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La profesión docente en la era de la informática y la lucha contra la pobreza

GÜRBÜZ DOĞAN EKŞİOĞLU

Rosa María Torres

El segundo Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe  (1980-2000), coordinado por la Oficina Regional de la UNESCO UNESCO-OREALC, se evaluó y cerró oficialmente en PROMEDLAC VII (Séptima Reunión del Comité Regional Intergubernamental del Proyecto Principal), realizada en Cochabamba, Bolivia, en marzo 2001.

Este estudio - La profesión docente en la era de la informática y la lucha contra la pobreza - fue uno de los encargados por la OREALC para su discusión en la
Reunión Prospectiva Preparatoria realizada en Santiago el 23-25 agosto de 2000. Incluido en el libro: Análisis de Prospectivas de la Educación en América Latina y el Caribe, UNESCO-OREALC, Santiago, 2001. (Descargable en PDF).

The paper and the book are also available in English (PDF):
Analysis of the Outlook for Education in Latin America and the Caribbean



Una escuela amiga de los niños y de los pobres


Frato - Francesco Tonucci

(Los alumnos pobres son primero niños y luego pobres)


El evento, en Colombia, no incluye en el título ni dice ser un seminario centrado en el tema “Educación y Pobreza”; la convocatoria y la agenda anuncian que el tema a tratarse será “Educación y Calidad”. No obstante, la pobreza y los pobres son los grandes protagonistas. 

Conferencistas, paneles y ponencias hablan de la educación pero, en verdad, no se refieren a la educación en general sino únicamente a la educación escolar, y no a toda la educación escolar sino únicamente a la educación pública, y, más allá de eso y en definitiva, a la educación de y para los pobres. Como si escuela pública fuese sinónimo de escuela, como si el tema de la calidad y su mejoría fuesen consignas exclusivamente para la escuela pública y, en particular, para los sectores más pobres.

La “focalización en la pobreza”, recomendada como agua bendita por los bancos y las agencias internacionales a los "países en desarrollo", al cruzarse con la educación, ha terminado reduciendo la educación, sus problemas y soluciones, al mundo de los pobres e, incluso, al de los más pobres entre los pobres. Como si los problemas de la educación tuvieran únicamente que ver con la pobreza. Como si la enseñanza privada no tuviese problemas. Como si solo los niños pobres tuviesen problemas en el sistema escolar. Como si los niños pobres tuviesen problemas únicamente por ser pobres y no,
también
, por ser niños. 

En verdad, el modelo escolar que hemos heredado y que conocemos es inadecuado no solo para los niños pobres sino para todos los niños. Ciertamente, los que provenienen de familias pobres son particular y doblemente afectados, en tanto niños y en tanto pobres. Pero los niños pobres no son los únicos que sufren, son objeto de discriminación y no aprenden en la escuela: el modelo escolar vigente atormenta y anula la motivación y las posibilidades de aprender también de los niños de sectores medios y altos, de aquellos que prefieren y pueden pagar para educar a sus hijos. 

La diferencia entre la mala escuela pública y la mala escuela privada puede estar en el costo y, quizás, la mejor infraestructura y equipamiento de la segunda, pero la cultura escolar - modelos de organización y gestión, relación y supuestos pedagógicos, métodos de enseñanza, concepciones del niño, parámetros curriculares y de evaluación - es esencialmente compartida entre ambas y, en verdad, a lo largo y ancho del sistema escolar. La diferencia  fundamental radica, en todo caso, en las posibilidades o no de los padres de familia y el contexto para suplir a los alumnos con las condiciones esenciales para el estudio (nutrición, afecto, estabilidad emocional, descanso, etc.) y para compensar aquello que el sistema escolar no les ofrece (ambiente letrado, acceso a libros y a computadora, ayuda en casa, tutor o instructor privado, etc.).

La incomprensión y el irrespeto hacia los niños son parte de la cultura adulta, en la familia, en el sistema escolar, en la sociedad. Para la sociedad adulta, el niño es un adulto subdesarrollado (niño-en-proceso-de-convertirse-en-adulto), alguien que no sabe, no piensa, no tiene opinión ni propuesta, no discrimina entre lo que es bueno o malo, no merece atención y no tiene nada que decir sobre su propia educación. 

La escuela, instituida en una época anterior al desarrollo del conocimiento en torno a los niños y al aprendizaje, no ha hecho sino reproducir este pre-concepto de niño instalado en la sociedad. El enorme caudal de conocimiento generado en las últimas décadas en torno a la infancia, fundamentalmente desde la psicología y la pedagogía infantiles, no ha permeado la cultura escolar, ni siquiera ha llegado en muchos casos a institutos y centros de formación docente, o bien ha llegado con un retraso de décadas y en versiones simplificadas, esquemáticas, a través de apuntes y versiones de terceros.  

En realidad, la inadecuación fundamental del sistema escolar, y la fuente de los mayores problemas de enseñanza y aprendizaje, deriva de su radical negación e incomprensión del sujeto que aprende: el niño. Este ha sido el leit motiv de educadores y pedagogos renovadores y progresistas a lo largo de la historia de la educación: la denuncia y la crítica a una escuela diseñada por adultos, con mentalidad adulta, desde las necesidades y los intereses de los adultos (tomadores de decisiones, administradores, profesores, padres de familia) y la insistencia en la consideración del punto de vista de los niños, en la importancia del juego, del movimiento, de los aspectos lúdicos, del saber de los niños como punto de partida para la enseñanza, del descubrimiento y respeto a sus modos de ser y de pensar, a sus motivaciones y ritmos.  

Emilia Ferreiro es, en América Latina, una de las personas que más ha contribuido en las tres últimas décadas a desentrañar e instalar el punto de vista infantil en el campo educativo, en un dominio especialmente crítico como es el de la adquisición de la lectura y la escritura, aliado número uno de la repetición en el medio escolar y terreno minado de concepciones y estereotipos añejos, aunque vigentes y ampliamente compartidos, en torno a los niños, la lengua, la enseñanza y el aprendizaje. La revolución epistemológica y pedagógica que se desprendede sus investigaciones y, en general, de las nuevas concepciones en el campo de la alfabetización infantil, es válida no únicamente para la escuela pública sino también para la privada, y no únicamente - aunque principalmente - para la alfabetización de los niños pobres sino para la de todos los niños.

