La lista de Correa (2019)


El 24 de marzo de 2019 hubo elecciones seccionales en el Ecuador. Se votó por 81.278 candidatos para cubrir más de 5 mil dignidades (alcaldes, prefectos, concejales). Se votó también por los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

Rafael Correa, desde Bélgica, participó activamente en la campaña, con su movimiento político, Revolución Ciudadana, bajo la consigna de "Recuperar la Patria".

La votación más disputada fue por el CPCCS, órgano polémico creado en la Constitución de Montecristi (2008), el "quinto poder" - y la sociedad civil - metidos dentro del Estado. Una cosa rarísima, con superpoderes para la designación y fiscalización de autoridades. El CPCCS está conformado por 7 consejeros y consejeras principales y 7 suplentes, quienes asumen sus funciones por 6 años.

43 personas se presentaron como candidatos al nuevo CPCCS. Los requisitos para postularse:
- ser ecuatoriano
- haber cumplido 18 años
- estar en goce de los derechos de participación
- acreditar probidad notoria reconocida
- acreditar trayectoria en organizaciones sociales
- poseer título de tercer nivel legalmente registrado en el sistema de educación superior.
- El candidato o candidata no debe estar afiliado a ningún partido político ni pertenecer a las Fuerzas Armadas ni a un culto religioso.

Los 7 candidatos se organizaron en tres papeletas:
- una papeleta de hombres, hay que elegir a 3 personas
- una papeleta de mujeres, hay que elegir a 3 personas
- una papeleta de candidatos pertencientes a pueblos y nacionalidades, hay que elegir a 1 persona.

En uno de sus enlaces digitales (23 feb. 2019) Correa explicó que revisó la lista de candidatos para el CPCCS y eligió 6 que mencionan en sus planes cuatro puntos que él considera esenciales:

a) revocatoria del mandato de los funcionarios que no cumplen, empezando por el Presidente de la República (Correa viene pidiendo la revocatoria del mandato de Lenin Moreno, quien fuera su exVicepresidente y colaborador);
b) fiscalizar al CPCCS en funciones (CPCCS Transitorio, surgido de la consulta popular de febrero 2018); c) lucha contra la corrupción; y
d) lucha contra la privatización.

Dijo que eligió solo 2 mujeres pues no encontró una tercera que llenara sus expectativas. También dijo que de los 6 candidatos solo conoce a uno, Carlos Espinoza, rector de la Universidad Metroplitana del Ecuador (de paso le mandó este mensaje: "que se defina un poquito más porque me habla mucha parafernalia, nos pone a todos en la misma canasta, los politiqueros, yo no soy politiquero ... a mí me llaman autoritario, tirano, verán como la historia será muy condescendiente conmigo ...)".

La Ley Orgánica del CCPCS prohíbe la promoción de los candidatos al CPCCS por parte de partidos o movimientos políticos.


No obstante, Correa circuló profusamente en internet, y a través de Twitter y Facebook, la lista de sus 6 candidatos, sugiriendo a la gente votar por ellos, anotar los seis nombres en un papel («pollita participativa» la llamó) y llevarlo el día de la votación.

También circuló la lista entre las asociaciones de migrantes ecuatorianos en Europa.

El movimiento Revolución Ciudadana circuló la lista de Correa, digital e impresa, llamando a votar por ella.

El anticorreísmo llamó a votar nulo en las papeletas del CPCCS. Otros elaboraron y circularon sus propias «pollas». En los días previos a las elecciones presenciamos una verdadera guerra de «pollas» en torno al CPCCS.

No obstante, Correa y su movimiento político fueron los únicos que hicieron una campaña sistemática, dentro y fuera del país, invitando a votar por la «pollita participativa» hasta último momento, incluso mientras estaban en marcha las elecciones.

Guillermo Lasso y el movimiento CREO desmintieron una «polla» atribuida a ellos y circulada por correístas en Twitter. CREO no propuso candidatos para el CPCCS y se pronunció reiteradamente por eliminar este organismo.








Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil y líder del Partido Social Cristiano (PSC), compartió en redes un listado de las 7 personas por las que votaría para el CPCCS, aclarando que lo hacía a título personal.

Tres días antes de las elecciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE) envió notificaciones a los 6 candidatos promocionados por Correa recordándoles que la «pollita participativa» es ilegal y pidiéndoles presentar sus descargos en 48 horas. Finalmente, el CNE no implementó ninguna sanción.

2 de los 6 nombres promovidos por Correa lograron entrar: Walter Gómez Ronquillo (6.46% de los votos) y Victoria Disintonio (12.44% de los votos). Un tercero, Juan Javier Dávalos, entró como suplente (5.74% de los votos).

El voto nulo obtuvo 23.81% en la votación por el CPCCS y el voto en blanco 23.13%, más que la votación de cualquiera de los candidatos (2 de cada 10 votantes anuló el voto en las papeletas para el CPCCS). Los resultados de las elecciones pueden verse en el sitio del Consejo Nacional Electoral.

