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Escolarizado no es lo mismo que educado


(actualizado 19 febrero 2023)


Ilustración: Michael Kirkham, The Economist

"Nunca he dejado que mi escolaridad interfiera con mi educación". Mark Twain
"Un niño educado solo en la escuela es un niño no educado". George Santayana

Circula cada año el listado de «Los 10 países más educados del mundo». Los datos se basan en Education at a Glance de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). La OCDE considera «países más educados» a los que tienen los porcentajes más altos de personas entre 25 y 64 años que han completado algún tipo de educación terciaria en la forma de un título de dos o cuatro años o un programa vocacional.

Estos fueron «los 10 países más educados» en 2012, 2018, 2020 y 2023 (tabla 1). Algunos países se mantienen entre los 10 primeros, otros salen, algunos nuevos se incorporan. En 2020 y 2023 Corea del Sur y Canadá estaban en los dos primeros lugares y Japón entre los primeros cinco. Finlandia desapareció de la lista de los 10 primeros en 2020 al igual que Estados Unidos, y Suiza entró en ese mismo año.

Tabla 1

Los 10 países con mayor porcentaje de población con educación terciaria
(25-34 años y 55-64 años)

2012 (25-64 años)

2018 (25-64 años)

2020 (25-34 y 55-64 años)

2023 (25-34 años)

1 Canadá 51%
2 Israel 46%
3 Japón 45%
4 EE.UU. 42%
5 Nueva Zelanda 41%
6 Corea del Sur 40%
7 Reino Unido 38%
8 Finlandia 38%
9 Australia 38%
10 Irlanda 37% 

1 Canadá  56.27%
2 Japón 50.50%
3 Israel 49.90%
4 Corea del Sur 46.86%
5 Reino Unido 45.96%
6 EE.UU. 45.67%
7 Australia 43.74%
8 Finlandia 43.60%
9 Noruega 43.02%
10 Luxemburgo 42.86%

1 Corea del Sur 69.8% - 25.1%
2 Canadá 64.4% - 50.0%
3 Rusia 62.1% - 50.3%
4 Japón 61.5% - 41.5%
5 Irlanda 58.4% - 33.4%
6 Luxemburgo 58.2% - 33.9%
7 Lituania 56.2% - 31.3%
8 Reino Unido 55.8% - 39.4%
9
Australia 54.6% - 36.3%
10 Suiza 53.0% - 34.7%

 

 1 Corea del Sur 69.29%
 2 Canadá 66.36%
 3 Japón 64.81%
 4 Luxemburgo 63.12%
 5 Irlanda 62.88%
 6 Rusia 62.09%
 7 Lituania 57.48%
 8 Reino Unido 57.47%
 9 Países Bajos 55.60%
 10 Noruega 55.03%

Basado en datos de OECD, Education at a Glance.
Elaboración: Rosa María Torres.

 


OCDE, Población con educación terciaria 2020 o último año disponible

Seis países latinoamericanos aparecieron incluidos en este gráfico de la OCDE referido al porcentaje de población (25-34 años y 55-64 años) con educación terciaria en 2020, todos ellos por debajo del promedio de los países de la OCDE (45.5%):

Brasil 23.5% - 15.0%
México 25.3% - 15.1%
Colombia 30.0% - 16.1%
Costa Rica 32.5% - 20.9%
Chile 33.7% - 16.0% 
Argentina 40.0% - 29.5%

¿Dime cuántos años de escolaridad tienes y te diré cuánto sabes?  


En realidad, estos son los países más escolarizados, no necesariamente los más educados. Escolarizado no es lo mismo que educado

1) El valor de la educación no se juega tanto en su extensión como en su calidad.

2) La educación de una persona no se limita al sistema educativo; hay aprendizaje fuera de las aulas, en la familia, en la comunidad, en los medios de comunicación, en el trabajo, a través de Internet, etc.

3) Lo que importa no son los años de escolaridad sino el aprendizaje. Estudios recientes confirman que escolaridad no necesariamente equivale a aprendizaje. Se puede escalar por el sistema educativo e incluso completar varios niveles sin haber aprendido mucho.
Desde el año 2000 están estancados los aprendizajes escolares en el mundo.

Un título universitario no revela, por sí mismo, la calidad e idoneidad profesional de una persona. Hay universidades de diversas calidades (incluyendo aquellas que venden los títulos, pasan por alto los plagios, etc.). Pero, además, el conocimiento avanza y se modifica a ritmos cada vez más acelerados. Es difícil mantenerse al día; hacerlo implica un esfuerzo permanente de lectura, estudio y actualización.

