Sobre educadoras y educadores


Junto aquí textos sobre el tema que he publicado en este blog. Son textos variados: artículos periodísticos, reportajes, crónicas, estudios, ponencias académicas, conferencias, entrevistas. Se refieren a "educadores" en sentido amplio - no solo vinculados a sistema escolar - y a varios países del mundo. Algunos son análisis a nivel regional o internacional, encargados por UNESCO, UNICEF u otros organismos internacionales.

Cada quien podrá encontrar aquí un texto adecuado a sus intereses y a su manejo de la temática: estudiantes, padres de familia, periodistas, organizaciones sociales, educadores, especialistas en educación. (Los textos están ordenados alfabéticamente, por la primera letra del título. Marco con asterisco los escritos en inglés o portugués).

10 ideas falsas sobre Finlandia y la educación
* 10 false ideas on education in Finland

Alfabetizando con el "Yo Sí Puedo" en Cayambe

Aprendiendo a leer y escribir en lengua mixe

Arquitectos y maestros

Campaña de Renovación Pedagógica

Círculos de Alfabetización "Sí Podemos"

* Children's Rights: A Community Learning Experience in Senegal

Colegio durante el día, Misiones a la noche

Consejos prácticos para anular el gusto por la Literatura

Cooperativas, Misiones Bolivarianas y escuela rural

Corrupción en la escuela

Cuando el aula suena, alumnos contentos trae

¿Curricular y extracurricular?

De los planes a los hechos

Deberes insólitos

Derechos de los maestros, ¿y los derechos de los alumnos?

¿Derechos de los niños o deberes de los niños?

Dinosaurios en la universidad

"Dos temores me detienen: el director y los padres de familia"

Dos escuelas, dos directoras, dos estilos de gestión

Ecuador: 4 años de "revolución educativa"

Ecuador: La batalla en torno a la evaluación docente (blog)

Ecuador: Los 12 valores y la escuela de los sábados

Educar a las madres en el valor del afecto y del juego

El currículo propone y el profesor dispone

El día en que todos los maestros son santos

El fracaso alfabetizador de la escuela

El modelo de preparación docente que no ha funcionado

El modelo ecuatoriano de evaluación docente

El nombre de Ramona Cuji

El orgullo de ser maestra

El relajo del aprendizaje y la buena pedagogía

El Reyecito y su Corte

El secreto finlandés es hacer las cosas al revés

El tormento de los deberes

El trauma del primer grado

Enseñar y aprender: dos cosas distintas

¿Escuelas para enseñar y escuelas para explicar?

Escuelas sin aulas, aulas sin escuelas

Falsas y verdaderas soluciones a los problemas de la educación

Finlandia: la educación es asunto de educadores

Formación docente: Clave de la reforma educativa

Formar docentes para despertar el niño interior

Gabriela sabe leer pero tiene miedo

Glosario mínimo sobre la educación en Finlandia

Hay que remover la tierra para sembrar la semilla

Historias de docencia y heroísmo

Humor que duele, ¡cambiemos la educación!

Imagine una profesora

La profesión docente en la era de la informática y la lucha contra la pobreza

Lalo y Lola no valen lo mismo en el aparato escolar

La escuela de la maestra Raquel

La escuela impenetrable a la modernidad

La reforma educativa tradicional

La evaluación docente con sangre entra

La urna de cristal

La vigencia y el poder de la radio

Los contorsionistas (A propósito de habilidades y talentos)

Los espejismos de la innovación en educación

Los maestros son ex-alumnos (renovación escolar y renovación docente)

Los 4 "P": padres, profesores, periodistas y políticos

Madre Tierra

Maestros de antes

Maestros de inicios del siglo XX

Maestros indígenas en busca de capacitación (EZLN, Chiapas)

Manipuladoras de alimentos, manipuladores de textos

Monólogo

* A Teacher's Monologue

"Niños, no se olviden de usar el hilo dental"

No hay revolución educativa sin revolución docente y sin diálogo social

Nuestro adiós a Pepe Rivero

¿Nuevo rol docente? Nuevo modelo de formación

Participación social en educación y observatorios ciudadanos

Pedagogía del afecto

Pedagogía escolar: el cultivado hábito de no entender

Por qué los maestros están llamados a ser los primeros defensores de los derechos de los niños

¿Por qué los padres de familia solo existen para los problemas?

Profesora sí, tía no (Prefacio al libro de Paulo Freire)

Programa de Alfabetización "Encuentro" y Barrios de Pie (Argentina)

Racismo y retardo mental

Reformas y educadores: el cambio educativo atrapado entre dos lógicas
* Reformadores e docentes – a mudança educacional presa entre duas lógicas

Salas de profesores

Sobre educadores, buenos educadores y profesionalización

Soñar como consigna

Talleres de lectura para maestros

Tarjetas navideñas

Tatuajes

"Trabajo dos turnos y hago crochet"

Un aula de clase ancha, ancha, ancha

Una clase de alfabetización en español, traducida al aymara

Una clase de alfabetización entre rejas

Un día de Comunidad-Escuela: Una experiencia en Granada

Una educación del cuello para arriba

Y colorín, colorado, este cuento nos ha atormentado

"Yo quisiera morir dejando un mensaje de lucha": entrevista con Paulo Freire

Educación y Salud: juntas pero separadas



Educación y Salud deben ir obviamente juntas. La Educación requiere buena Salud física y mental: comer bien, dormir bien, mantenerse activo, descansar, son esenciales para la buena enseñanza y para el buen aprendizaje. A su vez, la Salud se beneficia de la Educación: leer y escribir comprensivamente, saber buscar información, comprender instrucciones, anticipar y resolver problemas, son esenciales para cuidar la propia salud y la de los demás.

Pero Educación y Salud también deben ir obviamente separadas. Cada una tiene especificidad. No son meramente «servicios»: configuran campos de conocimiento especializado, en constante investigación y evolución.