Estos son los 6 candidatos y candidatas de Correa, con sus perfiles tomados de sus cuentas de Twitter. Agregamos enlaces a algunas entrevistas que les hicieron en medios durante el período electoral.


Entrevista María Sol Borja, GKEcuador
Entrevista Lenin Artieda, Ecuavisa




Entrevista Estefani Espín, Ecuavisa


Entrevista Estefani Espín, Ecuavisa
Entrevista Radio Pichincha, Dardo Electoral





Entrevista María Sol Borja, GKEcuador
Entrevista Estefani Espín, Ecuavisa


Entrevista María Sol Borja, GKEcuador
Entrevista Alfredo Pinoargote, Ecuavisa
Entrevista Línea Dura


Entrevista Xavier Lasso, Palabra Suelta

Ecuador: «Revolución educativa», Buen Vivir y Educación Popular



Recibo a menudo pedidos de información y de entrevistas por parte de personas e instituciones extranjeras interesadas en saber sobre la educación en el Ecuador y, más recientemente, sobre la «revolución educativa» impulsada en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017). Conociendo mi trayectoria en la Educación Popular y mi cercanía a Paulo Freire y a su obra, hay quienes me buscan para preguntarme sobre la vinculación de la «revolución educativa» con la Educación Popular y con el pensamiento de Freire. También me preguntan sobre la aplicación del Buen Vivir (Sumak Kawsay) a la política educativa.

Muchos se sorprenden al saber que la «revolución educativa» no estuvo emparentada con la Educación Popular ni tuvo como referente a Freire. «Revolución ciudadana» hace pensar en empoderamiento de la sociedad y «revolución educativa» hace pensar en una transformación mayor de la educación. La propaganda en el gobierno de Correa fue eficaz en instalar en el imaginario nacional e internacional una «revolución ciudadana» y una «revolución educativa» que no fueron tales.

El progresismo latinoamericano y mundial vio en Correa a un líder de izquierda, socialista, revolucionario, antimperialista. El mismo no se ve así. "La nueva izquierda a la que represento no es anti-nada: ni anti-capitalista ni anti-norteamericana ni anti-imperialista" le dijo Correa en 2010 a Hillary Clinton durante su visita al Ecuador. Correa no tiene militancia de izquierda. El movimiento Alianza País creado para terciar en las elecciones de 2006 fue la suma de numerosas organizaciones de todos los colores, desde la derecha hasta la izquierda.

«Capitalismo popular»

En 2008 Correa declaró su adscripción al «capitalismo popular» y más adelante (6 junio 2015) definió su proyecto así: "Queremos un capitalismo moderno, popular, no un capitalismo anacrónico". François Houtart evaluó el modelo de Correa y la «revolución ciudadana» como un intento por modernizar la sociedad, no por transformarla; en su proyecto de «capitalismo moderno» ve a los indígenas como «ciudadanos atrasados». Boaventura de Souza Santos llamó a Correa «el gran modernizador del capitalismo ecuatoriano». El término «socialismo del siglo XXI» - adoptado por Hugo Chávez en Venezuela e incorporado inicialmente en el Ecuador - pasó a un segundo plano y fue cambiando de nombre.

Paulo Freire

Paulo Freire habló de diálogo, de pensamiento crítico, de recuperar la voz para el pueblo, de concientización, de educación liberadora, emancipadora, transformadora. La «revolución educativa» ecuatoriana no habló de nada de eso. Sus banderas fueron la meritocracia, la competencia, la excelencia, el saber experto, la evaluación, las pruebas estandarizadas, los rankings, los Ph.Ds. Correa se propuso construir escuelas  - las Unidades Educativas del Milenio - que "no les pedirán favor a las escuelas privadas y a las de los países desarrollados". El empeño fue que los estudiantes mejoraran sus puntajes en las pruebas estandarizadas.

Educación comunitaria

La «educación comunitaria», inexistente en la nueva Constitución (2008) y en las nuevas leyes de la educación, fue menospreciada y perseguida; miles de escuelas comunitarias fueron cerradas durante la década, sobre todo en las zonas rurales, y fusionadas en las Unidades Educativas el Milenio, consideradas el nuevo modelo educativo en el Ecuador. El gobierno cerró también la Universidad Intercultural Amawtay Wasi, la única universidad indígena e intercultural en el país; la evaluación gubernamental que llevó al cierre de Amawtay Wasi se atuvo a los criterios occidentales convencionales acerca de lo que debe ser una universidad. En 2018, el gobierno de Lenin Moreno la reabrió.

Sumak Kawsay o Buen Vivir

El objetivo no fue avanzar hacia una educación para el Sumak Kawsay o Buen Vivir, con proyecto nacional propio, sino avanzar hacia una educación que, en 2018, sería «una de las mejores del mundo», según reflejaran los puntajes en pruebas internacionales. Lo cierto es que el Ecuador viene obteniendo malos resultados en todas las evaluaciones internacionales en las que ha participado en los últimos años (LLECE 2013, PISA-D 2017, PIAAC 2017).

