Es importante tener en cuenta que el «pensamiento perezoso» no es el lento sino el rápido. El «pensamiento perezoso» se deja influenciar por la primera impresión, quiere llegar a conclusiones lo antes posible. Quienes practican el «pensamiento perezoso» son los que, en medios y redes sociales, leen solo los titulares, sin entrar a leer el contenido. Muchos, incluso, sacan conclusiones y comentan exclusivamente a partir del titular.
«Pensamiento perezoso» y sistemas educativos
La tragedia es que los sistemas educativos - que deben enseñar a pensar y a pensar críticamente - cultivan por lo general el «pensamiento perezoso». Condenan la duda y el error, se incomodan con la pregunta, aplastan el espíritu curioso, no valoran suficientemente la creatividad y la imaginación, no enseñan a gustar de la lectura, alientan a estudiar para la prueba, para aprobar más que para aprender.
Aprender implica comprender. Comprender implica esfuerzo, a diferencia de simplemente memorizar y repetir. Lo cierto es que los sistemas educativos naturalizan la no-comprensión y la memorización.
Aprender requiere tiempo. Y tiempo es lo que no permiten los sistemas educativos (más aún: en la etapa post-pandemia se recomienda acelerar, antes que desacelerar). Importa cuánto se aprende, no qué ni cómo ni para qué ni qué tan bien se aprende. No debería ser necesario agregar calificativos a aprendizaje: aprendizaje significativo, profundo, etc.
Leer implica comprender. No cabe llamar «lectura» al mero descifrado. No obstante, lo que se aprecia y vende en tiempos de crisis de la lectura son cursos de «lectura rápida». También a la lectura le crecen adjetivos: lectura comprensiva, alfabetización funcional, etc. La lectura placentera, la que inspiran los poetas y los grandes escritores, la que genera felicidad (como reclamaba Borges), es la lectura pausada.
Leer implica comprender. No cabe llamar «lectura» al mero descifrado. No obstante, lo que se aprecia y vende en tiempos de crisis de la lectura son cursos de «lectura rápida». También a la lectura le crecen adjetivos: lectura comprensiva, alfabetización funcional, etc. La lectura placentera, la que inspiran los poetas y los grandes escritores, la que genera felicidad (como reclamaba Borges), es la lectura pausada.
Tristemente, pensadores y lectores perezosos son a menudo producto del propio sistema educativo. El profesor espera la respuesta rápida, correcta, única. El que se toma su tiempo - para pensar, para responder, para leer, para escribir, para aprender - puede ser tildado de lento y hasta de torpe.
Pensadores perezosos abundan. Escasean los pensadores activos, analíticos, que descubren y cultivan el placer de pensar, de reflexionar, de dudar. Y son los pensadores perezosos quienes terminan siendo pasto de la desinformación, del aprendizaje superficial y del no-aprendizaje.
Estudios recientes muestran una correlación negativa entre el uso frecuente de la Inteligencia Artificial (AI) y las habilidades de pensamiento crítico. La correlación negativa es más marcada entre los jóvenes que entre los adultos (Gerlich, 2025).
Pensamiento analítico, pensamiento creativo, pensamiento sistémico, están entre las principales habilidades laborales requeridas en 2025, ordenadas por el % de empleadores encuestados. (Foro Económico Mundial, Future of Jobs Report 2025).
1. Pensamiento analítico
2. Resiliencia, flexibilidad y agilidad
3. Liderazgo e influencia social
4. Pensamiento creativo
5. Motivación y autoconciencia
6. Alfabetización tecnológica
7. Empatía y escucha activa
8. Curiosidad y aprendizaje permanente
9. Gestión del talento
10. Orientación de servicio
11. Inteligencia Artificial
12. Pensamiento sistémico
Finlandia ha logrado avances importantes en el combate a la desinformación. Ocupa el primer lugar en el Índice de Alfabetización Mediática (capacidad de discernir entre noticias verdaderas y falsas) con un puntaje de 75, la calificación más alta (2022). En el centro de los esfuerzos está el sistema escolar. El pensamiento crítico y la alfabetización mediática son parte del plan de estudios. El pensamiento crítico se estudia y aplica en varias asignaturas. «Aprender a pensar» fue una de las siete competencias transversales incluidas en la reforma curricular de la educación básica (2016).
Textos míos relacionados en OTRAƎDUCACION