La educación de adultos
atiende a personas mayores de 15 años y adopta distintos objetivos,
contenidos y modalidades. Los ministerios de educación suelen tener un
departamento o una sección dedicada a este asunto; educación y capacitación de
adultos se hace en verdad en la mayoría de ministerios. No obstante,
ésta suele estar invisibilizada y cuenta con presupuestos irrisorios.
Sigue siendo "la Cenicienta de la educación". No solo en los 'países en
desarrollo'; también en los 'países desarrollados'.
A menudo, la
educación de adultos ni siquiera se visualiza como parte del sistema educativo.
Los perfiles y planes educativos de los países con frecuencia se
olvidan de ella; mencionan solo a
niños, adolescentes y jóvenes. Esto sucede también en informes y
estudios de organismos internacionales.
La
educación de las personas adultas prácticamente no fue tema durante la
pandemia del COVID-19 y el cierre de las instituciones educativas en todo el mundo. La preocupación con el cierre de las aulas, la falta de
conectividad y de condiciones para dar continuidad a la educación escolar se
centró en los niños y en las escuelas. Las estadísticas de alumnos fuera de las aulas, que no regresan a clases, que no tienen
acceso a Internet, se refieren a niños y adolescentes. Las reflexiones y discusiones acerca del futuro de la educación
post-pandemia se han centrado en la infancia, en la escuela y en las
tecnologías, así como en la educación superior.
Todo esto a pesar de que:
a) se conoce la
importancia de la educación de padres y madres para el bienestar de la
familia y de los hijos, para su educación y desempeño escolar. Dicha
importancia está documentada en numerosas investigaciones y evaluaciones
en todo el mundo;
b) se menciona cada vez más el Aprendizaje a lo Largo de la Vida (ALV);
c) el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, dedicado a la educación, habla de "Garantizar
una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover
oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos";
d) la UNESCO ha propuesto ampliar el concepto de inclusión
más allá de la discapacidad e incluir todos los factores de
discriminación educativa, entre ellos edad, género, identidad étnica,
situación socioeconómica, discapacidad, ruralidad, situación
migratoria, privación de libertad, etc. (Ver "Inclusión y educación: Todos sin excepción", Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020, UNESCO, París).
¿Por qué la continuada invisibilidad de la educación de adultos?
Destaco aquí varias cuestiones que contribuyen a dicha invisibilidad, las cuales hacen parte del 'sentido común' de la educación ampliamente arraigado en la población e inclusive entre educadores y personas consideradas expertas en el tema educativo - y que contribuyen a dicha invisibilidad.
■ Asociación educación = infancia y 'edad escolar'
Tradicionalmente se asocia educación a infancia e incluso derecho a la educación y aprendizaje a infancia. No obstante, el derecho a la educación y al aprendizaje abarca a niños, jóvenes y adultos.
De hecho, la mayoría de constituciones mencionan la educación de
adultos y la mayoría de países ofrece programas de educación,
capacitación y formación de personas adultas.
Abundante nueva
investigación disponible reitera que toda edad es buena para aprender,
que - con la debida motivación y dedicación de tiempo - las personas
pueden aprender casi cualquier cosa hasta edades avanzadas.
■ Asociación educación = educación formal
La
palabra educación evoca sistema educativo, es decir, educación formal.
Muchos asumen que la educación - ¡incluso el aprendizaje! - empieza el
primer día de escuela. La política educativa es usualmente política
escolar y las propuestas de reforma educativa son esencialmente
propuestas de reforma de la educación escolar.
Pese a todo lo avanzado en estas décadas en el tema educativo, sigue siendo difícil concebir que no hay educación sino educaciones,
dentro y fuera de las aulas, en el hogar, en la comunidad, en la
biblioteca, en el trabajo, a través de los medios, del arte, del
Internet, etc.
La pandemia contribuyó a visibilizar la
importancia del hogar como espacio de aprendizaje y la importancia de
aprender al aire libre, en movimiento y en contacto con la naturaleza.
■ Invisibilización de la educación y los aprendizajes en el hogar y en la comunidad
El aprendizaje inicia con el nacimiento; los primeros aprendizajes se dan en el hogar.
No obstante, esto pasa desapercibido ante la primacía del sistema
escolar. Se afirma que "los padres son los primeros educadores" pero en
los hechos no se reconoce el papel clave que juegan padres y madres en
el cuidado, protección y educación de niños y niñas, especialmente en la
primera infancia, la edad más importante de todas. Pese a la creciente
evidencia disponible, no se reconoce el impacto que tiene la educación de los padres sobre la educación, el aprendizaje y el
bienestar de los hijos. Si esto se reconociera, se daría gran
importancia a la educación de los progenitores. Como se señala, la educación de un niño empieza 20 años antes de nacer.
