De alumno a aprendiz




Alumno
es, quizás, el término más corriente cuando se habla de educación. Hurgando en la epistemología, algunos llegaron a la conclusión de que alumno quiere decir "sin luz" (prefijo “a”: sin y raíz “lumen – luminis”: luz). Otros vinieron en su rescate: alumno viene de alumnus, participio del verbo alere: ‘alimentar’ o ‘alimentarse’, ‘sostener’, ‘mantener’, ‘promover’, ‘incrementar’, ‘fortalecer’. Alumno sería, así, el que es alimentado o se alimenta, el que es nutrido o se nutre. "Persona criada o educada desde su niñez por alguno, respecto de éste", "Discípulo, respecto de su maestro, de la materia que está aprendiendo o de la escuela, colegio o universidad donde estudia", dice la Real Academia Española (RAE).

Estudiante es quien estudia, independientemente de si alguien educa o enseña. Sugiere autonomía: quien estudia puede hacerlo solo. El sustantivo tiene la ventaja de la ausencia de género: no existen estudiantes y estudiantas ni la tentación del estudiant@s. Pero el verbo invita a confusión, pues estudiar no necesariamente es aprender. Millones de estudiantes estudian, siguen recomendadas técnicas de estudio para concentrarse y para aguzar la memoria, y pasan noches en blanco estudiando para pruebas que dejan a menudo aprendizajes también en blanco.

Educando es quien se educa, quien está en proceso de educarse (o autoeducarse). Educadores y educandos es ecuación elegante. Era, de hecho, la preferida de Paulo Freire. Igual que alfabetizadores y alfabetizandos, los en proceso de alfabetizarse, digno sustituto del denostado analfabeto, aquel que carece de alfabeto. No obstante, pocos distinguen la diferencia - no solo terminológica sino pedagógica - y la relación dialéctica educador-educando, alfabetizador-alfabetizando.

Aprendiz viene de aprender: el que aprende, el que está en situación y en proceso de aprender, solo o con otros. Sería el término perfecto, de no ser porque sus usos en español están fuertemente marcados. Aprendiz se sigue reservando por lo general para quien aprende un arte o un oficio, y se asocia con aprendizajes manuales. Busquen si no en Wikipedia o pregúntenle a la Real Academia, que explica en tiempos actuales que el aprendiz es una"persona que, a efectos laborales, se halla en el primer grado de una profesión manual, antes de pasar a oficial". En el habla coloquial, aprendiz es novel o novato, y se presta a menudo para usos peyorativos.

Suerte tienen en inglés con un learner limpio, sin cargas negativas de ningún tipo.

Justamente, curiosamente, tristemente, para el verbo que importa - aprender - parecería que no tenemos en español el sustantivo adecuado. No tenemos un término que nombre a "el que aprende". La Real Academia consigna el término aprendiente pero no es de uso común. Ni alumnos ni estudiantes remiten a aprendizaje. El paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida destaca el término aprendizaje, no educación, escolarización, enseñanza o estudio. Reconoce que hay aprendizaje desde el nacimiento hasta la muerte, aprendices permanentes, sin edad, que aprenden de sí mismos, de los demás, del mundo que les rodea. ¿Cómo llamamos a niños, jóvenes y adultos que aprenden, que están en proceso de aprendizaje, solos o con ayuda de otros, dentro y fuera del sistema escolar?

Declaración de Quito (1991): Hacia un nuevo modelo educativo




Foto: Cristóbal Ocaña


En 1991 se firmó en Quito una declaración de ministros de educación que concluyó en el "agotamiento del modelo educativo" vigente, propuso avanzar hacia un "nuevo modelo educativo" y anunció el comienzo de una "nueva etapa de desarrollo educativo, que responda a los desafíos de la transformación productiva, de la equidad social y de la democratización política".

Fui parte del equipo que redactó dicha declaración - junto con Juan Carlos Tedesco, entonces director de UNESCO-OREALC - y recuerdo vívidamente el entusiasmo con el que se redactó, discutió y aprobó. No había entonces Internet ni redes sociales y era más bien limitada la difusión de eventos y declaraciones. Pocos se enteraron posiblemente de esta Declaración, más allá del pequeño círculo de ministros, equipos ministeriales y especialistas.

