¿Por qué la invisibilidad del aprendizaje y la educación de adultos (AEA)?


Rosa María Torres


Texto de mi conferencia en la Cátedra Abierta Latinoamericana y Caribeña
UNAE/DVV Internacional, 25 julio 2021

La educación de adultos atiende a personas mayores de 15 años y adopta distintos objetivos, contenidos y modalidades. Los ministerios de educación suelen tener un departamento o una sección dedicada a este asunto; educación y capacitación de adultos se hace en verdad en la mayoría de ministerios. No obstante, ésta suele estar invisibilizada y cuenta con presupuestos irrisorios. Sigue siendo "la Cenicienta de la educación". No solo en los 'países en desarrollo'; también en los 'países desarrollados'.

A menudo, la educación de adultos ni siquiera se visualiza como parte del sistema educativo. Los perfiles y planes educativos de los países con frecuencia se olvidan de ella; mencionan solo a niños, adolescentes y jóvenes. Esto sucede también en informes y estudios de organismos internacionales.

La educación de las personas adultas prácticamente no fue tema durante la pandemia del COVID-19 y el cierre de las instituciones educativas en todo el mundo. La preocupación con el cierre de las aulas, la falta de conectividad y de condiciones para dar continuidad a la educación escolar se centró en los niños y en las escuelas. Las estadísticas de alumnos fuera de las aulas, que no regresan a clases, que no tienen acceso a Internet, se refieren a niños y adolescentes. Las reflexiones y discusiones acerca del futuro de la educación post-pandemia se han centrado en la infancia, en la escuela y en las tecnologías, así como en la educación superior.

Todo esto a pesar de que:

a) se conoce la importancia de la educación de padres y madres para el bienestar de la familia y de los hijos, para su educación y desempeño escolar. Dicha importancia está documentada en numerosas investigaciones y evaluaciones en todo el mundo;

b) se menciona cada vez más el Aprendizaje a lo Largo de la Vida (ALV);

c) el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, dedicado a la educación, habla de "Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos";

d) la UNESCO ha propuesto ampliar el concepto de inclusión más allá de la discapacidad e incluir todos los factores de discriminación educativa, entre ellos edad, género, identidad étnica, situación socioeconómica, discapacidad, ruralidad, situación migratoria, privación de libertad, etc. (Ver "Inclusión y educación: Todos sin excepción", Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020, UNESCO, París).


¿Por qué la continuada invisibilidad de la educación de adultos?


Destaco aquí varias cuestiones que contribuyen a dicha invisibilidad, las cuales hacen parte del 'sentido común' de la educación ampliamente arraigado en la población e inclusive entre educadores y personas consideradas expertas en el tema educativo  - y que contribuyen a dicha invisibilidad.

■ Asociación educación = infancia y 'edad escolar'

Tradicionalmente se asocia educación a infancia e incluso derecho a la educación y aprendizaje a infancia. No obstante, el derecho a la educación y al aprendizaje abarca a niños, jóvenes y adultos. De hecho, la mayoría de constituciones mencionan la educación de adultos y la mayoría de países ofrece programas de educación, capacitación y formación de personas adultas.

Abundante nueva investigación disponible reitera que toda edad es buena para aprender, que - con la debida motivación y dedicación de tiempo - las personas pueden aprender casi cualquier cosa hasta edades avanzadas.

■ Asociación educación = educación formal

La palabra educación evoca sistema educativo, es decir, educación formal. Muchos asumen que la educación - ¡incluso el aprendizaje! - empieza el primer día de escuela. La política educativa es usualmente política escolar y las propuestas de reforma educativa son esencialmente propuestas de reforma de la educación escolar.

Pese a todo lo avanzado en estas décadas en el tema educativo, sigue siendo difícil concebir que no hay educación sino educaciones, dentro y fuera de las aulas, en el hogar, en la comunidad, en la biblioteca, en el trabajo, a través de los medios, del arte, del Internet, etc.

