«Diálogo» y «debate» en la educación y en la política


Términos como 'democracia', 'cambio', 'consenso', 'participación', 'diálogo', 'debate', 'consulta', 'socialización', suelen ser muy usados en el mundo de la política, muchas veces de manera laxa o retórica.

'Diálogo' y 'debate' son conceptos valorados en el campo de la educación desde perspectivas pedagógicas progresistas e innovadoras. No funciona del mismo modo en el mundo de la política. En todo caso, ambas - la educación y la política - tienen fuertes resistencias y muchas dificultades para incorporar tanto el diálogo como el debate en sus visiones y en sus prácticas.

Repaso aquí algunos usos de los términos 'diálogo' y 'debate' en la política ecuatoriana en los últimos tiempos. Contrasto las posiciones y las prácticas al respecto entre Rafael Correa y Lenin Moreno, y proveo ejemplos de procesos como los 'Diálogos Ciudadanos' (2014-2015) y las sabatinas de Correa a lo largo de todo su gobierno.

Empiezo exponiendo brevemente algunas ideas sobre ambos conceptos.

Diálogo y debate

Diálogo implica dos o más interlocutores interesados en comunicarse, quienes se alternan el rol de emisor y receptor.

En el mundo de la educación, el diálogo es adoptado como principio y como método en las pedagogías alternativas. La figura y el pensamiento de Paulo Freire aparecen estrechamente vinculados a la propuesta de un aprendizaje dialógico, que cuestiona la relación marcadamente asimétrica entre educador y educandos, el rol del educador como emisor y del educando como receptor.

La conversación es una de las formas que adopta el diálogo, la más común.

El debate también es un tipo de diálogo. Puede ser organizado y estructurado (con presencia de un moderador, temas y preguntas previamente definidas, etc.), semi-estructurado o informal. Lo característico del debate es poner en común y argumentar diferentes puntos de vista sobre determinado asunto o asuntos.

Aprender a debatir y participar en debates desarrolla aprendizajes importantes relacionados con la reflexión, el razonamiento, el pensamiento crítico, el sentido común, el criterio, la deliberación, la capacidad para argumentar, resolver problemas y tomar decisiones, lograr acuerdos y consensos, todos ellos esenciales en la construcción de una ciudadanía democrática, desde la infancia y a lo largo de la vida.

'Diálogos ciudadanos'


En mayo de 2014 la convención del movimiento gobernante Alianza País, creado por Rafael Correa, solicitó a sus asambleístas impulsar una serie de Enmiendas a la Constitución, aprobada en 2008.

La Asamblea Nacional (congreso) envió 17 enmiendas para ser calificadas por la Corte Constitucional. La Corte aprobó 16 enmiendas. Con 92 votos a favor, de 137, el Pleno de la Asamblea creó la Comisión Ocasional para el Tratamiento de las Enmiendas Constitucionales, integrada por 11 asambleístas y 11 alternos. Para la aprobación se necesitaba el voto de las dos terceras partes del legislativo.

En 2015 la Comisión Ocasional realizó 135 encuentros en las 24 provincias del país, en los que los asambleístas expusieron las enmiendas y el público pudo hacer preguntas y comentarios. Dichos encuentros fueron bautizados como Diálogos Ciudadanos.

No obstante, ni la metodología utilizada ni los locales y condiciones elegidos favorecieron un verdadero diálogo entre expositores y público. Las fotos de los encuentros mostraban una pedagogía perfectamente convencional, con expositores de un lado y público del otro, en la clásica relación hablar-escuchar, en auditorios grandes a veces semivacíos o bien en espacios abarrotados, organizados con tarimas, mesas directivas, uso de visuales en pantallas demasiado pequeñas, y personas sentadas y aburridas. 

Sabatinas presidenciales

Enlace 495, desde Quito, 8 oct. 2016. Foto: Presidencia de la República

"Las sabatinas son un espacio de diálogo con los ciudadanos": Rafael Correa, Enlace Ciudadano 472, en Quito, 23 abril 2016.
En sus 10 años de gobierno, Rafael Correa realizó, cada sábado, Enlaces Ciudadanos (más conocidos como sabatinas). Las sabatinas se consideraron actos de rendición de cuentas. En ellos Correa exponía, durante cuatro horas, lo hecho durante la semana, por lo general con ayuda de algunos de sus ministros u otros funcionarios que intervenían para aclarar puntos específicos. Al final se hacía un breve resumen en lengua kichwa. Las sabatinas se realizaban en diferentes lugares, con público presente - funcionarios del gobierno y gente de la zona - y se transmitían a todo el país a través de los medios y de las redes sociales.

Correa afirmaba que los enlaces ciudadanos son diálogos pero, en verdad, son esencialmente monólogos. No existía interlocución con el público presente - por lo general ubicado abajo, frente a la tarima y dentro de una carpa - y tampoco con quienes seguían las sabatinas por radio, televisión o redes sociales. No existía ningún mecanismo instalado para dicha interlocución, ni en presencia ni a distancia.