Cada vez se pone más en duda el valor de la educación superior para el conocimiento, el trabajo y el bienestar de las personas. Estudios en Estados Unidos muestran que el college - sueño americano para el cual las familias se endeudan y ahorran desde que nacen los hijos - tiene un costo cada vez más alto, escaso impacto académico y cada vez menos impacto laboral (36% de los estudiantes "no mostraron ninguna mejoría significativa en el aprendizaje" durante su paso por el college; en 2013, 46% de los graduados del college estaban desempleados). Acceder al college significa sobre todo la posibilidad de acceder a un título que mejore el estatus social y las posibilidades laborales de los jóvenes, más que sus conocimientos y preparación académica.


El mito de los años de escolaridad y del título como indicativos del nivel de conocimientos de una persona o de un país viene siendo puesto sobre el tapete a nivel internacional. Son hoy mundialmente reconocidas las falencias de los sistemas educativos incluso para asegurar aprendizajes básicos como la lectura, la escritura y la aritmética. El Estudio Competencias Básicas de la Población Adulta 2013, realizado por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile para la Cámara Chilena de la Construcción reveló que 65% de los chilenos con 2 a 5 años de educación superior entendía solo textos simples; de ellos, 27% no entendía lo que leía ni podía hacer cálculos básicos; sólo 10% tenía un nivel óptimo; del total de adultos del país, 80% se ubicaba en los niveles más básicos de comprensión.

El aprendizaje es ubicuo y se prolonga a lo largo de la vida; los estudios formales - incluso para quienes obtienen varios títulos universitarios - constituyen apenas una etapa en la vida de una persona (Finlandia tiene la escolaridad más alta: 20 años en promedio), sobre todo teniendo en cuenta que la expectativa de vida se ha alargado considerablemente en todo el mundo; que lo más importante se aprende fuera de las aulas; que los títulos pueden tener poco valor real; que las tesis pueden plagiarse y los títulos comprarse...

Cuatro años de escolaridad son insuficientes para aprender a leer y escribir comprensivamente y con autonomía. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM, 2000-2015) incluyeron como objetivo para la educación cuatro años de escolaridad ("supervivencia al quinto grado"), para constatar, 15 años después, que 250 millones de niños y niñas en el mundo no habían aprendido a leer y escribir después de haber completado cuatro años de escuela (ver ¿Crisis global de aprendizaje?). Varios peldaños más arriba, las universidades se quejan de que los estudiantes llegan con serios problemas de razonamiento, expresión oral, lectura y escritura; a su vez, la sociedad se queja del bajo nivel con que salen de la universidad muchos profesionales.

Todos los días vemos maestros, comunicadores, periodistas, que no manejan las artes de su oficio, que no se expresan bien y que escriben con errores. Cobran notoriedad mundial, cada tanto, las perlas de ignorancia presidencial respecto de cuestiones básicas de geografía e historia, especialmente entre mandatarios estadounidenses. Pocos manejan con fluidez otras lenguas, incluso los estudiados en el extranjero. Candidatos, gobernantes y otros personajes públicos son sorprendidos con el pedido de mencionar "tres libros que han marcado su vida"...

En 2013 un Ministro de Cultura en el Ecuador se vio en aprietos tratando de explicar qué es el "Buen Vivir" (Sumak Kawsay) adoptado en la Constitución. Los concursos de belleza son conocidos por las respuestas estereotipadas, incluso disparatadas, que dan varias candidatas, muchas de ellas con estudios universitarios. Personas tituladas en algunas de las mejores universidades del mundo son muchas veces malos expertos y asesores. 


El Indice de Desarrollo Humano (IDH)

Lo que es cierto para las personas individualmente, lo es también para las naciones. Un país con alto nivel promedio de escolaridad no es necesariamente un país con alto nivel educativo.

El Indice de Desarrollo Humano (IDH), calculado anualmente por el PNUD, trata escolarización y educación como equivalentes. El IDH de un país se calcula a partir de tres indicadores: 1. esperanza de vida, 2. educación y 3. ingresos. La educación se mide a través de: (a) la esperanza de años de escolarización, para las personas adultas mayores de 25 años, y (b) la media de años de escolarización, para la población en edad escolar.  (El Indicador de Educación se calculaba antes a partir de dos datos: tasa de alfabetismo de la población adulta, y matrícula en los niveles primario, secundario y superior).

La reducción de educación a educación escolar sigue siendo un problema extendido en el campo educativo. Es como si no existieran ni educación ni conocimiento ni aprendizaje fuera del sistema escolar. Las reformas educativas siguen siendo reformas escolares. Los indicadores de la Educación continúan girando en torno a la educación escolar. Los gobiernos delegan La Educación al "ministerio del ramo", a menudo separando y ubicando aparte a la educación superior. Las metas internacionales insisten con los mismos indicadores cuantitativos de matrícula y terminación, prestando poca atención a los factores cualitativos y a los aprendizajes.