Han pasado muchos años, muchos ministros y muchas declaraciones desde entonces. Los discursos nacionales, regionales y mundiales sobre la educación se diluyen entre tanta reunión y tanta cumbre, atropellándose entre sí, a menudo reiterando los mismos fraseos del viejo modelo agotado y proponiendo como «nuevos» planteamientos que vienen haciéndose - y cuestionándose - desde hace varias décadas.

Traigo por eso aquí este artículo mío de inicios de los 1990s, en el que resumía y celebraba aquella declaración esperanzadora que, a las puertas del siglo 21, hablaba de modelos agotados y de la necesidad de giros mayores. Más de treinta años después, el «modelo agotado» sigue en buena medida en pie, apalancado con nuevas tecnologías, y los replanteamientos mayores siguen sin hacerse.



A fines de 1991 tuvo lugar en Quito una reunión de educación que no fue una más entre tantas. Por la cantidad y ca­lidad de sus participantes, y por el contenido de los do­cumentos que allí se discutieron y aprobaron, la reunión marcó un hito al proponer un nuevo rumbo para la educación en América Latina y el Caribe.

Con nombre largo, com­plicado y tecnocrático - IV Reunión del Comité Regional Intergubernamental del Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe (PROMEDLAC IV) - el evento reunió a las y los mi­nistros de educación de la región por cuarta vez desde que, en 1979, arrancó el Proyecto Principal de Educa­ción (PPE), coordinado por UNESCO-OREALC (la oficina regional de la UNESCO) y con tres metas para el año 2000:

a) alcanzar la escolarización básica a los niños en edad escolar y ofrecerles una educación general mínima de 8 a 10 años de duración;
b) superar el analfabetismo, desarrollar y ampliar los servicios educativos para jóvenes y adultos con escolaridad incipiente o sin escolaridad; y
c) mejorar la calidad y la eficiencia de los sistemas escolares, y de la enseñanza en general, a través de la realización de las reformas necesarias y del diseño de sistemas efectivos de medición de los aprendizajes.

¿Por qué hito?

La Declaración de Quito, suscrita al término de la reunión por los 26 ministros de educación presentes, no habló solo de mejorar. Habló de "iniciar una nueva etapa de desa­rrollo educativo" dado que las estrategias en que se han sustentado los sistemas educativos "han agotado sus posibilidades de armonizar cantidad con calidad".

Seis puntos se acordaron en dicha Declaración sobre qué hacer y cómo emprender la nueva etapa. Los resumo aquí.

1. Consenso nacional sobre la prioridad de la edu­cación y de su transformación. Nuestros países necesitan fortalecer la integración re­gional y bilateral, invertir prioritariamente en la formación de su gente, batallar contra la inequidad, fortalecer la cohesión social. Sin una educa­ción de calidad son imposibles la equidad y la democracia. Por eso, se requieren grandes consensos nacionales que aseguren el compromiso y la participación de toda la sociedad en el impulso y la renovación de la educación, políticas de estado antes que de gobierno, trabajar en el corto, mediano y largo plazo. 

2. Cambio profundo del sistema educativo y de la gestión educativa convencional. Es preciso articular la edu­cación a la cultura, a la economía, a la sociedad, rompiendo el aislamiento de "lo educativo". La educa­ción debe responder a las demandas sociales, no quedarse entram­pada en la administración educativa. La escuela debe abrirse a la comunidad e integrarse a ésta, escuchándola y poniéndose a su servicio. Padres de familia y docentes necesitan aliarse y trabajar juntos, antes que enfrentados. Los cambios más importantes y sostenidos vienen de abajo, no de una administración centralizada.

