Mostrando entradas con la etiqueta música. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta música. Mostrar todas las entradas

La biblioteca como núcleo de desarrollo comunitario (Una experiencia en Córdoba, Argentina)

Biblioteca Popular de Bella Vista
"Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo: recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido". Ernesto Sábato

Dedicado a Susana Fiorito, argentina como Sábato,
que honra con su trabajo esa utopía.
("Memoria para reincidentes": Lucha y militancia obrera en los 1970s)

La Biblioteca Popular de Bella Vista abrió sus puertas el 4 de junio de 1990. Surgió de la iniciativa de la Fundación Pedro Milesi, fundación privada sin fines de lucro creada por un grupo de personas - intelectuales, profesionales, artesanos y obreros - dispuestas a contribuir tiempo, esfuerzo y dinero para el desarrollo de la gente del barrio Bella Vista, un barrio pobre y marginalizado de la ciudad de Córdoba, Argentina, un
barrio en el que vivían 1800 familias de artesanos, obreros industriales, pequeños comerciantes y algunos empleados públicos. En la casa comprada para la biblioteca había funcionado el primer Centro Cultural del barrio.

Foto La Nación

No se trata de una biblioteca convencional. La biblioteca es parte de un proyecto político-pedagógico, una estrategia destinada a “promover valores y conductas que contribuyan a desarrollar una conciencia cívica autónoma y crítica, y a que los vecinos sean sujetos activos, protagonistas de su propia historia y multiplicadores de un proyecto solidario y socialmente productivo, así como facilitar a quienes carecen de medios materiales o de estímulos culturales, la apropiación del conocimiento, que es un bien social, producto del desarrollo de la humanidad”.

Cuando se creó, la biblioteca se pensó como un espacio para personas adultas. No obstante, no bien abrió sus puertas, decenas de niños se sintieron convocados a entrar por ellas. La invasión infantil mostró la necesidad de una biblioteca para todos. En un proceso atento a las demandas y posibilidades, en sus más de 30 años de vida la biblioteca ha venido ampliándose e incorporando una impresionante variedad de servicios y actividades.

Foto: Susana Fiorito, Biblioteca Popular de Bella Vista.

En mi primera visita a la biblioteca, en 1996, quedé maravillada con lo que ví y escuché. La casa - esquinera, modesta, de tres plantas - era el espacio central. La planta baja la ocupaba la biblioteca, amplia, luminosa, amueblada con mesas, sillas y estanterías de estilos muy diversos, donados o recuperados por doquier.

Para los más pequeños había una salita de lectura: una mesa con sillas, almohadones en el suelo, dibujos en las paredes, muchos libros a disposición de los niños.

Arriba, en el altillo, encontré un grupo de abuelas en taller de expresión corporal, mujeres que encuentran aquí un espacio de socialización, esparcimiento y tonificación tanto del cuerpo como del espíritu. También funcionaba ahí el taller de video, a cargo de tres jóvenes, dos videístas-cineastas y una educadora. Una pequeña habitación junto a la escalera servía para la asesoría y la consulta; aquí nos enfrascamos en una interesante charla con la abogada (vecina del barrio) y otros profesionales que escuchan los innumerables problemas que traen niños, padres y maestros.

Foto Rosa María Torres
A pocos metros de la casa se había habilitado un playón en el que se realizaban actividades deportivas y empezaban a hacerse funciones de cine. Un grupo de mujeres de diversas edades - entre ellas tres muchachas con retardo mental - apilaban colchonetas después de concluido el taller de expresión corporal, el cual termina con la lectura colectiva de un cuento corto. 

Dos cuadras más allá, caminando por el barrio llegamos al terreno donde empezaba a funcionar la huerta, terreno antes cubierto de basura, maleza y escombros, y dado a la biblioteca en comodato. Aquí nos recibieron dos biólogas y sus alumnos, hombres y mujeres entusiasmados con lo que han aprendido y con lo que hacen, ilusionados con las múltiples posibilidades de la huerta, incluidos un ingreso económico familiar, la multiplicación de huertas en los hogares del barrio, el uso de la huerta por las escuelas, y la posibilidad de atraer a ella a adolescentes y jóvenes en el futuro.
Foto Rosa María Torres  

En mi segunda visita a la biblioteca, en septiembre de 2010, encontré en pleno funcionamiento y desarrollo todo lo que había visto la primera vez, más varias novedades, principalmente un centro tecnológico comunitario y un grupo de teatro comunitario.

