Un blog de educación ciudadana sobre educación y aprendizaje a lo largo de la vida
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A blog for citizen education on education and lifelong learning
Esta conferencia está pensada desde las realidades del Ecuador, con la esperanza de que sirva a quienes se dedican a la educación y a la lectura. Acompaño la presentación con una selección de fotografías de bibliotecas y escuelas de varios países.
Decidí hablar no solo de escuelas sino también de bibliotecas, porque la biblioteca es un componente importantísimo del sistema educativo y de la política educativa de un país (en Finlandia el Ministerio de Educación y Cultura se ocupa tanto de la red de escuelas como de la red de bibliotecas). La biblioteca es un espacio poderoso y versátil de aprendizaje, poco apreciado y urgido de renovación en el Ecuador. En el contexto regional, el Ecuador es uno de los países con más bajos niveles de lectura y menor acceso a libros y a bibliotecas.
Bibliotecas
Empiezo con las bibliotecas. Es mucho más fácil intentar revolucionar la biblioteca que la escuela; la biblioteca es más libre, no tiene horarios, programa de estudios que cumplir, evaluaciones. Es más fácil reorganizar y alegrar el espacio, aprovechar el suelo, utilizar cojines, puffs, canastas, etc.
Escuela Vittra, Suecia
En las fotografías incluí todo tipo de bibliotecas: biblioteca de aula, de escuela, de playa, de parque, bibliotecas comunitarias, y grandes bibliotecas. También hay bibliotecas móviles, con vehículos motorizados y también con burros como el famoso Biblioburro en Colombia.
Entre los ejemplos de buenas bibliotecas están bibliotecas modernas y magníficas como las de Finlandia, o la red de bibliotecas de Colombia, y también bibliotecas pequeñas, modestas, a nivel escolar o comunitario.
La buena biblioteca atrae lectores y se convierte efectivamente en un espacio de lectura, en un espacio placentero para leer. Importa no solo la cantidad de libros sino la variedad de materiales de lectura (el libro no es el único objeto de lectura).
Escuelas
Elegí ejemplos de infraestructura escolar moderna e innovadora que viene
desarrollándose en los países nórdicos y también ejemplos de escuelas sustentables, construidas con materiales del medio y/o con
materiales reciclados en varios países de América
Latina.
Escuela Nueva Esperanza, Manabí, Ecuador
Como escuela innovadora en el Ecuador destaco Nueva Esperanza, un complejo de tres construcciones escolares construidas con caña guadúa, en Puerto Pijal, un pequeño pueblo de pescadores a orillas del mar, en Manabí. El diseño arquitectónio lo hizo un estudio de arquitectos, Al Borde, en Quito; la tercera y última
construcción fue diseñada junto con la comunidad. La innovación
no está solo en lo arquitectónico sino también en lo curricular y en lo
pedagógico. Nueva Esperanza ganó una mención de honor en un concurso de
escuelas innovadoras - Escuelas del Siglo XXI en América Latina y el Caribe - organizado en 2018 por el BID.
Escuela del Milenio Nueva Generación, Ecuador
Las Unidades Educativas del Milenio, de reciente construcción en el Ecuador, son construcciones nuevas, modernas, pero no hay innovación desde el punto de vista arquitectónico. El modelo arquitectónico es el mismo en todo el país, independientemente del clima, la cultura, o las características específicas del entorno económico y social. Replica el modelo escolar convencional: pabellones, corredores, aulas alineadas a lo largo de los corredores, etc. La biblioteca es un espacio amplio, luminoso, pero despoblado, poco usado por alumnos, profesores y familias, entre otros porque la doble jornada limita mucho el tiempo disponible en la escuela.
El núcleo de la escuela y del modelo pedagógico es el aula. En el Ecuador la organización del aula que predomina sigue siendo la convencional: hileras de pupitres ubicados frente al profesor y a la pizarra. Esta organización espacial replica el viejo modelo escolar y el viejo modelo pedagógico: frontal, transmisivo, pasivo. La educación inicial, con niños pequeños, es la única que generalmente se pemite romper con el modelo escolar convencional.
Los modelos innovadores de escuela que se presentan hoy como deseables son espacios amplios, multifuncionales, abiertos, intercomunicados, con pocas paredes. Los modelos innovadores de aula tienen mobiliario modular, flexible, que se presta para diversos arreglos, que da cabida a la diversidad y facilita la comunicación, la colaboración, el movimiento.
Top Dog Teaching, Kayla Delzer - USA
No se trata solo de reorganizar el espacio y hacer ajustes al mobiliario. Se trata de cambios en el rol y en la actitud de los profesores, y en las condiciones administrativas, curriculares y pedagógicas de la enseñanza. De otro modo, los cambios pueden ser meramente decorativos.