El número de años de escolaridad sigue siendo el indicador para dar cuenta del avance educativo de una sociedad. Cero escolaridad se diagnostica no solo como analfabetismo sino como ignorancia. Menos de cuatro años de escolaridad es educación incipiente para el SITEAL. Quienes no cumplen con determinados años de escolaridad (número definido en cada país) van a parar al tacho de los rezagados, sin más. A su vez, el título universitario es reverenciado sin preguntas y convertido en antenombre o postnombre - extensión del nombre, bah - de quien lo posee.

La mentalidad cuantitativista que caracteriza al mundo de la educación permanece como otro problema central: la carrera por más (antes que por mejor o por diferente). Los sistemas y las expectativas escolares se estiran. Antes, el sueño de una familia pobre era terminar la educación primaria y, con mucho esfuerzo, la secundaria. Hoy la nueva meca es la universidad. De la Licenciatura pasamos a la Maestría y de la Maestría al Doctorado y de éste a los doctorados, en plural. 

De la sociedad escolarizada a la sociedad educada

La educación es mucho más que una escalera con certificados y títulos en cada peldaño. Niños, jóvenes y adultos desarrollan sus capacidades y talentos en la convivencia diaria, en el contacto con otros, pensando, leyendo y escribiendo, resolviendo problemas, en la familia, en la diversión, en el ocio, en la participación social, en el trabajo, y aprovechando los recursos socioculturales que les ofrece el contexto: bibliotecas, medios de comunicación, plazas, parques, huertos, mercados, museos, galerías, zoológicos, canchas deportivas, cines, teatros, circos, internet, etc. "Igualdad de oportunidades educativas" es, por eso, igualdad no solo en el acceso al sistema escolar sino a las oportunidades de aprendizaje y desarrollo por fuera de éste.

Una sociedad educada:

- se forja desde la infancia, en un entorno familiar que acoge, protege, estimula, habilita y pone límites, satisface necesidades básicas, provee seguridades, afecto y contención.   

- es producto de una buena educación escolar, que enseña a aprender más que a estudiar, a pensar más que a memorizar, a cooperar más que a competir.

- exige y accede a buenos medios de información y comunicación, con oferta variada, atractiva, apropiada para todas las edades, interesados en construir ciudadanos y no solo consumidores.

- incorpora la lectura y la escritura a la vida cotidiana, por el mero disfrute de leer y de escribir, para expresarse y comunicarse, para aprender, para mantenerse intelectualmente alerta.

- aprecia la naturaleza, la música, el baile, el teatro, el dibujo, la pintura, la artesanía, el trabajo intelectual y el manual.

- ejerce sus derechos y deberes ciudadanos, se organiza, participa, exige transparencia y rendición de cuentas, cultiva la empatía y la solidaridad, aprende a dialogar y a debatir, a respetar a los demás y a combatir toda clase de prejuicios. 

Una sociedad educada es una sociedad autoeducada, curiosa, que duda, que pregunta, que busca, que investiga, que se autodesafía, que lee y escribe, que enseña y aprende todo el tiempo.

 
Cómo citar este artículo: Torres, Rosa María, "¿Los 10 países más educados? Escolarizado no es lo mismo que educado", blog OTRA∃DUCACION, Quito, febrero 2022.

Para saber más
- Video: Tres libros que han marcado su vida. Responden diputados mexicanos
- Video: El 'Buen Vivir' según el Ministro Paco Velasco (Ecuador) 
Video: Por qué odio la escuela y amo la educación 
El candidato presidencial que no es capaz de citar tres libros que le han marcado (México)
65% de los chilenos con educación superior entiende sólo textos simples, La Tercera, 6/9/2013

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Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.

Universalizar la educación: del acceso al aprendizaje

(actualización: mayo 20, 2022)
María Centeno, Nueva Sociedad


El sistema educativo suele ilustrarse como una pirámide o una serie de peldaños. En la base está la educación inicial, pre-escolar o primaria y en la cúspide la educación superior. Los estudiantes trepan uno a uno los peldaños; muchos van cayendo o quedan colgados en el camino.
Son pocos los que alcanzan la cima.

Nuestras sociedades valoran y celebran a los que llegan arriba, desprecian y culpan a los que no. Nuestros sistemas educativos están planificados para el éxito de unos pocos y el fracaso de la mayoría. A menudo se da más importancia al último peldaño, al que llega la minoría, y se descuidan los peldaños inferiores, en los que ingresa y se educa la mayoría.

La noción de "universalizar la educación" ha venido ampliándose sucesivamente en las últimas décadas del acceso a la permanencia, luego la terminación y finalmente el aprendizaje, abarcando cada vez más las oportunidades de educación y aprendizaje fuera de las aulas.