La Biblioteca de Bella Vista ofrece hoy una amplia gama de actividades a los vecinos del barrio, de todas las edades.

servicio bibliotecario Cerca de 1.500 suscriptores y más de 20.700 volúmenes (incluyendo 4.500 libros de literatura infantil y juvenil, 4.500 de no ficción, 5.000 de literatura y 5.000 de ciencias sociales). El catálogo puede consultarse en línea. También hay una hemeroteca. Muchas personas adultas van regularmente a leer los diarios. Para los escolares existe un archivo con recortes en torno a temas que envían a consultar los maestros.

taller de animación a la lectura para niños de 3 a 12 años. La lectura se complementa con expresión corporal, dibujo de historietas y discusión de videos.

talleres de expresión plástica, educación física e iniciación deportiva para niños de 6 a 12 años.

taller de percusión para niños y adolescentes. A partir de este taller se creó una Murga (La Murga que Urga) con 40 integrantes entre 6 y 14 años, la cual realiza actuaciones públicas en otros barrios e instituciones.

taller de producción de video para niños de 8 a 12 años. Este grupo se integra a la producción de videos de la propia biblioteca y de la comunidad.

Foto Biblioteca Popular de Bella Vista
taller de ajedrez para niños, jóvenes y adultos.

capacitación laboral para jóvenes y adultos Los cursos incluyen: corte, confección y tejido; capacitación para auxiliares administrativos y contables así como talleres de electricidad, carpintería, fotografía, panadería, chocolatería y servicio de lunch.

recuperación de la historia del barrio en un trabajo colaborativo entre los viejos (que aportan su memoria y su relato) y los adolescentes (que buscan la documentación y registran los relatos).

expresión corporal para mujeres de la tercera edad y gimnasia correctiva para mujeres jóvenes y adultas.

taller de filosofía para adultos. Aquí En se da tratamiento filosófico a temas de la vida cotidiana y se los problematiza colectivamente en el grupo de adultos.

cine para adultos y niños. La función para adultos termina con un debate. En el caso de los niños, después de la función se hacen talleres de expresión corporal, plástica, invención de diálogos y elaboración de diapositivas.

asesoría familiar, escolar y comunitaria en conflictos de violencia familiar, abuso, abandono, dificultades de conducta y aprendizaje. Un grupo interdisciplinario de abogados, psicólogos y trabajadores sociales diagnostican, orientan y derivan.

Foto: Rosa María Torres
huerta orgánica comunitaria a la cual se ha integrado a las escuelas del barrio, en un programa en el que participan alumnos y maestros. Siembran hortalizas, plantas aromáticas y ornamentales. También hay lombricultura.

Foto Rosa María Torres
Foto Biblioteca Popular de Bella Vista
taller de computación Esta es un área que se ha expandido notablemente en los últimos años. Cuenta con un predio en el que funciona un moderno Espacio de Formación Tecnológica.

teatro comunitario realizado con asesoría del Grupo de Teatro Catalinas Sur que funciona en la zona de La Boca, en Buenos Aires. Todos los vecinos del barrio, desde niños pequeños hasta ancianos, están convidados a participar en los talleres y en las obras que montan en Bella Vista.

Todo esto se ha hecho y se hace con tesón, mucho trabajo voluntario, escasos recursos financieros que se consiguen por aquí y por allá, y una infraestructura modesta que ha venido ampliándose a medida que se han diversificado las actividades.

