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10 ideas falsas sobre Finlandia y la educación


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Los finlandeses se guían por la filosofía de "menos es más".

1. FALSO: Finlandia es el país que más invierte en educación 


A nivel mundial, Finlandia ocupa la posición 23 en cuanto a financiamiento de la educación en relación al PIB: 7.2% (Informe de Desarrollo Humano 2016)
 

Destina a la educación el 11.2% del gasto público, desde la inicial a la superior, incluyendo a esta última (el Ministerio de Educación y Cultura se ocupa de todo el sistema). En los países de la OCDE el promedio es 12% (OECD, Education at a Glance 2015).

La educación se ofrece de manera gratuita (con dinero proveniente de los impuestos, que son altos), incluyendo transporte y provisión de un almuerzo caliente diario a todos los estudiantes (en la educación secundaria superior los textos no son gratuitos).


Países con rendimientos escolares muy inferiores a los de Finlandia, y sin educación gratuita, tienen presupuestos educativos mucho más altos. Un caso claro es EE.UU.

2. FALSO: El secreto está en más tiempo (de enseñanza, de aprendizaje, de ayuda)


Finlandia es el país de la OCDE con menos tiempo dedicado a la educación escolar. Calendario de 180 días, jornadas diarias cortas, menos horas de clase, menos deberes.


Un profesor enseña en promedio 600 horas por año, 4 horas diarias o menos. (Un profesor en EE.UU. enseña 1.080 horas al año, 5 ó 6 clases diarias).

La escolarización se inicia a los 7 años de edad. Hasta entonces, la prioridad es el juego.


Se prefiere menos tiempo de clase, más recreos y más largos (75 minutos de recreo en total).


La hora de la comida debe ser pausada, placentera, sin prisa.

 
Finlandia es el país que menos deberes envía. Pocos deberes, más tiempo libre para jugar, actividad física, aprender fuera de la escuela, estar con la familia y los amigos.

Padres y madres finlandeses son, después de los japoneses, los que menos tiempo dedican a ayudar a sus hijos e hijas con la educación escolar (3.1 horas a la semana, en promedio). (Global Parents' Survey, Varkey Foundation, enero 2018). 


3. FALSO: Se usa mucha tecnología para la enseñanza y el aprendizaje

El sistema educativo finlandés confía fundamentalmente en las capacidades y el expertise de los profesores. La fortaleza de la educación finlandesa está en la pedagogía, no en la tecnología. Las tecnologías están al servicio de la pedagogía, no al revés. 

Finlandia está de vuelta de muchos espejismos creados por la tecnología en las últimas décadas. Ratifica la importancia de escribir a mano y de leer en papel, de no sucumbir al teclado y a las pantallas.

Las TIC no están confinadas en laboratorios informáticos. Están incorporadas a las aulas y a otros espacios de aprendizaje dentro de los planteles escolares.


4. FALSO: Hay una gran infraestructura escolar


Finlandia tiene cerca de 5.000 instituciones escolares. En los últimos años se han construido algunos edificios nuevos, con arquitectura escolar siglo XXI.

La mayoría de los edificios
escolares tiene 50 años de vida y el diseño arquitectónico convencional organizado en aulas y corredores, hoy considerado obsoleto. 35% de ellos necesita reparaciones urgentes. Hoy lo que se plantea no es construir nuevos planteles para sustituir a los existentes sino hacerles adecuaciones a fin de convertirlos en planteles modernos.


La clave está en la organización y el uso del espacio, en la creación de ambientes de aprendizaje abiertos, flexibles, estimulantes, informales. Todo apunta a generar colaboración, trabajo en grupo y entre pares, dentro y fuera de las aulas.

Aunque no existe una normativa nacional respecto del tamaño de la clase, los grupos son generalmente pequeños (máximo 20 alumnos por clase) a fin de facilitar la interacción y la enseñanza personalizada. Se insiste en esto sobre todo para los primeros grados.


5. FALSO: Se selecciona a «los mejores alumnos» (los con mejores calificaciones) para la docencia

«Los mejores» no son necesariamente los que tienen mejores calificaciones o más títulos. 

En la selección de los futuros docentes se valora la motivación, la actitud hacia el aprendizaje permanente, el amor por la lectura, el pensamiento crítico, la creatividad, las habilidades artísticas y de comunicación, el talento musical, el conocimiento de idiomas, valores como la empatía, la perseverancia y el compromiso social.

Una vez en el ejercicio de la docencia, los docentes gozan de gran autonomía para conducir sus clases y tomar decisiones en torno al currículo y la pedagogía así como en la relación con los padres de familia.

 
6. FALSO: Finlandia es el país que mejor paga a sus profesores 

Los profesores en Finlandia ganan 5 puntos porcentuales menos que el promedio en los países de la OCDE. Asimismo, dentro de Finlandia los profesores ganan menos que otros colectivos profesionales con un nivel similar de educación (por ejemplo médicos y abogados). Los profesores de educación inicial tienen los salarios más bajos. De hecho, hay insatisfacción docente con los salarios.

