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María Centeno - Venezuela
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Textos tomados del sitio web de la Cumbre
Objetivo: La Cumbre se propuso movilizar la ambición política,
la acción, las soluciones y la solidaridad para transformar la educación:
hacer un balance de los esfuerzos para recuperar las pérdidas de
aprendizaje relacionadas con la pandemia; reimaginar los sistemas educativos
para el mundo de hoy y de mañana; y revitalizar los esfuerzos
nacionales y mundiales para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 ( ODS-4). Se eligieron cinco temas para el debate y la acción: 1. Escuelas inclusivas, equitativas, seguras y saludables.
2. Aprendizaje y competencias para la vida, el trabajo y el desarrollo sostenible.
3. Docentes, enseñanza y profesión docente.
4. Aprendizaje y transformación digital.
5. Financiación de la educación.
Seguimiento de los compromisos transformadores asumidos en la CumbreSiete nuevas iniciativas globales lanzadas en la Cumbre se centrarán en estas soluciones para transformar la educación:
1. Educación ecológica. Preparar a todos los alumnos para el cambio climático. 2. Conectar a cada niño y joven a soluciones digitales. 3. Abordar la crisis de los aprendizajes fundamentales entre los jóvenes estudiantes. 4. Transformar los sistemas educativos para permitir que todos los niños y jóvenes afectados por la crisis accedan a oportunidades de aprendizaje inclusivas, de calidad y seguras y continuidad de la educación.
5. Avanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las niñas y las mujeres.
6. Transformar el financiamiento de la educación invirtiendo más, de manera más equitativa, más eficiente y más innovadora.
7. Empoderar a los jóvenes para que sean líderes efectivos en la remodelación de la educación.
Para asegurar la rendición de cuentas, los Llamados a
la Acción que surjan de las Iniciativas Globales serán monitoreados. Se hizo un llamado a los países para que se basen en el proceso nacional de evaluación comparativa del ODS 4:
1. Acordar establecer un número reducido de
indicadores, vinculados a las Iniciativas Globales, los cuales se añadirán a la
lista de indicadores de referencia del ODS 4.
2. Establecer objetivos nacionales para estos indicadores de cara al 2025 y al 2030. Estos representarán la transformación que los países quieren ver
como resultado de esta Cumbre.
El progreso se revisará anualmente.
Además, se monitorearán áreas de política seleccionadas y el
volumen de financiamiento vinculado a las Iniciativas Globales para
evaluar si los esfuerzos del país y de los socios para el desarrollo van
en la dirección correcta.
Este mecanismo de seguimiento será liderado por el Comité Directivo de Alto Nivel del ODS4 coordinado por la UNESCO con
el Instituto de Estadística de la UNESCO y el Informe de Seguimiento de
la Educación en el Mundo, continuando con su mandato para el seguimiento
y la presentación de informes sobre el ODS 4.
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Transformar la educación: para qué, qué, quiénes, cómo, cuándo, desde dónde
Para qué
La Cumbre Mundial para la Transformación Educativa de Naciones Unidas se propuso movilizar la ambición política,
la acción, las soluciones y la solidaridad para
transformar la educación:
hacer un balance de los esfuerzos para
recuperar las pérdidas de
aprendizaje relacionadas con la pandemia;
reimaginar los sistemas educativos
para el mundo de hoy y de mañana; y
revitalizar los esfuerzos
nacionales y mundiales para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (
ODS-4).
Qué
La Cumbre eligió cinco temas para el debate y la acción:
1. Escuelas inclusivas, equitativas, seguras y saludables
2. Aprendizaje y competencias para la vida, el trabajo y el desarrollo sostenible
3. Docentes, enseñanza y profesión docente
4. Aprendizaje y transformación digital
5. Financiación de la educación
La Cumbre entendió
educación como
educación formal. La Transformación Educativa no adoptó el
Aprendizaje a lo Largo de la Vida como paradigma para la educación y los aprendizajes en el siglo XXI, según lo propuesto por la UNESCO.
10 compromisos de los países del mundo para transformar la educación
1. Mitigar el impacto de la crisis educativa provocada por la pandemiaCasi la mitad de los países se comprometió a abordar las pérdidas de aprendizaje del alumnado debido a la pandemia a través de programas de recuperación. Más de un tercio de los estados priorizó apoyar el bienestar psicosocial del alumnado y los docentes, y el 40% realizará acciones para mitigar el abandono escolar prematuro.
2. Mejorar la resiliencia de los sistemas educativos ante crisis y emergencias
En las consultas organizadas por la ONU muchos países subrayaron la necesidad de fortalecer diversos aspectos de la resiliencia del sistema educativo para resistir futuras crisis como la pandemia o desastres naturales causados por el cambio climático. Por ello, se comprometieron a una mayor "elasticidad presupuestaria", es decir, facilidad de acceso a fondos de emergencia ante futuras crisis educativas.
3. Abordar las exclusiones educativas
La mayoría de países se comprometieron a garantizar el acceso gratuito a una educación de calidad como un bien público. Más del 75% implantará medidas para compensar los costes directos e indirectos de la educación para los colectivos vulnerables, como, por ejemplo, ofrecer becas para la educación superior, ampliar los programas de comedor escolar gratuito, etc.
4. Transformar la profesión docente
Para transformar la profesión docente el 80% de los países consultados consideró que la formación inicial y el desarrollo profesional del profesorado son determinantes. Por ello se comprometieron a promover más oportunidades de aprendizaje para los docentes tales como: programas de intercambio, comunidades de práctica y tutoría entre pares, así como el desarrollo profesional continuo.
