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El modelo educativo correísta




Unidad Educativa del Milenio

El modelo educativo de la «revolución educativa» impulsada en el Ecuador en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017) comparte varios rasgos que caracterizan al modelo dominante de reforma educativa a nivel mundial en la actualidad, el Movimiento Global de Reforma Educativa (GERM), como lo bautizó Pasi Sahlberg. Un germen que viene contagiando a muchos «países en desarrollo» y algunos de cuyos elementos reconocibles son: competencia (antes que colaboración), excelencia, meritocracia, culto al conocimiento experto, a la evaluación y a las pruebas estandarizadas, y rankings.

Un modelo educativo que, como tal, no tiene relación con el Sumak Kawsay o Buen Vivir, concepto proveniente de la cosmovisión indígena andina - armonía con uno mismo, con la comunidad y con la naturaleza - y propuesto en la Constitución (2008) como paradigma alternativo al del desarrollo.

Cuando se habla de educación, la mayoría de personas piensa en sector educativo, política educativa, sistema educativo. Cuesta quebrar esa lógica y mirar el campo educativo de manera amplia, más allá del sistema formal y las aulas, incluyendo las educaciones que tienen lugar en la familia, en la comunidad, en los diversos lugares y espacios de la vida cotidiana. Y, sobre todo, cuesta ver lo que está atrás, percibir el «modelo educativo' que hilvana las piezas.

¿Cuál fue el modelo educativo impulsado en la década de gobierno de Rafael Correa en el Ecuador (2007-2017)?

Un modelo educativo:

▸ Sin historia

La «revolución educativa» se presentó como fundacional: todo empezó en el país en 2007, nada se hizo - o todo se hizo mal - con anterioridad. La excepción fue el Plan Decenal de Educación 2006-2015 gestado y aprobado mediante consulta popular en el gobierno anterior, de Alfredo Palacio (abril 2005-enero 2007), y al que el gobierno de Correa dio continuidad, ratificando en el cargo a Raúl Vallejo, ministro de educación de Palacio.

Como en las demás áreas, la línea de tiempo se dividió en antes y después de la «revolución ciudadana». Quienes se atrevieron a discrepar fueron acusados de "querer volver al pasado", de "atrasapueblos", "mediocres", "salvajes", "los mismos de siempre". Pasado pasó a ser sinónimo de atraso, inacción, neoliberalismo, caos. Esta mentalidad llevó a empezar todo de cero, a improvisar de manera permanente, a ignorar lecciones aprendidas, a desconocer la experiencia y el conocimiento acumulados, a sobrevalorar el aporte de los jóvenes y a despreciar el aporte de los adultos y de los mayores, a depender de consultores y asesores extranjeros y a prescindir de especialistas ecuatorianos pensantes, críticos, comprometidos, que hemos sido parte activa de la educación en este país.

▸ Sin evidencia

Las políticas educativas adoptadas no se basaron en evidencia. Al contrario, en muchos casos contrariaron la evidencia disponible en varios campos: prioridad asignada a la educación superior, prioridad asignada a la infraestructura, ausencia de consulta y participación ciudadana en las decisiones de política, desatención a la lectura y cierre de bibliotecas, alfabetización de adultos, cierre de escuelas rurales, construcción y modelo arquitectónico de las Unidades Educativas del Milenio (UEM), reducción de la jornada escolar y establecimiento de doble jornada, Bachillerato General Unificado (BGU), Plan Familia (educación sexual), política docente, evaluación de desempeño docente, política de becas, concepto e implementación del Examen Nacional de Educación Superior (ENES), instalación de Yachay, Ciudad del Conocimiento, entre otros.

▸ Sectorial

La educación entendida como «sector» y la política educativa como política sectorial. Más aún: el conocimiento y el talento humano fueron concebidos como un sector (ver Ecuador hacia el 2035: Agenda prospectiva para el Sector del Conocimiento y Talento Humano, documento producido y publicado por el Ministerio Coordinador del Conocimiento y Talento Humano en mayo de 2017, cuando el gobierno ya estaba de salida).

Los vínculos de la educación (familiar, escolar, comunitaria, ciudadana) con la pobreza, la salud, la alimentación, la nutrición, el trabajo, el empleo, el bienestar familiar, el desarrollo comunitario, la ciudadanía, el medio ambiente, la corrupción, etc., apenas si fueron considerados y encarados. La lectura fue entendida como asunto del «sector cultura». La desnutrición infantil fue abordada como tema del sector salud. Los informes sobre la educación omitieron por lo general referirse a la desnutrición infantil, pese a que la problemática afecta de manera directa a la primera infancia y a los sectores más desfavorecidos, y pese a que el Ecuador tiene la segunda tasa más alta en la región, después de Guatemala: 1 de cada 4 niños menores de 5 años padece desnutrición crónica, esa que deja secuelas imborrables por el resto de la vida. Esta se redujo en apenas un punto durante la década.

▸ Centrado en el sistema educativo formal

El sistema educativo en el Ecuador se divide en dos y así lo consagró la «revolución educativa»: a uno se le llama sistema nacional de educación (educación inicial, básica y bachillerato), y al otro sistema de educación superior. El primero a cargo del Ministerio de Educación y el segundo a cargo de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT). Dos leyes, dos lógicas, dos estructuras. La política educativa, sin visión sistémica, se piensa y organiza así, reproduciendo la falta de articulación entre ambos sistemas, que son en verdad - deberían ser - uno solo.

Por otro lado, desde la visión escolarizante, la política educativa se desentiende de los aprendizajes que tienen lugar fuera de las aulas: en la familia, en la comunidad, en el trabajo, a través de los medios, en Internet, en la participación, en la convivencia, en la política, etc. La «revolución educativa» ignoró el paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida, paradigma para la educación en el siglo 21 propuesto por la UNESCO, el cual reconoce el aprendizaje como un continuo, desde el nacimiento hasta la muerte, dentro y fuera de las aulas, en entornos formales, no formales e informales.

▸ Centrado en el acceso

Los avances de la «revolución educativa» destacaron en las estadísticas de acceso. La matrícula creció en todos los niveles, aunque no según lo contemplado en el Plan Decenal de Educación (2006-2015). Las tasas de abandono también se mantuvieron altas en todos los niveles. La eficiencia del sistema, la equidad y la calidad de la oferta educativa subsisten como desafíos, así como la educación intercultural bilingüe y la brecha urbano-rural.

Mejoraron los resultados de aprendizaje en educación básica - entre el SERCE (2006) y el TERCE (2013), estudios aplicados por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO, los cuales evalúan cuatro áreas en 4o y 7o de educación básica - pero el país se mantuvo en la media y por debajo de la media regional en lectura y escritura en 7o de básica. El ERCE, aplicado en 2018, mostró estancamiento desde 2013 en los aprendizajes de la mayoría de los 16 países latinoamericanos participantes, entre ellos el Ecuador. En las pruebas Ser Bachiller de 2016-2017 74% de los postulantes obtuvo puntajes entre insuficiente y elemental. Hay serios problemas de equidad y calidad en todo el sistema, incluida la educación inicial, la educación básica, el bachillerato y la educación superior.