Todo esto se hace a partir de una biblioteca que, sin dejar de ser biblioteca y sin renunciar a la centralidad de la lectura, comprende el potencial que tienen una y otra - biblioteca y lectura - para asumir una misión cultural, de organización y movilización comunitaria, de desarrollo humano y desarrollo local. Una biblioteca sensible a la realidad y necesidades de su entorno, que no teme juntar libros con video y con cine, cuentos con colchonetas, literatura con gimnasia, enciclopedias con lombrices, lectura con expresión corporal, conocimiento con placer, aprendizaje con juego. Una biblioteca excepcional, en medio de tantas que hoy languidecen y mueren de inanición, en espera pasiva de lectores que no llegan, encerradas y atemorizadas frente a los avances de la computadora, el libro electrónico y el Internet.

La Biblioteca de Bella Vista y su fundadora y directora, Susana Fiorito, han sido para mí fuente de aprendizaje, admiración e inspiración. Fue aquí, en mi primer contacto con esta biblioteca, que constaté que existía y era posible la "comunidad de aprendizaje" que venía imaginando. De hecho, esta biblioteca fue uno de los proyectos pioneros dentro de la Iniciativa "Comunidad de Aprendizaje" que organicé a nivel latinoamericano entre 1996-2000 siendo directora de programas de la Fundación Kellogg.

Esta biblioteca testimonia también la diferencia entre un proceso y un proyecto o, si se quiere, entre un proyecto de vida y un proyecto de trabajo. Terminado el financiamiento externo, muchos de los proyectos financiados dentro de la Iniciativa dejaron de operar. La Biblioteca Popular de Bella Vista sigue en pie, consolidada y en crecimiento, ejemplo de perseverancia y vitalidad, mostrando que los procesos transformadores siguen siendo posibles aún en este mundo de fuertes dependencias financieras, frágiles voluntades, cosméticas innovaciones y rápidas obsolescencias.

Para saber más
» Fundación Pedro Milesi y Biblioteca Popular de Bella Vista
http://www.fundacionpmilesi.org.ar/
» Comisión Nacional de Bibliotecas Populares
https://www.conabip.gob.ar/
- La Biblioteca Popular de Bella Vista
https://www.conabip.gob.ar/node/298585
- Quema de libros (Centro Editor de América Latina) por la dictadura argentina, 1980
https://www.facebook.com/BiblioPopularBellaVista/videos/1185642231862233

» Bella Vista: un barrio de la periferia cordobesa que vive al compás del narcotráfico, La Nación, Buenos Aires, 28 sep. 2015

»
Entrevista a Susana Fiorito. Sueños de una mujer guerrera, Revista Eñe, Buenos Aires, 27 junio 2017.

https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/suenos-mujer-guerrera_0_H1KPrIl4-.html

Cuando el aula suena, alumnos contentos trae


En una reunión internacional con docentes y especialistas que trabajan en edu­cación infantil alguien contó que, al visitar guarderías, centros de educación pre-escolar y escuelas en el Ecuador, le llamó la atención el bajísimo y hasta nulo nivel de ruido que podía percibirse desde afuera en varios de dichos planteles. Recintos del silencio, alumnos sentados, estanterías y mesas ordenadas, espacios pulcros. Como en una bibliote­ca clásica, no como en un aula. Como en un cemente­rio, no como en un centro educativo.

Niño es juego, y juego es bulla. Niño es movimiento, y movimiento es bulla. Niño es expresión, y expresión es bulla. Niño es crea­tividad, y creatividad es bulla. Niño es dinamismo, y dinamismo es bulla. Niño es vida, y vida es bulla. Reprimir­la es negar a los niños su derecho a ser niños, a jugar, a moverse, a expresarse, a curiosear, a crear, a vivir.

Se ofrecen pedagogías "centradas en el niño", pero la infraestructura, los espacios, el mobiliario, están diseñados para la inmovilidad, la falta de contacto, el desplazamiento controlado.

Se destaca el valor que tiene el juego en el aprendizaje y el desarrollo infantiles, pero los juguetes para los más pequeños se empaquetan y colocan a altura tal que solo los adultos puedan alcanzarlos.

Se proclama la importancia de la lectura y los libros, pero la biblioteca se guarda celosamente con candados, para evitar que los libros se destruyan con el uso.

Se pretende alentar la creatividad de los niños mediante el arte, dibujando, coloreando, pintando, constru­yendo, pero siempre bajo la mirada vigilante de la pulcritud y el orden.