» Si la Educación fuera como la Salud, los alumnos serían considerados y tratados como pacientes - personas con déficits, con algún desperfecto o falla a reparar - antes que como personas en proceso de aprendizaje. Si bien es cierto que la educación tiende a patologizar lo que considera problemas - el alumno «lento», el hiperactivo, el que se distrae, etc. - el avance del campo ha venido mostrando cada vez más las limitaciones e ignorancias del propio campo respecto de cómo funciona el aprendizaje y cómo aprenden niños, jóvenes y adultos. Aprender es complicado y toma tiempo. Todos podemos aprender; cada uno lo hace de manera diferente y a su propio ritmo; toda edad es buena para aprender.

» Si la Educación fuera como la Salud, los profesores serían formados para sanar, para transmitir información, para dar instrucciones más que para facilitar aprendizajes. La cultura médica se ha forjado históricamente como una cultura elitista, que no se siente obligada a explicar a los pacientes e incluso a que su caligrafía sea comprensible cuando se prescribe una receta o garabatea un diagnóstico. La cultura docente está obligada a la explicación, a la máxima claridad, a la mejor pedagogía.

» Si la Educacion fuera como la Salud, usaríamos la investigación educativa como vía para determinar «qué funciona» y «qué no funciona», o «qué funciona mejor» en términos de estrategias, tratamientos y medicamentos. Esto, que está en la base de la medicina, la investigación y la práctica médica, no es aplicable a la educación pues aquí tienen gran importancia los contextos, las condiciones, las edades, las historias personales, etc. No hay "tratamiento", currículo, método, materiales, que funcionen o no funcionen en general y para todos.

» Si la Educacion fuera como la Salud, podríamos aplicar la misma receta o el mismo procedimiento a los que presentan idénticos síntomas, sin importar su lengua, su cultura, su condición social, su conocimiento previo, sus intereses, sus preferencias... La educación, por el contrario, requiere tratos específicos, personalizados. No hay dos alumnos ni dos trayectorias de aprendizaje iguales.
Frato

»
Si la Educación fuera como la Salud, podríamos inyectar a los docentes en lugar de pasar por el complicado y penoso esfuerzo de formación y capacitación permanente que implica su desarrollo profesional. Inyecciones en vez de lecturas, cursos,  pasantías...

» Si la Educación fuera como la Salud, podríamos recurrir a pastillas para cada una de las materias: una para geografia, otra para historia, otra para música, otra para filosofía, etc., en las dosis requeridas para cada edad y nivel. Monografías y tesis podrían facilitarse con jarabes y sueros multivitamínicos.

» Si la Educación fuera como la Salud, podríamos emprender campañas de vacunación para evitar la repetición, la deserción, la copia, el plagio, el analfabetismo, el miedo a las matemáticas, la tensión antes de los exámenes, las bajas calificaciones.

» Si la Educación fuera como la Salud, en vez de instituciones educativas tendríamos centros de salud y hospitales. La infraestructura escolar convencional se parece mucho a la infraestructura hospitalaria (y carcelaria) pero no hay razón para que esto sea así. La nueva infraestructura educativa - preescolares, escuelas, colegios, universidades - busca justamente alejarse del modelo hospitalario, con sus pabellones y sus largos corredores.

» Si la Educación fuera como la Salud, sería más fácil identificar malas prácticas. Malas prácticas educativas abundan, desde las políticas nacionales e internacionales hasta la enseñanza dentro y fuera de las aulas, afectando a millones de niños, jóvenes y adultos en todo el mundo, pero rara vez se perciben como tales pues políticos y expertos atribuyen las falencias a los docentes y todos ellos a los alumnos y sus familias. Nadie asume la responsabilidad y los costos de las malas prácticas de investigación, diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación que matan todos los días ilusiones, talentos, vocaciones, autoestimas.

Desafortunadamente, por otra parte, la Educación no es como la Salud. No hay grandes manifestaciones y protestas reclamando buena educación como sí las hay reclamando buena atención de salud; la salud se percibe como cuestión de vida o muerte, la educación no. Enseñar es mucho más complicado que recetar y administrar medicamentos. No hay vacuna, inyección, pastilla, suero o pomada capaz de asegurar el aprendizaje.

En buena hora, asimismo, la Buena Salud y el Buen Aprendizaje tienen cosas importantes en común. Para mantenernos sanos y para mantenernos curiosos dependemos más de nosotros mismos que del auxilio externo de especialistas y de instituciones especializadas. Aprender a cuidar la propia salud es la clave de una vida sana, del mismo modo que aprender a aprender es la clave de una vida desafiada por el deseo de saber, resolver problemas, cambiar y ser mejores.

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"Niños, no se olviden de usar el hilo dental"
-  El sistema escolar hace mal a la salud

Sistemas escolares y migración internacional

Mariposas monarca - México
Rosa María Torres

Para mis hijos Juan Fernando y Julián


Según me informan personeros de la Secretaría de Educación Pública de México y según puedo leer yo misma en los documentos que me proporcionan, existen en México cerca de 1 millón y medio de niños jornaleros agrícolas migrantes, niños que cada año se movilizan junto con sus familias, o solos, siguiendo las cosechas, buscando trabajo. Pasan entre dos y hasta seis meses migrando de un estado a otro de la República; algunos no regresan a su lugar de origen por largos períodos de tiempo. No hay ni ha habido hasta hoy escuela o sistema educativo pensado específicamente para estos niños. En consecuencia, los niveles de analfabetismo entre esta población son muy altos, así como los de deserción y repetición entre los que llegan a matricularse en la escuela. Una escuela fija, sedentaria, homogénea, con calendario único, que espera a los alumnos pero que no sale a su encuentro, que desconoce las realidades del trabajo infantil, la ausencia temporal, los flujos migratorios. Por primera vez en 1998 se empezó a diseñar un modelo educativo específico, itinerante, para esta problemática vieja y compleja de los niños jornaleros migrantes.  