La clave del buen desempeño docente no es el incentivo económico. Hay otros factores que explican su gran motivación por la enseñanza y su profesionalismo.

Los profesores finlandeses son cuidadosamente elegidos, formados con altos estándares de calidad y socialmente respetados. Gozan de gran autonomía en su trabajo. La sociedad confía en ellos. Tienen un sentido de valía y realización personal.


7. FALSO: Los profesores no están sindicalizados

 
Más del 90% de los profesores finlandeses están sindicalizados.

El sindicato docente OAJ es fuerte y es un actor fundamental de la educación y de la reforma educativa. Tiene más de 120.000 miembros e integra todos los niveles del sistema, desde profesores de educación inicial hasta profesores de educación superior.

OAJ hace sus propias investigaciones y análisis, participa de manera permanente y activa en las deliberaciones en torno a las decisiones de política educativa y asume un rol crítico y propositivo en relación a éstas.

8. FALSO: Finlandia aplica pruebas estandarizadas


Finlandia no cree en las pruebas estandarizadas y las rehuye. Aplica una sola prueba estandarizada a los estudiantes al final de la educación secundaria.

La preocupación principal del sistema educativo es el aprendizaje, no los puntajes. Enseñar para aprender, no para sacar buenas calificaciones. Menos tiempo dedicado a pruebas, más tiempo dedicado al aprendizaje.
Cada profesor o profesora evalúa de manera permanente el aprendizaje de sus alumnos y está alerta para identificar problemas y darles solución oportuna. La repetición está prácticamente abolida.

No existe un sistema de evaluación docente. A los profesores no se les aplica pruebas.


9. FALSO: Finlandia establece y publica rankings escolares


Finlandia fomenta la colaboración, no la competencia entre alumnos, entre profesores, entre escuelas. Consecuentemente, evita los rankings.

No publica resultados de aprendizaje ni a nivel de las escuelas ni a nivel de la educación superior.

El objetivo de los finlandeses nunca ha sido ser el mejor sistema educativo del mundo, ni siquiera de Europa; solo ser el mejor sistema que pueda ser para los estudiantes finlandeses.


10. FALSO: Finlandia está satisfecha con su sistema educativo

Pese a su buen desempeño en PISA y a sus altos indicadores en muchos ámbitos económicos, sociales y culturales, Finlandia está siempre insatisfecha, buscando mejorar la educación para hacerla más atractiva y significativa para los alumnos.

La reforma curricular que empezó a implementarse en 2016 involucró gradualmente a todos los niveles del sistema educativo, se propuso fortalecer el uso de las tecnologías digitales en la educación, repensar la educación inicial así como la educación técnica y vocacional, desarrollar la educación terciaria, ampliar el aprendizaje de idiomas extranjeros, hacer más accesible el arte y la cultura en las escuelas, y crear nuevos entornos de aprendizaje.

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» Rosa María Torres, Sobre la educación en Finlandia | On education in Finland
 

Una comida caliente al día para todos (Finlandia)


- ¿Sabes que el sistema educativo finlandés es famoso en el mundo?, le pregunté a un estudiante en un colegio secundario en Espoo.
- Sí, me dijo.
- ¿Sabes por qué?
- Porque da una comida caliente al día a todos los estudiantes de manera gratuita.

Me tomó por sorpresa. Tan acostumbrados estamos a asociar la buena fama del sistema escolar en Finlandia a los puntajes en PISA. Pero resulta que los finlandeses están orgullosos de su comida caliente diaria en las escuela mucho antes de que PISA existiera. Explica el folleto School meals in Finland: Investment in learning (Almuerzos escolares en Finlandia: Inversión en aprendizaje):
"Finlandia fue el primer país en el mundo en servir comidas escolares gratuitas. 1948 es considerado el año en el que empezó el servicio de catering escolar, aunque las actividades de catering a menor escala habían estado ahí desde inicios del siglo 20. Hasta inicios de la década de 1960 la comida escolar consistía principalmente de sopas y purés de distinto tipo. Los niños traían de sus casas pan y leche para complementar el almuerzo escolar, el cual por lo general no era muy substancial.

En los 1960s, las comidas escolares se hicieron poco a poco más variadas. Empezó a usarse comidas congeladas y procesadas, y a servirse más vegetales. En los 1970s los menús escolares contenían a menudo nuevos productos como arroz o espaguetis, que aún no eran populares en los hogares. Muchos niños también aprendieron a comer vegetales, ensalada y frutas en la escuela". (Nuestra traducción del inglés)
Hoy, el almuerzo escolar es otro aspecto admirable de la educación finlandesa. Servicio universal, completo, balanceado y de excelente calidad. El menú consiste de:

- Verduras (mitad del plato)
- Papas, arroz o pasta (cuarta parte del plato)
- Pescado o carne (cuarta parte del plato)
- Leche y agua
- Pan con margarina o mantequilla
- Bayas o frutas (postre).

