El modelo escolar convencional en Occidente no es solo un modelo de organización espacial sino un modelo pedagógico y un modelo mental de representación de la educación, de la enseñanza y del aprendizaje. Desde que se inventó la escuela, a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, la palabra educación evoca este modo de educar y esta organización espacial de la enseñanza y el aprendizaje. La educación escolar sigue siendo entendida como equivalente a educación, en general.
El modelo pedagógico que corresponde a este modelo escolar define las características del espacio, del mobiliario y del arreglo de los elementos dentro del aula (o del lugar usado para enseñar): enseñanza enciclopédica, transmisiva, 'bancaria'; aprendizaje individual, pasivo; profesor sabe, alumnos ignoran; profesor habla, alumnos escuchan; profesor parado, alumnos sentados; profesor frente al grupo, alumnos en filas mirándose entre sí las nucas.
El modelo pedagógico que corresponde a este modelo escolar define las características del espacio, del mobiliario y del arreglo de los elementos dentro del aula (o del lugar usado para enseñar): enseñanza enciclopédica, transmisiva, 'bancaria'; aprendizaje individual, pasivo; profesor sabe, alumnos ignoran; profesor habla, alumnos escuchan; profesor parado, alumnos sentados; profesor frente al grupo, alumnos en filas mirándose entre sí las nucas.
Este modelo mental se lleva a cuestas e instala incluso donde no hay escuela ni aula ni paredes, y a menudo también en edificaciones nuevas, equipadas con mobiliario vistoso y modernas tecnologías. Romper con este modelo ha probado ser, históricamente, una de las rupturas más difíciles en el terreno de la educación y de la propia innovación educativa.
Modernizar el mobiliario y cambiar/flexibilizar la organización del aula puede ayudar a modificar la pedagogía pero no asegura un cambio sustantivo como el que se requiere (ver mi relato "Un aula de clase ancha, ancha" sobre una experiencia personal en Tailandia). Superar el viejo modelo pedagógico implica un golpe mayor a la cultura escolar convencional y va mucho más allá de adecentar o modernizar el entorno físico de la enseñanza. Es indispensable trabajar el cambio pedagógico con los docentes, de manera específica y sostenida, poniéndolo en el centro de su proceso de formación y capacitación. Y trabajarlo además con los estudiantes, con los padres de familia y con toda la sociedad (Ver "Campaña de Renovación Pedagógica").
Escenario 1: La vieja escuela
Fototeca Bernardo Graff - La Pampa, Argentina (1880-1952) |
Fotos antiguas de Ibi (España) - clase en 1965 |
La vieja escuela heredada de Europa vía conquista/colonización es fácilmente reconocible hoy por su aspecto físico (incluido el color de las fotos): atuendos y porte de alumnos y profesores, mobiliario, recursos didácticos, disposición de los elementos en el aula, ambiente general. Mucho menos visible y reconocible resulta la vieja pedagogía en el contexto actual, sobre todo con los espejismos que crean nuevas construcciones y tecnologías. Entre el aula con pupitres de madera con agujero para el tintero y ranura para la pluma de fines de 1800, y el aula de las primeras décadas del 2000 puede haber, sorprendentemente, muchos menos cambios en la enseñanza y el aprendizaje que lo que sugieren los nuevos looks.
El aula convencional sobrevive en sus aspectos esenciales. Aula cerrada sin contacto con el exterior, modelo pedagógico frontal, pizarrón monopolio del profesor, pupitres en fila (a menudo con valor clasificatorio-discriminatorio atribuido a la primera y la última filas: niñas y niños, 'buenos' y 'malos' alumnos, molestosos, repitentes, etc.), rigidez, formalidad.
Escenario 2: La escuela del futuro
Así es como artistas franceses, en 1899, imaginaron que sería la escuela en el año 2000, un siglo después. "Moderna" tecnología de enseñanza convierte los libros en material de audio (presuntamente sustituyendo incluso el rol y la voz del profesor), pero mantiene intactos el mobiliario y la organización del aula: alumnos sentados en bancos y mesas, en filas, escuchan de auriculares que cuelgan del techo. Aprendizaje rigurosamente individual.
Escenario 3: Pedagogías alternativas e innovaciones en la organización escolar
Aula antigua escuela Montessori |
Justamente una de las innovaciones de pedagogías alternativas como la Montessori fue proponer modificaciones en la configuración del aula y en el ambiente de aprendizaje. Esto, como exigencia de la propia pedagogía, de la concepción de la enseñanza y del aprendizaje, del rol atribuido a maestros y a alumnos, de la búsqueda de un aprendizaje sintonizado con la libertad, la independencia, la experiencia, el juego, el aprendizaje autodirigido, en grupo y entre pares.
Escenario 4: Modelo escolar convencional y pobreza
La combinación entre modelo escolar convencional y pobreza suele producir engendros. A diferencia de culturas en las que sentarse en el suelo es parte de la cotidianeidad y está naturalizado también en la cultura escolar, aquí el intento por plasmar el aula convencional obliga a construir mesas y bancas a partir de lo que se encuentra a mano: troncos, piedras, plásticos, chatarra.
Para el modelo escolar convencional, estudiar, aprender, implican sentarse y elevarse sobre el suelo. En contextos de gran pobreza puede verse profesores y alumnos tratando de mantener el equilibrio sobre asientos endebles, incómodos, y tratando de escribir sobre mesas destartaladas o bien sobre los muslos.