Según me consta por experiencia propia, existe otro tipo de migrantes y otra realidad no tocada, ni siquiera reconocida, por los sistemas escolares: los niños migrantes internacionales, niños que, forzados por diversas circunstancias y por lo general siguiendo a sus padres, transitan entre sistemas escolares de diferentes países. 

Hasta mediados del siglo pasado, estudiar en el extranjero estaba reservado para las élites latinoamericanas, que viajaban o enviaban a sus hijos a estudiar en Europa o, más recientemente, en Estados Unidos. No obstante, en las últimas décadas, dictaduras, guerras, represiones y persecuciones de todo tipo en América Latina y el Caribe hicieron del exilio un hecho común, particularmente en los países del Cono Sur y en los de Centroamérica. Penurias y crisis, en un mundo cada vez globalizado y marcado por el desarrollo vertiginoso de los medios de comunicación y las tecnologías, vinieron a acentuar la movilidad interna e internacional de millones de personas y familias en todo el mundo. Tener una experiencia internacional, y manejar varios idiomas, ha pasado a considerarse requisito indispensable para muchos trabajos y parte importante de la competencia profesional de una persona. No obstante, igual que con los niños que van detrás de las cosechas, desplazándose dentro de su propio país, los sistemas escolares han continuado en su mayor parte ignorando la realidad de los niños que van detrás de sus padres, desplazándose de un país a otro, de un continente a otro.

Mis propios hijos, migrantes internacionales por obra y gracia de las decisiones de vida de sus padres, han sido víctimas del testarudo provincianismo de los sistemas escolares. El itinerario escolar de mi hijo menor, por ejemplo, cruzó el mapa de las Américas de norte a sur, para terminar en Barcelona, del otro lado del Atlántico. Su experiencia escolar, desde la guardería hasta el fin de la educación secundaria, le tocó padecerla en cinco países - México, Nicaragua, Ecuador, Estados Unidos, Argentina - cada uno con su propio e idionsincrático sistema escolar, cada uno manejándose como si todos los alumnos fuesen nacionales, sin previsiones ni adaptaciones ni sensibilidades hacia el extranjero, hacia el migrante internacional.

Espectadores del absurdo, vimos a nuestros hijos peregrinar dolorosamente por las versiones escolares de la Geografía y la Historia de cinco países, recitar ríos y montañas, héroes y mártires, himnos y símbolos patrios, leyes y acuerdos, hechos históricos y personajes misceláneos y desconocidos, datos sin referencia previa ni recuerdo ni emoción ni vínculo personal de ningún tipo, de los cuales debían despojarse, poco después, para hacer espacio en la memoria a la nueva lista de nombres, lugares y fechas. 

En México había que aprender las culturas pre-hispánicas como cualquier buen mexicano orgulloso de su país y sus antepasados. En Nicaragua, saber diferenciar entre Somoza y Sandino era el eje mismo del currículo y de la socialización a nivel escolar. En el Ecuador, el pase de año podía jugarse en el reconocimiento minucioso de las hoyas y nudos que forma la cordillera de los Andes al pasar por este país. En Estados Unidos, latinos, asiáticos y africanos por igual deben mostrar ser capaces de recitar cronológicamente todos los presidentes norteamericanos a partir de George Washington. En Argentina, ningún adolescente escolarizado, nacional o extranjero, puede escapar a la lectura del Martín Fierro y a las biografías de Sarmiento y del General Perón. En todos los casos, se espera del alumno extranjero que hable sin acento, conozca y comparta la historia y la cultura del país anfitrión, revalide materias, aprenda a destiempo lo ya aprendido por sus compañeros, dé y apruebe exámenes no sólo con un esfuerzo adicional al de un alumno nacional, sino sin siquiera poder preguntarse y preguntar por qué.

En un mundo pauperizado y polarizado, escenario de contradicciones y conflictos de todo tipo, los sistemas escolares continúan funcionando como si no existieran el trabajo infantil, la migración nacional e internacional, el exilio, los refugiados, los desplazados de guerra. En un mundo crecientemente interconectado y globalizado, en el que el trabajo escasea y se precariza, en que el aprendizaje permanente pasa a ser reconocido como una necesidad de todos y ya no sólo como un lujo que pueden permitirse unos pocos, los sistemas escolares continúan operando con la premisa de que la distancia entre los alumnos y la escuela la tienen que recorrer los alumnos, no la escuela; que todos los alumnos tienen domicilio y país fijos; que las personas echan raíces en su lugar de nacimiento; que todos hablan (o deberían hablar) el mismo idioma o dialecto; que los sistemas escolares no requieren plantearse con urgencia asuntos como la compatibilidad, la intercambiabilidad, las equivalencias que resultan de la movilidad vertical y horizontal entre distintos sistemas y modalidades educativas.  

Entrado el siglo 21, los sistemas escolares no se han hecho aún cargo de las realidades del siglo 20. La retórica acerca de los desafíos que plantea el nuevo milenio es, en buena medida, la retórica que corresponde a desafíos pendientes de siglos anteriores. El reconocimiento de la diversidad, piedra angular del discurso educativo moderno y de los procesos de reforma en todos los ámbitos, apenas si ha empezado a horadar a un sistema escolar pensado y organizado desde la negación misma de lo diverso, de lo diferente, de lo cambiante. La problemática no atendida, ni siquiera asumida, de los niños migrantes, es apenas un botón de muestra.

El Reyecito, su Corte y las sabatinas

Rosa María Torres

Había una vez un Reyecito mandón, monológico y malgeniado que reinaba en un Reino Insignificante, acaparaba funciones y profería insultos a granel.