Se ofrece también menús especiales por problemas de alergias, o por cuestiones éticas, culturales o religiosas. Cada vez más escuelas atienden necesidades dietéticas especiales de los alumnos.
"El objetivo es mantener y mejorar la salud de los estudiantes y darles energías para el trabajo escolar. El catering escolar asegura estos propósitos siguiendo orientaciones del Consejo Nacional de la Nutrición. Una comida escolar debe equivaler aproximadamente a un tercio del alimento diario que debe ingerir un niño. Debe ser gustosa, colorida y bien balanceada".
Se cuenta con que los alumnos lleguen a la escuela habiendo comido un desayuno suficiente y balanceado, que les permita jugar y estudiar hasta que llegue la hora del almuerzo.

La obligación de proveer una comida escolar diaria balanceada, sabrosa, suficiente y gratuita, consta en el Acta de Educación Básica. Como parte del currículo, cada municipio debe diseñar un plan de bienestar estudiantil. El plan debe incluir principios claves para organizar la comida escolar, cumplir con los objetivos de una educación para la salud y la nutrición, y enseñar buenas maneras.
"El papel de la comida escolar es ser una herramienta pedagógica para enseñar sobre la buena nutrición y los buenos hábitos alimenticios, así como para aumentar el consumo de vegetales, frutas y bayas, pan de maíz y leche baja en grasa".
Foto: Rosa María Torres
Los municipios son los responsables de monitorear y evaluar las comidas escolares. Las decisiones sobre menús, compras y proveedores se toman a nivel municipal. La comida representa 8% del gasto en educación por alumno. Hay municipios que se juntan y colaboran a fin de optimizar los servicios y reducir costos.

Muchos planteles tienen cocina para preparar los alimentos; otros reciben la comida lista para servir. Todos tienen comedor.

Además del almuerzo, muchos planteles ofrecen snacks (comidas rápidas) a los estudiantes que participan en clubes (actividades extracurriculares, después de la jornada escolar). En algunos casos se cobra por estos snacks. O bien se preparan y envían desde la casa.

Los padres de familia reciben de la escuela información sobre el menú de cada semana, y son consultados y alentados a hacer comentarios y sugerencias. Además, la escuela orienta a las familias sobre temas nutricionales y buenos hábitos alimenticios.
Foto: Rosa María Torres

Se espera que los alumnos comenten y provean feedback sobre la comida escolar y sobre el servicio. Además de una nutrición balanceada, se estimula el ejercicio físico y el buen dormir, tres elementos claves para la salud, el bienestar personal, el aprendizaje y la capacidad de concentración.


En las escuelas, los alumnos almuerzan en varios turnos. El primer turno es para los más pequeños. Profesores y alumnos comen juntos. Al último turno se suma también el personal de cocina y de limpieza. El servicio funciona como auto-servicio, de modo que cada persona se sirva lo que desea y en las porciones que desea.

Se recomienda que la comida transcurra con tiempo, sin prisas ni presiones, a fin de que sea una experiencia placentera. La comida se considera no solo alimentación sino también una oportunidad de socialización, esparcimiento y aprendizaje.

Mis observaciones en tres comedores escolares
Foto: Rosa María Torres

Almorcé en tres planteles escolares y en un centro de educación de adultos, lo que me permitió conversar con algunos profesores sobre el tema, y observar cocinas y comedores en acción.

Los comedores son amplios, luminosos, vistosos. Tambien aquí, el mobiliario es sencillo y práctico. Hay mucho colorido en las paredes, adornadas con dibujos y murales hechos por los alumnos.


Foto: Rosa María Torres
En los edificios más modernos, de reciente construcción, la tendencia es integrar el comedor escolar como parte de un espacio multifuncional más amplio. Mesas y sillas se usan para diversos propósitos, más allá de la hora del almuerzo.

Todo es manejado con higiene y pulcritud. El personal de la cocina usa delantales, guantes y gorros. La limpieza de las mesas y del piso se hace de manera constante.

No hay kioskos ni bares vendiendo comida en los planteles o fuera de estos. No ví ninguna máquina expendidora de comida en los planteles que visité, pero leí que otros visitantes las encontraron y que en esta decisión participan los padres de familia. Sí encontré máquinas de este tipo en las bibliotecas. En las salas de profesores, y en algunos espacios sociales dentro de las escuelas, ví máquinas de café.
Foto: Rosa María Torres

La comida finlandesa usa mucho pescado, verduras, papas, pan. El menú escolar consiste de un plato fuerte, una ensalada, a veces una sopa, pan. En la primera escuela en que comí había albóndigas, puré de papas y ensalada con aderezo. Me dijeron que ésta es una de las opciones favoritas de los alumnos. En otro colegio ví que ofrecían platos musulmanes; me explicaron que esto se debía a que hay varios estudiantes musulmanes en ese plantel, provenientes sobre todo de familias africanas y asiáticas.