▸ Universalizar el acceso 

El término "universalizar" se ha usado generalmente para referirse al acceso, a la matrícula, en los distintos niveles y modalidades del sistema educativo.

El Informe de la Comisión Internacional de Desarrollo de la Educación creada por la UNESCO en 1971, más conocido como Informe Faure (1972) - Aprender a Ser: El mundo de hoy y de mañana - planteaba entre otros la necesidad de la escolarización universal, entendiendo por tal universalizar la matrícula de la educación primaria.

La expresión "Educación Primaria Universal (EPU)" fue usada inicialmente para referirse al acceso.
De América Latina se afirmaba que la mayoría de países había universalizado la educación primaria; con ello se afirmaba que más del 90% de la población en edad de cursar este nivel accedía a éste (es importante recordar que persisten grandes disparidades entre países y que hay países todavía por debajo de ese porcentaje).

Sabemos, no obstante, que acceder no basta. Muchos van quedando en el camino y muchos no aprenden en ese camino. Hay alta "deserción" o "abandono" especialmente en la educación secundaria y en la universidad. Las cifras de terminación del ciclo secundario y universitario son bajas en muchos países. Un estudio del Observatorio Argentinos por la Educación reveló, en 2022, que solo 16 de cada 100 estudiantes completan la educación secundaria a tiempo y con los saberes esperados, y que de esos 16 la mitad provienen de la escuela privada y de familias con buen nivel socio-económico.

▸ Universalizar la terminación de un ciclo o nivel 

De la universalización como acceso pasamos a la universalizión como terminación de los diferentes niveles.

En el año 2000 se aprobaron
los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015), cuyo objetivo para la educación se planteó como "lograr la educación primaria universal" y la meta como "Asegurar que, en 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria". El indicador fue "sobrevivencia al quinto grado", es decir, una educación primaria de 4 años (la duración de la educación primaria en la mayoría de países es de 6 años).

A inicios de 2010, UNICEF y el Instituto de Estadística de la Unesco (UIS) lanzaron la iniciativa  Completar la Escuela - "Todos los niños en la escuela en 2015" - focalizada en 25 países, tres de ellos en América Latina: Bolivia, Brasil y Colombia.

Asimismo, en septiembre de 2012 el Secretario de Naciones Unidas lanzó la iniciativa mundial La Educación ante Todo (Education First), "un empujón final a fin de poner a la educación en la cima de la agenda global antes del plazo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio".

▸ Universalizar las oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida 

Hoy se acepta ampliamente que la educación y los aprendizajes no se dan únicamente dentro del sistema educativo sino también fuera de éste, en la familia, en la comunidad, con los amigos, en el trabajo, en el contacto con la naturaleza, con el arte y la cultura, con los medios, con Internet. El aprendizaje no se restringe a una edad - la infancia - sino que atraviesa a todas las edades, desde el nacimiento hasta la muerte. Por ello, el derecho a la educacion incluye hoy el derecho no solo a aprender sino a aprender a lo largo de la vida.

Así lo puso en 2015 el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4) dentro de la Agenda 2030  para el Desarrollo Sostenible: "Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos."

Democratizar las oportunidades de aprendizaje de toda persona - niño, joven, adulto - dentro y fuera del sistema educativo y a lo largo de la vida es la base de una sociedad del conocimiento y de una sociedad del aprendizaje.

▸ Universalizar el aprendizaje 

El verdadero desafío es universalizar el aprendizaje.

Completar determinado nivel escolar tampoco asegura que se haya aprendido. Los bajos niveles de aprendizaje de alumnos que terminan la primaria y la secundaria así lo confirman en muchos países del mundo. La denominada "crisis global de aprendizaje", identificada como tal en 2014, surgió precisamente del "descubrimiento" de que millones de niños y niñas con 3 o más años de asistencia a la escuela, no estaban aprendiendo a leer, escribir y contar.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados en 2015 incluyeron como primera meta del ODS 4, dedicado a la educación, no solo "terminar la educación primaria y secundaria" sino "producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos".

"4.1 De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos".

Para saber más
» América Latina; Tasas de finalización de secundaria, según nivel económico y urbano/rural (infografía) BID-GraduateXXI

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- Pobre la educación de los pobres
- Educación para Todos y Objetivos del Milenio no son la misma cosa 
- Educación Primero ▸ Education First

Educación para Todos y Objetivos de Desarrollo del Milenio no son la misma cosa








Entrevista con la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE)


Pregunta: En el año 2000 tuvo lugar el Foro Mundial de Educación, en Dakar. Desde su perspectiva, ¿qué diferencias hay en la Educación para Todos (EPT) a partir de Dakar y el proceso que arrancó en 1990 con la Conferencia Mundial de Educación para Todos, en Jomtien?