Quino desde Argentina y Francesco Tonucci (Frato, en su identidad de dibujante) desde Italia, entre otros dibujantes y caricaturistas, han hecho una contribución importantísima al meterse en la cabeza de los niños y dejarnos entrever, a través del dibujo, la ironía y el humor, el mundo visto con ojos de niño, los objetos, las relaciones, la familia, la escuela, los libros, la televisión, los esfuerzos adultos por “educarlo”.

El acento depositado sobre la relación educación-pobreza, calidad-pobreza, bajos rendimientos escolares-pobreza, si bien importante desde el punto de vista estratégico y del diseño de políticas, ha empañado y está contribuyendo a reforzar - equivocadamente - la idea de que el tema de la calidad es un tema de la escuela pública y de los sectores pobres, y no del modelo escolar en su conjunto. La escuela que conocemos es inadecuada para los niños en general, y particularmente inadecuada para los niños pobres, porque en su caso se juntan y operan en contra dos prejuicios y dos discriminaciones: la infancia y la pobreza, el ser niño y el ser pobre. Por eso, la primera gran batalla, la de una escuela amiga de los niños, sensible a las necesidades y posibilidades de la infancia, requiere complementarse con la otra gran batalla, inseparable de la anterior: la de una escuela sensible a la problemática de la pobreza.

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Alumnos Clasificados

Gobiernos, expertos, organismos nacionales e internacionales involucrados en la educación vienen proponiendo una variedad de denominaciones para clasificar a los alumnos (niños, jóvenes, adultos). A las viejas nomenclaturas se agregan las surgidas a partir de la incorporación de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación).

Repasamos aquí algunas etiquetas

Abanderado
Se usa en algunos países para nombrar a los/las elegidos para portar la bandera, honor reservado a los "primeros" de la clase o la promoción, lugar que se decide en base a las calificaciones. En algunos casos se incluyen premios como lotes de libros, cupos preferenciales, celulaares, laptops, tablets, viajes, becas, entre otros.

Alumno 
Se dice de quien está en una situación de enseñanza. Términos asociados: discípulo, estudiante, educando, aprendiz.

Alfabetizando
Término usado para designar a quien está "en proceso de alfabetización". Se usa a menudo como sustituto a analfabeto, dada la fuerte carga negativa de este término.

Analfabeto
Se aplica a personas jóvenes y adultas (15 años y más) que no saben leer ni escribir (ni hacer operaciones mátemáticas por escrito). Muchos lo usan como equivalente a "ignorante" e incluso como insulto, dado el arraigado prejuicio contra el analfabetismo y el desconocimiento de esta condición. Suele clasificarse a las personas analfabetas en "puros o absolutos" y "funcionales", clasificación obsoleta pero que sigue usándose en el lenguaje político y también en el técnico. Se asume que los "puros o funcionales" nunca fueron a la escuela. Sobre "analfabeto funcional" ver abajo. Modernamente se le agrega adjetivos variados: digital, audiovisual, político, etc.

Analfabeto funcional
Expresión confusa y con diversas interpretaciones, usada de manera flexible y hasta ad hoc para designar a quienes no leen o escriben "bien" (según el criterio de quien opina o sentencia, en cada caso). Muchos asumen automáticamente como "analfabeto funcional" a quien no ha completado la educación primaria y especifican - sin que existan bases científicas para esto - menos de cinco años de escolaridad (algunos llaman a esto "educación incipiente", lo que podría llevar a pensar en la categoría de "educandos incipientes"). No obstante, como está comprobado, mayores niveles de escolaridad (educación secundaria e incluso universitaria) no aseguran necesariamente niveles suficientes de lectura y escritura. El mayor defecto del término "analfabeto funcional" es, a nuestro juicio, que no reconoce el avance: sigue llamándose "analfabeto" a quien avanzó respecto de su condición inicial.

Analfabeto digital
Se aplica, por extensión, a quien no sabe usar la computadora ni está familiarizado con las tecnologías digitales, aunque sepa leer y escribir. Reproduce el prejuicio que asocia "analfabetismo" con "desconocimiento" o "ignorancia". (De hecho, similares extensiones se aplican a casi todos los campos: "analfabeto político", "analfabeto emocional", "analfabeto verde", "analfabeto visual", etc.). Por extensión también, se habla de "alfabetización digital" (aunque se trata propiamente de educación o capacitación en...)

Aplicado
Se dice, en algunos lugares, del alumno o alumna estudioso, que tiene buenas calificaciones, y que en general se comporta según lo esperado por profesores, directivos y padres de familia. Adquiere denominaciones distintas en distintos países, algunas peyorativas ("matón", "traga", etc.), otras positivas (alumno talento, ejemplar, etc).

Carenciado
Se usa, especialmente en Brasil, para referirse a alumnos que viven en "barrios carenciados", o sea, en barrios que "carecen" (de condiciones adecuadas para vivir), o sea, en barrios pobres. De este modo, las características del contexto se trasladan como propias del sujeto-alumno. Ver también "en situación de riesgo", "en situación de desventaja social", "en situación especialmente difícil", "desfavorecido", "vulnerable".

Con bajo rendimiento escolar
Con esta expresión se designa a quienes obtienen bajas calificaciones en pruebas y exámenes nacionales o internacionales, así como en otros rubros valorados en el medio escolar (participación en clase, cumplimiento de tareas, incluso comportamiento y disciplina). Buen rendimiento escolar no necesariamente implica aprendizaje.

Con déficit de atención (Ver "hiperactivo").

Con dificultades de aprendizaje
Se aplica a las/los alumnos que no responden a las expectativas (ritmos, estilos de aprendizaje) de quienes les enseñan. Algunas veces puede basarse en un diagnóstico fundamentado que revela en efecto alguna condición que dificulta el aprendizaje; a menudo, sin embargo, no media ningún diagnóstico científico. No existe, como correlato, la expresión "dificultades de enseñanza", pese a que frecuentemente las dificultades están del lado de la enseñanza antes que del lado del aprendizaje.

Con necesidades de compensación

Se refiere a los alumnos que integran el amplio paquete de categorias mencionadas a continuación y cuyo denominador común es la idea de déficit.

Con necesidades educativas especiales
Se atribuye por lo general a alumnos/as con algún tipo de discapacidad física o mental. En ocasiones coincide simplemente con los catalogados como "con dificultades de aprendizaje" (ver arriba). También se aplica, en muchos lados, a alumnos con aptitudes intelectuales superiores. Ver "superdotado".