Desarrollar espacios que se prestan para el juego, el movimiento, la colaboración, el trabajo en equipo, la flexibilidad, el aprendizaje autónomo, implica cambios importantes en la formación y en la cultura docente.
Cinco puntos a tener en cuenta:
a) cuando hablamos de educación debemos hablar no solo de escuelas sino también de bibliotecas; leer es parte fundamental de la educación y del aprendizaje a lo largo de toda la vida.
b) el espacio y la organización del espacio tienen un impacto sobre la enseñanza y el aprendizaje, sobre el clima del aula y el clima escolar, sobre los comportamientos tanto de los alumnos como de los profesores.
c) organizar un espacio agradable y apto para el aprendizaje no es cuestión de dinero; se pueden hacer cosas magníficas con mucha creatividad y poco dinero.
d) es importante la opinión y la participación de los involucrados: alumnos, profesores, padres de familia.
d) antes de reorganizar el espacio, es importante tener claro qué se quiere y qué se puede. Tener claro el enfoque primero antes de experimentar con la (re)organización del espacio.
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
El derecho a la educación, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), se refiere a la educación escolar, a la educación formal, a la escolarización.
El 3 de
diciembre de 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó
una Resolución que proclamó el 24 de enero como «Día Internacional de la Educación». Educación se refiere a la educación formal, al sistema educativo.
El Indice de Educación, parte del Indice de Desarrollo Humano (IDH), también se refiere a la educación escolar. Desde 2010 los dos indicadores del Indice de Educación son años promedio de escolaridad y años esperados de escolarización. Hasta 2010 fueron la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta de matriculación en educación primaria, secundaria y terciaria.
Las agendas y planes internacionales para la educación, y la «Transformación Educativa» propuesta en 2022 por Naciones Unidas, han organizado sus objetivos y metas en torno a los niveles del sistema educativo formal.
No obstante, la educación escolar no es la única educación. Existen otras educaciones que contribuyen a los aprendizajes de niños, jóvenes y adultos.
Para empezar, es importante diferenciar escolarización y educación. La primera se realiza fundamentalmente en el sistema educativo; la segunda se realiza dentro y fuera del sistema educativo. Se hace educación en el hogar, a cargo de la familia nuclear y ampliada: padres, madres, abuelos, tíos, hermanos mayores, etc. Estajuega un papel esencial en la primera infancia y un rol importante a lo largo de toda la vida. La escuela cuenta con la colaboración de la familia a lo largo de la trayectoria escolar de los alumnos y en situaciones excepcionales como fue la pandemia del COVID-19 y el confinamiento, cuando los hogares alojaron a las escuelas mientras los planteles educativos estuvieron cerrados. Además, en el hogar también se puede escolarizar (homeschooling).
Está asimismo la educación en la comunidad, en el barrio o localidad urbana o rural donde se vive, a partir de la interacción con amigos y vecinos, en la experiencia cotidiana de convivencia comunitaria, en el aprendizaje al aire libre, etc.
Hay también autoeducación, la educación que cada persona se procura a sí misma a través del juego, la lectura, la observación, el trabajo, el servicio a otros, la reflexión, la experimentación, el contacto con la naturaleza, los viajes, la inmersión cultural, la actividad deportiva, la navegación en internet, el voluntariado, etc.
Las diferentes educaciones se superponen entre sí, volviendo difusos los límites entre escolar y extra-escolar, formal, no-formal e informal, presencial y a distancia. Muchos esquemas y diagramas que hemos utilizado en el pasado para representar espacios y modalidades educativas ya no sirven.
La «Educación para Todos» acordada en Jomtien, Tailandia, en 1990, bajo la coordinación de UNESCO, UNICEF, PNUD, FNUAP y Banco Mundial, aprobó una "visión ampliada de la educación básica" destinada a "satisfacer necesidades básicas de aprendizaje" de niños, jóvenes y adultos, dentro y fuera del sistema escolar, incluyendo el papel de la familia, la comunidad, y los medios de información y comunicación.
Educación para Todos (1990-2000) Seis metas de educación básica: Satisfacción de necesidades básicas de aprendizaje
Primera infancia
familia, comunidad, centro de desarrollo infantil
cuidado y desarrollo infantil
1. Expansión de la asistencia y actividades de cuidado y desarrollo de la primera infancia, incluidas intervenciones de la familia y la comunidad, especialmente para los niños pobres, desasistidos e impedidos.
Infancia
escuela
2. Acceso universal a la educación primaria (o a cualquier nivel más alto considerado "básico") y terminación de la misma, para el año 2000.
Infancia, juventud
escuela
3. Mejoramiento de los resultados del aprendizaje de modo que un porcentaje convenido de una muestra de edad determinada (ej. 80% de los mayores de 14 años) alcance o sobrepase un nivel dado de logros de aprendizaje considerados necesarios.
