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Sobre educación de jóvenes y adultos - América Latina y el Caribe

César Mejía - Ecuador

Rosa María Torres

Junto aquí textos relacionados con la educación de personas jóvenes y adultas, educación de la familia, educación ciudadana y aprendizaje a lo largo de la vida incluidos en este blog (en español).
Hice esta compilación con oportunidad de dos eventos en los que participé en México en junio 2014 y como un aporte a sus participantes.
» Encuentro Internacional de Alfabetización y Abatimiento del Rezago Educativo, INEA-OEI, México DF., 16-17 junio 2014.
Conferencia magistral: "Experiencias Latinoamericanas de Alfabetización".
» Conferencia "Los retos de la alfabetización en contextos de diversidad cultural y lingüística", IEEA- Oaxaca, Oaxaca, 20 junio 2014.


INFORMES DE INVESTIGACION Y APORTES CONCEPTUALES


▸ Alfabetización de adultos en América Latina y el Caribe: planes y metas 1980-2015



▸ Analfabetismo y alfabetismo: ¿de qué estamos hablando?

▸ Para eliminar el analfabetismo hay que eliminar la pobreza


▸ Los erradicadores del analfabetismo

▸ Sobre analfabetismo y alfabetización: Declaración de miembros del GLEACE

▸ Los niños como educadores de adultos

▸ Educar a los niños o a los adultos: Falso dilema

▸ Presentación del libro de Emilia Ferreiro “Alfabetización de niños y adultos: Textos escogidos”

▸ Lectura: El adentro y el afuera

▸ Escolarizado no es lo mismo que educado

▸ El fracaso alfabetizador de la escuela

▸ ¿Renuncia a un mundo alfabetizado?

▸ "Mujeres, indígenas y discapacitados"

▸ La trilogía alumna-madre-maestra

▸ ¿Por qué los padres de familia solo existen para los problemas?

▸ El modelo de preparación docente que no ha funcionado 

▸ Sobre educadores, buenos educadores y profesionalización

▸ Participación social en educación y observatorios ciudadanos

▸  Incidir en la educación

▸ Los múltiples Paulo Freires

▸ ¿Tecnologías en el aula? Así no

▸ Preguntas y respuestas sobre educación de adultos

▸ Las 4 A como criterios para identificar "buenas prácticas" en educación

EXPERIENCIAS


Argentina


Bolivia



Ecuador


México


República Dominicana  

Uruguay


Venezuela

Satisfacción excesiva con la educación



(actualización: 10 mayo 2023)

(English: Latin America oversatisfied with public education)

"Tradicionalmente, la calidad de vida se ha medido en relación con indicadores objetivos. En Calidad de vida: Más allá de los hechos se visualiza a través de una nueva lente: la percepción de la gente. Con base en una versión adaptada de la Encuesta Mundial de Gallup, que incorpora preguntas específicas sobre América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó un sondeo entre residentes de toda la región y observó que las percepciones sobre la calidad de vida suelen diferir mucho de la realidad. Estas sorprendentes conclusiones cobran enorme importancia para la economía política de la región y aportan valiosa información para provecho de quienes formulan las políticas y promueven el desarrollo".

Un estudio realizado por el BID a partir de la Encuesta Mundial Gallup 2007 (40 mil personas en 24 países de América Latina contestaron la encuesta) reveló que los latinoamericanos están en general satisfechos con sus vidas y, en particular, con la educación que reciben.

La discrepancia entre realidades y percepciones resultó particularmente llamativa en el campo educativo. Siendo América Latina una región con históricos problemas de calidad y equidad en educación, con aprendizajes siempre por debajo de lo esperado, según lo ratifican pruebas nacionales (elaboradas en cada país), regionales (LLECE) e internacionales (PISA, entre otras), la satisfacción de los latinoamericanos con la educación es mucho más alta que la de ciudadanos en países con mejores sistemas escolares y mejores resultados de aprendizaje. El desfase entre realidades y percepciones se repite una y otra vez en encuestas y estudios.

La «excesiva satisfacción» se da también en relación a los servicios de salud, pero es mucho más pronunciada en el caso de la educación. La satisfacción con la educación es mayor entre quienes tienen baja escolaridad (asociada, a su vez, a mayor pobreza) y disminuye mientras mayor es el nivel de escolaridad de las personas (asociada con una actitud más crítica). Ante la pregunta: “¿Piensa usted que la mayoría de los niños recibe buena educación?”, la mayor cantidad de respuestas positivas provinieron de personas con educación secundaria incompleta. 

Se le conoce también como
«paradoja de las aspiraciones»: los que menos tienen, los que reciben la educación de la peor calidad, son los más satisfechos, los más conformes, los que están en peores condiciones para reconocer y exigir una educación de calidad. Esta paradoja se aplica a muchos otros campos.
“La mayoría de latinoamericanos están satisfechos con sus sistemas educativos porque valoran la disciplina, la seguridad y la infraestructura física de sus escuelas más que las puntuaciones que obtengan sus hijos en las pruebas académicas” (Prefacio al libro del BID Calidad de vida: Más allá de los hechos).
En otras palabras: el aprendizaje - qué, cómo y para qué se aprende en el sistema escolar - tiene poca importancia frente a tres cuestiones: disciplina, seguridad e infraestructura.

Disciplina

 
Muchas familias esperan que el sistema escolar haga con sus hijos lo que éste hizo con ellos y lo que les cuesta cada vez más hacer a ellos mismos: disciplinarles. Normas, instrucciones, horarios, uniformes, deberes, premios y castigos, son parte del paquete disciplinador. Al sistema escolar se le encarga entre otros
«inculcar valores» - como suele decirse - y desarrollar «hábitos de estudio».

Para la ideología educativa convencional, el buen profesor es disciplinador. Profesores flexibles, amigables, dialogantes, innovadores, son muchas veces incomprendidos y hasta mal vistos por las autoridades y por los padres de familia. No falta quien tilda de
«vago» al que alienta el juego y la diversión como parte del aprendizaje, al que se sale de lo normado y explora otras formas de enseñar y de aprender: reír, ensuciarse, sentarse en el suelo, conversar en clase, trabajar en grupo, hacer o escuchar música, salir de excursión, hacer actividades al aire libre ...

