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Cooperativas, Misiones Bolivarianas y escuela rural (Venezuela)

Caserío Monte Carmelo
 

Visita a la cooperativa Moncar y a la Unidad Educativa Bolivariana Monte Carmelo,
Caserío Monte Carmelo, Estado Lara, Venezuela (30 junio, 2006)

Este reportaje es parte del estudio “Alfabetización y acceso a la cultura escrita por parte de jóvenes y adultos excluidos del sistema escolar en América Latina y el Caribe”, financiado por el CREFAL. Durante la fase de campo (2006-2008) visitamos programas de alfabetización y de promoción de la lectura y la escritura en nueve países (Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela).

Fuente: Escuela de música, Lara

Barquisimeto, capital del Estado Lara, es la cuarta ciudad más poblada de Venezuela, distante más de 350 kilómetros de Caracas. Turísticamente conocida como la “ciudad crespuscular” y “la capital musical” del país, socialmente es conocida entre otros por el desarrollo de su movimiento cooperativo.

En la terminal de Barquisimeto tomo un autobús que me dejará en Sanare, pintoresco pueblo del estado e importante centro agrícola de la zona, según describe la folletería turística. En Sanare me dará el encuentro Rosmary, una joven docente que me llevará en su vehículo hasta Monte Carmelo, caserío de poco más de mil habitantes, donde vive. Es una visita improvisada, no anunciada. Quiero conocer aquí la cooperativa Moncar – una cooperativa artesanal de mujeres – y visitar la escuela de la comunidad. Me interesa ver qué tipo de relaciones se vienen dando entre sistema escolar, sistema cooperativo y Misiones educativas (Misión Robinson, Misión Ribas y Misión Sucre) impulsadas desde 2003 por el gobierno de Hugo Chávez para la educación de adultos, y cómo impactan éstas sobre las personas adultas en tanto padres y madres de familia y en tanto trabajadores.

La experiencia de este viaje en transporte interurbano resulta muy interesante. Gente sencilla de la zona con sus compras y enseres, música movida a todo volumen, un chofer que saluda a todos los pasajeros por sus nombres, conversa, hace bromas, canta y baila mientras maneja. Una inmersión en la cultura local y en la cultura popular, investigación participativa de la mejor y con entretenimiento incluido…

Una cooperativa de mujeres

Rosmary me recoge en la parada del autobús. Hace frío y empieza a llover. Llegamos a Monte Carmelo y a la casa donde funciona la Asociación Civil Moncar, renombrada por sus salsas, mermeladas y dulces criollos hechos de higo, lechosa*, toronja, fresa, mora, durazno, naranja, zanahoria con piña, guayaba y dulce de leche. Moncar es una de las tres cooperativas más famosas de la zona, todas dedicadas al procesamiento de alimentos.

Seis mujeres – presentes - sostienen esta cooperativa, de las ocho que la pusieron en pie en 1994. Las otras dos se retiraron un año después, desalentadas por los muchos obstáculos. Entonces parecía imposible llegar a donde están ahora. Había además como antecedente una experiencia fallida, el Club Ama de Casa, en el que varias mujeres de la comunidad se juntaron para criar y vender pollos; la cooperativa no prosperó, les estafaron y debieron cerrarla. 

La iniciativa en este caso fue de Gaudy, que trabajaba en una cooperativa y había adquirido alguna experiencia en envasado. Arrancaron sin dinero, sin el conocimiento necesario, sin un lugar para trabajar. Cocinaban con leña, que ellas mismas cortaban e iban a buscar a la montaña. La idea era aprovechar los productos de la zona. Empezaron haciendo salsa de tomate. Reuniéndose rotativamente en sus casas, se dividían las tareas: una llevaba los tomates, otra los frascos, etc. Más tarde, Gaudy acondicionó en su casa un pequeño cuarto de trabajo. El espacio era tan pequeño que no cabían allí todas juntas. 
 
Empezaron a vender en pequeñas cantidades. Luego tomaron cursos de higiene y manipulación de alimentos, ofrecidos por la OPS (Organización Panamericana de la Salud). Pusieron a trabajar a sus hijos pequeños, ayudando en tareas pequeñas. Torearon los celos e incomprensiones de los esposos, así como las envidias y rumores de otras mujeres. Poco a poco, fueron mejorando la calidad de sus productos y sus estrategias de promoción y venta. En 1996 se formaron como asociación civil. En 1998 ganaron un concurso internacional de mujeres emprendedoras convocado por la REPEM (Red de Educación Popular entre Mujeres). Ese premio les dio impulso y visibilidad. Con el dinero del premio compraron este terreno y construyeron esta casa de dos plantas. En la planta baja funciona la cooperativa; en la planta alta el liceo (bachillerato) de la comunidad, un espacio cedido gratuitamente por ellas a fin de concretar una vieja aspiración del pueblo. Tres generaciones de muchachos se han graduado ya en el liceo.