Jóvenes, adultos
educación no-formal
alfabetización
4. Reducción de la tasa de analfabetismo adulto a la mitad del nivel de 1990 para el 2000. El grupo de edad adecuado debe determinarse en cada país y hacerse suficiente hincapié en la alfabetización femenina a fin de modificar la desigualdad frecuente entre índices de alfabetización de hombres y mujeres.
Jóvenes y adultos
educación básica y capacitación
5. Ampliación de los servicios de educación básica y capacitación a otras competencias esenciales necesarias para los jóvenes y los adultos, evaluando la eficacia de los programas en función de la modificación de la conducta y del impacto en la salud, el empleo y la productividad.
Individuos, familias
conocimientos, capacidades y valores
todos los canales de educación, incluidos medios de información y comunicación
6. Aumento de la adquisición por parte de los individuos y las familias de los conocimientos, capacidades y valores necesarios para vivir mejor y conseguir un desarrollo racional y sostenido por medio de todos los canales de la educación - incluidos los medios de información modernos, otras formas de comunicación tradicionales y modernas, y la acción social - evaluándose la eficacia de estas intervenciones en función de la modificación de la conducta.
Elaboración: Rosa María Torres
El aprendizaje a lo largo de la vida - definido por la UNESCO comoparadigma para la educación y los aprendizajes en el siglo XXI - reconoce que el aprendizaje es ubicuo y se realiza a través de múltiples vías, a lo largo y a lo ancho de la vida, lo que ha llevado a ampliar la noción de educación y el alcance del derecho a la educación.
El «Día Internacional de la Educación» nos convoca a honrar y celebrar todas las educaciones, no solo la de las aulas.
Una escuela comunitaria hecha de madera, caña y paja, ubicada al lado del mar, en una humilde comunidad de pescadores en la costa ecuatoriana, fue una de las seleccionadas en el Concurso Escuelas del Siglo XXI en América Latina y el Caribe organizado por el BID en 2018.
170 escuelas se presentaron, 4 resultaron ganadoras y 62 recibieron un reconocimiento. El concurso buscaba "experiencias ejemplares de innovación en infraestructura escolar en ALC, con alto nivel de innovación en: condiciones de confort, sustentabilidad ambiental, integración con la comunidad, métodos de construcción, inclusión de personas con discapacidad, acceso a tecnologías de información y comunicación, seguridad y protección, mecanismos alternos de financiamiento, y diseño creativo".
Los habitantes de Puerto Cabuyal, en la provincia de Manabí, una de las más pobres del Ecuador, viven de la pesca y la agricultura. Hasta 2016 no tuvieron luz eléctrica. No lograron que el estado les pusiera una escuela. Pero desde 2009 niños y adolescentes estudian en una escuela arquitectónica y pedagógicamente de avanzada, que envidiarían muchos niños y niñas en escuelas particulares de la ciudad. Haber elegido a esta escuela entre las 62 merecedoras de reconocimiento en la región habla muy bien del jurado de este concurso.
La otra escuela del Ecuador que recibió un reconocimiento fue el Centro de Desarrollo Infantil Peekaboo, un centro privado en la ciudad de Daule, provincia del Guayas, también en la Costa.
En la comunidad de Puerto Cabuyal viven 30 familias, más o menos 150 personas. Una comunidad solitaria, la única en un radio de 30 ó 40 kilómetros. No tiene un buen camino. Cuando llueve, es difícil entrar.
No hay agua potable, deben comprarla en bidones. La luz eléctrica llegó hace poco. Después del terremoto de abril de 2016 hubo gente, dentro y fuera del país, que se movilizó para recolectar fondos para un proyecto del agua en esta comunidad.
Un año después de que Felipe Gangotena se instalara en Puerto Cabuyal, las familias le pidieron que les ayudara con la escuela. Así surgió la primera escuelita, una cabaña de 3 x 4 a la que empezaron asistiendo 9 niños.
Hoy la escuela es un campus con tres construcciones: Nueva Esperanza (niños de 7 a 12 años), Esperanza_dos (adolescentes) y Ultima Esperanza (niños de 1 a 6 años). El complejo cuenta con ágora, biblioteca, cocina, vivienda para profesores invitados, y varios espacios multifuncionales de encuentro, juego y aprendizaje. Todo a orilla del mar.
La escuela es gratuita. Ofrece educación inicial, básica y bachillerato, y tiene hoy capacidad para 30 alumnos. Es una escuela multigrado, en la que estudian niños y adolescentes de diversas edades.