La obsesión con la disciplina rigidiza las mentes y las relaciones, legitima el autoritarismo y la imposición antes que el diálogo y el razonamiento, anula la espontaneidad, la curiosidad, la creatividad y la libertad esenciales para aprender.

Seguridad


Violencia e inseguridad son temas centrales y en ascenso en América Latina. En este marco, la escuela pasa a ser vista por las familias como una aliada fundamental, lugar donde sus hijos están guardados, vigilados, cuidados. En contextos de gran violencia como los que caracterizan a muchas ciudades latinoamericanas, preservar la vida tiene prioridad. Qué y cómo aprenden sus hijos ha sido siempre tema poco atendido por las familias, no solo en estratos pobres.

No obstante, la violencia está instalada en el propio sistema escolar. Hay violencia en la cultura escolar, en la imposición de reglas, en la negación del diálogo, en el castigo. La violencia de la familia, del barrio, de la sociedad,  entra a la escuela junto con los alumnos, los padres y los profesores. El bullying florece entre compañeros, entre pares. Robos, asaltos, drogas, acoso, muerte, son parte del escenario escolar en el mundo.

La inseguridad y el miedo no contribuyen al desarrollo de una buena educación. Llevan a cerrar la boca, a poner cerrojos en las aulas, a amurallar las escuelas.

Infraestructura


En el imaginario social, educación es en primer lugar edificio y solo después enseñanza y aprendizaje.

Imaginario social e imaginario político coinciden en el apego por la infraestructura. La
«obra» en educación es construir e inaugurar aulas y planteles, el componente más fácil y más rápido de resolver en educación. Los electores son sensibles a la obra tangible. Los políticos lo saben, le dan alta visibilidad y alimentan el imaginario de la educación como infraestructura. 

El peso de la
«obra» impide percibir e incluso imaginar educación al aire libre, a distancia, en casa, autoeducación, etc. Impide reconocer que la buena educación depende mucho más de un buen maestro o maestra que de una infraestructura vistosa, que la calidad de la educación se juega mucho más en la calidad de las relaciones que en los materiales de construcción. 

El shock de PISA

La «satisfacción excesiva» con la educación, y la distancia entre percepciones y realidades, se repite en encuestas y estudios en todo el mundo, no solo en América Latina y el Caribe. 

- Andreas Schleicher, director e impulsor de la prueba internacional PISA, comenta el shock que produjeron los resultados de las primeras pruebas PISA entre gobiernos de países europeos, entre ellos su propio país, Alemania. "Los alemanes daban por sentado que las oportunidades de aprendizaje eran las mismas en todos los centros educativos, ya que se habían dedicado esfuerzos signi­ficativos a garantizar que todos los centros tuvieran los mismos recursos y que estos fueran adecuados. Pero los resultados de PISA 2000 revelaron grandes disparida­des en los resultados educativos, dependiendo de si se trataba de centros educati­vos favorecidos a nivel económico o no. Además, la prueba de la consistencia en los centros educativos de Finlandia, donde las diferencias de rendimiento entre cen­tros representaban solo el 5% de variación en el rendimiento estudiantil, dejó una profunda huella en Alemania, donde las diferencias de rendimiento entre centros educativos representaban casi un 50% de la variación en el rendimiento escolar. En otras palabras, en Alemania importaba mucho en qué centro educativo en particular se matriculaba a un niño" (Schleicher, 2018: 21-29). 

- EE.UU. fue también un país sorprendido con los bajos resultados en PISA e interesado cada vez más en conocer de cerca la experiencia de Finlandia. En México, en la encuesta de padres de 2007 el 77% de los padres dijo que la calidad de los servicios educativos proporcio­nados por los centros educativos de sus hijos era buena o muy buena. No obstante, en PISA 2006 aproximadamente la mitad de los jóvenes mexicanos de 15 años obtuvo una puntuación igual o inferior al nivel más bajo de competencia establecido por PISA. 

- Los resultados de PISA vienen ubicando reiteradamente a la cola a los países latinoamericanos participantes. Familias, estudiantes y autoridades educativas parecen sorprenderse una y otra vez con los resultados, y hacer muy poco al respecto.  

Observatorio Argentinos por la Educación

- En u
na encuesta del Observatorio Argentinos por la Educación (Ziegler et.al. 2022) dirigida a una muestra representativa de 500 madres de todo el país con hijos en la escuela primaria (estatal y privada) 52% de las madres dijo que la educación en Argentina no es buena, pero el 90% valoró positivamente la educación de sus hijos. Solo el 1% consideró mala la educación de sus hijos, pero el 21% calificó de mala la educación argentina. 

- La brecha de percepción es más amplia entre las madres con mayor nivel educativo. Solo el 10% de las madres con terciario o universitario completo consideró que la educación en el país es “muy buena”, pero la cifra asciende al 46% cuando evalúan la educación de sus hijos. Entre las madres con secundaria incompleta el 22% cree que la educación en Argentina es “muy buena”, mientras que el 40% valora así la educación de sus hijos.

- En definitiva, hay una opinión muy polarizada sobre las condiciones de la educación argentina en general y una visión favorable sobre la formación de los propios hijos escolares. 

- Las madres encuestadas expresaron mayoritariamente una imagen positiva de la escuela, a la que asocian con aprendizaje (69%), progreso (58%) y esfuerzo (47%). El 85% dijo que la educación les aporta a sus hijos herramientas para insertarse en el mundo del trabajo.

- Al comparar la educación actual con la del pasado, 44% de las madres dijo que la educación que reciben sus hijos es peor que la que ellas recibieron, mientras que 39% consideró que la educación ahora es “mejor” o “mucho mejor”.

- Otra encuesta del Observatorio Argentinos por la Educación (Ziegler et.al. 2023) indagó qué priorizan las familias al elegir escuela. Se relevaron en julio de 2022 las opiniones de 500 madres de hijos que asisten a escuelas primarias de todo el país. Según datos del Ministerio de Educación, el 74% de los alumnos de primaria asistían en 2021 a establecimientos de gestión estatal. Tanto para quienes envían a sus hijos a escuelas estatales como privadas la principal expectativa está relacionada con el aprendizaje (67% y 69%, respectivamente), seguido por la importancia de que la escuela los prepare para continuar estudiando (58% y 57%, respectivamente). Las principales diferencias se dan en relación a que los niños encuentren en la escuela un espacio de socialización y encuentro con pares (55% de las madres cuyos hijos asisten a escuelas privadas lo identifican, contra 39% de madres de escuelas estatales), y en menor medida, que la escuela los prepare para el mundo laboral (55% privadas contra 48% estatales) y que adquieran disciplina (46% privadas y 40% estatales).