Foto: Rosa María Torres

■ 
Solo existen dos opciones de bebida: agua o leche (leche en infinidad de variantes, deslactosadas, descremadas, etc.). Viniendo de América Latina, de la lucha contra las gaseosas, las bebidas azucaradas y los jugos, esto es algo que me maravilló. La leche es, en verdad, un favorito nacional; los niños aprenden a amarla en la familia y desde la primera infancia. De hecho, los finlandeses están entre los mayores consumidores de leche en el mundo (130 litros per cápita al año).

Las verduras no son muy populares, como es usual. ¿Qué hacen para que los alumnos coman verduras?, pregunté. No se les obliga a comerlas. Se les pide que prueben y se sirvan una porción pequeña, para no desperdiciar. El problema se da no solo en la escuela sino también en el hogar. Los padres de familia luchan con esto y muchos, más bien, esperan ayuda de la escuela. ¿Qué tal organizar huertos escolares, donde los alumnos cultivan y se involucran con la comida que producen?, pregunté. No hay tradición de huertos escolares. De hecho, no ví ninguno en los planteles que visité.


Foto: Rosa María Torres
Lo que más me llamó la atención es la autonomía y solvencia con que se manejan los alumnos en el comedor, incluidos los más pequeños. Cada quien se ubica en la fila, se sirve lo que desea, lo lleva a su mesa, come y socializa con otros, y luego se levanta y deposita la bandeja donde corresponde, clasificando cada cosa en su lugar: platos, vasos, cubiertos, sobras. Es como para quedarse observando largo rato. Una estampa fascinante de cultura ciudadana aprendida y ejercida diariamente en la escuela.

Para saber más
» School meals in Finland (2014)
» Free school meals move fails, BBC (2002)

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» Sobre la educación en Finlandia | On education in Finland

Finlandia: la educación es asunto de educadores

Rosa María Torres
Aulis Pitkälä, director General, Finnish National Board of Education. Photo: Finnagora

"Hemos mantenido muy cuidadosamente la educación en manos de educadores"
. Pasi Sahlberg, Hechinger Report, 2010.
"El país que tiene los mejores docentes es Finlandia, porque decidió que el futuro de la educación no debía ser controlado por políticos sino por educadores". Richard Gerver, entrevista, El Tiempo, 2012.

Como he escrito: "El secreto finlandés es hacer las cosas al revés". También en esto: en Finlandia la educación es asunto de educadores. No solo a nivel micro, en la escuela y en el aula, sino también a nivel macro, en la definición y dirección de la política educativa.

La administración educativa se organiza en dos niveles: el Ministerio de Educación y Cultura se encarga de la política educativa, y el Consejo Nacional de Educación (Finnish National Board of Education) de su implementación. Expresamente se busca deslindar la función técnica de la política. Esta es, a decir de los finlandeses, una de las claves del buen funcionamiento de su sistema educativo. "Los políticos saben muy poco de educación", reafirma Reijo Laukkanen, exConsejero de la Junta de Educación de Finlandia.

Reunión de profesores en escuela en Helsinki.
Foto: Rosa María Torres

En Finlandia, para ser educador y para tomar decisiones sobre lo educativo hay que 'saber de educación'. Antes de pedía una licenciatura; hoy el requisito se ha elevado al título de maestría. Quien enseña debe saber de pedagogía y manejar los fundamentos del área o áreas que enseña. Para ser director de un centro educativo hay que tener formación y experiencia docente y, además, haber estudiado para la gestión. Para tomar decisiones de política educativa hay que ser especialista en las áreas relevantes y tener un conocimiento amplio del campo. Para hacer educación, en cualquier función, hay que tener un compromiso personal con el aprendizaje permanente. Los educadores finlandeses son expertos y reconocidos como tales por la sociedad, cada cual en lo suyo y en su nivel. El sindicato docente (OAJ) es un actor clave de todo el proceso.

Lo cierto es que casi todas las personas con las que traté durante mi visita de estudio en Finlandia, desde las altas esferas de dirección hasta las aulas, han estudiado profesionalmente Ciencias de la Educación, Pedagogía, Ciencias Cognitivas o similares.
Foto: Koulutustiimi
Varios presidentes y presidentas de Finlandia han estudiado para maestros y varios han ejercido la profesión. Igual con varios de las y los ministros. Así puede leerse en sus hojas de vida. Así lo destacan a menudo especialistas finlandeses entrevistados dentro y fuera del país. Ser maestro es motivo de orgullo, en el cargo que se ocupe.

Las personas se sorprendían cuando contaba que en América Latina la gran mayoría de ministros de educación no viene del campo educativo ni tienen experiencia profesional en la enseñanza a nivel escolar o en el manejo de sistemas educativos. Este es, concretamente, el caso de mi país, el Ecuador.