Escenario 5: La escuela al aire libre
Millones de maestros en el mundo conocen un solo modelo escolar. Este es el modelo en el que son formados, el que les muestra el texto escolar, el que propone el currículo. No tienen modelos alternativos en los cuales inspirarse. Por eso, a falta de escuela física esta maestra la edifica a la intemperie, levantando paredes invisibles en medio del verde natural. Coloca la pizarra y se coloca ella misma al frente y sienta a sus alumnos en pupitres escolares, organizándolos por edades. Un aula-escuela multigrado al aire libre, rodeada de montañas.
Escenario 6: Las tecnologías en el aula
Los sistemas escolares han acogido sucesivamente diversas tecnologías. En el siglo XX fueron las máquinas de escribir, en el XXI las computadoras. Estas últimas fueron incorporadas entusiastamente al modelo escolar convencional, en espacios especiales creados para ellas o bien en las aulas regulares, también en filas y con el mismo mobiliario, sin las adecuaciones necesarias de espacio, altura y superficie de las mesas, instalaciones eléctricas, etc. Laptops, netbooks y tablets han sido integradas en muchos casos a los mismos pupitres estrechos en los que se despliegan libros y cuadernos, ocasionando previsibles y frecuentes caídas y roturas.
Escenario 7: Instalaciones nuevas, vieja pedagogía
La vieja pedagogía acampa también en construcciones nuevas, equipadas con mobiliario vistoso y con modernas tecnologías. Pupitres de plástico en vez de pupitres de madera, pizarras electrónicas en vez de pizarras de tiza, pero la misma organización del aula, el mismo rol docente y la misma pedagogía: enseñanza frontal, "dictar clase", "transmitir conocimientos".
Escenario 8: La escuela fuera de la escuela
El modelo escolar convencional no opera solo en la escuela; se replica en todo el sistema educativo, incluida la educación superior. Sigue gozando de buena salud y de buena reputación. Está vivo también fuera del sistema educativo. Lo podemos ver en el hogar, en iglesias, auditorios, plazas, cárceles, hospitales, bibliotecas, centros infantiles y de la tercera edad. Se aplica a todas las edades y para todo propósito en charlas, conferencias, paneles, mesas redondas, consultas, rendiciones de cuentas, talleres, sermones, mítines. La escenografía escolar puede no estar presente, pero la coreografía es inconfundible.
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Escenario 4: Modelo escolar convencional y pobreza
Escuela en Nicaragua |
La combinación entre modelo escolar convencional y pobreza suele producir engendros. A diferencia de culturas en las que sentarse en el suelo es parte de la cotidianeidad y está naturalizado también en la cultura escolar, aquí el intento por plasmar el aula convencional obliga a construir mesas y bancas a partir de lo que se encuentra a mano: troncos, piedras, plásticos, chatarra.
Para el modelo escolar convencional, estudiar, aprender, implican sentarse y elevarse sobre el suelo. En contextos de gran pobreza puede verse profesores y alumnos tratando de mantener el equilibrio sobre asientos endebles, incómodos, y tratando de escribir sobre mesas destartaladas o bien sobre los muslos.
Escenario 5: La escuela al aire libre
Foto: UNESCO |
Millones de maestros en el mundo conocen un solo modelo escolar. Este es el modelo en el que son formados, el que les muestra el texto escolar, el que propone el currículo. No tienen modelos alternativos en los cuales inspirarse. Por eso, a falta de escuela física esta maestra la edifica a la intemperie, levantando paredes invisibles en medio del verde natural. Coloca la pizarra y se coloca ella misma al frente y sienta a sus alumnos en pupitres escolares, organizándolos por edades. Un aula-escuela multigrado al aire libre, rodeada de montañas.
Escenario 6: Las tecnologías en el aula
Aprender un oficio a principios de siglo - Clase de mecanografía, Washington, 1920 |
Frato |
Los sistemas escolares han acogido sucesivamente diversas tecnologías. En el siglo XX fueron las máquinas de escribir, en el XXI las computadoras. Estas últimas fueron incorporadas entusiastamente al modelo escolar convencional, en espacios especiales creados para ellas o bien en las aulas regulares, también en filas y con el mismo mobiliario, sin las adecuaciones necesarias de espacio, altura y superficie de las mesas, instalaciones eléctricas, etc. Laptops, netbooks y tablets han sido integradas en muchos casos a los mismos pupitres estrechos en los que se despliegan libros y cuadernos, ocasionando previsibles y frecuentes caídas y roturas.
Unidad Educativa del Milenio (UEM) - Ecuador |
La vieja pedagogía acampa también en construcciones nuevas, equipadas con mobiliario vistoso y con modernas tecnologías. Pupitres de plástico en vez de pupitres de madera, pizarras electrónicas en vez de pizarras de tiza, pero la misma organización del aula, el mismo rol docente y la misma pedagogía: enseñanza frontal, "dictar clase", "transmitir conocimientos".
Escenario 8: La escuela fuera de la escuela
Frato |
El modelo escolar convencional no opera solo en la escuela; se replica en todo el sistema educativo, incluida la educación superior. Sigue gozando de buena salud y de buena reputación. Está vivo también fuera del sistema educativo. Lo podemos ver en el hogar, en iglesias, auditorios, plazas, cárceles, hospitales, bibliotecas, centros infantiles y de la tercera edad. Se aplica a todas las edades y para todo propósito en charlas, conferencias, paneles, mesas redondas, consultas, rendiciones de cuentas, talleres, sermones, mítines. La escenografía escolar puede no estar presente, pero la coreografía es inconfundible.
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