Con rotacismo
Se refiere al alumno que no pronuncia bien el fonema /r/.

Con sobre-edad (o extra-edad)
Se denomina así a los alumnos y alumnas cuya edad está dos años por encima de la de los demás alumnos de la clase, según lo establecido como "norma" en cada caso. En los sistemas y mentalidades escolares convencionales, la diversidad de edades dentro de un grupo se considera un problema social y pedagógico, aceptable solo en escuelas multigrado (unidocentes, no seriadas) a las que asisten por lo general los pobres en zonas rurales de muchos países. Paradójicamente, la no segregación por edades se da también en programas y escuelas innovadores, alternativos, que convierten la heterogeneidad en recurso antes que en problema.

Desertor
Dícese del alumno o alumna que el sistema social no logra acolchonar y/o que el sistema escolar no logra retener, por razones económicas o familiares (la pobreza, unida al incumplimiento del derecho a la gratuidad de la educación, obliga por ejemplo a las familias al trabajo infantil), o bien por razones pedagógicas (aburrimiento de los alumnos en clase, falta de sentido de la educación escolar). El término estigmatiza ("desertor" tiene carga negativa, oficialmente en la institución militar) y coloca el problema del lado del alumno. En verdad, más que un acto de deserción, se trata de un elaborado proceso de expulsión.

Desfasado (Ver "con sobre-edad").

Desfavorecido (Ver "en situación de riesgo", "en situación de desventaja social", "en situación especialmente difícil", "vulnerable").

En situación de riesgo
Sirve para nombrar a quienes viven en situaciones y contextos de pobreza, desempleo, violencia, etc. A menudo, sustituye simplemente al vulgar "pobre". Ver también "vulnerable", "desfavorecido", "en situación de desventaja social", "en situación especialmente difícil".

En situación especialmente difícil (Ver "en situación de riesgo", "vulnerable", "desfavorecido", "en situación de desventaja social").

Excluido
Se llama así a quien está fuera del sistema (escolar, social). La medida que se le aplica es la "inclusión".

Hikikomori (aislado, en Japón)

Se denomina así, en Japón, a los jóvenes que se aíslan socialmente, tanto del sistema escolar como de la familia y de la sociedad. Pueden encerrarse por meses y años en sus habitaciones. El detonante de este aislamiento es el haber decidido abandonar la escuela, lo que es generalmente condenado tanto por sus familias como por la sociedad.

Hiperactivo
Se identifica así a niños y niñas que tienen no sólo exceso de actividad motora sino lo que se conoce hoy como "Síndrome de déficit de atención". A menudo, la hiperactividad se juzga solamente a partir de observar la conducta de los alumnos, no de diagnósticos médicos. Niños inquietos, traviesos, pueden fácilmente ser catalogados de "hiperactivos", asumiendo que se trata de un trastorno de conducta de origen neurológico.

Huérfano digital
Término sugerido para referirse a niños y jóvenes con padres que se desentienden de su vida digital, por falta de acceso, desconocimiento o prejuicio respecto de las TICs. El control de personas adultas se aconseja como fundamental para evitar los múltiples riesgos a los que están expuestos hoy niños y jóvenes en Internet.

Indigo
Con este término (polémico), utilizado en el marco de la llamada "Corriente New Age (Nueva Era)", se designa en ocasiones a alumnos/as que se considera tienen algunas capacidades distintas o superiores, entre ellas la hiperactividad, la creatividad, etc.

Inmigrante (alumnado de nacionalidad extranjera)
Esta categoría cobra especial relevancia a raíz de las nuevas olas migratorias. Para dar atención a la diferencia, que incluye otras culturas y a menudo otras lenguas, se crean políticas y programas de "integración" (por ejemplo, las "aulas de acogida").

Inmigrante digital
Se refiere a quienes han nacido después de la aparición de las tecnologías digitales, quienes se supone tendrán dificultades para aprender a manejarlas, a diferencia de los llamados "nativos digitales". Se aplica a alumnos atendidos dentro del ámbito de la educación de adultos.

Multirepitente
Se llama así a quien ha repetido varias veces el año. Ver "repetidor" o "repitente".

Nativo digital
Se aplica por lo general a las y los nacidos con posterioridad a 1979, después de la aparición de las tecnologías digitales, asumiéndose generalmente que estos tienen (a) acceso a dichas tecnologías y (b) capacidades innatas para manejarse con ellas, a diferencia de generaciones anteriores. De hecho, ambos supuestos son equivocados: millones de niños y jóvenes en el mundo no tienen acceso a las TIC e incluso a tecnologías anteriores, y aún quienes tienen acceso a éstas (en la escuela y/o en el hogar) no necesariamente las manejan bien, como lo evidencian los resultados de la prueba PISA 2009 sobre lectura digital. Definiciones más recientes catalogan como "nativos digitales" a jóvenes entre 15 y 24 años que han pasado al menos 5 años de forma activa utilizando Internet y concluyen que solo 30% de los jóvenes de esa edad en el mundo son nativos digitales.

Ni-Ni
Abreviatura con la que se designa en años recientes a jóvenes que ni estudian ni trabajan (asumiéndose que esas son las dos únicas opciones vitales de los jóvenes). Hay "ni-ni"s en todas las clases sociales: en sectores pobres, la razón fundamental suele ser la pobreza y la falta de oportunidades; en sectores ricos, son obviamente otros los factores (familiares, sociales, morales) que entran en juego. Los "ni-ni", por definición, no estudian; cuentan en esta clasificación más bien como "alumnos-que-fueron" y/o "alumnos-por-recuperar".
- Muchos (sobre todo mujeres) hacen tareas domésticas, pero el trabajo doméstico - como es usual, y equivocado - no se valida como trabajo. Se afirma, por ejemplo, que en América Latina y el Caribe 21,8 millones de jóvenes no estudian ni trabajan, pero en ese número se incluyen 12 millones que se dedican a quehaceres domésticos. (Informe OIT 2014: Trabajo decente y juventud en América Latina).
- Investigadores en México han propuesto dejar de hablar de jóvenes "ni-ni" y pasar a hablar de jóvenes "sin-sin", o "no-no", marcando el despojo más que la simple falta de...
- A los "ni-ni" se contrapone actualmente los "sí-sí",  jóvenes descritos como "cool hunters, trendsetters y emprendedores".
- La ONU estima que hay 60% de jóvenes entre 14 y 24 años en el mundo no estudian ni trabajan (Estado de la Población Mundial 2014: Los adolescentes, los jóvenes y la transformación del futuro, UNFPA, 2014).