Lo que más se valora al elegir escuela es (a) la cercanía al hogar (característica más valorada entre quienes asisten a escuelas estatales versus escuelas privadas, 48% contra el 37,6%), (b) la propuesta pedagógica (más valorada entre quienes eligen escuelas privadas, 49,7% contra 28,8%) y (c) idiomas, talleres y religión (más valorados entre quienes eligen escuelas privadas, 27,2% contra 9,8%). En ambos grupos se valora el aprendizaje (53,2% contra 46,4%), y el compromiso del equipo docente y directivo.

La pandemia

- América Latina tuvo el cierre más prolongado de las aulas durante la pandemia del COVID-19 y una pérdida escolar de un año y medio, según estimaciones del Banco Mundial. Es también la región que dio menos importancia al tema, a juzgar por el análisis de la cobertura en los medios (Azevedo, et.al., 2023).

Hay quienes ven las discrepancias entre realidades y percepciones como signos de idiosincracia y de cultura - "somos optimistas", "somos pueblos felices" - y como una bendición desde el punto de vista de los ránkings. No obstante, se trata de un problema. La
«satisfacción excesiva», como se ha dicho, es reveladora de poca y mala información y educación. La complacencia es amiga de la inercia, del mejoramiento y del cambio.

Avanzar hacia una educación de calidad para todos implica elevar el nivel educativo de toda la sociedad y educar a la ciudadanía en los temas y problemas de la educación. El derecho a la educación incluye gratuidad y calidad, no cualquier educación. Para exigir una educación de calidad, para uno mismo y para los hijos, es indispensable aprender a discernir qué es una buena educación.

Referencias
- Azevedo, J. P., Demombynes, G. and Ning Wong, Y. (2023), "Why hasn’t the pandemic sparked more concern for learning losses in Latin America? The perils of an invisible crisis", World Bank, Washington D.C., April 20, 2023.

- Lora, E. (coord.). (2008). Calidad de vida. Más allá de los hechos, BID, Washington D.C.
https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Calidad-de-vida-M%C3%A1s-all%C3%A1-de-los-hechos.pdf
- La lamentable paradoja: con malas notas pero felices, Semana, Bogotá, 2/12/2013.
https://www.semana.com/nacion/articulo/pruebas-pisa-paradoja-estudiantes-brutos-pero-felices/366960-3/
- Schleicher, A. (2018). PRIMERA CLASE. Cómo construir una escuela de calidad para el siglo XXI. Fundación Santillana/OCDE, Madrid.
- Ziegler, S., Catri, G. y Orlicki, E. (2022). ¿Qué opinan las familias sobre la educación argentina y la de sus hijos?, Observatorio de Argentinos por la Educación, Buenos Aires, julio 2022.
https://prensa.argentinosporlaeducacion.org/la-mitad-de-las-familias-cree-que-la-educacion-en-argentina-es-mala-pero-el-90-valora-positivamente-la-educacion-de-sus-hijos

Ziegler, S., Catri, G. & Orlicki, E . (2023). ¿Qué priorizan las familias al elegir la escuela de sus hijos?. Observatorio Argentinos por la Educación.
https://argentinosporlaeducacion.org/wp-content/uploads/2023/01/%C2%BFQue-priorizan-las-familias-al-elegir-la-escuela-de-sus-hijos_.pdf

Niños latinoamericanos con cabellos rubios ...

Rosa María Torres

Quino

Niños latinoamericanos con cabellos rubios,
niños asiáticos con ojos redondos,
niños africanos con narices respingadas

En Asia Oriental, donde la inmensa mayoría de niños tienen los ojos rasgados, abundan los textos escolares y otros materiales ilustrados con imágenes de niños de ojos redondos, grandes, con pestañas largas y rizadas, como las de los personajes de dibujos animados. Pregunto por qué a una maestra en Nepal y me responde: "Porque los ojos redondos son bonitos". Pregunto en Tailandia a una mujer campesina que está aprendiendo a leer con el libro de primer grado de su hijo y me sonríe diciendo: "Este es un lindo niño. Así se ve mejor. Parece que viniera de la India". Los niños asiáticos de ojos rasgados aprenden en libros con imágenes de niños de ojos redondos que no se parecen a ellos, y aprenden, a través de ellos, no únicamente a leer sino a avergonzarse de sus ojos rasgados, a creer que son feos y que los lindos son otros, los diferentes a ellos.

En Africa, donde la mayoría de niños son negros y de pelo rizado, son comunes los textos y otros materiales educativos que muestran niños blancos, con rasgos europeos, la nariz fina, el pelo liso. Pregunto a una programadora de textos en Mozambique y me dice: "El pueblo no quiere identificarse con lo que es". Pregunto a un funcionario del Ministerio de Educación en Senegal y me dice: “El colonialismo pervive. Los franceses se quedaron en nuestras cabezas”. Los niños africanos no sólo aprenden a leer en textos poblados de niños europeos - con fisonomía, olores, gustos, comidas, juegos, muy distintos a los suyos - sino que aprenden a leer en las lenguas de esos niños europeos, sometiéndose a la humillación de una lengua que no se comprende y a la alienación de una cultura que no es la propia.

En América Latina, donde la mayoría de niños son mestizos o mulatos, los niños con los que interactúan en los libros escolares son niños blancos, regordetes, cabellos rubios, manos finas, complexión delgada, ubicados socialmente hacia arriba y geográficamente hacia el Norte, niños neutros sin trazas de raza, de lengua, de cultura. No necesito preguntar por qué, pues soy latinoamericana, conozco el racismo y me he topado con él en todos los países, en unos más abierto y brutal, en otros más disfrazado y sutil. Millones de niños y niñas latinoamericanos aprenden todavía con textos cuyos personajes se parecen más a los de las series norteamericanas de televisión que a sus papás, sus hermanos, sus vecinos, sus maestros, sus compañeros de clases, ellos mismos.

