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Hacia una Sociedad del Aprendizaje | Towards a Learning Society (compilación)

Janiano Mello y Daniel Landini

Rosa María Torres

Compilación de artículos sobre aprendizaje publicados en este blog (español e inglés)
Compilation of articles on learning published in this blog (Spanish and English)


¿Aprendizaje a lo largo de la vida para el Norte, educación primaria para el Sur?
LifeLong Learning for the North, Primary Education for the South?


América Latina y las pruebas LLECE

"Antes, aquí era Escuela Vieja" (Colombia)


Aprender a leer y escribir a los cinco años me marcó la vida

¿Aprendizaje en el siglo 21? ¡Falta la naturaleza!





¿Escuelas para enseñar y escuelas para explicar?

Escuelas pequeñas, escuelas del futuro

Escuelas sin aulas, aulas sin escuelas (Mozambique)

From Literacy to Lifelong Learning
De la alfabetización al aprendizaje a lo largo de la vida

Gabriela sabe leer pero tiene miedo (Ecuador)

¿Ha mejorado la educación pública en el Ecuador?

Humor que duele. ¡Cambiemos la educación!

Internet devuelve la vista y amplía la lectura a los ciegos (Uruguay)

Kazi el sin gracia (Bangladesh) 
Kazi, the Graceless (Bangladesh)

La biblioteca como núcleo de desarrollo comunitario (Córdoba, Argentina)


La educación y sus mitos

La escuela de la maestra Raquel  (México)

La escuela del Tío Bernardo (Guinea-Bissau)

La Pluriversidad 'Amawatay Wasi' (Ecuador)

La voluntad cubana

Lalo y Lola no valen lo mismo en el sistema escolar

Las mejores ideas ocurren en posición horizontal

Las tecnologías fallan, los misioneros no (México)

Lectura: el adentro y el afuera

Lifelong Learning: Moving Beyond Education for All 


Literacy and LifeLong Learning: The Linkages 

Literacy for All: A Renewed Vision
Alfabetización para Todos: Una visión renovada

Los contorsionistas (a propósito de habilidades y talentos)

Los espejismos de la innovación en educación  (México)

Los laureados con el premio WISE a la educación
WISE Prize for Education Laureates: Bottom-up innovators

Lección de hoy: los factores abióticos (Argentina)

Los niños como educadores de adultos

Los peces, la pecera y el mar 

Madre Tierra (México)

Malos resultados escolares, ¿quién tiene la culpa?

"Me gusta ser profesor de primer grado" (Perú)

Mutantes, previsibles, herederos y perdedores

"Niños, no se olviden de usar el hilo dental" (Brasil)

No existe "la educación del siglo 21"
There is no "education for the 21st century"

¿Nuevo rol docente? Nuevo modelo de formación

Necesidades y deseos de aprendizaje de jóvenes y adultos

No hay errores metodológicos; son errores ideológicos

Paulo Freire, los sexshops y la comida tailandesa

Pedagogía del afecto

Pedagogía escolar: el cultivado hábito de no entender

Pequeño homenaje personal a Julio Verne y a mi mamá

Pre-niños. Los cimientos invisibles 

Proyecto arquitectónico versus proyecto pedagógico

Puntajes perfectos (ENES, Ecuador)

¿Qué es educación de CALIDAD?

Racismo y retardo mental (Ecuador)

Refranero escolar

Repensando el entusiasmo evaluador y las pruebas

Sabios de seis años

Satisfacción excesiva con la educación en América Latina
Latin America oversatisfied with public education

Si a los niños se les permitiera escribir libremente ... (Uruguay)

Soñar como consigna (Argentina)

Talleres de lectura para maestros (Brasil)

Take the Test! (USA)

The green, the blue, the red and the pink schools
Escuelas verdes, azules, rojas y rosadas

Transforming Formal Education From a Lifelong Learning Perspective 

Un aula de clase ancha, ancha, ancha  (Tailandia)

Un día en la vida de un niño rural (Colombia)

Un manual para ser niño - Gabriel García Márquez

Una biblioteca como debe ser (Brasil)

Una escuela amiga de los niños y de los pobres

Un día de comunidad-escuela (Granada) 

