educativa progresista.

Humildad

Comenzaré por la humildad, que de ningún modo significa falta de respeto hacia nosotros mismos, ánimo acomodaticio o cobardía. Al contrario, la humildad exige valentía, confianza en nosotros mismos, respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.


La humildad nos ayuda a reconocer esta sentencia obvia: nadie sabe todo, nadie ignora todo. Todos sabemos algo, todos ignoramos algo. Sin humildad, difícilmente escucharemos a alguien al que consideramos demasiado alejado de nuestro nivel de competencia. Pero la humildad que nos hace escuchar a aquel considerado como menos competente que nosotros no es un acto de condescendencia de nuestra parte o un comportamiento de quien paga una promesa hecha con fervor: “Prometo a Santa Lucía que si el problema de mis ojos no es algo serio voy a escuchar con atención a los rudos e ignorantes padres de mis alumnos”. No, no se trata de eso. Escuchar con atención a quien nos busca, sin importar su nivel intelectual, es un deber humano y un gusto democrático nada elitista.

De hecho, no veo cómo es posible conciliar la adhesión al sueño democrático, la superación de los preconceptos, con la postura no humilde, arrogante, en que nos sentimos llenos de nosotros mismos. Cómo escuchar al otro, cómo dialogar, si sólo me oigo a mí mismo, si sólo me veo a mí mismo, si nadie que no sea yo mismo me mueve o me conmueve. Por otro lado si, siendo humilde, no me minimizo ni acepto que me humillen, estoy siempre abierto a aprender y a enseñar. La humildad me ayuda a no dejarme encerrar jamás en el circuito de mi verdad. Uno de los auxiliares fundamentales de la humildad es el sentido común que nos advierte que con ciertas actitudes estamos cerca de superar el límite a partir del cual nos perdemos.

La arrogancia del “¿sabe con quién está hablando?”, la soberbia del sabelotodo incontenido en el gusto de hacer conocido y reconocido su saber, todo esto no tiene nada que ver con la mansedumbre, ni con la apatía, del humilde. Es que la humildad no florece en la inseguridad de las personas sino en la seguridad insegura de los cautos. Es por esto por lo que una de las expresiones de la humildad es la seguridad insegura, la certeza incierta y no la certeza demasiado segura de sí misma. La postura del autoritario, en cambio, es sectaria. La suya es la única verdad que necesariamente debe ser impuesta a los demás. Es en su verdad donde radica la salvación de los demás. Su saber es “iluminador” de la “oscuridad” o de la ignorancia de los otros, que por lo mismo deben estar sometidos al saber y a la arrogancia del autoritario o de la autoritaria.

Ahora retomo el análisis del autoritarismo, no importa si de los padres o de las madres, si de los maestros o las maestras. Autoritarismo frente al cual podremos esperar de los hijos o de los alumnos posiciones a veces rebeldes, refractarias a cualquier límite como disciplina o autoridad, pero a veces también apatía, obediencia exagerada, anuencia sin crítica o resistencia al discurso autoritario, renuncia a sí mismo, miedo a la libertad.

Al decir que del autoritarismo se pueden esperar varios tipos de reacciones entiendo que en el dominio de lo humano, felizmente, las cosas no se dan mecánicamente. De esta manera es posible que ciertos niños sobrevivan casi ilesos al rigor del arbitrio, lo que no nos autoriza a manejar esa posibilidad y a no esforzarnos por ser menos autoritarios, sino en nombre del sueño democrático por lo menos en nombre del respeto al ser en formación de nuestros hijos e hijas, de nuestros alumnos y alumnas.

Amorosidad

Pero es preciso sumar otra cualidad a la humildad con que la maestra actúa y se relaciona con sus alumnos, y esta cualidad es la amorosidad sin la cual su trabajo pierde significado. Y amorosidad no sólo para los alumnos sino para el propio proceso de enseñar. Debo confesar, sin ninguna duda, que no creo que sin una especie de “amor armado”, como diría el poeta Tiago de Melo, la educadora o el educador puedan sobrevivir a las negatividades de su quehacer. Las injusticias, la indiferencia del poder público, expresadas en la desvergüenza de los salarios, en el arbitrio con que son castigadas las maestras y no tías que se rebelan y participan en manifestaciones de protesta a través de su sindicato – pero a pesar de esto continúan entregándose a su trabajo con los alumnos.

Sin embargo, es preciso que ese amor sea en realidad un “amor armado”, un amor luchador de quien se afirma en el derecho o en el deber de tener el derecho de luchar, de denunciar, de anunciar. Es ésta la forma de amar indispensable al educador progresista y que es preciso que todos nosotros aprendamos y vivamos.


Valentía


Pero sucede que la amorosidad de la que hablo, el sueño por el que peleo y para cuya realización me preparo permanentemente, exigen que yo invente en mí, en mi experiencia social, otra cualidad: la valentía de luchar al lado de la valentía de amar.

La valentía como virtud no es algo que se encuentre fuera de mí mismo. Como superación de mi miedo, ella lo implica.

En primer lugar, cuando hablamos del miedo debemos estar absolutamente seguros de que estamos hablando sobre algo muy concreto. Esto es, el miedo no es una abstracción. En segundo lugar, creo que debemos saber que estamos hablando de una cosa muy normal. Otro punto que me viene a la mente es que, cuando pensamos en el miedo, llegamos a reflexionar sobre la necesidad de ser muy claros respecto a nuestras opciones, lo cual exige ciertos procedimientos y prácticas concretas que son las propias experiencias que provocan el miedo.

A medida que tengo más y más claridad sobre mi opción, sobre mis sueños, que son sustantivamente políticos y adjetivamente pedagógicos, en la medida en que reconozco que como educador soy un político, también entiendo mejor las razones por las cuales tengo miedo y percibo cuánto tenemos aún por andar para mejorar nuestra democracia. Es que al poner en práctica un tipo de educación que provoca críticamente la conciencia del educando, necesariamente trabajamos contra algunos mitos que nos deforman. Al cuestionar esos mitos también enfrentamos al poder dominante, puesto que ellos son expresiones de ese poder, de su ideología.

Cuando comenzamos a ser asaltados por miedos concretos, tales como el miedo a perder el empleo o a no alcanzar cierta promoción, sentimos la necesidad de poner ciertos límites a nuestro miedo. Antes que nada reconocemos que sentir miedo es manifestación de que estamos vivos. No tengo que esconder mis temores. Pero lo que no puedo permitir es que mi miedo me paralice. Si estoy seguro de mi sueño político, debo continuar mi lucha con tácticas que disminuyan el riesgo que corro. Por eso es tan importante gobernar mi miedo, educar mi miedo, de donde nace finalmente mi valentía. Es por eso por lo que no puedo por un lado negar mi miedo y por el otro abandonarme a él, sino que preciso controlarlo, y es en el ejercicio de esta práctica donde se va construyendo mi valentía necesaria.

Es por esto por lo que hay miedo sin valentía, que es el miedo que nos avasalla, que nos paraliza, pero no hay valentía sin miedo, que es el miedo que, “hablando” de nosotros como gente, va siendo limitado, sometido y controlado.

Tolerancia

Otra virtud es la tolerancia. Sin ella es imposible realizar un trabajo pedagógico serio, sin ella es inviable una experiencia democrática auténtica: sin ella, la práctica educativa progresista se desdice. La tolerancia, sin embargo, no es una posición irresponsable de quien juega el juego del “hagamos de cuenta”.

Ser tolerante no significa ponerse en connivencia con lo intolerable, no es encubrir lo intolerable, no es amansar al agresor ni disfrazarlo. La tolerancia es la virtud que nos enseña a convivir con lo que es diferente. A aprender con lo diferente, a respetar lo diferente.