La pandemia contribuyó a visibilizar la importancia del hogar como espacio de aprendizaje y la importancia de aprender al aire libre, en movimiento y en contacto con la naturaleza.

■ Invisibilización de la educación y los aprendizajes en el hogar y en la comunidad

El aprendizaje inicia con el nacimiento; los primeros aprendizajes se dan en el hogar. No obstante, esto pasa desapercibido ante la primacía del sistema escolar. Se afirma que "los padres son los primeros educadores" pero en los hechos no se reconoce el papel clave que juegan padres y madres en el cuidado, protección y educación de niños y niñas, especialmente en la primera infancia, la edad más importante de todas. Pese a la creciente evidencia disponible, no se reconoce el impacto que tiene la educación de los padres sobre la educación, el aprendizaje y el bienestar de los hijos. Si esto se reconociera, se daría gran importancia a la educación de los progenitores. Como se señala, la educación de un niño empieza 20 años antes de nacer.

Se pasa generalmente por alto, asimismo, el valor educativo de la comunidad y los aprendizajes que se hacen en la convivencia comunitaria, desde la primera infancia y a lo largo de la vida.

■ Asociación educación de adultos, educación no-formal y 'de segunda oportunidad'

La educación de adultos viene siendo pensada tradicionalmente como 'educación no-formal' y 'educación de segunda oportunidad'.

La Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (CINE 2011) de la UNESCO contempla tanto la educación formal como la no-formal en todas las edades (no incluye el aprendizaje informal). Caracteriza a la educación de adultos como 'educación no-formal de segunda oportunidad', a pesar de que se reconoce que hay programas de 'reintegración' de jóvenes y adultos en educación primaria y en educación secundaria.

Los membretes "no-formal" y "segunda oportunidad" indican fuera de lugar y fuera de tiempo, y contribuyen a la percepción de bajo estatus del AEA. El propio término 'educación de segunda oportunidad' no tiene cabida en el marco del Aprendizaje a lo Largo de la Vida; toda persona tiene no dos sino múltiples oportunidades de educarse y aprender a lo largo de la vida.

■ Edad: gran factor de discriminación y exclusión educativa

La edad es un factor mayor de discriminación y exclusión en el campo educativo. Se ha asumido que hay cierta edad para educarse y para aprender, que la capacidad de aprender declina, incluso atrofia, con la edad. El nuevo conocimiento disponible en torno a la cognición y al envejecimiento muestra que hay mucho prejuicio e ignorancia en torno al tema, mucho que aprender y desaprender. Lo preocupante es que las propias personas adultas y la comunidad educativa asociada a este campo no cuestionan el prejuicio asociado a la edad ni reclaman la educación y el aprendizaje como un derecho.

Inclusión y educación inclusiva se han asociado fundamentalmente a discapacidad. Hoy, no obstante, inclusión se refiere a la eliminación de todo tipo de discriminación. El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo “Inclusión y Educación: Todos Sin Excepción (UNESCO, 2020) mencionó como factores de exclusión: género, edad, lugar, origen étnico, pobreza, pertenencia a grupos indígenas, lengua, religión, migración, discapacidad, orientación sexual, encarcelamiento, creencias y actitudes. La edad apareció mencionada por primera vez como un importante factor de exclusión y las personas adultas fueron mencionadas dentro del lema “Todos sin Excepción”.

■ Pobreza: más discriminación

La persona adulta destinataria de políticas y programas de educación de adultos es generalmente una persona mayor de 15 años sin o con baja escolaridad, que no pudo estudiar o continuar sus estudios en la infancia debido a condiciones económicas y sociales adversas, y que decide continuar estudiando o aprendiendo informalmente a la edad adulta. Es una persona que quiere actualizar y profundizar sus conocimientos, o bien re-capacitarse en nuevas competencias u oficios, a fin de mejorar sus condiciones de trabajo y empleabilidad en un mundo cambiante.

Esta persona con deseo de aprender y superarse pasa a ser víctima de una doble discriminación: haber superado la edad considerada apropiada para aprender, y ser pobre. Esta doble discriminación se refleja en la discriminación del propio campo, marcado por la precariedad y la carencia en todos los ámbitos. Una oferta pobre para pobres.