▸ Prioriza la infraestructura

La «revolución ciudadana» se preció de la obra física: carreteras, hospitales y escuelas. Sobre la red vial construida en el gobierno de Correa un estudio del BID - Reformas y Desarrollo en el Ecuador contemporáneo, 2018 (Cap. 8 Infraestructura y Cap. 9 Plan Relámpago) - encontró problemas de planificación, diseño y mantenimiento. Las Unidades Educativas del Milenio (UEM) tuvieron asimismo problemas de construcción; una UEM sin inaugurar sufrió grandes daños y debió ser demolida en Pedernales, Manabí, luego del terremoto de abril de 2016; otras UEM recién construidas sufrieron asimismo daños; el Ministro de Educación Augusto Espinosa reveló que las UEM no habían sido aseguradas. Por otro lado, la Contraloría estableció glosas por USD 24,6 millones a la constructora china de las UEM.

Como se sabe, la obra física es altamente valorada por la población y genera espejismos, especialmente en educación. La infraestructura fue prioridad desde la educación inicial hasta la superior, y a ella se destinaron recursos millonarios. Las prioridades de inversión se establecieron exactamente al revés: 1. infraestructura, 2. tecnologías, 3. docentes. Sabemos, no obstante, que la infraestructura no es el principal factor en educación ni asegura por sí misma calidad educativa.

Las Unidades Educativas del Milenio (UEM), megaplanteles que ofrecen todos los niveles educativos, con capacidad para más de 2.500 alumnos organizados en dos turnos, uno matutino y uno vespertino, fueron propuestas como EL MODELO de educación escolar para todo el país. La primera UEM se construyó e inauguró en 2008; en 2014 Correa dijo que el país necesitaba 5.000 UEM para cubrir la demanda, 900 de nueva construcción y que hasta mayo de 2017 (fin del gobierno) se construriían 600. En realidad, hasta el fin del gobierno se construyeron e inauguraron 100 UEM, en zonas urbanas y rurales, las cuales llegaron a cubrir a 3.6% de la matrícula de la educación pública en el país.

Hay consenso internacional en el sentido de que la calidad, en la educación escolar, se juega principalmente en la calidad de los docentes, que ésta supone un esfuerzo complejo, multidimensional y sostenido, que no se limita a su formación-capacitación sino que empieza con su selección, y que sus resultados solo se ven en el mediano y largo plazo. Hay asimismo conciencia de que los llamados «factores extra-escolares» (las condiciones de la familia y de la comunidad) tienen gran peso en el desempeño escolar, incidiendo a menudo en más del 50% de los resultados de aprendizaje.

▸ Sobrevaloró la evaluación y las pruebas estandarizadas

La importancia dada a la evaluación es una de las características del modelo dominante de reforma educativa global en la actualidad. La evaluación docente, y específicamente la evaluación del desempeño docente, es una recomendación de política del Banco Mundial a los «países en desarrollo» desde los 1990s. El Ecuador de Correa entró de lleno en la tónica del «Estado evaluador», instaurando en 2009 por primera vez una evaluación de desempeño docente - con uso de la fuerza pública - e ingresando en 2016 a PISA para el Desarrollo (PISA for Development), una iniciativa creada por la OCDE en 2014 con la idea de incorporar a PISA a países de ingresos medios y bajos.

La creación del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEVAL) en 2012 significó la posibilidad de dar rienda suelta a las pruebas estandarizadas para todos: estudiantes (desde los 4-5 años de edad), profesores, directivos, planteles. La noción de calidad educativa se restringió a los resultados de dichas pruebas (las cuales evalúan apenas una pequeña parte del currículo prescrito), renunciando a una visión compleja y multidimensional de la calidad que mira no solo resultados sino también contenidos, procesos, clima escolar y clima de aula, ausencia de violencia, lengua(s) de enseñanza, pertinencia y relevancia cultural y social del currículo y de la pedagogía, empatía en la relación de enseñanza-aprendizaje, satisfacción de los estudiantes y del profesorado, etc.

▸ Selectivo

Si bien la gratuidad se generalizó a todos los niveles (se eliminaron las llamadas «cuotas voluntarias» que aportaban las familias y se ofreció gratuitamente uniformes, textos y alimentación escolar), al mismo tiempo que se establecieron políticas selectivas que contribuyeron a generar nuevas inequidades. Dos ejemplos:

1) las 100 Unidades Educativas del Milenio (UEM) construidas y terminadas durante el gobierno de Correa, como se ha dicho, llegaron a cubrir a menos del 5% de los estudiantes de la educación pública, creando expectativas no cumplidas entre la población que hasta último momento esperaba y pedía "su" UEM;

2) el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES) aplicado entre 2012 y 2016. Institutos privados proliferaron en todo el país ofreciendo preparar a los estudiantes para el ENES, pero muchas familias no podían acceder a sus costos. Muchísimos estudiantes se presentaron 2, 3 y más veces al ENES buscando mejorar el puntaje a fin de ubicarse en el llamado Grupo de Alto Rendimiento (GAR), el cual permitía acceder a becas y otros beneficios;

3) las becas internacionales favorecieron a estudiantes de familias acomodadas y a la provincia de Pichincha, donde está Quito, la capital.

▸ Vertical y autoritario

La «revolución educativa» operó verticalmente: decisiones tomadas arriba - Presidencia de la República, Ministerios, instancias de dirección y asesoría en diferentes niveles - y bajadas a la sociedad para su información y ejecución. El no acatamiento significó amenazas y sanciones, especialmente entre los docentes y el estudiantado. Demás está decir que el modelo vertical de reforma educativa no ha funcionado en ningún lado.

La evaluación docente se impuso a sangre y fuego en 2009 (la resistencia de los gremios docentes a la evaluación ha sido la tónica general en los países de la región). Ante problemas con la Unión Nacional de Educadores (UNE), Correa amenazó con cerrarla y crear su propia organización docente. Así surgió la Red de Maestros por la Revolución Educativa (creó también otras organizaciones paralelas, de indígenas, campesinos, trabajadores).

"Ni se metan con Yachay porque me les presento (a elecciones) en el 2021”
amenazó Correa un año antes de terminar su gobierno (25 junio 2016), pretendiendo así callar las críticas y denuncias en torno a su proyecto estrella, Yachay, la Ciudad del Conocimiento.

▸ Opaco y hermético

Aunque en apariencia hubo mucha información sobre la educación durante la década, ésta fue escueta, dosificada y controlada. A partir de 2012 rigió un Código de Etica del Ministerio de Educación (Acuerdo 0455-12) elaborado por la ministra Gloria Vidal, que prohibió a los funcionarios divulgar información sobre el sistema educativo. Es así, entre otros, como se ocultaron los casos y denuncias de abuso sexual en escuelas que luego se destaparían como escándalo nacional en los últimos meses del gobierno de Correa y en los primeros meses del gobierno de Lenin Moreno. Estadísticas básicas, que suelen estar disponibles en portales de los países, no lo estuvieron en el Ecuador. Los índices de permanencia y completación en los diferentes niveles, sobre todo en el bachillerato, fueron ocultados.