¿Cuántos de nuestros presidentes han sido educadores de profesión? ¿Cuántos de nuestros congresistas? No solo está devaluada la profesión de educador sino el campo de la educación. ¿Cuántas personas optan por estudiar doctorados en educación, especializarse en temas de aprendizaje, de cognición, de políticas educativas?. La mayoría considera que para tomar decisiones sobre educación basta con ser maestro, que puede pasarse de dirigir una escuela a dirigir la educación de un país. 


"La educación es muy importante para dejarla en manos de educadores" es algo que escuchamos en nuestros países. Muchos lo dicen en serio. De hecho, en las últimas décadas, las grandes decisiones sobre la educación a nivel tanto nacional como mundial vienen siendo tomadas por economistas. En los 1990s, el Banco Mundial pasó a ser no solo el mayor financista sino el mayor asesor de políticas educativas en los 'países en desarrollo', lo que vino a desdibujar el perfil y el papel que tradicionalmente ha tenido la UNESCO como organismo especializado de Naciones Unidas. El BM afirma que su función de asesor era más importante que su función de banco.

Cuando fui ministra de educación, en el primer almuerzo que tuve con las misiones del Banco Mundial y del Banco Inter-Americano de Desarrollo (BID) les pregunté si entre ellos había algún educador. Me pasaron sus tarjetas; todos eran economistas. En la primera reunión de trabajo, uno de ellos me dijo, amablemente, que ya podía retirarme, que ellos podían seguir trabajando con mi equipo técnico. Les dije que yo estaba al frente del equipo técnico y me quedé en la reunión. Los bancos no están acostumbrados a ministros de educación especialistas. 

¿A alguien se le ocurre encargar el ministerio de economía o el manejo de la política económica a un abogado, a un arquitecto, a un sociólogo, a un educador? ¿Por qué se considera que la política educativa puede ser decidida y manejada por personas que no saben de educación? Las decisiones sobre lo educativo son de gran complejidad, exigen conocimiento especializado, experiencia profesional y gran responsabilidad.

En Finlandia la educación es asunto de educadores. Así debe ser. Se trata no solo de invertir en capacitación y formación docente con los más altos niveles de calidad y de rigor, sino de formar cuadros capaces de diseñar y dirigir con solvencia la política educativa a nivel nacional y local. Valorar la educación implica, en primer lugar, reconocerla como campo de conocimiento epecializado.

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» On education in Finland | Sobre la educación en Finlandia

El relajo del aprendizaje y la buena pedagogía


Niña finlandesa tendida sobre el pupitre, aprendiendo. Foto: Rosa María Torres

Amo esta foto. La tomé en la primera escuela que visité durante mis dos semanas de visita de estudio en Finlandia. Era una clase de español con primero y segundo grados en una escuela en Helsinki. La amo no porque sea una buena foto sino por lo que muestra y, sobre todo, por lo que revela.

Este es el estado del aula veinte minutos después de haber entrado y de haberle pedido a la profesora que siguiera adelante, sin ocuparse de nosotras, las visitantes. Niños y niñas de 7-8 años en plena actividad mental y física, concentrados en lo suyo, trabajando con una consigna clara, en pequeños grupos, a sus anchas. Una niña tendida sobre el pupitre. Una profesora ausente en la foto pero presente de cuerpo entero en la situación, sonriente, sin una pizca de estrés.


Después de una breve conversación - en español - con los alumnos, ella empezó su clase. Les pidió trabajar en parejas en una actividad de identificación y clasificación de fotos. Cada pareja debía hacer una lista de lo encontrado y agregar un dibujo. Al final, cada pareja debía pasar a mostrar su trabajo y autoevaluarse con una, dos o tres estrellas.

Los niños se atuvieron y cumplieron con los tiempos asignados a cada actividad. A la voz de la profesora, daban por terminada una actividad y pasaban a la siguiente, sin problemas. La profesora no intervino en ningún momento pidiendo orden o silencio. La disciplina nunca fue tema.

Fueron los propios niños quienes prendieron y manejaron el proyector en el que colocaban la hoja en la que exhibían su trabajo y agregaban la autoevaluación. Uno a uno los grupos de dos pasaron en el orden indicado por la profesora, mientras el resto de la clase estaba atento y expectante. Fue posible literalmente ver a los niños pensar y decidir cuántas estrellas se colocaban. Varios se asignaron dos o solo una. Todos explicaron, en cada caso, por qué se autoasignaban ese número de estrellas. Al final de cada presentación seguían comentarios y aplausos de los niños. La profesora, ni una palabra. La autoevaluación y la evaluación corrían por cuenta de los niños. "Ellos son honestos. Saben cuándo algo está bien y cuándo puede mejorar", me había dicho la profesora. Así fue. Todo en 45 minutos, sin ansiedades, sin llamados de atención, sin prisas.

