▸ La educación va más allá del sistema escolar. El sistema escolar es, con todo, la institución más importante y extendida de enseñanza sistemática.
▸ Lo importante es el aprendizaje más que la educación o la enseñanza por sí mismas. La educación sólo tiene sentido si hay aprendizaje. No todo aprendizaje es resultado de la enseñanza.
▸ La educación y los aprendizajes son responsabilidad conjunta de la comunidad local y de las comunidades regional y nacional, así como de cada individuo en particular.
▸ Hay muchas fuentes de aprendizaje -el hogar, el sistema escolar, la naturaleza, la calle, la comunidad, el trabajo, el grupo de amigos, los medios de comunicación., etc.- y muchas maneras de aprender -el juego, la lectura, la observación, la reflexión, la conversación, la práctica, el ensayo y el error, el autoestudio, etc.- Todas ellas son relevantes y complementarias en la tarea de satisfacer las necesidades de aprendizaje de las personas.
▸ Toda comunidad tiene sus propias instituciones, agentes y redes de enseñanza y aprendizaje, operando formal e informalmente a través de la familia, la escuela, el parque, la biblioteca, la plaza, la cancha deportiva, el centro comunitario, el centro de salud, la iglesia, el club, el museo, el taller, la fábrica, la tienda, las fiestas y tradiciones de la localidad, etc.
▸ Cada miembro de la comunidad es potencialmente un educador y un educando, con capacidad tanto para enseñar como para aprender, y es responsabilidad colectiva desarrollar esas capacidades y talentos.
▸ Comunidad y escuela no deben verse como dos entidades separadas; la escuela es parte de la comunidad, alumnos y maestros son miembros plenos de la comunidad. Es preciso encontrar puntos en común, convergencias y alianzas entre familia y escuela, entre padres y maestros.
▸ Cualquier edad es buena para aprender. Cada una -infancia, juventud y edad adulta- tiene sus peculiaridades, sus debilidades y fortalezas específicas.
▸ La educación infantil y la educación de los adultos se necesitan y complementan mutuamente; la educación de los adultos (padres y madres de familia, agentes escolares, miembros de la comunidad, etc.) es una condición esencial para la educación y el desarrollo de niños y jóvenes, así como para el desarrollo comunitario y social.
▸ El aprendizaje, para ser tal, debe ser relevante y significativo para quien aprende, es decir, debe responder a sus intereses, motivaciones y necesidades, debe conectarse con sus conocimientos y experiencias previas, y motivar a continuar aprendiendo.
▸ La cooperación y la solidaridad deben ser vistos como norma y como recurso no únicamente para tareas de la supervivencia sino para asegurar los conocimientos, habilidades, valores y actitudes que forman parte del capital básico de aprendizaje de una comunidad.
▸ Es indispensable respetar, valorar, promover y aprender de la diversidad, y reconocer por tanto la necesidad de respuestas específicas a realidades también específicas de los grupos y sus contextos.
▸ El aprendizaje no tiene edad ni fronteras.
Las propuestas a ser consideradas para incluirse como proyectos dentro de la Iniciativa “Comunidad de Aprendizaje” deben responder al ideario descrito. Se espera, al mismo tiempo, que el conjunto de los proyectos presentados y seleccionados constituya un mosaico sumamente diverso en tanto cada proyecto responderá a visiones, realidades y contextos específicos.
De modo general, se espera que los proyectos a incluirse dentro de esta Iniciativa reúnan las siguientes características:
▸ Concentración en torno a una comunidad determinada La comunidad se define aquí tanto por compartir un espacio geográfico a nivel rural y/o urbano (una zona, un poblado, un barrio o un conglomerado de barrios urbanos, una ciudad, un distrito, un municipio) como por compartir un sentido de identidad, pertenencia y propósito común, reconociéndose obviamente la heterogeneidad y las tensiones y contradicciones internas que caracterizan a toda comunidad real. Al concentrar y articular los esfuerzos se busca evitar la dispersión y permitir profundidad, continuidad y sinergia en la acción.