Todo este gran vuelo, que ha venido tejiendo conexiones con numerosos organismos a nivel internacional, sigue pegado a lo artesanal, al pequeño mundo de Monte Carmelo. Aún no tienen registro sanitario - obtenerlo cuesta 400.000 Bolívares - razón por la cual no pueden vender sus productos en otros estados. Tampoco han desarrollado algún material impreso - hoja volante, folleto, tríptico, algo - que narre su historia. Todo sigue dependiendo de la memoria y de la narración oral, pese a que todas ellas han ido a la escuela y saben leer y escribir. La escritura no entra en su mundo cotidiano de necesidades ni en su perspectiva empresarial. Imagino las veces que habrán repetido esta historia, que me la cuentan a mí hoy y que yo cuento aquí, apretadamente.

Una escuela en el campo

Después de visitar la cooperativa y comprar algunos de sus productos, Rosmary me acompaña a visitar la escuela de la comunidad, que se asoma arriba de la cuesta. Ella tiene a sus hijos aquí y es amiga del director.

Lo primero que sorprende de esta Unidad Educativa Bolivariana Monte Carmelo – como indica el rótulo - es su excelente infraestructura, en una localidad pequeña como ésta y para lo que suelen ser las realidades de la escuela rural. Patio amplio encementado, aulas bien iluminadas y equipadas, magnífico comedor escolar, una oficina decente para la dirección. Un salón junto al camino, aún vacío y de reciente construcción, será inaugurado como CBIT (Centro Bolivariano de Informática y Telemática)** y abierto a la comunidad.

Un grupo de alumnos y su profesora están todavía en clase. Antes de que llueva más, el director da por concluida la jornada, envía a los alumnos y a la profesora a sus casas, y nos invita a pasar a su oficina, para conversar.

Le tomamos totalmente por sorpresa. Se llama Providencio – “Provi” para los alumnos – y es director y docente. Tiene 25 años de servicio, 18 en esta escuela, y está a punto de jubilarse.

Dos décadas de reformas educativas en Venezuela

La escuela funciona desde 1960 y tiene 92 alumnos, 24 en preescolar y 74 en básica (primero a sexto años). Un Núcleo Escolar Rural es una red de escuelas. El núcleo de esta zona tiene 8 escuelas, siendo ésta una escuela mediana. El director atiende las 8 escuelas.

- “Todo ha ido cambiando. Antes le llamábamos kinder; ahora se llama inicial. Antes teníamos primaria, luego pasó a ser educación básica, dividida en tres etapas. Ahora ha vuelto a cambiar. Los nombres de la escuela cambian todo el tiempo. Fíjese que en el tiempo que trabajo aquí, ha cambiado al menos seis veces el nombre:

1.     Escuela Unitaria Monte Carmelo (un solo profesor para toda la escuela)
2.     Escuela Nacional Concentrada (ofreciendo 6 grados)
3.     Escuela Concentrada Mixta (maestros tanto de la Nación como del Estado)
4.     Escuela Bolivariana Monte Carmelo (decreto de 1996)
5.     Escuela Integral Bolivariana Monte Carmelo (1998)
6.     Unidad Educativa Bolivariana Monte Carmelo (2006)

- “Uno de los cambios más significativos fue el cambio del diseño curricular de la educación básica a nivel nacional, a fines de los 1990s. Antes, los contenidos estaban organizados en áreas y había un mínimo de objetivos en cada área. El nuevo diseño integra los contenidos. Los Ejes Transversales son obligatorios: Lenguaje, Valores, Desarrollo del Pensamiento, Educación Ambiental, Trabajo. Nacen asimismo los Proyectos Pedagógicos de Aula, orientados a la solución de problemas.”.

- “También ha cambiado el modo de vida de la gente, hoy pasa más por el factor dinero, antes primaba el factor comunal. Antes acudían los padres masivamente a la escuela; ahora los padres están ocupados, trabajando o estudiando. Los niños no se quieren ir de la escuela, por el comedor escolar que aquí se les atiende y también porque en sus casas no hay nadie esperándoles”.

La Escuela Bolivariana

¿Qué es una Escuela Bolivariana?, pregunto.

- “Antes, el niño pasaba en la escuela 5 horas, ahora pasa 8. Al principio, los niños no querían quedarse 8 horas, el cambio para ellos fue muy traumático, ya 5 horas es pesado para un niño… Para nosotros, los maestros, tampoco fue fácil”.

- “Hay profesores especialistas. En la Escuela Bolivariana se pretende que los alumnos aprendan más allá de la educación formal, a través de ‘actividades extra-cátedra’”.

- “En esta escuela tenemos varios instrumentos musicales, una dotación que entrega el gobierno a las escuelas. Lastimosamente, por ahora no hay especialista de Música. El que había se fue, lo trasladaron a la ciudad. También se fue el manualista; no han enviado otro. Tenemos un especialista en Educación Física. Y uno de Agricultura”. 

Musical Don Vasco número 11:Cuatro venezolano
El director me muestra todo lo que guarda en su oficina: bandolinas colgadas en la pared, cuatros y varias guitarras, un globo terráqueo, un equipo de video y VHS, filmadora de 8 milímetros, un televisor LG mediano. El televisor grande y el teclado Panasonic fueron recibidos hace poco gracias a un convenio con el CONAC (Consejo Nacional de la Cultura), adscrito al Ministerio de la Cultura. De otro armario brotan pelotas de diversos tamaños y colores: pelotas de básquet, volibol, fútbol y futbolito. La verdad, un equipamiento variado y de primera, que nunca he visto en una escuela rural.