Una educación del cuello para arriba

Una educación que no valora el propio esfuerzo 

13 errores en la alfabetización escolar


 
Actualización: 23 mayo 2024

Foto: Banco Mundial

Conferencia inaugural en
"Leer para Crecer: Dejando Huella" Congreso Internacional 2015

Instituto de Enseñanza y Aprendizaje (IDEA), Universidad San Francisco de Quito (USFQ),
27-28 noviembre 2015


ERROR 1: Lectura y escritura son un aprendizaje eminentemente escolar

Quino - Argentina
Se cree que aprender a leer y escribir es un aprendizaje eminentemente escolar, es decir, un aprendizaje que se realiza en la escuela. El logro o el fracaso de la alfabetización se atribuyen al sistema escolar, y especialmente a los maestros. Políticas y reformas educativas se piensan como intraescolares.

La «crisis global de aprendizaje» identificada y llamada tal por los organismos internacionales a partir de 2013 responde a esta visión. Niños y niñas escolares no están aprendiendo a leer, escribir y calcular después de cuatro o más años de escuela. Posteriormente, en 2019, el Banco Mundial y el Instituto de Estadísticas de la UNESCO (UIS) propusieron el término «pobreza de aprendizaje» para referirse al hecho de que «niños y niñas no pueden leer y comprender un texto simple a los 10 años». El término/indicador ha sido adoptado por todos los organismos internacionales.

La «pobreza de aprendizaje» se atribuye fundamentalmente a la mala calidad de la educación escolar y, dentro de ésta, a la calidad docente. Para superarla se ha propuesto un paquete de mejoras que incluye evaluación, capacitación docente, uso preferente de las lenguas vernáculas como lenguas de instrucción, provisión de materiales de lectura, y ayuda de la tecnología.

No obstante, a leer y escribir no se aprende solo en el sistema escolar. Los primeros contactos con (y las primeras reflexiones sobre) la lectura y la escritura se dan en la primera infancia, en el seno de la familia, en la relación con padres, abuelos o hermanos mayores, con actos de lectura y escritura (presenciales o bien en la televisión o en Internet), con etiquetas en los productos, con letreros y rótulos en la calle, etc. Las condiciones económicas, sociales, educativas y culturales de la familia, y del entorno, influyen fuertemente sobre la adquisición y el desarrollo de la lectura y la escritura.
 
La investigación muestra que niños y niñas llegan a la escuela con muchos saberes y con mucha curiosidad sobre la lengua escrita, y que la escuela a menudo frena esa motivación y esa curiosidad.

Así pues, incidir positivamente sobre la adquisición y el desarrollo de la lectura y la escritura implica incidir no solo en el ámbito escolar sino también en el ámbito familiar, con educación, alfabetización y acompañamiento de padres y madres, y con acceso a actos, medios y materiales de lectura en el hogar y en la comunidad.


ERROR 2: Hay que escolarizar a los niños cuanto antes

Existe gran presión familiar y social por escolarizar a los niños cuanto antes y por introducirles cuanto antes a la cultura escrita. Se cree que mientras antes mejor.

La presión sobre la lectura y la escritura aumenta en la medida en que éstas han pasado a ser áreas clave evaluadas en las pruebas estandarizadas nacionales e internacionales de aprendizaje escolar.

La «edad escolar» viene ampliándose hacia abajo y hacia arriba. El pre-escolar es visto como una preparación para la escuela y como una vía para mejorar las probabilidades de éxito escolar, especialmente entre los niños pobres. (La meta 4.2 del ODS4 establece: "De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria").

No obstante, apresurar (a) la escolarización y (b) la alfabetización de los niños pequeños no es recomendable ni para los niños ni para el aprendizaje. La primera infancia es edad para jugar, para poner cimientos, para explorar el mundo, para ser feliz. Los niños aprenden a través del juego. La mejor preparación para el aprendizaje escolar es alentar el juego infantil.

Un caso a tener en cuenta es el de Finlandia, una sociedad lectora en la que todos confluyen en la importancia de la lectura desde la infancia y en la importancia de las bibliotecas. El sistema de bibliotecas se considera parte del sistema educativo y de la política educativa. Los niños finlandeses inician su escolarización a los 7 años.