"Revolución Ciudadana" llamó el Reyecito a su gobierno, coincidiendo con las iniciales de su nombre: RC. Incorporó al protocolo usar camisas bordadas indígenas y decir unas cuantas palabras en kichwa al iniciar o cerrar los discursos. Se apropió del término mashi (compañero, en kichwa), que se puso rápidamente de moda, sobre todo entre los miembros de la Corte, junto con todo un mashistyle.

Sintiéndose engañado y perseguido por Su Majestad, a quien habían apoyado, el movimiento indígena le retiró simbólicamente el Bastón de Mando que le había entregado en la posesión oficial cuatro años atrás, le desconoció como mashi, le prohibió vestir camisas indígenas y le pidió no maltratar el kichwa.

Sabatinas - Pancho Cajas
Micrófono en mano, en ruedas de prensa y en los Enlaces Ciudadanos de los sábados (popularmente conocidos como sabatinas), El Reyecito lanzaba rayos y centellas contra medio mundo, con dedicatoria especial a quienes, en la última semana, habían osado preguntar, dudar, criticar, discrepar, investigar, denunciar...

"Rendición de cuentas" llamaba El Reyecito a las sabatinas. Allí desplegaba todo tipo de cuentas y cuentos: obras realizadas y por realizar, anuncios, viajes, comilonas, conversaciones, lecturas, anécdotas, chistes, eventos, farras. A veces cantaba. Siempre captaba y piropeaba a las guapas presentes. Al final, un mashi-asistente, entre chistes y risas, traducía partes al kichwa. Cuentas propiamente - endeudamientos, presupuestos, compras, costos, despilfarros - era lo que menos se rendía.

El Reyecito aprovechaba las sabatinas para explicar a la Corte y a la plebe - dirigiéndose sobre todo a los jóvenes - que todo en el mundo se divide binariamente en dos: la Historia (antes y después del neoliberalismo, antes y después de su gobierno), la Política (los buenos y los malos), las Ideas (verdades y mentiras), las Personas (revolucionarios y 'pelucones', leales y traidores, izquierda y derecha, izquierda buena e 'izquierda infantil').

Sus familiares y los miembros de su Corte que mentían, robaban, plagiaban, estafaban o actuaban mal de algún modo era porque abusaban de su bondad y le engañaban. Muchos eran reciclados; otros, echados del palacio. Un primo a quien puso en cargos de confianza, y que terminó haciendo toda clase de tropelías, se fue a Miami al casamiento de un hijo, con permiso de El Reyecito, quien juró que volvería. Pero no volvió...



Capote -Pancho Cajas
A falta de títulos nobiliarios, los títulos académicos se volvieron muy codiciados en la Corte, no siempre con los loables y meritocráticos fines anunciados. Más de un escándalo estalló en la Corte e incluso en el círculo íntimo de El Reyecito en torno a casos de nepotismo, falsificación y compra de títulos (e.g. el primo que se fue a Miami), tesis y doctorados familiares, plagio de tesis y marcos teóricos (e.g. el segundo de la Corte).

El show sabatino, con El Reyecito de maestro de ceremonias, incluia Powerpoint, gráficos, videos, lectura de documentos, testimonios, invitados especiales, cantantes, payasos, y el infaltable monólogo real salpicado de breves intervenciones de ministros, asesores u otros miembros de la Corte que aportaban a la rendición de cuentos.

A fin de amenizar la sabatina, contrató a dos bufones encargados de LenguaNoticias, un sainete destinado a burlarse de críticos, opositores, enemigos, detractores  y traidores. Más adelante éste fue sustituido por La Cantinflada de la Semana, un segmento de video producido con el mismo fin. Segmentos similares fueron agregándose para diversión del público presente - que aplaudía a rabiar cada imitación, cada ridiculización, cada humillación de los elegidos por El Reyecito para escarnio público - y de la audiencia nacional.

Las sabatinas se transmitían a todo el Reino por radio y televisión, así como en las redes sociales, y a través de la Corte (la nacional y la internacional), expedita en repetir-reproducir-retuitear todo lo que decía el monarca, mañana, tarde y noche.
Flagelo sabatino - Pancho Cajas
Nadie escapaba a la cólera de El Reyecito pero sus destinatarios preferidos eran políticos y exfuncionarios, periodistas, indígenas, maestros, mujeres, y excolaboradores que habían renunciado a los favores del palacio y de la Corte. Ni sus propios ministros escapaban a las descalificaciones y las reprimendas públicas.

En más de una ocasión, rompió con aspaviento y violencia ejemplares de diarios opositores, retó a puños a quienes le desafiaron y hasta despidió a empleados durante la transmisión del programa.


Sábados para todos - Pancho Cajas
Grande fue la contribución de las sabatinas a la construcción de un pensamiento único, simplista y binario, en el Reino: bueno/malo, verdad/mentira, antes/hoy. Grande también su contribución al entretenimiento popular y al humor, recogido en chistes, caricaturas, graffitis, pasquines, teatro callejero, canciones, video, libros ... Grande su aporte al léxico, la educación y la cultura general de la plebe, que sábado a sábado se empoderaba para el libre ejercicio del insulto y la violencia, y veía enriquecer el repertorio de ofensas con licencia oficial para aplicarse al prójimo.

Mediocre se convirtió en un descalificador popular, aplicado sobre todo a maestros y periodistas, así como pelucón (ricachón o aniñado), aunque nadie tuviera la más remota idea acerca del origen de este término.

Infantil pasó a ser reconocido como insulto por la Real Academia del Reino. A su vez, niños y niñas se divertían llamando limitaditos a sus compañeros, a sus profesores y hasta a sus padres. En el frente machista tuvo entusiasta acogida el gordita horrorosa. Y, para los racistas, cayó como anillo al dedo el plumas y ponchos.