Por lo demás,  las sabatinas pasaron a convertirse en espacios para descalificar e insultar a todos quienes discrepaban o se oponían al gobierno, lo cual está lejos del espíritu del diálogo entendido como acto de comunicación e interacción.

Diálogo con los estudiantes, debate con los pares 


En enero de 2017 la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE) invitó al ministro de educación Augusto Espinosa a un debate sobre la educación en el Instituto Nacional Mejía, en Quito. La respuesta de Espinosa, por Twitter, fue: "Con los estudiantes dialogo, el debate es con los candidatos". Espinosa, quien no asistió al debate propuesto, estaba en ese momento de candidato a la Asamblea Nacional.

La distinción hecha por el exministro entre diálogo y debate plantea una jerarquía entre ambos. El debate sería un intercambio de mayor nivel y entre pares. Así lo entendieron los estudiantes, quienes resintieron esta desvalorización del diálogo y de ellos como interlocutores.

La distinción es, de hecho, materia de debate en sí misma. ¿Con los estudiantes no cabe debatir? ¿Solo cabe dialogar? En el caso ecuatoriano, hay que tener en cuenta que, a partir de la Constitución de 2008, los jóvenes pueden votar desde los 16 años (de los 18 en adelante el voto es obligatorio). Esto haría suponer que se considera que un joven de 16 años está en capacidad de discernir y de tomar decisiones racionales y razonadas. ¿La capacidad de debatir no sería una de ellas?

Debate, ¿combate?


Lenin Moreno, exvicepresidente de Rafael Correa y candidato oficialista a la Presidencia de la República, durante toda la campaña electoral reiteró una distinción fuerte entre diálogo y debate. Se definió como una persona de diálogo, que no comulga con el debate, al que asocia con confrontación, combate, ofensa, mentira, intento de dañar o desprestigiar al otro. Fue tajante en afirmar, desde el inicio: "No aceptaré jamás un debate".

Esta posición contrasta con la de Correa, quien considera que todo candidato está en obligación de debatir. En un video durante su campaña en 2006 decía: 
"Es una obligación moral de todos los ecuatorianos someterse al escrutinio ciudadano, por favor. Rechacen a aquellos candidatos que han rehuido permanentemente los debates".
Moreno se negó a asistir al Debate Presidencial organizado por la Cámara de Comercio de Guayaquil entre los 8 candidatos a la presidencia. Sí asistió al Diálogo Presidencial organizado por el diario El Comercio, que acogió su pedido.

Algunas citas de Moreno durante la campaña, referidas a sus nociones de diálogo y debate:
- "El debate es de combate porque se trata de dañar al otro a pesar de sus buenas ideas. En el diálogo no".
- "Pasemos la página del debate. En el diálogo nos enriquecemos todos".
- "Pasemos esa página, el país del debate va a terminar ya. Empezó en el Diálogo 2017". 
- "En el diálogo nos enriquecemos mutuamente. En el debate, no. Se presentan como adversarios". 
- "El país que queremos es el que deja atrás la confrontación y lleva al diálogo". 
- "La mejor forma de entenderse es el diálogo, es acoger la idea del otro, escucharla, oírla, razonarla". 
- "En un debate, un candidato trata de desprestigiar la buena idea del otro".
- "El país del diálogo que se viene hay que empezar a construirlo desde ahora". 
- "#TodaUnaVida significa toda una vida de diálogo". 
- "Con tolerancia, con respeto, la confrontación se acabó. El diálogo renació. Todos son parte del nuevo Ecuador que vamos a construir." 15
- "Yo propongo diálogo, conversatorio. A ofendernos, a debatir, a combatir, nunca". 
- "Los debates son una forma de mentir a la gente".  
Curiosamente, refiriéndose al Diálogo Presidencial, el diario gubernamental El Telégrafo tituló al día siguiente: "Un diálogo de siete contra uno deja mejor posicionado a Moreno" (6 febrero 2017), atribuyendo al diálogo ese carácter competitivo y confrontacional que Moreno rehuye.
Lo cierto es que el debate no tiene por qué ser ofensivo o dañino. Debate no tiene por qué ser combate ni la confrontación tiene por qué llevar a la destrucción del otro. No si el debate se entiende y practica como una confrontación de ideas llevada a cabo con respeto, con argumentos antes que con insultos.

La década de gobierno de Correa (2007-2017) tuvo mucha confrontación y muy poco debate. La palabra diálogo es una de las palabras más desvirtuadas por el correísmo.

Al Ecuador, y específicamente a la cultura educativa y a la cultura política ecuatorianas, les falta mucho que aprender y que cambiar, justamente en la línea de incorporar el diálogo, de promover el debate de ideas y de favorecer - antes que bloquear - el desarrollo del pensamiento crítico.

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