» ¿Escolarizar el pre-escolar o jardinizar la escuela?
» Aprender a leer y escribir a los cinco años me marcó la vida

ERROR 3: Enseñar a leer y escribir es fácil
 
Frato - Italia
Se cree que enseñar a leer y escribir - a niños, a jóvenes, a personas adultas - es cosa sencilla, que basta con saber leer y escribir y contar con algunas orientaciones básicas.

Ni la preparación de educadores de niños ni la de educadores de adultos da la debida atención a la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura, sobre todo en contextos difíciles, bilingües o multilingües, como los que enfrentan o enfrentarán muchos de ellos. Predomina la capacitación (rápida, instrumental) sobre la formación (comprensión amplia, a fondo) en el tema. Para la mayoría de educadores alfabetizadores en el mundo sigue siendo un misterio cómo aprenden a leer y escribir sus alumnos.

En torno a la alfabetización infantil, y sobre todo a la lectura, se libra una feroz «guerra de los métodos», reactivada post-pandemia. Siguen vigentes viejas concepciones y viejos métodos de enseñanza, pese al avance de la investigación científica en este campo. Sigue pendiente la revolución epistemológica y pedagógica que implicaría el nuevo conocimiento disponible sobre la lectura y sobre el aprendizaje.  

A los primeros grados - los más importantes y críticos del sistema escolar - sigue asignándose a los educadores novatos y peor pagados; la alfabetización de adultos se encarga a voluntarios con poca escolaridad y capacitación; las bibliotecas siguen ausentes, mal equipadas, mal valoradas y mal utilizadas. No se trata solo de más tiempo y más recursos; se trata de una verdadera revolución en el campo de la lectura y la escritura, de dar vuelta el esquema conocido, de poner a los educadores mejor formados y con experiencia en los primeros grados, de articular escuelas y bibliotecas, de adoptar un enfoque multisectorial e inter-generacional para la alfabetización. 

Se trata de repensar el rol de los educadores y el sentido del derecho a la educación. El derecho a la educación incluye el derecho al aprendizaje. El papel de los educadores no es solo enseñar sino asegurar que los alumnos aprenden. Es responsabilidad de los sistemas educativos garantizar las condiciones para que todos puedan aprender.

» No hay errores metodológicos; son errores ideológicos
» "Me gusta ser profesor de primer grado"
» Talleres de lectura para maestros

ERROR 4: Aprender a leer y escribir es fácil
 
Claudius Ceccon - Brasil
Se cree que aprender a leer y escribir es sencillo, una habilidad que puede resolverse en uno o dos años de escuela o en un corto programa de alfabetización de adultos. Pero no es así.

Se asume incluso que los alumnos pueden aprender en lenguas que no son las suyas y que no manejan ni entienden cabalmente. Craso error.

Las altas tasas de repetición que caracterizan a muchos sistemas escolares en el mundo y en América Latina de manera particular, están estrechamente relacionadas con el fracaso de la alfabetización en el medio escolar. Los sistema escolares y, a menudo, los maestros, deciden que un alumno repita el año si no aprende a leer y escribir en los tiempos esperados. De este modo, en vez de alentar la curiosidad y el deseo de aprender a leer y de leer, se alienta el miedo y el rechazo de la lectura. 

No hay nada que indique que niños y niñas deban aprender a leer en primer grado de la escuela o iniciar ese aprendizaje en el nivel pre-escolar. La repetición castiga especialmente a los alumnos pobres, indígenas y hablantes de lenguas subordinadas, los que más dedicación y estímulos necesitan, y deja incuestionado al sistema escolar. La repetición no resuelve ningún problema; al contrario, genera graves problemas de autoestima a los alumnos, así como a sus familias y al sistema escolar.

Las personas adultas terminan por lo general los programas de alfabetización con un nivel muy elemental de alfabetismo y son dadas por alfabetizadas pese a que no pueden leer y escribir más allá de la cartilla. Muchos engrosan en poco tiempo, nuevamente, las estadísticas de analfabetismo. 

Los especialistas en alfabetización y cultura escrita venimos insistiendo en que la alfabetización debe hacerse en lengua materna, respetando el derecho a aprender en la propia lengua. Insistimos en que la alfabetización no debe verse como una etapa escolar sino como un proceso que se realiza y perfecciona dentro y fuera de las aulas y a lo largo de la vida. 

