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Neuromitos y Neuroeducación

En el campo educativo abundan los conocimientos desactualizados, las falsas creencias, los mitos. La Neurociencia (cómo funciona el cerebro, cómo funciona el aprendizaje), surgida en la década de 1960, dio paso a la Neuroeducación (aplicación de esos conocimientos a la educación), surgida más recientemente, la cual viene generando una nueva ola de mitos, que se agregan a los viejos mitos, en torno a la relación cerebro-educación-aprendizajes.

Se los ha bautizado con el nombre de Neuromitos y son por lo general producto de malas comprensiones de resultados de estudios neurocientíficos o bien generalizaciones a partir de estudios hechos hace mucho y que han evolucionado a lo largo del tiempo. Es el caso, por ejemplo, del estudio sobre los hemisferios cerebrales.

Investigaciones sobre los neuromitos en varios países del mundo revelan que estos han sido adoptados por un alto número de docentes y educadores. Muchos vienen siendo utilizados en la práctica educativa e incorporados a la política educativa, a la formación y capacitación docente y a la cultura general de la población. Todos hemos visto y posiblemente citado las «pirámides del aprendizaje» que indican cuánto se aprende a través de actividades diversas (escuchar, hacer, leer, etc.) y que no tienen respaldo científico. Ilustraciones y obras artísticas sobre el cerebro, que proliferan en los últimos años, reproducen a menudo los neuromitos, contribuyendo de este modo a reforzarlos.

Algunos neuromitos responden a una etapa de conocimiento sobre el cerebro anterior al interés suscitado por la Neurociencia en las últimas décadas. Hemos convivido muchos años con afirmaciones y creencias como éstas: 

- el tamaño del cerebro determina la inteligencia
- la inteligencia es innata y fija
- se usa un hemisferio del cerebro más que el otro (el izquierdo es más lógico y analítico, y el derecho más creativo y artístico)
- el cerebro descansa durante el sueño
- las neuronas que no se usan mueren
- el alcohol mata las neuronas
- las personas mayores ya no pueden aprender
- hay un cerebro masculino y uno femenino
- el cerebro humano funciona como la computadora
- solo usamos una porción pequeña del cerebro (10%)

Entre los neuromitos más comunes hoy en día están:

los estilos de aprendizaje (empezó a hablarse de estos en los años 1950s en EE.UU. por los llamados “psicólogos cognitivistas”)

La propuesta de estilos de aprendizaje se atribuye a David Kolb (1984), quien aseguró que aprendemos de maneras distintas de acuerdo a cómo percibimos y procesamos la realidad. Algunas personas estarían más orientadas por la acción, otras por el pensamiento. De ello derivan cuatro estilos de aprender:1) adaptadores o hacedores, 2) asimiladores o expertos en conceptualización, 3) divergentes o mil ideas creativas, y 4) convergentes o aplicación en una sola cosa. No obstante, la investigación empírica no ha encontrado sustento para validar científicamente estos estilos de aprendizaje.

las inteligencias múltiples (propuestas en 1983 por Howard Gardner de la Universidad de Harvard)

Gardner habló de ocho inteligencias: 1. Lógico-Matemática, 2. Lingüística, 3. Espacial, 4. Corporal-Kinestésica: 5. Musical: 6. Intrapersonal: 7. Interpersonal: 8. Naturalista. No obstante, la ciencia no ha encontrado evidencia al respecto. Se trata, en todo caso, de múltiples talentos (Gardner ha dicho que prefirió hablar de inteligencias pues los educadores le prestan más atención a la inteligencia que al talento).

el llamado «efecto Mozart» (la creencia de que se aprende más escuchando música clásica)

En la década de los 1990s surgió gran interés en estudiar los efectos de la música sobre las funciones cognitivas. En ese marco, alguien planteó que escuchar a Mozart mejoraba la cognición, especialmente entre los niños. La hipótesis se amplió a la música clásica en general. En 1993 se propuso hacer un experimento que nunca se replicó. No existe a la fecha evidencia científica sobre el efecto Mozart..

la dominancia hemisférica y las diferencias individuales (la idea de que hay «personas de hemisferio izquierdo» y «personas de hemisferio derecho»)

