La urna de cristal



Rosa María Torres

Del sistema escolar suele decirse que es una urna de cris­tal. Una urna aislada del mundo exterior, de la realidad, de la familia, de la comunidad, de la vida. Urna de vidrios polarizados que no permiten ni ver hacia, ni ser vistos desde, afuera.

Les invito a recorrer conmigo estas situaciones que he presenciado en instituciones educativas públicas y privadas en diversos países del mundo. La urna, desde adentro ...

Clase de hoy: LAS PARTES DE LA PLANTA


La maestra les pide a los alumnos que abran el libro en la página tal. Entusiastas, los niños abren los libros. En la página tal les espera un diagrama borroso titulado "Las partes de la plan­ta", del cual salen flechas con palabras como raíz, tallo, hojas, flores, pistilos, etc. Siguiendo a la maestra, re­piten en coro las palabras, hasta memo­rizarlas. Todo esto en un aula que tiene dos pequeñas ma­cetas y en una escuelita semiurbana que está ro­deada de plantas, árbo­les y hasta un bosque en la parte de atrás. Por increíble que parezca, niños y maestra me confirman luego que nunca han salido a observar y a tocar las plantas de verdad, como parte de las actividades escolares.  

Clase de hoy: LOS ACCIDENTES NATURALES

Uno por uno los alumnos leen el texto que describe lo que es un río, una montaña, un nevado, un volcán, una meseta, una pla­nicie, un valle. Cada descripción viene ilustrada con un dibujo o una foto. A través de la ventana del aula puede verse a lo lejos el perfil de una montaña, pero nadie parece reparar en ella. La propia escuela - privada, bien equipada, cara - está en un valle y su propio nombre incluye dicha palabra, como hemos visto en el rótulo de la entrada. Pero nada de esto se aprovecha en el desarrollo de la clase.

Clase de hoy: EL CLIMA


La maestra de estos niños pequeños se esmera en explicar - con palabras sencillas, con gestos, con sonidos alusivos - qué es el viento, cómo se produce la lluvia, por qué sale el arcoiris. Los niños le miran, le imitan, se entretienen. Luego ella les invita a dibujar un arcoiris en hojas en blanco que distribuye. Llueve en el lugar, pero la lluvia abstracta de adentro no se conecta para nada con la lluvia real de afuera, que cae incesante sobre el techo de zinc de la escuela.

Clase de hoy: EL APARATO DIGESTIVO

Entre asqueados y divertidos, los adolescentes interactúan con una lámina de colores colgada al frente en la que aparece dibujada una silueta humana transparente, con los órganos internos a la vista. El profesor va explicando la localización y las funciones del esófago, el estómago, los intestinos grueso y delgado, etc. Pensaba entretanto, para mis adentros, cuánto más se divertirían y aprenderían estos alumnos si el profe se permitiera sustituir en algún momento la lámina con los cuerpos de verdad, los de los alumnos; pedir a cada uno ubicar y palpar en su propio cuerpo los órganos nombrados. Pero, claro, esto no es para cualquiera. Implica profesores sueltos, desprejuiciados, que no le temen al cuerpo, al juego, al aprendizaje con diversión incorporada...

Clase de hoy: LAS FUNCIONES DEL ESTADO


Larga y tediosa charla sobre las funciones del Estado. Estudiantes de primer año de universidad tratados como escolares prestos a seguir instrucciones, tomar notas, escuchar sin comentar ni hacer preguntas. Afuera, el país alborotado, en pleno proceso preelectoral. Candidatos perorando en los medios, haciendo promesas, pontificando sobre el Estado y sus funciones y lo que harán con ellas una vez en el gobierno. Adentro, la clase aburrida, el contenido momificado, el aprendizaje como ritual burocrático. El Estado y sus funciones seguirán siendo para estos jóvenes, y para millones como ellos en el mundo, materia para el examen, no para el ejercicio efectivo de ciudadanía.

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3 comentarios:

José Pavez Gonzalez dijo...

Excelente forma de representar uno de tantos paradigmas que existen dentro de la educación.
Otro paradigma es el sistema de evaluación, subjetivo y temerario. (cuando niño tuve la experimente con una profesora de matemáencia de ser evaluado con un sistema diferente donde el "instrumento" era la conducta del alumno.

Educación dijo...

Un clase de Derechos Humanos en nivel universitario, habla a lo largo de todo el curso sobre las teorías, tratados, legislación, que sin duda es importante, pero nunca se invita al estudiante a hojear diariamente los periódicos para identificar las violaciones que se dan a los derechos humanos todos los días; no se incita a que se acerquen a las organizaciones en su comunidad que luchan por la defensa de los derechos de las mujeres, los migrantes los niños; no se pone en contacto con los activistas sociales que cuentan con mar de historias y experiencias de vida en el tema; no se propician acercamientos con los albergues que dan apoyo a los migrantes de paso y que se encuentran a unos pasos de su universidad…

Unknown dijo...

Me hace mucho sentido tu artículo. Acá en Chile las escuelas de los sectores socioeconómicos más vulnerables son verdaderas "cárceles" donde de 8 a 16 horas los niños y jóvenes no tienen contacto directo con la sociedad y cultura, solo en esta isla condicionada autoritariamente por los directivos de los establecimientos en una especie de "control social"; los contenidos no adquieren una significación empírica sin más. Según mi juicio, pasa por una falta de iniciativa o de competencias por parte de los docentes, sino que la estructura institucional y el sistema educativo en su conjunto limitan esta vinculación concreta con el mundo real.

La invito a mis incipiente, pero animoso espacio de reflexión ;)

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