La comida y la escuela

- “El comedor funciona desde que se creó la escuela, en 1960. Antes se daba solo almuerzo y se escogía a los niños por la necesidad económica de sus padres y por la lejanía de su vivienda. Ahora se ofrece tres comidas diarias - desayuno, almuerzo y merienda - y ya no se selecciona, todos comen en la escuela. Ahora, los niños traen sus cubiertos, porque antes se perdían. Lo que no cambia es que los niños son reacios a comer verduras; tampoco quieren el atol**** de cereales”.

- “Antes estaba involucrado el Comedor del INN (Instituto Nacional de Nutrición). Después fue el PAEB (Programa de Alimentación Escolar Bolivariano). Después fueron las mamás – las Madres Colaboradoras - las cocineras, con un pago de 10.000 Bolívares diarios. Un requisito era tener a sus hijos estudiando en la escuela. Ahora contamos aquí con un HOGAIN (Hogar de Atención Integral para Niños y Niñas) a fin de que puedan dejar allí a sus niños pequeños”.

- “Al principio, cuando se decretó la Escuela Bolivariana, fue una gran batalla. Los militares distribuían la comida a las escuelas. Pura lata. Muchas veces nos tocaba tirar toda la bandeja al basurero, a los alumnos no les gustaba la comida. Luego, el Estado enviaba el dinero y se compraba la comida en el mercado. Ese sistema funcionó bien en esta escuela. El cheque venía puntualmente cada mes y hasta sobraba el dinero. Se contrató a una cooperativa de pan de la zona, en otra cooperativa se compraban los lácteos. De este modo, se daba empleo a la gente local”.

- “Luego vino otro cambio, se argumentó que las escuelas gastaban mal. Ahora es una empresa la que surte a esta escuela, pero mal. La comida la entregan cada tres días, tenemos dos equipos de refrigeración. Los productos son de mala calidad. Aquí hemos devuelto dos veces carne en mal estado, los panes se endurecen pronto, las verduras se dañan enseguida. Nos cambian el atún por pollo, porque el atún es más caro y a ellos lo que les interesa es ahorrar. Nos quitan asimismo el pescado, que es caro. Viene la sardina, solo abrir la lata, se acabó la sazón propia. Son pocas empresas las que acaparan el negocio. ‘Den gracias que se están jartando’, nos dijeron una vez que nos quejamos del servicio”.

Nada de esto me llama la atención. Historias similares se repiten en varios países de América Latina. No conozco ningún país que haya resuelto bien la alimentación escolar.

Las Misiones Bolivarianas, los padres de familia y la escuela

- “Yo me imaginé que las Misiones servirían para aportar, pero no. Hay menos compromiso de los padres en la escuela. Más que la motivación por la educación, lo que se ve es la motivación económica de los facilitadores y de los alumnos”.

- “Las Misiones están debilitando a la escuela. Antes, nosotros convocábamos a los padres de familia a colaborar, ahora nadie quiere. Próximamente se va a instalar el CBIT, que será para uso comunitario. Se convocó a reunión de la comunidad, vinieron 14 personas. ‘Mi mamá me dijo que no podía venir porque si falta le botan de la Misión y no le pagan’ me explicó una alumna cuando le pregunté por qué no había venido la mamá, que antes siempre venía a la escuela”.

- “Todo esto ha traído en definitiva cosas positivas y negativas. Se han roto muchos lazos, la gente vive ocupada, la madre abandona al hijo mientras estudia, con la oferta de tanta Misión. Muchas madres de esta escuela están inscritas en las Misiones. Una niña carente de afecto no quiere irse de la escuela. La madre trabaja en el día y estudia en la noche”.

- “Aquí en la comunidad se ha hecho alfabetización de adultos con el sistema de Fe y Alegría. Tuvimos el programa ACUDE en la década de los 1980s. El lema era: ‘Venezuela necesita de tu ayuda, ACUDE te estamos esperando’. La mayoría de los alumnos eran hombres. Ahora viene un método extranjero, de Cuba, el "Yo, Sí Puedo". En Venezuela tenemos creatividad y tenemos experiencias”.

Se ha hecho tarde y ha dejado de llover. Un vehículo oficial se detiene frente a la escuela. Es un equipo del Consejo Nacional Electoral (CNE) que viene a revisar la infraestructura de la escuela, en preparación de las próximas elecciones. Providencio se disculpa, debe atenderlos. Suspendemos la conversación. Sabrosa e ilustrativa conversación con un docente venezolano que ama su tarea, que ha vivido desde adentro la historia de más de dos décadas de educación en su país y que ha reflexionado sobre ella, posiblemente ignorando que varios de los elementos y cambios que describe para la educación venezolana son similares a los de las reformas educativas de otros países de América Latina. Interesante la perspectiva que aporta ver las Misiones educativas desde otro lado, en este caso desde la escuela a la que asisten los hijos e hijas de las personas adultas que se inscriben para estudiar en dichas Misiones, y desde la mirada de un director-docente para quienes esos adultos son padres y madres de familia concretos, que desatienden a sus hijos y a su vida escolar por atender su propio estudio.