El Sumak Kawsay - armonía con uno mismo, con los demás y con la naturaleza - adoptado en la Constitución como paradigma alternativo al del desarrollo, no ha sido adoptado como marco orientador para la reforma educativa. Buen Vivir fue equiparado a felicidad en la "Iniciativa Presidencial para la Construcción de la Sociedad del Buen Vivir". El término se ha mencionado en los planes nacionales de desarrollo y otros documentos gubernamentales pero no se ha traducido en políticas y en acciones concretas ni ha sido incorporado al currículo escolar y a la formación docente. El término fue integrado al Ministerio de Educación como una Dirección Nacional de Educación para la Democracia y el Buen Vivir, a su vez parte de una Subsecretaría de Innovación Educativa y Buen Vivir (ver el organigrama del Ministerio de Educación).

El concepto y la práctica de la interculturalidad en educación en el Ecuador sigue siendo un desafío pendiente, como reclaman las organizaciones indígenas.

Educación Popular

La Educación Popular (EP) en América Latina ha sido entendida fundamentalmente como educación de jóvenes y adultos y como educación no-formal o extra-escolar. (La postura que entiende EP como una propuesta para todo el sistema educativo y para toda la educación, la cual incluye a Paulo Freire y a la que adscribo, no es la postura mayoritaria dentro del campo*). En todo caso, la «revolución educativa» en el Ecuador se centró en el sistema educativo formal, desde la educación inicial hasta la superior. 

En el marco de la Educación Popular, lo popular designa no solo al sujeto de la educación sino a la orientación y el contenido del proyecto educativo: un proyecto transformador de la conciencia y de la realidad económica y social. La «revolución educativa» centró su noción de calidad en la infraestructura y el equipamiento, y en los resultados de las pruebas, sin atención a los fines y sentidos de la educación.

Educación Popular viene asociándose tradicionalmente a sociedad civil (movimientos sociales, organizaciones de base, ONGs) y a visiones y propuestas alternativas, contestarias. La pregunta de si es posible hacer EP desde el Estado ha estado siempre en el tapete. La «revolución educativa» de Correa fue una reforma pensada y dirigida centralmente desde el Estado, con escasa participación social. La sociedad civil perdió peso y visibilidad durante la década. Se persiguió y cerró a ONGs con posturas críticas. El gobierno entró rápidamente en conflicto con los movimientos sociales que le dieron apoyo al inicio, y optó por crear «su» propia sociedad civil, sus propias organizaciones en paralelo (de indígenas, mujeres, campesinos, trabajadores, maestros, etc.). 

La Educación Popular promueve la participación, el desarrollo de un pensamiento y una conciencia crítica, el diálogo como herramienta pedagógica. La «revolución ciudadana» y la «revolución educativa» no impulsaron ni la participación ni el pensamiento crítico ni el diálogo. Se cultivó el pensamiento único, se inhibió el ejercicio de la crítica, se condenó y persiguió la discrepancia, se anuló el debate de ideas. En 2016 la encuesta del Latinobarómetro retrató al Ecuador como el país latinoamericano con mayor autocensura, con menor libertad percibida para expresar las propias opiniones y criticar. 


*
En el libro Educación Popular: Un encuentro con Paulo Freire (CECCA-CEDECO/Fundación Fernando Velasco, Quito, 1986; Edições Loyola, Sao Paulo, 1987; Tarea, Lima, 1988; Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1988) incluí una entrevista que le hice a Freire en Sao Paulo en 1985. Le pregunté entre otros qué entendía por Educación Popular. Dijo que para él Educación Popular abarcaba a niños, jóvenes y adultos e incluía al sistema escolar.

Para saber más
- Sumak Kawsay, La palabra usurpada, Revista Plan V, Quito, 2014

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Titulitis



Times Higher Education 


En una reunión de trabajo con jóvenes profesionales, en Medellín, empezamos con una ronda de presentaciones. Cada uno debía decir qué hace y cuál es su especialidad. Eramos cerca de 30 personas alrededor de la mesa. La ronda de presentaciones duró más de una hora. La mayoría tenía dos y hasta tres títulos universitarios, y en temas dispares. Algunos estaban pensando en un cuarto título. Todo esto con grandes sacrificios para muchos de ellos, trabajando y estudiando al mismo tiempo, durmiendo poco, movilizándose por toda la ciudad.

Quedé aturdida y llena de preguntas. ¿Por qué no basta con un título, o dos? Básicamente, la dictadura de los tiempos, cuestión de supervivencia, me dijeron. Con uno o dos títulos ya no alcanza para conseguir empleo, o un buen empleo. Se requiere tres para ser competitivo. ¿Por qué eligen carreras que a menudo no tienen que ver con lo que estudiaron antes, en vez de profundizar y especializarse en un campo? La diversidad permite más oportunidades laborales, fue la explicación. 