3. La educación como responsabilidad de todos, no solo del Estado o de un Ministerio. La educación va más allá de la competen­cia del Estado, del Ministe­rio de Educación y del sistema educativo formal. La educación es trans-sectorial y requiere el concurso de todas las políticas; no es un 'sector' más. Hay educación y hay aprendizaje dentro y fuera del sistema escolar. Educar a un país requiere la cooperación de todos y nuevas formas de relación entre el estado y la sociedad, los organismos gubernamentales y los no-gubernamentales, el sector público y el privado, las diferentes instancias del propio Estado. La participación significativa y permanente de estudiantes, docentes y familias es fundamental en el logro de una educación escolar fuerte, pertinente y de calidad.

4. Nuevos estilos de planificación y ad­ministración de la educación. Los estilos tradicionales de planificación y administración educativa han mostrado grandes limita­ciones, y han tenido un papel decisivo en las deficiencias de los sistemas educativos. Es preciso un nuevo estilo que dinamice la participa­ción de la comunidad educativa y especialmente de los actores del proceso pedagógico; que se haga responsable de los bajos resultados del sistema educativo y los corrija a tiempo; que priorice adecuadamente la inversión en educación; que promueva la in­novación y la creatividad de los docentes en el desempeño de su profesión, antes que el modelo rígido. Es necesario descentralizar y descon­centrar, establecer ágiles mecanismos de evaluación de resultados, estrategias de compensación para los grupos y sectores menos favorecidos, programas de emergencia para resolver situa­ciones críticas, sistemas de información e investigación que permitan tomar decisiones sobre bases confiables, experimentación antes de masificar políticas y programas.

5. Cambios profundos en la práctica pedagógica y en los contenidos de la educación. Una educación de calidad requiere cambios sustanciales en los saberes y prácticas pedagógicas, y una transformación profunda del currículo. Métodos y contenidos de enseñanza deben ser adecuados y pertinentes tanto para las personas como para la sociedad, diseñarse en consulta social y revisarse de manera permanente. Es esencial la profe­sionalización docente y garantizar a los maestros las condiciones necesarias para un buen desempeño de su función. No se puede exigir a los docentes lo que no se les da.

6. Empeño nacional, apoyo inter­nacional. Impulsar todos estos cambios supone gran empeño de cada país. Supone también apoyo y acompañamiento internacional, y una cooperación internacional competente, respetuosa y sensible a las realidades y necesidades de los países. Diversos son los países, diversas serán las políticas, estrategias, objetivos y metas para la educación. Invertir en educación es invertir en las personas, niños, jóvenes y adultos, familias y comunidades, principal recurso de toda nación.

La «Educación para Todos» se encogió


Ilustración: John Krause


"El aprendizaje comienza con el nacimiento. Ello exige el cuidado temprano y la educación inicial de la infancia, lo que puede conseguirse mediante medidas destinadas a la familia, a la comunidad o las instituciones, según convenga.

El principal sistema para impartir educación básica fuera de la familia es la escuela primaria. Otros programas alternativos pueden ayudar a ampliar las necesidades de aprendizaje.

Las necesidades básicas de aprendizaje de jóvenes y adultos son diversas y pueden satisfacerse mediante sistemas variados".


Lo que se acordó en Jomtien, Tailandia, en 1990, en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, fue el compromiso de asegurar educación básica a todos - niños, jóvenes y adultos - desde el nacimiento, dentro y fuera del sistema educativo, con una «visión ampliada
» de dicha educación básica (Recuadro 1).

¿Qué se entendió por educación básica? Una "educación capaz de satisfacer necesidades básicas de aprendizaje de niños, jóvenes y adultos en siete ámbitos esenciales:

1) la supervivencia,
2) el desarrollo pleno de las propias capa­cida­des,
3) el logro de una vida y un trabajo dignos,
4) una participación plena en el desarrollo local y nacional,
5) el mejoramiento de la calidad de vida,
6) la toma de decisiones informadas, y
7) la posibilidad de continuar aprendiendo.

Es decir: educación básica no es educación escolar ni equivalente a educación primaria o a cierto número de años de escolaridad.