Le digo a Providencio que le enviaré este reportaje, cuando lo escriba. Lo hice. A estas alturas debe estar alejado de su escuela de toda la vida, disfrutando su merecida jubilación. 
____________

* lechosa: papaya
** Los CBIT son parte del Plan Nacional de Alfabetización Tecnológica (PNAT), iniciado en 2006, que se propone llegar a 400.000 personas con conocimientos sobre informática. En 2006 FUNDABIT (Fundación Bolivariana de Informática y Telemática) instaló cerca de mil CBIT en el territorio nacional.
*** Cuatro: Instrumento de cuerdas que tiene cuatro cuerdas. Los tiples, bandolinas, tres y cuatro fueron adaptaciones criollas de instrumentos de cuerda traídos por los españoles y que han perdurado en América Latina y el Caribe.
**** Atol: bebida, colada.

Para saber más
Ministerio del Poder Popular para la Educación http://www.me.gob.ve/
Misiones Bolivarianas https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_Nacional_de_Misiones 


Soñar como consigna: De la necesidad al deseo

Gürbüz Doğan Ekşioğlu    


Soñar como consigna:
Una red de organizaciones comunitarias en el Gran Buenos Aires


Rosa María Torres

Para Ana, Daniel, Karina y los demás compañeros de El Encuentro


¿Con qué sueñan los muchachos?
¿Con qué sueñan las muchachas?

- Agrandar más el grupo con chicos y chicas.
- Ir de campamento por una semana.
- Seguir con la huerta. Ayudar en la guardería a arreglar algo. Hacer una vida nueva.
- Que los días de la huerta estén todos los chicos.
- Hacerle un regalo o una carta a Karina (la coordinadora).
- No tener problemas con los chicos del apoyo escolar.
- Tener un conjunto de ropa con el sello de la huerta. Tener carpas, colchonetas, pelotas.
- Cuidar nuestras cosas.
- Juntarse con chicos de otras guarderías, salir juntos.
- Terminar la red para no molestar a los vecinos (para que no se pase la pelota).
- Ir a la cancha de Boca o de River.
- Tener herramientas para la huerta y para carpintería.



Quisiéramos para nosotras
- No tener más problemas en nuestra familia.
- No tener problema con nuestros hermanos.
- Tener un barrio tranquilo.
- Tener a nuestra familia unida.

Queremos para los otros jóvenes:
- Que cada chico tenga su familia.
- Que nunca les falte el hogar y el alimento de cada día.
- Que no anden más en la droga y en problemas.
- Que no se arruinen la vida.
- Que no roben, y que es mejor pedir.
- Que convivan bien con su familia.
- Que no maltraten a los chicos que andan en la calle.
- Que a sus padres nunca les falte el trabajo.
- Que siempre tengan una mamá con quien hablar y conversar.
- Que el padre siempre los quiera.
- Tener un botiquín para el comedor y en la guardería

Trabajando en grupo, hombres y mujeres por separado, bajo la consigna de “¿Con qué sueñan los jóvenes de este barrio?”, estos son los sueños que, para sí mismos y para otros, soñaron estos muchachos y muchachas vinculados a “El Ceibo”, un centro comunitario ubicado en una zona deprimida del Gran Buenos Aires.

“El Ceibo” forma parte de la Red de Jardines Maternales, Apoyos Escolares y Comedores Comunitarios “El Encuentro”, una red de 16 organizaciones comunitarias esparcidas en un ámbito geográfico amplio, que empezaron a funcionar como red en 1990. Entre todas ellas atienden a alrededor de 1.200 niños, con actividades que incluyen, entre otros, cuidado, salud, alimentación y apoyo escolar. "El Encuentro" forma a su vez parte de Inter-Redes, una red de cinco redes que aglutina a más de 100 instituciones que atienden aproximadamente a 10.000 niños y adolescentes en zonas muy pobres del Conurbano  Bonaerense.

Inicialmente surgidas como guarderías, literalmente destinadas a guardar, durante varias horas al día, a los hijos de madres trabajadoras expuestos, de otro modo, al abandono y al candado, la propia realidad y la agudización de las necesidades fue obligando a expandir la edad de los niños -hoy de 0 a 16 años- y las áreas de trabajo: las guarderías originales se han transformado en instituciones polivalentes que, además de guarderías infantiles, funcionan como centros de atención en salud, comedores escolares y comunitarios, red de apoyo escolar, espacios de encuentro y contención para los jóvenes, colchones para amortiguar los golpes de la pobreza, el desempleo, la violencia, la desesperanza. Curiosamente -para nosotros- adolescentes y jóvenes continúan llamando guarderías a estos centros de los cuales han venido, poco a poco, apropiándose. Evidentemente, para ellos, el propio concepto de guardería ha pasado a adquirir aquí un nuevo significado.