Foto: Rosa María Torres
Mientras los alumnos trabajaban aproveché para hacerle unas pocas preguntas a la profesora. Le pregunté, por ejemplo, si en todas las aulas había un lavabo (noté el lavabo al entrar, junto a la puerta, y ví a varios alumnos acercarse y lavarse las manos). Me dijo que sí, aunque no en todas las escuelas. Se motiva a los alumnos a considerar el lavado de manos como una actividad cotidiana, regular, de higiene personal y cuidado de la propia salud.

Amo estas fotos porque tuve el privilegio de verlas en acción y mi cámara - con permiso de la profesora - me permitió registrarlas como momentos de algo más amplio en movimiento. Seguí el desarrollo de la clase de principio a fin, las sucesivas etapas, los desplazamientos, la lógica de los sonidos, los resultados del trabajo expuestos y autoevaluados al final. Ví a estos niños y a estas niñas aprender motivados, concentrados, contentos, entusiasmados, espontáneos. Ví a esta profesora disfrutar con el disfrute de sus alumnos.

Mientras presenciaba todo esto me preguntaba cuántos profesores lo percibirían llanamente como relajo y cuántos cómo aprendizaje.
Cuántos mandarían a los niños a callar y a 'comportarse' frente a la visitante. Cuántos verían aquí - horrorizados - indisciplina y falta de firmeza de la profesora, y cuántos verían aquí - admirados - buena pedagogía.

¿Cuántos profesores en el mundo pueden 'tolerar' que una niña, en clase, se tienda sobre el pupitre y dé la espalda, de este modo, a la profesora y a la visitante? ¿Cuántos pueden permitir y permitirse que cada niño y niña aprenda en sus ritmos y en sus términos? ¿Cuántos pueden no solo tolerar sino apreciar el 'desorden' y el ruido que provocan la conversación, la colaboración, el entusiasmo, el trabajo en grupo?

La cultura escolar que conocemos nació con grilletes y candados, con varas, fuetes, reglazos, castigos sicos y psíquicos, y se ha criado en las artes del silencio, del inmovilismo, de la ausencia de colaboración, de la prohibición del contacto con otros. Hay que desaprender mucho para aprender a construir otra cultura escolar, una que valora aquello que por tanto tiempo se condenó y que finalmente empieza a ponerse a tono con el aprendizaje infantil, es decir, con la curiosidad, el juego, la risa, la colaboración, el descubrimiento, la ausencia de amenaza, de castigo y de miedo.

Miré a la niña y a mi foto - "Niña finlandesa tendida sobre el pupitre, aprendiendo" - y me recordó de inmediato otra foto, que circuló profusamente y conmovió a muchos: "Niño chino tendido sobre el pupitre, durmiendo". Bendita sea la cultura finlandesa y su lucha por hacer del aprendizaje una experiencia placentera y de la escuela un lugar para que los niños aprendan y sean felices.

Esto es lo que permite una buena formación pedagógica de profesores bien elegidos, en un contexto escolar en que todo esto es no solo permitido sino comprendido y alentado. A esto contribuyen un espacio y un mobiliario adecuados, un ambiente distendido y un grupo pequeño de alumnos. En un grupo grande y en un ambiente de aprendizaje hostil y competitivo, esto sería imposible.Y, por supuesto, sin la comprensión de las familias, también ellas re-educadas en una nueva cultura escolar y en una nueva cultura del aprendizaje.

Tomé pocas fotos en esta clase y, en general, en mis observaciones de clase en Finlandia. Preferí concentrarme en mirar, en escuchar, en reflexionar allí mismo y mientras ocurrían las cosas. No quería que me sucediera lo que a la muchedumbre que se pierde de mirar el desfile, en vivo y en directo, por tomar las fotos para la posteridad.

La calidad de la foto es mala, muestra solo un momento y solo un pedazo del aula, y definitivamente no le hace justicia a la clase que ví y algunas de cuyas impresiones intento compartir aquí. Lo que hay que ver, detrás de la foto, es la calidad de la pedagogía y la calidad de la profesora que la hace posible.

* Post scriptum
Visité esta escuela a fines de 2015. Meses después encontré en internet que es la misma escuela, la misma aula y la misma profesora que visitó en 2013 Jordi Evole del programa español Salvados (ver video). Una escuela -
Käpylä - muy conocida y una profesora - Mari Peteri - sin duda muy solicitada para atender a los visitantes hispanohablantes, pues estudió en España y tiene la enorme ventaja de hablar y enseñar español.

Yo estuve en «la escuela del futuro» (Finlandia)



"La escuela del futuro abrió sus puertas en Finlandia" decían los titulares; fotos y textos la describían con detalle y capturaban la atención. La noticia circuló profusamente en redes. La noción de futuro aludía sobre todo a la dimensión arquitectónica. Más tarde aparecieron artículos que afirmaban que Saunalahti es la mejor escuela de Finlandia e incluso la mejor del mundo. La propia directora de la escuela, en un evento en España, aclaró que esto no es así. Un ejemplo de cómo la información se distorsiona a medida que circula, con ayuda - además - de las usuales infidelidades de la traducción.