La titulitis es mundial y está instalada también en el Ecuador. Los CVs son escaparates de títulos. El que logra uno lo coloca junto al nombre, como título nobiliario. Fulanito o fulanita Ph.D. Ya no basta con licenciaturas e incluso maestrías; la meca es el doctorado. Quien obtiene un título lo considera su primer título. El que logró el segundo, quiere un tercero. Sin respiro. Mejor si con becas y en universidades extranjeras.

A jóvenes y padres de familia que me consultan sobre estos temas, les digo: a) la clave para ser feliz, aprender y ser bueno en lo que se hace está en identificar y perseguir una pasión más que un título; b) el conocimiento proviene no solo del estudio sino, sobre todo, de la aplicación del conocimiento a la práctica y a la solución de problemas reales; la experiencia de trabajo es esencial e insustituible; c) antes de elegir una carrera hay que informarse bien (el ikigai puede ser una herramienta útil en el proceso de reflexión y toma de decisiones); d) para aprovechar una maestría o un doctorado conviene tener alguna experiencia de vida; la secuencia licenciatura-maestría-doctorado exige pausas de vida útil entre ellas. Les aconsejo siempre tener una experiencia de trabajo antes de emprender con más estudios formales y nuevas carreras.

En lo personal, a los 18 años me sucedieron tres cosas importantes: empecé a estudiar en la universidad, empecé a trabajar y me enamoré de la persona con quien me casaría dos años después. Siempre combiné estudio y trabajo, me financié mis estudios y aporté económicamente a mi familia. A los 29 años fui a estudiar un doctorado en México (tres años), con una beca ganada gracias a mis calificaciones en toda mi trayectoria educativa.

Agradezco pertenecer a una generación y a una época en que elegíamos un campo de estudio motivados más por preferencias personales que por el mercado de trabajo. Los títulos importaban mucho menos y lo que uno leía y aprendía por cuenta propia importaba mucho más. Los jóvenes nos formábamos no solo en el estudio sino en el trabajo, en la lectura, en el contacto con otros, en el servicio y en el activismo en torno a causas sociales.

Cuando me preguntan que dónde he aprendido lo que sé, no me vienen a la mente las universidades en que he estudiado. Les digo que trabajando, leyendo, escribiendo, enseñando, investigando, viajando y navegando, todas ellas poderosas fuentes de aprendizaje. Es mucho lo que aprendo todos los días en internet. Internet me permite mantenerme actualizada en los campos que manejo y que me interesan, y es una herramienta fenomenal de investigación y socialización.

Mi hijo mayor se encontró con la música a los 16 años y nunca más la soltó. Terminó haciendo de la música su pasión y su carrera. Se preparaba para ser economista, como su papá. Entró a estudiar Economía, en Quito, y luego Comunicación, en Nueva York. Pero la música pudo más. A los dos años decidió regresar a Quito a reencontrarse con su banda. Una opción que los papás respetamos. Nuestros hijos saben que lo que queremos es que sean personas de bien y felices, que descubran sus talentos y los desarrollen, que elijan sus propios caminos y perseveren.

Mi hijo menor estudió cine, primero en Buenos Aires y luego en Barcelona. Tuvo siempre claro: lo que quería era aprender, no conseguir un título. Tomó las materias que le gustaban, le dedicó tiempo a lo que le interesaba, se metió a trabajar en proyectos contestatarios y solidarios. Hoy hace arte sensorial e interactivo a partir de un colectivo multidisciplinario que creó.

Tres generaciones. Hijos de papás intelectuales que eligieron ser artistas; muy frecuente hoy en día. Cada uno de nosotros en lo suyo, realizados, dedicados, en búsqueda y en aprendizaje permanente. Caminando contracorriente en esta sociedad afectada de titulitis que, cada vez más, valora a las personas por los títulos que poseen antes que por lo que son, saben y son capaces de hacer.  



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¿«Excelencia educativa»?



"Hoy se proclama como obligatorio para las universidades el ideal de la «excelencia» : la institución debe ser excelente, los programas de formación y los profesores también, y los estudiantes deben aspirar a ser excelentes y a demostrarlo.

Permítanme decirles que considero este ideal de la excelencia una aberración. «Excelente» es el superlativo de «bueno»; excelente es el que excellit, el que sobresale como único sobre todos los demás; en la práctica, el perfecto. En el ámbito educativo, hablar de excelencia sería legítimo si significara un proceso gradual de mejoramiento, pero es atroz si significa perfección. Educar siempre ha significado crecimiento, desarrollo de capacidades, maduración, y una buena educación debe dejar una disposición permanente a seguirse superando; pero ninguna filosofía educativa había tenido antes la ilusoria pretensión de proponerse hacer hombres perfectos.