Cuando, en 1997, entré en contacto con El Encuentro, el equipo coordinador - formado por los responsables de cada centro y un equipo central - estaba elaborando un proyecto para intensificar su capacitación. Fue en esa primera visita que surgió la posibilidad de que, además del proyecto común como red, cada uno de los 16 centros diseñara un proyecto específico, y que lo hiciera inspirado no tanto en las necesidades como en los deseos de la gente. Elevándose por sobre las necesidades inmediatas dictadas por la pobreza y las soluciones mínimas dictadas por la falta de recursos, qué era, en definitiva, lo que niños, jóvenes y adultos deseaban ver realizado para sí mismos y para su barrio si tuviesen acceso a una pequeña cantidad de dinero, dinero para permitirse cumplir con sueños, no para responder a problemas. Cuando, durante la conversación, me permití sugerir que, para la elaboración de dichos proyectos, el “sueño” debía imponerse sobre la “necesidad”, no sospechaba cuán importante y cuán movilizador puede ser “soñar” como consigna, sobre todo, precisamente, para quienes no se permiten ya, ni siquiera, soñar.

Enseguida, y en un proceso de participación, reflexión y elaboración que se extendería a lo largo de varios meses, los coordinadores de cada centro organizaron la consulta a nivel comunitario y, en particular, con los jóvenes. Así surgieron los once proyectos finalmente en marcha (en un acto de gran madurez y responsabilidad, considerando las carencias que predominan en la zona, cinco centros decidieron, en el camino, que no estaban maduros o no tenían condiciones para emprender con un proyecto institucional). Como se esperaba, los proyectos que resultaron son muy diferentes entre sí. Porque mientras que las necesidades homogenizan, los sueños -si son sueños de verdad- son propios, específicos, idionsincráticos, necesariamente diversos.

Los “sueños” de los muchachos y muchachas de El Ceibo - reveladores de los estragos que tiene la pobreza sobre la capacidad de soñar de niños y jóvenes, y de las diferencias que marca la pertenencia de género en materia de sueños y expectativas - se plasmaron en un proyecto al que titularon “Sembradores de Esperanzas”, cuyos ejes son la recreación y la cultura. Otros tantos sueños, soñados entre niños, jóvenes y adultos articulados alrededor de cada centro, produjeron otros tantos proyectos, con sus respectivos nombres e identidades.

INSTITUCION
PROYECTO
¿QUE?
¿QUIENES?
La Merced
“Acampantes del 2000”
Recreación
Niños/Adolescentes
Sol Naciente
“Energía Joven”
Deporte
Organización comunitaria
Adolescentes/Jóvenes
Nuestro Futuro
“Sembrar”
Organización comunitaria
Niños/Familia/
Comunidad
La Esperanza
“Huerta Orgánica”
Organización comunitaria
Niños/Adolescentes/
Padres
Juan Bautista
“Aprovechá tu Tiempo”
Educación
Niños/Adolescentes
Sagrada Familia
“Reconstruir”
Salud
Hombres golpeadores/
Familias en situación de violencia
El Ceibo
“Sembradores de Esperanza”
Recreación y cultura
Adolescentes/Jóvenes/
Adultos
Ardillita Dormilona
“Protección y Cuidado del Niño en la Comunidad”
Protección y cuidado del niño
Instituciones del barrio/
Padres y madres
Centro Infantil Belén
“Para Entendernos Mejor”
Comunicación
Comunidad/Adultos/ Jóvenes/Niños
La Amistad
“Aprendiendo a Organizarnos en Comunidad”
Organización comunitaria
Organizaciones del barrio/Comunidad
Creciendo
“Comunicar es Crecer”
Comunicación
Organizaciones del barrio/Comunidad

El armado de los proyectos desencadenó un proceso inédito, sumamente rico y formativo, de gran autoexigencia tanto para el equipo coordinador de la red como para los jóvenes y los pobladores de los barrios que participaron en torno a cada uno de los centros. Dicho proceso fue registrado y documentado paso a paso, convertido en tema de reflexión y análisis colectivo, en carteles y fotos, en murales y transparencias, primero para devolverlo hacia adentro y, más tarde, para compartirlo hacia afuera, con otros. Modestos en la formulación y en los presupuestos, la calidad de estos proyectos es infinitamente superior, por el proceso de construcción que está detrás, que muchos que, en el papel, lucen elegantes, rimbombantes, impecables. Aquí, en la humildad de estas guarderías, en la modestia infinita de quienes trabajan pegados a las necesidades y los sueños de los pobres, puede darse una calidad que escasea en general en el mundo de las políticas, los programas y los proyectos: la calidad de la participación popular, de la consulta democrática, del aprendizaje colectivo, de la labor autogestionaria, del verdadero compromiso con la gente. 

Comunidad de Aprendizaje: Educación, territorio y aprendizaje comunitario




      

Entendemos como Comunidad de Aprendizaje una comunidad humana y territorial (urbana o rural) que asume un proyecto educativo y cultural propio, enmarcado en y orientado hacia el bien común, el desarrollo local y el desarrollo humano, para educarse a sí misma, a sus niños, jóvenes y adultos, gracias a un esfuerzo endógeno, cooperativo y solidario, basado en un diagnóstico no sólo de sus carencias sino, sobre todo, de sus fortalezas para superar dichas carencias.