Análisis e informes en torno a evaluaciones, encuestas, becas, no se pusieron a disposición pública. Los pedidos de información quedaron sin respuesta. La información divulgada por el gobierno a través de sus medios y de las redes sociales generalmente omitió fuentes y enlaces de referencia, haciendo difícil, si no imposible, la verificación de los datos. Todo esto puso enormes trabas a la investigación educativa durante la década. El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2017-2018 de la UNESCO mencionó mencionó al Ecuador como uno de los países latinoamericanos con menos transparencia presupuestaria en educación: 50% (Accountabilty in Education, tabla p. 424, datos de 2015).

▸ Orientado a la educación superior

Durante la década, el gobierno y especialmente la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) promovieron el acceso a la educación superior y la obtención de un título académico como ideal de todo ecuatoriano. Con la oferta técnica y tecnológica reducida al mínimo, la universidad apareció como la opción por excelencia de continuidad de estudios.

Al final de la década, 9 de cada 10 jóvenes querían ingresar a la universidad. La capacidad de las universidades para ofrecer cupos en las distintas carreras se quedó muy corta frente a la magnitud de la demanda, resultado de lo cual, año tras año, miles de jóvenes pasaron a engrosar las filas de los 'ninis' (ni estudian ni trabajan), esperando nuevas convocatorias y preparándose para rendir nuevamente el ENES a fin de mejorar el puntaje y ubicarse en condiciones más competitivas para conseguir cupo en la carrera elegida. En 2016 un estudio del Banco Mundial estimaba que 21% de los jóvenes entre 15 y 29 años eran 'ninis' en el Ecuador.

▸ Dependiente de la propaganda

La 'revolución ciudadana' fue apuntalada con una fuerte inversión en propaganda. La 'revolución educativa' fue una pieza clave de dicha propaganda. La ausencia de verificación de la información sobre educación por parte de los medios y del mundo académico y especializado, y el desinterés y desconocimiento de la ciudadanía en torno al tema educativo permitieron que muchas afirmaciones quedaran como verdades incuestionadas. Este fue el caso de muchos datos que se usaron para dar bautizar a ésta como "la década ganada".

El Plan Decenal de Educación 2006-2015 no cumplió con las 8 políticas establecidas; no obstante, el ministro Augusto Espinosa le mintió al país afirmando que el Plan se cumplió en su totalidad; nadie verificó esa afirmación y, concluido el gobierno de Correa, el exministro pasó a presidir la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional. La ciudadanía incorporó sin cuestionar, ni siquiera preguntar, afirmaciones recurrentes sobre inversión, gratuidad, calidad, eficiencia y eficacia de las políticas educativas y sobre los 'logros' de la revolución educativa. El Ecuador debe ser el único país que, en una década, "erradicó el analfabetismo" dos veces (Ecuador: El fiasco de la alfabetización).

▸ Burocrático

El modelo educativo se caracterizó por ser altamente burocrático, rígido, normativo, con escasos márgenes de flexibilidad y de autonomía para la cadena de sujetos involucrados en el funcionamiento del sistema educativo: directivos, docentes, estudiantes. Los profesores fueron abrumados con tareas burocráticas, trámites, llenado de formularios, etc. que subordinaron su tarea pedagógica y profundizaron, de hecho, la tendencia hacia la des-profesionalización del magisterio. El monitoreo y la evaluación de las universidades adoptó también un modelo burocrático, centrado en la gestión. Con todo esto, en vez de acercarse, el Ecuador se alejó de la autonomía - de los estudiantes, de los profesores, de las instituciones educativas - reconocida como indispensable y característica de las buenas prácticas educativas y de los modelos educativos exitosos a nivel mundial.

▸ Tecnocrático

La 'revolución educativa' confió en el 'saber experto' como único saber necesario para hacer educación y política educativa. Cientos de consultores y asesores nacionales e internacionales fueron contratados para elaborar diagnósticos y propuestas, mientras se despreciaron los saberes de los profesores, las familias, los estudiantes, las organizaciones sociales. La sociedad civil estuvo ausente de toda participación en el diseño, gestión y evaluación de la política educativa. Se pretendió modificar comportamientos a partir de leyes, decretos, normas, represión, antes que modificar la cultura ciudadana a través del diálogo, la persuasión, el ejemplo, la consulta, la participación, el debate, las prácticas cotidianas.

▸ (Supuestamente) meritocrático

El gobierno anunció que se regiría por los valores y principios de la meritocracia. Se supone que un sistema meritocrático hace valer la educación, el conocimiento, el talento, las aptitudes, la experiencia, los títulos académicos, los puntajes en pruebas de evaluación, etc. No obstante, las grandes desigualdades económicas, sociales, educativas y culturales existentes en el país operan en el trasfondo impidiendo de hecho la igualdad de oportunidades que sería necesaria para hacer posible una auténtica meritocracia.

Se supone que un sistema meritocrático elimina el nepotismo, los privilegios inmerecidos, los favores. No obstante, todos ellos permanecieron de manera visible en las estructuras gubernamentales. También hubo varios casos de fraude académico vinculados a personas con altos cargos en el gobierno o de su confianza. El gabinete y otros funcionarios rotaron de manera permanente, sin respeto por el conocimiento y la experiencia requeridos en cada nueva función. La obsesión por los títulos, especialmente de Ph.D., se volvió endémica.

▸ 'Bancario'

La 'educación bancaria' - centrada en el profesor, enseñanza frontal, aprendizaje memorístico, enciclopédico, pasivo, acrítico - siguió predominando en el sistema educativo a todos los niveles y se afianzó también en la convivencia social y en la vida política. El Ecuador llegó a ubicarse como el país con menos libertad para hablar y criticar en América Latina, según la encuesta del Latinobarómetro 2016. El clima general de temor y autocensura fortaleció el modelo educativo convencional, dentro y fuera de las aulas: miedo a pensar y a pensar críticamente, miedo a hablar y a expresarse con libertad. La mala política y la mala educación convergieron y se dieron la mano.

▸ Modernizante

Correa - dicho por él - se propuso modernizar el capitalismo en el Ecuador. La modernización de la educación pasó fundamentalmente por infraestructura y tecnologías, y por buscar modelos de inspiración fuera del país (Estados Unidos, Corea del Sur, Singapur, Finlandia, España, etc.). El proyecto más ambicioso de la 'revolución educativa', Yachay, la Ciudad del Conocimiento, sería un proyecto a 35 años, un "Silicon Valley en el mundo andino". Los bachilleres ecuatorianos estudiarían con becas "en las mejores universidades del mundo".

Las Unidades Educativas del Milenio "no tienen nada que enviarles a las escuelas privadas de los ricos", "no le pedirán favor a ninguna escuela del extranjero" decía Correa en 2013, mientras ordenaba cerrar escuelas unidocentes, comunitarias, alternativas, "escuelas pobres para pobres", testigos del pasado y del viejo país. (Cabe recordar que las escuelas uni-y bi-docentes constituyen más del 50% de las escuelas públicas en el Ecuador).

