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Finlandia: moverse para aprender


Hauho School

Una de las primeras cosas que me llamó la atención al visitar escuelas en Helsinki fue una clase de matemáticas en la que los alumnos estaban sentados en pelotas (exercise balls, stability balls, yoga balls). Le pregunté luego al profesor por qué usaban pelotas en vez de sillas; los alumnos, al moverse, se concentran más.

En una clase de inglés, en otra escuela, un alumno sentado a mi lado jugaba con una manopla y, un poco más allá, una alumna hacía ejercicio con una suerte de pedal, colocado en el piso. Al final de la clase, le pregunté a la profesora sobre estos aparatos. Me dijo que los había comprado ella y que los dejaba en el aula a fin de que cualquiera pudiera usarlos cuando quisiera; es una manera de que los alumnos - sobre todo los más inquietos - se mantengan alertas y concentrados.

Foto: escuela Saunalahti, Rosa María Torres
En otra escuela encontré un futbolín instalado frente a las aulas y otro en un espacio abierto ubicado al final de la grada central, y presencié, en ambos casos, que varios alumnos se entretenían jugando. En otra escuela encontré adolescentes activos alrededor de una mesa de ping pong. En otra, niños limpiando el área de los juegos.

En todas las escuelas ví movimiento en las aulas, en los corredores, en el comedor, y fuera de la escuela. En todas ví patios y espacios exteriores cuidados y equipados, a menudo con plantas y árboles, y alumnos jugando, saltando la soga, columpiándose, balanceándose, brincando.

En fotos y videos había visto niños y jóvenes de todas las edades jugando afuera, caminando, haciendo deportes y excursiones también en invierno, en medio de la nieve con y con temperaturas muy bajas, en las que casi cualquiera preferiría permanecer adentro.

Inentendible si no se entiende el sisu finlandés y el 
friluftsliv, la pasión de los nórdicos por la naturaleza y por la actividad al aire libre.

Realicé esta visita de estudio a Finlandia a fines de 2015. Solo después de visitar varias escuelas supe que todo esto tenía un eje articulador, el programa
"Finnish School on the Move" (Escuelas Finlandesas en Movimiento), iniciado en 2010. Después de una fase piloto (2010-2012), el programa empezó a extenderse a todo el país. En 2012, la Junta Nacional de Educación produjo el documento "Actividad física y aprendizaje" (Physical activity and learning), un estado del arte de la investigación internacional en torno al tema. Según información del Ministerio de Educación, para mayo de 2017 más de 90% de municipalidades y escuelas de educación básica estaban involucradas en el programa; en 2018 se estimaba que el programa llegaría a más del 70% de los alumnos finlandeses. Cada municipalidad y cada escuela tiene libertad para decidir su plan de acción. 
  
La educación finlandesa se ha destacado por su libertad, informalidad y flexibilidad; este programa vino a realzar esas cualidades. Surgió a raíz del informe y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a propósito de la alarma mundial en torno al crecimiento del sobrepeso y la obesidad infantiles. Niños y adolescentes están llevando vidas cada vez más sedentarias, tanto en el hogar como en la escuela. Los niños permanecen más tiempo dentro de la casa y hay menos actividad a la intemperie.
Internet y las tecnologías digitales están contribuyendo al encierro y al sedentarismo. Frente a eso, la OMS advirtió, entre otros, que los niños de 5 a 17 años deben tener al menos 1 hora diaria de actividad física.

La investigación científica, por su lado, viene recalcando la importancia de la actividad física para la socialización, la cognición y el aprendizaje. La mejor comprensión que tenemos hoy sobre cómo funciona el cerebro indica que el movimiento ayuda a la concentración y al aprendizaje, y que facilita el desarrollo de habilidades cognitivas de orden superior.

Contrariando el 'sentido común' del viejo modelo educativo que asocia aprendizaje con estar sentado, inmóvil y callado, el nuevo conocimiento reafirma que son cruciales el juego, el movimiento, el aprender haciendo, el aprendizaje al aire libre, el contacto con la naturaleza. Dejando atrás la usual separación entre cuerpo y mente, se enfatiza hoy la inevitable conexión y la interdependencia entre ambos. El 'niño inquieto' no es el problema; el problema es más bien el niño quieto, que no juega, que no se mueve.