▸ Construir sobre procesos en marcha No se trata de iniciar proyectos en el vacío sino de dinamizar, desarrollar y eventualmente expandir procesos ya en marcha, con existencia previa al proyecto. Allí donde hay una comunidad organizada trabajando en torno a uno o más objetivos comunes (salud, trabajo, educación, transporte, seguridad, etc.) puede haber condiciones para desarrollar un programa educativo que ayude a dinamizar y articular las acciones en marcha.
▸ Niños y jóvenes como beneficiarios y actores principales El proyecto y las diversas actividades emprendidas deben tener como eje la población infanto-juvenil, a cuyo bienestar y desarrollo se dirigen prioritariamente los esfuerzos. Niños y jóvenes no deben ser vistos únicamente como beneficiarios del proyecto, sino como agentes activos en su definición, ejecución y evaluación. Las opiniones de niños y jóvenes acerca de sus propias necesidades y expectativas, así como sus capacidades y voluntades para sacar adelante un proyecto comunitario, deben no sólo ser tenidas en cuenta sino estimuladas y valoradas.
▸ Intervención pertinente y de calidad en sectores populares Pertinencia y calidad son factores fundamentales para el éxito de cualquier proyecto educativo. Partimos de la convicción de que, antes que intervenciones compensatorias o remediales, lo que requieren los sectores populares son propuestas educativas innovadoras y de calidad. Dicha calidad tiene que ver no única ni principalmente con la infraestructura, el equipamiento y la tecnología, sino con la pertinencia de la propuesta, la idoneidad y experiencia profesional de las instituciones involucradas, y el desarrollo de las capacidades y los recursos humanos a lo largo de la propia ejecución del proyecto.
▸ Procesos participativos Para responder a las necesidades y posibilidades de la población, y para ser sustentable y efectivo, el proyecto requiere ser no sólo ejecutado sino diseñado con la participación activa y el consenso de los involucrados. El proyecto mismo, en esa medida, resulta de un proceso cooperativo y formativo, y los “beneficiarios” pasan a ser al mismo tiempo “agentes” activos del proyecto: niños, jóvenes y adultos, padres de familia, alumnos, equipo docente, líderes comunitarios, comunidad toda. Particular importancia se dará a la incorporación de los jóvenes como agentes comunitarios y agentes activos en las diversas actividades del proyecto.
▸ Proyectos asociativos y construcción de alianzas Se espera que los proyectos sean diseñados, presentados y ejecutados entre al menos dos y preferentemente un consorcio de organismos entre los que estén incluidos diversos actores, gubernamentales y no gubernamentales, incluyendo instancias estatales, universidades, asociaciones docentes, ONGs, organizaciones comunitarias, empresas, iglesias, etc.
▸ Orientación hacia el aprendizaje y la innovación pedagógica Un objetivo central del proyecto, en el cual se evaluará su eficacia e impacto, será su capacidad para dinamizar, renovar y abrir nuevas oportunidades de aprendizaje a nivel comunitario, familiar y escolar, incluyendo como sujetos de aprendizaje a alumnos, profesores, padres, niños, jóvenes, adultos y miembros de la comunidad en general. Promover y asegurar aprendizajes implica dar especial importancia a la dimensión pedagógica dentro del proyecto, propiciando la formación y la reflexión pedagógica permanente de los diversos agentes involucrados, e introduciendo enfoques, modalidades y experiencias didácticas innovadoras que permitan superar los vicios del modelo educativo tradicional.
▸ Revitalización y renovación del sistema educativo público La Iniciativa busca contribuir directa e indirectamente a revitalizar y renovar la educación pública, desde adentro y/o desde afuera del sistema escolar. En este intento, la universidad puede ser un aliado fundamental, al mismo tiempo que una oportunidad para la renovación de la propia universidad. La participación y el involucramiento activo de las escuelas, y de las instancias encargadas de la cuestión escolar en cada nivel, tanto en el diseño como en la ejecución del proyecto, será esencial. El proyecto debe contribuir a dinamizar el potencial que existe dentro del sistema formal para el desarrollo de una oferta educativa relevante y de calidad.