El diseño es obra de Al Borde, un estudio de arquitectos jóvenes, amigos de Felipe, creado en 2007 en Quito. La construcción es obra de la comunidad, con la dirección de los arquitectos. En la Ultima Esperanza se dio un salto: la propia comunidad hizo el diseño. Antes se implementaron talleres para enseñar arquitectura a la comunidad.
Los materiales son caña (bambú), madera, y paja (cade, hoja de la palma de tagua). Se usan los mismos materiales y las mismas técnicas de construcción usadas por las familias del lugar para hacer sus casas.
Nueva Esperanza fue construida en 2009. Costó USD 200, más la mano de obra. Se le dio la forma de un barco. "El fundamento era que los niños entran ahí a viajar, a explorar el mundo", explica Felipe.
Esperanza_dos se construyó en 2011 y la Ultima Esperanza en 2013. USD 700 costó la construcción de esta última, más el aporte en material y en trabajo de la comunidad y de voluntarios.
La comunidad nunca había tenido escuela. Hicieron gestiones con el Ministerio de Educación, pero fue en vano. Un conflicto no resuelto de tierras terminó siendo argumento más fuerte que la necesidad de la escuela. Este video lo explica: El conflicto por la tierra en Ecuador. La lucha de Puerto Cabuyal.
Finalmente, después de mucho bregar, lograron reconocimiento oficial de la escuela. Los alumnos ya pueden obtener un certificado de estudios.
Financiamiento y gestión privada dice la ficha del BID. La normativa del Ecuador (Ley Orgánica de Educación Intercultural, Art. 53) contempla cuatro tipos de escuelas: públicas, municipales, fiscomisionales y particulares. No existe la categoría comunitarias. Así pues, la comunidad de Puerto Cabuyal optó por particular. Absurdos de normativas rígidas, burocráticas, negadoras de diversidades y realidades.
La escuela funciona con el apoyo de toda la comunidad. El "profe" Felipe no gana sueldo; vive de su propio negocio de venta de miel de abejas. Los padres de familia han asumido las construcciones y diversas formas de acompañamiento en la escuela. Las madres preparan la colada que se da a los niños cada mañana.
Los más pequeños son atendidos por las madres de familia y por los adolescentes. Dos madres van todos los días a ayudar en la escuela: una a la Ultima Esperanza y otra a Nueva Esperanza.
Los adolescentes tienen su propio programa de aprendizaje, basado principalmente en proyectos vinculados a la familia y a la comunidad. Se procura que haya siempre al menos una salida, a fin de aprender en contacto con la naturaleza y con el medio.
El papel de los acompañantes es sobre todo observar a los niños y aprender de ellos, para revertirlo luego en el trabajo con ellos.
El día empieza con una rueda de todos. Aquí se acuerdan y comunican las actividades que se desarrollarán durante el día. Todos llevan un diario en el que anotan lo que hacen en la escuela.
Felipe empezó a enseñar sin tener capacitación específica ni experiencia (es artista, hace teatro y música). Empezó actuando el rol del maestro convencional que dicta clase; él y los niños se aburrieron y se frustraron. Decidió entonces explorar otras pedagogías.
Lo que ha terminado aprendiendo y desarrollando es una pedagogía activa en la que los protagonistas son los niños; aprender haciendo, explorando, experimentando, en libertad y con mucha autonomía. Al explicar lo que hace no cita autores; describe cómo y por qué lo hace.
La noticia de Nueva Esperanza y luego de Las Esperanzas empezó a regarse y a concitar la curiosidad y el interés de visitantes locales y extranjeros. La gente de la comunidad se sintió orgullosa y halagada. La escuela ha ayudado a fortalecer la unidad y la organización de las familias y de la comunidad.
La Secretaría del Buen Vivir se interesó e hizo un video de la experiencia en 2014. Entretanto, en otras partes del país el gobierno intervenía y cerraba escuelas comunitarias innovadoras, como Inka Samana, en territorio salasaca, al sur del Ecuador.
"Escuela de caña" es casi lo peor que puede decirse de una escuela en el Ecuador. Como en muchos otros lados, la caña se considera material de construcción de pobres y para pobres. La gente valora el hormigón, el cemento. En noviembre de 2018, cuando Lenin Moreno y su ministro de educación, Fander Falconí, presentaron el modelo "La Nueva Escuela", un nuevo modelo educativo que, en el plano arquitectónico, usa caña, madera y paja, la reacción de Correa y el correísmo fue rechazar el nuevo modelo, considerándolo un retroceso respecto de las encementadas Unidades Educativas del Milenio.
Qué bueno que las Tres Esperanzas existen y persisten. Necesitamos cuidarlas porque son musa que inspira una auténtica innovación en educación, desde lo propio, desde lo local y desde abajo, no solo en este país sino más allá.