En un primer momento parece que hablar de tolerancia es casi como hablar de favor. Es como si ser tolerante fuese una forma cortés, delicada, de aceptar o tolerar la presencia no muy deseada de mi contrario. Una manera civilizada de consentir en una convivencia que de hecho me repugna. Eso es hipocresía, no tolerancia. Y la hipocresía es un defecto, un desvalor. La tolerancia es una virtud. Por eso mismo si la vivo, debo vivirla como algo que asumo. Como algo que me hace coherente como ser histórico, inconcluso, que estoy siendo en una primera instancia, y en segundo lugar, con mi opción político-democrática. No veo como podremos ser democráticos, sin experimentar, como principio fundamental, la tolerancia y la convivencia con lo que nos es diferente.

Nadie aprende tolerancia en un clima de irresponsabilidad en el cual no se hace democracia. El acto de tolerar implica el clima de establecer límites, de principios que deben ser respetados. Es por esto por lo que la tolerancia no es la simple connivencia con lo intolerable. Bajo el régimen autoritario, en el cual se exacerba la autoridad, o bajo el régimen licencioso, en el que la libertad no se limita, difícilmente aprenderemos la tolerancia. La tolerancia requiere respeto, disciplina, ética. El autoritario, empapado de prejuicios sobre el sexo, las clases, las razas, jamás podrá ser tolerante si antes no vence sus prejuicios.

Es por esto por lo que el discurso progresista del prejuiciado, en contraste con su práctica, es un discurso falso. Es por esto también por lo que el cientificista es igualmente intolerante, porque toma o entiende la ciencia como la verdad última y nada vale fuera de ella, pues es ella la que nos da la seguridad de la que no se puede dudar. No hay cómo ser tolerantes si estamos inmersos en el cientificismo, cosa que no debe llevarnos a la negación de la ciencia.

Me gustaría ahora agrupar la decisión, la seguridad, la tensión entre la paciencia y la impaciencia y la alegría de vivir como cualidades que deben ser cultivadas por nosotros si somos educadores y educadoras progresistas.

Capacidad de decisión

La capacidad de decisión de la educadora o del educador es absolutamente necesaria en su trabajo formador. Es probando su habilitación para decidir como la educadora enseña la difícil virtud de la decisión. Difícil en la medida en que decidir significa romper para optar. Ninguno decide a no ser por una cosa contra la otra, por un punto contra otro, por una persona contra otra. Es por esto por lo que toda opción que sigue a una decisión exige una meditada evaluación en el acto de comparar para optar por uno de los posibles polos, personas o posiciones. Y es la evaluación, con todas las implicaciones que ella genera, la que finalmente me ayuda a optar.

Decisión es ruptura no siempre fácil de ser vivida. Pero no es posible existir sin romper, por más difícil que nos resulte romper.

Una de las deficiencias de una educadora es la incapacidad de decidir. Su indecisión, que los educandos interpretan como debilidad moral o como incompetencia profesional. La educadora democrática, solo por ser democrática, no puede anularse; al contrario, si no puede asumir sola la vida de su clase tampoco puede, en nombre de la democracia, huir de su responsabilidad de tomar decisiones. Lo que no puede es ser arbitraria en las decisiones que toma. El testimonio de no asumir su deber como autoridad, dejándose caer en la licencia, es sin duda más funesto que el de extrapolar los límites de su autoridad.

Hay muchas ocasiones en que el buen ejemplo pedagógico, en la dirección de la democracia, es tomar la decisión junto con los alumnos después de analizar el problema. En otros momentos en los que la decisión a tomar debe ser de la esfera de la educadora, no hay por qué no asumirla, no hay razón para omitirse.

La indecisión delata falta de seguridad, una cualidad indispensable a quien sea que tenga la responsabilidad del gobierno, no importa si de una clase, de una familia, de una institución, de una empresa o del Estado.

Por su parte, la seguridad requiere competencia científica, claridad política e integridad ética.

No puedo estar seguro de lo que hago si no sé cómo fundamentar científicamente mi acción o si no tengo por lo menos algunas ideas de lo que hago, por qué lo hago y para qué lo hago. Si sé poco o nada sobre en favor de qué o de quién, en contra de qué o de quién hago lo que estoy haciendo o haré. Si esto no me conmueve para nada, si lo que hago hiere la dignidad de las personas con las que trabajo, si las expongo a situaciones bochornosas que puedo y debo evitar, mi insensibilidad ética, mi cinismo me contraindican para encarnar la tarea del educador. Tarea que exige una forma críticamente disciplinada de actuar con la que la educadora desafía a sus educandos. Forma disciplinada que tiene que ver, por un lado, con la competencia que la maestra va revelando a sus educandos, discreta y humildemente, sin alharacas arrogantes, y por el otro con el equilibrio con el que la educadora ejerce su autoridad – segura, lúcida, determinada.

Búsqueda de la justicia

Nada de eso, sin embargo, puede concretarse si a la educadora le falta el gusto por la búsqueda permanente de la justicia. Nadie puede prohibirle que le guste mas un alumno que otro por n razones. Es un derecho que tiene. Lo que ella no puede es omitir el derecho de los otros en favor de su preferido.
 

Tensión entre paciencia e impaciencia 

Existe otra cualidad fundamental que no puede faltarle a la educadora progresista y que exige de ella la sabiduría con que entregarse a la experiencia de vivir la tensión entre la paciencia y la impaciencia. Ni la paciencia por sí sola ni la impaciencia solitaria. La paciencia por sí sola puede llevar a la educadora a posiciones de acomodación, de espontaneísmo, con lo que niega su sueño democrático. La paciencia desacompañada puede conducir a la inmovilidad, a la inacción. La impaciencia por sí sola, por otro lado, puede llevar a la maestra a un activismo ciego, a la acción por sí misma, a la práctica en que no se respetan las relaciones necesarias entre la táctica y la estrategia. La paciencia aislada tiende a obstaculizar la consecución de los objetivos de la práctica haciéndola “tierna”, “blanda” e inoperante. En la impaciencia aislada amenazamos el éxito de la práctica que se pierde en la arrogancia de quien se juzga dueño de la historia. La paciencia sola se agota en el puro blablablá; la impaciencia a solas en el activismo irresponsable.

La virtud no está, pues, en ninguna de ellas sin la otra sino en vivir la permanente tensión entre ellas.
Está en vivir y actuar impacientemente paciente, sin que jamás se dé la una aislada de la otra.

Parsimonia verbal

Junto con esa forma de ser y de actuar equilibrada, armoniosa, se impone otra cualidad que vengo llamando parsimonia verbal. La parsimonia verbal está implicada en el acto de asumir la tensión entre paciencia-impaciencia. Quien vive la impaciente paciencia difícilmente pierde, salvo casos excepcionales, el control de lo que habla, raramente extrapola los límites del discurso ponderado pero enérgico. Quien vive preponderadamente la paciencia, apenas ahoga su legitima rabia, que expresa en un discurso flojo y acomodado. Quien por el contrario es sólo impaciencia tiende a la exacerbación en su discurso. El discurso del paciente siempre es bien comportado, mientras que el discurso del impaciente generalmente va más allá de lo que la realidad misma soportaría.

Ambos discursos, tanto el muy controlado como el carente de toda disciplina, contribuyen a la preservación del statu quo. El primero por estar mucho más acá de la realidad; el segundo por ir más allá del límite de lo soportable.

El discurso y la práctica benevolente del que es solo paciente en la clase hace pensar a los educandos que todo o casi todo es posible. Existe una paciencia casi inagotable en el aire. El discurso nervioso, arrogante, incontrolado, irrealista, sin límite, está empapado de inconsecuencia, de irresponsabilidad.

Estos discursos no ayudan en nada a la formación de los educandos.

Existen además los que son excesivamente equilibrados en su discurso pero de vez en cuando se desequilibran. De la pura paciencia pasan inesperadamente a la impaciencia incontenida, creando en los demás un clima de inseguridad con resultados indiscutiblemente pésimos.