Yo creo que la excelencia no es virtud; prefiero, con el poeta, pensar que “no importa llegar primero, sino llegar todos, y a tiempo”. El propósito de ser excelente conlleva la trampa de una secreta arrogancia. Mejores sí podemos y debemos ser; perfectos, no. Lo que una pedagogía sana debe procurar es incitarnos a desarrollar nuestros talentos, preocupándonos por que sirvan a los demás. Querer ser perfecto desemboca en el narcisismo y el egoísmo. Si somos mejores que otros —y todos lo somos en algún aspecto— debemos hacernos perdonar nuestra superioridad, lo que lograremos si compartimos con los demás nuestra propia vulnerabilidad y ponemos nuestras capacidades a su servicio".

Pablo Latapí, en Conferencia Magistral al recibir el doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma Metropolitana (2007). 

Lograr calidad en educación - más allá de cómo se defina concretamente este concepto - es tarea titánica, delicada, compleja, multi- y trans-sectorial, sostenida, de largo aliento, de varias décadas, permanente, sin fin. Más si se trata no de lograrla en un plantel o en un conjunto de planteles sino en todo un sistema educativo. Por eso resulta curioso que hoy muchos se empeñen en hablar de excelencia educativa. Como sin con calidad, con buena educación, no bastara.

«Excelencia educativa» se ofrece o se propone hoy no solo para la universidad sino desde la educación inicial. La ofrece el plantel particular en su folletería promocional y la gran política educativa desde los gobiernos. De tanto leerla y escucharla en documentos, en charlas y en eventos tengo la impresión de que donde más se habla de excelencia es donde más lejos se está de alcanzarla.

Conservo hace muchos años esta cita de Pablo Latapí - inspirada en versos de León Felipe: “Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo, porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino con todos y a tiempo” - que ahora me sirve para enmarcar esta breve reflexión. No solo no perdió sino que ganó en relevancia y en vigencia.

"El propósito de ser excelente conlleva la trampa de una secreta arrogancia", escribe Latapí, maestro de maestros, para quien calidad educativa, equidad y servicio social fueron siempre de la mano. Arrogancia que niega las realidades de la educación en nuestros países y la necesidad de transformarla con sentido de justicia y equidad, para poder construir sociedades más felices, más democráticas, más igualitarias, más y mejor educadas.

Son tiempos de exacerbado individualismo-narcisismo y perenne inequidad social, en que se ha ido perdiendo la pasión transformadora de la educación no para mejorar puntajes en pruebas sino para transformarnos como personas, para transformar la realidad y el mundo en que vivimos. Hay, al mismo tiempo, creciente conciencia de que, a nivel global y de cada país, no hay calidad educativa posible mientras no se avance en equidad. El aprendizaje a lo largo de la vida se ha propuesto como nuevo paradigma para la educación en el siglo XXI, dentro y fuera de las aulas. La colaboración (antes que la competencia), la empatía y la inclusión se incorporan a las reformas y a las políticas educativas como valores deseables en las personas y como competencias indispensables del 'aprender a aprender' y para la convivencia social. La Agenda 2030 para la Educación adopta como lema central "que nadie se quede atrás". En este contexto, el discurso de la excelencia va a contramano y resulta hasta chocante.

Paradójico: el Ecuador habla de excelencia, Finlandia de calidad.

"El Modelo Ecuatoriano de Excelencia (MEE) es un instrumento práctico que ayuda a las instituciones públicas a establecer un sistema de gestión apropiado, midiendo en qué punto se encuentra dentro del camino hacia la excelencia, identificando posibles debilidades y definiendo acciones de mejora" se lee en el informe de Rendición de Cuentas 2016 del Ministerio de Educación (p. 29)

"Toda escuela una buena escuela" es el lema de los finlandeses, que han logrado, a lo largo de varias décadas, convertirlo en realidad y en desafío continuo, no para una minoría sino para todos. Nunca aspiraron a ser los mejores en PISA, reiteran los arquitectos de la nunca acabada reforma educativa en ese país. No hablan de excelencia. Lograr una "educación de excelencia" jamás estuvo en su ideario, solamente lograr una buena educación para todos, prestando para ello atención tanto a la equidad como a la calidad. Y por eso han logrado lo que hoy se expresa a nivel mundial como un deseo para el año 2030 y más allá, fraseado en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 como asegurar una educación equitativa, inclusiva y de calidad que ofrezca oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos.

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Educaciones


Artículo 26

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.

2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.

3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

El derecho a la educación, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), se refiere a la educación escolar, a la educación formal, a la escolarización.

El 3 de diciembre de 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una Resolución que proclamó el 24 de enero como «Día Internacional de la Educación»Educación se refiere a la educación formal, al sistema educativo

El Indice de Educación, parte del Indice de Desarrollo Humano (IDH), también se refiere a la educación escolar. Desde 2010 los dos indicadores del Indice de Educación son años promedio de escolaridad y años esperados de escolarización. Hasta 2010 fueron la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta de matriculación en educación primaria, secundaria y terciaria. 