Finnish Schools on the Move

Foto: The Slot 
La alarma en torno al sobrepeso y la baja actividad física de los estudiantes finlandeses pasó a ser tema nacional en 2010. El llamado de la OMS prendió en terreno fértil. El programa
"Finnish School on the Move" surgió como una propuesta integral que busca promover la actividad física y reducir el sedentarismo en las escuelas.

La meta es asegurar que los alumnos tengan al menos 1 hora al día de actividad física en la escuela. No solo ni principalmente a través de la asignatura Educación Física (una vía complicada y costosa que implica reclutamiento y formación de maestros así como nuevos espacios y equipamientos) sino, más bien,
asegurando que toda la escuela se convierta en un espacio que invita a moverse, que los alumnos estén activos en todos los lugares y en todas las materias.

Algunas de las medidas adoptadas han sido:

- más tiempo destinado al recreo y al descanso

- mejoras y adecuaciones en los ambientes exteriores de la escuela
- adecuaciones en los ambientes interiores y en el mobiliario escolar

- insistir en que los alumnos vayan y vengan de la escuela caminando o en bicicleta

- involucrar a las familias y estimular el deporte y hobbies entre los alumnos.

Foto: Escuela Viherkallion (Espoo)
El Ministerio de Educación y Cultura y el Ministerio de Asuntos Sociales establecieron 1-2 horas diarias de actividad física para los niños de 7 a 18 años y 3 horas diarias para los menores de 7 años.

Aulas, corredores, gradas, espacios colectivos, están siendo repensados en función de estimular la circulación y el movimiento, desde los alumnos más pequeños hasta los más grandes. Esto incluye replanteamientos en la arquitectura así como en el mobiliario escolar.

Incluye también, en muchas escuelas, una reorganización de las clases y de los grupos, conformados con alumnos de distintas edades. Todos estos cambios son estimulados, además, por la reforma curricular iniciada en 2016, la cual promueve espacios más abiertos y modalidades más flexibles de aprendizaje.

En muchas escuelas se eliminaron mesas y sillas de las aulas. Estas últimas se han sustituido con 'asientos activos' (pelotas de ejercicio, cojines inflables u otro tipo de artefactos móviles, giratorios, flexibles). También se ha recurrido a mesas altas en las que los alumnos trabajan de pie o a mesas bajas de modo que puedan sentarse en el suelo. El uso del suelo como espacio y recurso de aprendizaje está extendido en las escuelas finlandesas.

Las modificaciones en el mobiliario escolar y el uso de pelotas de ejercicio en las aulas es algo que viene haciéndose en varios países del mundo, especialmente en Europa y Norteamérica, entre otros a partir de la renovada conciencia sobre la importancia del movimiento. En Finlandia esto adquiere la dimensión de una política nacional, no solo de experiencias puntuales.

Las pelotas llegan a las aulas escolares después de haber sido usadas por mucho tiempo en gimnasios, centros de rehabilitación, oficinas y otros lugares de trabajo en muchos países. La investigación muestra que el uso de estas pelotas tiene varias ventajas: mejora la postura, asegura un movimiento constante y ayuda a la concentración a la vez que entretiene. Mantener el equilibrio, nos recuerdan, obliga a usar ambos hemisferios del cerebro.


En marzo de 2018 el Ministerio de Educación y el Consejo Finlandés del Deporte lanzaron una consulta nacional en línea sobre deporte y actividad física, abierta a todos, como paso previo para la formulación de una política específica en este ámbito.


El problema del sedentarismo infantil en Finlandia - dentro y fuera de la escuela - está lejos de resolverse. Un análisis de la Active Healthy Kids Global Alliance mostró en 2016 que menos de la mitad de los escolares y solo uno de cada cinco estudiantes de secundaria estaba haciendo ejercicio según lo recomendado. Es claro que, aún en Finlandia, el desafío es complejo y de largo aliento.


Para saber más

» OMS: Datos y cifras sobre obesidad infantil
» OMS. Recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud
» Finnish National Board of Education, Physical activity and learning, 2012.
» Bouncing into a New Revolution- The Use of Exercise Balls in Classrooms, May 2013
» Sin movimiento no hay aprendizaje: ¡fuera sillas!