Existe un sinnúmero de madres y padres que se comportan así. De una licencia en la que el habla y la acción son coherentes pasan, al día siguiente, a un universo de desatinos y órdenes autoritarias que dejan estupefactos a sus hijos e hijas, pero principalmente inseguros. La ondulación del comportamiento de los padres limita en los hijos el equilibrio emocional que precisan para crecer. Amar no es suficiente, precisamos saber amar.

Alegría de vivir

Me parece importante, reconociendo que las reflexiones sobre las cualidades son incompletas, discutir un poco sobre la alegría de vivir, como una virtud fundamental para la práctica educativa democrática.

Es dándome por completo a la vida y no a la muerte – lo que ciertamente no significa, por un lado, negar la muerte, ni por el otro mitificar la vida – como me entrego, libremente, a la alegría de vivir. Y es mi entrega a la alegría de vivir, sin esconder la existencia de razones para la tristeza en esta vida, lo que me prepara para estimular y luchar por la alegría en la escuela.

Es viviendo – no importa si con deslices o incoherencias, pero sí dispuesto a superarlos – la humildad, la amorosidad, la valentía, la tolerancia, la competencia, la capacidad de decidir, la seguridad, la ética, la justicia, la tensión entre la paciencia y la impaciencia, la parsimonia verbal, como contribuyo a crear la escuela alegre, a forjar la escuela feliz. La escuela que es aventura, que marcha, que no le tiene miedo al riesgo y que por eso mismo se niega a la inmovilidad. La escuela en la que se piensa, en la que se actúa, en la que se crea, en la que se habla, en la que se ama, se adivina la escuela que apasionadamente le dice sí a la vida. Y no la escuela que enmudece y me enmudece.

Realmente, la solución más fácil para enfrentar los obstáculos, la falta de respeto del poder público, el arbitrio de la autoridad antidemocrática, es la acomodación fatalista en la que muchos de nosotros nos instalamos.

“¿Qué puedo hacer, si siempre ha sido así? Me llamen maestra o me llamen tía continúo siendo mal pagada, desconsiderada, desatendida. Pues que así sea”. Esta en realidad es la posición más cómoda, pero también es la posición de quien renuncia a la lucha, a la historia. Es la posición de quien renuncia al conflicto sin el cual negamos la dignidad de la vida. No hay vida ni existencia humana sin pelea ni conflicto. El conflicto hace nacer nuestra conciencia. Negarlo es desconocer los mínimos pormenores de la experiencia vital y social. Huir de él es ayudar a la preservación del statu quo.

Por eso no veo otra salida que no sea la de la unidad en la diversidad de intereses no antagónicos de los educadores y de las educadoras en defensa de sus derechos. Derecho a su libertad docente, derecho a hablar, derecho a mejores condiciones de trabajo pedagógico, derecho a un tiempo libre remunerado para dedicarse a su permanente capacitación, derecho a ser coherente, derecho a criticar a las autoridades sin miedo a ser castigadas – a lo que corresponde el deber de responsabilizarse por la veracidad de sus criticas -, derecho a tener el deber de ser serios, coherentes, a no mentir para sobrevivir.

Es preciso que luchemos para que estos derechos sean más que reconocidos – respetados y encarnados. A veces es preciso que luchemos junto al sindicato y a veces contra él si su dirigencia es sectaria, de derecha o de izquierda. Pero a veces también es preciso que luchemos como administración progresista contra las rabias endemoniadas de los retrógrados, de los tradicionalistas entre los cuales algunos se juzgan progresistas y de los neoliberales para quienes la historia terminó en ellos.

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OTRAƎDUCACION

Nuestro adiós a Pepe Rivero



"Educador con experiencia UNESCO. Políticas públicas y un mundo más justo y humano son parte de mis quehaceres y propósitos". Así se autodefinió Pepe en su cuenta de Twitter. Es lo que eligió como perfil público para calzar en el reducido espacio que ofrece Twitter. Y ésta fue la foto que escogió.

De ese perfil nos nutrimos quienes tuvimos la suerte de cruzarnos con Pepe en nuestras vidas. De ese quiero hablar pero, sobre todo, del Pepe más personal que conocimos quienes pasamos a ser, con el tiempo, sus colegas y amigos.

Pepe fue un educador comprometido con ese mundo más justo y más humano. Hizo de la educación de adultos su plataforma de despegue y contribuyó a ella hasta último momento. Si bien para muchos quedó asociado a este campo, sus quehaceres y propósitos, como él los llama, fueron mucho más allá. Su trayectoria y sus escritos testimonian su crecimiento profesional, la ampliación de horizontes, la integración de saberes, la multiplicación de frentes. De los adultos pasó a los jóvenes, a los niños, a los educadores, y a una visión no solo de sistema escolar sino de sistema educativo, siempre desde una mirada macro y un corazón peruano-latinoamericano.

Muchos de nosotros conocimos a Pepe en los 1980s, trabajando en la UNESCO en Santiago y al frente de la red de alfabetización de adultos, la REDALF, una de las redes del Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe (1980-2000) coordinado por la UNESCO. Una red de época, sin internet a la vista, que suponía viajes, eventos, presencialidad, contacto cara a cara, debates, conversaciones a granel. Fue gracias a él y a esa red que muchos de nosotros nos conocimos e hicimos amistades de por vida. Fue gracias a él y en esa red de ideas y afectos que muchos de nosotros nos formamos, aprendimos a construir juntos identidad y movimiento.

Cada uno de nosotros le debe seguramente muchas cosas. En lo profesional y en lo personal. Fue maestro, mentor, consejero, cómplice, AMIGO con mayúsculas. Cálido, afectuoso, sabía crear confianza y autoconfianza, climas amables para el desarrollo personal y colectivo. Todos tenemos situaciones que contar en las que Pepe fue mano, palmada, sonrisa.

Caballero, modesto, sencillo, cordial, son algunos de las cualidades que le atribuye la gente. Yo agrego sabio, ecuánime, generoso, apacible, conciliador, con un gran sentido del humor, amante del cine, enamorado de su familia. Nunca le ví salirse de las casillas o ser displicente. Pepe sabía sortear las dificultades y los malos momentos con el espíritu en alto.

Durante los últimos cuatro años Pepe y yo estuvimos cerca, a la distancia, gracias a Twitter. Le convencí de abrirse una cuenta; un año después me lo agradecía. Se volvió tuitero consumado. Al inicio de bajo perfil, fue ganando en pericia para meter en 140 caracteres información y comentarios atinados sobre todos los temas imaginables, del Perú y del mundo. Le bromeé un día diciéndole que en Twitter había encontrado su vocación periodística. Me contestó diciendo que efectivamente era así. Amaba el buen periodismo y podría haber sido él mismo uno de los buenos.

En los días siguientes a su muerte, Twitter se llenó de mensajes dedicados a él, que a él le habría encantado leer. De colegas, amigos y gente conocida, y también de personas que le seguían, le habían leído o sabían de él sin conocerle personalmente. "Cuando se habla de alfabetización, UNESCO y OEI, sale el nombre de José Rivero 'Pepe', experto con alma y convicciones, no técnico seco", escribió en Twitter Yvelisse Prats, exministra de educación de República Dominicana.

En cuatro años publicó 38.654 tuits y llegó a tener 2.666 seguidores. A su vez, él seguía a 504 personas, entre ellas algunos viejos colegas del mundo de la educación.

Pepe y yo tuiteábamos a diario. Ambos conocíamos nuestras respectivas rutinas, temas, estilos. De vez en cuando cruzábamos preguntas, comentarios, miniconversaciones. Noté que se había ausentado unos días pero asumí que estaba de viaje e incomunicado. Pocos días antes habíamos comentado sobre las penurias de sacar una visa a Londres, desde Lima y Quito, respectivamente. Asumí que andaba pasándola bien por allá.