El Instituto Nacional Mejía fue creado por Eloy Alfaro en 1897. Fue el segundo colegio laico en el Ecuador y el primero en Quito. En el 'Patrón Mejía' - como se le conoce en el país - estudian más de 5 mil estudiantes; el colegio es mixto desde 2011. Tiene una reconocida tradición libertaria y combativa, en dictadura y en democracia. Aquí se han educado personalidades de la política, el mundo académico y el activismo social.
En junio de 2018 el Mejía fue noticia de primera plana a partir de un video que se hizo viral en las redes, en el que se veía a un profesor del colegio pegando con una vara a siete estudiantes alineados contra la pared. El ministerio de educación circuló de inmediato un comunicado condenando la violencia e informando que el profesor estaba siendo removido de sus funciones pedagógicas y de toda función administrativa mientras duran las investigaciones.
El segundo gran shock vino a continuación. Decenas de estudiantes y padres - sobre todo madres - de familia del Mejía defendiendo vehementemente al inspector José Camacho, considerado un "segundo padre", un amigo, un consejero. Padres y madres defendiendo, incluso agradeciendo, los métodos disciplinadores del inspector. Ex-alumnos del Mejía afirmando que fueron educados con estos métodos y que hoy son ciudadanos de bien y profesionales exitosos. Muchos aclarando que no se trata de "castigo" sino de "corrección", que éste es "el método adecuado para formar vagos, pandilleros y drogadictos" y que ésta es responsabilidad que les toca asumir a los buenos docentes "pues los padres hoy se desentienden de educar a sus hijos".
Comentarios de este tipo proliferaron en los días siguientes en las redes sociales, provenientes ya no solo de la comunidad educativa del Mejía sino de la ciudadanía en general, mostrando cuán arraigado y naturalizado está en el Ecuador el comportamiento violento y su justificación en la educación escolar.
Las protestas del Mejía subieron de tono, salieron del colegio y de las redes, y
llegaron a la calle con carteles, marchas y enfrentamientos. Armados de piedras y adoquines sacados de las veredas de los alrededores del colegio, los estudiantes se enfrentaron con la policía, como tantas veces en el pasado. Ocho policías heridos y un estudiante preso fue el saldo de los disturbios. En medio de todo esto, acercamientos y diálogos que intentó el Ministerio de Educación para llegar a un acuerdo.
Otro segmento de la sociedad, tomado por sorpresa e indignado, se expresó en medios y redes condenando la actuación del inspector, las autoridades, los estudiantes y los padres de familia involucrados.
Una sociedad violenta
Foto: El Telégrafo
Como trasfondo es importante tener en cuenta que la violencia verbal y física en las relaciones en el Ecuador es alta, la violencia contra niños y adolescentes particularmente alta, y alta también la indolencia social frente al problema. El tema de la violencia es destacado en los medios y encarado con múltiples y sucesivas campañas de información y comunicación.
Según UNICEF, 4 de cada 10 niños ecuatorianos son maltratados por sus padres y 3 de cada 10 por sus profesores; los más afectados son los niños entre 5 y 11 años de edad. En la década 2007-2017 (gobierno de Rafael Correa) la violencia física contra los niños subió 9 puntos. En 2015, 26% de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años decían
recibir trato violento de sus profesores si no hacían los
deberes o si cometían alguna falta. Esto incluye golpes, insultos, burlas y
restricciones en el tiempo del recreo ("Niñez y adolescencia desde la intergeneracionalidad", 2016). En 2017, el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños criticó la alta prevalencia de violencia sexual, física y psicológica contra niños y niñas en el Ecuador y urgió al gobierno a adoptar una legislación que penalice el castigo físico en todas sus formas.
Foto: La Hora
En definitiva, el país está enterado que son miles los profesores que ejercen violencia cotidiana en las instituciones educativas y que son miles los estudiantes que padecen esa violencia por partida doble: en las aulas y en los hogares. Lo que hace especial cortocircuito en este caso es constatar que la violencia corporal está institucionalizada en el colegio Mejía y que ésta concita el apoyo, antes que el rechazo, de la comunidad educativa vinculada a dicho plantel. Lo que este episodio dejó en claro es la vigencia de la histórica complicidad entre familia y escuela cuando se trata del disciplinamiento de niños, adolescentes y jóvenes.
La retórica de 'la educación del siglo XXI' se desploma ante estos hechos. El Mejía muestra que el método de "la letra con sangre entra" es viejo pero goza de buena salud y no está confinado - como quisiera uno creer - a rincones apartados de la geografía nacional sino que está vivo en un colegio público emblemático, prestigado y grande ubicado en la capital.
El comportamiento violento es uno de esos aprendizajes que, por lo general, echa raíces en la infancia, se desarrolla en la vida adulta y en múltiples lugares, tiene efectos multiplicadores de mediano y larzo plazo, y tiende a reproducirse inter-generacionalmente.