▸ Prioridad sobre la gente y el desarrollo humano Antes que la inversión en infraestructura y equipamiento, el proyecto priorizará la inversión (recursos y tiempo) en el desarrollo de las personas vinculadas al proyecto y al avance educativo y cultural de la comunidad como un todo. Para las actividades del proyecto se recurrirá preferentemente a recursos e instituciones locales, debidamente informados, capacitados y apoyados. Antes que incentivos materiales, se promoverán incentivos de aprendizaje a quienes se destaquen en su labor, a través de becas y viajes de estudio, pasantías, libros, videos, etc. La transferencia de conocimientos y capacidades por parte del equipo externo y de apoyo técnico será esencial y objeto de seguimiento y evaluación periódica dentro de la marcha del proyecto.
▸ Intervención sistémica y búsqueda de articulaciones Puesto que la educación y el aprendizaje permean a las distintas instituciones y actividades que forman parte de la vida de una comunidad, esto debe traducirse en un proyecto educativo que se articule con otros sectores (salud, trabajo, agricultura, deporte, cultura, etc.) y que perciba el sistema educativo de forma unificada. El desarrollo de una “comunidad de aprendizaje” implica tender puentes donde tradicionalmente se han construido abismos: escuela, familia y comunidad; padres de familia y profesores; profesores y alumnos; lo público y lo privado; educación de niños, de jóvenes y de adultos; educación pre-escolar, primaria, secundaria, vocacional y superior; educación formal, no-formal e informal; educación escolar y extra-escolar; educación presencial y educación a distancia; oferta y demanda educativas; contenidos y métodos de enseñanza; gestión administrativa y gestión pedagógica de la escuela; formación magisterial y capacitación docente en servicio; reforma desde arriba y reforma desde abajo; lo local y lo global; etcétera.
▸ Sistematización, evaluación y difusión Estos deben ser componentes del proyecto, no tareas a realizarse al final sino desde el inicio y a lo largo de su ejecución, a fin de aprender, reflexionar e introducir en la marcha los correctivos necesarios, así como compartir con otros las lecciones aprendidas y los resultados. Para cumplir con lo propuesto y poder evaluar con objetividad, el proyecto debe plantearse objetivos y metas claros, cuantitativos y cualitativos, ambiciosos pero viables, capaces de ser medidos y evaluados en el corto, mediano y largo plazo.
▸ Experiencias demostrativas e inspiradoras El proyecto debe tener potencial para convertirse en una experiencia demostrativa, en el sentido de mostrar alternativas educativas y pedagógicas, y posibilidad de cambio, sirviendo así a otros de inspiración para buscar sus propias vías. El proyecto debe aspirar a incidir positivamente en la vida comunitaria y en las actitudes de la población, las instituciones y agentes directamente involucrados, y contemplar estrategias y mecanismos de información y comunicación a fin de incidir en la opinión pública y en las instancias de toma de decisiones cuando menos a nivel local. Debe asimismo considerar ampliarse más allá del ámbito local, según sea posible en cada caso.
▸ Continuidad y sustentabilidad Sostener los proyectos en el tiempo, asegurando la consolidación y continuidad de los procesos y los aprendizajes, suele ser mucho más difícil que iniciarlos. En educación, el verdadero cambio toma tiempo y no se resuelve con acciones de corto plazo ni con innovaciones aisladas. De ahí la necesidad de prever, desde el inicio, estrategias y medidas (institucionales, organizativas, humanas, técnicas, financieras, etc.) para garantizar la continuidad de la experiencia en el tiempo, su desarrollo y perfeccionamiento continuo, y su potencial de irradiación y eventual adaptación a otros contextos.
▸ Procesos y resultados de calidad con uso eficiente de los recursos Calidad no es necesariamente sinónimo de mayor costo. Por otra parte, los proyectos costosos tienen escasas probabilidades de sobrevivir en el tiempo, consolidarse y extenderse. Es posible desarrollar procesos y resultados de calidad sin inversiones costosas en personal, equipamiento o infraestructura, con una priorización clara y estratégica en el uso de los recursos, y con un manejo eficiente de los mismos.