▸ Conservador

Las visiones y los valores que atravesaron a la 'revolución educativa' fueron tremendamente conservadores, en todos los planos. La educación sexual fue dejada en manos de sectores cercanos al Opus Dei. El Plan Familia, directamente bajo el control de la Presidencia de la República, movilizó protestas masivas, sobre todo de las mujeres. Rafael Correa encarnó personalmente esos valores y actitudes conservadores, entre otros oponiéndose firmemente a la despenalización del aborto y cuestionando la llamada "ideología de género", bandera de grupos ultraconservadores en América Latina.

▸ Homogeneizante

En país reconocidamente plurinacional y multicultural, con gran diversidad geográfica y climática, la 'revolución educativa' optó por la homogeneización y la estandarización en todos los campos: infraestructura, evaluación, currículo, pedagogía, alimentación escolar, normas.

Se cultivó EL modelo antes que la posibilidad de modelos diversos. Las Unidades Educativas del Milenio se hicieron con un único diseño arquitectónico (argumentando costos y 'ahorros' al optar por el modelo único), sin atención a diferencias de región, clima, distancias, culturas, grupos. Las pruebas estandarizadas se multiplicaron. La Educación Intercultural Bilingüe fue una de las más afectadas por el ímpetu homogeneizador y estandarizador, con el consiguiente descontento y rechazo de las organizaciones indígenas, especialmente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE).

▸ Extranjerizante

La 'revolución educativa', en muchos sentidos, valoró lo extranjero sobre lo nacional. Importación de ideas y modelos de diversas partes del mundo, antes que recuperación y desarrollo de ideas y modelos propios. Contratación de consultores, asesores, conferencistas extranjeros, a menudo desestimando el talento y la experiencia nacionales. Importación de profesores, privilegiando requisitos académicos antes que el conocimiento del país y de las realidades y culturas locales. Becas en "las mejores universidades del mundo" mientras se desestimaba a las mejores universidades ecuatorianas. Valoración de los países del Norte antes que los de América Latina. El modelo de referencia para la creación de la Universidad Nacional de Educación (UNAE) fue el Instituto Nacional  de Educación (INE) de Singapur (Castellani y Cruz Aguayo, 2018). La 'Ciudad del Conocimiento', Yachay, se propuso ser una suerte de Sillicon Valley latinoamericano. El 'modelo Yachay' - directivos y profesores extranjeros, con sueldos extravagantes, varios trabajando a distancia, vía Skype - fue la expresión más acabada de un modelo 100% Ph.D., despilfarrador y sin asidero en el contexto nacional.

▸ Cantidades sobre calidades

La asociación a este respecto fue la usual: la idea (a menudo errada en educación) de que más equivale a mejor: más presupuesto, más tiempo de enseñanza/estudio, más contenidos, más deberes, más pruebas, más años de escolaridad, más títulos. La autopresentación de la 'revolución educativa' abundó en cantidades: montos de inversión, número de construcciones, de alumnos por plantel, de días y horas de clase, de cursos, de becas. No obstante, hoy se reconoce que más importante que cuánto es en qué se invierte (la llamada 'calidad del gasto').

El ministerio de educación anunció con orgullo que el Ecuador era el país con más días y horas de clase en el mundo (pero lo que importa es cómo se usa el tiempo) y 'evaluó' la capacitación docente en número de horas de capacitación. Correa se propuso reducir de 21.058 a 5.564 los planteles educativos públicos en el país, fusionando escuelas pequeñas en las Unidades Educativas del Milenio y cerrando escuelas comunitarias.

▸ Competencia antes que colaboración

La 'revolución ciudadana' promovió la competencia y la cultura de los rankings a niveles inimaginados en el país. La ranking-manía se convirtió en deporte nacional, con el gobierno obsesionado por ubicarse bien en rankings a nivel sudamericano, latinoamericano y mundial. A su vez, la 'revolución educativa' fomentó la competencia entre estudiantes, entre profesores y entre planteles; se divulgó calificaciones y rankings, y se instauró la premiación, en actos públicos, de 'los mejores' a partir de resultados en pruebas. Aprender a colaborar (antes que a competir), a trabajar en equipo (antes que individualmente), a aprender y a disfrutar del aprendizaje (antes que a aprobar), son banderas del progresismo educativo y pedagógico, y aprendizajes considerados esenciales en el siglo XXI.

▸ Anti-innovación

Innovación implica creatividad y ésta implica libertad, flexibilidad, autonomía. El carácter rígido, vertical, controlador y uniformador de la 'revolución educativa' bloqueó, antes que alentó, la experimentación y la innovación educativas. El Ecuador de la 'revolución educativa' no consta en ninguna compilación internacional de innovaciones educativas. Las UEM, pese a ser construcciones nuevas, replicaron los patrones arquitectónicos convencionales (la escuela-hospital, la escuela-cárcel, con largos corredores y aulas alineadas). Experiencias innovadoras y alternativas, tanto en el ámbito privado como comunitario, fueron reguladas, intervenidas e incluso cerradas. Un caso connotado fue el de la escuela comunitaria alternativa trilingüe Inka Samana, en medio indígena (saraguro), con una trayectoria de 28 años, destacada en la película La Educación Prohibida e intervenida por el Ministerio de Educación.

▸ Triunfalista (a prueba de evaluación)

El triunfalismo con que el gobierno encaró la 'revolución educativa' no admitió crítica ni rectificación, creándose así un marco en el que no hay espacio ni función para la evaluación. Las decisiones sobre lo educativo se instauraron y masificaron sin pasar por procesos piloto y de experimentación. Las políticas educativas se dieron por buenas y exitosas sin necesidad de consulta o evaluación. La "evaluación" de 10 años de capacitación docente en el marco del Plan Decenal de Educación 2006-2015 se resolvió con un conteo de horas de capacitación. Lo hecho pasó a catalogarse rápidamente como referente sudamericano, latinoameriano e incluso mundial. Brillan por su ausencia evaluaciones de proceso, resultados e impacto de las políticas educativas adoptadas durante la década y una evaluación de la propia década de 'revolución educativa'. El Informe a la Nación 2007-2017 que presentó Correa al fin de su gobierno fue esencialmente un informe de actividades al igual que los informes anuales de rendición de cuentas del Ministerio de Educación, nunca socializados y menos debatidos en sociedad.

▸ Desprecia la educación como campo especializado

Las decisiones y la dirección de la 'revolución educativa', a los distintos niveles, estuvieron por lo general a cargo de personas sin formación profesional en el campo de la educación ni experiencia en el diseño, análisis y gestión de políticas educativas. El desconocimiento se hizo evidente, entre otros, en la improvisación, falta de consistencia y de pertinencia de muchas decisiones de política educativa, la equivocada priorización del gasto en muchas áreas, la ausencia de una propuesta pedagógica renovada y el manejo del discurso sobre lo educativo en el escenario público e internacional.