RMT: En 1990 había grandes expectativas, entusiasmo. Hoy hay desgaste, escepticismo. Los planes nacionales e internacionales para la educación se repiten y multiplican, los plazos se estiran, los compromisos y las metas no se cumplen. La calidad de la educación en los “países en desarrollo” no mejora. Entre otras cosas porque está peor el mundo, la situación de la gente, una situación que se prolonga y que, al volverse transgeneracional, puede terminar volviéndose irreversible. Los pobres siguen siendo la mayoría de la población mundial.

Las iniciativas y planes para la educación se multiplican, de manera descoordinada y desordenada. En 1990, la Educación para Todos (EPT) apareció como una iniciativa estrella. Hoy el firmamento está lleno de «estrellas» compitiendo entre sí por el espacio. Hay de todo: iniciativas mundiales (Educación para Todos, Objetivos de Desarrollo del Milenio), regionales (PRELAC), hemisféricas (Cumbres de las Américas), iberoamericanas (Cumbres Iberoamericanas). América Latina y el Caribe es un laberinto de planes internacionales, en los que se juegan agendas, hegemonías y supervivencias de los propios organismos internacionales.

Pregunta:
¿Cómo ve la relación entre las metas de los Objetivos del Milenio y las metas de la Educación para Todos?

RMT:
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) son hoy la agenda dominante en materia de «desarrollo
» para los países en la periferia. Su poder deriva principalmente de que: (a) los recursos y actores detrás de los ODM son el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM, los países ricos (la OCDE) y el Sistema de Naciones Unidas (ONU); (b) los objetivos y metas no son sectoriales sino multi- y trans-sectoriales, con una visión integral que está más cercana a las necesidades y posibilidades del desarrollo, incluido el desarrollo educativo. La pobreza no es «extraescolar» ni «factor asociado» del aprendizaje sino la vida misma, materia prima y condición fundamental de la enseñanza y el aprendizaje de niños, jóvenes y adultos, de la familia, la comunidad local, la ciudad, el municipio, la nación.

La Educación para Todos (EPT) (1990-2015) es, en cambio, una iniciativa sectorial: la educación vista sectorialmente
e incluso escolarmente, entendiendo educación como educación escolar (formal), es decir, reduciendo y re-sectorializando la mirada educativa en un momento en que precisamente se reconoce la necesidad de integrar los sistemas de aprendizaje más allá y más acá de la escuela, y la importancia del aprendizaje a lo largo de la vida.

La «visión ampliada de la educación básica» que se adoptó en Jomtien en 1990 no llegó a plasmarse en la realidad: las seis metas de EPT se refieren a niños, jóvenes y adultos, arrancan desde la primera infancia y no tienen límite de edad, abarcan la educación dentro y fuera del sistema escolar, pero terminaron centrándose en una meta: la educación primaria, que es también la meta estrella para la educación dentro de los ODM.

«Educación básica» pasó a entenderse como «educación primaria», «universalizar la educación básica» como «universalizar la matrícula en educación básica», y «todos» como «niños y niñas»
y como «los más pobres entre los pobres» (los programas focalizados, las políticas compensatorias dirigidas a la pobreza con calificativos: «extrema», «dura», «estructural», etc.).

La EPT se burocratizó, tecnocratizó y rigidizó a través de comités y comisiones, reuniones de alto nivel, informes, monitoreos, en fin, un sinnúmero de rituales conocidos en el mundo internacional que terminan por desconectar las ideas y las metas de las realidades y los sujetos concretos a los que están destinadas y en cuyo nombre se instalan y sobreviven dichos rituales. En América Latina,
«Educación para Todos» les suena a expertos y la burocracia de los Ministerios de Educación. En esta región, y desde sus inicios, la EPT quedó suspendida en las altas esferas, asociada a documentos y planes en el papel y a agencias internacionales.

Pregunta:
¿Qué piensa de la Iniciativa de la
«Vía Rápida (Fast Track)» - y de sus efectos particularmente en América Latina? ¿Cómo valora el rol de UNESCO como impulsora o coordinardora de la EPT incorporando la iniciativa del Fast Track?

RMT: Habría que decir en primer lugar que el Fast Track fue promovido por el Banco Mundial y toma como referencia los Objetivos y metas del Milenio para la educación (completación de cuatro grados de educación primaria, y equidad de género en el acceso a la educación primaria y secundaria), no las metas de EPT. Hay una tendencia – no casual - a confundir educación básica y educación primaria, EPT y Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), como si fuesen la misma cosa. No lo son.