Dos experiencias que han logrado asegurar aprendizaje para todos y evitar la repetición. 1) El programa Escuela Nueva de Colombia (sistema multigrado) adopta no la promoción automática sino la «promoción flexible»: los alumnos avanzan a su propio ritmo y apoyándose unos a otros, y son promovidos solo una vez que logran los aprendizajes establecidos en cada asignatura. 2) Finlandia ha logrado prácticamente abolir la repetición gracias a la vigilancia y el apoyo permanente de los docentes a los alumnos que van atrasándose, por diversas razones, lo que incluye en muchos casos la contratación de docentes adicionales o tutores.

» El fracaso alfabetizador de la escuela
» El absurdo de la repetición escolar
» Presentación del libro de Emilia Ferreiro “Alfabetización de niños y adultos: Textos escogidos”

ERROR 5: Leer y escribir como castigo

"La lectura debe ser una forma de felicidad": Jorge Luis Borges

Claudius Ceccon - Brasil
Lectura y escritura son usadas muchas veces como castigo: el alumno que hace algo indebido puede ser "condenado" a tareas de lectura, copiado o redacción.

Lo triste es que la intención de promover la lectura y la escritura reitera a menudo estrategias que contradicen ese objetivo: leer un libro por semana, llenar fichas de lectura, dedicar varias horas al día a hacer deberes, etc. 
 
Se busca incentivar la lectura pero se pasa por alto consultar a los alumnos qué quieren leer. Las redacciones escolares insisten en los temas de siempre, sin espacio para la escritura creativa y con la misma obsesión por las formas: número de líneas, ancho de los márgenes, etc. Rara vez se aprovechan los textos escritos por los propios alumnos como material de lectura para los demás.

Muchos educadores dicen querer promover la lectura pero sus alumnos no les ven jamás leyendo un libro. 

» La escuela impenetrable a la modernidad
» Si a los niños se les permitiera escribir libremente
» Consejos prácticos para anular el gusto por la Literatura
» "Si un libro aburre, déjelo": Borges
» Los usos escolares del diccionario

ERROR 6: Corregir, corregir, corregir

Claudius Ceccon - Brasil
Aprender a leer y escribir es una experiencia dolorosa para millones de niños y niñas en el mundo. Aprenden con miedo: miedo a no aprender, a no entender, a equivocarse, a ser corregidos, ridiculizados y humillados.

Leer implica comprender lo que se lee. Leer sin comprender no es leer, es apenas descifrar. La comprensión lectora es un proceso gradual y complejo, que se desarrolla de maneras y a ritmos distintos entre los alumnos. Quienes tienen papás y mamás que leen y hogares con ambientes letrados llegan a la escuela con más conocimientos y con más vocabulario y tienen gran ventaja frente a los que tienen condiciones familiares menos favorables. Maestros y maestras esperan que los alumnos aprendan rápido, a menudo desconociendo sus condiciones de partida así como las complejidades que implica aprender a leer y escribir.

Los errores son propios de todo proceso de aprendizaje. El buen educador o educadora lo sabe y sabe sacarles provecho. Lo importante es que los alumnos aprendan y aprendan con gusto, sientan que avanzan, experimenten la satisfacción de los pequeños logros, adquieran confianza en sí mismos y en sus capacidades a medida que aprenden.

» Gabriela sabe leer pero tiene miedo
» Y colorín, colorado, este cuento nos ha atormentado
» Escrivir, aunque sea con V

ERROR 7: Leer entendido como leer libros 


Persiste la asociación de «lectura» y «lector» con «libro», como si el libro fuese el único objeto de lectura. Incluso la definición de «lector» sigue centrada alrededor del libro. Predomina asimismo todavía la idea de «libro» como libro de papel.

Hoy la lectura es ubicua, está en todos lados. Y hay múltiples objetos de lectura; libros, periódicos, folletos, cómics, afiches, carteles, rótulos, paredes ... Hoy hay libros - audiolibros - que no solo se leen sino que se escuchan. Y no leemos solo en papel sino también en pantallas. Hoy se lee más en pantallas - computadoras, celulares, e-readers - que en papel, sobre todo las generaciones más jóvenes.