Sufridores y tirapiedras se convirtieron en apelativos genéricos para opositores y críticos. El sufridor era, por definición, un negador de la felicidad y el Buen Vivir que dispensaba el reino. En tirapiedras se convertía cualquier protestador, aunque jamás hubiese tirado una piedra.

De momias cocteleras bautizó a los diplomáticos de carrera, de pobre mujer a una mujer luchadora y asambleísta indígena que no le tiene miedo, de enanito con bigote a un periodista combativo asesinado por sicarios un año después.


Una de las sartas más largas fue la endosada a un periodista de un medio privado, acusado de enfermo, sicario de tinta, chiflado, inmoral, falto de ética, cobarde, desquiciado, pobre hombre, malcriado.

El Reyecito se reveló como un gran aficionado a los diminutivos: payasito, mentirosito, doctorcito, rectorcito, etc. Metidito y malcriadito le llamó al Embajador estadounidense.
Enfurecido porque le cuestionó en un artículo, llamó limitadito al Premio Nobel Varga Llosa.

¡Golpistas, desestabilizadores! - Pancho Cajas
Marica y badea cayeron de sorpresa, obligando a muchos a acudir al diccionario en este último caso, y fueron los únicos insultos que merecieron una disculpa y una rectificación pública de El Reyecito a pedido de la comunidad GLBT (Gays, Lesbianas, Bisexuales y Trans).

Terrorista
- ¡quién habría dicho! - terminó instalándose en la retórica imperial de la "Revolución Ciudadana" y no solo como insulto sino como argumento para enjuiciar y encarcelar a protestones.

La veta violenta y provocadora de El Reyecito dio pie a curiosas especialidades y ocupaciones. Algunos cronistas elaboraron listados de insultos, otros se dedicaron a a categorizarlos o analizarlos, y hasta se escribieron tesis y libros sobre el tema. Todos fueron quedándose cortos y desactualizándose frente a la incesante producción de exabruptos y epítetos.
El Reyecito y su corte (video)

Una pequeña muestra de los insultos reales fue recogida en El Reyecito y su Corte", un spot irreverente, animado en 3D, producido por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas para la campaña electoral de enero-febrero 2013, en la cual ganó El Reyecito por tercera vez, extendiendo su mandato por cuatro años más.

Del vasto catálogo de insultos, el spot seleccionó unos pocos, entre los más populares:

* Enemigos: epíteto usual - además de traidores - para quienes contrariaban los dichos o hechos de El Reyecito.
* Ecologistas infantiles: infantil se convirtió en uno de los términos preferidos de El Reyecito, aplicable a diversos ámbitos ("izquierdistas infantiles", "ecologistas infantiles", "indigenismo infantil", etc.).
* Gordita horrorosa le endosó a una periodista que le enfrentó en una rueda de prensa, pidiéndole que contestara una pregunta.
* Prensa corrupta es como llamó a toda la prensa molesta (privada o comunitaria), a la cual atribuía todo lo malo que ocurría en su gobierno y en su Reino. De hecho, tuvo bastante éxito en convencer a la plebe que los medios privados solo dicen mentiras y que los medios oficiales solo dicen verdades. Pidió a la plebe comprar solamente la prensa oficial (concretamente, el diario El Telégrafo) y prohibió a sus ministros dar entrevistas a los medios privados.
* Limitadito fue aplicado a mansalva, como variante de mediocre, prácticamente usado como comodín.
* Caretuco (abreviatura de "cara de tuco": cínico, sinvergüenza, desfachatado) pasó a ser vocablo de uso coloquial.
* ¿Quién fue el estúpido que dijo eso? (que los indígenas constituyen el 2% de la población del Reino) preguntó El Reyecito en tensa reunión con la dirigencia indígena en el palacio, después de una masiva sublevación de la plebe en el año 2010. "Usted Sr. Presidente", le respondió un dirigente indígena. Todo el episodio quedó grabado en un video


Asdrúbal, Hoy
Temeroso de la ira real, el Consejo Nacional Electoral - siempre atento a los deseos de Su Majestad - censuró el spot, aduciendo "ataque a candidato". En el apuro, el CNE aplicó mal las culpas: se trataba, en verdad, de "ataque del candidato real". Como ya quedó dicho, la autoría de los insultos en el spot era del mismísimo Reyecito. De modo que, sin proponérselo y en su afán por congraciarse, el CNE censuró no al spot sino al propio Reyecito, a su intolerancia, su autoritarismo y despotismo.

Y ahí sigue El Reyecito, insultando, descalificando, amenazando, en sabatinas y en cadenas nacionales, ampliando su imperio mediático, plantando y ganando juicios a quienes manchan su honor, honor de Rey, que vale oro, cárcel y pedido público de disculpas. Y ahí sigue el Reino, acostumbrado ya a los insultos, incorporándolos al habla cotidiana, esperando ansioso la próxima sabatina, haciendo apuestas para ver quiénes serán los insultados de la semana. 

Alguien hacía notar que El Reyecito se ha ido pareciendo cada vez más a su caricatura. Justificaba un miembro mayor de la Corte diciendo que los excesos reales no hay que entenderlos como injurias sino como "frontalidad típica de los costeños". Explicaba por su lado un cronista que a los ecuatorianos nos gusta el autoritarismo ... Y dicen los analistas que la violencia (verbal y física) ha sido siempre ingrediente fundamental de la política por estos lares.

En cuanto a mí, no deja de asombrarme la pasividad de este pueblo. Lo cierto es que nunca nadie le pisó tanto el poncho y, esta vez, a título de "Revolución Ciudadana", "Buen Vivir" y "Socialismo del Siglo XXI".