El 10 de mayo tuiteó: "Vuelvo feliz a casa luego de 22 días internado en clínica limeña. Conmocionado y fortalecido por las muestras de amor y amistad recibidas". Le escribí de inmediato. Me contestó: "Nunca he estado tan cerca de irme. Tratamiento rehabilitador será largo. Cariños". Siguió tuiteando, menos que lo usual. Volvimos a intercambiar algo sobre la prueba PISA en el Perú. Eso fue lo último, el 22 de mayo. El 27 recibía la amarga noticia, desde Lima.

Permítanme un espacio para el agradecimiento personal a Pepe. El me introdujo profesionalmete al campo de la educación de adultos. Me integró a las actividades de la REDALF, lo que me llevó a conocer muchos países de América Latina y a participar en el seguimiento del Proyecto Principal, en las famosas reuniones de PROMEDLAC. El me animó a aceptar el cargo de Directora Pedagógica de la Campaña Nacional de Alfabetización "Monseñor Leonidas Proaño" en el Ecuador; terminada la campaña, me contrató para escribir un libro sobre la experiencia, al que dediqué más de un año de trabajo, entre Quito y Nueva York, y que ¡jamás terminé!.

Más adelante, se integró a todas las iniciativas que emprendí: el Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos, la comunidad virtual Comunidad Educativa, el Grupo Latinoamericano de Especialistas en Alfabetización y Cultura Escrita (GLEACE). A Pepe y a mí nos ha unido, además, una gran admiración y entrañable amistad con Miguel Soler Roca, maestro de maestros. Miguel - campeón de la modestia - escribió hace unos días en Comunidad Educativa diciendo que Pepe empezó siendo su alumno y terminó siendo su maestro.

De las muchas anécdotas compartidas con él, conservo algunas de manera vívida:

- Pepe en el auditorio de CIESPAL, en Quito, entregándome un diploma de reconocimiento por mi labor en el campo de la alfabetización en América Latina (no soy afecta a los títulos; éste es el único que conservo enmarcado).
- Pepe muerto de risa, brincando sobre colchones, en el cuarto de un hotel en Guatemala que entre varios convertimos en salón de juegos al final de un evento.
- Pepe paseando en la zona roja del puerto de Hamburgo, en una noche helada, conmigo, Paulo Freire y otros latinoamericanos que habíamos ido invitados a la conmemoración del 40 aniversario del Instituto de Educación de la UNESCO (UIE, hoy UIL). Años después escribí un breve texto sobre esa anécdota y lo compartí con él.
- Pepe en un panel en Lima, saliendo firme a defenderme de gente dispuesta a lincharme porque los mapas que había incluido en la cartilla del alfabetización del Ecuador no coincidían con la versión peruana de nuestra mutua y conflictiva frontera.
- Pepe, Isabel Infante, María Eugenia Letelier y yo en casa de María Eugenia, en Santiago, en 2009, redactando a cuatro manos y a gusto una declaración del GLEACE, la cual de hecho tuvo gran circulación e impacto.
- Pepe, Miriam Camilo y yo en República Dominicana, en febrero de este año, en un evento de educación de adultos organizado por ella. No habíamos coincidido en mucho tiempo, de modo que fue una oportunidad para charlar, rememorar, reírnos, compartir - como siempre - noticias y fotos de hijos y nietos. Al final, Pepe y yo le hicimos un pequeño reconocimiento a Miriam en nombre del GLEACE. Un momento lindo. Fue la última vez que nos vimos.

Digo nosotros y nuestro pues siento que hablo a nombre de muchos. Muchos a quienes Pepe impactó y juntó. El fue un mentor y un articulador generacional. Somos colectivo, red, incluso aunque algunos nos veamos poco o perdamos ocasionalmente el contacto. Somos un grupo latinoamericano con sentido de pertenencia, con quehaceres e ideales de transformación, como los suyos.

Extrañaremos mucho a Pepe. Y lo recordaremos. Nos queda honrarlo, celebrar su vida, agradecer su amistad, abrazar a su familia.

Quito, 16 de junio de 2015
Texto preparado para el homenaje a Pepe Rivero en Chile
(PIIE, Santiago, 17 junio 2015)


Condolencias

El Perú perdió un gran Educador. Pepe Rivero: adiós a un gran amigo, Consejo Nacional de Educación (CNE)
Condolencias por la partida de Pepe Rivero, Fe y Alegría
Sensible fallecimiento del Dr. José Rivero Herrera, Inversión en la Infancia
Homenaje del CEAAL (La Carta 543, 29 mayo 2015)
Lágrimas por Pepe Rivero, Yvelisse Prats-Ramírez De Pérez, Listín Diario.

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Sobre aprendizaje de jóvenes y adultosOn youth and adult learning (compilación) (dedicada a Pepe Rivero)

Quito: campaña electoral y género epistolar


Rosa María Torres
(en proceso)

Bonil


Febrero 2014. Cartas van, cartas vienen. Del Presidente Rafael Correa y otras altas autoridades del Ecuador a quiteños y quiteñas, y de quiteños y quiteñas a las altas autoridades. Ultimos días de la campaña electoral que culminará el 23 de febrero, cuando se elegirá nuevas autoridades seccionales en todo el país para 2014-2019: 5.651 dignidades entre alcaldes, prefectos, concejales y vocales de juntas parroquiales.

Pero las cartas se concentran en una persona: el Alcalde de Quito, Augusto Barrera -  ex-militante y ex-dirigente del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (MUPP) y hoy en el Movimiento Alianza País (AP), en el gobierno - quien ha estado cinco años al frente de la ciudad y va por la reelección.


Todo el gobierno está dedicado a la campaña y reforzando de manera especial, en las últimas dos semanas, esta candidatura, encabezada personalmente por Correa, quien ha solicitado en varias ocasiones permiso a la Asamblea Nacional (mayoría oficialista) para acompañar a los candidatos de su partido. El mismo, incluso, hace las ofertas electorales: "
Con Augusto en la Alcaldía haremos de Quito no solo la capital de Sudamérica sino la más bella del mundo".

Correa ha estado en el gobierno desde 2007. Igual que en la campaña por la reelección presidencial de febrero de 2013, Correa y AP llaman a la ciudadanía a votar en plancha: #todotodito35. No obstante, los mayores inconvenientes se han presentado en las dos principales ciudades del país: Quito y Guayaquil. En Guayaquil, pese a grandes esfuerzos personales de Correa, las encuestas le dan amplio margen al Alcalde socialcristiano Jaime Nebot - que también va por la reelección, por cuarta vez - respecto de la candidata oficialista Viviana Bonilla. Pero Quito da la mayor sorpresa: el candidato de oposición Mauricio Rodas, del Movimiento SUMA (definido como derecha por la izquierda y autodefinido como "centroizquierda progresista"), ha venido subiendo en las encuestas en los dos últimos meses de campaña, llegando incluso a tener ventaja sobre Barrera, quien venía ganando hasta fines de 2013.
Por eso las cartas. Por eso la intensidad y la creciente exasperación de la campaña gubernamental. Por eso el anuncio apresurado, en cadena radial, a 11 días de las elecciones, del Alcalde encargado de Quito, Jorge Albán Gómez, anunciando la suspensión de pagos por peajes y la reducción drástica de la multa por mal estacionamiento (oferta de campaña de Rodas cuestionada días antes por Barrera y por Correa).