Afirmar que ésta es <la escuela del futuro> significa afirmar que ésta es la escuela deseable/posible para todos los países del mundo. Lo cual no es cierto. Esta es una escuela para el medio urbano. Y, entre otras cosas por sus costos, es impensable como modelo para la escuela  pública en los "países en desarrollo".

Saunalahti school, Espoo, Finland
Saunalahti es una escuela pública. Abrió sus puertas el 1 de agosto de 2012. El diseño tomó dos años y la construcción otros dos, de 2010 a 2012. Primer edificio escolar multifuncional en Espoo, la segunda ciudad finlandesa. Tiene capacidad para 800 estudiantes. Integra guardería infantil, escuela, biblioteca, centro juvenil, gimnasio, y actividades extraescolares y comunitarias a las tardes y en fines de semana. Se preve crear un centro y actividades para la tercera edad.

El eje de la oferta educativa está en drama, arte, música, literatura, artesanías y danza. La escuela cree en la flexibilidad y en el progreso de cada alumno a su propio ritmo. Espera seguir creciendo hasta 2018; para entonces ofrecerá desde el grado 0 hasta el grado 9 (equivalente a la educación básica en Finlandia) y tendrá 800 alumnos (máxima capacidad de la escuela).

Está pensada como una escuela abierta a la comunidad y punto de encuentro comunitario. Apertura y sentido de comunidad fueron los dos conceptos centrales en el diseño. En 2013 Saunalahti ganó el premio al Proyecto Ambiental del Año.

El edificio fue diseñado por la empresa finlandesa Verstas Architects, especializada en arquitectura escolar. Sus diseños tienen en cuenta no solo aspectos estéticos sino, sobre todo, pedagógicos. Se aparta del viejo modelo de la escuela-hospital y la escuela-cárcel: largos corredores, aulas alineadas.

El concepto arquitectónico-pedagógico busca integrar tres pilares:
a) interacción y colaboración (entre alumnos, con sus profesores y entre estos, con las familias, con la comunidad);
b) aprendizaje fuera del aula (valorar las oportunidades de aprendizaje informal), y
c) aprender haciendo (incluye actividades manuales en talleres).

Foto: Rosa María Torres
No pude hacer cita con anticipación, pero la directora de la escuela que visité esa mañana, también en Espoo, llamó a la directora de Saunalahti, amiga suya. Su secretaria ofreció acompañarme a recorrer las instalaciones. Los alumnos estaban por salir;  podría ver actividades extracurriculares en la tarde, familias en la escuela, profesores en reuniones de evaluación de la jornada diaria, la biblioteca escolar.

¡Genial! Para no perder ni un momento, tomé un taxi (en vez de esperar 20 minutos el ómnibus y luego caminar 400 metros) y llegué a la escuela.

Lo que ví, de entrada, me ratificó la gran diferencia que puede existir entre conocer en foto y conocer in situ. Esta escuela es parte de un gran proyecto urbanístico en construcción: el barrio que se está construyendo es el barrio en el cual se insertará y al cual servirá la escuela. Lo que hay hoy alrededor de la escuela - y que no se ve en las fotos ni en las descripciones - es un gran despliegue de maquinaria, obreros, materiales, ruido.

Saunalahti por dentro

La arquitectura, los espacios, la iluminación, el equipamiento, son espectaculares. Contrastando con el blanco y el marfil de las paredes, colores brillantes en gradas, murales, adornos, muebles. Espacios amplios, luminosos, vistosos. Mucha luz natural. Mucho vidrio, mucha madera, ladrillo, hormigón, materiales rugosos. Todo lindo, limpio, colorido, visual, transparente, interconectado, a mano. Todo sencillo, cómodo, funcional. Cámaras de seguridad imperceptibles.

Saunalahti School. Foto: Andreas Meichsner/Verstas


El gran vestíbulo central
en la planta baja - el corazón de la escuela - tiene grandes ventanales y es visible desde un gran corredor-balcón que le da vuelta así como desde las gradas laterales que suben al primer piso.

Está pensando como un espacio multifuncional que sirve de comedor, lugar de encuentro, anfiteatro, audtorio para conciertos y otros espectáculos, pista de baile, lo que sea. Aquí se encuentran alumnos y profesores a la hora del almuerzo. Aquí se reúnen los padres de familia con sus hijos y con los profesores. Aquí se hacen presentaciones, actos escolares, premiaciones, festivales.