Referencias / Para saber más
» Payasita intrascendente, El Comercio, 9 mayo 2013
» Correa y Pallares, Hoy, 18 abril 2013
» Entonces, ¿todo a golpes, señor Presidente?, José Hernández, Hoy, 31 marzo 2013
» Al ecuatoriano le gusta el autoritarismo, entrevista con Vladimir Serrano, Hoy, 4 febrero 2013» 'La palabra en libertad vence al miedo y perdura'. Discurso de Iván Carvajal al recibir el premio a las libertades Juan Montalvo en Quito, Hoy, 3 febrero 2013

» "Gracias, Señor Presidente, Usted alimenta nuestro humor": Francisco Febres Cordero, El Comercio, 3 febrero 2013
» El humor consigue enfurecer al poder, Hoy (Opinión), 2 febrero 2013
» Hagiografía del Dr. Ralph Belt, PIS y la Revolución Citadina
, por Francisco Sánchez, 7 dic 2012

» 'Tenía una chompa Nike y dice que es indígena', entrevista a Francisco Sánchez, creador del personaje Ralph Bell (Rafael Correa).
» LenguaNoticias cuesta USD 14,600 mensuales, Hoy, 24 octubre 2012
» Insultos: Un elemento imprescindible de la política ecuatoriana, El Comercio, 8 agosto 2012

Educar a los niños o educar a los adultos: falso dilema


(viñetas de Francesco Tonucci - Frato)
 
Siempre que se plantea el tema de las prioridades en el mundo de la educación, surge el tema niños versus adultos. Frente al argumento de las restricciones financieras, todos coinciden en que los niños deben tener prioridad. Desde la perspectiva de los derechos humanos el argumento es "el interés superior del niño".

Se trata, no obstante, de una falsa opción: para educar a los niños es preciso educar a los adultos, justamente en función de "el interés superior del niño".
La investigación internacional reitera que la educación de los padres tiene enorme impacto sobre la educación, el bienestar y la vida de los niños y las niñas, no solo en la primera infancia sino también en la infancia, la adolescencia y la juventud. Por eso, como reitero siempre, el derecho de los niños a la educación debería incluir el derecho a la educación de sus padres.

El derecho a la educación incluye a niños, jóvenes y adultos. El paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida nos recuerda que aprender no tiene edad y que continuar aprendiendo es hoy una necesidad fundamental para todos.

¿Quiénes cuidan y educan a los niños en el hogar?. Adultos madres y padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, parientes, empleadas domésticas, vecinos, amigos. Adultos que por lo general desconocen, improvisan y replican los problemas de su propia crianza y de su propia infancia. Adultos que muchas veces maltratan a los niños, les niegan el juego, no tienen en cuenta sus necesidades. Adultos de quienes depende la creación de ese "ambiente familiar rico en afecto y en estímulos" que reclaman los programas de atención a la infancia y que no muchos niños llegan a disfrutar.



¿Quiénes educan a niños y niñas en la escuela?. Adultos educadores, maestros, profesores, cuya formación y capacitación está muchas veces alejada de la buena pedagogía y de la buena relación con los alumnos. Adultos de cuyo criterio depende, en gran medida, la posibilidad de esa "escuela amiga de los niños" a la que han aspirado y aspiran los pedagogos progresistas. Sabemos que la calidad de la enseñanza en el medio escolar depende fundamentalmente de la calidad de los educadores. Invertir en buenos educadores es invertir en buena pedagogía, en altas expectativas, empatía, afecto, buen trato y respeto hacia niños y niñas.


¿Quiénes deciden qué deben aprender los niños dentro y fuera de la escuela, qué deben hacer, jugar, leer, escribir, ver en la televisión o en el cine, oír en la radio, ver en Internet? Adultos. Padres y madres, abuelos, empresarios, comunicadores, cineastas, diseñadores, programadores, educadores, periodistas, escritores, dibujantes, fotógrafos, camarógrafos, comerciantes... Adultos que requieren ser mínimamente informados y educados en temas de infancia, si se quiere que reconsideren viejas creencias y prejuicios. Haber sido niño no habilita, por sí mismo, a saber qué necesitan niños y niñas en distintas edades. 



¿Quiénes asumen que su papel es dar ejemplo, cuidar a los niños, orientarles, estimularles, educarles?. Adultos, en el hogar, en la comunidad, en la calle, en el sistema escolar, en los medios, en el parque, en la cancha deportiva, en la iglesia, en la estación de policía, en el consultorio médico
. Adultos que repiten que "los niños son el futuro" y que "los niños son el recurso más valioso de una sociedad" pero que a menudo ignoran esos dichos en sus decisiones, actitudes y prácticas.


¿Quiénes toman a alto nivel las decisiones sobre qué hacer con los niños?. Adultos políticos, burócratas, tecnócratas, especialistas, consultores, funcionarios, planificadores. Adultos que frecuentemente desconocen a los niños como sujetos de derecho, de participación y de consulta.


Lo dicho: es imposible educar a los niños sin educar a los adultos. Todos los adultos necesitamos educarnos en la comprensión y el respeto hacia los niños. Aceptar que la educación de los niños es prioritaria significa, de hecho, aceptar la prioridad de educar a los adultos.

Reformas educativas: De los planes a los hechos







Publiqué este artículo a fines de los 1990s. Ejemplos seleccionados, en algunos países, de las distancias entre los planes y los hechos, entre lo plasmado en el documento y lo ocurrido en la realidad. Distancias agrandadas gracias al desconocimiento de la realidad escolar y social por parte de quienes diseñan las políticas educativas, a la falta de consulta y participación de los sectores involucrados, a la improvisación, a la falta de una estrategia para llevar a la práctica lo planeado en condiciones y en tiempos realistas, a los informes de actividades y las rendiciones de cuentas entendidos como rosarios de logros ajenos a la noción misma de problemas ... Los ejemplos de ayer y de hoy abundan. Y, aunque resulta difícil de creer, los mismos errores siguen repitiéndose una y otra vez. En la actualidad, las modernas tecnologías han pasado a convertirse en un campo favorito de desencuentro - lamentable y costosísimo desencuentro - entre los deseos expresados en el papel y lo que se constata a menudo en las aulas, las instituciones, los territorios de verdad. 