Jóvenes y adultos

Los límites entre juventud y edad adulta no son claros en general y específicamente en el terreno educativo. Los jóvenes y los adultos jóvenes tienen prioridad y tienden a copar la oferta de ‘educación de adultos’, mientras que las personas adultas y de la tercera edad quedan frecuentemente relegadas.

Vemos esto claramente en el ODS4, cuya meta para la alfabetización (Meta 4.6) al año 2030 separa jóvenes (15-25 años) y adultos, y propone universalizar la alfabetización para los primeros, no para los segundos - "garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos tengan competencias de lectura, escritura y aritmética" - pese a reiterarse las consignas de "todos es todos" y "que nadie se quede atrás" y pese a afirmarse que las personas de la tercera edad son uno de los grupos vulnerables a priorizar.

■ ‘Educación de adultos’ asociada históricamente a alfabetización

La educación de adultos permanece fuertememnte asociada a la alfabetización, un campo de gran inercia, con escaso avance teórico y práctico en las últimas décadas.

En la mayoría de 'países en desarrollo' las estadísticas de analfabetismo/alfabetismo siguen estableciéndose a partir de la autodeclaración de las personas, sin evaluación ni verificación de ningún tipo. Campañas y programas dejan por lo general procesos de alfabetización incompletos que no habilitan a las personas a leer y escribir con autonomía, y que se diluyen rápidamente ante la falta de uso. La alfabetización es la meta que menos ha avanzado en las últimas décadas en los sucesivos planes y agendas internacionales para la educación (por ejemplo, en el Proyecto Principal de Educación de América Latina y el Caribe 1980-2000 y en el prograna mundial de Educación para Todos 1990-2000-2015).

En 1996, en su informe ‘Prioridades y estrategias para la educación’, el Banco Mundial aconsejó a los gobiernos de los países en desarrollo no invertir en alfabetización de adultos pues era un desperdicio de recursos. Más adelante rectificó esa postura.

Si bien la educación de adultos en muchos países en desarrollo ha avanzado más allá de la alfabetización, ésta continúa siendo un campo clave, problemático y urgido de renovación.

■ ‘Educación de adultos’ entendida como atención al 'rezago educativo'

Más recientemente, en varios países han venido implementándose políticas y programas de atención al 'rezago educativo', también llamado 'escolaridad inconclusa', destinado a jóvenes y adultos que desean concluir sus estudios primarios o secundarios, en programs de aceleración, presenciales o virtuales.

Si bien esto significa un avance respecto de la tradicional oferta de alfabetización y post-alfabetización, y ofrece un servicio valorado por las personas, nuevamente el AEA queda atrapado en esta función remedial y compensatoria de 'segunda oportunidad'. (En el Ecuador, por ejemplo, dentro del Ministerio de Educación la dirección de adultos se bautizó como Dirección Nacional de Educación para Personas de Escolaridad Inconclusa). Los múltiples campos y dimensiones del AEA pasan inadvertidos: educación parental, laboral, ciudadana, ambiental, del consumidor, artística, etc.

■ Dispersión del aprendizaje y la educación de adultos

Prácticamente todos los ministerios y dependencias estatales hacen educación y capacitación de adultos - Salud, Cultura, Trabajo, Economía, Agricultura, Bienestar Social o Familiar, etc.- así como movimientos sociales, sindicatos, organizaciones comunitarias, barriales, de mujeres, campesinos, padres de familia, artistas, etc.

‘Educación’ y ‘capacitación’ se consideran mundos separados. No obstante, vistas desde el aprendizaje, están entrelazadas y son parte de un continuo.

Educación de adultos sigue asociándose al 'sector educativo' y al ministerio de educación. Los informes que los países envían al UIL-UNESCO para la elaboración de los Informes de Seguimiento del AEA son elaborados mayoritariamente en los ministerios de educación y captan solo una pequeña parte del AEA que tiene lugar en cada país.