En la década del 1960, Roger Sperry, Joseph Bogen y Michael Gazzaniga emprendieron lo que hoy se conoce como estudios de «cerebros divididos». Estos llevaron a considerar más analítico el hemisferio izquierdo y más creativo el hemisferio derecho, y a derivar de ello estilos de aprendizaje más analíticos y más creativos. Gazzaniga, director del Centro Sage para el Estudio de la Mente de la Universidad de California, dice que nunca imaginó que su investigación, hecha hace seis décadas, cobraría vida en sí misma. "En la actualidad la idea es demasiado simple y exagerada”. "La cognición, en general, es mucho más complicada que eso. Eso es lo que he aprendido con los años y seguimos aprendiendo a medida que estudiamos las diferencias hemisféricas” (Del Fabro, 2017).

la «gimnasia cerebral» (ejercicios de coordinación motora que se cree pueden ayudar a integrar la función de ambos hemisferios)

Brain Gym International es un programa de kinesiología educativa consistente en ejercicios físicos (gatear, dibujar, bostezar, tirar pelotas, etc.) que supuestamente ayudan a los niños en su aprendizaje académico, activando los dos hemisferios cerebrales. Este sistema, desarrollado por Paul y Gail Dennison, ha sido comercializado en más de cien países y asume que los problemas de aprendizaje se deben a una coordinación deficiente entre diferentes partes del cuerpo y áreas del cerebro. Brain Gym es un neuromito porque las teorías que la sustentan no han sido científicamente comprobadas (Del Fabro, 2018).

Una encuesta entre profesores del Reino Unido y de los Países Bajos

La OCDE llamó la atención sobre los neuromitos en 2002. Desde entonces se han hecho numerosos estudios y encuestas sobre el tema. En Reino Unido, Holanda, Turquía, Grecia, China, Estados Unidos, la mayoría de docentes encuestados cree en neuromitos. Un estudio en América Latina (México, Argentina, Perú, entre otros) aplicado a 3.451 docentes mostró resultados similares. Igual que un estudio en Chile y uno en Cuba.

Una encuesta en línea realizada en 2012 en el Reino Unido y en los Países Bajos entre profesores de primaria y secundaria encontró que los profesores creían los 15 neuromitos incluidos a continuación (Dekker et.al. 2012). Quienes más conocimiento general tenían sobre el cerebro creían más en los neuromitos.
15 neuromitos

1. Las personas aprenden mejor cuando reciben la información en su estilo de aprendizaje favorito (auditivo, visual, kinestésico).
2. Las diferencias de hemisferio dominante (hemisferio izquierdo, hemisferio derecho) pueden ayudar a explicar las diferencias entre quienes aprenden
3. Sesiones cortas de ejercicios de coordinación pueden ayudar a mejorar la intregración de la función cerebral entre ambos hemisferios..
4. Ejercicios que practican la coordinación de habilidades perceptivo-motoras pueden mejorar las habilidades de alfabetización.
5. Ambientes ricos en estímulos mejoran los cerebros de niños pre-escolares.
6. Los niños prestan menos atención después de consumir bebidas azucaradas y/o snacks.
7. Se ha probado que los suplementos de ácidos grasos (omega-3 y omega-6) tienen un efecto positivo sobre el rendimiento académico.
8. Hay períodos críticos en la infancia depués de los cuales algunas cosas no pueden aprenderse.
9. Solo usamos 10% del cerebro
10. Beber regularmente bebidas cafeinadas reduce el estado de alerta.
11. Los niños deben adquirir su lengua nativa antes de aprender una segunda lengua. De otro modo, ninguna de las dos lenguas será adquirida plenamente.
12. Los problemas de aprendizaje asociados a diferencias de desarrolo de la función cerebral no pueden remediarse mediante la educación.
13. Si los alumnos no toman suficiente agua (6-8 vasos al día) sus cerebros se encogen.
14. Un entrenamiento extendido de algunos procesos mentales puede modificar la forma y la estructura de algunas partes del cerebro.
15. Las personas que aprenden muestran preferencias en cuanto al modo en que reciben la información (visual, auditiva, kinestésica).

Tomado de: Macdonald K. et.al., 2017. (Mi traducción del inglés).