Recuadro 1

EDUCACION BASICA

       VISION RESTRINGIDA (convencional)
              VISION AMPLIADA (Jomtien)
Niños.
Niños, jóvenes y adultos.
Aparato escolar.
Dentro y fuera del aparato escolar.
Un período de la vida de una persona.
Toda la vida, se inicia con el nacimiento.
Educación primaria (o un determinado número de años de estudio).
No se mide por el número de años o certificados de estudio sino por lo aprendido efectivamente.
Enseñanza de materias o asignaturas.
Satisfacción de necesidades básicas de aprendizaje.
Reconoce un único tipo de saber: el adquirido en el aparato escolar.
Reconoce como válidos diversos saberes, incluidos los saberes cotidianos y los tradicionales.
Uniformidad, todo igual para todos.
Diferenciación, pues son diversas las necesidades de aprendizaje (y los modos de satisfacerlas) entre culturas, grupos e individuos.
Estática (la reforma educativa como evento puntual y espasmódico).
Dinámica (la reforma educativa como proceso permanente).
Centrada en el punto de vista de la oferta (la institución escolar, sus componentes e insumos).
Centrada en el punto de vista de la demanda (alumnos, padres de familia, comunidad).
Centrada en la perspectiva de la enseñanza.
Centrada en la perspectiva del aprendizaje.
Responsabilidad del Ministerio de Educación (la educación como sector).
Involucra al Estado en su conjunto (la educación como campo de intervención multisectorial).
Responsabilidad del Estado.
Responsabilidad del Estado y de toda la sociedad.
Fuente: J.L. Coraggio y R.M. Torres, La educación según el Banco Mundial. CEM-Miño y Dávila Editores, Buenos Aires, 1997.

No obstante, como lo dijo en repetidas ocasiones el Foro Consultivo de la EPT (EFA Forum), desde el inicio fue evidente un «encogimiento» de la Educación para Todos en el concepto y en la práctica (ver Recuadro 2). La
«visión ampliada» de la educación básica, eje de la propuesta y aspecto más novedoso y potencialmente transformador de la misma, no llegó a plasmarse.

Recuadro 2

 EDUCACION PARA TODOS
PROPUESTA
Visión ampliada de educación básica
RESPUESTA
Visión restringida de educación básica
1.  Educación para todos (niños, jóvenes y adultos).
Educación para niños y niñas.
2.  Educación básica (satisfacción de necesidades básicas de aprendizaje, en la familia, la comunidad, el aparato escolar, los medios de comunicación, etc.).
Educación escolar (primaria) e incluso solo cuatro grados.
3.   Universalizar la educación básica (satisfacción universal de necesidades básicas de aprendizaje).
Universalizar el acceso a la escuela.
4.   Necesidades básicas de aprendizaje.
Necesidades mínimas de aprendizaje.
5.   Centrar la atención en el aprendizaje.
Mejorar y evaluar el rendimiento escolar.
6.   Ampliar la visión de la educación básica (el concepto, la mirada, la estrategia).
Ampliar el tiempo (número de años) de la escolaridad obligatoria.
7.   Educación básica como cimiento de aprendizajes posteriores (educación básica no como techo sino como piso).
Educación básica como fin en sí misma.
8.   Mejorar las condiciones de aprendizaje (condiciones materiales y afectivas indispensables para aprender: políticas complementarias de salud, nutrición, vivienda, etc.).
Mejorar las condiciones internas de la institución escolar (administración, currículo, textos escolares, asistencia y capacitación docente, etc.)
9.  Todos los países (también los industrializados tienen necesidades básicas de aprendizaje insatisfechas de la población).
Países en desarrollo.

10.  Responsabilidad de los países (organismos gubernamentales y no-gubernamentales) y comunidad internacional.
Responsabilidad de los países.

El «encogimiento» de la Educación para Todos (EPT)

La propuesta de EPT (Declaración y Marco de Acción) se prestaba a lecturas muy diversas, pudiendo derivarse de ella tanto una transformación educativa profunda como la reproducción ampliada - o a lo sumo mejorada - de lo mismo. Lamentable, aunque quizás previsiblemente, las interpretaciones que tendieron a dominar y a traducirse en políticas, tanto por parte de los países como de las agencias internacionales, se apegaron más a la tradición de la conservación y el mejoramiento que al desafío del replanteamiento y la transformación.