Niños de ojos redondos, tez blanca, cabellos rubios y lisos, se han adueñado de los libros, los periódicos y la televisión en todo el mundo, y se deslizan subrepticiamente en los sueños y las pesadillas de nuestros niños, enseñándoles a desear ser blancos, a despreciarse a sí mismos, a no aceptarse como son.

* Incluido en: Rosa María Torres, Itinerarios por la educación latinoamericana: Cuaderno de viajes, Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México, 2000. 

A propósito de afinidades históricas y lingüísticas ...

Rosa María Torres



Uno de los proyectos más desopilantes que me tocó ver mientras fui asesora educativa de UNICEF, en Nueva York, fue uno apenas iniciándose en Ceará, en el nordeste brasileño, una de las regiones más pobres de Brasil. 

Era 1994. UNICEF y las demás agencias internacionales promotoras de la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos (Jomtien, Tailandia, 1990) - UNESCO, Banco Mundial, PNUD y FNUAP - exploraban cómo extender el acceso a la educación primaria en el mundo aprovechando las entonces incipientes "nuevas tecnologías". La llamada Tercera Vía - educación formal, la primera, y educación no-formal, la segunda - concitaba el interés de todos, y especialmente del Banco Mundial, que siempre ha sido proclive a las fórmulas fáciles y rápidas para educar.

UNICEF fue invitada por el BM a apoyar un proyecto piloto que arrancaba en Ceará, con grandes expectativas. Niños y niñas muy pobres aprenderían con ayuda de cassettes grabados en Portugal, que contenían el programa de estudios de los cuatro primeros grados. Los cassettes (entonces en VHS) se acompañaban de un monitor. Un joven local, apenas con primaria terminada, cumplía la función de prender y apagar el monitor, pasar los cassettes y pararlos cada tanto para realizar una serie de preguntas sobre el material, que venían impresas en un manual. 

Fui enviada por UNICEF a Ceará a ver el programa. Antes de viajar, me había reunido en Washington con gente del Banco Mundial y había planteado una serie de inquietudes, entre otras la posible dificultad de que un material elaborado en portugués de Portugal no fuese entendido por niños brasileños en Ceará. (Sabido es que entre el portugués de Portugal y el portugués de Brasil hay enormes diferencias. Incluso a los brasileños educados les cuesta entenderlo). Los expertos anglófonos presentes desestimaron mi inquietud y ni siquiera prestaron atención al eventual problema. Lo que importaba es que ... ¡era portugués!.

Fui, ví y constaté. El programa era un desastre. Nada funcionaba, empezando por la energía eléctrica, inexistente en muchas escuelas. Los coordinadores - jóvenes, inexpertos, enfrentados por primera vez a aparatos - no daban pie con bola. Y nadie entendía el portugués de Portugal. Los alumnos estaban perplejos, hacían caras, se reían, mientras los coordinadores - que tampoco entendían- trataban de controlar la disciplina y de apoyarse en un material con una lista palabras que alguien había preparado, seguramente en la marcha, asumiendo que el problema era meramente léxico.

De vuelta en Nueva York, hice un informe aconsejando a UNICEF mantenerse al margen. El programa se esfumó al poco tiempo. Habrán recogido y embodegado los monitores, los cassettes y los impresos. Se habrá perdido dinero de los brasileños en el fallido experimento. Nunca más se habló de él. No lo ví mencionado en los informes de labores del BM ni de ninguna agencia.

Me acordé de ese programa a propósito de la convocatoria del gobierno ecuatoriano para reclutar profesores en España (julio 2013). La subsecretaria de educación que dio la rueda de prensa en Madrid indicaba que España es el primer país invitado ya que "tenemos afinidades tanto en el idioma como históricas". Como recuerda alguien, el término "afinidades" no es el más apropiado para rememorar la conquista, una conquista motivada por la codicia y marcada por gran violencia, como destaca el historiador español Antonio Espino en su libro La Conquista de América: Una revisión crítica.

Ya en el plano lingüístico, y en el momento actual, es cierto que en el castellano (o español) no existen las enormes diferencias que se dan en el portugués, pero las diferencias lingüísticas y culturales entre España y cualquier país de América Latina son grandes. España tiene una compleja realidad lingüística, incluidas las muchas variantes dialectales del castellano y las lenguas habladas en varias comunidades autónomas, y el Ecuador tiene una compleja realidad lingüística, con 14 lenguas indígenas y con sus propias variantes del castellano, fuertemente influencias por el kichwa sobre todo en la sierra y en la amazonía. 

Soy lingüista, pero no es necesario serlo para darse cuenta de que dentro de una misma lengua hay enormes variaciones y diferentes normas, y para saber que la lengua no es solo comunicación sino, sobre todo, cultura. En el programa de Ceará, hace muchos años, y en tantísimos ejemplos que podríamos mencionar, se sorprende uno muchas veces de la poca sofisticación con que se piensan la educación y la política educativa, despojadas de su inherente complejidad cultural, comunicacional y lingüística.

Para saber más:
» Brasil y Portugal no hablan el mismo idioma
» Entra en vigor en Brasil el acuerdo que unifica la ortografía de la lengua portuguesa (2009)
» Idioma español en el Ecuador (Wikipedia) 
» Archivo de lenguas y culturas del Ecuador
» Indignado ecuatoriano: El neocolonialismo se afina, por Atawallpa Oviedo Freire

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Los Ministros de Educación del MERCOSUR y la prueba PISA

Rosa María Torres
Tomado del sitio de la OCDE/OECD
Nos proponemos aquí dar a conocer algunas inquietudes de los Ministros de Educación del MERCOSUR (reunión de Ministros de Educación, Montevideo, 14 junio 2013) en torno a la prueba internacional PISA, expuestas en una carta dirigida al coordinador de PISA; comentar los señalamientos de los ministros en relación a dicha prueba; y analizar la divulgación de la noticia en los medios de comunicación.

El MERCOSUR (Mercado Común del Sur) es un bloque subregional creado en 1991, integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela (Miembros Plenos) y, como Estados Asociados: Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Guyana, y Surinam. Los idiomas oficiales del MERCOSUR son español, portugués y guaraní.

PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) es una prueba internacional diseñada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que viene aplicándose cada tres años, desde el 2000, en planteles públicos y privados, a estudiantes de 15 años de edad, a fin de medir competencias en tres áreas: lectura, matemáticas y ciencias. La prueba se pensó inicialmente para los países de la OCDE. Progresivamente ha venido extendiéndose a 'países asociados' en las diversas regiones. 10 países de América Latina y el Caribe han participado hasta hoy en PISA: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago, y Uruguay. 