Neuromitos en Estados Unidos

Una encuesta realizada en Estados Unidos en 2014-2015 (Macdonald, Germine, Anderson, Christodoulou y McGrath, 2017) se propuso comparar los neuromitos en tres grupos de personas; público en general, docentes, y personas con alta exposición a la Neurociencia. Los 7 principales neuromitos encontrados fueron:

1. Las personas aprenden mejor cuando reciben la información en su estilo preferido de aprendizaje.
2. Los niños tienen estilos de aprendizaje dominados por sentidos particulares.
3. Un signo común de la dislexia es ver las letras al revés.
4. Escuchar música clásica aumenta la habilidad de razonamiento en los niños.
5. Los niños están menos atentos después de consumir bebidas azucaradas o snacks.
6. Algunas personas son de “de hemisferio izquierdo” y otras “de hemisferio derecho”; esto ayuda a explicar las diferencias en el aprendizaje.
7. Solo usamos el 10% del cerebro.

Los resultados de ésta y otras encuestas muestran que aprender sobre Neurociencia o Neuroeducación reduce pero no elimina los neuromitos.


Neuromitos en Chile

Un estudio realizado en Chile (Barraza y Leiva, 2018) encuestó a 194 docentes del norte, centro y sur del país mediante un cuestionario online con 24 enunciados relacionados con el aprendizaje, la educación y el cerebro. 11 de los 24 enunciados eran neuromitos.

- 60,8% de los docentes encuestados creía en 6 o más neuromitos.
- Los docentes de mayor edad creían en muchos más neuromitos que los jóvenes y los de instituciones públicas más que los de instituciones subvencionadas y particulares.
- Los medios más comunes por los cuales los docentes se informan sobre Neurociencia y Neuroeducación son: internet, capacitaciones ofrecidas por su institución e información entregada por el Ministerio de Educación.


Para saber más
- Almendral Doncel, Raquel, "Mitos y realidades del efecto Mozart", Revista Pediatría Atención Primaria, vol.20 no.79 Madrid jul./sep. 2018
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322018000300013

- Barraza, Paulo; Leiva, Ivo, "Neuromitos en educación: Prevalencia en docentes chilenos y el rol de los medios de difusión", Paideia Nº 63 (17-40), julio-diciembre 2018.
https://revistas.udec.cl/index.php/paideia/article/download/1166/1832/2154
- Campos, Anna Lucía, "Neurociencia educacional: Aliada estratégica de los procesos de transformación", Ruta Maestra, edición 28, Santillana, Bogotá, 14 abril 2020
https://rutamaestra.santillana.com.co/neurociencia-educacional-aliada-estrategica-de-los-procesos-de-transformacion/
- Catanzaro, Michele, "Cuidado con los mitos de la Neuroeducación. ¿Pequeños Einsteins?", El Periódico, Barcelona, 26 marzo 2017
https://www.elperiodico.com/es/cuaderno/20170326/cuidado-con-mitos-neuroeducacion-5925213
- Forés, Anna, et. al., Neuromitos en educación. El aprendizaje desde la Neurociencia, Plataforma Actual, Barcelona, 2015.
- Dekker, S., Lee, N. C., Howard-Jones, P., and Jolles, J. (2012). "Neuromyths in education: prevalence and predictors of misconceptions among teachers". Front. Psychol. 3:429. doi: 10.3389/fpsyg.2012.00429
- Del Fabro, Alejandra, "Neuromito #6: El ejercicio cerebral (brain gym) mejora la comunicación hemisférica aumentando el potencial de aprender", Asociación Educar para el Desarrollo Humano, Buenos Aires, 2018.
https://asociacioneducar.com/neuromitos-aula6
- Del Fabro, Alejandra, "Neuromito #1: La dominancia hemisférica determina cómo se aprende, Asociación Educar para el Desarrollo Humano, Buenos Aires, 2017.
https://asociacioneducar.com/neuromitos-aula1
- García de Lucas, Angel, "La breve, breve historia del estudio del cerebro a través de las imágenes", Investigación y Ciencia, 9 septiembre 2020.
https://www.investigacionyciencia.es/blogs/psicologia-y-neurociencia/107/posts/la-breve-breve-historia-del-estudio-del-cerebro-a-travs-de-las-imgenes-18858
- Gleichgerrcht, E., Luttges, B., Salvarezza, F. & Campos, A.L., "Educational Neuromyths Among Teachers in Latin America", https://doi.org/10.1111/mbe.12086, 15 July 2015.
- Jiménez Pérez, Elena; Calzadilla-Pérez, Oscar Ovidio, "Prevalencia de neuromitos en docentes de la Universidad de Cienfuegos-Cuba", Ciencias Psicológicas, vol. 15, núm. 1, e2358, 2021
https://doi.org/10.22235/cp.v15i1.235
- Labath, Luis M., "Neuromitos" o falsas creencias sobre el cerebro", Asociación Educar para el Desarrollo Humano, Buenos Aires, 2016.
https://asociacioneducar.com/falsas-creencias-cerebro
- Macdonald K, Germine L, Anderson A, Christodoulou J and McGrath LM (2017), "Dispelling the Myth: Training in Education or Neuroscience Decreases but Does Not Eliminate Beliefs in Neuromyths". Front. Psychol. 8:1314. doi: 10.3389/fpsy
- Ruiz Marín, Héctor, ¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza, Graó, Barcelona, 2020.