No favorecidos
Dícese (hasta donde sabemos en el Ecuador, tal vez también en otros países) de los alumnos que no obtienen cupo en el o los planteles públicos que les corresponde por zonificación, y cuyas familias deben por ende hacer colas y rogar hasta conseguir cupos en otros planteles.

Proveniente de minorías étnicas
Se refiere a alumnos indígenas, provenientes de pueblos o nacionalidades indígenas, con sus propios derechos, culturas y lenguas. También se aplica a alumnos afrodescendientes. Se usa el término "minorías" aún en los casos en que son mayorías, en varios países. Cuando hay más de una lengua en juego, se les ofrece a menudo programas de "educación intercultural bilingüe".

Rechazado (o excluido) 
Se usa en México (posiblemente también en otros países) para quienes son dejados fuera de la universidad. Año con año, miles de jóvenes no logran entrar pues no alcanzan los cupos o bien porque no logran los puntajes requeridos en el examen de ingreso. Cada año se sabe que la mayoría quedará afuera y que arreciarán las protestas. Los rechazados cuentan ya con su propia asociación.

Repetidor (o repitente)
Se llama así al alumno o alumna que, por diversas circunstancias, es obligado a repetir el año escolar. La repetición no siempre está asociada a rendimiento escolar insuficiente. En muchos sistemas escolares, la decisión depende en gran medida de los profesores y puede basarse en criterios subjetivos y ad-hoc. A su vez, repetir el año no resuelve el problema que llevó a repetir en primera instancia, implica un desperdicio de recursos y termina siendo a menudo el preludio del fracaso escolar. Ver "desertor". En América Latina se habla de una "cultura de la repetición".

Rezagado o "con escolaridad inconclusa"
Se dice que quien que no ha completado el nivel escolar considerado básico o deseable, definido en cada caso o país (puede incluir desde la alfabetización hasta el fin de la educación secundaria e incluso postsecundaria). En versiones coloquiales de la cultura escolar se tilda de "rezagado" al "lento" o al que va "retrasado" respecto de los demás. Para lidiar con el "rezago" se diseñan políticas, programas y planes "compensatorios" (de "compensacion", "aceleración", etc.). El país latinoamericano donde está más extendido e institucionalizado el término "rezago educativo", desde hace mucho, es México. Otros países lo vienen adoptando. La frase usual es "abatir el rezago educativo".

Superdotado
Se considera tal a los alumnos/as que tienen una inteligencia superior a la media. También ellos tienen necesidades educativas especiales. Las reivindicaciones de "educación inclusiva" no suelen aplicarse a este grupo, para el que más bien se reclma por lo general trato aparte y con pedagogías especiales. La teoría de las inteligencias múltiples vino a plantear cambios en esta concepción tradicional de la inteligencia y el cociente intelectual que solo mide un aspecto de la inteligencia de una persona.

Vulnerable
(Ver "en situación de riesgo". Ver también "en situación especialmente difícil").


¿Falta algo?

Para saber más
Basta de etiquetar a los niños, basta de ganar dinero a sus expensas


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Escuelas para enseñar y escuelas para explicar




La escuela - sin rótulo y sin ningún signo exterior que la identifi­que - es de las más pobres y precarias que he conocido ja­más. Funciona en una casa sumamente pobre en el centro de la ciudad de Bissau, capital de Guinea-Bissau, ocupando un pasadi­zo-zanja lateral y un galpón posterior, ambos de piso de tierra, este último lindando con la cocina de la casa vecina y con el calor que sale de ella a través de las paredes de lámina de zinc. Al fondo, un patio con árboles de plátano, en el que juegan niñitos desnudos y se pasean pollos, gallinas y cerdos.

52 alumnos de primero a cuarto grado se ubican en es­tos espacios, agrupados por grado, y atendidos por dos profeso­res: el Tío Bernar­do (74 años), fundador y dueño de la escuela, quien vive en un cuar­to alquilado en esta casa, y su sobrino Bernardo Jr. (27 años), hoy el profesor principal, ambos apenas con alguna enseñanza primaria. Dos alumnos de cuarto grado hacen de ayudantes, atendien­do y vigilando a los más pequeños. El mobiliario con­siste en 9 bancas largas y destartaladas, 3 mesas en el mismo esta­do, 2 pequeñas pi­zarras en jirones, 1 atril para soste­nerlas, 1 es­ponja que sirve de borrador, y 3 ramas de árbol que hacen a la vez de punteros y de varas para pegar a los distraídos, o a los que no aprenden rá­pido la lección. Los alumnos, niños y niñas que viven en la cercanía, no hablan portu­gués -la lengua oficial- sino el criollo y/o alguna de las lenguas vernácu­las de Guinea-Bissau.

Se trata de una escuela privada. Se inició en 1957 como una iniciativa personal del Tío Bernardo para ayudar a sus sobrinos con las tareas escolares. Más tarde, ante la insisten­cia de la ve­cindad, decidió ampliar el servicio y empezó a cobrar una pe­queña cuota, cuota para bolsillo de pobre, y que da un ingreso ín­fimo, también de pobre. La escuela -ofi­cializada en 1978- funcio­na al mismo tiempo como escuela regular y como refuerzo esco­lar: los alumnos regulares asisten mañana (8:30 a 12:30) y tarde (15:00 a 18:30), y los otros solo a la tarde. No se toman exáme­nes; a fin de año los alumnos toman su examen en las escuelas oficia­les.

La escuela del Tío Bernardo cumple ciertamente una función: así lo muestra el mis­mo hecho de haber logrado funcionar ininterrumpida­mente por cerca de cuatro décadas, así como el surgimien­to y proli­feración reciente de escuelas similares (se estima que a la fecha existen más de 25 escuelas de este tipo en la ciudad de Bissau), bu­ena parte de ellas abier­tas por ex-alumnos del Tío Bernar­do. Tienen su propio nombre: no se las llama "escuelas" (escolas) sino "ex­plica­ción" (explicação); aquí se "explica", en definiti­va, lo que no queda claro en la escuela.


