El barrio como espacio pedagógico: Una escuelita itinerante (Brasil)




Fotos: CPCD - Sementinha

“Atención a niños de 0 a 4 años
haciendo de cada niño un ciudadano
de cada comunidad un espacio escolar
y de cada participante un educador”.

Sementinha (Semillita) es un proyecto de educación preescolar que funciona en barrios pobres de varias ciudades brasileñas: empezó en Curvelo (Minas Gerais) y luego se extendió a São
Paulo, Maranhão, Bahía y Espírito Santo. El proyecto es desarrollado por un organismo no-gubernamental, el Centro Popular de Cultura e Desenvolvimento (CPCD).
"El CPCD es una ONG fundada en 1984 en Belo Horizonte/Minas Gerais con la misión de promover la educación popular y el desarrollo comunitario a partir de la cultura. Nos dedicamos a la implementación de proyectos innovadores, programas integrados y plataformas de transformación social y desarrollo sostenible a través de pedagogías alternativas y tecnologías sociales".
El proyecto Sementinha - conocido como “a escola debaixo do pé de manga” ("la escuela debajo del árbol de mango”) - fue el primer proyecto del CPCD. Surgió de la pregunta: ¿es posible hacer educación sin escuela? Sementinha mostró que sí. Hizo del preescolar una experiencia educativa itinerante y del barrio el espacio diario de aprendizaje.

Conocí el proyecto en 1995. Me invitó y acompañó en la visita Tião Rocha, director del CPCD, educador y antropólogo conocido en Brasil por sus ideas y proyectos innovadores y su capacidad para plasmarlos en la realidad como experiencias transformadoras e inspiradoras.

La "escuelita", como la llaman, no tiene edificio. Ni currículo oficial. Lo que se aprende son esencialmente los saberes y haceres - la cultura - de la comunidad, con ayuda de los coordinadores que acompañan a los niños en los recorridos por el barrio, de las familias que les reciben en sus casas, y de los vecinos que abren sus puertas o se involucran en actividades con los niños.

Una vez al mes se realizan reuniones con representantes del barrio para acordar las actividades que se realizarán con la escuelita.

Los elementos metodológicos del proyecto son:
-
rueda, al inicio y al final del día;
- pauta
, plan de trabajo diario y semanal, definido colectivamente;
- evaluación
, realizada al fin del día, también en la rueda;
- memoria
del trabajo, registrada y elaborada por los coordinadores a través de textos, dibujos, fotos, videos, etc.

A las 7:30 a.m. cada grupo (no más de 15 niños) y sus coordinadores se encuentran en un lugar acordado.
En la rueda, sentados en el suelo, definen el itinerario y las actividades del día. En el recorrido comen un refrigerio (merienda) y van parando en los lugares previamente acordados con los moradores del barrio.

Una parada obligada es la casa de uno de los niños. Las familias rotan como anfitrionas de la escuelita. La madre anfitriona prepara un té de hierbas medicinales y los niños se encargan de servirlo. 

La “ceremonia del té” se aprovecha para que los niños socialicen entre ellos y con sus respectivas familias. Abuelos y hermanos se suman a la actividad.

Niños y niñas aprenden acerca de las plantas medicinales y, en general, acerca de la comida y su preparación.

Cuando pueden, las madres preparan arroz cocido y papaya verde u otros alimentos para agasajar a los invitados.

En los recorridos se incluyen actividades de juego, lectura, dibujo, manualidades, cocina, huerta, dependiendo de las posibilidades de las familias y de los vecinos.
 
Al final de la mañana, en la rueda, se evalúa la jornada del día. A las 11 a.m. terminan las actividades y los niños emprenden el camino de vuelta a su casa.


Los indicadores de calidad desarrollados para la evaluación del proyecto son:
apropiación, creatividad, protagonismo, cooperación, felicidad, dinamismo, estética, armonía, coherencia, eficiencia, oportunidad y transformación.

Las opiniones de madres y padres sobre el proyecto son muy positivas. Preguntados al respecto, contar con un local físico sigue siendo una aspiración de muchos.
La asociación educación = edificio e incluso aprendizaje = edificio es muy fuerte y es difícil de romper.

La "obra física" es muy valorada por la población y, por eso mismo, muy valorada por los políticos en sus promesas electorales y en sus políticas una vez en el gobierno. A menudo la obra física confunde y crea espejismos, relega a un segundo plano la importancia y la calidad del currículo, de la pedagogía, de los profesores.

¿Es posible educación sin escuela?¿Es posible escuela sin edificio?
 
¿Es posible educación sin escuela? Por supuesto. El sistema escolar no es el único sistema educativo. Se hace educación también en la familia, en la comunidad, en los medios, en el trabajo.

¿Es posible educación escolar sin escuela? Ciertamente. La pandemia del COVID-19 mostró, a escala masiva, que se puede hacer educación escolar con base en el hogar recurriendo a la educación a distancia. El homeschooling es asimismo una modalidad que eligen muchas familias.