Afirmamos que la única posibilidad de asegurar educación y aprendizaje permanente, relevante y de calidad para todos, sobre todo en los países del Sur, es haciendo de la educación una necesidady una tarea de todos, aprovechando, desarrollando y sincronizando los recursos, los saberes y los esfuerzos de la comunidad local, con apoyo de los niveles intermedios y del nivel central a fin de asegurar condiciones de viabilidad, calidad y equidad.

La educación y el aprendizaje no son un fin en sí mismos. Son condiciones esenciales para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas y las familias, para la construcción de ciudadanía, para la transformación social, para el desarrollo comunitario y para el desarrollo nacional. La educación y el aprendizaje por sí mismos no son suficientes para lograr estos objetivos. Requieren ser parte de un esfuerzo amplio de transformación de las condiciones sociales, económicas, culturales y políticas que reproducen la pobreza y las múltiples inequidades, la educativa una de ellas. Sin cambios profundos en el modelo económico, político y social, no hay posibilidad de avanzar con los cambios también profundos que requiere el mundo de la educación, la formación y la capacitación de las personas.

- Rosa María Torres, en: Iniciativa de Educación Básica "Comunidad de Aprendizaje", Fundación W.K. Kellogg, Buenos Aires, 1997.




El término Comunidad de Aprendizaje (Learning Community) se ha extendido con significados y usos diversos, tanto en los países del Norte como del Sur. La diversidad de usos del término Comunidad de Aprendizaje (CA) está atravesada por tres ejes: (a) el eje escolar/extraescolar, (b) el eje offline/online (presencial/virtual), y (c) el eje relacionado con la amplia gama de objetivos y sentidos atribuidos en cada caso a la CA.

Algunos se refieren a la escuela o al aula como CA (por ejemplo, el Centro de Investigación en Teorías y Prácticas Superadoras de Desigualdades - CREA de la Universidad de Barcelona); otros nos referimos a un territorio (la ciudad, la comunidad, el barrio, el cantón, el municipio, etc.); otros, a una red o comunidad virtual (redes de personas, de escuelas, de instituciones educativas, de comunidades profesionales).

Algunos vinculan CA a procesos de desarrollo económico, desarrollo de “capital social” o desarrollo humano; otros ponen el acento en asuntos como ciudadanía y participación social.

En general, lo que domina es la noción de comunidad
más que la de aprendizaje. De hecho, excepto por algunas versiones de CA más apegadas al ámbito escolar, hay poca atención sobre los aspectos pedagógicos involucrados.

En el mundo indígena,
CA se asocia a Buen Vivir comunitario (Sumak Kawsay, en lengua kichwa):
"Las comunidades de aprendizaje tienen la singularidad de ser generadoras y gestionadoras de conocimiento desde sus propias realidades, necesidades y exigencias, capaz de lograr el más alto grado de sintonía para la construcción de Buen Vivir comunitario. 

La Amawtay Wasi concibe a las comunidades de aprendizaje (CA) como una estrategia para multiplicar y potenciar el más alto grado de consistencia, legitimación, compromiso y participación en procesos colectivos de aprendizaje cultural y socialmente significativos por parte de diversas formas organizativas de jóvenes y adultos de toda edad, desde sus comunidades-territorios, basándose en el principio del aprendizaje adquirido en la convivencia con la Pachamama a lo largo de la vida.

Las CA posibilitan la apertura de espacios para la participación de aquellos sectores tradicionalmente excluidos del sistema educativo vigente, especialmente las mujeres y las/los mamakuna y yayakuna (mayores), yachakkuna, quienes más deberán ser apoyados para reasumir su papel protagónico tradicional como sabios/as y docentes tradicionales, así la revitalización de los espacios primordiales de aprendizaje como son el hogar y otras no tradicionales como el trabajo en mingas de la construcción, y el fortalecimiento del encuentro y el diálogo comunitario como son las tantanakuykuna (reuniones) y las minkakuna, entre otros tradicionales y modernos.

De este modo, las CA se centrarán alrededor de grupos, organizaciones e instituciones y redes antes que en personas aisladas".

- Pluriversidad Amawtay Wasi, Ecuador.

En todo caso, la noción de “Comunidad de Aprendizaje” resulta reconocible como aspiración y como experiencia histórica en todos los países. Su activación actual tiene que ver con un conjunto de factores, entre otros:

▸ La “glocalización” (globalización y su impulso contrario, la localización) y, en ese contexto, el resurgimiento/remozamiento de lo local y del “desarrollo comunitario”.
▸ Los procesos de descentralización, la complejización y mayor visibilización de la sociedad civil, las alianzas entre diversos sectores y actores, y el ensanchamiento de la participación ciudadana en diversos ámbitos, el educativo entre ellos.
▸ La expansión de las TICs y su penetración creciente en la vida cotidiana de las personas, en diversos espacios y en todas las edades.
▸ La importancia dada al aprendizaje, y la adopción del Aprendizaje a lo Largo de la Vida como paradigma educativo del siglo 21, en el marco de la emergente “sociedad del aprendizaje”.
▸ La creciente aceptación de la diversidad y, consecuentemente, de la necesidad de diversificar la oferta educativa, de experimentar con modelos diferenciados, adecuados a cada contexto y momento.
▸ La insatisfacción mundial con el sistema educativo y con los reiterados intentos de reforma educativa (escolar), y la búsqueda de nuevas vías y modos para pensar la educación escolar y la educación en general (hay clamor por un "cambio radical" y un “cambio de paradigma” para la educación).