■ La educación de adultos tiene un lugar secundario en el panorama educativo

Las entidades estatales siguen no sabiendo dónde ubicar a la educación de adultos en sus organigramas y qué nombre ponerle. A menudo aparece bautizada de educación no-formal, no-escolarizada o no-regular, es decir, denominaciones que remiten a lo que no es antes que a lo que sí es. Muchos la llaman educación alternativa o educación popular. Proliferan las siglas y el caos en las nomenclaturas, los cuales difieren dentro de los propios países así como entre países e idiomas. Son pocos los países que tienen un subsistema completo de educación de adultos (por ejemplo Cuba).

El problema de la identidad y el problema de la ubicación están estrechamente relacionados; ambos restan legitimidad, consistencia y visibilidad al campo.

Falsa disyuntiva entre educación de niños y educación de adultos

La disyuntiva niños versus adultos sigue planteándose en el mundo de la educación y sigue arrojando los mismos resultados. Si se pone a elegir entre educar a los niños o educar a las personas adultas, ganan siempre los niños. El problema es que no se puede elegir: no es posible educar a los niños sin educar a los adultos (padres, madres, abuelos, cuidadores, profesores, etc.). Hay una falta de comprensión de las inter-relacionaes entre educación de niños y educación de adultos. Justamente "el interés superior del niño" hace indispensable educar a la familia, a la comunidad, a los maestros.

La violencia contra los niños en el hogar y en la escuela exige trabajar con los adultos-padres y los adultos-profesores. Combatir la desnutrición infantil exige entre otros información y educación de madres y padres de familia y de quienes se encargan del cuidado y la provisión del agua y de los alimentos. Exigir el derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad implica trabajar con la familia en la exigibilidad y concreción de ese derecho. Investigaciones y evaluaciones muestran sistemáticamente el enorme impacto que tiene la educación de los padres, y sobre todo de las madres, en los indicadores de bienestar infantil y en los aprendizajes escolares.

Educación de adultos, mundo aparte

La educación de adultos ha creado mundo aparte, desvinculado del sistema escolar. Del sistema escolar cuyas falencias reproducen el analfabetismo, el no-aprendizaje y el abandono escolar, es decir, las condiciones que alimentan esa educación de adultos remedial de 'segunda oportunidad'.

Antes que disociar, es indispensable pensar y trabajar de manera articulada la educación infantil y la educación de adultos, la alfabetización infantil y la alfabetización adulta. Combatir el analfabetismo implica trabajar a dos puntas, con los niños en la escuela y con los jóvenes y adultos que no se escolarizaron cuando niños, como parte de una sola política y estrategia de alfabetización.

Educación de adultos sin movimientos y organizaciones sociales

En muchos países la educación de adultos no concita el interés de las organizaciones que aglutinan a los trabajadores, a los campesinos, a los obreros, a los desempleados, a las trabajadoras del hogar, etc., sujetos sociales colectivos llamados a defender, exigir y ejercer plenamente su derecho a la educación y al aprendizaje a lo largo de la vida.

Tanto a nivel nacional como internacional es indispensable un esfuerzo deliberado y sostenido por involucrar a movimientos y organizaciones sociales en las instancias de dirección, coordinación y participación en el campo del AEA, en los eventos y debates en los que se perfilan diagnósticos y diseños de futuro.

■ Incomprensión del paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida (ALV)

El ALV es el nuevo paradigma para la educación en el siglo 21 propuesto por la UNESCO.

El ALV pone el aprendizaje en el centro, reconoce que el aprendizaje es un continuo desde el nacimiento hasta la muerte, que no tiene edad, que se realiza dentro y fuera del sistema educativo, en múltiples espacios y a través de múltiples vías. Aprendizaje a lo Largo de la Vida es también Aprendizaje a lo Ancho de la Vida.

El ALV es cada vez más mencionado pero sigue siendo poco comprendido. Muchos confunden educación a lo largo de la vida y aprendizaje a lo largo de la vida. Muchos creen que se refiere únicamente a adultos. Muchos, asimismo, asumen que "a lo largo de la vida" quiere decir "a lo largo del sistema educativo".