Los muchos cómplices del inspector Camacho
Cabe preguntarse dónde, cuándo, cómo y con la complicidad de quiénes aprendió, desarrolló y aplicó sus métodos el inspector Camacho en su trayectoria profesional.
Es posible que el inspector haya conoció la violencia cuando niño. Padres y madres pegadores, que propinan nalgadas, cachetadas, coscarrones, latigazos, tirones de orejas, palizas, abundan en el Ecuador. Y buena parte de la sociedad parece seguir creyendo que el castigo es necesario, incluso inevitable, en la crianza de los hijos. Muchas familias ecuatorianas siguen en gran medida replicando con sus hijos e hijas las prácticas de su propia crianza cuando niños.
El inspector seguramente sufrió, en su trayectoria de alumno, algunos de los maltratos clásicos del sistema escolar. Y fue en ese modelo escolar autoritario y antidemocrático que forjó sus convicciones acerca de qué cabe y qué no en la enseñanza. La investigación internacional muestra que en los profesores termina pesando más el modelo docente experimentado en su propia experiencia escolar que lo que pueda aportales más tarde la formación y capacitación docente.
El inspector fue formado, sin duda, con viejos parámetros docentes, recitando autores y teorías, leyendo apuntes más que libros, sin acceder a conocimiento actualizado sobre la educación, la pedagogía y los aprendizajes. El nuevo conocimiento científico suele tardar años en llegar a las instituciones formadoras del magisterio y tiende a transmitirse con viejos métodos de enseñanza.
El inspector, como millones de maestros en el Ecuador y en el mundo, seguramente ha venido trabajando solo en su aula, sin testigos, sin trabajo colegiado, sin socializar su práctica con nadie, en la soledad docente malentendida como 'autonomía'. La presencia de otros, de ojos críticos observando la práctica desde afuera, contribuye a la autoconciencia de la propia práctica, a corregirla y mejorarla constantemente.
El inspector ha trabajado 18 años en el colegio Mejía, tiempo más que suficiente para aplicar, desarrollar y perfeccionar su 'método' de disciplinamiento. Y, si bien en todos estos años debió haber estudiantes y familias que no compartieron sus métodos e incluso los denunciaron a la autoridad, es evidente que los reclamos no prosperaron, que primó el espíritu de cuerpo y que la aceptación fue lo suficientemente grande como para mantenerlo en el cargo e incluso lograr la complicidad de estudiantes, familias y autoridades.
El inspector posiblemente actúa de manera similar en todos los ámbitos de su vida. Quien castiga en el aula, castiga también en casa. La investigación indica que quien fue violentado en la infancia tiende a repetir ese comportamiento, ya de adulto, en su vida familiar y laboral. El Ecuador ofrece, en este sentido, un entorno ideal. Una sociedad con fuertes rasgos jerárquicos, patriarcales, machistas, violentos, tolerante con los abusadores e intolerante con los más vulnerables: niños, adolescentes, mujeres, personas mayores.
Si vamos a cuestionar al inspector Camacho debemos pues cuestionar también a sus muchos cómplices:
- la familia que educa a los hijos replicando viejas inercias y creencias antes que contando con información relevante y actualizada sobre la crianza y la educación de niños y adolescentes;
- el sistema escolar que sigue reproduciendo viejos métodos de enseñanza, ávido de tecnologías e infraestructuras, pero desatento a los derechos, el buen trato y el bienestar de los alumnos;
- la formación docente anclada en el pasado, en modelos de otras épocas, en el memorismo, el enciclopedismo y el credencialismo;
- la práctica docente repetitiva, aislada, no compartida ni reflexionada, cerrada al cambio, al trabajo interdisciplinar y en equipo;
- la autoridad escolar que dicta y controla en vez de dialoga y escucha;
- nuestra propia complicidad - la que nos toca a cada uno como ciudadanos y ciudadanas - con todo esto, con un sistema educativo autoritario y reproductor, con una mentalidad adultocéntrica que no respeta a niños y niñas, con un sistema social y político que alimentan los comportamientos violentos y se muestran permisivos con los abusadores.
Conocí la Orquesta Sinfónica Infanto-Juvenil de Guaranda (OSIJGB) gracias a que fui miembro del Jurado Calificador del Premio “Prácticas Ejemplares Ecuador 2017” de la Corporación Líderes para Gobernar en el Ecuador. El premio busca reconocer acciones eficientes, eficaces e innovadoras desarrolladas en el país por entidades públicas.