Muchos siguen prefiriendo leer en papel, incluso entre quienes usan cotidianamente las tecnologías digitales. La investigación muestra que se lee mejor, más fácilmente, con más gusto y más compresivamente en papel.

El libro es objeto de lectura indispensable, pero cabe pensar en él más como punto de llegada que como punto de partida. Los cuentos y las historias son material ideal para la iniciación a la lectura y para sostener el gusto de leer en todas las edades.

Muchos argumentan que no leen porque no pueden adquirir libros. Los libros no necesariamente deben comprarse; para eso están las bibliotecas. La oferta de materiales que pueden bajarse de Internet, sin costo, es cada vez mayor. Los periódicos siguen siendo material valioso de lectura para introducir en la escuela. La biblioteca más grande del mundo se encuentra hoy disponible en Internet.

No se trata solo de cantidad sino también de variedad de materiales de lectura. Lo ideal es exponer a los alumnos a diversos géneros y formatos, dentro y fuera del aula, dentro y fuera de la escuela, en contextos reales: la calle, la plaza, el transporte público, tiendas y negocios, etc.

» Una biblioteca escolar como debe ser
» Saramago se formó en una biblioteca pública

ERROR 8: Lo importante es cuánto se lee

Pawel Kuczynsky - Polonia
Prima una visión cuantitativa de la lectura. Se considera buen lector al que lee mucho, al que lee muchos libros. ¿Cuántos libros leyó usted la última semana, el último mes, el último año?

Está también extendida una visión cuantitativa de la escritura. El profesor espera dos párrafos, diez líneas, una página. Igual que las redacciones de los diarios. El volumen del documento sigue teniendo importancia cuando se trata de un proyecto, una ponencia o una tesis. 

No obstante, como en tantas otras cosas, la calidad de la lectura es más importante que la cantidad. Buen lector es aquel que lee por propia iniciativa, con interés, con gusto, no necesariamente aquel que lee mucho. La prueba internacional PISA encuentra que los estudiantes que obtienen los mejores puntajes son aquellos que leen habitualmente y con gusto, no aquellos que leen determinado número de páginas o libros al año.

» Leer por el gusto de leer: la clave

ERROR 9: Leer bien, leer rápido


“Leer no es descifrar. Escribir no es copiar”: Emilia Ferreiro


La lectura rápida gana popularidad en el mundo, un mundo que valora lo instantáneo, que anda a las carreras, contra el tiempo, ufanándose de la multitarea (multitasking). Se promociona como un conjunto de técnicas que ayudan a aumentar la velocidad lectora (el número de palabras leídas por minuto) sin perjudicar (o perjudicando lo menos posible) la comprensión lectora y más bien facilitándola. Proliferan las academias e instituciones que ofrecen cursos de entrenamiento en lectura rápida.

La base científica de la lectura rápida y de sus supuestas ventajas está en entredicho. Y su adopción en el mundo escolar es motivo de preocupación.

Aprender a leer toma tiempo. Llegar al punto del lector que lee de manera fluida, haciendo sentido y comprendiendo cabalmente lo que lee, anticipando y completando por su cuenta las palabras, habiendo superado ya la batalla con las letras y los sonidos (decodificación), implica un proceso de mucha lectura, mucho aprendizaje y mucha práctica. 

"La lectura debe ser una forma de felicidad", decía Borges. Algo a saborear y a disfrutar. La fluidez mejora a medida que se lee y se aprende a disfrutar de la lectura. No se trata de apresurar a los alumnos ni de llevar la cuenta de cuántas palabras leen por minuto. Se trata de hacer de la lectura una experiencia placentera a la que da gusto volver.

ERROR 10: Leer y escribir, rigidez y formalidad  

Plantú - Francia
Lectura y escritura suelen rodearse de formalidad y hasta solemnidad: sillas, mesas, horarios, silencio, inmovilidad. Del alumno se espera que se pare cuando lee en voz alta. Para escribir hay que pasar a la pizarra en medio de las miradas de todos. Los libros pueden protegerse con candado. La biblioteca puede ser un lugar incómodo, inhóspito, sin atractivo.  