El ALV y no ha sido adoptado en los países como el nuevo paradigma para la educación y los aprendizajes en el siglo 21, y como la nueva visión y el nuevo enfoque recomendado para asumir la Agenda 2030 y el ODS4.

■ América Latina mantiene la sigla EPJA (Educación de Personas Jóvenes y Adultas)

La sigla EPJA se adoptó en esta región en los 1980s, en el marco del segundo Proyecto Principal de Educación coordinado por la oficina regional de la UNESCO. La J se agregó para destacar la creciente incorporación de los jóvenes al campo. La P se agregó a fin de evitar el masculino adultos. La sigla EPJA fue adoptada en muchos países de esta región y es generalmente irreconocible para personas e instituciones no vinculadas a la educación de adultos o vinculadas a otras formas y modalidades de educación de adultos.

Le región no ha adoptado el nombre Aprendizaje y Educación de Adultos (AEA) adoptado en 2015 por el Instituto de Aprendizaje a lo Largo de la Vida de la UNESCO (UIL-UNESCO) y a nivel mundial a partir de una Recomendación de la UNESCO. El AEA introduce cambios conceptuales y operativos que van más allá del mero cambio de nombre y sigla. Mantenerse al margen de las nuevas tendencias y nomenclaturas internacionales contribuye a aislar a esta región en este campo.

Replantear la CONFINTEA

La Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA), organizada cada doce años por la UNESCO desde 1949, no está contribuyendo a visibilizar el AEA, a dinamizar el campo y a articularlo con otros campos de la educación. Al contrario, ha contribuido a su aislamiento y automarginación, y a reproducir varios de los problemas que hemos reseñado aquí.

La VII CONFINTEA (Marruecos, junio de 2022), será una oportunidad para revisar y replantear este mecanismo.

Cómo citar este artículo: Torres, Rosa María, "¿Por qué la invisibilidad del aprendizaje y la educación de adultos?", Blog OTRAƎDUCACION, Quito, 2021.


Alfabetización y aprendizaje a lo largo de la vida

 

Ilustración: David Parkins


Conferencia y ponencia en inglés presentadas en la Bienal 2006 de la ADEA
(Libreville, Gabón, Marzo 27-31, 2006)

Literacy and Lifelong Learning: The linkages


Introducción
2

1.
Muchas personas no ven relación entre alfabetización y aprendizaje a lo largo de la vida. De hecho, la mayoría de la gente – incluyendo políticos y especialistas en educación – piensa la alfabetización como una oferta educativa remedial y no-formal, de corta duración, destinada a personas pobres que no pudieron ir a la escuela cuando niños. Este documento se propone revisar éstas y otras concepciones tradicionales, y mostrar la relación estrecha que existe entre alfabetización y aprendizaje a lo largo de la vida.

2.
La alfabetización de jóvenes y adultos ha sido desatendida en las agendas nacionales e internacionales para la educación. Las metas de la Educación para Todos (Jomtien, 1990 y Dakar, 2000) terminaron centrándose, en la práctica, en niños y niñas, y en la educación escolar. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015) no se ocuparon de los adultos y sus necesidades de aprendizaje.

3.
La recomendación de no invertir en alfabetización y en educación de adultos en general, hecha por el Banco Mundial desde fines de 1980 a los gobiernos de los 'países en desarrollo', se basaba en dos argumentos: (a) recursos escasos y necesidad de priorizar la infancia y la escuela, y (b) ineficacia atribuida a los programas de alfabetización de adultos. 3

No obstante, ninguno de estos argu
mentos es válido, porque: (a) la educación de niños/niñas y la educación de adultos están íntimamente relacionadas y por tanto no cabe la opción niños versus adultos, y (b) la supuesta ineficacia y baja rentabilidad de la alfabetización de adultos no se basó en información ni conocimientos confiables, lo que fue luego reconocido y rectificado por el Banco Mundial (Lauglo, 2001; Oxenham y Aoki, 2001; Torres, 2004). 4