ARGENTINA: Proyectos educativos institucionales

Los Proyectos Educativos Institucionales (PEI), extendidos - con diversos nombres - en la mayoría de países latinoamericanos durante la década de 1990 como elemento constitutivo de las reformas educativas, fueron pensados como proyectos a ser elaborados autónomamente por cada institución escolar, con la participación del equipo docente, los alumnos y los padres de familia. No obstante, según reportan estudios nacionales y según me informo en las mismas escuelas que visito - no únicamente en Argentina sino en otros países - los PEI son muchas veces elaborados por individuos o equipos técnicos externos a la escuela (profesores jubilados, consultores, asesores, profesores universitarios, ONGs) contratados por la escuela o por el director o directora, incluso de su propio bolsillo... 

BOLIVIA: Trabajo grupal en el aula de clase

En Bolivia ví por primera vez una escuela con pupitres hechos de tierra, de la misma tierra que sirve de piso, fijos contra el suelo, inamovibles. El aula única estaba llena de niños y yo miraba desde la ventana cómo los niños copiaban una lección de la pizarra. De pronto, llegó la hora de salida y el aula se vació. Lo único que quedó adentro fueron los pupitres macizos, del mismo color del suelo, levantados como estalagmitas en medio de una caverna. Justamente el día anterior me habían dado en La Paz un documento curricular que hablaba de la importancia del trabajo en grupo, normaba su obligatoriedad y orientaba a las escuelas a introducirlo en las distintas actividades. ¿Cómo se hace trabajo en grupo en un aula con bancas - dos alumnos por banca - que no pueden moverse ni distribuirse de ningún otro modo? Aula, bancas y metodologías de enseñanza diseñadas precisamente para que los alumnos sólo puedan ver de frente al profesor, para evitar que se muevan, que se comuniquen entre ellos, que compartan, que trabajen juntos ...

BRASIL: Horas de trabajo pedagógico colectivo para los docentes

Dentro del Proyecto de Educación Continua (1996-1998) para la capacitación en servicio de los profesores, lanzado por la Secretaría de Educación del Estado de Sao Paulo, se establecieron dos Horas de Trabajo Pedagógico Colectivo (HTPC) a la semana en cada establecimiento escolar. La idea era facilitar a los docentes un espacio propio y colectivo de planeamiento, aprendizaje, discusión y desarrollo profesional. No obstante, según se analizó en un coloquio realizado en 1996 entre los diversos sectores e instituciones involucrados en el proyecto, los profesores no podían realmente juntarse dentro del horario escolar pues la mayoría son profesores por contrato que trabajan en dos o más escuelas y que se movilizan, en tiempos muy apretados, de una a otra. La medida, excelente en sus intenciones, no tuvo en cuenta (ni contempló paralelamente la modificación de) las condiciones reales del trabajo docente y de la organización escolar donde pretendía aplicarse.

PERÚ: Articulación curricular inicial-primaria

El Ministerio de Educación decretó y empezó a aplicar en 1994 la universalización de la “Articulación Inicial-Primaria”, cuyo principal componente era un nuevo currículo que integraba el pre-escolar y los dos primeros grados de la escuela primaria. No obstante, en ausencia de otras medidas - formación docente, organización escolar,  información adecuada, nuevos textos escolares orientados por el nuevo currículo, etc. - en una mesa redonda sobre el tema realizada en 1995 se reportaba que, en los planteles donde se estaba experimentando con el nuevo currículo, los profesores seguían usando los libros de texto convencionales “Coquito” y “Ventanal”, el cuaderno de escritura y las planas.

MEXICO: Distribución de materiales y equipos didácticos

El Programa para Abatir el Rezago Educativo (PARE), un programa compensatorio iniciado en 1991 con financiamiento del Banco Mundial y dirigido a los cuatro estados más pobres del país (13.680 escuelas), se propuso mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, reducir la repetición y la deserción, aumentar el tiempo de instrucción y mejorar la relación escuela-familia-comunidad. Un componente central del PARE fue la distribución de una gran cantidad y variedad de materiales (cuadernos, lápices, papelería, pizarrones, diccionarios, láminas, mapas, globos terráqueos, instrumentos musicales, carteles, rompecabezas, juegos de mesa, manuales para la elaboración de materiales didácticos y cuerpos geométricos, retroproyectores). Una evaluación cualitativa realizada en 1994 en escuelas indígenas participantes del programa, concluia que a pesar de la cantidad y variedad de materiales didácticos que había ahora en las escuelas del programa, eran pocos los maestros que los aprovechaban como apoyo a la enseñanza. La distribución de materiales sin formación docente ni medidas complementarias ha arrojado sistemáticamente los mismos resultados en muchos otros países.

BRASIL: Distribución de computadoras

En 1996, el Ministerio de Educación anunciaba que compraría y distribuiría 300.000 computadoras a 23.000 escuelas públicas del país. Las computadoras llegarían en seis meses, serían utilizadas por 10 millones de alumnos de secundaria y a partir del quinto año de primaria, y se capacitaría en su manejo a 72.000 profesores. Directores entrevistados, al sur de Brasil, comentaban sobre el anuncio, ampliamente divulgado en los diarios: una directora, preocupada con la seguridad de la escuela, se preguntaba de dónde sacaría el dinero para colocar una alarma, antes de recibir las computadoras; otra comentaba que su escuela había recibido televisión y video el año anterior y que, a la semana de instalados, entraron los ladrones y se llevaron todo; otra expresaba su miedo de que el peso de la antena parabólica derrumbara el techo de la escuela, que estaba en mal estado; otro argumentaba que lo prioritario era usar el dinero para reparar las escuelas o mejorar los servicios higiénicos, antes de invertir en computadoras; varios coincidían en que en seis meses era imposible capacitar a los profesores y dudaban, de todos modos, de que la capacitación llegara a hacerse. Dos años después, muchas de esos argumentos y dudas quedarían lamentablemente confirmados, según revelaban informes de investigación al respecto.