Las agendas y planes internacionales para la educación, y la «Transformación Educativa» propuesta en 2022 por Naciones Unidas, han organizado sus objetivos y metas en torno a los niveles del sistema educativo formal.

No obstante, la educación escolar no es la única educación. Existen otras educaciones que contribuyen a los aprendizajes de niños, jóvenes y adultos.

Para empezar, es importante diferenciar escolarización y educación. La primera se realiza fundamentalmente en el sistema educativo; la segunda se realiza dentro y fuera del sistema educativo. 

Se hace educación en el hogar, a cargo de la familia nuclear y ampliada: padres, madres, abuelos, tíos, hermanos mayores, etc. Esta juega un papel esencial en la primera infancia y un rol importante a lo largo de toda la vida. La escuela cuenta con la colaboración de la familia a lo largo de la trayectoria escolar de los alumnos y en situaciones excepcionales como fue la pandemia del COVID-19 y el confinamiento, cuando los hogares alojaron a las escuelas mientras los planteles educativos estuvieron cerrados. Además, en el hogar también se puede escolarizar (homeschooling).  

Está asimismo la educación en la comunidad, en el barrio o localidad urbana o rural donde se vive, a partir de la interacción con amigos y vecinos, en la experiencia cotidiana de convivencia comunitaria, en el aprendizaje al aire libre, etc. 

Hay también autoeducación, la educación que cada persona se procura a sí misma a través del juego, la lectura, la observación, el trabajo, el servicio a otros, la reflexión, la experimentación, el contacto con la naturaleza, los viajes, la inmersión cultural, la actividad deportiva, la navegación en internet, el voluntariado, etc. 
 
Las diferentes educaciones se superponen entre sí, volviendo difusos los límites entre escolar y extra-escolar, formal, no-formal e informal, presencial y a distancia. Muchos esquemas y diagramas que hemos utilizado en el pasado para representar espacios y modalidades educativas ya no sirven. 

La «Educación para Todos» acordada en Jomtien, Tailandia, en 1990, bajo la coordinación de UNESCO, UNICEF, PNUD, FNUAP y Banco Mundial, aprobó una "visión ampliada de la educación básica" destinada a "satisfacer necesidades básicas de aprendizaje" de niños, jóvenes y adultos, dentro y fuera del sistema escolar, incluyendo el papel de la familia, la comunidad, y los medios de información y comunicación.


Educación para Todos (1990-2000)
Seis metas de educación básica:

Satisfacción de necesidades básicas de aprendizaje


Primera infancia

familia, comunidad, centro de desarrollo infantil

cuidado y desarrollo infantil

1. Expansión de la asistencia y actividades de cuidado y desarrollo de la primera infancia, incluidas intervenciones de la familia y la comunidad, especialmente para los niños pobres, desasistidos e impedidos.

Infancia

escuela

2. Acceso universal a la educación primaria (o a cualquier nivel más alto considerado "básico") y terminación de la misma, para el año 2000.

Infancia, juventud 

escuela

3. Mejoramiento de los resultados del aprendizaje de modo que un porcentaje convenido de una muestra de edad determinada (ej. 80% de los mayores de 14 años) alcance o sobrepase un nivel dado de logros de aprendizaje considerados necesarios.

Jóvenes, adultos 

educación no-formal

alfabetización

4. Reducción de la tasa de analfabetismo adulto a la mitad del nivel de 1990 para el 2000. El grupo de edad adecuado debe determinarse en cada país y hacerse suficiente hincapié en la alfabetización femenina a fin de modificar la desigualdad frecuente entre índices de alfabetización de hombres y mujeres.

Jóvenes y adultos

educación básica y capacitación

5. Ampliación de los servicios de educación básica y capacitación a otras competencias esenciales necesarias para los jóvenes y los adultos, evaluando la eficacia de los programas en función de la modificación de la conducta y del impacto en la salud, el empleo y la productividad.

Individuos, familias 

conocimientos, capacidades y valores

todos los canales de educación, incluidos medios de información y comunicación

6. Aumento de la adquisición por parte de los individuos y las familias de los conocimientos, capacidades y valores necesarios para vivir mejor y conseguir un desarrollo racional y sostenido por medio de todos los canales de la educación - incluidos los medios de información modernos, otras formas de comunicación tradicionales y modernas, y la acción social - evaluándose la eficacia de estas intervenciones en función de la modificación de la conducta.

Elaboración: Rosa María Torres



El aprendizaje a lo largo de la vida - definido por la UNESCO como paradigma para la educación y los aprendizajes en el siglo XXI - reconoce que el aprendizaje es ubicuo y se realiza a través de múltiples vías, a lo largo y a lo ancho de la vida, lo que ha llevado a ampliar la noción de educación y el alcance del derecho a la educación.

El
«Día Internacional de la Educación» nos convoca a honrar y celebrar todas las educaciones, no solo la de las aulas.