La UNESCO ha tratado de acoplar la EPT y los ODM, lo que puede llevar al empobrecimiento de la EPT (si se reduce a educación primaria y a cuatro años de escolaridad) o bien a al enriquecimiento de la EPT (si abandona la mirada sectorial estrecha y busca un marco más amplio de referencia que incluya la política social, la política económica, la relación Norte-Sur, etc, que son parte integral de los ODM). Ojalá ocurriera esto último, es decir, puesto al revés: una Agenda del Milenio ampliada y enriquecida en su perspectiva educativa – hoy sumamente estrecha - entre otros gracias al aporte de una EPT a su vez ampliada y fuerte. Esto requiere, por supuesto, vigilancia y proactividad por parte de los actores y grupos que podemos tener alguna incidencia en estos desarrollos y a nivel internacional
.

El Fast Track
puede ser una vía rápida pero es una vía equivocada, es decir, una vía rápida hacia el fracaso. La puesta en marcha del Fast Track pone en evidencia muchos de los problemas que eran anticipables. Y es que el Banco Mundial no aprende las lecciones que va dejando su propia experiencia como financista y asesor de políticas en nuestros países.

No aprendió lo que sabemos hace mucho tiempo los investigadores y quienes trabajamos en educación en nuestros países: la solución no es más (o incluso mejor) de lo mismo, el problema fundamental no es más dinero, los préstamos internacionales no son solución sino que incrementan nuestro problema, el ritmo no se impone desde afuera, las ideas – para ser válidas, útiles - tienen que surgir de adentro y no son aplicables en cualquier contexto, no hay recetas universales, no existe el
«qué funciona» y «qué no funciona» en general, la educación no es solo un campo técnico sino un campo social, etc. Las agencias financieras no aprenden porque aprender va en contra de su propia naturaleza y misión: un banco coloca créditos e ideas, y su supervivencia depende del marketing, de la continuada existencia de «clientes» dispuestos a comprar ideas, créditos, servicios externos, y de la permanente innovación de productos y empaques, como hace cualquier empresa moderna forzada a competir en el mercado.

Pregunta:
¿Como valora a las organizaciones de la sociedad civil - ONGs, redes, sindicatos, fundaciones, entre otras - en su contexto con las iniciativas de la EPT? ¿Cuáles son las principales  contribuciones del Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos?

RMT: La respuesta de las organizaciones de la sociedad civil en nuestros países es, en general, débil en el campo educativo. Precisamente entre otras cosas porque la sociedad ha sido por muchos años despojada del acceso a la información, el conocimiento, la educación, la libre expresión y el debate de ideas, el ejercicio de una cultura de derechos.

Las iniciativas
«alternativas» que surgen desde la «sociedad civil» son por lo general pequeñas, localizadas, de corta duración, sin aspiración ni estrategia de convertirse en «alterativas» del orden social y educativo vigente. Cuando se institucionalizan y amplían, a menudo repiten vicios similares a los de los organismos internacionales: proyectitis, reunionitis, informitis. 

En las últimas dos décadas ha habido una pérdida importante de pensamiento y producción intelectual, y de criticidad frente al mundo que nos rodea y a la información y el conocimiento que nos viene enlatado, desde afuera. El recetario para la reforma educativa que se propagó en el mundo en la década de 1990, fundamentalmente por parte del Banco Mundial, simplificó y acható el pensamiento educativo. La «cooperación internacional» sigue siendo tema tabú para los actores sociales y políticos, porque de ésta dependen buena parte de los financiamientos de esa «sociedad civil» que tiene precisamente mayor visibilidad internacional desde cada espacio nacional. La N de las ONGs quedó colgada: el carácter «no-gubernamental» entra en conflicto con el rol que vienen cumpliendo muchas ONGs como brazos ejecutores de las políticas estatales, o bien la autonomía respecto de los gobiernos se transformó en dependencia de las agencias internacionales.

Los nuevos movimientos sociales – el FZLN en México, el MST en Brasil, los Piqueteros en Argentina, etc.- aparecieron en muchos países como una fuerza importante de renovación educativa y pedagógica, rompiendo barreras y estereotipos. Necesitamos más insolencia, más irreverencia y desafío a instituciones anquilosadas: la educación está muriendo no sólo de abandono sino también de hastío, de aburrimiento.

Pregunta:
¿Cuáles considera son las principales contribuciones del Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos? 

Considero un mérito y una contribución del Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos: ser una iniciativa latinoamericana, surgida en la región (no afuera); ser una iniciativa autogestionada, que no depende de financiamientos ni asesorías externas; y ser una iniciativa plural, que no pretende representar a un segmento de la sociedad, sino mas bien aglutinar, juntar saberes y quehacer diversos, horizontalizar las relaciones: allí están juntos Estado, sociedad civil, sociedad política, organismos internacionales, educadores, artistas, economistas, comunicadores, maestros de aula, académicos, políticos, activistas sociales, etc.