Se pasa generalmente por alto, asimismo, el valor educativo de la comunidad y los aprendizajes que se hacen en la convivencia comunitaria, desde la primera infancia y a lo largo de la vida.
■ Asociación educación de adultos, educación no-formal y 'de segunda oportunidad'
La
educación de adultos viene siendo pensada tradicionalmente como
'educación no-formal' y 'educación de segunda oportunidad'.
La Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (CINE 2011)
de la UNESCO contempla tanto la educación formal como la no-formal en todas las edades (no incluye el aprendizaje informal).
Caracteriza a la educación de adultos como 'educación no-formal de
segunda oportunidad', a pesar de que se reconoce que hay programas de
'reintegración' de jóvenes y adultos en educación primaria y en
educación secundaria.
Los membretes "no-formal" y "segunda
oportunidad" indican fuera de lugar y fuera de tiempo, y contribuyen a
la percepción de bajo estatus del AEA. El propio término 'educación de
segunda oportunidad' no tiene cabida en el marco del Aprendizaje a lo
Largo de la Vida; toda persona tiene no dos sino múltiples oportunidades
de educarse y aprender a lo largo de la vida.
■ Edad: gran factor de discriminación y exclusión educativa
La
edad es un factor mayor de discriminación y exclusión en el campo
educativo. Se ha asumido que hay cierta edad para educarse y para
aprender, que la capacidad de aprender declina, incluso atrofia, con la
edad. El nuevo conocimiento disponible en torno a la cognición y al
envejecimiento muestra que hay mucho prejuicio e ignorancia en torno al
tema, mucho que aprender y desaprender. Lo preocupante es
que las propias personas adultas y la comunidad educativa asociada a
este campo no cuestionan el prejuicio asociado a la edad ni reclaman la
educación y el aprendizaje como un derecho.
Inclusión
y educación inclusiva se han asociado fundamentalmente a discapacidad.
Hoy, no obstante, inclusión se refiere a la eliminación
de todo tipo de discriminación. El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo “Inclusión y Educación: Todos Sin Excepción (UNESCO, 2020) mencionó como factores de exclusión: género, edad,
lugar, origen étnico, pobreza, pertenencia a grupos indígenas, lengua,
religión, migración, discapacidad, orientación sexual, encarcelamiento,
creencias y actitudes. La edad apareció mencionada por primera vez como
un importante factor de exclusión y las personas adultas fueron
mencionadas dentro del lema “Todos sin Excepción”.
■ Pobreza: más discriminación
La
persona adulta destinataria de políticas y programas de educación de
adultos es generalmente una persona mayor de 15 años sin o con baja
escolaridad, que no pudo estudiar o continuar sus estudios en la
infancia debido a condiciones económicas y sociales adversas, y que
decide continuar estudiando o aprendiendo informalmente a la edad
adulta. Es una persona que quiere actualizar y profundizar sus
conocimientos, o bien re-capacitarse en nuevas competencias u oficios, a
fin de mejorar sus condiciones de trabajo y empleabilidad en un mundo
cambiante.
Esta persona con deseo de aprender y superarse pasa a
ser víctima de una doble discriminación: haber superado la edad
considerada apropiada para aprender, y ser pobre. Esta doble
discriminación se refleja en la discriminación del propio campo, marcado
por la precariedad y la carencia en todos los ámbitos. Una oferta pobre
para pobres.
■ Jóvenes y adultos
Los límites entre juventud y edad adulta no son claros en general y
específicamente en el terreno educativo. Los jóvenes y los adultos
jóvenes tienen prioridad y tienden a copar la oferta de ‘educación de adultos’, mientras
que las personas adultas y de la tercera edad quedan frecuentemente
relegadas.
Vemos esto claramente en el ODS4, cuya meta para la alfabetización (Meta 4.6) al año 2030
separa jóvenes (15-25 años) y adultos, y propone universalizar la
alfabetización para los primeros, no para los segundos - "garantizar
que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los
adultos tengan competencias de lectura,
escritura y aritmética" - pese a reiterarse las consignas de "todos es
todos" y "que nadie se quede atrás" y pese a afirmarse que las personas de la tercera edad son uno de los grupos vulnerables a priorizar.
■ ‘Educación de adultos’ asociada históricamente a alfabetización
La
educación de adultos permanece fuertememnte asociada a la
alfabetización, un campo de gran inercia, con escaso avance teórico y
práctico en las últimas décadas.