De los cuatro ministros de educación de la década, solo uno tenía especialidad profesional en el campo. (Cabe recordar que en Finlandia son especialistas quienes están a cargo de la educación a todos los niveles, empezando por el Ministro o Ministra).

▸ Desprecia el valor educativo del ejemplo

La 'revolución educativa' pasó por alto el valor educativo del ejemplo y, en particular, el papel educador o deseducador que tienen los dirigentes políticos. Racismo, machismo, nepotismo, fueron exhibidos abiertamente por Correa y otras altas autoridades. Los enlaces ciudadanos (conocidos como sabatinas, 523 durante la década de gobierno, transmitidos cada sábado, por todos los medios) fueron una cátedra semanal de monólogo, intolerancia y violencia.

El discurso gubernamental promovió y ensalzó la educación pública pero el Presidente y sus colaboradores mantuvieron a sus hijos en planteles privados y/o estudiando en el extranjero. El plagio del vicepresidente Jorge Glas, quien volvió a ser candidatizado y reelecto en las elecciones de febrero de 2017, dejó claro que el plagio no solo no se castiga sino que se premia en el Ecuador, negando en la práctica la retórica de la excelencia y la meritocracia.

▸ 'Revolución educativa' sin cambio de paradigma

La 'revolución educativa' no fue tal. No hubo un cambio de paradigma educativo. Se replicó e incluso reforzó y amplió el modelo educativo convencional no solo dentro del sistema educativo sino en el conjunto de la sociedad. El clima general de miedo y autocensura impregnó a todas las instituciones y a la convivencia cotidiana, anulando el desarrollo del pensamiento crítico, considerado cualidad fundamental de la educación en este siglo. Muchas de las políticas replicaron el modelo neoliberal cuestionado por la 'revolución ciudadana' y por la 'revolución educativa' específicamente. Como ya se ha dicho, el Ecuador no ha incorporado el paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida. Durante la década, tampoco hubo vinculación con las pedagogías progresistas, críticas y transformadoras, ni con el movimiento latinoamericano de Educación Popular.

▸ 'Revolución educativa' con las prioridades al revés

La 'revolución educativa' priorizó la oferta sobre la demanda, la educación superior sobre el resto de niveles del sistema, la infraestructura y las tecnologías sobre los docentes, lo urbano sobre lo rural, la competencia sobre la colaboración, la gestión sobre la pedagogía, los títulos sobre las habilidades y competencias, el arriba-abajo sobre el abajo-arriba, el afuera-adentro sobre el adentro-afuera. A nivel internacional se reitera hoy la necesidad de otras priorizaciones: (a) prioridad a la atención de la primera infancia, (b) centralidad de los docentes como factor de calidad, (c) participación de la sociedad civil y la comunidad local en la definición de las políticas educativas, (d) empezar a cambiar la educación desde el aula antes que aterrizar en ella como último paso, (e) la urgencia de la revolución pedagógica, (f) la importancia de desarrollar habilidades y competencias, (g) el desarrollo de la colaboración y el aprendizaje entre pares, (h) la educación emocional.

▸ 'Revolución educativa' sin revolución pedagógica

La 'revolución educativa' prácticamente no tocó las relaciones de enseñanza y aprendizaje, el corazón de la educación. La atención se centró en el componente administrativo y de gestión de la reforma. Desestimar la pedagogía es desestimar el valor y el papel de los docentes, y el sentido mismo de la educación. Pese a toda la inversión en infraestructura y equipamiento, el viejo modelo pedagógico (frontal, transmisor, pasivo) permaneció en gran medida incambiado. La pedagogía fue la gran olvidada.

▸ 'Revolución educativa' sin lectura

La 'revolución educativa' se desentendió de la lectura. Durante la década, no logró articularse un plan nacional de lectura. La disociación entre educación y cultura, y la disociación entre educación y lectura (considerada esta última responsabilidad del Ministerio de Cultura), contribuyó a la parálisis. Esto, en un país con grandes déficits en el campo de la lectura, ubicado por debajo de la media regional en los resultados de lectura y escritura en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE, 2013) de la UNESCO. La lectura es aprendizaje y habilidad fundamental, de la cual depende en gran medida la posibilidad del aprendizaje permanente y el desarrollo educativo, cultural y científico de un país.

▸ Deseducador de la ciudadanía

A lo largo de la década se instalaron muchas falsas ideas sobre la educación. Mencionamos algunas: educación es equivalente a sistema educativo; la educación puede cambiarse de arriba a abajo y en poco tiempo; la insfraestructura asegura por sí sola calidad de la educación; lo importante es el acceso (independientemente de las tasas de abandono y de terminación de los niveles educativos); la competencia es algo deseable y marca de la buena educación; el desarrollo del 'talento' tiene que ver fundamentalmente con la educación superior; el buen alumno, el buen plantel, el buen profesor, pueden identificarse a través de pruebas; etc. Queda por delante una importante tarea de desaprendizaje social en torno al 'sentido común' sobre la educación instalado durante la década.

▸ Ignora la complejidad y los tiempos del cambio educativo

A mitad de la década empezó a instalarse el lema #EcuadorYaCambió como si 5 años fuesen suficientes para cambiar un país; muchos siguen hoy repitiéndolo. En medio de un fervor colectivo, la afirmación de que el Ecuador será pronto uno de los mejores sistemas educativos de la región y del planeta, empezó a ser reiterada por Correa y sus ministros de educación. En 2015 se anunció que en 2018 el Ecuador tendría uno de los mejores sistemas educativos del mundo. Luego se dijo que en 2025 tendría uno de los mejores sistemas educativos de América Latina. El desconocimiento del tema educativo y de lo que implica el cambio educativo, tanto por parte de las autoridades como del periodismo y de la sociedad, hicieron posible que estas afirmaciones pudieran ser aceptadas acríticamente e incluso creíbles. Al final, como revelaron los resultados de PISA-D (2017), el Ecuador obtuvo puntajes bajos en las tres áreas evaluadas: lectura (409 puntos, nivel 2), matemáticas (377 puntos, nivel 1a) y ciencia (399 puntos, nivel 2). (El nivel 2 es considerado básico)

▸ No es sostenible

El modelo educativo correísta fue sumamente costoso, imposible de sostener en el tiempo. Un modelo gestado y desarrollado en un período de holgura económica como la que caracterizó a buena parte de la década de 2007-2017, que no logró cumplir con las metas presupuestarias fijadas durante la década y que no es sostenible en el nuevo momento de desaceleración económica regional y alto endeudamiento como el que recibió el gobierno de Moreno. Si bien en el marco del Plan Decenal de Educación 2006-2015 se cumplió con el incremento anual de 0.50% del PIB para educación inicial, básica y bachillerato, no se llegó al 6% del PIB establecido en la Constitución y en el Plan Decenal. A 2015 se llegó con 3,93% del PIB destinado a estos tres niveles educativos.

▸ No tiene nada que ver con el Sumak Kawsay (Buen Vivir)

La 'revolución educativa' no tuvo relación con el Sumak Kawsay, paradigma de inspiración indígena, adoptado en la Constitución (2008) y en los planes de gobierno del correísmo. El sumak kawsay promueve la armonía, el equilibrio, la colaboración, el espíritu comunitario. No tiene nada que ver con la competencia, los rankings, los estándares, la homogeneización, el modelo único.