Esto es parte de un texto que escribí en 1993, a raíz de una visita a Guinea-Bissau, en Africa. La “Escuela del Tío Bernardo” fue la primera “explicaçãô” que conocí, y, aún para un país inmensamente pequeño y pobre como Guinea-Bissau, parecía una aberración. ¿Cómo era posible que el propio Ministerio de Educación permitiera la proliferación de sui géneris escuelas privadas para “explicar” a los niños lo que han “aprendido” en la escuela pública de la mañana?

Había creído, con todo, que el fenómeno era africano y específico de uno de los países más pobres de la tierra. Hasta que, ya en este siglo XXI, me topé con un proyecto, enviado desde Brasil, que proponía organizar escuelas de “explicação” en favelas de Rio de Janeiro. Según afirmaba el documento del proyecto, una investigación revela que, entre los sectores populares que habitan estas favelas, está extendida la práctica, hasta no hace mucho típica de las clases medias, de contratar tutores (“explicadores”) para complementar la labor de la escuela y ayudar a sus hijos con las tareas escolares.

La misma problemática, la misma solución: puesto que la escuela regular no explica, hay que crear una escuela paralela que lo haga. ¿Será posible, no importa si en Africa o en América Latina, que estemos llegando a aceptar que enseñar y explicar pueden ir por separado, que puede haber aprendizaje sin comprensión, que puede mantenerse una red de escuelas para enseñar y crearse una red paralela para resolver los problemas que esas otras escuelas no resuelven? ¿Podemos concebir escuelas para copiar y escuelas para escribir, escuelas para descifrar y escuelas para leer, escuelas para repetir y escuelas para comprender, escuelas para memorizar y escuelas para saber, escuelas para dar exámenes y aprobar los años y escuelas para aprender de verdad? ¿Será posible que hayamos llegado al punto de creer que no es posible cambiar la escuela y que lo que queda es construirle muletas, plantillas ortopédicas, prótesis de todo tipo?

La sola perspectiva escandaliza, pero está ya de hecho instalada con mecanismos diversos, tanto en el proyecto local como en la política nacional. La “explicaçãô”, al fin y al cabo, es lo que vemos multiplicarse y generalizarse como respuesta a algunos de los problemas de la escolaridad: programas compensatorios y remediales; tutores y academias privadas que “nivelan” y “recuperan” a los alumnos; clases especiales e instituciones de “refuerzo escolar” ; programas extra-escolares, educación no-formal y paquetes informáticos que “completan” o “complementan” lo hecho (o no hecho) por la escuela; talleres de lectura y escritura para los alumnos que ingresan a la universidad, etc.

Todo esto no únicamente para la red de enseñanza pública y los pobres, sino también para la red de enseñanza privada y los sectores de mayores ingresos, aquellos que pueden acceder y financiar los refuerzos, complementos, nivelaciones, explicaciones, y demás. Es, en definitiva, el sistema escolar en su conjunto el que no da abasto y el que, históricamente condicionado y estructuralmente inhabilitado para encarar el problema, tiende a desentenderse del aprendizaje, ubicándolo como responsabilidad del alumno y, cada vez más, como dominio ajeno, como función extraescolar
.

Hoy se acepta ampliamente que el aparato escolar ya no es la única institución educativa y la única fuente de aprendizaje. Aceptarlo implica repensar y re-estructurar la escuela, delimitar lo que el sistema escolar puede y debe enseñar hoy a los alumnos, asegurando a todos el dominio de los aprendizajes definidos como esenciales y como propios del sistema escolar, en cada contexto. Lo que es inaceptable es continuar arrastrando y reforzando el absurdo de un sistema escolar que separa enseñanza de explicación, es decir, enseñanza de aprendizaje. Sencillamente porque aprendizaje implica comprensión, y enseñanza sin aprendizaje es un sinsentido. 


Pruebas PISA: Seis conclusiones y una pregunta



Este texto se refiere a los resultados de la prueba PISA 2009 (con mención a las anteriores: 2000, 2003, 2006). Varias de estas conclusiones se repiten en informes posteriores de PISA. No obstante, sus recomendaciones siguen sin tenerse en cuenta en los países.


La prueba escolar PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, de la OCDE - Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) es una prueba de 2 horas de duración que se viene aplicando cada tres años, desde el año 2000, a estudiantes de 15 años de edad para medir competencias en tres áreas: lectura, matemáticas y ciencias. Se aplica a jóvenes de 15 años considerándose que a esa edad están próximos a concluir la educación establecida como obligatoria en la mayoría de países de la OCDE.

La prueba está diseñada en principio para los países miembros de la OCDE y ha venido ampliándose a países no miembros. (Chile y México son, en América Latina, los únicos países miembros de la OCDE).

Los resultados de la prueba aplicada en 2009 reiteraron fundamentalmente lo que ya sabíamos por anteriores pruebas PISA - excepto por un tema nuevo, la lectura digital - así como por otros estudios y otras pruebas aplicadas a alumnos en sistemas escolares a nivel nacional, regional e internacional.

65 países participaron en PISA 2009, 10 de ellos de América Latina y el Caribe: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago, y Uruguay.

El énfasis de PISA 2009 fue la lectura. La competencia de lectura digital se midió en 19 países: 16 de la OCDE (Australia, Austria, Irlanda, Bélgica, Chile, Dinamarca, Francia, Hungría, Islandia, Japón, Corea, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, España y Suecia) y 3 países no OCDE (Colombia, Hong Kong-China y Macao). Los dos países latinoamericanos - Chile y Colombia - se ubicaron en los dos últimos lugares.

Corea del Sur y Finlandia se ubicaron en los dos primeros lugares de la prueba, seguidas de Hong Kong-China, Singapur, Canadá, Nueva Zelanda y Japón. La provincia de Shanghai, en China, participó por primera vez en PISA y obtuvo el puntaje más alto en lectura, así como en matemáticas y ciencias.

Seis grandes conclusiones se derivaron de PISA 2009:

1. La pieza clave de la calidad de la educación en el medio escolar continúan siendo los maestros

"Ningún sistema educativo puede superar la calidad de sus maestros", concluía en 2008 el Informe McKinsey - “Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos” - tomando como base los resultados de PISA, y recomendaba al respecto: conseguir a las personas más aptas para ejercer la docencia; desarrollarlas hasta convertirlas en docentes eficientes; y garantizar que el sistema sea capaz de brindar la mejor educación posible a todos los estudiantes.