Esta fue la segunda edición del Premio; la primera se hizo en 2016. Se recibieron más de 100 postulaciones provenientes de 24 ciudades y 13 provincias del Ecuador en las categorías Igualdad de Género, Competitividad, Gestión de Riesgos, Protección del Medio Ambiente, Salud y Saneamiento, y Educación, todas ellas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La orquesta fue una de las 12 experiencias que se presentaron en la categoría Educación. No fue difícil ponernos de acuerdo en el primer lugar entre las tres personas que conformamos el jurado calificador para esta categoría: Virginia Lasio de la ESPOL, Caridad Arosemena de la Universidad Casa Grande, y yo. Un proyecto pequeño, en desarrollo, destinado a niños, niñas y adolescentes de zonas urbanas y rurales en Bolívar, una de las provincias más pobres del país, organizado en torno a las potencialidades de la música y de la educación musical.
Foto: Corporación Líderes para Gobernar
La velada de premiación se hizo el 22 de noviembre - Día Mundial de la Música- en el Hotel Colón, en Quito. La orquesta fue invitada y tocó el himno nacional en la inauguración del evento. Tuve el gusto de ser la persona que anunció y les entregó el premio, el cual fue recibido por el Alcalde de Guaranda, Ramssés Torres, y varios niños de la orquesta que subieron al escenario. Un acto emotivo, que arrancó largos aplausos del público y que fue ampliamente divulgado en medios y redes en el Ecuador.
La orquesta
La orquesta fue creada en 2014 mediante un convenio tripartito entre la Casa de la Cultura Ecuatoriana - Núcleo Bolívar, el Municipio de Guaranda, y el Ministerio de Cultura y Patrimonio. En noviembre de 2016 se institucionalizó mediante Ordenanza Municipal. La orquesta funciona en Guaranda, capital de la provincia de Bolívar. Los ensayos se hacen la Casa de la Cultura, una casa ubicada en el centro de la ciudad.
Foto: San Lorenzo, Alcaldía de Guaranda
Bolívar es una de las cuatro provincias que concentra los porcentajes más elevados de niños y adolescentes en situación de pobreza, junto con Chimborazo, Cotopaxi y Esmeraldas, y la región amazónica.
Bolívar es también poseedora de gran riqueza cultural y musical. A 14 kilómetros de Guaranda está San Lorenzo, un pequeño centro poblado con vocación musical en el que, según se registra, "todos sus habitantes saben tocar y entonar al menos un instrumento musical con gran pericia. En San Lorenzo hay cinco bandas de música y un Instituto Técnico Superior de Música. Este Instituto forma profesionales que han alcanzado renombre nacional. Se la conoce como la Tierra de los Músicos. Es común escuchar en cualquier casa entonar algún instrumento musical".
Foto: Orquesta sinfónica infanto-juvenil de Guaranda
La orquesta se creó a fin de ofrecer la educación musical como una alternativa de uso del tiempo libre a niños, niñas y adolescentes, especialmente a aquellos en situación de riesgo y que viven en zonas apartadas. 200 niños y niñas entre 7 y 17 años habían recibido educación musical hasta 2017 y 20.000 personas habían asistido a los conciertos. 90% de los integrantes de la orquesta son de familias de escasos recursos económicos, 80% vive en la zona rural y 25% proviene de comunidades indígenas.
El repertorio incluye música clásica así como música nacional y latinoamericana. En sus tres primeros años la orquesta había realizado varias presentaciones en Guaranda, y también en Quito y Pasto, en Colombia. Como eventos especiales mencionaban un concierto en la Casa de la Música en Quito y la participación en 2016 en el I Festival Binacional de Orquestas Infanto-Juveniles en Pasto, en el marco de un convenio de hermandad entre Guaranda y Pasto. La orquesta recibió ahí un premio a la integración binacional en el ámbito cultural.
El premio Prácticas Ejemplares 2017 le dio visibilidad nacional a la orquesta. En marzo de 2018 fue invitada a Evergem, Bélgica, a la quincena cultural que realiza anualmente esta ciudad, en el marco de un convenio de hermandad entre Guaranda y Evergem. Todo un acontecimiento para la orquesta, tanto para los estudiantes como para los profesores que fueron parte de la gira. El viaje fue financiado por el municipio de Guaranda. Este video recoge un resumen de las actividades desplegadas por la orquesta en esas dos semanas en Europa, incluyendo un inesperado y emotivo recibimiento en el aeropuerto en Madrid. En 2019 la orquesta estuvo también en Estados Unidos, invitada por la Universidad del Sur de Mississipi y el Consulado Ecuatoriano en Queens, en Nueva York.
La orquesta se inició con 50 integrantes. Hoy participan 85 niños, niñas y jóvenes de entre 7 y 19 años provenientes de diversos cantones, parroquias y comunidades de la provincia, muchos de ellos distantes de la ciudad de Guaranda como San Miguel, Chimbo, San Lorenzo, La Asunción, Arcaloma, Bilován, y Gradas.