Todas éstas hay que verlas como grandes conquistas hoy, en una región y en un momento caracterizados por una creciente homogenización, hiperespecialización y fragmentación, pérdida de identidad y de autonomía de los pueblos, creciente dependencia técnica y financiera de los organismos internacionales. Se trata de un documento que se volvió proceso, firmado por miles de personas de América Latina y de otros continentes, y que desde 2002 creó su propia comunidad virtual (Comunidad E-ducativa), manteniendo vivos la memoria y el compromiso, la posibilidad de la colaboración, la necesidad del aprendizaje permanente y colectivo. 

Pregunta:
¿Cree que los gobiernos de América Latina han sido influenciados por el Marco de Acción de Dakar o por la Educación para Todos en general?

RMT:
El impacto real de la Educación para Todos (EPT) sobre las políticas educativas en la región ha sido bajo. Quienes han venido dictando la política educativa desde los 1990s en esta región son los bancos, el Banco Mundial y el BID. La bandera de la Educación para Todos no es siquiera mencionada en los documentos y herramientas con las que trabaja el BM (la EPT no apareció mencionada en el Informe de Desarrollo Humano del PNUD del 2003, dedicado a los Objetivos de Desarrollo del Milenio).

Las misiones técnicas y los economistas de ambos bancos llegan a los
«países en desarrollo» a reunirse con el Presidente y el Ministro de Economía y Finanzas; cuando se ha cocinado el programa macro, van a reunirse con los y las ministros del «área social». Lo que le queda a un(a) Ministro(a) de Educación para decidir es marginal respecto de todo lo otro que se decide dentro del marco de la política económica y de la política social en sentido amplio. En esas esferas, que son las que importan y en las que se definen los derroteros de la educación (los presupuestos educativos, incluso los salarios de los maestros, pero sobre todo las condiciones de vida de la gente, el trabajo, el empleo, la salud, etc.) reinan los economistas y los tecnócratas.

* Publicado en La Carta No. 147, Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL), Panamá, dic. 2005. Utilizado como material para Debate sobre este tema entre los miembros del CEAAL.

La trilogía alumna-maestra-madre: Mujer y política educativa


Rosa María Torres



Jo Pryor - mujeres



 
Exposición en CIESPAL en Quito, en el acto por el Día de la Mujer (8 de marzo) organizado por el PNUD en 2003. En el acto participamos las tres ministras mujeres designadas por Pachakutik: Nina Pacari, de Relaciones Exteriores, Doris Solís, de Turismo, y yo, de Educación y Culturas. Cada una de nosotras presentó lineamientos de género que proponía impulsar desde su cartera.


Cuando se habla de “disparidad de género” en educación, saltan típicamente datos de acceso y de analfabetismo. Dos cifras se mencionan en particular: cuántas niñas acceden al sistema educativo (tasa de matrícula en comparación con la de los niños) y cuántas mujeres no saben leer ni escribir (tasa de analfabetismo femenino adulto en comparación con la de los hombres).

La calidad, pertinencia y relevancia de la educación que se ofrece a las niñas y a las mujeres - condiciones apropiadas (distancia del hogar, infraestructura, instalaciones sanitarias, horarios, entre otros), un currículo no sexista, trato igualitario respecto de niños y hombres, altas expectativas por parte de los docentes, resultados de aprendizaje, etc.- no entra por lo general en las consideraciones.

Tampoco se pregunta qué pasa una vez que esas niñas y mujeres se alfabetizan o escolarizan, si y cómo cambia su vida en el hogar, su condición de esposas y de madres, sus oportunidades de trabajo y de aprendizaje permanente, su remuneración, sus posibilidades de realización personal.

Una tercera mujer suele quedar oculta tras las alumnas y las madres: la maestra, también mujer y también discriminada, en su doble condición de mujer y de maestra.


Muchos optan por enfrentar la inequidad de género en educación por el lado de las niñas. En las últimas décadas, agencias internacionales como UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial redoblaron sus empeños en este sentido: priorización de la niña, más recursos financieros, realización de estudios, revisión de instrumentos legales, campañas de sensibilización, información y comunicación social, diálogo con gobiernos a fin de poner a la niña como alta prioridad en la agenda educativa nacional. Las madres y las maestras no suelen incluirse en el paquete de políticas y estrategias destinadas a mejorar la situación de las niñas. Esto, pese a la abundante investigación que afirma la importancia decisiva que tiene la madre en la educación y el bienestar de los hijos, y la importancia que tiene, especialmente en algunas culturas, que sean maestras (mujeres) quienes se ocupen de la educación de las niñas en el ámbito escolar.

Otros sectores se vuelcan sobre todo al trabajo con mujeres adultas. A menudo, los programas dirigidos a la educación de las mujeres desestiman el hecho de que esas mujeres tienen hijas que van (o no) a la escuela, niñas y jóvenes requeridas, como sus madres, de una educación emancipadora, reafirmadora de sus derechos como mujeres y como ciudadanas. Suele pasar desapercibida, aquí también, esa otra mujer, mediadora escolar entre la niña y la madre, cuyos valores, actitudes y conocimientos pueden llegar a ser definitorios sobre una y otra: la maestra.