Prueba 2000: Argentina, Brasil, Chile, Perú.
Prueba 2003: Brasil, México, Uruguay.
Prueba 2006: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Uruguay.
Prueba 2009: Argentina Brasil, Colombia, Costa Rica,
Chile, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago, Uruguay.
Prueba 2012: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Perú, Uruguay.

La reunión ministerial en junio en Montevideo tuvo como antecedente el Seminario Mercosur sobre Políticas de Evaluación Educativa en la Región coordinado por Argentina y realizado en Buenos Aires cuatro meses antes, el 18 marzo de 2013. Los participantes - Ministros de Educación del Mercosur y miembros del Comité Técnico de Evaluación de Calidad del Mercosur - analizaron el documento “Hacia la generación de criterios regionales de evaluación” preparado para el evento (no logramos encontrar el documento). Los representantes de países expusieron la situación de la evaluación educativa en sus respectivos países, incluidos los institutos nacionales de evaluación creados recientemente en varios de ellos. El ministro de educación argentino, Alberto Sileoni, fue el anfitrión. (Ver agenda)

La carta de los Ministros de Educación del MERCOSUR a la OCDE fue noticia en muchos medios, pero lamentablemente el texto de la carta no fue incluido. Lo copiamos abajo, tomándolo del sitio web del MERCOSUR EDUCACIONAL. La carta está firmada por los ministros de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela. Ignoramos por qué no la firmaron los demás países. Por Ecuador estuvo presente un delegado (director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa - INEVAL, recién creado), quien tampoco firmó la carta.

Cabe notar que siete de los países integrados al MERCOSUR - Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay - y tres de los cuatro firmantes de la carta han participado en PISA,  obteniendo los últimos lugares en el ránking internacional de PISA. 

La carta de los Ministros de Educación del MERCOSUR


MERCOSUR MERCOSUL EDUCACIONAL
MERCOSUR/CMC/GMC/XLlV/RME/ACTA N°01/13 14 de junio de 2013
Montevideo - Uruguay
ANEXO VII

Montevideo, 14 de junio de 2013

Andreas Schleicher
Advisor to the Secretary General on Education Policy Deputy Director for Education and Skills
OECD
2, rue André-Pascal, Paris Cedex 15, France

Estimado Andreas,

Nos dirigimos a usted a fin de presentarle las principales reflexiones surgidas en el marco del "SEMINARIO MERCOSUR: POLÍTICAS DE EVALUACIÓN EDUCATIVA EN LA REGIÓN" en el que participaron autoridades y representantes de los Ministerios de Educación de la región.

Este seminario se realizó el día 18 marzo del corriente año, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina, a partir del acuerdo realizado en el Sector Educativo del MERCOSUR, durante las Reuniones de Ministros de Educación de los países del bloque (Acta N° 01/12 Y Acta N° 02/12).

Presentamos a continuación las principales reflexiones surgidas en esa ocasión:

1.- La evaluación a estudiantes de 15 años, en el caso de nuestra región, encierra diferencias significativas en relación a su trayecto educativo y a su escolaridad. Las recientes políticas de universalización de la educación básica y las estrategias para abatir la deserción, lograron que avanzáramos en la inclusión y reinserción de los estudiantes con rezago escolar.

Sería deseable que, al informar los resultados, se considerara en forma separada la información de las siguientes poblaciones: a) población de 15 años que se encuentra en el grado/año correspondiente a su edad teórica y b) población de 15 años que presenta rezago escolar. Permitiría obtener más información en relación a los sistemas educativos y acotaría las diferencias con los países que tienen universalizada la educación obligatoria.

2.- No compartimos la forma de presentación de resultados, poniendo el foco en los rankings de países. Es importante conocer las experiencias y los resultados de otros países para comprender mejor nuestra realidad, no obstante el efecto de la difusión de los resultados presentados de esta forma no contribuye a generar un ámbito de análisis y debate reflexivo, promoviendo más bien la competencia.

Se deberían buscar modalidades de divulgación que no se centren en la posición relativa de los países y que contemplen las diferencias estructurales de cada país.

En todo caso, los ordenamientos a priorizar deberían ser aquellos que tienen en cuenta el contexto socioeconómico y cultural de los países, no sólo de los estudiantes. Estas tablas fueron incluidas, en el caso de PISA 2009, en el Volumen U, por lo cual pasan inadvertidas para la mayoría de los usuarios. Algo similar podría ocurrir en cuanto a la participación de países y de ciudades, estados o regiones que no podrán incluirse en las mismas tablas.

3.- Dada la creciente participación de países que integran el MERCOSUR y la diversidad cultural de los pueblos, se debería asegurar que las pruebas incluyan situaciones apropiadas a los contextos de vida de los jóvenes de la región.

Una de las preocupaciones constantes de nuestros representantes en las instancias técnicas y políticas de PISA ha sido atender la adecuación de las situaciones planteadas en las pruebas a los contextos socioculturales de nuestros estudiantes. Este es un aspecto que debería ser mejorado, para que los resultados que produce el estudio nos proporcionen mejor información sobre el desempeño de nuestros jóvenes.

4.- Entendemos necesario que se permita la diversidad de software de aplicación de las pruebas en modalidad digital para que no constituya una limitación para los países, incluyendo el software libre y abierto entre las posibles aplicaciones.

Estas propuestas pretenden mejorar la aplicación de una prueba internacionalmente reconocida. Los países de la región que participan en las Pruebas PISA lo hacen con entera conciencia de su valor. Al mismo tiempo, deseamos a través de estas reflexiones, contribuir a un mejor aprovechamiento de los resultados de las pruebas para informar adecuadamente a la sociedad y para promover un reflexión constructiva en la búsqueda de una educación de calidad.

Sin otro particular, lo saluda con la más alta estima.