Pocos países se comprometieron a abordar temas clave como la escasez de docentes, la mejora de sus condiciones contractuales, laborales y de estatus social.
5. Renovar el currículum
Repensar el contenido y los métodos del currículum estuvo en el centro de más del 80% de los compromisos educativos de los países participantes en la Cumbre. El objetivo de esta renovación curricular es dar prioridad a las competencias fundamentales básicas, con especial atención a los estudiantes vulnerables.
Los países asistentes también se comprometieron a renovar los enfoques pedagógicos y centrarse en aquellos basados en la enseñanza-aprendizaje de competencias transversales, así como a proporcionar educación sexual y para la ciudadanía.
6. Implantar una educación 'verde'
Un tercio de los países participantes en la Cumbre acordó integrar la educación sobre el cambio climático en sus currículums educativos y realizar esfuerzos para asegurar que las infraestructuras escolares estén libres de contaminantes.
7. Reforzar la educación superior, la investigación y la innovación
Alrededor del 20% de los países participantes mencionaron en sus compromisos el papel clave que juegan las instituciones de educación superior como espacios de innovación, ya que contribuyen a la transformación de los sistemas educativos y a alcanzar objetivos más amplios de desarrollo sostenible.
Cerca de la mitad de los compromisos de los países sostuvo que hay que reforzar el personal docente y de investigación universitario, ya que contribuye a impulsar la innovación tecnológica en general.
8. Mejorar el aprendizaje y la transformación digital
El 80% de los países participantes en las consultas de la Cumbre destacó en sus compromisos la necesidad de mejorar el acceso a la enseñanza-aprendizaje digital y a establecer una conectividad universal para que todo el alumnado tenga acceso a internet de banda ancha, y así evitar las brechas digitales en la educación.
9. Aumentar la inversión en la educación
Los países participantes en la Cumbre establecieron como objetivo mantener o aumentar la proporción del gasto público nacional en educación de acuerdo con los puntos de referencia internacionales, lo que viene siendo del 4-6% al 15-20% del PIB.
10. Gobernar la educación como un bien público
Más de la mitad de los países participantes señaló que la transformación de los sistemas educativos requiere una colaboración horizontal constante y un diálogo social entre diversos actores relacionados con la educación. Por ello, la mayoría acordó llevar a cabo acciones para dialogar con la sociedad sobre cómo transformar la educación.
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Esto decía
Arjun Appadurai,
miembro de la Comisión Internacional sobre
Los Futuros de la Educación de la UNESCO,
en la Conferencia de lanzamiento de esta iniciativa en la UNESCO en
París (25 sep. 2019):
"Gran parte del pensamiento sobre el desarrollo en el siglo 21 no ha
estado orientado por objetivos democráticos. Se ha basado en la idea de
que el conocimiento, el expertise y la definición de metas deben
ser transferidos de un pequeño grupo de tecnócratas a un gran grupo de
receptores que no tienen las capacidades para diseñar sus propios
futuros.
Para la mayor parte de la población mundial, y especialmente para las
regiones y países más pobres del mundo, el mayor obstáculo para lograr
el desarrollo es el débil reconocimiento de su capacidad para definir
sus propios futuros y para imaginar el buen vivir en sus propios
términos. Esta capacidad de aspirar está pobremente desarrollada.
Cuando las comunidades vulnerables imaginan sus propios futuros juntan su capacidad de anticipar y su capacidad de aspirar.
Ningún ser humano, ninguna comunidad, carece de estas capacidades. Pero
la pobreza, la inseguridad y la marginación institucionalizada no les
ha permitido construir estas capacidades. Así, los educadores de todas
las edades, tamaños, formas y colores tienen una tarea vital de
construir la capacidad de los jóvenes, los pobres y los marginados de
imaginar, anticipar y aspirar".
En 2019 traduje esta conferencia de Appadurai al español y la subí a este blog pues me pareció importante difundirla en el mundo hispanohablante y en América Latina concretamente. El impulso de un movimiento mundial de transformación educativa es una
oportunidad para replantear el
modelo convencional de cooperación internacional y de relación Norte-Sur, y hacer valer el derecho de los países del Sur a la imaginación, la anticipación y la aspiración.
He trabajado en y con UNICEF y UNESCO a nivel regional y mundial. Trabajé desde el inicio y por muchos años en el seguimiento del movimiento mundial de
Educación para Todos-EPT (1990-2000-2015) coordinado por UNESCO. Conozco de primera mano la importancia de que los actores nacionales asuman el protagonismo en el desarrollo de las agendas internacionales. Una y otra vez, en el marco de la EPT, se reiteró que los países deben
«sentase al volante
»
y las agencias internacionales pasar al asiento de atrás. En 25 años de EPT esto no se logró. La EPT fue de principio a fin percibida en los países como asunto de las agencias y de cúpulas nacionales e internacionales. Esto tuvo repercusiones negativas sobre el proceso y sobre los resultados, pues dificultó la apropiación de la EPT por parte de los países y reforzó la dependencia de las agencias. Es importante no cometer el mismo error en el marco de la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4
(ODS 4) y la
Transformación Educativa.
La
«transformación educativa
»
se concreta en el terreno. Los intentos de
cambio educativo desde arriba han fracasado en todo el mundo. Homogeneizan y estandarizan, niegan la necesidad del movimiento inverso - de abajo hacia arriba - e impiden aprender. Transformar la educación implica contar no solo con saber experto sino también con los saberes de los afectados por las disfuncionalidades e injusticias del modelo educativo vigente/dominante, y con la participación y la voz de la ciudadanía en general.