Muchos otros, empeñados también en combatir la discriminación de la mujer en y a través de la educación, apuestan a la formación docente y al trabajo con las maestras. Bien hecho, este trabajo debería tener repercusiones en las aulas, modificar mentalidades y prácticas pedagógicas. No obstante, estos esfuerzos, a su vez, generalmente aíslan la problemática de género de la mujer-maestra de la problemática de la mujer-alumna y de la mujer-madre de familia. 

Enfrentar eficazmente la cuestión de género vinculada a la educación pasa por trabajar de manera articulada con políticas educativas y trans-sectoriales en relación a estas tres mujeres: la alumna, la maestra, y la madre. Y hacerlo con una perspectiva de ciclo de vida, que incluya a niñas y a mujeres, a lo largo de toda su trayectoria educativa.

Esto es especialmente cierto e importante en América Latina,
donde niñas y mujeres constituyen la mitad o más de la población escolar; donde la mayoría de docentes de nivel pre-primario y primario - años críticos de la formación de toda persona - son mujeres; donde es grande el número de mujeres cabeza de hogar y cabeza de familia; y donde reinan la dominación del hombre y el machismo, en sus formas más sutiles y más violentas.

La educación es ciertamente importante para resquebrajar la histórica subordinación de la mujer. Pero esto implica mucho más que acceder a la escuela. No basta que las niñas vayan a la escuela, a cualquier escuela, y que completen cuatro años de primaria (Objetivos de Desarrollo del Milenio). No se trata solo de cantidades, de tasas de escolaridad, de número de mujeres en la política, en parlamentos, en puestos de dirección o en la actividad económica, como usualmente se conciben y miden los índices de Equidad o de Igualdad de Género a nivel internacional. Se trata también y sobre todo de calidades: calidad de la educación, de las relaciones, del trato, de las expectativas, del tiempo y del dinero invertidos, de los contenidos, de la pedagogía, de los aprendizajes, de la participación.

La escuela convencional reproduce la subordinación social de la niña-futura-mujer, la quiere "buena alumna" y la prepara para ser "buena ama de casa" a continuación. Es preciso luchar no sólo por el acceso femenino a la educación sino por una educación que lleve a la práctica y enseñe, a niñas y niños, sus derechos, valores y actitudes igualitarios, democráticos, tanto en el aparato escolar como en el hogar, en los medios de comunicación, en el espacio público. Esto requiere docentes y padres de familia capaces de encarnar y desarrollar esos valores y actitudes, maestras y madres en proceso de aprendizaje y crecimiento como mujeres y como ciudadanas.

Afirma el Banco Mundial que "una niña que termina el quinto grado tiene más probabilidades de casarse a una edad más tardía, tener menos hijos, no infectarse con VIH/SIDA, encontrar empleo en el futuro, buscar atención médica, votar en su comunidad, tener acceso a crédito" (World Bank, Girls' Education).

Lo cierto es que cuatro o cinco años de mala escuela no logran siquiera una alfabetización elemental, como lo reiteran estudios y evaluaciones en todo el mundo, más aún si a la mala escuela se le agregan situaciones de pobreza, discriminación y maltrato.

Las niñas nacen y viven en familias, necesitan de otros para aprender y desarrollarse. Niños y niñas requieren padres y madres informados, educados, capaces de ofrecerles no solo protección y afecto sino también confianza, diálogo, información, comunicación y comprensión para poder crecer en plenitud, con mente abierta y despierta, sin castigos y sin miedo.

Solo políticas e intervenciones que asuman integralmente la trilogía alumna-maestra-madre tienen condiciones para romper el círculo vicioso intergeneracional y el también vicioso divorcio entre familia y escuela, entre madres y maestras.


* Una versión anterior de este texto fue publicada en: Fempress, N°187, Santiago de Chile, 1997.

Para saber más
» CEPAL, Observatorio de Igualdad de Género
» PNUD, Indice de Desigualdad de Género (IDG) 
» Social Watch, Indice de Equidad de Género (IEG)
» The UNESCO World Atlas of Gender Equality in Education

» SITEAL: Perfil de los docentes en América Latina
» United Nations Girls' Education Initiative (UNGEI)
» Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer / Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination Against Women
» ONU Mujeres 
» The World Bank: Girls' Education
» The World Bank: Gender Statistics
» The World Bank, 2012 World Development Report on Gender Equality and Development 
» Ignacio Bosque-RAE, Informe: Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer  - El País
» La mujer latinoamericana, la más poderosa y la más maltratada - El País (Día Internacional de la Mujer)

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