Correa recurre a la carta personal - papel rayado, letra cursiva - como parte de la artillería; otras autoridades le siguen (ex-Vicepresidente Lenin Moreno y Ministra de Defensa María Fernanda Espinosa), con el mismo formato y recogiendo sus palabras. También desde la ciudadanía surgen cartas de respuesta, la mayoría con tono informal y jocoso pero con contenido firme.
Juntamos abajo las cartas de uno y otro lado circuladas en Twitter.
Según Correa, en Quito y en esta elección se juega una pieza clave de la continuidad y consolidación de la "Revolución Ciudadana". Quito pasa a ser llamada "Capital de la Revolución Ciudadana" y el Alcalde, "Alcalde de la Revolución Ciudadana".
- "El enemigo sabe la importancia de Quito. Conoce que desde ahí puede desestabilizar a tu gobierno".
-
"El lema es hoy Barrera, mañana Correa. Lo que buscan es apoderarse de la capital y desde ahí obstruir el proceso revolucionario".

- "Pone en peligro al proyecto si la capital cae en manos de la extrema derecha".
-
"Si hay un voto anti-Barrera, anulen el voto pero no se lo den al enemigo, ¿sí estamos claros?" (17 feb.)

Pese a la agobiante propaganda gubernamental, a la incesante exposición de obras realizadas en Quito en los últimos 5 años (
"Quito es la capital en Latinoamérica con más mega obras en el momento", repite sin cesar Correa), a los 6 premios internacionales ganados por la ciudad, al uso de las sabatinas presidenciales como tarima de la campaña y a las cartas personales de Correa pidiendo votar por Barrera y anular el voto anti-Barrrera, Alianza País pierde rotundamente la Alcaldía de Quito (así como de las otras dos principales ciudades del Ecuador - Guayaquil y Cuenca - y otras importantes ciudades y provincias, incuidas provincias mineras, cuyos prefectos vienen luchando contra el extractivismo).

Correa lo llama "revés electoral".
Dice que "un remezón le viene bien a Alianza País". Reconoce errores, cuidadosamente endosados a los demás: el principal, el "sectarismo" de la dirigencia de AP por no haberse aliado con el Partido AVANZA (socialdemocracia, centro-izquierda) que ha quedado en estas elecciones como segunda fuerza política, creado y liderado por Ramiro González, ex-Izquierda Democrática y actual ministro de Industrias y Productividad en el gobierno de Correa. 
Correa pide la renuncia del gabinete y anuncia que hará cambios también en la dirigencia de AP. A continuación, AP anuncia (28 feb,) que trabajará en una enmienda constitucional para permitir la reelección de Correa. Correa responde (1 marzo) diciendo que: "Es mi deber revisar la sincera decisión de no lanzarme a la reelección" ...

Los análisis
de estas elecciones, sus resultados y consecuencias están haciéndose y por hacerse. Dos semanas después de las elecciones, el Consejo Nacional Electoral aún no había concluido el conteo. Agregamos al pie algunas referencias de consulta. 


Cartas a Quito


Carta a los militantes del Movimiento Alianza País, de Rafael Correa

- "El enemigo sabe la importancia de Quito. Conoce que desde ahí puede desestabilizar a tu gobierno. Por ello, toda la derecha se ha unido  para captar la Alcaldía de Quito, con financiamiento nacional e internacional y socialcristianos reciclados".
- "No te dejes engañar. Si su lema es 'hoy tumbamos a Barrrera, mañana a Correa', el nuestro debe ser 'votar por Augusto es votar por la Revolución Ciudadana".

Carta a Quito, de Rafael Correa

- "¡Prohibido olvidar! Los socialcristianos siempre proponen la reducción de impuestos, decenas de miles de dólares de ahorro para ellos y unos cuantos dólares para los pobres".
- "Que nos roben todo menos la esperanza. Lo mejor está por venir. Con Augusto en la Alcaldía haremos de Quito no solo la capital de Sudamérica sino la más bella del mundo".



 Cartas de Quito


Fuente: Diario Hoy

(en referencia a carta dirigida a Alianza País)
Fuente: Diario Hoy

Fuente: Diario Hoy

Humor: Carta de Quito a Rafael Correa por el Día de San Valentín (14 feb.)



Carta a Augusto: La culpa es de la vaca Rafael

Editorial de Opinión
13 de febrero 2014
Estimado Augusto
cc. Rafael


Estimado Augusto te escribe una joven preocupada por no recibir una carta tuya y leer una del lejano Rafael.

Hubiera querido recibir una carta tuya, pero bueno así eres vos, humilde, no te gusta el protagonismo.
Te escribo en estos momentos tan duros, para decirte que tengas por seguro que la caída en las encuestas  no es culpa tuya. Apelando a esa exquisita literatura filosófica que nos permite vivir armoniosamente este lindo capitalismo salvaje, estoy convencida que la culpa es de la vaca.

Como comprenderás querido Augus, ésta es una metáfora. Te voy a explicar a qué vacas me refiero.
Antes, quiero decirte que cuando te vi en las encuestas, debajo de Rodas,  no es que me convencieron mucho. Acuérdate de cuando las encuestas decían que ganaba Nebot y ganó Bucaram, o cuando los medios decían que todo está bien y al siguiente día asustados estaban de ver llenas las calles de apoyo a los indígenas tumbando presidentes.

Así que, como te explico, no creía en las encuestas. Pero, después de 7 años donde Rafael nos ha enseñado que la mayoría gana, que miren las encuestas, que perdedores, que si quieren hablar ganen las elecciones, que lerolero yo soy el más fuerte… después de tanta enseñanza de solidaridad para el Buen Vivir, me convencíf!

Así que te toca aceptar que si pierdes eres un perdedor. Si pierdes, pierde Alianza País. Que si pierdes vos, pierde Rafael, y que por lógica (la que hemos aprendido en la sabatina) Rafael es un perdedor.
Ya que me metí a hablar de este verrrdugo, quiero confesarte que la primera vaca de la que quería hablar era de él.

Verás Augus, como te decía al inicio, la culpa no es tuya. Gran parte de la culpa es de esta primera vaca.

Para que no creas que me quedo en el chisme. Déjame decirte mis razones:

- ¿Te acuerdas del Yasuní?, pues las y los jóvenes quiteños sí. Tal vez no viste las noticias y como no te gusta el twitter, talvez no te enteraste que muchos jóvenes quiteños salimos a las calles en su defensa. Tal vez no te enteraste que varias noches de protesta, el gobierno se preocupó en divertirnos con balas de paint ball. No sé si te diste cuenta que los y las jóvenes que recogemos firmas en los espacios públicos fuimos impedidos de hacerlo a pesar de que los lindos bulevares, se suponen, son para ocuparlos. No sé si te percataste que mucha de esta juventud rabiosa vive en Quito y vota en Quito.

- ¿Te acuerdas del Jaime Guevara? Sí pues, ese pana solidario siempre presente en todas las luchas con su guitarra mata fascistas. Bueno, talvez no te enteraste,  que el Rafael le agredió con su lengua sucsia y por una sacadita de dedo, dijo que le iba a patear hasta que se siente de oreja. No, no te estoy mintiendo, talvez no te enteraste, lo que pasa es que este Rafa, lo dijo en un espacio marginal un sábado y en poquitos canales y radios, entonces capaz que no te llegó la noticia, por eso entiendo que hayas guardado silencio y no hayas dicho ni pio sobre nuestro pana del barrio El Dorado.

- ¿Te acuerdas de Bonil? Bueno, resulta que el Rafa le puso una demanda. Vos sabes cómo nos hemos reído con las caricaturas de Bonil y viene este man del Rafa hecho el fishfico pisa cascara de huevo, piel de pétalo, que una caricatura iba a agitarnos socialmente y hasta a desestabilizarlo. ¡Qué risa! De eso mismo le culparon a una radio quiteña, y eso que ahí sí se desestabilizaba de lo lindo, no solo con dibujos sino hasta malas palabras memuero quihorror! ¿Si te acuerdas de esa radio callada a punte cargos y contratos?