La propuesta de Comunidad de Aprendizaje que exponemos aquí sintéticamente (ver más abajo) se refiere a un territorio y a una comunidad humana, urbana o rural, en la que todos aprenden - niños, jóvenes, adultos - en la familia, en el sistema escolar, en la biblioteca, en plazas, parques, mercados, infocentros, talleres, y en todos los espacios e instituciones existentes en la localidad. La CA integra, así, educación escolar y no-escolar, aprendizajes formales, no-formales e informales, recursos presenciales y en línea, incluyendo de este modo las diferentes nociones de CA mencionadas antes.

Se inspira en el pensamiento y en la mejor práctica de la educación comunitaria, la visión educativa de los pueblos indígenas alrededor del Sumak Kawsay, y movimientos como la Educación Popular en América Latina.

Tomamos asimismo elementos de la “visión ampliada de la educación básica” propuesta en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos (Jomtien, 1990), la cual alude a la satisfacción de "necesidades básicas de aprendizaje" de las personas - niños, jóvenes y adultos - dentro y fuera del sistema escolar, y a lo largo de la vida.

Planteamos la CA como una propuesta de política y de acción educativas, traducida como estrategia de desarrollo y de transformación educativa y cultural a nivel local, con perspectiva y protagonismo ciudadanos. Como tal: 


▸ la CA forma parte de, y debe articularse con, un proyecto de desarrollo local y nacional, integral e integrador, lo que implica romper con la sectorialidad y concertar alianzas operativas y estratégicas tanto a nivel micro (CA) como macro (política educativa, política social, política económica);

la CA adopta una visión integral y sistémica de lo educativo, poniendo en el centro el aprendizaje (satisfacción de necesidades de aprendizaje de la población y desarrollo de una nueva cultura general sintonizada con los requerimientos de una ciudadanía plena),  articulando

- aprendizaje formal/no-formal/informal
- escuela/familia/comunidad
- política educativa/social/económica
- educación/cultura
- saber científico/saber común
- educación de niños/educación de adultos
- reforma/innovación (cambio “desde arriba” y cambio “desde abajo”)
- gestión administrativa/gestión pedagógica (en la institución escolar, en el sistema escolar, en la política educativa, en la formación de agentes educativos, etc.)
- lo local/lo nacional/lo global.

Construir una Comunidad de Aprendizaje implica potenciar la articulación entre escuela, familia y comunidad, así como entre aprendizaje formal, no-formal e informal.

La escuela es, por definición, parte de la comunidad, se debe a ella, está en función de ella; docentes y alumnos son al mismo tiempo agentes escolares y agentes comunitarios. La familia tiene valor en sí misma y no se subsume en “la comunidad”. 


Por otra parte, y dado que la escuela no es la única institución educativa, la necesidad de articulación se extiende a todas las instituciones o espacios educativos y culturales (o pasibles de ser convertidos en tales) presentes en la comunidad local tales como: bibliotecas, centros infantiles, centros de adultos, centros de salud, casa comunitaria, canchas deportivas, lugares de trabajo, medios de comunicación, telecentros o cafés internet, talleres artesanales, clubes, mercados, iglesias, parques, plazas, patios, huertos, granjas, jardines, viveros, cines, teatros, anfiteatros, gimnasios, museos, circos, zoológicos, centros de exposiciones, galerías, kioskos, hospitales, cárceles, cuarteles, cementerios, etc. 

La Comunidad de Aprendizaje no resulta de la suma de intervenciones aisladas, o incluso de su articulación, sino que implica la construcción de planes educativos territorializados (la ciudad, el barrio, la comunidad, la cuadra, la manzana, el pueblo, la ciudad, el distrito, el municipio, etc.).
Diferenciamos Comunidad Escolar y Comunidad de Aprendizaje

DE
A

Comunidad Escolar

Comunidad de Aprendizaje

▸ Niños y jóvenes aprendiendo
▸ Niños, jóvenes y adultos aprendiendo
▸ Adultos enseñando a niños y jóvenes
▸ Aprendizaje inter-generacional y entre pares
▸ Educación escolar
▸ Educación escolar y extraescolar
▸ Educación formal
▸ Aprendizaje en ámbitos formales, no-formales e informales
▸ Agentes escolares (docentes, maestros, profesores)
▸ Agentes educativos (agentes escolares y otros sujetos que asumen funciones educativas)
▸ Los agentes escolares como agentes de cambio
▸ Los  agentes educativos como agentes de cambio
▸ Los alumnos (educandos) como sujetos de aprendizaje
▸ Educandos y educadores como sujetos de aprendizaje
▸ Visión fragmentada del sistema escolar (por niveles: pre-escolar o inicial, básica, media, superior) 
▸ Visión sistémica y unificada del sistema escolar (un continuo que va desde la educación inicial hasta la superior, incluyendo a ésta última)
▸ Planes institucionales
▸ Planes y alianzas inter-institucionales 
▸ Innovaciones aisladas
▸ Redes de innovaciones
▸ Red de instituciones escolares
▸ Red de instituciones educativas
▸ Proyecto educativo institucional (escuela)
▸ Proyecto educativo comunitario. Cada proyecto es único, propio, hecho a medida de cada comunidad.
▸ Enfoque sectorial de la educación (la educación como "sector")