CHILE: Extensión de la jornada escolar

A partir de 1997 se decretó la Jornada Escolar Completa (JEC) a fin de incrementar el tiempo de estudio (mínimo 38 horas pedagógicas semanales, de 45 minutos, para las escuelas básicas y 42 horas para la educación media), previéndose que ello incidiría positivamente en el rendimiento escolar, sobre todo entre los sectores pobres. La medida fue pensada para aplicarse gradualmente, llegando a todo el país en el año 2002 y empezando con los establecimientos que no tienen requerimientos de infraestructura para dar cabida al nuevo régimen y que atienden a alumnos con altos índices de vulnerabilidad socioeconómica. Cada plantel debía presentar un Proyecto de JEC, elaborado por el equipo docente, en consulta con apoderados y alumnos.

Una evaluación del primer año de ejecución de la JEC (más de 3.000 establecimientos escolares, cerca de 300.000 alumnos), realizada por el Ministerio de Educación (MINEDUC), mostraba los primeros choques con la realidad y un amplio menú de problemas y complicaciones en los planteles: 

- una serie de situaciones imprevistas y de diferencias entre lo oficialmente normado y la realidad: horarios de trabajo, de entrada y salida; uso del tiempo en clase, en recreos, en alimentación, en la enseñanza, en el contacto con los apoderados, tiempo no lectivo y capacitación externa de los docentes; 
- problemas de información, comunicación y comprensión de la medida; 
- deficiencias en la elaboración del Proyecto JEC: más del 50% de los proyectos presentados fueron devueltos por considerarse incoherentes o inviables; 
- problemas de infraestructura: falta o inadecuación de espacios, particularmente para la alimentación, la realización de los talleres y del trabajo pedagógico de los docentes;
- complicaciones con la alimentación: cada plantel exploró y/o combinó diversas alternativas - almuerzo en la escuela, en la casa, en el aula, colación enviada por los padres - con la consecuente complicación de espacios y horarios, y la carga adicional de trabajo para el equipo escolar; 

- complicaciones de transporte, en particular para los alumnos que salían a comer a sus casas al mediodía, reportándose ausentismo en la tarde; 
- problemas en la organización curricular y la re-distribución del tiempo escolar: los planteles tendían a organizar el día y el currículo en dos bloques, lo considerado curricular a la mañana y lo considerado extracurricular a la tarde, antes que la reorganización integral prevista del tiempo escolar; 
- problemas docentes: incomprensión y resistencias de diverso tipo, asignación de nuevas tareas sin ofrecer capacitación o estímulo, necesidad de contratar profesores especializados para nuevos temas y para los talleres, dificultad para concretar las 2 horas semanales de trabajo técnico-pedagógico del equipo docente contemplado dentro de la JEC, entre otros por falta de horarios colectivos de la planta docente. 

El informe destacaba que los establecimientos más pequeños parecían ser precisamente los con mayores dificultades para incorporar los diversos programas propuestos desde el Ministerio, y la JEC en particular. Y concluía que la extensión de la jornada no tendría por sí misma resultados efectivos a menos que se complementara con cambios en la utilización del tiempo y otros factores asociados a la calidad de los aprendizajes tales como la formación docente, el currículo y los textos.

MEXICO: Aplicación de un complejo sistema de evaluación docente 

En 1992 se aprobó un sistema de Carrera Magisterial basado en la evaluación del docente para decidir su promoción. Dicha evaluación consideraba 5 factores, con un total de 100 puntos: antigüedad (10), grado académico (15), preparación profesional (25), asistencia a cursos de actualización (15) y desempeño docente (35). Este último se evaluaba, a su vez,  a través de cuatro factores: planeación del proceso de enseñanza-aprendizaje, desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, participación en el funcionamiento de la escuela, y participación en la interacción escuela-comunidad.

Cada uno de estos factores incluia varios indicadores y cada indicador se subdividía en categorías calificadas con puntajes que oscilan entre 3 y 5 puntos. Por ejemplo, el “desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje” (con un puntaje total que equivale al 17.5%) se medía a través de: aplicación de estrategias didácticas (3.5%), evaluación de aprendizajes no cognoscitivos en los alumnos (1.75%), detección, atención y/o canalización de alumnos con problemas de aprendizaje o requerimientos de nivelación (1.75%), vinculación con los padres de familia (1.75%), cumplimiento de las unidades programáticas (1.75%) y aprovechamiento escolar (1.75%). Asimismo, la “participación en el funcionamiento de la escuela” (con un puntaje total equivalente al 8.4%) se medía a través de: asistencia (2.8%), puntualidad (1.4%), observancia de la normatividad institucional (0.7%), participación en reuniones técnico-pedagógicas (2.1%), participación en la realización de actividades cívicas, de salud y culturales de la escuela (0.7%), y buen uso y mejoramiento de las instalaciones y el equipo (0.7%). Y así siguiendo con los demás factores.

La evaluación se encargó a un Órgano Escolar de Evaluación (OEE) formado por el director de la escuela, los miembros del Consejo Técnico Pedagógico y un representante sindical, y debía realizarse en tres momentos a lo largo del año. El OEE debía tomar en cuenta, además, la ficha acumulativa del docente (autoevaluación) y la elaborada por el director (evaluación externa). Inútil describir la cantidad y la variedad de problemas enfrentados en los intentos por aplicar esta propuesta de evaluación, y la creatividad desplegada por todos los involucrados para generar toda clase de absurdos y aberraciones. 

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