- ¿Te acuerdas de las bullas del Mejía y del Central Técnico? Bueno pues los wambras que protestaban fueron juzgados y los otros amaestrados para callar. Cuando las calles de Quito han sido el ejemplo de la lucha estudiantil contra los constantes intentos de privatización y de mercantilización de la educación. No te imaginas cuantas mamás de barrios populares de Quito se sintieron consternadas con esta condena.

- ¿Te acuerdas de los #10deLuluncto? Bueno esto también pasó en Quito, vos sabes, Luluncoto es un barrio. Talvez el Rafa pensaba que Luluncoto era un arma desestabilizadora en esta búsqueda del enemigo interno. ¡Qué risa!. Contarásle al Rafa que Luluncoto es un barrio popular del sur de Quito.

Bueno pues, querido Augusto, no sé si te percates que todo esto pasó en Quito. Sé que no te preocupaste tanto por estas cosas porque al  igual que tu amigo el Rafa para ti lo más importante es la in-fra-es-truc-tu-ra , el ce-men-to, el me-tro, las ca-rre-te-ras. La gente debe estar feliz por todo eso y callarse.

Pero déjame decirte, Augusto, que si vas a la historia, Quito precisamente no es conocida por callarse, son varias las cosas que los quiteños y quiteñas no aguantamos, y como la señora del restaurante chiquito, al que le pusiste una multa por poner un cartel del menú afuera, dice:  “hay cosas que no pasan ni con ají”.

Yo sé que vos le quieres al Rafa, que es tu pana, además que él te ha defendido de los vasosespinosos (en inglish glassespineles) dentro de tu misma casa, pero querido Augusto, hay cosas que Rafael y sus manos derechas (porque tiene más de una) no tiene ni idea de Quito y parece que vos tampoco.

El Rafa no conoce Quito y no nos conoce, eso demuestra la carta que nos manda. El man cree que somos corazón de cemento y que tanto nos encanta el cemento que vamos a votar por vos por los edificios que has hecho y harás.

El Rafael no tiene idea de cómo funciona Quito. El man no sabe que acá andamos en mullapa, que nos gusta tomarnos la calle, protestar, quejarnos, tomarnos la Plaza Grande, juntarnos, organizarnos por la mínima.

Bueno, si ya no te acuerdas, te hago acuerdo que acá nos encanta estar metidos si no es en la liga barrial, en el equipo de volley, fútbol, los wambras hacemos colectivos por todo, por ciclistas, por mujeres karishinas, de peatones, de hardcore, de programas de radio, de paz, de rock, bandas de pueblo, de punk, de pasillos, de reggae, de danza, de teatro, de heavy, de religiosos, de gótico, de músicos, de antitaurinos, de protaurinos, de defensa de animales, de maternidad, de cine, vegetarianos, feministas, de objeción de conciencia, de tejido, de artesanías, de mercados, de motos, de ambulantes, de taxistas, de barrios….

Pucha, no me alcanza la carta para nombrar esa diversidad social que se teje en esta ciudad. Una frase de un pana de la U Central es clave: “en la facultad de sociología hay un colectivo por 2 personas”. Como el Rafico estudió en otro lado, gringo europeo es el fishfico no cacha estas dinámicas, tal vez le parezcan poco eficientes y hasta mediocres.

Pero pensé que vos sí sabíasf! o te haces el loco!. Y a pesar de eso, no has dicho nada cuando el Rafael ha dicho que esos corporativismos  retrasan el desarrollo, que eso no va a perrrrmitir.

Bueno, no es culpa del Rafa que no sepa esto, lo que pasa que en los grupos de catequistas aprendes otras cosas y en los Scouts si bien aprendes cosas chéveres como nudos y canciones, también aprendes que tú eres el líder si ganas más medallas y los demás son la manada o la tropa, ese orden sin militar, que acá simplemente nos cabrea.

Dile al Rafa que Quito es y será un termómetro del país, así que baje los humos o se le va a quemar la sopa.

Así que Augusto, querido y entrañable, hay un montón de cosas más que quisiera decirte por las que no estamos augustos en Quito, pero esta carta se ha extendido mucho, así que debo despedirme, sin antes decirte que,  pensándolo bien,  la culpa es de la vaca pero también es tuya, por no leer a la gente y su descontento, por guardar un silencio cómplice y no escuchar la voz de esta ciudad milenaria de Quito.

Adiós!

Pd1. Nunca votaría por Rodas, porque soy uno de los 9 mil jóvenes que utilizo la ciclo vía que él piensa cerrar y peleé porque no se torture a los toros, tortura que él quiere volver a instalar. Y claro, por su modelo empresarial que cada que lo veo me recuerda a Mahuad.

Pd2. Alzarás el pelito y limpiarás el moquito.

Atentamente
Juana

Ruptura USA

Carta Abierta a Rafael Correa, del Sr. Sebastián Ignacio Donoso Bustamante

Quito, 15 de febrero de 2014
Señor Economista
Rafael Correa Delgado
Presidente Constitucional de la República del Ecuador.

Señor Presidente:

El día de ayer recibí en mi correo electrónico la carta adjunta, en la cual me pide abiertamente que vote por su candidato a la alcaldía de Quito. Me sorprendió recibir su mensaje, por cuanto no recuerdo haberle proporcionado mi dirección de correo electrónico.

Sin embargo, ya que recibí su carta, siento que lo justo es que la responda.

Me extraña y me disgusta que ahora Ud., en circunstancias en las cuales el candidato de su movimiento político esta perdiendo a paso acelerado el respaldo popular, se dirija a mí para pedirme el voto.

En primer lugar, quien debería dirigirse a mí para pedir mi voto es el candidato a la reelección para la dignidad de alcalde, y no Ud., pues Ud., no es candidato a ninguna dignidad de elección popular en este momento, y por lo tanto no existe razón alguna por la cual Ud., deba intervenir en la elección a favor de ningún candidato. Le ruego que me pida el voto cuando Ud., este de candidato a algún cargo de elección popular. Entonces, le responderé.

En segundo lugar, dicha carta esta plagada de sus usuales y típicas frases de propias de la permanente campaña que lleva adelante desde 2006: “Patria Grande”, “palabrería barata”, “¡Prohibido olvidar!”, “¡Ese pasado ya lo vivimos!”, “Que nos roben todo, menos la esperanza”, “¡Ni un solo voto al pasado!”, “¡Todo, todito 35!” y “¡Hasta la victoria siempre!”. Ha repetido Ud., tanto estas frases que, para mi, carecen ya de contenido, no representan nada positivo, sino todo lo contrario, y le voy a contar porque.

La “Patria Grande” la hacemos todos, no solo los que apoyan su gestión. Quienes cuestionamos y criticamos aspectos de su administración también somos parte de la “Patria Grande”. Sin embargo, aunque Ud., no me conoce mas que de vista, y nunca ha conversado conmigo ni sabe quien soy ni como pienso, ni porque pienso así, cada sábado me denigra y descalifica con todo tipo de epítetos, arbitrariamente excluyéndome de la “Patria Grande” que Ud., pregona, pero que para Ud., solo esta conformada por sus seguidores incondicionales. Yo soy uno más de los miles de anónimos ciudadanos a quienes Ud., ofende solo porque disentimos. Pero no soy un número sino una persona, y estoy ofendido. Antes de pedirme el voto para su amigo, debería Ud., disculparse conmigo por todo lo que me ha dicho sin siquiera conocerme. Hágame sentir parte de la “Patria Grande”.

Por “palabrería barata” entiendo un conjunto de frases sin sentido, lanzadas al viento, que no tienen ningún valor. Con todo respeto le digo, sus cadenas sabatinas están plagadas de “palabrería barata”. La forma como Ud., ironiza, se burla y denigra verbalmente a quienes discrepamos con algunas de sus políticas no es mas que “palabrería barata”. Soy una victima semanal de su “palabrería barata”, y estoy harto de serlo por el hecho de pensar distinto que Ud., y ejercer mi derecho a opinar libremente y sin censura.