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Políticos y plagio | Politicians and plagiarism



Son cada vez más los políticos que se ven involucrados en escándalos de plagio. En muchos casos, hay consecuencias y sanciones académicas, sociales y políticas. En otros, el delito queda impune, tolerado por la academia, las sociedades y los gobiernos. 

Abajo una selección de casos del Ecuador (vicepresidente Jorge Glas), Perú (candidato presidencial César Acuña), México (presidente Enrique Peña Nieto) y Estados Unidos (esposa de Donald Trump, Melania Trump), ilustrados por caricaturistas de cada uno de estos países. Además, algunos memes.

There are more and more politicians involved in plagiarism scandals. Often, plagiarism leads to academic, social and political punishment. In other cases, it has little or no consequences, and is tolerated by the academia, societies and governments.

Below is a selection of cases from Ecuador (VicePresident Jorge Glas), Peru (Presidential candidate César Acuña), Mexico (President Enrique Peña Nieto) and the United States of America (Melania Trump, wife of Republican candidate Donald Trump), illustrated by cartoonists from each of these countries. 

ECUADOR
Vilma

Bonil

Bonil



Rafa
Vilma


PERU

Carlín


Carlín

Andrés

Heduardo Rodríguez
Heduardo Rodriguez
Heduardo Rodriguez
Heduardo Rodríguez
 Heduardo Rodríguez

Heduardo Rodríguez



MEXICO

Patricio Monero

Patricio Monero
Patricio Monero
Rapé

Rapé
Rapé






Algunos casos renombrados de plagio en el mundo de la política

Joe Biden. USA. 1987. El Vicepresidente estadounidense se vio envuelto en un escándalo por plagio cometido en el Colegio de Leyes de la Universidad de Siracusa. Se vio obligado a renunciar a su aspiración a llegar a la Casa Blanca.

Vladimir Putin. Rusia. 2006. El presidente ruso fue acusado por el Instituto Brookings de plagiar más del 75% de su tesis de grado en Economía en el St. Petersburg Mining Institute (16 de 20 páginas), incluyendo un documento publicado por la Universidad de Pittsburgh. La denuncia la hizo en 2006 The Washington Times. Continuó siendo presidente.

Karl-Theodor zu Guttenberh. Alemania. 2011. El ministro de Defensa alemán del gobierno de Angela Merkel admitió haber plagiado gran parte de su tesis doctoral. La investigación la hizo el periódico Süddeutsche Zeitung, demostrando que plagió el 20% de su tesis de 475 páginas. La Universidad de Bayreuth le retiró el título de doctor. Renunció a su cargo en 2011.

Pál Schmitt. Hungría. 2012. Presidente y excampeón olímpico de esgrima. En 1992 publicó su tesis doctoral en Educación Física, "Análisis del programa de los Juegos Olímpicos modernos". 20 años más tarde, la Universidad Semmelweis de Budapest le retiró el título al encontrar que había plagiado 200 de 215 páginas. Renunció a la Presidencia presionado por la oposición en el Parlamento.

Annette Schavan. Alemania. 2013. Ministra de Educación y Ciencia de Angela Merkel. La Universidad de Dusseldorf le retiró el título de doctora y debió renunciar al cargo en 2013. La Universidad concluyó que ella había incurrido en "engaño intencional a través de plagio".

Jorge Glas. Ecuador. 2013. Vicepresidente de Rafael Correa y de Lenín Moreno. Fue acusado de plagio por congresistas de oposición. La Escuela Politécnica Nacional (ESPOL) reconoció el plagio (75 páginas sin comillas ni referencias). El marco teórico de su tesis de ingeniero fue tomado de El Rincón del Vago y Monografías.com. El plagio permaneció sin sanción.

John Walsh. USA. 2014. Exsenador por el estado de Montana. Fue acusado por The New York Times de plagiar 75% de tu tesis de maestría. Debió renunciar a su postulación a la reelección. 

César Acuña. Perú. 2015. Candidato a la presidencia. Debió retirarse de la contienda electoral después de que la Universidad Complutense de Madrid confirmó que plagió parte de la tesis que presentó en esa unversidad para obtener el grado de doctor.

Melania Trump. USA. 2016. La esposa del magnate estadounidense Donald Trump, candidato presidencial por el partido Republicano, plagió partes de un disurso de la Primera Dama Michelle Obama.Admitió el plagio.

Enrique Peña Nieto. México. 2016. Una investigación de la periodista Carmen Aristegui sacó a la luz el plagio cometido por el presidente de México en funciones, en su tesis para obtener el título de abogado en la Universidad Panamericana, en 1991. 197 de los 682 párrafos incluyen citas de autores que Peña Nieto no entrecomilló.

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Fraude académico y política en el Ecuador (2007-2019)


(actualización: 30 agosto 2021)
Pedro Delgado y Jorge Glas


La política latinoamericana ha sigo generosa en casos de fraude académico vinculados a presidentes, vicepresidentes, ministros, congresistas, rectores y otros altos dignatarios. Varios de ellos han ocurrido en tiempos recientes; la mayoría ha quedado en la impunidad. (Ver, en este blog: Políticos y plagio). En el Ecuador, denuncias de fraude académico han salpicado a varios gobiernos pero en ninguno tuvieron tanta notoriedad como en la década de gobierno de Rafael Correa (2007-2017).

El fraude académido tiene un largo historial pero parece extenderse y adquirir cada vez más visibilidad gracias a las «ventajas» que ofrece hoy internet, tanto para hacer trampa como para descubrirla.

Según la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) en 2013 en el Ecuador una de cada dos tesis universitarias contenía potenciales elementos de fraude. En enero de 2016 se capturó a una banda dedicada a falsificar títulos profesionales; se identificó que al menos 366 personas venían trabajando con títulos falsos, entre ellas funcionarios públicos. Los títulos de Ph.D,  codiciados en el país, se venden a precios que oscilan entre los 5.000 y los 10.000 dólares, dependiendo del tema y de la complejidad de la tesis. No han cesado sino que más bien proliferan los anuncios - antes físicos, hoy también virtuales - que ofrecen hacer tesis y monografías por módicos pagos.

Fuente: SENESCYT

Algunos casos emblemáticos

En el gobierno de Rafael Correa se dieron varios casos «emblemáticos» de fraude académico, algunos cercanos al Presidente, de alta visibilidad nacional y bajísima visibilidad internacional. El gobierno y su aparato de comunicación trabajaron arduamente para deslegitimar y desmentir las denuncias y mantener dichos casos con bajo perfil y sin sanción, contrariando la retórica oficial de la excelencia y la meritocracia. La SENESCYT no se pronunció, no investigó, no condenó ni sancionó los casos denunciados. El mundo académico, en general, prefirió guardar silencio. Lo que mostró la década es, entre otros, justamente, la alta tolerancia de la sociedad ecuatoriana frente al fraude académico y especialmente frente al plagio, naturalizado tanto en la política como en la educación.