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"Los estudiantes en el Ecuador son buenos para memorizar"



"Los estudiantes en el Ecuador son buenos para memorizar. La memorización es buena para aprender tareas simples. Pero a medida que la tarea se complejiza y requiere estrategias de resolución de problemas la memorización hace daño antes que ayudar. 
Los profesores no son muy dúctiles para ayudar a los estudiantes a resolver problemas complejos. Así pues, el reto no es hacer más de lo mismo; el reto es cambiar. Cambiar la naturaleza de la enseñanza y de la instrucción para que los estudiantes tengan más control sobre su aprendizaje".
Andreas Schleicher, en Quito, 11 dic. 2018  

Esto dijo en Quito Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, en el acto de presentación del infome de resultados de PISA-D. El Ecuador obtuvo bajos resultados en las tres áreas evaluadas - lectura, ciencia y matemáticas - y especialmente en esta última.

Las pruebas se aplicaron en octubre de 2017. 71% de los estudiantes ecuatorianos de 15 años obtuvo bajo desempeño en Matemáticas, 57% en Ciencia y 51% en Lectura.

Schleicher puso el dedo en la llaga al destacar algo que los ecuatorianos conocemos bien: el carácter memorístico de la educación en este país.

La memoria es indispensable para aprender, pero el aprendizaje requiere ir más allá de memorizar y repetir; aprender implica comprender, pensar, razonar, reflexionar.

En el excesivo peso dado a la memorización como estrategia de enseñanza y de aprendizaje radica sin duda una de las claves de los pobres resultados en Matemáticas.

Matemáticas es el área de más bajos resultados en PISA en general y en América Latina y el Caribe en particular. El proverbial "miedo a las Matemáticas" es asunto de preocupación mundial.

Las pruebas PISA evalúan competencias, capacidad de resolver problemas. Esto requiere un nivel mayor de complejidad que la mera memorización de información.

No se trata de satanizar la memoria. Esta es esencial en el aprendizaje, en el trabajo, en la vida diaria. De lo que se trata es de entender mejor qué papel tiene y cómo opera la memoria en el proceso de aprendizaje. La Neurociencia aporta hoy nuevo conocimiento sobre el tema, nuevo conocimiento que es esencial que manejen los profesores no solo para mejorar la enseñanza sino para optimizar su propio aprendizaje. Hoy sabemos que aprender de verdad implica almacenar el nuevo conocimiento en la memoria de largo plazo. Y esto implica manejar bien los períodos de concentración y de descanso, la competencia y el estrés en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Aprendemos mejor en la colaboración antes que en la competencia, en ausencia de estrés antes que bajo tensión.

La pérdida de memoria ha sido usualmente un tema asociado al envejecimiento. No obstante, hoy en día el debilitamiento de la memoria se está iniciando mucho antes. La creciente dependencia de las tecnologías digitales y los motores de búsqueda en internet está llevando a adolescentes y jóvenes a perder capacidad de memorización y confianza en su habilidad para retener y recordar información.

Estamos pues en un momento que invita a un doble movimiento en relación a la memoria: por un lado, reforzarla y cultivarla en todas las edades y, por otro, revisar su papel como herramienta pedagógica también en todas las edades.

En sistemas educativos altamente memorísticos como el ecuatoriano, destronar a la memoria como reina de la Pedagogía implica repensar radicalmente la formación y la capacitación docente, matriz en la cual se reproduce el memorismo como estrategia central tanto de aprendizaje como de enseñanza.

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- El modelo de preparación docente que no ha funcionado

¿Qué es un «docente calificado»?





El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) está dedicado a la educación: "Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos". El ODS 4 tiene 10 metas, la última de ellas, Meta 4.c., se refiere a los docentes y a la necesidad de contar con «docentes calificados»
Meta 4.c. Maestros y educadores. Para 2030 aumentar considerablemente la oferta de maestros calificados, entre otras cosas mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo.

Indicadores:
37. Porcentaje de docentes calificados según normas nacionales por nivel educativo y tipo de institución.
38. Porcentaje de alumnos por docente calificado por nivel educativo.
39. Porcentaje de docentes en: a) enseñanza preescolar; b) primaria; c) primer ciclo de secundaria; y d) segundo ciclo de secundaria que han recibido al menos el mínimo de formación docente organizada (por ejemplo, formación pedagógica), inicial o durante el empleo, necesaria para la docencia en un nivel pertinente en un país determinado.
40. Porcentaje de alumnos por docente formado por nivel educativo.
41. Salario medio de los docentes en relación con otras profesiones que exigen calificaciones o un nivel educativo comparable.
42. Tasa de abandono de docentes por nivel educativo.
43. Porcentaje de docentes que han recibido formación en el empleo durante los últimos 12 años por tipo de formación.
Copiamos abajo lo que dice la UNESCO sobre qué es un «docente calificado». Se hace la diferencia entre «docente calificado» (cumple con los requisitos académicos establecidos en cada país) y «docente capacitado» o «docente formado» (tiene formación pedagógica).