2. Más inversión en educación no asegura mejor educación


Sabemos hace mucho que la solución a los problemas escolares no pasa solo ni necesariamente por más dinero y que esto es cierto tanto para los países pobres como para los ricos. Los resultados de PISA confirman que (a) los recursos financieros son condición necesaria, pero no suficiente, para lograr un buen sistema escolar; (b) no importa solo cuánto, sino sobre todo en qué y cómo se gasta. (Agrego, por mi parte: importa también de dónde provienen los dineros: aporte de las familias, fondos previsionales, endeudamiento externo, empresa privada, multinacionales, explotación de reservas naturales, etc.).

Según se desprende de PISA, apenas un 20% de los resultados guarda relación con la cantidad de dinero invertido en la educación escolar. Países con presupuestos educativos más altos no son necesariamente los mejor ubicados en los ránkings elaborados a partir de dichas pruebas. Estados Unidos invierte mucho más por alumno que varios de los países con los que compite y que se ubican en los primeros lugares en las pruebas internacionales, notablemente en matemáticas. México es el país que más invierte en educación entre los países que integran la OCDE y se ubica a la cola por sus resultados en dichas pruebas. Los indicadores tradicionales "% del PBI destinado a la educación" o "gasto por alumno" son por ende insuficientes y engañosos; requieren acompañarse de otros indicadores que den cuenta de la eficiencia, la calidad, la pertinencia y la transparencia del gasto.
"El dinero por sí solo no puede comprar un buen sistema educativo. Los países y economías que mejor rendimiento tienen son aquellos que creen – y actúan en consecuencia – que todos los chicos pueden tener éxito en la escuela. Entre las economías más fuertes, aquéllas que priorizan la calidad de los profesores sobre el tamaño más pequeño de las clases tienden a obtener mejor rendimiento. Respecto al dinero y la educación la pregunta no es ¿cuánto? sino ¿para qué?".
3. Más tiempo dedicado a la enseñanza no garantiza mejores resultados escolares

Hay países con calendarios y jornadas escolares extensos que obtienen resultados más bajos en las pruebas que otros con calendarios y jornadas más cortos. Finlandia es el país con menos horas de clase entre los "países desarrollados" y el que mejores puntajes obtiene históricamente en PISA, muy por encima de España, con más horas de clase al año. México es el país que más tiempo escolar desperdicia entre los países de la OCDE. Asimismo, más años de escolaridad no aseguran necesariamente mejores niveles de conocimiento de la población, como lo muestra claramente el caso de México.

Un país con más altos niveles de escolaridad, en definitiva, no necesariamente es "más educado". Lo que importa es para qué, en qué, dónde y cómo se usa el tiempo y no meramente cuánto (duración de la clase, de la jornada escolar, del año escolar, de años de escolaridad, etc.).

Por otra parte, acceder a educación preescolar aparece en general asociado a mejores resultados en las pruebas, especialmente en lectura, pero no cualquier educación preescolar sirve: su calidad es fundamental.

Queda confirmado asimismo que la repetición escolar es inútil como estrategia para asegurar el aprendizaje y muy costosa para los sistemas escolares y los países.

4. Incrementar los salarios docentes parece tener impacto positivo

Los países que avanzaron en los puntajes desde la anterior prueba PISA tienen en común el haber incrementado los salarios docentes, junto con mayor atención dedicada a la situación general de los docentes, incluidos sus saberes y su satisfacción laboral. Incrementar los salarios docentes parece ser más eficaz que reducir el número de alumnos por clase (no obstante, como es obvio, "el tamaño de la clase parece ser más importante en los primeros años de escolarización que a los 15 años").

5. La condición socioeconómica de los alumnos es el factor que más incide en sus resultados escolares


Los bajos resultados coinciden en gran medida con factores como el ingreso familiar y el nivel educativo de los padres, mostrando así el impacto intergeneracional de la pobreza y de la educación y, por ende, la necesidad de:

(a) intervenciones integrales, que no se limiten a la política educativa-escolar sino que apunten a mejorar las condiciones de vida de las familias y de toda la sociedad; y

(b) asumir de manera integrada la educación de niños, jóvenes y adultos dentro y fuera del sistema escolar y a lo largo de la vida.

6. Los problemas de la lectura impresa se arrastran a la lectura en pantalla. Los jóvenes leen mejor en el papel. La navegación y la lectura digital muestran serias debilidades incluso en países donde los jóvenes de 15 años tienen acceso a computadora e Internet tanto en el colegio como en el hogar

La mayoría (94%) de los estudiantes en los países de la OCDE tienen computadora en su casa. Corea del Sur obtuvo los mejores puntajes, tanto en lectura impresa como en lectura digital. Los países europeos, incluidos los nórdicos que han tenido siempre resultados destacados en PISA, aparecieron rezagados en este campo.

En la mayoría de países, los jóvenes leen mejor los textos impresos que en la pantalla. Los problemas de compresión lectora en el mundo impreso se extienden al mundo digital. Tener computadora e internet en el hogar contribuye a un mejor manejo de estas herramientas y a una mejor competencia en lectura digital que cuando el acceso se da en el colegio. En definitiva: las condiciones para aprender a usar la TIC y para usarlas efectivamente son mejores en el hogar que en la escuela. Muchos factores deben sin duda explicar este hecho. No obstante, los gobiernos se están esmerando y apurando en dotar computadoras e internet a las escuelas, sin pensarlo dos veces; ¿cuántos países están optando por facilitar el acceso en el hogar, para uso de los estudiantes y de toda la familia?

El uso frecuente de la computadora (todos los días), tanto en la escuela como en el hogar, no aparece asociado a mejores resultados sino al contrario; tanto el exceso en el uso como el no uso tienen, en definitiva, impactos negativos. Las mujeres están mejor posicionadas que los hombres. En la última década ha bajado el porcentaje de jóvenes de 15 años que leen por placer (de 69% en 2000 a 64% en 2009). En general, las dos últimas pruebas PISA (2006 y 2009) no muestran una correlación entre uso de tecnologías y mayor aprendizaje.

Cabe entonces preguntarse y volver a preguntar: 

¿Para qué seguir haciendo estudios y evaluaciones que reiteran periódicamente lo que ya sabemos (salvo la novedad de la lectura digital)?. Y, sobre todo, ¿para qué si - como es usualmente el caso - las conclusiones y las recomendaciones que se derivan de dichos estudios y evaluaciones quedan en letra muerta, se ignoran o bien se interpretan de manera antojadiza o parcial y hasta se aplican al revés (claramente, el caso de España), retocando la inercia y quedando como principal preocupación de los gobiernos subir a como dé lugar puntajes y ránkings en la próxima prueba, asumiendo que allí se juega todo y que en eso consiste el "mejorar la calidad de la educación"?
 