Reseñamos aquí algunos de los casos más sonados de fraude académico vinculados al mundo de la política durante el gobierno de Correa así como el caso de María Alejandra Vicuña, vicepresidenta en el gobierno de Lenin Moreno.


Pedro Delgado Campaña
Bonil

El primer escándalo público lo protagonizó Pedro Delgado Campaña, primo de Rafael Correa Delgado y designado por él presidente del Fideicomiso «AGD CFN No Más Impunidad» y del Directorio Nacional del Banco Central del Ecuador (BCE). Culminando varias denuncias e investigaciones llevadas a cabo por sectores de la oposición, divulgadas por los medios privados y desestimadas por Correa como «linchamiento mediático» (video de homenaje a Delgado, 13 sep. 2012), Delgado renunció a su cargo (19 dic. 2012) admitiendo, públicamente, en rueda de prensa, haber falsificado su título de economista en 1990 para poder ingresar a estudiar en el INCAE, en Costa Rica, y enseñar luego en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).



Al día siguiente de la confesión abandonó el Ecuador, rumbo a Miami, para asistir a una boda familiar largamente planificada
, según explicó Correa, quien aseguró que Delgado regresaría al país "a dar la cara". Delgado fue sentenciado
a prisión por peculado y enriquecimiento ilícito. Está prófugo en Estados Unidos desde diciembre de 2012. Las gestiones para traerlo de vuelta al país han sido infructuosas. El 29 de agosto de 2021 fue detenido en el aeropuerto de Miami por problemas con su pasaporte. Se esperaba su deportación al Ecuador pero no fue así.

Aquí
un resumen de ésta y otras irregularidades atribuidas a Delgado, a las que se sumó, en abril de 2016, la asociación de su nombre al escándalo de los llamados Panama Papers.
“Pedro Delgado es graduado de Economía en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador con dos maestrías: una en Economía Empresarial y un posgrado en Administración Bancaria, además de muchísimos cursos de posgrado”.
- Rafael Correa, discurso en homenaje a Pedro Delgado, 13 sep. 2012.

“Presionan para que renuncie Delgado del Banco Central. Nosotros somos gente de principios: yo prefiero perder mil veces la próxima elección que atentar contra el prestigio de un funcionario que considero honesto".
- Rafael Correa, Enlace Ciudadano No. 292, 6 octubre de 2012.

“Ahora resulta que no tiene título de economista y que para ser presidente del Banco Central se necesita título de economista. Todo es mentira. No se necesita título de economista para ser presidente del Banco Central y Pedro Delgado tiene un título de maestría en Economía Empresarial -título de cuarto nivel al cual accedió siendo egresado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Ya no saben qué hacer”.
- Rafael Correa, Enlace Ciudadano No. 298, 24 noviembre de 2012.
El 8 de enero de 2019 el Tribunal de la Corte Nacional de Justicia sentenció a Delgado a cinco años de cárcel por enriquecimiento ilícito, al no haber justificado documentadamente un incremento patrimonial de USD 394.427.97. El 5 de agosto de 2020 el Tribunal de la Corte ratificó la sentencia.
Bonil

Bonil, 30 agosto 2021

Jorge Glas Espinel


Vilma

A renglón seguido cobró protagonismo el caso de Jorge Glas Espinel, Ministro Coordinador de Sectores Estratégicos del gobierno de Rafael Correa y luego elegido como candidato a la Vicepresidencia junto a Correa, por el movimiento gobernante Alianza País (AP) en las elecciones del 17 de febrero de 2013, en las que triunfó el binomio Correa-Glas.


En diciembre de 2012 Glas fue acusado de plagiar el marco teórico de su tesis, usando materiales de El Rincón del Vago y Monografías.com, para optar al título de Ingeniero en Electricidad y Electrónica en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL), en Guayaquil.

También aquí las denuncias y evidencias fueron desestimadas por Rafael Correa como infamias de la oposición y «linchamiento mediático» de la «prensa corrupta». No obstante, ante la creciente presión social, la propia ESPOL (comisión de investigación creada para el efecto) emitió una Resolución en la que reconoció el plagio: Glas no hizo "las referencias apropiadas en los textos incluidos en su trabajo" (¡79 de las 162 páginas de la tesis fueron consideradas "irrelevantes" por la ESPOL!) y le exigió pedir disculpas públicas. (Una cronología detallada del caso Glas puede verse en este blog: El plagio de Jorge Glas.

Contando con la desmemoria nacional o, peor aún, con la fácil convivencia de los ecuatorianos con el plagio y otras formas de fraude académico, Glas fue anunciado por Correa como uno de sus candidatos a sustituirlo en la Presidencia en 2017. Glas fue elegido por Alianza País nuevamente como candidato a la Vicepresidencia, esta vez en binomio con Lenin Moreno. El binomio Moreno-Glas triunfó - con escaso margen - en las elecciones de abril de 2017.
"Aquellos que quisieron mancharte han quedados descamados en el ridículo. Los que quisieron desacreditarte, han quedado desacreditados. La verdad brilla siempre".
- Rafael Correa al Vicepresidente entrante Jorge Glas en discurso oficial durante el acto de posesión del nuevo gobierno electo, Quito, Asamblea Nacional, 24 mayo 2013.
Bonil
Fernando y Vinicio Alvarado Espinel

Bonil

Otro caso connotado fue el de los hermanos Fernando y Vinicio Alvarado, ambos ministros de Correa (entonces de Comunicación y Administración, respectivamente) y colaboradores muy cercanos hasta el final de su gobierno.


Según destapó en enero 2013 el portal Bananaleaks, clausurado poco después, los hermanos Alvarado hicieron una tesis familiar, que incluía a sus padres, la cual fue aprobada por la Universidad Nacional de Loja. Bananaleaks tituló: ‘Dos hermanos que son ministros ecuatorianos y sus padres se doctoraron simultáneamente, con la misma tesis, en universidad que no expide ese tipo de títulos’, y circuló la tesis en PDF (“La radio Ondas Quevedeñas en el desarrollo formativo de la niñez de la ciudad de Quevedo”).

La familia Alvarado hizo sus estudios de doctorado en Guayaquil, entre 1998 y 2000. La tesis fue presentada y aceptada en 2005 en la Universidad Nacional de Loja. El director de tesis fue el Lic. Campo Ortega Romero, coordinador de la carrera de Comunicación Social de la UNL.
El objeto de estudio de la tesis fue la radio familiar, propiedad de la familia Alvarado, ubicada en Quevedo, capital de la provincia de Los Ríos.

La tesis tiene 248 páginas y consta de dos partes: un análisis cuantitativo (76 páginas) de una encuesta realizada al público en general y a profesionales de la provincia de Los Ríos, la cual no se incluye en los anexos, y seis guiones radiales para Ondas Quevedeñas (15 páginas); y una segunda parte con los “fundamentos teóricos”.