Por primera vez en una agenda educativa internacional se plantea una meta específica sobre los docentes y se hace referencia a su calidad. Importante asimismo la distinción entre poseer un título académico y saber de pedagogía. A menudo, como se reitera, la formación inicial docente dedica poca atención a la formación pedagógica.

NOTA: El texto usa el término cualificado. En otras traducciones aparece como calificado. La RAE considera sinónimos ambos términos.



(4 octubre 2018)

El Día Mundial de los Docentes 2018 hará hincapié en el derecho a personal calificado, tema escogido para conmemorar el 70° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que reconoce a la educación como un derecho humano fundamental. ¿Qué significa exactamente un «docente calificado»?

¿Cómo definir a un «docente calificado»?

Un docente calificado se define generalmente como un docente que posee al menos los títulos académicos mínimos requeridos para enseñar determinadas materias en determinado nivel, en un país determinado. No obstante, esta definición no incluye a los docentes formados, algo que hace referencia a aquellos docentes que recibieron al menos la formación pedagógica estructurada mínima (inicial y continua) requerida para enseñar a determinado nivel. Esto significa que, en ocasiones, los docentes poseen los títulos académicos requeridos para enseñar, pero no han recibido la formación pedagógica, o viceversa. Algunos docentes no poseen los títulos académicos ni la formación pedagógica.

¿Los países disponen de suficientes «docentes calificados»?

No. En muchas regiones y en países de bajos ingresos existe a la vez la escasez de docentes formados y de docentes calificados. En el África subsahariana solo el 64% de los docentes de enseñanza primaria han sido formados. En Asia meridional esta tasa alcanza el 71%. Se han observado diferencias entre los países en lo que respecta a la duración de los planes de estudio, el contenido de los programas, la calidad de la experiencia en el terreno, la práctica de la enseñanza y varios otros aspectos.

En ocasiones, los programas de formación docente no incluyen ningún período de práctica supervisado y ni siquiera exigen títulos académicos. Estas diferencias cualitativas en la formación y en las calificaciones de los docentes afectan la calidad de la enseñanza en clases y, finalmente, los rendimientos académicos de los alumnos. En 2015, en el África subsahariana, solo el 62% de los docentes de la primaria y el 45% de los de la educación secundaria había logrado terminar exitosamente la formación pedagógica mínima requerida para convertirse en docente, según las normas nacionales.

¿Cómo se puede garantizar el derecho a un personal docente cualificado cuando hay escasez de éste?  

Uno de los principales desafíos del derecho a la educación en el mundo es la escasez crónica de docentes. Con unos 262 millones de niños y de jóvenes aún sin escolarizar a lo largo de todo el mundo, será necesario contratar a millones de docentes calificados para alcanzar el objetivo de universalización de la enseñanza primaria y secundaria de aquí a 2030. La escasez de docentes debe colmarse prioritariamente en África subsahariana: unos 17 millones de docentes son necesarios ya que el 70% de los países se ve confrontado a una aguda escasez a nivel de la primaria y el 90% a nivel de la educación secundaria. Esta escasez de docentes es más flagrante entre las poblaciones vulnerables, fundamentalmente las niñas, los menores discapacitados, los niños refugiados y migrantes y los niños pobres que viven en regiones rurales o remotas.

¿Qué impacto tiene la escasez de docentes?

La escasez de docentes obstaculiza los esfuerzos desplegados en numerosos países de bajos ingresos para lograr una educación de calidad, equitativa e inclusiva. Para colmar esta escasez los países contratan, mediante contratos temporales, a docentes que no poseen la formación y las cualificaciones requeridas o que no tienen el estatus profesional adecuado. Estas medidas agravan aún más la falta de equidad en la educación.

La falta de equidad es la situación más evidente en las situaciones de emergencia y de conflicto, en que los docentes suelen ser poco numerosos. En los contextos de urgencia, es esencial brindar una educación a los niños para ayudarlos a enfrentar esta situación. No obstante, los organismos humanitarios deben contratar a menudo a docentes que no están preparados para responder a las necesidades complejas de los niños vulnerables.

¿Qué hace la UNESCO con miras a mejorar esta situación?

La UNESCO ha hecho de la oferta de docentes debidamente formados, apoyados y capacitados una de sus prioridades absolutas. Los docentes calificados son esenciales para garantizar el derecho a una educación de calidad. Tras la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular del Objetivo 4 sobre educación inclusiva y de calidad, y de la meta relativa a los docentes (ODS 4.c), el Día Mundial de los Docentes ofrece la oportunidad de hacer un balance de los logros alcanzados y de promover la profesión docente.

Más información sobre qué hace la UNESCO en favor de la capacitación de los docentes
- Día Mundial de los Docentes
- Premio UNESCO-Hamdan

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