De hecho, muchos -- gobiernos, ONGs, organizaciones docentes, centros universitarios, agencias de cooperación -- nunca vieron novedad en los planteamientos de Jomtien, los cuales eran percidos apenas como una reiteración de lo conocido y una reiteración de viejas metas educativas incumplidas.

La vehemencia por lograr y mostrar resultados, en la que convergieron países y agencias internacionales, llevó a descuidar los procesos y las estrategias, y a operar dentro de la lógica del corto plazo. El énfasis sobre los indicadores cuantitativos y las coberturas impidió superar la ideología educativa convencional que disocia cantidad y calidad y que asocia progreso educativo con expansión antes que con transformación. Las propias agencias cultivaron este sesgo cuantitativo, presionando a los países a cumplir metas cuantitativas, en particular el incremento de la matrícula escolar, especialmente de las niñas.

La carrera por los números hizo perder de vista la calidad, reduciendo universalización a acceso, calidad a eficiencia, aprendizaje a rendimiento escolar, visión ampliada a aumento de años de escolaridad; llevó a desestimar la importancia de la investigación y la experimentación, ante la urgencia por hacer y por masificar; olvidó las lecciones aprendidas por los países y por las agencias en torno a la innovación educativa, su especificidad, sus condiciones de éxito y sustentabilidad, su dificultad para expandirse rápidamente o para dejarse transplantar a otros contextos.

Las metas cuantitativas y el ideario mismo de la EPT, con su visión ampliada de la educación básica, el enfoque de necesidades básicas de aprendizaje, y el foco en el aprendizaje, continúan siendo desafío abierto para la comunidad mundial, los gobiernos y la sociedad civil. Dicho ideario, inseparable de la posibilidad de una educación básica de calidad para todos, continúa siendo válido y está en sintonía con el paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida.

* Publicado en: Fuentes UNESCO, N° 122, "Educación para Todos: Diez años después de Jomtien", UNESCO, París, abril 2000. Argumentos tomados de mi libro Una década de Educación para Todos: La tarea pendiente, publicado en Uruguay (FUM-TEP), España (Editorial Popular), Venezuela (Editorial Laboratorio Educativo) y Argentina (IIPE UNESCO Buenos Aires).
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000120280_spa



 

The meaning of Pedagogy | El significado de la Pedagogía


Rosa María Torres

This text is taken from Steve Wheeler's blog. I asked him permission to translate it into Spanish. Below the English and Spanish versions.
Another article by Wheeler available in this blog, in Spanish: Integrating technology into learning.

Este texto ha sido tomado del blog de Steve Wheeler.
Le pedí autorización para traducirlo al español. Abajo ambos textos (inglés y español).
Otro texto de Wheeler traducido al español en este blog: Integrar la tecnología al aprendizaje.


The meaning of Pedagogy

Yes, the Ancient Greeks used tablets!
Following on from my recent posts on praxis and the meaning of education, here are a few thoughts on pedagogy. If you ask someone what a pedagogue is, they are likely to reply 'a teacher'. One fairly limited definition of the word pedagogue is: a school teacher. Another less kind definition suggests that pedagogues are people who instruct in a dogmatic or pedantic manner. We seem to have many views on the nature of pedagogy and how it is conducted. Unfortunately, these often lead to confusion. To gain a clear understanding of pedagogy, we first need to examine the origin - the etymology - of the word.

The word pedagogy has its roots in Ancient Greece. Rich families in Ancient Greece would have many servants (often slaves), one of whom would be specifically tasked to look after the children. Often these slaves would lead or escort the children to the place of education. The Greek word for child (usually a boy) is pais (the stem of this is 'paid'), and leader is agogus - so a paid-agogus or pedagogue was literally a leader of children. Later, the word pedagogue became synonymous with the teaching of our young. Taken in this context, we would probably all agree that pedagogy is about children's education. And yet this confines us to a very limited understanding of what pedagogy is, or has the potential to become.