»
How Finland keeps children focused through play, The Atlantic, June 2014

» Letting kids move in class isn’t a break from learning. It IS learning, Washington Post, January 2015.
» Why Kids Need to Move, Touch and Experience to Learn, Mindshift, March 2015
» Aulas con más juego y movimiento, aulas con más aprendizaje significativo, feb. 2017

»
The consequences of forcing young kids to sit too long in class, The Washington Post, March 2017
» La conexión cuerpo y cerebro en el aprendizaje, Escuela con Cerebro, marzo 2017
» Los niños no deben estar quietos en clase, The New York Times, marzo 2017

» The Real Reason Students Shouldn’t Sit In Class, Huffington Post, May 2017
» “Movimiento y aprendizaje están relacionados”, Sally Goddard Blythe, La Vanguardia, mayo 2017
» Could subjects soon be a thing of the past in Finland?, BBC News, May 2017
» Finnish schools are moving on up, The Star, June 2017

» Why Finland Is Embracing Open-Plan School Design, Citylab, August 2017
» Finnish schools begin term, many with redesigned buildings, Yle, August 2017
» Neurociencias y educación: qué es importante para el aprendizaje, Facundo Manes, Infobae, agosto 2017
» Finland: Fit for Life Programme, Electronic Platform for Lifelong Learning in Europe (EPALE), January 2018.
» "Friluftsliv", el curioso concepto que define la pasión de los países nórdicos por el aire libre, BBC.
» A case for Lifelong Kindergarten, Mindshift,  Sep. 26, 2011.

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El sistema escolar que conocemos hace mal a la salud (física y mental)


Quino


El sistema escolar que conocemos pertenece a otra época. No está pensado desde el punto de vista de los deseos, intereses, necesidades y bienestar de niños y jóvenes sino desde la perspectiva de la sociedad adulta: padres de familia, profesores, autoridades, políticos. Tampoco está pensando desde la perspectiva del aprendizaje; su foco es la enseñanza.

Pedirle a este sistema escolar que asegure calidad y equidad, educación para todos, aprendizajes significativos, gusto por aprender, aprender a aprender, es pedirle peras al olmo. Mejorarlo no basta. Hay que darle vuelta. Necesitamos construir OTRAƎDUCACION, dentro y fuera de las aulas.


Por muchas razones, el sistema escolar convencional hace mal a la salud física y mental no solo de los alumnos sino también de los profesores y las familias. Repasamos aquí algunos temas: aprendizaje, actividad física, alimentación, autoestima, acoso (bullying), descanso, enfermedades, inseguridad, juego, y sueño.

Aprendizaje


Claudius Ceccon
- En el sistema escolar se enseña mucho y se aprende poco. Niños, jóvenes y adultos pueden terminar la educación primaria e incluso la secundaria sin haber aprendido a leer y escribir comprensivamente.

- Lo usual es culpar del fracaso escolar a los estudiantes. Se diagnostica dificultades de aprendizaje y se habla de crisis de aprendizaje cuando en verdad se trata de crisis de la enseñanza y de crisis de los sistemas educativos. 

- El sistema escolar es resistente al cambio. Mucho de lo que se enseña está desactualizado. El sistema es muy lento para incorporar los nuevos conocimientos y las nuevas posibilidades que se abren tanto para la enseñanza como para el aprendizaje.

- El conocimiento se presenta de manera fragmentada, organizado en asignaturas (y en profesores para cada asignatura) sin relación entre ellas y entre los profesores que las imparten. Las artes (dibujo, música, pintura, teatro) suelen ignorarse o ser vistas como contenidos extracurriculares, fácilmente descartables cuando los presupuestos son escasos. 

- Aprender implica comprender, reflexionar, dejar reposar, equivocarse, rectificar, disfrutar de la experiencia de aprender. No obstante, lo que prima son currículos y planes de estudio recargados, lo que convierte a la enseñanza en una carrera contra el tiempo y al aprendizaje en un objetivo imposible. El enciclopedismo (querer enseñar todo) revela un histórico desconocimiento de cómo funciona el aprendizaje y fomenta la memorización sin comprensión. 

- El sistema escolar tiene problemas para reconocer y aceptar la diversidad (socio-económica, cultural, de género, de edad, de ritmo de aprendizaje, etc.). Prefiere imaginar que los alumnos son iguales, que quieren y necesitan aprender lo mismo y al mismo ritmo, y ser evaluados del mismo modo. La homogeneización es la norma.

- Pocas cosas hay tan estresantes como la situación de examen. Niños, adolescentes y jóvenes son martirizados con pruebas y exámenes cuya utilidad por lo general no se explica ni se entregan corregidos a los alumnos, de modo que puedan entender en qué se equivocaron y aprender del error. Sin ese feedback indispensable, sirve poco o nada la evaluación. No debe sorprender que gran parte de lo que los alumnos «aprenden» a las carreras y bajo presión para el examen lo olvidan al día siguiente. 