Ministro de Educación de la República Argentina
Ministro de Educación y Cultura de la República Oriental del Uruguay
Ministro del Poder Popular para la Educación Básica de la República Bolivariana de Venezuela Ministro de Educación de la República Federativa de Brasil

Comentarios sobre la carta

Cuatro son las preocupaciones centrales en torno a PISA expresadas por los ministros en esta carta:

a) una prueba pensada desde la óptica del Norte (los países de la OCDE), aplicada a realidades del Sur (en este caso MERCOSUR, América Latina y el Caribe); 
b) una prueba estandarizada, igual para todos, aplicada a realidades y sujetos muy heterogéneos;
c) una prueba aplicada a jóvenes de 15 años, asumiéndose que a esa edad están a punto de concluir la educación obligatoria, lo que no es el caso para un gran número de jóvenes latinoamericanos que ingresan tardíamente, repiten años o abandonan el sistema escolar antes de completar la educación obligatoria o la educación básica;
d) los resultados de la prueba convertidos en ránkings, ignorando los puntos de partida y fomentando la competencia.

Todas estas preocupaciones son legítimas y pertinentes. Son las que muchos especialistas venimos advirtiendo en torno a PISA en diversas partes del mundo, a las que se agregan nuevas inquietudes planteadas académicos y especialistas en Europa (ver: Is Pisa fundamentally flawed?, agosto 2013). Y son parte de un creciente movimiento mundial de crítica y resistencia a las pruebas estandarizadas y a la obsesión evaluadora que viene apoderándose de los sistemas educativos a nivel mundial. (Ver: "Un GERMen infecta a los sistemas escolares").

Los países son diversos y específicos en sus realidades, trayectorias y aspiraciones educativas, también dentro de la OCDE y del propio MERCOSUR. Grandes son también las diferencias y desigualdades al interior de cada país, como lo revelan los propios resultados de PISA así como los de pruebas nacionales y de la prueba regional aplicada por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) coordinado por la Oficina de la UNESCO en Santiago de Chile.

El video que aparece en el sitio de PISA en español - PISA: midiendo el éxito escolar en el mundo - ayuda a percibir lo inadecuado y alejado de muchos ítems respecto de las realidades de América Latina y de las de los quinceañeros latinoamericanos. 

Las situaciones y reparos expuestos por los Ministros del MERCOSUR son parte de un problema complejo, de orden más general, que va más allá de las especificidades de este grupo de países. Como señalaba el subsecretario de educación de Uruguay, Oscar Gómez, “Muchas veces no es que no se sepa lo que se tiene que saber, sino que se pregunta con cabeza de otro país y de otra cultura”.

Lastimosamente, la carta no incluye propuestas concretas para "latinoamericanizar" PISA. Tampoco se menciona la prueba regional del LLECE; la tercera prueba (TERCE) se viene aplicando en 15 países y sus resultados se anuncian para 2014. Las superposiciones, diferencias e incompatibilidades entre ambos sistemas y pruebas internacionales de evaluación, PISA y LLECE - sin hablar de las pruebas nacionales que aplican varios países de la región - configuran ya, de por sí, un enredado escenario de evaluación educativa en esta región.

Comentarios sobre algunos comentarios de los medios
 
¿Cómo se divulgó la iniciativa de los ministros de educación del MERCOSUR sobre la prueba PISA en los medios de comunicación y en las redes sociales?. Llama la atención la superficialidad, la falta de objetividad y el desconocimiento con que varios medios, especialmente de los propios países del MERCOSUR, trataron el asunto. Un caso a destacar es el editorial del diario El Observador, de Uruguay, país anfitrión del encuentro de Ministros.

"Triste pedido a la OCDE" tituló El Observador su editorial (25/06/2013), abundante en comentarios sobre la carta, sin incluirla, impidiendo de este modo a los lectores hacerse su propio criterio. Distorsionando los argumentos y el sentido de la carta, el diario afirmó que los ministros pedían "tratamiento preferencial en las pruebas PISA"... "una triste aceptación de inferioridad educativa y el reconocimiento de incapacidad para acercarnos a naciones con mejores niveles de enseñanza". Afirmó que Chile, "el país más desarrollado de la región", se negó a firmar la carta, al igual que Colombia. Y concluyó: "... es vergonzoso que los gobiernos pidan, como respuesta a su ineficacia educativa, que sus liceales sean medidos con más suavidad tolerante. Equivale a ponerlos en la misma situación que los caballos de carreras con hándicap, en las que se asigna menor peso a los equinos de más bajo rendimiento". "Estas claudicaciones seguirán produciendo estudiantes mal preparados para trabajar y competir en el mundo actual. Continuaremos además a la cola en las pruebas PISA, ya que la OCDE presumiblemente rechazará el pedido de estos siete gobiernos regionales. Y si se acepta el pedido, no por eso estaremos mejor: si no estamos en la cola de PISA, no será por nuestra mejora sino por una especial benevolencia. Pero la mala realidad educativa seguirá presente".

Muchas personas circularon esta nota en las redes sociales, haciéndose eco de su contenido, sin reclamar lo obvio - el texto de la carta - y sin hacer peguntas en torno a la prueba PISA y al estado del arte de la evaluación educativa en esta región y en el mundo.

Valga este caso para llamar la atención sobre dos grandes retos de esta 'sociedad de la información' y del campo de la educación específicamente: de un lado, la necesidad de un periodismo informado y responsable, que cuando menos no desinforme, y, de otro, la necesidad de una ciudadanía crítica, capaz de hacerse preguntas, de diversificar y ampliar sus fuentes de información, y de aceptar que la educación es campo especializado, campo de conocimiento y de debate, no solo de opinión.

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» Un apoyo crítico a las pruebas PISA, Página/12, 19 marzo 2013
» En 2015 se hará en el país una nueva prueba PISA, La Nación, Buenos Aires, 19 marzo 2013
» Quieren un sistema propio y regional de evaluación educativa, Primera Edición, 20 marzo 2013
» Ministros del MERCOSUR hacen llamado de atención a pruebas PISA, La Red 21, 15 junio 2013
» El MEC quiere cambiar las pruebas PISA, El País, Uruguay, 19 junio 2013
» Carta de los Ministros de Educación del MERCOSUR a PISA, CTERA, Argentina, 27 junio 2013
» Presidencia Pro Tempore de Uruguay: Reniones de Mercosur Educativo, Reunión de la Comisión Coordinadora Regional (CCR) de Mercosur Educativo y reunión de Ministros de Educación de Mercosur ampliado con el sector Educación de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS), SADOP, 1 julio 2013

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Una libreta, un bolígrafo, una mirada y aquella famosa oreja verde


Prólogo de Fabricio Caivano a
Itinerarios por la educación latinoamericana: Cuadeno de Viajes
de Rosa María Torres

Paidós, Buenos Aires-
Barcelona-México, 2000.