4.
La meta no es “erradicar el analfabetismo” sino asegurar acceso universal a la cultura escrita – familias letradas, comunidades letradas, sociedades letradas –. Para alcanzar esta meta se requiere trabajar simultáneamente en cuatro frentes complementarios:

a) Educación básica de calidad para todos los niños y niñas,
poniendo la alfabetización (adquisición, desarrollo y uso de la lengua escrita) en el centro de los esfuerzos y las reformas escolares.

b) Alfabetización universal para la población joven y adulta excluida del sistema escolar,
no solo a través de programas específicos para adultos, sino como parte de los esfuerzos educativos dirigidos a la familia y la comunidad, y a través de todos los medios posibles.

c) Un ambiente que estimule la lectura y la escritura, a nivel local y nacional,
incorporando y articulando todas las instituciones, medios y tecnologías disponibles (familia, escuela, biblioteca, iglesia, espacio deportivo, centro comunitario, telecentro, cibercafé, periódicos, radio, televisión, etc.).

d) Luchar contra la pobreza de manera estructural,
no sólo con intervenciones focalizadas ad-hoc, sino introduciendo cambios profundos en el modelo político, económico y social. No se puede luchar contra el analfabetismo sin luchar contra la pobreza y sin asegurar la satisfacción de las necesidades básicas de la población. 5

En definitiva, alfabetización para todos y educación para todos requieren intervenciones complejas y políticas intersectoriales. Solamente desde la política educativa es imposible avanzar sobre la democratización de la educación y de la cultura escrita. 6

Ver el artículo completo en: Revista Interamericana de Educación de Adultos, vol. 28, núm. 1, enero-junio, 2006, pp. 25-38.  Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe, Pátzcuaro, México

NOTAS

1
Rosa María Torres (Ecuador). Educadora y lingüista. Fue Directora Pedagógica de la Campaña Nacional deAlfabetización “Monseñor Leonidas Proaño” (1988-1990) y Ministra de Educación y Culturas (2003) en el Ecuador. A solicitud de la UNESCO preparó el documento de base para la Década de las Naciones Unidas para la Alfabetización (2003-2012).
1

2 Este trabajo fue traducido por el
CREFAL para su publicación en la Revista Interamericana de Educación deAdultos, núm. 1, 2006. El original, en inglés, fue un documento encargado por la ADEA (Association for the Development of Education in Africa, Asociación para el Desarrollo de la Educación en África) y presentado en la Reunión Bianual de la ADEA, realizada en Libreville, Gabón, entre el 27 y el 31 de marzo de 2006. A esta versión en español le hemos introducido algunos cambios menores y algunos ejemplos que contextualizan los puntos tocados en relación a América Latina y el Caribe.

3 Ambos argumentos fueron esgrimidos por el Banco Mundial en su documento de política educativa Prioridades y Estrategias para la Educación (1996). El argumento acerca de la baja rentabilidad se basó en un estudio encargado por el Banco Mundial (Abadzi, 1994), cuyos datos eran viejos, referidos al Programa Mundial Experimental de Alfabetización realizado a finales de los 60 (entre 1967 y 1972) en 11 países (ver Lind y Johnston, 1990).

4
Algunos estudios promovidos por el Banco Mundial (ver por ejemplo Carr-Hill, 2001, realizado en Uganda) concluyen que la educación no-formal (fuera de las aulas) puede ser más rentable que la educación escolar. Este es un argumento peligroso, que puede llevar a pensar en la educación de adultos y la no formal como sustitutas de la educación escolar regular.

5 Este cuarto pilar, esencial, no fue mencionado en el Informe 2006 de Seguimiento de la Educación de Adultos en el Mundo “La alfabetización: Un factor vital”, dedicado a la alfabetización.

6 Ver Rosa María Torres, Justicia educativa y justicia económica: 12 tesis para el cambio educativo, Movimiento Internacional Fe y Alegría/Entreculturas, Madrid, 2005.


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