Se reconoce el valor universal de la música, pero la música está ausente en el currículo, las aulas, los patios, la formación docente, la cultura escolar.

Se quiere que los niños trabajen en grupo, pero no se quiere que produzcan los sonidos inevitables de la comunicación y la colaboración.

Se espera, en fin, que los niños jueguen, socialicen, aprendan, pero sin hacer ruido, ateniéndose a las normas adultas del silencio, el aseo, el orden. 


La bulla, tan mal vista e incomprendida en el medio escolar, tiene fama de indisci­plinada, irreverente y hasta relajera, y es motivo de reprimen­das, sanciones y malas notas. No obstante, vista con lente humano, la bulla es básica y afortunadamente expresión del estar vivo: condensa el habla, la risa, el movimiento, la música, el canto, la alegría. Un aula bulliciosa indica, en primer lugar, que adentro hay alumnos, niños o jóvenes vivos, inquietos, contentos.

Un aula silenciosa puede ser, ciertamente, expresión de alumnos respetuosos e interesados, pero también de alumnos poco estimulantes o poco estimulados, aburri­dos o, peor aún, atemorizados. Un aula bulliciosa, por encima de toda sospecha en contrario, puede ser en cambio un buen indicio.

Hace poco ví, maravillada, en un video de la escuela del maestro Toshiro Kanamori, en Japón, la escena de niños y niñas revolcándose y chapoteando, felices, en un espacio de agua y lodo, embarrándose la ropa, el cuerpo, la cara, el pelo... Ese fue el premio que el maestro Kanamori ingenió para felicitar a sus alumnos por haber ganado ese día una batalla más en favor de la empatía, contra el egoísmo y la apatía. ¿Cuántas escuelas y cuántos maestros en el mundo estarían dispuestos a agasajar a sus alumnos con semejante chapoteo de libertad y felicidad?


* Actualizado y revisado a partir del artículo de Rosa María Torres incluido en: Reflexiones sobre Pedagogía, Papeles del CEAAL N° 2, CEAAL, Santiago, 1992.

Textos relacionados en este blog
»  Carta abierta para niños y niñas que van a la escuela
»  Por qué los maestros están llamados a ser los primeros defensores de los derechos de los niños
»  Soñar como consigna
»  Alumnos Clasificados
»  Una escuela amiga de los niños y de los pobres
»  Los contorsionistas (A propósito de habilidades y talentos)
»  Una educación del cuello para arriba
»  El relajo del aprendizaje y la buena pedagogía


La escuela de la maestra Raquel (Querétaro, México)


Rosa María Torres


Casi no habló durante la reunión de directores y, cuando lo hizo, porque era su turno de presentación, le temblaban las manos y la voz. Tímida, de muy bajo perfil, nadie habría dicho que la maestra Raquel iba a ser quien nos mostrara luego una escuela memorable, su escuela, la “16 de Septiembre”, en Querétaro, México. 

La escuela, pública, rural, ubicada en medio de un paraje seco, tiene un amplio terreno al frente, senderos encementados, y plantas y árboles sembrados por todos lados. Fueron los padres y madres de familia quienes plantaron los árboles hace tres años y quienes los riegan y cuidan junto con sus hijos. En el panorama semidesértico y desolador de sus alrededores, la escuela se levanta como una especie de oasis. 

La escuela está linda, pulcra, bien cuidada. El espacio exterior no da la idea de una escuela sino más bien de un parque: además de los senderos y del verde, están las mesas redondas y las bancas circulares, de cemento, que la maestra Raquel tuvo la idea de poner, también con ayuda de las familias, inicialmente para la hora del almuerzo. Primero, las madres les llevaban el almuerzo a los hijos; luego, ella les instó a que vinieran a comer junto con ellos. Así, bancas y mesas pasaron a usarse para picnics familiares dentro de la escuela. Más tarde, se integraron al currículo, transformándose en mesas de reunión, de dibujo, de lectura, de arte, de manualidades. De hecho, en estas mesas y bancas al aire libre transcurre buena parte de la vida escolar de estos niños: aquí comen, hacen sus trabajos en grupo, sus dibujos, sus tareas. Dentro de la escuela, pero fuera de la escuela. 