En la mayoría de 'países en desarrollo' las estadísticas de
analfabetismo/alfabetismo siguen estableciéndose a partir de la
autodeclaración de las personas, sin evaluación ni verificación de
ningún tipo. Campañas y programas dejan por lo general procesos de
alfabetización incompletos que no habilitan a las personas a leer y
escribir con autonomía, y que se diluyen rápidamente ante la falta de
uso. La alfabetización es la meta que menos ha avanzado en las últimas
décadas en los sucesivos planes y agendas internacionales para la
educación (por ejemplo, en el Proyecto Principal de Educación de América Latina y el Caribe 1980-2000 y en el prograna mundial de Educación para Todos 1990-2000-2015).
En 1996, en su informe ‘Prioridades y estrategias para la educación’, el Banco Mundial aconsejó a los gobiernos de los países en desarrollo no invertir en alfabetización de adultos pues era un desperdicio de recursos. Más adelante rectificó esa postura.
Si
bien la educación de adultos en muchos países en desarrollo ha avanzado
más allá de la alfabetización, ésta continúa siendo un campo clave,
problemático y urgido de renovación.
■ ‘Educación de adultos’ entendida como atención al 'rezago educativo'
Más
recientemente, en varios países han venido implementándose políticas y
programas de atención al 'rezago educativo', también llamado
'escolaridad inconclusa', destinado a jóvenes y adultos que desean
concluir sus estudios primarios o secundarios, en programs de
aceleración, presenciales o virtuales.
Si bien esto significa
un avance respecto de la tradicional oferta de alfabetización y post-alfabetización,
y ofrece un servicio valorado por las personas, nuevamente el
AEA queda atrapado en esta función remedial y compensatoria de 'segunda
oportunidad'. (En el Ecuador, por ejemplo, dentro del Ministerio de Educación la dirección de adultos se bautizó como Dirección Nacional de Educación para Personas de Escolaridad
Inconclusa). Los múltiples campos y dimensiones del AEA pasan
inadvertidos: educación parental, laboral, ciudadana, ambiental, del
consumidor, artística, etc.
■ Dispersión del aprendizaje y la educación de adultos
Prácticamente
todos los ministerios y dependencias estatales hacen educación y capacitación de adultos - Salud, Cultura, Trabajo, Economía,
Agricultura, Bienestar Social o Familiar, etc.- así como movimientos
sociales, sindicatos, organizaciones comunitarias, barriales, de
mujeres, campesinos, padres de familia, artistas, etc.
‘Educación’ y ‘capacitación’ se consideran mundos separados. No obstante, vistas desde el aprendizaje, están entrelazadas y son parte de un continuo.
Educación de adultos sigue asociándose al 'sector educativo' y
al ministerio de educación. Los informes que los países envían al
UIL-UNESCO para la elaboración de los Informes de Seguimiento del AEA
son elaborados mayoritariamente en los ministerios de educación y captan
solo una pequeña parte del AEA que tiene lugar en cada país.
■ La educación de adultos tiene un lugar secundario en el panorama educativo
Las
entidades estatales siguen no sabiendo dónde ubicar a la
educación de adultos en sus organigramas y qué nombre ponerle. A menudo
aparece bautizada de educación no-formal, no-escolarizada o no-regular,
es decir, denominaciones que remiten a lo que no es antes que a lo que sí es. Muchos
la llaman educación alternativa o educación popular. Proliferan las
siglas y el caos en las nomenclaturas, los cuales difieren dentro de los
propios países así como entre países e idiomas. Son pocos los
países que tienen un subsistema completo de educación de adultos (por
ejemplo Cuba).
El problema de la identidad y el
problema de la ubicación están estrechamente relacionados; ambos restan legitimidad, consistencia y
visibilidad al campo.
■ Falsa disyuntiva entre educación de niños y educación de adultos
La disyuntiva niños versus
adultos sigue planteándose en el mundo de la educación y sigue
arrojando los mismos resultados. Si se pone a elegir entre educar a los
niños o educar a las personas adultas, ganan siempre los niños. El problema es que no se
puede elegir: no es posible educar a los niños sin educar a los adultos
(padres, madres, abuelos, cuidadores, profesores, etc.). Hay una falta
de comprensión de las inter-relacionaes entre educación de niños y
educación de adultos. Justamente "el interés superior del
niño" hace indispensable educar a la familia, a la comunidad, a los
maestros.
La violencia contra los niños en el hogar y en la
escuela exige trabajar con los adultos-padres y los adultos-profesores.