La tan mentada necesidad de políticas "basadas en evidencia" no se lleva a la práctica, no por falta de evidencia, sino por sobra de los mismos problemas estructurales: la desestimación del valor de la información y el conocimiento para la toma de decisiones y la gestión a todos los niveles; el divorcio entre investigación-evaluación y diseño de políticas; la falta de voluntad político-técnica y de responsabilidad social de quienes toman tales decisiones; las debilidades de una academia y de un periodismo investigativo y crítico capaz de comprender y acercar a la ciudadanía los resultados de estudios y evaluaciones fundamentadas; y el desinterés de una ciudadanía que sigue asumiendo "las políticas" como reino de expertos y de cúpulas, y que no activa su derecho ciudadano para informarse adecuadamente y para exigir otra clase de políticos, de políticas, de académicos y de medios de información.

NOTA: A las mismas o similares conclusiones llega el estudio de The Economist (“The Learning Curve: Lessons in Country Performance in Education”, Nov. 2012), el cual compara resultados escolares de 40 países del mundo. En este análisis comparativo (que toma en cuenta los resultados de PISA y otras pruebas internacionales como TIMSS y PIRLS, además de la tasa de alfabetismo y la tasa de graduación de la educación secundaria), prácticamente no hay novedades: Finlandia aparece en primer lugar, seguida de Corea del Sur y de Hong Kong, mientras los cinco países latinoamericanos incluidos en el análisis (Brasil, México, Colombia, Argentina, Chile) se ubican a la cola.

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Referencias / Para saber más (OCDE)
PISA en español
Resultados PISA 2012
PISA 2009 Results
OECD - Education: Korea and Finland top OECD’s latest PISA survey of education performance
PISA 2009 Results: Students On Line: Digital Technologies and Performance (Volume VI) (June 2011)
El informe PISA por países (07/12/2010)
Education : What do students know and what can they do? (video)
Early Childhood Education and Care Home Page
México distribuye Manual de Competencias "El México que queremos: Hacia PISA 2012", El Universal, 26 dic 2011
México, el país que más gasta de su presupuesto en educación: OCDE (2011)
“La tecnología debe quedarse fuera de las aulas” - Cristóbal Cobo (6 julio, 2011)
Informe PISA sobre la competencia de lectura digital (ERA2009). España otra vez suspende. Europa se queda atrás 4 julio 2011
Colombia: Jóvenes colombianos leen mejor textos impresos que textos en internet, según PISA 2009 - Ministerio de Educación, 4 julio 2011
A los alumnos españoles se les atraganta la lectura digital - España ocupa el puesto 14 de los 19 países que han participado en la nueva prueba del informe PISA de la OCDE (El País, 28/06/2011)
"La educación formal no es suficiente; hay que reconocer la importancia del aprendizaje invisible" (La Crónica de Hoy, México, 23 mayo, 2011)
"La buena escuela necesita manos
" (El País, Madrid, 28/3/2011)
México: Hacia PISA 2012 en tercero de secundaria
, por Ismael Vidales (Educación a Debate, 18/05/2011)
The Test Chinese Schools Still Fail: High scores for Shanghai's 15-year-olds are actually a sign of weakness - Jiang Xuequin (The Wall Street Journal, 8 Dic 2010)
"España: A más horas de clase, menor rendimiento" (La Opinion.es 26/09/2010)
Why do Finland's schools get the best results? BBC (7 April, 2010)
La clase perdedora - Reportaje El País, 07/04/2009
La era digital llega al Informe Pisa
- La OCDE medirá en 2009 la capacidad lectora en formatos electrónicos de los alumnos. El examen se hará con una aplicación que simula Internet (El País, 09/02/2009)
A Teacher's Worth Around the World
(infographic)
CIPPEC, Informe PISA sobre lectura digital: paradójicas conclusiones
Invertir más en educación no garantiza mejores resultados, según la OCDE (Feb 2012)
All that money can’t buy, by Marilyn Achiron (Feb 2012)
Así ha escalado la educación de Corea del Sur al podio mundial, ABC.es, 22 oct. 2012
¿Una generación escolar echada a perder por la informática?, Mariano Fernández Enguita, 28 mayo 2014

Soñar como consigna: De la necesidad al deseo

Gürbüz Doğan Ekşioğlu    


Soñar como consigna:
Una red de organizaciones comunitarias en el Gran Buenos Aires


Rosa María Torres

Para Ana, Daniel, Karina y los demás compañeros de El Encuentro


¿Con qué sueñan los muchachos?
¿Con qué sueñan las muchachas?

- Agrandar más el grupo con chicos y chicas.
- Ir de campamento por una semana.
- Seguir con la huerta. Ayudar en la guardería a arreglar algo. Hacer una vida nueva.
- Que los días de la huerta estén todos los chicos.
- Hacerle un regalo o una carta a Karina (la coordinadora).
- No tener problemas con los chicos del apoyo escolar.
- Tener un conjunto de ropa con el sello de la huerta. Tener carpas, colchonetas, pelotas.
- Cuidar nuestras cosas.
- Juntarse con chicos de otras guarderías, salir juntos.
- Terminar la red para no molestar a los vecinos (para que no se pase la pelota).
- Ir a la cancha de Boca o de River.
- Tener herramientas para la huerta y para carpintería.



Quisiéramos para nosotras
- No tener más problemas en nuestra familia.
- No tener problema con nuestros hermanos.
- Tener un barrio tranquilo.
- Tener a nuestra familia unida.

Queremos para los otros jóvenes:
- Que cada chico tenga su familia.
- Que nunca les falte el hogar y el alimento de cada día.
- Que no anden más en la droga y en problemas.
- Que no se arruinen la vida.
- Que no roben, y que es mejor pedir.
- Que convivan bien con su familia.
- Que no maltraten a los chicos que andan en la calle.
- Que a sus padres nunca les falte el trabajo.
- Que siempre tengan una mamá con quien hablar y conversar.
- Que el padre siempre los quiera.
- Tener un botiquín para el comedor y en la guardería

Trabajando en grupo, hombres y mujeres por separado, bajo la consigna de “¿Con qué sueñan los jóvenes de este barrio?”, estos son los sueños que, para sí mismos y para otros, soñaron estos muchachos y muchachas vinculados a “El Ceibo”, un centro comunitario ubicado en una zona deprimida del Gran Buenos Aires.