Frente a las denuncias, el ministro de Comunicación Fernando Alvarado envió un mensaje electrónico al diario Expreso de Guayaquil
(18 enero 2013) con el siguiente texto:
"Simple:
1. ¿La fuente es fiable?
2. Si "la Universidad no expide este tipo de títulos", ¿por qué lo dio?
3. ¿Acaso nos acusan de haber falsificado algún documento?
4. ¿Qué experto académico dice que hemos plagiado algo? ¿Sería cómplice del supuesto plagio nuestro director de tesis?
4. ¿Es malo que padres e hijos estudien y se gradúen juntos? Por el contrario es una experiencia maravillosa.
5. ¿Acusan a mi padre fallecido y a mi madre de haber hecho algo indebido. ¿Es justo eso? o solo es difamación por las redes.
6. ¿Por qué no hacen una denuncia a las autoridades correspondientes, con nombre y apellido?.
Mi estimada Adriana, estamos en campaña política.
Fernando Alvarado E."

 



- Fernando Alvarado admite que hizo tesis con padres y hermano, El Universo, 20 enero 2013.
- Los del círculo son intocables (segunda parte), Revista Plan V, 28 abril 2015.


Wilson Pastor Morris

Wilson Pastor fue personaje clave de la política petrolera y minera durante el gobierno de Correa. Estuvo a cargo de la política petrolera en gobiernos anteriores, como gerente de Petroamazonas y otros altos cargos.

En la hoja de vida de Pastor, luego enviado por Correa como embajador en Viena, constan los siguientes títulos:
- Máster en Economía de la Energía, Universidad Pierre Mendes France de Grenoble, Francia, 1970–1971;
- Egresado de la Escuela de Ingeniería de Geología, Minas y Petróleos de la Universidad Central del Ecuador, 1964–1968; 1969–1970;
- Prospector de minerales radioactivos, comisariato de la energía atómica, Francia, 1968–1969.
 

Hasta fines de 2012 Pastor no tenía ningún título registrado en la SENESCYT. A raíz de una denuncia por uso indebido de título universitario, en enero de 2013 apareció en la SENESCYT un título de cuarto nivel obtenido en 1970 en la Universidad Pierre Mendes de Francia, sin que hubiera un registro de título de tercer nivel. La Ley de Educación Superior (artículo 118) dice: "Para acceder a la formación de cuarto nivel, se requiere tener título profesional de tercer nivel otorgado por una universidad o escuela politécnica, conforme a lo establecido en esta Ley".

Según un certificado de la Universidad Central del Ecuador, en enero 2013 Pastor constaba como egresado en la Facultad de Geología, Minas y Petróleros. No obstante,
los registros académicos muestran que no aprobó todas las materias.


- Dudas sobre el título universitario de Wilson Pastor, La Hora, 7 enero 2013.
-
Fernando Villavicencio revive las críticas a la carrera de Wilson Pástor, La Hora, 23 enero 2013.
- Fernando Villavicencio, A Wilson Pastor, el sensei petrolero del correísmo, la Senescyt le regaló un título, Medium, 3 agosto 2017.

Roberto Cassis Martínez

En 2016 el Consejo de Educación Superior (CES) confrmó que el título de Ph.D en Salud Pública presentado por Roberto Cassis Martínez, ex-rector de la Universidad de Guayaquil, era falso.

Ante denuncias, la Cancillería solicitó la documentación pertinente a la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión, de Perú, en la que supuestamente había estudiado Cassis. La universidad contestó con un comunicado en el que decía que “la Escuela de Posgrado no ofrece ni ha ofrecido el Doctorado en Salud Pública; asimismo, el Sr. Roberto Cassis Martínez no es ni fue alumno de ninguna de las maestrías y doctorados que ofrece la indicada escuela”.


Cassis fue rector encargado entre el 27 de mayo de 2014 y el 16 de mayo de 2016. Fue removido por el Consejo Universitario cuando surgieron las primeras dudas sobre su título de Ph.D. Cabe aclarar que cuando Cassis asumió el cargo, la ley no exigía título de cuarto nivel; este requisito empezó a regir desde octubre de 2015.

El artículo 207 de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) establece sanciones para el fraude o deshonestidad académica cometidas por estudiantes, profesores o investigadores. La sanción puede ser amonestación, pérdida de una o varias asignaturas, suspensión temporal de sus actividades académicas o separación definitiva de la institución.

Ver: CES confirma que título de exrector de la Universidad de Guayaquil es falso, El Universo, 9 junio 2016.

Juez Wilson Merino

Otro caso denunciado por plagio fue el del Juez Wilson Merino de la Corte Nacional, destapado en diciembre 2014 por el entonces Asambleísta (congresista) Andrés Páez, de oposición.

Se trata de un libro publicado por el juez (correísta), 98% del cual se compone de textos tomados de El Rincón del Vago (Ver Boletín de Prensa, 8 dic. 2014). El Juez renunció al poco tiempo, alegando motivos personales, y el asunto quedó sin mayor difusión y sin sanción.


María Alejandra Vicuña

Chamorro

María Alejandra Vicuña fue la tercera vicepresidenta de Lenin Moreno, después de la destitución de Jorge Glas y la renuncia de Otto Sonnenholzner. Estuvo 11 meses en el cargo.

En 2019 el Consejo Superior Universitario de la Universidad de Guayaquil determinó que su título de posgrado fue otorgado con irregularidades. 13 personas involucradas fueron destituidas, entre autoridades y profesores.

Este fue el resultado de una auditoría académica realizada a partir de denuncias recibidas en torno a la validez del título de magíster en Administración de Empresas con mención en Recursos Humanos y Marketing registrado en la Facultad de Ciencias Administrativas de dicha universidad. Vicuña inició la maestría en 2007 y la terminó en 2018. El tiempo estipulado para la validez del título es de 5 años. "Se pretendió dar la apariencia de que cumplió los módulos, pero aparecen firmas de asistencia falsificadas", declaró el rector Roberto Passailaigue.

El 9 de abril de 2019 Passailaigue comunicó la decisión de sancionar a los funcionarios implicados así como la iniciación del trámite para la anulación del título y la denuncia en la Fiscalía.

La resolución No. R-CIFI-UG-SE15-086-05-04-2019 sancionó a Javier Burgos Yambay, Rafael Apolinario Quintana, Víctor Hugo Briones, Melvin López Franco, Janina Artega Cisneros, Gulnara Borja Cabrera, Otto Villaprado Chávez, Joffre Santamaria Yagual, Marco Navarrete, Félix Chang Ramos y Martha Guerrero por "haber obtenido de forma ilegítima, en base al engaño, la construcción de documentos, registros y certificados de evaluación y similares (...) por falsificación de actas y notas, lo que contribuyó a la expedición fraudulenta del título de posgrado en favor de la Sra. María Alejandra Vicuña". 

La petición de anulación del título se hizo ante la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). 

Vicuña calificó de "malintencionada" la resolución pues la investigación se abrió a partir de denuncias hechas en redes sociales y no se respetó el debido proceso. Aseguró que cursó la maestría cumpliendo todos los requisitos, con una normativa anterior a la que menciona la Comisión Interventora.

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