- El sistema escolar no sabe qué hacer con alumnos que no aprenden en los ritmos y tiempos esperados. Inventó para eso una «solución» absurda, costosa e inútil, la repetición, la cual perjudica y estigmatiza a millones de estudiantes y desperdicia valiosos recursos que podrían utilizarse para mejorar y diversificar el aprendizaje dentro y fuera de las aulas. Repetir el año es una de las experiencias más traumáticas en la vida de una persona y a menudo un empujón para el abandono escolar.

Actividad física /movimiento

Son conocidos y cada vez mejor documentados los beneficios del ejercicio para la salud física y mental de las personas y los problemas que acarrea el sedentarismo, sobre todo si se cultiva desde la infancia. Los niños y jóvenes sedentarios son propensos a la obesidad y otros males. El ejercicio mejora no solo el estado de ánimo sino también la cognición, la capacidad para aprender. El deporte enseña a trabajar en equipo, a comprender y seguir reglas, a desarrollar valores y actitudes fundamentales como la cooperación, la sana competencia, la disciplina, la perseverancia.

La educación escolar cultiva el inmovilismo. El asiento es tal vez el objeto que mejor representa al sistema escolar y estar sentado la postura preferida. Alumno-burócrata antes que alumno-aprendiz.

El sistema escolar (y toda la sociedad) asocia educación y aprendizaje con nalgas y con cabeza: nalga-asiento, cabeza-archivo. Estudiante se representa como persona sentada (el único parado es el profesor). Aula se asocia con pizarra y filas de pupitres. Escuela se asocia con espacio cerrado, paredes, rejas.

Nada de mens sana in corpore sano. Para la cultura escolar el cuerpo es estorbo. Alumnos y profesores cuentan como cabezas y son entrenados del cuello para arriba.
Andy Rementer. South Korea Education System Hurts Students
Niños y jóvenes son obligados a permanecer durante horas en asientos incómodos, muchas veces destartalados, demasiado altos o demasiado bajos para su edad. Las malas posturas se inician en la infancia y traen problemas en la vida adulta. 

La Educación Física permite reconocer, mover y ejercitar el cuerpo. Pero Educación Física es usualmente una asignatura, no un modo de ser y de aprender en la escuela.

No hablamos solo de agregar horas de Educación Física al currículo escolar. Hablamos de reconocer la existencia del cuerpo, la necesidad del movimiento, dentro y fuera de las aulas. Demostrado está que la atención y la concentración se dan mejor no en el reposo sino en el movimiento

La llegada de las TIC a la escuela reforzó el inmovilismo y el encierro. Los hijos de Sillicon Valley usan poco la computadora, el celular y el internet en la escuela; van a una Escuela Waldorf con pizarra convencional, con mucho espacio verde, con huerto, sin computadoras. 

Quienes se apresuraron a meter computadoras a las escuelas están hoy sacándolas, limitando o prohibiendo los celulares en las aulas, aconsejando menos, no más, tiempo de pantallas, promoviendo el contacto con la naturaleza y más aprendizaje al aire libre. 

Si al sedentarismo escolar agregamos el familiar - niños y jóvenes prendidos a un televisor o a dispositivos digitales - se entiende por qué crece a pasos agigantados la obesidad infantil en el mundo.

Alimentación

El desayuno es una comida importante. No obstante, dados los horarios escolares, muchos alumnos desayunan a las carreras, o no desayunan, porque el tiempo no alcanza, porque el sueño quita el hambre o porque la pobreza no permite desayunar. Llegar mal dormido, mal comido y cansado a la escuela después de una larga caminata, como es usual en el medio rural, no es una buena manera de empezar el día ni de prepararse para aprender.

La comida chatarra se ha enquistado en la vida escolar y es difícil combatir, como lo muestran países que prohiben su venta en kioskos y bares escolares. El negocio puede más; también la comodidad de los padres y las preferencias de niños y jóvenes expuestos cotidianamente a la publicidad.

Por otro lado, la comida que se ofrece en las escuelas a menudo no reúne las condiciones nutritivas o de higiene indispensables, ni tiene en cuenta los gustos de los alumnos. Mucha comida es comida con desgano o tirada a la basura en planteles públicos y privados. La contribución escolar al impresionante desperdicio de comida en el mundo.