Se invita, mediante esta convocatoria, a la presentación de pre-proyectos a ser incluidos en la Iniciativa “Comunidad de Aprendizaje”. La convocatoria está siendo distribuida entre un conjunto amplio, pero seleccionado, de instituciones en América Latina y el Caribe.
Sólo son pasibles de financiamiento por parte de la Fundación Kellogg las instituciones sin fines de lucro debidamente registradas y legalizadas.
El pre-proyecto consistirá en un perfil suscinto del proyecto. Para este fin se ha elaborado un formulario-guía (ver más adelante), el mismo que deberá ser completado y enviado a la oficina de la Fundación Kellogg en Buenos Aires.
Se espera que, del total de pre-proyectos postulantes, se desarrollen y lleguen finalmente a seleccionarse entre 10 y 16 proyectos, distribuidos entre varios países de la región.
La duración de los proyectos podrá ser de hasta 3 años, los cuales pueden ser extendidos por 2 años más.
Los montos del financiamiento variarán de un proyecto a otro, dependiendo de su alcance y características.
Cada institución o grupo de instituciones asociadas podrá presentar un único pre-proyecto.
La evaluación y selección de los pre-proyectos y proyectos estará a cargo de un Comité integrado por especialistas de la Fundación Kellogg y especialistas reconocidos a nivel latinoamericano.
Se dará prioridad a los pre-proyectos y proyectos que:
▸ se planteen como resultado de un trabajo colaborativo y participativo con las comunidades, las instituciones locales y los potenciales beneficiarios del proyecto
▸ se diseñen y ejecuten cooperativamente entre dos o más instituciones, incluyendo a organismos gubernamentales y no-gubernamentales y a las propias organizaciones locales
▸ incluyan a niños y jóvenes como agentes activos del proyecto tanto en su diseño como en su ejecución, evaluación y diseminación
▸ se articulen con el sistema educativo en el marco de un compromiso por la transformación y revitalización de la enseñanza pública
▸ den prioridad al desarrollo de una cultura del aprendizaje entre los agentes vinculados al proyecto y a la comunidad, y promuevan la innovación pedagógica como una dimensión central del proyecto
▸ propongan y tengan condiciones para llevar a la práctica concepciones y modalidades innovadoras, sostenibles en el tiempo, de formación y capacitación de educadores
▸ incluyan expresamente estrategias, contenidos y metodologías que favorezcan la no-discriminación, particularmente en torno a cuestiones de género, etnia y discapacidad
▸ muestren una priorización y una distribución presupuestaria que sea coherente con el ideario de la Iniciativa y con los objetivos y principios enunciados en el proyecto
El conjunto de proyectos seleccionados en América Latina y el Caribe conformará una red de experiencias educativas - una "comunidad de aprendizaje" en sí misma, que comparte premisas y objetivos comunes y que está conectada de diversas maneras. Los proyectos serán apoyados con una serie de actividades y en distintos ámbitos como diseño y gestión de proyectos, sistematización, evaluación y diseminación de la experiencia, y desarrollo de los recursos humanos vinculados al proyecto.
Se hará una evaluación continua y final, tanto de cada proyecto como del conjunto de proyectos dentro de la Iniciativa.
Con la sistematización de conjunto y una selección de los proyectos más relevantes, se hará una publicación para difusión amplia (por lo menos en español y en inglés).
Cronograma 1997-1998
- Diciembre 1997: Convocatoria pública a la presentación de pre-proyectos.
- 30 Marzo 1998: Fecha límite para la recepción de pre-proyectos.
- Mayo 1998: Visitas de campo a los pre-proyectos seleccionados.
- Junio 1998: Los pre-proyectos seleccionados son invitados a participar en un “Taller de Ideas”, el cual se espera contribuya a enriquecer colectivamente la conceptualización y el diseño de los proyectos.
- Septiembre 1998: Se dan a conocer los proyectos seleccionados.