La autora me pidió un breve prólogo para este libro. Les confesaré que su amable petición me agradó pero también me suscitó algunas dudas.

La primera es que como lector, por higiene mental o por afán de entrar en materia, suelo evitar los prólogos pues son, en general, perfectamente prescindibles, a veces condicionan el juicio del lector, y en no pocas ocasiones suelen dedicarse a poner de relieve los supuestos saberes del prologuista antes que la sustancia del libro, su interés y valor. La segunda razón, tan subjetiva como la anterior, es que el prologuista obligadamente es un lector encadenado: no puede sino escribir con la tinta visible del elogio. Y hay aún una tercera cuestión que ahora me viene al encuentro: no hay prólogo capaz de atrapar a lector alguno si el libro no lo hace por sí mismo, en razón de su tema y autor.

Artmed, Porto Alegre,
2001, 344 págs.
Cumplo gustosamente con la segunda reserva. Y quiero ser sincero con el posible lector de estas líneas: tiene en las manos un libro extraordinario. Y lo que yo le diré aquí respecto a él es una pequeña parte de lo que, sin duda, hallará en su lectura. Libro fuera de lo ordinario porque lo habitual es que la escuela y sus protagonistas sean analizados desde la barrera y sometidos al afán taxonomista y al malabarismo académico con el que todo teórico que se precie envuelve su desconocimiento de la realidad escolar. Es éste un libro claro, que se entiende, lo que no puede decirse de tantos otros. Extraordinario además porque todo su instrumental metodológico consiste en una libreta, un bolígrafo, una mirada y aquella famosa oreja verde.

Me explico. En un poema famoso Gianni Rodari sostiene que hay que tener una “oreja verde”, una especial frecuencia de onda para sintonizar con la gente, en especial para comprender a los niños y niñas sin necesidad de someterles a los tontos interrogatorios habituales que les propinamos los adultos, desmemoriados de la fragilidad y la energía de nuestra propia infancia. En cuanto a los otros aparejos, libreta y bolígrafo, es todo cuanto necesita la autora para saltarse el sesudo entramado conceptual que se organiza el “experto” cuando se toma la molestia de descender al nivel de las escuelas y sus habitantes.

A Rosa María Torres le basta con mirar y escribir. Pero esa simplicidad es solo aparente. Primero hay que saber hacia dónde mirar y, sobre todo, cómo mirar para que nada se pierda y para estructurar, luego, lo visto y oído en una red de sentimientos y de reflexiones que sitúan lo particular en la trama de lo general y de perturbar el lector.

Se podría decir que este libro está hecho con ojos, corazón y pies. Ojos para saber ver el brillo oculto de lo que es, para muchos, invisible. Investigar es ver lo que otros no han sabido ver. Mirada, pues, en primer lugar. Corazón para sentirse cerca del otro en su plenitud contradictoria, aceptarlo con su defectos y virtudes, con sus dudas y miedos, con la fragilidad y la fuerza que la vida deja en las gentes que, cada mañana, salen a batallar con la realidad. Corazón para deshacer el hatillo de palabras con las que se cuentan a sí mismo, torpe ideología a veces y sabias reflexiones otras. Corazón también para no callar o aceptar cualquier respuesta, para excavar con esas preguntas que hacen daño pero que son necesarias para encontrar el tesoro. Forma parte del método esa empatía limpia, la que no se rinde al sentimiento dulce de sí misma sino que si conviene lanza el dardo de la crítica, del matiz y de la evaluación ajustada.

¿Y los pies?, se preguntará ya algún inquieto lector. Antes debo referirles una anécdota. Hubo en Cataluña un magnífico geógrafo, de biografía admirable y autor de una obra de gran amplitud y rigor profesional. Pau Vila era su nombre, y murió casi centenario. En una ocasión le pregunté cuál era su método, su modo de trabajar con el que había hecho un trabajo tan detallado y ambicioso. Y el maestro Pau Vila contestó: “Bueno... de la única manera que se puede hacer bien la Geografía: con los pies”. O sea, andando. Pues bien, Rosa María ha escrito también con los pies este libro, titulado justamente itinerario. Y eso es meritorio en un tiempo como el que vivimos en el que todos saben, con la cabeza, de educación y escuelas, un tiempo de televisión y realidades virtuales, de saberes librescos y en los que ya casi nadie anda mirando y mirando por las escuelas, con los pies firmes sobre el suelo. Hay que volver a usar los pies si queremos tener la cabeza despierta, el espíritu afilado y el bolígrafo dispuesto.

Para hablar de las escuelas, para ver lo que pasa entre sus paredes, para saber de sus anónimas alegrías y de sus ocultos desasosiegos, para captar todo lo hermoso y lo atroz que puede haber en ellas, hay que saber mirar sin intermediarios. Es decir, dejar a un lado momentáneamente los sesudos libros de pedagogía y sus repertorios de bibliografías que remiten a otros libros que a su vez citan al famoso teórico que dijo en su libro... Usar los pies es simple pero no simplista: andar, mirar y apuntar. Un género casi periodístico que no se cultiva. En la España de los años veinte hubo un caballero, abogado y periodista que llegó a diputado en Cortes, Luis Bello se llamaba, que recorrió las escuelas primarias españolas a modo de inspector andante, y publicaba sus crónicas en “El Sol” y otros diarios madrileños. El resultado de sus andanzas se reunieron en tres volúmenes intitulados “Viaje por las escuelas de España”.