Combatir la desnutrición infantil exige entre otros información y
educación de madres y padres de familia y de quienes se encargan del
cuidado y la provisión del agua y de los alimentos. Exigir el derecho a
una educación inclusiva, equitativa y de calidad implica trabajar con la
familia en la exigibilidad y concreción de ese derecho. Investigaciones
y evaluaciones muestran sistemáticamente el enorme impacto que tiene la
educación de los padres, y sobre todo de las madres, en los indicadores
de bienestar infantil y en los aprendizajes escolares.
■ Educación de adultos, mundo aparte
La educación de adultos ha creado mundo aparte,
desvinculado del sistema escolar. Del sistema escolar cuyas falencias reproducen el
analfabetismo, el no-aprendizaje y el abandono escolar, es decir, las
condiciones que alimentan esa educación de adultos
remedial de 'segunda oportunidad'.
Antes que disociar, es
indispensable pensar y trabajar de manera articulada la educación
infantil y la educación de adultos, la alfabetización infantil y la
alfabetización adulta. Combatir el analfabetismo implica trabajar a dos puntas, con los niños en la escuela y con los
jóvenes y adultos que no se escolarizaron cuando niños, como parte de
una sola política y estrategia de alfabetización.
■ Educación de adultos sin movimientos y organizaciones sociales
En
muchos países la educación de adultos no concita el interés de las
organizaciones que aglutinan a los trabajadores, a los campesinos, a los
obreros, a los desempleados, a las trabajadoras del hogar, etc.,
sujetos sociales colectivos llamados a defender, exigir y ejercer
plenamente su derecho a la educación y al aprendizaje a lo largo de la
vida.
Tanto a nivel nacional como internacional es
indispensable un esfuerzo deliberado y sostenido por involucrar a
movimientos y organizaciones sociales en las instancias de dirección,
coordinación y participación en el campo del AEA, en los eventos y
debates en los que se perfilan diagnósticos y diseños de futuro.
■ Incomprensión del paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida (ALV)
El ALV es el nuevo paradigma para la educación en el siglo 21 propuesto por la UNESCO.
El
ALV pone el aprendizaje en el centro, reconoce que el aprendizaje es un
continuo desde el nacimiento hasta la muerte, que no tiene edad, que se
realiza dentro y fuera del sistema educativo, en múltiples espacios y a
través de múltiples vías. Aprendizaje a lo Largo de la Vida es también
Aprendizaje a lo Ancho de la Vida.
El ALV es cada vez más mencionado pero sigue siendo poco comprendido. Muchos confunden educación a lo largo de la vida y aprendizaje a lo largo de la vida. Muchos creen que se refiere únicamente a adultos. Muchos, asimismo, asumen que "a lo largo de la vida" quiere decir "a lo largo del sistema educativo".
El
ALV y no ha sido adoptado en los países como el nuevo paradigma para la
educación y los aprendizajes en el siglo 21, y como la nueva visión y el nuevo enfoque
recomendado para asumir la Agenda 2030 y el ODS4.
■ América Latina mantiene la sigla EPJA (Educación de Personas Jóvenes y Adultas)
La
sigla EPJA se adoptó en esta región en los 1980s, en el marco del
segundo Proyecto Principal de Educación coordinado por la oficina
regional de la UNESCO. La J se agregó para destacar la creciente
incorporación de los jóvenes al campo. La P se agregó a fin de evitar el
masculino adultos. La sigla EPJA fue adoptada en muchos países de esta
región y es generalmente irreconocible para personas e instituciones no
vinculadas a la educación de adultos o vinculadas a otras formas y
modalidades de educación de adultos.
Le región no ha adoptado el nombre Aprendizaje y Educación de Adultos (AEA) adoptado en 2015 por el Instituto de Aprendizaje a lo Largo de la Vida de la UNESCO (UIL-UNESCO) y a nivel mundial a partir de una Recomendación de la UNESCO.
El AEA introduce cambios conceptuales y operativos que van más allá del
mero cambio de nombre y sigla. Mantenerse al margen de las nuevas
tendencias y nomenclaturas internacionales contribuye a aislar a esta
región en este campo.
■ Replantear la CONFINTEA
La
Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA),
organizada cada doce años por la UNESCO desde 1949, no está
contribuyendo a visibilizar el AEA, a dinamizar el campo y a articularlo
con otros campos de la educación. Al contrario, ha contribuido a su
aislamiento y automarginación, y a reproducir varios de los problemas
que hemos reseñado aquí.
La VII CONFINTEA (Marruecos, junio de 2022), será una oportunidad para revisar y replantear este mecanismo.
Cómo citar este artículo: Torres, Rosa María, "¿Por qué la
invisibilidad del aprendizaje y la educación de adultos?", Blog
OTRAƎDUCACION, Quito, 2021.
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