El buen comer implica no solo buena comida sino buenas condiciones para comerla. ¿Cuántos planteles cuentan con instalaciones adecuadas para preparar los alimentos y/o para comerlos? En muchas escuelas, las cocinas son espacios improvisados e insalubres. A falta de comedor, se come en las mismas aulas, sobre el pupitre, entre cuadernos y libros. O en corredores, gradas, patios. Y de prisa. ¿Quién puede desarrollar buenos hábitos alimenticios en estas condiciones?

Autoestima

Claudius Ceccon
El sistema escolar es campeón en demoler autoestimas, especialmente entre los más proclives a la baja autoestima: los niños, las mujeres, los grupos indígenas y subordinados en general, los con capacidades especiales, los tímidos, los sensibles, los pacíficos, los diferentes. Pocos son los que logran atenciones y distinciones. La mayoría está en falta, en deuda, en tensión.

Todos podemos aprender. No obstante, éste no es el mensaje que transmite el sistema escolar. Al contrario: crea desconfianza en las propias capacidades, miedo a no cumplir con las expectativas, disposición al fracaso.

El castigo - hobby escolar (y familiar) - es enemigo de la autoesima. Si no es el castigo físico - todavía extendido - es el moral, ese que ridiculiza y humilla, y termina doliendo más.

Un atraso, un deber no hecho, una mala nota, una pregunta contestada fuera de tiempo, un performance fallido en la pizarra, van sumando día a día al «soy tonto»«soy lento»«no puedo aprender». Las calificaciones se encargan de confirmar los peores diagnósticos y pronósticos. La onda expansiva llega al hogar y encuentra eco entre padres de familia dispuestos a aceptar el veredicto escolar sobre sus hijos e hijas.

Generaciones enteras de niños, adolescentes y jóvenes son dados por tontos, inútiles, incompetentes, a partir de pruebas y calificaciones que miden (muchas veces mal) una pequeña porción del currículo escolar. Todos son etiquetados: extra-edad, distraído, hiperactivo, con «problemas de aprendizaje», desertor, repetidor, especial, nini ... El sistema escolar es especialista en identificar y señalar déficits antes que talentos. Triste para una institución que justamente está ahí - debería estar - para descubrir y desarrollar lo mejor de cada persona, en la mejor definición de educación, que es justamente aquella que se asocia al latín educere: sacar, sacar lo mejor, de adentro hacia afuera.

Pocas cosas más demoledoras e inútiles que la repetición escolar. Demoledora para la autoestima de los estudiantes, para su futuro y el de sus familias, y demoledora para los sistemas escolares, que tiran el dinero en esta falsa «solución». Los estudios abundan hace décadas; no obstante, los sistema escolares persisten en este absurdo pedagógico, administrativo y financiero. 

¿Quién puede querer prolongar una experiencia que destroza sistemáticamente la autoestima? ¿Quién puede asombrarse de que tantos, al llegar a la adolescencia, decidan renunciar? Fácil es atribuir la «deserción» a cuestiones de pobreza o pereza. Fácil asociar «desertor» con perdedor.

Acoso escolar (bullying)

El acoso escolar o bullying ha estado siempre ahí pero va en ascenso y se vuelve más visible y letal. Las estadísticas - los que denuncian, los que son objeto de mofa pública, los que se suicidan, los  asesinados - alarman en todo el mundo, así como la creciente crueldad y corta edad de los acosadores. Las estadísticas globales indican que 1 de cada 3 estudiantes es víctima de acoso.

El bullying hace noticia todos los días en diarios locales, nacionales e internacionales. Hay países en los que ya es una de las primeras causas de suicidio, sobre todo entre los adolescentes y crecientemente entre los niños. Para las millones de víctimas de acoso escolar el largo receso ocasionado por la pandemia en 2020-2021 fue sin duda motivo de alivio antes que de pérdida.

No solo los alumnos; también los profesores son víctimas de bullying, por parte de sus alumnos, de padres de familia o de colegas. También aquí hay casos de suicidio y asesinato. El mundo reacciona con horror, hasta el siguiente caso.

¿Quién puede querer enviar a sus hijos a un lugar donde el maltrato ya no está solo en el carnet habilitante de los profesores sino también de los alumnos, de los propios amigos y compañeros de clase?

Se multiplican campañas y planes locales y nacionales para controlar el bullying. Pocos son eficaces. La mayoría no acaba siquiera de entender las razones, la complejidad y la magnitud del problema.

