El Programa de Gobierno de la Revolución Ciudadana 2023-2025 (binomio Luisa González y Andrés Aráuz) en el Ecuador incluyó entre los objetivos para la educación "erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital". Objetivo a lograr en un año y medio, entre 2023 y 2025, pues el gobierno de Lasso quedó trunco, no completó los 4 años reglamentarios. El binomio correísta González-Aráuz perdió las elecciones.
En febrero de 2025 está prevista una nueva elección presidencial, con Luisa González otra vez como candidata a la Presidencia, esta vez con Diego Borja como candidato a la Vicepresidencia. El Programa de Gobierno de la Revolución Ciudadana 2025-2029 es básicamente el mismo programa presentado en las elecciones de 2023. "Erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital" ha sido refraseado ahora como "reducir el déficit educacional en cuanto al analfabetismo puro, funcional y digital".
¿Erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital? ¿Es viable hacerlo en un año y medio e incluso en cuatro años de gobierno? La extensa experiencia mundial en el terreno del analfabetismo y la alfabetización, con niños, jóvenes y adultos, dentro y fuera del sistema educativo, ha venido mostrando lo complicado de esa batalla. El objetivo de "erradicar" el analfabetismo (Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe 1980-2000; Educación para Todos 1990-2000) fue abandonado a principios de siglo a favor del objetivo mucho más modesto de "reducir" el analfabetismo a la mitad (Educación para Todos 2000-2015), y éste viene siendo sistemáticamente incumplido y postergado.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4), dedicado a la educación, no propuso erradicar ni reducir el analfabetismo a la mitad sino "asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética" (Meta 4.6). La «pobreza de aprendizaje», centrada en la lectura, aparece hoy como la nueva gran cruzada de la educación escolar, al igual que avanzar a pasos acelerados con la alfabetización digital y la conectividad en un mundo en el que un tercio de la población carece todavía de acceso al Internet.
Quienes redactaron el Programa de Gobierno de la Revolución Ciudadana, comprometiéndose a "erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital", no tienen idea de lo que están ofreciendo, de la complejidad y los tiempos que esto implica. La sociedad no comenta ni reacciona pues también desconoce el tema y los organismos que hacen fact-cheking se dedican sobre todo a la verificación de datos antes que a la validez y pertinencia de las ideas.
Se llama analfabetismo puro (o absoluto) al analfabetismo de quienes no fueron a la escuela o nunca aprendieron a leer, escribir y calcular. El analfabetismo puro existe todavía en el Ecuador pero viene disminuyendo en la medida que las nuevas generaciones han venido accediendo cada vez más a la escuela.
El término analfabetismo funcional se aplica a la situación de quienes - niños, jóvenes y adultos - aprendieron a leer, escribir y calcular pero sin alcanzar un manejo suficiente como para usar esas habilidades de manera productiva en la vida cotidiana. La falta de uso de dichas habilidades conduce a menudo a lo que se conoce como «analfabetismo por desuso».
El Banco Mundial y otros organismos internacionales vienen llamando «pobreza de aprendizaje» a la situación de niños y niñas de 10 años que, después de asistir 3-4 años a la escuela, no pueden leer comprensivamente un texto corto adecuado a su edad. A raíz íde la pandemia (2020-2022) se estimó que la «pobreza de aprendizaje» afectaba a 70% de los niños y niñas de 10 años en el mundo, según el Banco Mundial. Dicha «pobreza de aprendizaje» se atribuye a una «crisis global de aprendizaje» que habría empezado mucho antes de la pandemia. Se trata, en verdad, de una crisis de los sistemas escolares y de los sistemas educativos en sentido amplio, necesitados de transformaciones profundas de cara a los nuevos tiempos, al nuevo conocimiento científico disponible en torno a la educación y el aprendizaje, y a la irrupción de las nuevas tecnologías.
Para el caso del Ecuador se estimó que en 2019 la «pobreza de aprendizaje» afectaba a 63% de los niños de 10 años, 12% peor que el promedio de América Latina. En 2022 ese porcentaje había subido a 66%. En 2013, 62% de los niños y niñas no alcanzaba el Nivel Mínimo de Aprendizaje al terminar la educación primaria y 2% no iba a la escuela. (Banco Mundial, 2019).
La noción de analfabetismo digital surgió más recientemente, a raíz de la aparición y expansión del Internet en el mundo. Hay diversas definiciones de analfabetismo digital, pero de modo general se entiende por tal la falta de manejo del Internet y los dispositivos digitales para fines de información, comunicación y aprendizaje.
El INEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) contabiliza como analfabeto digital a "una persona de 15 a 49 años que cumple simultáneamente con tres características: 1) no tiene celular activado, 2) en los últimos 12 meses no ha utilizado computadora, y 3) en los últimos 12 meses no ha utilizado Internet".
Referencias
Banco Mundial, Ecuador: Learning Poverty Brief, Oct. 2019.
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Tecnologías de la Información y la Comunicación, Quito, julio 2024
Torres, Rosa María, Alfabetización: De «todos» a «una proporción sustancial de los adultos» (ODS), Blog OTRAƎDUCACION, Quito, 2017.
Torres, Rosa María. 2020: ¿Estaba preparado el mundo para la educación virtual? Blog OTRAƎDUCACION, Quito, 2023.
Torres, Rosa María, ¿Crisis de aprendizaje, crisis de enseñanza o crisis de los sistemas educativos?, Blog OTRAƎDUCACION, Quito, 2023.
Tecnologías
de la información
y comunicación
Julio, 2024
PLAN-GOBIERNO-RC.pdf
s analfabeto aquel que, por haber nacido en el seno de familias marginadas geográfica o culturalmente, no pudo acceder al sistema educativo, o no pudo permanecer en él el tiempo suficiente para incorporarse en la cultura predominante en su sociedad.
Fue a partir de la Conferencia de Tokio (1972) cuando el concepto amplió sus márgenes hacia la acción social, definiendo la alfabetización funcional como un proceso de desarrollo de las capacidades básicas de lectura, escritura y cálculo que permita al individuo la participación plena en el conjunto de actividades de la persona, ya sean las del ciudadano, las del trabajador y las del individuo inserto en su familia, barrio o ciudad. Recogiéndose, además, las siguientes características:
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