El director y los profesores de la orquesta no son de Bolívar sino de otras provincias del país, sobre todo de la vecina provincia de Chimborazo. Junto con Klever Gallegos, director de la orquesta, han venido colaborando Gladys Calderón, violín: María Victoria Valdiviezo, viola y coro; Danny Herrera, trombón y trompetas; Danilo Bracero, cuerdas, chelo, contrabajo y piano; Lenín Caguana, percusión. Pablo Pucha empezó como alumno y ahora es profesor de flauta. Aquí un video de 2014 en el que se autopresenta el equipo de profesores. "Un proyecto que cambia vidas"
El documento y el video presentados por la orquesta para participar en el "Premio Prácticas Ejemplares Ecuador 2017" describía las características de los niños y adolescentes que integran la orquesta. Pero fue el video "Un proyecto que cambia vidas" (2018), producido por el Municipio de Guaranda, el que nos permitió percibir realmente cómo es la vida de estos niños, los enormes sacrificios que hacen ellos y sus familias para poder estudiar, y el enorme impacto que viene teniendo esta orquesta en sus vidas. Niños y adolescentes que viven en lugares apartados, en condiciones de pobreza y limitaciones de todo tipo; niños y adolescentes que madrugan, caminan largos trechos y toman toda clase de transportes para llegar a la escuela y para desplazarse después a los ensayos en el centro de Guaranda y de regreso a sus casas, cansados, al final del día.
En la comunidad Larcaloma, ubicada en las faldas del Chimborazo, a 45 minutos de Guaranda, está la casa de la familia Chacha, una familia campesina que vive de la agricultura. Seis hermanos participan en la orquesta. Tamya, de 16 años, es la encargada de cuidar a sus hermanos. Todos los días caminan cerca de 35 minutos para llegar a la escuela, llevando a cuestas sus mochilas escolares y sus instrumentos musicales. En el video les vemos subir y bajar lomas, pasar por quebradas, cruzar un río balanceándose sobre un tubo que hace las veces de puente. Terminada la jornada escolar, caminan hasta la carretera, donde 'hacen dedo' hasta conseguir que alguien les lleve a Guaranda. Tamya es una de las integrantes de la orquesta que fue al viaje a Bélgica.
En la parroquia Bilován, a hora y media de Guaranda, encontramos a Pedro, entrevistado en la casa humilde en que vive con sus padres. Doña Rosita, la mamá, se levanta de madrugada, le prepara el desayuno y desayuna con él. En la puerta le despide y le da la bendición. Todavía a oscuras, Pedro camina hasta la vía principal. Aquí toma varios transportes hasta llegar a su colegio, en la Parroquia San Lorenzo. El día de Pedro empieza a las 5 de la mañana y termina a las 11 de la noche, después de hacer las tareas escolares. El fin de semana ayuda con las tareas agrícolas. Pedro estudia percusión y es el percusionista de la orquesta. Es también parte de la comitiva que viajó a Bélgica.
En la parroquia La Asunción vive Nayelli. Sale de su casa cargando el saxofón y se trepa al cajón de una camioneta, llena de estudiantes, que les cobra por transportarles. Luego espera un bus. En la parada se encuentra con Pedro. Juntos se suben a otra camioneta. Así, a retazos, a pie y entre varios vehículos, llegan a San Lorenzo. Aquí está la Unidad Educativa San Lorenzo, un plantel público con 296 alumnos en el que estudian ella y Pedro. Nayelli también fue a Bélgica.
Nando, saxofonista, es entrevistado en su casa. Su padre murió y solo tiene palabras de cariño y agradecimiento para su madre: "Es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. Siempre me ha apoyado, ha estado para mí, ha sido padre y madre. Le quiero agradecer por todo. Todo lo que soy es gracias a ella".
Esteban recibe a los entrevistadores en la casa de sus abuelitos, con quienes vive y a quienes cuida mientras espera conseguir un cupo en la universidad. "No me dejaba en paz, cogía platos, cucharas, y empezaba", dice el abuelito, orgulloso del nieto. "Esto va para adelante", dice Esteban. "Nos sirve full para el futuro. Nos capacitan superbien en la orquesta. Son las mejores experiencias que se pueden dar, estar con amigos, vecinos. Claro que necesitan caminar mucho".
Christian ha dejado su recinto y ahora vive en la ciudad, junto con sus padres: "Me han apoyado en todo, en las buenas y en las malas. Vivíamos en un recinto bien lejano. Mi infancia crecí ahí y ahora estoy acá. Estoy bien agradecido también con los profesores. Ha sido duro venir del campo a la ciudad, Guaranda yo nunca conocí. Es un sueño hecho realidad dejar mi recinto en El Alto y ahora ir a un país extranjero".
La orquesta tocando al pie del Chimborazo. Foto: La Hora