¿Es posible escuela sin edificio? Millones de escuelas en el mundo funcionan debajo de un árbol, en buses acondicionados, en graderíos, en espacios prestados, al aire libre.

La nueva arquitectura escolar viene hablando, hace ya tiempo, de espacios de aprendizaje más que de aulas y escuelas. Las nuevas tendencias arquitectónicas buscan aprovechar los espacios exteriores y crear un continuo entre el adentro y el afuera de las instituciones educativas.

Una de las buenas cosas de la pandemia y el confinamiento fue sacar la escuela de la escuela, mostrar que se puede hacer educación escolar desde el hogar. El cierre del edificio escuela, forzado por la pandemia, obligó a considerar otros lugares y otras vías de enseñanza y aprendizaje, menos dependientes del edificio. La necesidad de distanciamiento social y de  buena ventilación como medidas de bioseguridad contra el virus ayudó a visualizar y valorar la educación y el aprendizaje al aire libre.

Sementinha convierte la "carencia" de local físico en ventaja pedagógica, social y cultural, en dinamizador de un proyecto educativo que integra educación escolar, familiar y comunitaria.

EL CPCD ha recibido numerosos reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos algunos relacionados específicamente con el proyecto Sementinha http://www.cpcd.org.br/historico/premios-e-destaques-2/ En 1998 Sementinha fue nombrado “proyecto ejemplar” por la Secretaría de Educación de Minas Gerais en 1998. En 1997 la Organización Mundial de Educación Preescolar (OMEP) declaró a Sementinha “ejemplo de modelo educacional para los países del Tercer Mundo”. En verdad, Sementinha es un referente educativo innovador, inspirador y transformador no solo para el "Tercer Mundo" sino para cualquier país.

Para saber más
» Tião Rocha, "La escuela debajo del árbol de mango", Espacio para la Infancia, No.22, Fundación Bernard Van Leer, La Haya, Nov. 2004 file:///Users/rosamariatorres/Downloads/La_participacion_infantil_Retorica_o_una_creciente_realidad.pdf
» Rosa María Torres, Los espejismos de la infraestructura educativa
https://otra-educacion.blogspot.com/2015/10/los-espejismos-de-la-infraestructura_19.html

» Rosa María Torres, Escuelas sin aulas, aulas sin escuelas
https://otra-educacion.blogspot.com/2013/07/escuelas-sin-aulas-aulas-sin-escuelas.html

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece una idea muy buena la que se esta realizando en estos barrios porque no por el hecho de no estar favorecidos por la economía o la ubicación geográfica no deban recibir educación.Una vez ahí esta la muestra de que si una sociedad quiere y lucha y todos sus individuos se involucran para lograr un objetivo común que es la educación de los niños para que puedan tener un futuro mejor en este caso en los barrios de Brasil se puede conseguir.La educación recae sobre la sociedad y tanto padres madres vecinos deben colaborar en la educación porque en ella esta la vida y el futuro.
Atentamente
Luis Martinez Llop alumno de primero de magisterio grupo B AL QUE LE GUSTARÍA ALGÚN DÍA PODER AYUDAR EN BARRIOS COMO ESTOS Y QUE SUEÑA CON UNA EDUCACIÓN PARA TODAS LAS PERSONAS DEL MUNDO

Rosa María Torres del Castillo dijo...

Hola Luis, gracias por tu comentario en mi blog. Lo que describo aquí es una escuelita que conocí y visité en Brasil, que muestra que aún sin edificio puede hacerse educación. Educación y aprendizaje itinerante, adoptando el barrio como espacio para aprender. Creo en efecto que hay mucho para reflexionar en torno a experiencias como ésta, y para cambiar nuestra manera de pensar la educación y los aprendizajes, en la familia, en la comunidad.

Cristina dijo...

Soy una joven estudiante de primer año de carrera de magisterio y leer este artículo me ha aportado mucho como persona y para mi futura docencia. He elegido este artículo para hacer un trabajo para una asignatura. Me gustaría saber el año en el que se publicó este artículo y cómo se llama el diario en el que se publicó. Muchas gracias por escribir esta maravilla.

Rosa María Torres del Castillo dijo...

Hola. Me alegro que esta experiencia te haya inspirado en el inicio de tu carrera y que hayas elegido este artículo para hacer un trabajo. Lo publiqué en este blog el 19 de junio de 2011. Puedes citarlo así: Rosa María Torres, "El barrio como experiencia pedagógica: Una escuelita itinerante en Brasil", blog OTRAƎDUCACION, 19 junio 2011 http://otra-educacion.blogspot.com/2011/06/el-barrio-como-espacio-pedagogico-una.html?showComment=1513363765132#c1814503881074166155

josedelaranda dijo...

Una interesante iniciativa educativa, en el Perú hay algunas parecidas, debemos entender que la educación no puede seguir siendo la misma que nosotros aprendimos, sino que tiene que mejorar en el tiempo. En Perú a través de sistemas informáticos como el SIAGIE se pretende sistematizar todo el proceso educativo a nivel escolar. Saludos desde Lima Perú

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