La recepción por parte de los profesores es cálida y sencilla. Todo fluye con naturalidad. El profesor de música - un joven que viene todos los miércoles, cargando su teclado a cuestas, y enseña a todos los grados - me pregunta si me agradaría que los niños cantaran algo. En un abrir y cerrar de ojos, saca al patio a todo el alumnado, de primero a sexto grado. Mientras nos servimos una ensalada de frutas, preparada por madres de familia, escuchamos a los niños cantar dos canciones y vemos a este joven músico no caber en sí de orgullo. Puesto que la música es sumamente importante y puesto que no está financiada en el presupuesto de la escuela, la maestra Raquel contrató aparte a este joven músico. Cada alumno le paga una cuota mensual de 2,50 pesos (un cuarto de dólar); en el caso de los que no pueden pagar, la directora y dos profesores pagan las cuotas de sus bolsillos. Así de simple. 

La vinculación con la comunidad es parte del secreto de esta escuela. Los padres, y sobre todo las madres, almuerzan ahí a menudo, son visitantes frecuentes y colaboradores. El año pasado, la maestra Raquel tomó la iniciativa de celebrar en la escuela el Día de los Ancianos. Vinieron y se juntaron por primera vez todas las personas mayores de la comunidad, junto con sus familias. Fue un día maravilloso, relata la supervisora, un día de unidad familiar, de homenaje a los abuelos y abuelas, de integración escuela-comunidad. Están en marcha los preparativos para repetir la celebración este año. 

Otra clave importante de esta escuela es que la maestra Raquel es al mismo tiempo directora y maestra, maestra de primer grado, más exactamente. A la mañana hace de directora y a la tarde enseña a los más pequeños. Su aula es un aula alegre, llena de dibujos y textos infantiles. Con cartones de desecho y papeles de colores han fabricado ayer un trencito en el que cada caja es un vagón y en cada vagón va un niño o niña. El tren será la principal atracción en la fiesta de clausura que tendrá lugar pasado mañana. Contentos con la visita, los niños piden mostrarnos a las visitantes cómo va a ser la función. La maestra Raquel accede y ahí tenemos, ante nuestro ojos, la fiesta de clausura anticipada. 

Antes de concluir la visita, la maestra Raquel corre a sacar de un armario el libro de visitantes y dos paneles de cartón en los que están pegadas fotos de la escuela: en un panel está el ANTES (tres años atrás, cuando ella se hizo cargo de la escuela) y en otro está el AHORA. El cambio es en verdad notable. La escuela de antes era de tierra, no había una sola planta, las dos alas de aulas estaban deterioradas, el patio rajado. Lo hecho en estos tres años se hizo con el mismo presupuesto, pero con la colaboración y el valor agregado de los padres y madres de familia y de los propios alumnos y profesores. 

Ya afuera, me detengo a observar nuevamente la escuela, el verde, los senderos, la limpieza del lugar, las mesas redondas con sus bancas circulares de cemento, los alumnos trabajando a gusto al aire libre y la maestra Raquel despidiéndose con la mano. Con poco, con casi nada, con cosas muy simples, esta directora ha logrado para su escuela cosas que escuelas mucho mejor dotadas y más ricas no consiguen (ni se proponen) para su alumnado, sus padres de familia y su comunidad. 

De hecho, las claves más importantes entre ese ANTES y este AHORA que ella muestra en sus fotos, no están a la vista: una directora que no deja de enseñar y que está a cargo del grupo más numeroso y difícil; un estilo de dirección democrático, amistoso, informal; una voluntad por integrar no solo a las familias sino a toda la comunidad; una escuela que valora la música, el canto, el baile, el arte; una escuela que sale de la escuela, que entiende que ni los niños ni los aprendizajes se llevan bien con los muros y los encierros. 

* Incluido en: Rosa María Torres, Itinerarios por la educación latinoamericana: Cuaderno de viajes, Paidós, Buenos Aires-Barcelona-México, 2000. 

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...