If we take the principle of 'leading or guiding someone to education' (which in my last post I identified as deriving from the Latin word educere - 'to draw out from within), then we open up a whole new world of possibilities for learning. It's a well known aphorism - teachers teach, but educators reach - and also a principle that is at the very heart of true pedagogy. True pedagogy is far more than someone instructing. Pedagogy is leading people to a place where they can learn for themselves. It is about creating environments and situations where people can draw out from within themselves, and hone the abilities they already have, to create their own knowledge, interpret the world in their own unique ways, and ultimately realise their full potential as human beings. It's certainly not about absolutes, but is more likely to be about uncertainties. Good pedagogy is about guiding students to learning. It's about posing challenges, asking the right questions, and presenting relevant problems for learners to explore, answer and solve. True pedagogy is where educators transport their students to a place where they will be amazed by the wonders of the world they live within.

As one ancient Greek philosopher Socrates once said: 'Wisdom begins in wonder.'

Photo from Wikimedia Commons

Creative Commons License
The meaning of pedagogy by Steve Wheeler is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported License.
Posted by


El significado de la Pedagogía
(mi traducción del texto de Steve Wheeler)

Siguiendo con mis posts recientes sobre praxis y sobre el significado de educación, aquí algunas ideas sobre pedagogía. Si preguntas a alguien qué es un pedagogo, posiblemente te responda: 'un maestro'. Una definición bastante limitada de la palabra pedagogo es: maestro, profesor. Otra definición poco amable sugiere que los pedagogos son personas que instruyen de un modo dogmático o pedante. Parece que tenemos muchas ideas acerca de la naturaleza de la pedagogía. Lamentablemente, a menudo éstas confunden. Para una comprension más clara de la pedagogía necesitamos primero examinar el origen - la etimología - de la palabra.

La palabra pedagogía tiene raíces en la Antigua Grecia. Las familias ricas en la Antigua Grecia tenían muchos sirvientes (a menudo esclavos), uno de ellos encargado específicamente de cuidar a los niños. Muchas veces, estos esclavos llevaban a los niños al lugar de la educación. La palabra griega para niño (por lo general varón) es pais (la raíz es 'paid') y líder es agogus. Es decir, paid-agogus o pedagogo era literalmente un conductor de niños. Más tarde, la palabra pedagogo pasó a entenderse como sinónimo de enseñar a niños/jóvenes. En este contexto, podríamos probablemente concluir que la pedagogía tiene que ver con la educación de la infancia. No obstante, ésta continúa siendo una comprensión muy limitada de lo que es - o de lo que tiene el potencial de ser - la pedagogía.

Si tomamos el principio de 'llevar o guiar a alguien hacia la educación' (lo que, en mi último post identifiqué como derivación de la palabra Latina educere - 'sacar de adentro'), abrimos todo un mundo nuevo de posibilidades para el aprendizaje. 'Teachers teach, educators reach' ('los profesores enseñan, los educadores inspiran') es un aforismo conocido y un principio que está en el corazón mismo de la pedagogía. La verdadera pedagogía es mucho más que instruir. Pedagogía es llevar a las personas a un lugar donde puedan aprender por sí mismas. Tiene que ver con crear ambientes y situaciones en las que las personas puedan 'sacar' de sí mismas, pulir habilidades que ya tienen, crear su propio conocimiento, interpretar el mundo a su manera y realizar su potencial como seres humanos. Ciertamente, no se trata de absolutos sino más bien de inciertos. La buena pedagogía guía a los estudiantes hacia el aprendizaje, plantea desafíos, hace preguntas correctas y presenta problemas relevantes a ser explorados, contestados y resueltos por los educandos. En la verdadera pedagogía, los educadores transportan a sus estudiantes a un lugar en el que se sorprenden con las maravillas del mundo en el que viven.

Como dijo el gran filósofo griego Sócrates: 'La sabiduría empieza en el asombro.'

Foto de Wikimedia Commons

NOTA MIA: Hay quienes afirman que paidos es hijo, no niño. Y que por tanto pedagogía y pedagogo no se referirían estrictmanete a la infancia sino a la educación de la prole en sentido amplio. Podría pensarse en problemas de traducción (Cabe tener en cuenta, por ejemplo, que en inglés la palabra children se refiere tanto a hijos como a niños; igual con Kinder, en alemán).

Textos relacionados en OTRA∃DUCACION

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...