Descanso

La obsesión con aumentar el tiempo escolar es mucho mayor que los intentos por hacer mejor uso del existente. Pocos parecen comprender que una extensa jornada escolar implica necesidad de descanso. Para alumnos y para profesores. Y la necesidad, por ende, de tiempos y espacios para descansar durante la propia jornada escolar.

Solo a los niños pequeños, pre-escolarizados, se les concede la necesidad del descanso y del ocio, y los artefactos y condiciones necesarios para ello (silencio, colchones, colchonetas, almohadones, etc.) 

La sala de profesores, si la hay, es a menudo un lugar inhóspito, inamistoso. No solo para estudiar y trabajar sino para descansar, para permitir esa breve siesta reparadora que hoy se recomienda como esencial para la salud de las personas, niños y adultos. 

En Finlandia, la escolarización empieza a los 7 años de edad. El año escolar es uno de los más cortos y los recreos son más largos que en el resto de Europa. Se estimula a los alumnos a salir afuera en los recreos, de modo que se muevan, cambien de ambiente y regresen al aula re-energizados. Espacios y tiempos escolares están pensados tanto desde la necesidad del trabajo y del juego como del descanso. 

Enfermedades 

La experiencia escolar es una experiencia de estrés, angustia y miedo para millones de estudiantes de todas las edades y clases sociales. En vez de buscar paliativos psicológicos y médicos a la salud mental, hoy en el centro de la atención mundial, bajar los niveles de estrés que ocasiona el sistema escolar, y los exámenes específicamente, es una medida fundamental. 

La pandemia sacó a la luz la precariedad de muchos sistemas escolares. Millones de planteles escolares carecen de condiciones básicas de salubridad como agua potable, servicios higiénicos, alcantarillado, iluminación y temperatura adecuadas. Hay ruido, hacinamiento, desaseo, basura. En zonas rurales y urbanas, en países 'en desarrollo' y también en muchos 'desarrollados'. 

En Estados Unidos, una encuesta nacional a enfermeras escolares encontró que 40% sabía que los niños y el personal estaban afectados por problemas de calidad del aire. Una tercera parte o más de las escuelas tenían polvo y otros problemas que provocan tos, dolores de cabeza y enfermedades respiratorias. El asma es la enfermedad crónica número uno responsable de las ausencias de los alumnos y su incidencia sigue creciendo. Se estimó que 1 de cada 10 niños escolares en EE.UU. tiene asma. Crece el número de padres de familia que retira a sus hijos de la escuela y les educan en casa.

La distancia y el difícil accesso a la escuela obliga a muchos niños a largas caminatas o incluso a riesgosas aventuras cotidianas (cruce de puentes, precipicios, ríos, etc.) en el campo y en zonas apartadas, y en condiciones climáticas adversas, o bien a mucho tiempo de transporte escolar, en las ciudades.

Nunca faltan los casos de intoxicaciones debido a comida en mal estado.

El peso excesivo de las mochilas escolares que cargan los niños todos los días es tema de preocupación mundial, causa de frecuentes dolores de espalda entre los estudiantes.

Miedo
y estrés son parte de la experiencia escolar que producen la competencia, los deberes, las pruebas, las calificaciones, los premios y castigos. Estudios indican que la miopía avanza a medida que avanzan los años de escolaridad y el estudio, así como el uso de las pantallas.

Los maestros desarrollan a su vez una serie de enfermedades vinculadas al oficio, que ya se consideran enfermedades laborales, como várices, problemas de voz, estrés, burnout. Enfermedades que reflejan el "dictar clase" como el más viejo método de enseñanza, y las cada vez más demandantes y complejas condiciones del mal remunerado y mal valorado trabajo docente. 

Padres - y sobre todo madres - de familia padecen a la par de sus hijos los rigores y el estrés de la cultura escolar: los madrugones, las carreras, el ritual de los uniformes, el martirio de los deberes, la tensión de los exámenes, la angustia sin fin del bullying, el miedo a la autoridad y a la lógica escolar.

Inseguridad
 
Uno de los grandes problemas del mundo contemporáneo es la inseguridad, la creciente violencia en la sociedad, en la familia, en el sistema escolar.

Son más bien excepcionales los países, ciudades, planteles y sistemas escolares en los que los alumnos llegan a pie o en bicicleta a la escuela. La inseguridad y la violencia en las calles refuerzan los cuidados y los miedos de padres y madres de familia. Jugar en la calle, jugar al aire libre, quedó en el pasado y se recuerda con nostalgia en muchos entornos urbanos. El juego va quedando cada vez más como una actividad vigilada y puertas adentro.