Cuando Ud., dice “Prohibido Olvidar”, parece referirse al olvido de carácter selectivo. Ud., me pide no olvidar los errores que cometieron sus antecesores en un distante pasado, pero para decidir mi voto en esta elección los errores que quiero recordar con mayor intensidad son los que Ud., y sus funcionarios han cometido “ayer”. Y en función de los errores de su gestión, que me son más fáciles de recordar por recientes, (y que desde mi punto de vista son tan o mas graves que los cometidos por sus antecesores), decido mi voto.

Dice Ud., “¡Ese pasado ya lo vivimos!”, para recordarnos los errores de pasadas administraciones. Pero Ud., no gobierna desde ayer sino desde el 2007. Es decir que buena parte de su gestión puede ser considerada como “pasado que hemos vivido”, aunque reciente. Me pregunto si el pasado más lejano que vivimos es mejor que el presente que estamos viviendo, especialmente en Quito. Me respondo que en cuanto se refiere a la administración de esta ciudad, ciertamente para mí el pasado fue mejor. Y voy más allá, pues en cuanto a la administración del país se refiere, hay aspectos del pasado que son mejores que muchos del presente, y otros que son igual de malos. Todo ello, sin desconocer sus obras del pasado reciente, ni tampoco las de quienes gobernaron Ecuador en el pasado mas lejano.

“Que nos roben todo, menos la esperanza”, me dice Ud. Sin embargo cada día, conforme Ud., acumula poder, arrincona, hostiliza y persigue a sus críticos y opositores; cada sábado conforme Ud., ofende con todo tipo de epítetos a quienes pensamos diferente, conforme Ud., me dice hasta en que tengo que creer y me dicta cual ha de ser mi moral; me roba la esperanza de vivir en una verdadera y saludable democracia, mi mas cara aspiración.

En cuanto a su arenga: “¡Ni un solo voto al pasado!”, en esto si estamos de acuerdo. Sin embargo, mi voto, como debe favorecer ya sea a un nuevo alcalde, o reelegir al anterior, no lo decido en función de las administraciones que tuvo Quito en el distante pasado, sino en el pasado reciente y, desde mi perspectiva, ese pasado “de ayer” deja mucho mas que desear que el la década del 90 o primer lustro del siglo XXI.

¿Porque tengo que votar “¡Todo, todito 35!”? Sin duda habrá candidatos que puedan agradarme de la lista 35 y otros que no. La democracia exige debate, pluralismo, propuestas desde varios sectores opuestos, diversas ideologías y proyectos políticos en constante discusión. También exige alternancia en el ejercicio del poder. Si mi voto es “todo 35” no garantizo aquello. No olvide que el poder es efímero, y que la vigencia del sistema democrático pleno es mucho más importante que un proyecto político, sea cual fuere.

“¡Hasta la victoria siempre!”, es una frase que tiene autor, se llamo Ernesto “Che” Guevara de la Serna, y no solo que debe ser citada apropiadamente sino que además debe ir entre comillas y debe ser contextualizada. No creo, sinceramente, que esa frase se ajuste a Ud., y a su gestión, pues pertenece “al pasado que ya vivimos” y que es “prohibido olvidar”.

Finalmente, no me pida su voto si no esta dispuesto a escucharme. No me pida su voto si al mismo tiempo me denigra cada sábado, sin conocerme, por el solo hecho de que pienso distinto y de que no estoy de acuerdo con varios aspectos de su gestión gubernamental. Hoy me pide Ud., el voto para su amigo, y le digo NO. Y entre otras razones, le dije NO porque estoy convencido de que aquello que Ud., dice en la carta que me envió es falso. Ni Quito esta bien ni estará mejor si el actual alcalde gana la reelección. Quito no pierde si su amigo pierde. El que pierde una cuota de poder es Ud., y eso es bueno para la democracia.




Respuesta al llamado de las mujeres de Alianza País,
del Colectivo Feminista Las Lorenzas
http://www.scribd.com/doc/207757656/Respuesta-Al-Llamado-de-Las-Mujeres-de-Alianza-Pais
Quito, 15 febrero, 2014



16 de febrero, 2014

Compañero Rafael:

Te escribo a nombre mío, de nadie más. Soy un ciudadano, común y corriente. De compañerismo entre los dos creo que no hay nada porque un compañero es quien trata con sentido de igualdad a sus pares y eso implica respeto y reciprocidad. Tú me calificarás como enemigo, no me importa, deberías pensar que los gobiernos se sostienen con elecciones y que perderlas no significa desestabilizarlo, sino alternarlo, rotarlo, cambiarlo. Para eso sirve la democracia.
 
Votar por cualquier opción política es lo que hace que un país sea libre, como el nuestro. Cambiar al partido que gobierna no es desestabilizar al gobierno, porque con o sin ese partido la democracia y las instituciones no dejan de existir. Tu partido y tú no son el gobierno, son un grupo de personas encargadas de administrarlo. Me recuerdas a Luis XIV cuando dijo “el estado soy yo”, pero eso fue hace cuatro siglos y en un contexto de absolutismo. Ustedes representan una opción política, válida como todas. Sí la sociedad prefiere otra opción es necesario aceptarlo, respetarlo y felicitarlo. Eso es lo que hace un demócrata y lo que no haría un absolutista.
 
En una democracia sana no existen los enemigos, existen los contrincantes que compiten por el poder. Ver enemigos por todas partes convierte a la política en una permanente conspiración y a la democracia en una abstracción innecesaria o imposible. Cuando hay contrincantes y no enemigos, la política es una disputa en construcción y un lugar de encuentro de las posiciones que se oponen y convergen, que acuerdan y colaboran. En un contexto de conspiradores, enemigos y traidores es imposible respetar al otro y respetar su opinión que es tan válida como la de cualquiera.
 
Es innecesario que nos trates como niños. Ser o no ser engañados es un eufemismo que no nos describe como sociedad. A nosotros corresponde el derecho a elegir libremente y en secreto sobre cuál es la opción política que queremos al frente nuestros gobiernos. Tampoco es justo que seamos calificados en bandos, de buenos y malos, de simpatizantes y opositores, de amigos y enemigos. Somos una sociedad diversa y pluralista. Es imposible que existan solamente dos opciones. Existen miles de criterios, preferencias, opiniones y dudas. Algunas convergen parcialmente, por segmentos, otras divergen de miles de maneras. Es muy poco inteligente creer que los ecuatorianos tengamos el mismo criterio simplificador de la vida y de la política.
 
Ganar o perder unas elecciones no dan mayor o menor valor a las personas, solamente definen una circunstancial situación electoral. Te felicito por haber ganado tantas elecciones, pero eso no te da el derecho a insultar y a menospreciar a las personas que tenemos idéntico derecho al tuyo para interesarnos en la política aun sin ganar una elección. ¿Cómo te verás después de unos años cuando ya no ganes elecciones? ¿Desmoralizado, inútil, vacío?
 