“El Ceibo” forma parte de la Red de Jardines Maternales, Apoyos Escolares y Comedores Comunitarios “El Encuentro”, una red de 16 organizaciones comunitarias esparcidas en un ámbito geográfico amplio, que empezaron a funcionar como red en 1990. Entre todas ellas atienden a alrededor de 1.200 niños, con actividades que incluyen, entre otros, cuidado, salud, alimentación y apoyo escolar. "El Encuentro" forma a su vez parte de Inter-Redes, una red de cinco redes que aglutina a más de 100 instituciones que atienden aproximadamente a 10.000 niños y adolescentes en zonas muy pobres del Conurbano  Bonaerense.

Inicialmente surgidas como guarderías, literalmente destinadas a guardar, durante varias horas al día, a los hijos de madres trabajadoras expuestos, de otro modo, al abandono y al candado, la propia realidad y la agudización de las necesidades fue obligando a expandir la edad de los niños -hoy de 0 a 16 años- y las áreas de trabajo: las guarderías originales se han transformado en instituciones polivalentes que, además de guarderías infantiles, funcionan como centros de atención en salud, comedores escolares y comunitarios, red de apoyo escolar, espacios de encuentro y contención para los jóvenes, colchones para amortiguar los golpes de la pobreza, el desempleo, la violencia, la desesperanza. Curiosamente -para nosotros- adolescentes y jóvenes continúan llamando guarderías a estos centros de los cuales han venido, poco a poco, apropiándose. Evidentemente, para ellos, el propio concepto de guardería ha pasado a adquirir aquí un nuevo significado.

Cuando, en 1997, entré en contacto con El Encuentro, el equipo coordinador - formado por los responsables de cada centro y un equipo central - estaba elaborando un proyecto para intensificar su capacitación. Fue en esa primera visita que surgió la posibilidad de que, además del proyecto común como red, cada uno de los 16 centros diseñara un proyecto específico, y que lo hiciera inspirado no tanto en las necesidades como en los deseos de la gente. Elevándose por sobre las necesidades inmediatas dictadas por la pobreza y las soluciones mínimas dictadas por la falta de recursos, qué era, en definitiva, lo que niños, jóvenes y adultos deseaban ver realizado para sí mismos y para su barrio si tuviesen acceso a una pequeña cantidad de dinero, dinero para permitirse cumplir con sueños, no para responder a problemas. Cuando, durante la conversación, me permití sugerir que, para la elaboración de dichos proyectos, el “sueño” debía imponerse sobre la “necesidad”, no sospechaba cuán importante y cuán movilizador puede ser “soñar” como consigna, sobre todo, precisamente, para quienes no se permiten ya, ni siquiera, soñar.

Enseguida, y en un proceso de participación, reflexión y elaboración que se extendería a lo largo de varios meses, los coordinadores de cada centro organizaron la consulta a nivel comunitario y, en particular, con los jóvenes. Así surgieron los once proyectos finalmente en marcha (en un acto de gran madurez y responsabilidad, considerando las carencias que predominan en la zona, cinco centros decidieron, en el camino, que no estaban maduros o no tenían condiciones para emprender con un proyecto institucional). Como se esperaba, los proyectos que resultaron son muy diferentes entre sí. Porque mientras que las necesidades homogenizan, los sueños -si son sueños de verdad- son propios, específicos, idionsincráticos, necesariamente diversos.

Los “sueños” de los muchachos y muchachas de El Ceibo - reveladores de los estragos que tiene la pobreza sobre la capacidad de soñar de niños y jóvenes, y de las diferencias que marca la pertenencia de género en materia de sueños y expectativas - se plasmaron en un proyecto al que titularon “Sembradores de Esperanzas”, cuyos ejes son la recreación y la cultura. Otros tantos sueños, soñados entre niños, jóvenes y adultos articulados alrededor de cada centro, produjeron otros tantos proyectos, con sus respectivos nombres e identidades.

INSTITUCION
PROYECTO
¿QUE?
¿QUIENES?
La Merced
“Acampantes del 2000”
Recreación
Niños/Adolescentes
Sol Naciente
“Energía Joven”
Deporte
Organización comunitaria
Adolescentes/Jóvenes
Nuestro Futuro
“Sembrar”
Organización comunitaria
Niños/Familia/
Comunidad
La Esperanza
“Huerta Orgánica”
Organización comunitaria
Niños/Adolescentes/
Padres
Juan Bautista
“Aprovechá tu Tiempo”
Educación
Niños/Adolescentes
Sagrada Familia
“Reconstruir”
Salud
Hombres golpeadores/
Familias en situación de violencia
El Ceibo
“Sembradores de Esperanza”
Recreación y cultura
Adolescentes/Jóvenes/
Adultos
Ardillita Dormilona
“Protección y Cuidado del Niño en la Comunidad”
Protección y cuidado del niño
Instituciones del barrio/
Padres y madres
Centro Infantil Belén
“Para Entendernos Mejor”
Comunicación
Comunidad/Adultos/ Jóvenes/Niños
La Amistad
“Aprendiendo a Organizarnos en Comunidad”
Organización comunitaria
Organizaciones del barrio/Comunidad
Creciendo
“Comunicar es Crecer”
Comunicación
Organizaciones del barrio/Comunidad

El armado de los proyectos desencadenó un proceso inédito, sumamente rico y formativo, de gran autoexigencia tanto para el equipo coordinador de la red como para los jóvenes y los pobladores de los barrios que participaron en torno a cada uno de los centros. Dicho proceso fue registrado y documentado paso a paso, convertido en tema de reflexión y análisis colectivo, en carteles y fotos, en murales y transparencias, primero para devolverlo hacia adentro y, más tarde, para compartirlo hacia afuera, con otros. Modestos en la formulación y en los presupuestos, la calidad de estos proyectos es infinitamente superior, por el proceso de construcción que está detrás, que muchos que, en el papel, lucen elegantes, rimbombantes, impecables. Aquí, en la humildad de estas guarderías, en la modestia infinita de quienes trabajan pegados a las necesidades y los sueños de los pobres, puede darse una calidad que escasea en general en el mundo de las políticas, los programas y los proyectos: la calidad de la participación popular, de la consulta democrática, del aprendizaje colectivo, de la labor autogestionaria, del verdadero compromiso con la gente. 

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