Cómo citar este artículo: Torres, Rosa María, "Neuromitos y Neuroeducación", blog OTRAƎDUCACION, Quito, julio 2022. 
https://otra-educacion.blogspot.com/2022/07/neuromitos-y-neuroeducacion.html



Sesgos cognitivos: la mente nos engaña y nos impide aprender y pensar bien

El Roto

"El cerebro no está programado para conocer la verdad
sino para garantizarnos la supervivencia". Eduard Punset


En 1973 los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky publicaron The Psychology of Prediction (La Psicología de la Predicción), donde analizaron los sesgos cognitivos, "atajos que toma el cerebro" a fin de procesar la información y tomar decisiones de manera rápida. Se asocian con el pensar rápido, el cual se aparta del pensar lento, deliberativo y lógico.

Los sesgos cognitivos distorsionan la percepción e interpretación de la información que recibimos, nos llevan a rechazar afirmaciones con las cuales no coincidimos y a aceptar fácilmente afirmaciones con las que coincidimos o que se repiten mucho. En definitiva, el cerebro nos engaña, a menudo sin que seamos conscientes de ello. La publicidad, así como la política, alimentan y se apoyan en muchos de estos sesgos.

Los sesgos cognitivos nos dificultan aprender, estar abiertos a nuevos conocimientos, y pensar bien. Nos llevan a menudo a sobrevalorar los sesgos de los demás y a no reconocer los propios.
Nos impiden reconocer errores y rectificarlos. Nos conducen a conclusiones apresuradas y a confiar demasiado en primeras impresiones.

Hay muchos sesgos cognitivos. Aquí un listado. Describimos brevemente algunos de los más comunes y estudiados, a fin de que puedan reconocerlos, ser conscientes de ellos y combatirlos cuando los identifican.



Sesgo de confirmación Es el sesgo más común. Tendencia que tiene nuestro cerebro a buscar y creer las informaciones que confirman nuestras ideas y a despreciar las que las contradicen. A menudo no buscamos información sino solo reafirmación. Investigaciones muestran que las personas sienten gran placer -una carga de dopamina- cuando encuentran información que respalda sus creencias. Se llama también sesgo de falso consenso.

Aversión a la pérdida y sesgo de statu quo Tendencia a valorar lo que tenemos más que lo que podríamos conseguir.

Cascada de disponibilidad Tendencia a creer que una afirmación es cierta, si se repite mucho.  

Efecto Bandwagon o efecto de arrastre Tendemos a creer o hacer cosas porque las creen o hacen muchas personas.

Sesgo de proyección Atribuimos a los demás nuestras propias creencias y actitudes. (El corrupto piensa que todos lo son).

Inclinación a la negatividad Damos más peso a las creencias, hechos e informaciones negativos que a los positivos.

Sesgo de normalidad Al contrario de la inclinación a la negatividad, creemos que nunca nos pasará algo malo.