Pues bien, Rosa María Torres ha escrito sus andanzas por algunos lugares de la educación latinoamericana, y el resultado son estos sesenta y ocho textos de relato de su viaje y una introducción en la que extiende el mapa moral con el que ella va a tratar de orientarse en su navegación. La autora nos dice con claridad de qué color es su esperanza, ese deseo que algunos cursis llaman hipótesis: transformar la escuela. Pero sabe que el reto no es sencillo, que hay que remover raíces muy profundas, señalar intereses políticos, quebrar inercias mentales.... “El problema es que el viejo modelo escolar es ante todo una mentalidad, algo que está en la cabeza de las personas e internalizado en el conjunto de la sociedad, antes que en los edificios y en las cosas”. El viejo precepto de que para conocer el sabor de la pera hay que comerla, se aplica aquí con exactitud. No basta con la pulcritud de las reformas educativas, ni con la aportación de algunas novedades fragmentarias, y menos aún con la ampulosa retórica bancaria y mundialista. Hay que disponer “de un conocimiento cabal de la realidad”. Una afirmación que, de puro obvia, se pasa sobre ella sin detenerse. Por eso hay en el libro afán de hurgar en la complejidad, gusto por el matiz y hay, sobre todo, esa educada impertinencia infantil que tiene la máquina de preguntar siempre cargada para traspasar la realidad convencional y cazar el raro pájaro de la verdad.

La autora no reconstruye, como hacen algunos teóricos, una realidad escolar simple, dicotómica, un escenario de buenos y malos propicio para aplicar la receta que finalmente arreglará las cosas al gusto de todos. Eso es demagogia, un juguete para sumar votos, un instrumento para adaptar la realidad a las ideas previas. La autora señala el pequeño detalle que habla con palabra callada, pasa el dedo por la superficie de la realidad en busca de alguna pista para interpretarla. Las personas, las instituciones y las situaciones son descritas en su complejidad, y son pensadas con la pasión y la ternura del que sabe que está sobre una mina de oro. Pero hay también una exigencia de verdad, un ideal de escuela que sirve de Norte a esta viajera en su navegación. Por eso hay en el libro la suave dureza del que sabe que la escuela, esa otra escuela ausente aún, podría ser un lugar para el saber, la dignidad y la felicidad de todos esos pequeños que la saludan.

El lector aprende en estas páginas la necesidad de aunar lucidez y sensibilidad en el análisis, pero aprende también que las palabras son muy delicadas y pueden ocultar la realidad o instalar falsos acuerdos. Las palabras que nos hablan de escuela, de educación o de la infancia deben ser repensadas con radicalidad, sometidas a examen y custodiadas como si fueran dioses. Los maestros son, en última instancia, los portadores de las palabras que nos humanizan. Por eso la autora presta una especial atención a las personas y a los lugares: entre ellos andan las palabras levantando el sentido del mundo.

En esta crónica de una escuela inesperada los actores son múltiples: maestros y maestras, niños y niñas, madres y algún padre, líderes populares, expertos varios... Todos son tratados con ese especial amor crítico que la empatía exige para ser de ley. Hay textos en los que el humor es una ráfaga de aire fresco que limpia una situación tensa para dejar en pie una reflexión clara, como en el texto “Y colorín colorado...”. Hay otros en los que el maestro o la maestra son descritos en pocas líneas, pero de tal manera que toda la energía de la experiencia pedagógica o de la práctica escolar, giran en torno a ellos, a su rica humanidad, a la calidad de su discurso o al orgullo de su profesión. Anónimos personajes que dejan en el lector el deseo de saber más de ellos y de su circunstancia, como protagonistas de una novela demasiado breve...

Ahí están ese magnífico y autoirónico Don Sandalio; la dulce Maestra Raquel que sabe el valor de la observación despaciosa; el empecinado Nemorio, que quiere cambiar la educación; las dos directoras de estilos tan diferentes y tan complementarios; las alegres mujeres de las escuelas comunitarias de Pernambuco que saben un secreto infalible para educar... Un paisaje de mujeres en el que hay algunos hombres también. Personajes breves, sencillos y anónimos pero que alzan su estatura moral ante el lector y le dejan la huella de sus palabras y la dignidad de su empeño. Con gentes así está claro que nada está perdido.

Otros textos son aproximaciones sobre el terreno a proyectos que llevan años en marcha. Con pocas líneas la autora las sitúa en su contexto, dando en dos pinceladas sus características sociológicas, institucionales y económicas. Experiencias “inspiradoras” las llama la autora. Algunas son procesos registrados y sistematizados con tesón, como “la joya” de Passo Fundo, en Brasil. Otros, como la Biblioteca Popular de Bella Vista o la de la Biblioteca de Montevideo, son hermosas experiencias de desarrollo comunitario; la titulada “Un día de Comunidad-Escuela” es una sugerente dialéctica entre sueño y realidad; el modesto pero sabroso proyecto “Leer y escribir ahora”, en Venezuela, muestra que con poco se puede mucho si hay calidad humana y compromiso profesional; o las Redes, en Colombia y Chile, que extienden su trama cooperativa, afectiva y técnica entre escuelas y maestros... Un itinerario de experiencias muy distintas pero de las que la autora acierta a poner de relieve lo esencial, algunos criterios básicos, estilos y planteamientos a destacar que estimulan la reflexión y pueden, en efecto, inspirar otras situaciones. Inspirar quiere decir generar ideas o sugerir reflexiones adicionales, pero también significa infundir ánimos y apoyar designios propios...

En resumen, ver, oír, registrar y reflexionar. Rosa María ha dejado en este cuaderno de viaje una crónica bellísima de la escuela que realmente existe, esa escuelita que empuja con dignidad algún anónimo educador en algún lugar remoto, pero que para los escolares es el centro del mundo; la escuela en donde sobrevive una esperanza aún para muchas gentes atrapadas por la pobreza y la ignorancia, hijas ambas de la injusticia y la opresión; la escuela y sus actores componen un mural esculpido con el mármol del coraje y del compromiso. Un libro pequeño y duro como una nuez, amargo y sabroso al mismo tiempo. Un libro que busca la complicidad del lector para que inicie él un viaje interior. Libro que llama a las cosas por su nombre, como las llama el pueblo cuando la cultura lo hace culto y libre. Un relato grande tejido con trozos de pequeños relatos, un viaje que no acaba en la última página porque sugiere al lector la paradoja machadiana de que el camino se hace al andar. Un trayecto inevitable que llevará al lector o lectora hasta el puerto de su conciencia: ahí donde no hay posibilidad alguna de esconderse de uno mismo. De este puerto universal es de donde zarpó la nave de Rosa María Torres, una mujer enérgica que heredó alas para volar pero que aprendió por sí misma a vivir ligera de equipaje: una libreta, un bolígrafo y una mirada rebelde sostenida por la rabia y la ternura.

Fabricio Caivano
(exdirector de Cuadernos de Pedagogía)
Barcelona, a las puertas del siglo XXI.

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