El espacio se viene alquilando para reuniones y fiestas de los residentes del barrio. Aquí se celebró el último festejo de fin de año; vino gente de Espoo, de ciudades aledañas, incluso de Helsinki. Se han hecho conciertos, funciones de cine y otras actividades culturales, con venta de entradas. También se está alquilando aulas a personas, organizaciones y empresas locales que requieren un espacio para hacer reuniones, seminarios o talleres.

Todo el edificio está organizado espacialmente de modo de separar y a la vez integrar diversas edades de los alumnos, juego y estudio, actividades intelectuales y manuales, aprendizaje formal, no-formal e informal, el adentro y el afuera de la escuela.

Abajo, bajando las gradas, es el espacio de los más pequeños. Hay una guardería, aulas, y múltiples espacios para jugar y aprender fuera de las aulas. Pude ver actividades estructuradas, con niños, profesores y familias trabajando juntos. En el vestidor de niñas presencié la febril actividad de niñas preparándose para la clase de gimnasia. Papás y mamás por doquier. 

Foto: Rosa María Torres
Arriba, subiendo las gradas, transcurre la vida escolar de los más grandes y también la de la administración. Espacios, arreglos y mobiliario nada convencionales, todo pensado para la colaboración y el trabajo grupal. Aulas pequeñas, para muy pocos alumnos. Mesas, sillas, percheros, sofás, puffs de diversas formas y colores esparcidos por todos lados. Salas de profesores. Armarios. Futbolines. Una mesa de pinpong. 

Los espacios que encontré y fotografié sin niños, los había visto en fotos, con niños. No me importó no ver clases funcionando; puedo imaginarlas. Observé varias clases en mis visitas a escuelas y colegios, y casi todas me parecieron muy buenas. Me quedó la impresión de que la escuela finlandesa es realmente igualitaria: los buenos profesores y la buena pedagogía son la norma antes que la excepción.

Afuera, niños y niñas jugando en los juegos de la escuela, pero más allá todo el espacio tomado por la maquinaria y los obreros. Algunos padres con los que conversé me dijeron que desde que iniciaron las obras dejan y recogen a sus hijos de la escuela, pues no se sienten seguros. El "afuera de la escuela" como un espacio más de aprendizaje es por ahora una promesa.

Foto: Andreas Meichsner

Las descripciones de la escuela mostraban la biblioteca escolar e indicaban que ésta está al servicio de la comunidad y permanece abierta hasta la noche. Terminado el recorrido por la escuela fui a la biblioteca interesada en ver esto con mis propios ojos. El recepcionista me aclaró que aún son pocas las personas de la comunidad que usan la biblioteca. Me invitó a acompañarle a abrirla hacia el exterior, un operativo muy interesante de corrimiento de paredes-paneles de vidrio. Estuve en la biblioteca una hora y media husmeando libros y conversando con la bibliotecaria. Solo dos personas entraron en ese tiempo desde la calle. Claramente, la biblioteca escolar no es aún biblioteca comunitaria. Será interesante verla funcionando cuando lo sea.

Foto: Andreas Meichsner/Verstas

Foto: Rosa María Torres 
Saunalahti es una escuela pública y gratuita (en Finlandia son pocas las escuelas privadas). Una escuela que deja atrás el modelo arquitectónico de la escuela-hospital, propone una educación escolar pensada no solo desde el aprendizaje sino desde la felicidad de los alumnos y desde el rol comunitario versátil y útil que está llamada a cumplir la escuela.

Saunalahti no ha desplegado aún su potencial. Me gustaría volver en unos años y ver qué tanto del sueño y del proyecto logró traducirse en pedagogía y en realidad.

Se hizo de noche. En el ómnibus de regreso a Helsinki fui llenando mi libreta con impresiones de ambas visitas del día. Dos escuelas muy diferentes: ésta muy promocionada, mediática y con altísima visibilidad internacional; la otra, con poca novedad arquitectónica, veinte años de vida, un proyecto consolidado y muy bajo perfil, tratando de pasar desapercibida en internet para poder trabajar en paz en medio de tanta exposición y tanto visitante extranjero.

Ya en Helsinki, le envié un mensaje a la directora de la escuela que había visitado a la mañana, agradeciéndole por su intermediación, contándole algo de la visita a Saunalahti y diciéndole: "You have a great school. Great work. The infrastructure is not spectacular but you and your teachers are. And that's what really counts."



Fuentes / Para saber más
Saunalahti School in Espoo
http://www.espoo.fi/en-US/Childcare_and_education/Comprehensive_education/Comprehensive_schools/Joint_comprehensive_schools/Saunalahti_school

http://finland.fi/life-society/building-an-even-better-finnish-school/

http://www.archdaily.com/406513/saunalahti-school-verstas-architects/

http://genial.guru/admiracion-curiosidades/la-escuela-del-futuro-abrio-sus-puertas-en-finlandia-711/

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-07-10/es-el-mejor-colegio-del-mundo-es-finlandes-y-tiene-tres-cosas-que-los-demas-no-tienen_897921/

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