Estás a tiempo de cambiar de actitud. Aunque lideras un momento de cambios tienes que aceptar que nada es para siempre.
ghidalgoandrade@usal.es


Otras cartas
Estimado Mauricio: Carta de Paco Salazar a Mauricio Rodas, GkillCity.com, 20 enero 2014
Estimado Paco: Respuesta de Mauricio Rodas a Paco Salazar, GkillCity.com, 27 enero 2014

Para saber más:

» Consejo Nacional Electoral (CNE)

» CEDATOS, Resultados de exit poll para Alcaldías y Prefecturas, Elecciones 23 de febrero 2014
» ¿Qué se juega hoy el Correísmo?, José Hernández, Hoy, 23 febrerro 2014
» Ecuador celebra elecciones locales marcadas por la presencia de Correa, El País, 23 febrero 2014
» Oposición gana en las principales ciudades del Ecuador, La República, 23 febrero 2014
» Correa dice que “esta es una victoria del oficialismo, no una derrota”, La Repúblca, 23 febrero 2014
» La victoria de Rodas se perfiló desde el 21 de enero, El Comercio, 24 febrero 2014
» La derecha gana en Quito, Cuenca y Guayaquil, El Telégrafo, 24 febrero 2014
» La derecha se impone en las ciudades más importantes de Ecuador, El País, 24 febrero 2014
» Correa no saca lección alguna, José Hernández, Hoy, 24 febrero 2014
» Decio Machado, Ecuador: análisis de coyuntura y nuevos escenarios políticos en el horizonte, 26 feb. 2014
» Enrique Ayala: "Si el presidente no intervenía en la forma autoritaria, inoportuna y grosera como lo hizo, a Barrera le hubiera ido mejor", GamaTv, 28 feb. 214
» Seccionales 2014: ¿Qué pasó en Quito?, Blog Con voto y sin voz, 2 marzo 2014
» Fernando Carrión, La gobernabilidad de Quito, Hoy, 8 marzo 2014

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Quito: Encuesta de Cultura Ciudadana
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Titulares tramposos y manipulación

Carta abierta para niños y niñas que van a la escuela



(Text in English: Open letter to school children)

Querido niño, querida niña:

Hay una serie de cosas que debes saber y que voy a explicarte en esta carta. Para que sepas qué es lo que debes hacer en la escuela, y qué es lo que debes pedir de ella, de tus profesores y compañeros.

Seguramente te han repetido muchas veces lo que debes hacer, es decir, tus obligaciones: portarte bien, ser respetuoso con tus profesores y compañeros, cumplir con las tareas, tener tus cuadernos ordenados y al día, ser amable con todos. Esto es así y debes tratar de cumplirlo. Pero aquí va­mos a hablar ahora no de las obligaciones que ya co­noces, sino de lo que los demás deben hacer por tí. Es decir, vamos a hablar de tus derechos.

NADIE PUEDE MALTRATARTE POR SER NIÑO O NIÑA
Nadie pue­de tirarte las orejas, pegar­te o lastimarte. Nadie puede bur­lar­se de tí, humi­llarte, avergonzarte en público, mandarte a la esquina, o ser grosero contigo. Ni los profesores ni tus compañeros. Los niños y las niñas deben ser bien tratados, queridos y respetados. A la escuela debes ir con­tento, tranquilo, sin miedo. Las personas más importantes de la escuela son los niños, no los adultos.

NADIE PUEDE MALTRATARTE POR SER POBRE
Ser pobre no es pecado. Es posible que también tu profesor o profesora sea pobre. En nuestro país y en el mundo, la mayoría de personas son pobres. La mayoría de los niños son pobres y la ma­yoría de pobres son ni­ños. Tú no tienes la culpa de ser pobre. Si hay tanta pobreza en el mundo, es porque hay injusticia. Es la sociedad la que está mal, no tú. Son los gobiernos, las sociedades, los ricos los que deben avergonzarse, no tú.

NADIE PUEDE MALTRATARTE POR EL COLOR DE TU PIEL
En el mundo hay diferentes nacionalidades, culturas, costumbres, lenguas, religiones, colores de piel, maneras de pensar. Ser “blanco” no significa ser mejor. En nuestros países, todos tenemos algo de mestizos, de in­dios o de negros. No hay nada de qué avergon­zarse: todos merecemos el mismo respe­to y las mismas oportunidades.

NADIE PUEDE MALTRATARTE POR SER MUJER
Los niños y las niñas, los hombres y las mujeres, tenemos las mismas ca­pacidades. No permitas que te dejen atrás, que te obliguen a con­formarte con lo mínimo, que te ofrezcan ventajas fáciles por ser niña, que te consientan y te impidan desarro­llarte por tí so­la. No dejes que te convenzan de que las mujeres son inferiores a los hombres, porque no es cierto.

NADIE PUEDE MALTRATARTE POR TENER UN DEFECTO FISICO
Tener un defecto físico no es algo terrible. No por eso eres una persona anormal. Incluso niños ciegos, sordos, mudos, o con enfermedades graves pueden aprender si se les dedica atención y amor y si se aseguran las condiciones y los métodos apropiados. Los niños que tienen algún problema, precisamente por eso deben ser tratados con considera­ciones especiales.

NADIE PUEDE MALTRATARTE POR SER DE OTRO LUGAR
Nadie debe hacerte sentir mal porque vienes de otro país, de otra ciu­dad o pueblo. Tal vez eres un poco diferente a los demás porque tienes otra cultura, otro idioma, otra manera de hablar, otros gustos, otras costumbres. Pero ser diferente no es un problema. Todos somos diferentes, no hay dos personas iguales. Todos necesi­tamos a­prender a comprender y respe­tar lo que es di­ferente a uno. No permitas que te hagan sentir extraño, raro, fuera de lugar: tie­nes los mismos derechos que to­dos los demás.

NADIE PUEDE MALTRATARTE POR PENSAR DIFERENTE 
Niños, adolescentes y jóvenes se forman sus propias opiniones, van descubriendo sus gustos, sus preferencias, sus intereses. Igual que las personas adultas, los niños tienen derecho a ser escuchados, aunque sus opiniones no coincidan con las de los adultos. Aprender a pensar, a argumentar, a discrepar, a reclamar, es parte del proceso de aprendizaje y desarrollo a que todo niño y niña tiene derecho.
 
NADIE PUEDE MALTRATARTE POR NO APRENDER RAPIDO
Cada persona aprende de manera diferente. En la escuela, hay alumnos que son "buenos" para unas materias y alumnos que son buenos para otras. Uno aprende mejor lo que le gusta. Uno aprende mejor si come bien, si duerme bien, si no está cansado, si tiene tiempo libre para jugar. Si no aprendes rápido, tal vez el pro­blema no es tuyo sino de quienes te enseñan, de lo que te enseñan y de cómo te enseñan. Nadie puede a­prender si no entiende, si no le encuentra gusto o utilidad a lo que le en­señan, si le amenazan y castigan. No aceptes que te llamen tonto, ignorante o incapaz. Si no entiendes, pre­gunta. Tienes derecho a preguntar, a que te expliquen, a que te enseñen hasta que aprendas. Para eso es la escuela. Para eso están los maestros.

Querido niño, querida niña: La escuela se hizo para que los niños estén juntos, jueguen, aprendan, se sientan felices. Si te sientes triste, si te sientes mal, es la es­cuela la que está mal, no tú.

Querido niño, querida niña: No permitas que te recuerden solamente tus obli­gaciones. Reclama por tus de­rechos. Aprende a defender tus dere­chos desde niño para que así puedas defenderlos mejor cuando seas gran­de.


* La Convención de los Derechos del Niño considera niño hasta los 18 años de edad.

** Texto publicado originalmente en Familia, Suplemento del diario El Comercio de Quito, 02/06/91. Publicado en diversos países e idiomas en boletines y revistas internacionales. Incluido en la contraportada de los libros de educación intercultural bilingüe elaborados por el gobierno boliviano y UNICEF en Bolivia (1993). Incluido en la Colección Libros del Rincón de la Secretaría de Educación Pública de México (1993), colección distribuida a todas las escuelas rurales del país. Publicado en inglés en Education News, Nº 11, UNICEF, Education Cluster, New York, 1995. Editado y distribuido como folleto por el Ministerio de Educación y Culturas en el Ecuador a propósito del lanzamiento del Código Nacional de la Niñez y la Adolescencia (2003), cuando estuve al frente de ese Ministerio.

Para saber más
Convención sobre los Derechos del Niño


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