Enfoque intra-escolar de la educación
▸ Enfoque inter-sectorial de la educación y el aprendizaje (atraviesa varios "sectores")
▸ Enfoque
territorial de la educación y el aprendizaje (el territorio como lugar y recurso de aprendizaje)
▸ Ministerio de Educación a cargo
▸ Varios Ministerios involucrados
▸ Estado/gobierno
Comunidad local, comunidad nacional, Estado/gobierno.

Educación permanente
 
Aprendizaje a lo largo de la vida


¿Qué implica organizar una Comunidad de Aprendizaje
?


         
Volver al sentido común, desafiando la ideología, las prácticas y las institucionalidades convencionales, que piensan y organizan la educación y los aprendizajes únicamente pensando en educación escolar, segmentando por edades, según distinciones formal/no-formal/informal, y con mentalidad sectorial (educación, cultura, deporte, salud, trabajo, producción, ecología, etc.)


▸ Concentración en un territorio determinado, urbano o rural.
▸ Construir sobre procesos de organización y movilización social ya en marcha.
▸ Diagnóstico entendido como identificación no sólo de lo que NO HAY (necesidades, deseos) sino de LO QUE HAY (historia y luchas compartidas, perspectivas de futuro, relaciones, saberes, motivaciones, valores positivos, instituciones, redes, recursos, etc.) en la comunidad.
▸ Toda una comunidad que aprende: niños, jóvenes y personas adultas, educadores y educandos.  

▸ Hacerse cargo de los factores "extraescolares" que son definitorios en los aprendizajes incluso más que los "intraescolares", como lo revelan numerosos estudios y evaluaciones de rendimiento escolar (LLECE, PISA, etc).
▸ Procesos participativos en el diseño, ejecución y evaluación del plan educativo. 
▸ Proyectos asociativos y en alianza entre diversos actores operando en el territorio.
▸ Derecho a la educación entendido como derecho al aprendizaje.
▸ Atención a lo pedagógico (calidad de las relaciones de enseñanza y aprendizaje).  
Procesos sostenidos de información, comunicación y educación ciudadanas, orientados a toda la comunidad.
▸ Contribución a la revitalización y renovación del sistema escolar público y privado. 
▸ Prioridad sobre la gente y sus relaciones antes que sobre las cosas (infraestructura, equipamiento, etc.)
Intervención sistémica y búsqueda de articulaciones y sinergias.
▸ Sistematización, evaluación y difusión de la experiencia a lo largo del propio proceso y a través de todos los medios al alcance.
▸ Desarrollo de experiencias demostrativas, con uno o más componentes radicalmente innovadores en el contexto comunitario.
▸ Continuidad y sustentabilidad de los esfuerzos, hacia la construcción de una cultura de aprendizaje y una cultura ciudadana comunitaria.
▸ Procesos de calidad con austeridad, uso eficiente y control social de los recursos.

Iniciativa de Educación Básica "Comunidad de Aprendizaje"

Varias de las ideas expuestas aquí fueron conceptualizadas inicialmente como parte del ideario de la Iniciativa de Educación Básica "Comunidad de Aprendizaje" que organicé siendo Directora de Programas para América Latina y el Caribe de la Fundación W.K. Kellogg, con sede en Buenos Aires (1996-1998) y que dí continuidad posteriormente desde el IIPE-UNESCO Buenos Aires (1998-2000), también con financiamiento de la F. Kellogg.

A fines de 2007 difundí ampliamente en América Latina el documento con el ideario y la propuesta de la Iniciativa. Se recibieron 132 pre-proyectos. De estos pre-seleccionamos 52 y terminamos financiando 14 proyectos en 9 países de la región - Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Haití, México, Perú, Uruguay y Venezuela - por un período de 5 años. El ideario de la Iniciativa CA ha inspirado varias experiencias de este tipo en diversos países latinoamericanos.

Una versión ampliada del texto original de la Iniciativa la presenté en el “Simposio Internacional sobre Comunidades de Aprendizaje” preparatorio del Barcelona Forum 2004 (Barcelona, 5-6 Octubre 2001). He preparado y presentado versiones de este documento, en español y en inglés, en diversos eventos.

En 2011 fui invitada por el Instituto Natura, en Sao Paulo, a hacer una serie de presentaciones, como parte de un proceso de asesoría a Natura, interesada en adoptar el concepto de CA en su programa de cooperación en educación en Brasil. Natura preparó un breve folleto informativo utilizando algunas de las ideas de este texto.

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