La violencia ha entrado en la escuela, con todo el menú de males que ofrece cada sociedad: maltrato, bullying, drogas, abuso sexual, crimen. Morir a mano de estudiantes armados ya es posible y los episodios se repiten, sobre todo en países «desarrollados». El control de armas es ya parte de la rutina escolar en Estados Unidos y otros países. 

Accidentes en transportes escolares sin supervisión adecuada, y casos de pedofilia y violación en pre-escolares, escuelas y colegios, son noticia diariamente.

El uso de celulares, laptops y tabletas es un nuevo flanco de la inseguridad escolar y de la vulnerabilidad de los alumnos de todas las edades. Quienes han venido recomendando, entusiastas, la entrada de toda clase de artefactos electrónicos a la escuela, muchas veces no han tenido en cuenta los riesgos que esto tiene para los alumnos. El robo de celulares, muchas veces con asalto, es hoy una de las principales fuentes de inseguridad infantil y juvenil en muchos países «en desarrollo».

Atrás quedaron los tiempos en que las familias enviaban a sus hijos a la escuela confiando en que allí estarían a salvo. Hoy saben que no es así, ni en planteles públicos ni en privados. La escuela cercana al hogar se valora más que nunca. La seguridad ha pasado a ser factor clave en la elección de escuela, donde esto es posible.

Juego

El juego es un derecho de la infancia y un poderoso motor de aprendizajes. El juego organiza la vida y la actividad de los niños (vale recordar que la definición de «niño» va hasta los 18 años de edad). 

Jugar aprendiendo es el principal y el mejor modo de aprender. Dentro y fuera de la escuela.

No obstante, el sistema escolar se lleva mal con el juego. Estudiar y jugar, y hasta aprender y jugar, pueden verse como incompatibles. Jugar es actividad reservada para los recreos. Aprender es lo que se hace en el aula. Y todos parecen empeñados en meter a los niños cuanto antes a las aulas, en acortar la «etapa del juego» y entrar de lleno a la «etapa del estudio».

Porque solo a los niños pequeños, y hasta el pre-escolar, se les concede oficialmente la necesidad de jugar. Un año más tarde, a ese niño se lo sienta y se le prohibe jugar: ha entrado a primer grado. 

El prototipo del «buen alumno» sigue siendo el alumno sentado, quieto, silente. El inquieto, el curioso, el preguntón, es el indisciplinado, el «mal alumno»

Pobre del profesor o profesora que juega y que alienta el juego. Se expone a llamados de atención no solo de los directivos sino de los padres de familia. Típicos «vagos» que se escudan en el valor pedagógico del juego para no trabajar, para no enseñar. 

Sueño 
School Starts Too Early
Conocemos hoy mejor que nunca la importancia del sueño para el buen funcionamiento del cuerpo y del cerebro. Dormir poco y mal es un factor que trae aparejados problemas de salud y contribuye a la agresividad y a la obesidad. Estudios muestran que muchos niños acosadores, que practican el bullying, son niños con déficit u otros trastornos de sueño. Dormir poco y dormir mal tiene un efecto muy negativo sobre el desarrollo y el desempeño intelectual, la cognición, la concentración, la atención, la memoria, el aprendizaje.

Los horarios escolares han estado siempre pensados desde las lógicas económicas y las dinámicas adultas de la sociedad, no desde las necesidades y dinámicas de niños y jóvenes, y mucho menos desde los requerimientos del aprendizaje.

Niños, adolescentes y jóvenes escolares se levantan con sueño, sin haber dormido lo suficiente.Y, claro, bostezan en clase. Los pobres y los ricos. Unos duermen poco y mal porque eso es parte del ser pobre, del hacinamiento, el hambre, la ausencia de un mínimo confort. Otros, porque están hasta altas horas de la noche con el televisor prendido, la consola de juegos, la computadora y el internet. Pocos duermen las 9 a 11 horas diarias que recomienda la Asociación Mundial de Medicina del Sueño.

También los profesores, y los padres y madres de familia, se levantan con sueño. La falta de sueño se considera ya un tema de salud pública a nivel mundial. Se estima que en los últimos 50 años se han perdido en promedio 2 horas de sueño diario. Millones de personas - adultos, jóvenes y niños - experimentan trastornos diversos relacionados con el sueño. Para quienes estudian, los problemas se ven en el bajo resultado escolar; para quienes trabajan, en el bajo rendimiento laboral.