Sesgo de autojustificación Tendemos a justificar las propias decisiones o acciones, tenemos dificultad para reconocer equivocaciones.

Efecto Dunning-Kruger
Autopercepción distorsionada. Personas con pocos conocimientos o habilidades se consideran más inteligentes o más sabias que personas más preparadas.
(Muhammad Ali: "No siempre sé de qué estoy hablando, pero sé que tengo razón").

Retrospección idílica Recordamos eventos pasados como más positivos de lo que realmente fueron. (El clásico "todo tiempo pasado fue mejor").

Sesgo de retrospectiva Reconstruimos y juzgamos el pasado usando conocimientos actuales.

▸ Falacia ad hominem En vez de analizar y debatir un argumento, se descalifica y ataca a quien defiende el argumento. 

▸ Falacia de la planificación Somos demasiado optimistas al calcular cuánto nos tomará completar una tarea. 

Sesgo de fabulación
Mezclamos recuerdos con situaciones que imaginamos o que nos cuentan otras personas.

Ilusión de control  Tendemos a creer que podemos controlar o influir en hechos sobre los que en realidad no podemos actuar. Este sesgo está detrás de muchas supersticiones y comportamientos irracionales.

Fenómeno del mundo justo Buscamos motivos para creer que las víctimas han hecho algo para merecerlo. ("Algo habrá hecho", "por algo será").

Efecto de la primera impresión Percibimos, recordamos y damos más importancia a la primer impresión que a las siguientes, aunque estas puedan contradecir la primera impresión.

Efecto de último evento Damos más valor a los acontecimientos recientes y olvidamos lo anterior.

Costo irrecuperable Sobrevaloramos aquello en lo que hemos participado. También se le llama efecto IKEA: nos gusta más lo que hemos construido con nuestras propias manos. 

Sesgo de atribución Tendemos a pensar que nuestra personalidad, comportamiento y creencias son más flexibles y menos dogmáticos que los de los demás.

Sesgo de autoridad Valoramos en exceso las opiniones de quienes consideramos autoridad. Valoramos más su poder que sus conocimientos y argumentos.

Efecto halo Un rasgo positivo de alguien lo generalizamos a la totalidad de esa persona. (Por ejemplo, atribuir muchas cualidades a un buen deportista).

Ilusión de serie o apofenia Vemos patrones donde no los hay. Esto nos lleva a ver teorías de la conspiración en todas partes.

Profecía autocumplida Partimos de una definición falsa de una situación y acabamos convirtiéndola en realidad.

Sesgo de experimentador Investigadores y científicos muchas veces notan, seleccionan y publican los datos que están de acuerdo con las expectativas e hipótesis planteadas en el estudio o experimento, y descartan los que las contradicen.

Sesgo de abundancia de información: Falsa impresión de que, por tener más información, el razonamiento o la conclusión es más veraz.

Punto ciego Metasesgo. Tendencia a reconocer los sesgos cognitivos en los demás, pero creer que a nosotros no nos influyen tanto.

Unidad tribal Creemos y aceptamos como válido solo lo que proviene de nuestra «tribu» : amigos, grupo de referencia, partido o movimiento político, etc. Tendencia a no creer una fuente de información porque es ajena al grupo o comunidad.

Maldición del conocimiento Cuando sabemos algo, tendemos a asumir que los demás también lo saben y tienen los antecedentes necesarios para entenderlo.



Para saber más
- Sesgo de confirmación, Wikipedia
- 4 sesgos que nublan tu juicio
- Sesgos cognitivos: descubriendo un interesante efecto psiológico
- 25 heurísticos y sesgos cognitivos: nuestros errores de juicio. PsicoActiva.
-
Cómo funciona la memoria humana y cómo nos engaña. Psicología y Mente.
- Guía para luchar contra tu cerebro: los sesgos cognitivos, Verne
- El ojo escéptico de Michael Shermer, entrevista La Tercera
- Michael Shermer, The Believing Brain
- Elizabeth Kolbert, Why Facts Don't Change Our Minds. New discoveries about the human mind show the limitations of reason, The New Yorker, Feb 19, 2017.
- 50 cognitive biases to be aware of, Visual Capitalist 

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