La pregunta es: ¿vale la pena dormir poco y mal, vale la pena tanto sacrificio y tanto trajín, todos los días, para ir a la escuela?


Frente a la insatisfacción con el sistema escolar, surgen o se refuerzan propuestas e iniciativas alternativas. La educación al aire libre gana adeptos. El contacto con la naturaleza busca compensar el ya reconocido deficit de naturaleza.

Muchas de las innovaciones vienen por el lado de la infraestructura escolar: más espacios verdes, menos cemento; uso de materiales ecológicos para la construcción; aulas más amplias; espacios integrados; huertos escolares.

Otras tienen que ver con el mobiliario: aulas sin pupitres, para sentarse en el suelo; cojines, puffs, hamacas. Otras, con las tecnologías: sacar computadoras de las aulas, promover su uso en casa; regular el uso de celulares. Otras, con el tiempo: jornadas menos largas (o bien más extendidas, según el caso); clases más cortas; una organización distinta del currículo en el aula, en la jornada y en el calendario escolar; otros arreglos en cuanto a tiempo y actividades en vacaciones. Otras, por un replanteamiento radical de los lugares, del dónde y cómo se enseña y aprende: combinar estancia en la escuela con educación a distancia y en el hogar.

Se plantea asimismo postergar la edad de inicio de la escolarización, eliminar o reducir los deberes, menos pruebas y exámenes, más espacio y tiempo para el juego, más tiempo de recreo y más frecuentes, medidas más duras contra el bullying. Y, claro, homeschooling o unschooling como alternativas a la escolarización convencional. Para muchos, el paquete escolar parece difícil de combatir y revertir.

Para saber más
- Academic performance at school linked to exercise, BBC.
- Are schools making kids sick?, CNN, 2012.
- The Power of Play in Learning, Mind/Shift.
- "Un mundo distraído. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?", entrevista con Nicholas Carr.

- De lo físico a la física: la relación entre infraestructura escolar y resultados educativos en América Latina. Estudio del BID, 2011. 
- World Association on Sleep Medicine / World Sleep Day
- School Starts Too Early, Scientific American
- Madrugar no es beneficioso para los estudiantes, El Comercio, Quito, 2 sep. 2014
- La miopía sube con la educación
- Uno de cada tres niños carga el triple del peso recomendado en la mochila que llevan al colegio

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NO  CORRO
NO  GRITO
NO  EMPUJO


Así está escrito, en letras amarillas muy grandes, sobre el muro del patio de la escuela, en Quito. Como para que a nadie le pase desaperci­bido. Como para que a nadie se le ocurra correr, gritar o empujar durante el recreo, a la hora de formarse, a la hora de entrar y salir. Como para que a nadie se le olvide que un patio escolar no es un patio cualquiera. 


CORRER es lo que provoca hacer después de un largo período de en­cierro, sobre todo si se es niño, adolescente o joven. El aula es esencialmente jaula. Bastante es pedirles que permanezcan quietos, sentados y atentos varias horas al día, pendientes de ser tomados por asalto con una pregunta, una instrucción, un dictado, una prueba. ¿Cabe pedirles además que sigan quietos durante el recreo? ¿Dónde liberar la energía que se acumula en el enclaustramiento de un aula y en la inmovili­dad de un asiento?.

GRITAR es esperable en un recreo, cuando los recreantes son alumnos forzados al silencio y la incomunicación. El aula es esenciamente escuchadero. El profesor habla, los alumnos escuchan. Hablar con el compañero es indisciplina. Preguntar está mal visto. Trabajar en equipo, ni pensar. ¿Puede pedirse a los alumnos que conserven la mordaza fuera del aula? ¿Dónde explotar la bomba cargada de prohibiciones: no hablar, no conversar, no opinar, no preguntar?.

EMPUJAR puede ser una manera de jugar, de agredir o de desafiar las normas. El aula es esencialmente santuario. El contacto físico con otros está prohibido. El cuerpo, negado. ¿Dónde sacudirse las rigideces de la disciplina, de las reglas, de los tabúes? 

Mientras las aulas sigan siendo jaulas, claustros, santuarios, los patios seguirán siendo desahogaderos. ¿Qué tal acercar un poco aula y patio? ¿Qué tal llevar a la clase un poco de recreo?.

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