Lectura y escritura se realizan generalmente en espacios cerrados. Ambas se asocian a información, conocimiento, estudio, aprendizaje, prueba. No obstante, leer y escribir son actividades que pueden hacerse al aire libre, en espacios abiertos, en contacto con la naturaleza, sentados en el suelo. No hay mejor manera de leer y de escribir que hacerlo por el gusto de leer y de escribir.

Las nuevas arquitecturas escolares tienen arreglos y espacios vistosos, modulares, flexibles. Las modernas bibliotecas son multipropósito, relajadas, informales. Muchas escuelitas y bibliotecas modestas integran la lectura en espacios amigables, en interiores y en exteriores.

No se necesita presupuestos millonarios sino criterio y creatividad para construir un buen clima de lectura y escritura. Libros, cuadernos, crayones, lápices, al acance de los niños. Bajar la lectura a ras del suelo antes que elevarla a las alturas.

» Las mejores ideas ocurren en posición horizontal

ERROR 11: Importa la lectura, no la escritura

“La escritura es importante en la escuela porque es importante fuera de ella y no al revés": Emilia Ferreiro

Tradicionalmente, en el mundo de la alfabetización y de la «lecto-escritura» se ha priorizado la lectura. Planes y campañas se proponen promover la lectura; nunca o rara vez la escritura. Se habla de formar lectores, no escritores. Los índices que se construyen para cada país son índices de lectura; no es usual que se caracterice a una sociedad por qué, cuánto y cómo escribe.

La tendencia a subestimar la escritura se agudizó a raíz de la pandemia del COVID-19 y el confinamiento (2020-2022). Las «pérdidas de aprendizaje» y la «pobreza de aprendizaje» están pensadas esencialmente en torno a la lectura. Como si escribir no fuese, también, un aprendizaje fundamental.

El lenguaje tiene cuatro funciones básicas: hablar, escuchar, leer y escribir. Todas ellas están integradas, se necesitan, relacionan y desarrollan entre sí. Es un grave error desestimar la escritura. Aunque son habilidades claramente diferenciadas, lectura y escritura van de la mano. El buen lector se interesa por la escritura y a menudo descubre sus habilidades como escritor. Quien lee asiduamente presta atención a la ortografía, aumenta su vocabulario, mejora su capacidad para expresarse oralmente. La lectura implica comprender lo que otro escribe. La escritura implica producir textos propios. La escritura exige un esfuerzo creativo, estimula el pensamiento, es una herramienta importantísima de aprendizaje. "Escribir es leer dos veces".

ERROR 12: Abandonar la escritura a mano

La escritura a mano viene perdiendo importancia y presencia ante el avance de las tecnologías y la popularización del teclado. Quienes usan regularmente computadoras y teléfonos móviles escriben cada vez más en el teclado y cada vez menos a mano, al punto de que muchas personas sienten que están perdiendo esta habilidad.

Hay quienes proponen que el sistema escolar debería abolir la escritura a mano y enseñar más bien mecanografía a fin de facilitar y mejorar el uso del teclado.

No obstante, la investigación científica destaca las muchas ventajas de la escritura a mano y concluye que es un error pretender abandonarla y sustituirla con la escritura en teclado.

Escribir a mano es "una gran gimnasia para el cerebro". Se ejercitan simultáneamente capacidades visuales, motoras y cognitivas. Exige pensar y componer la frase mentalmente antes de escribirla, lo que no exige el uso de la computadora. Implica una “actividad neuronal mucho más destacada” que escribir usando el teclado. Recordamos mejor la información cuando la hemos manuscrito que si la tecleamos. La caligrafía construye y revela una identidad personal, única, que se pierde irremediablemente con la homogeneización que impone el teclado. 

Es falso que Finlandia abolió la escritura a mano.

» Dos malos entendidos sobre la educación en Finlandia
» Leer y escribir hacen bien a la salud

ERROR 13: La misión alfabetizadora termina con enseñar a leer y escribir


Generalmente se asume que la misión alfabetizadora es enseñar a leer y escribir. Los planes y programas de educación de adultos se proponen como meta eliminar o reducir el analfabetismo. 

No obstante, no se trata solo de alfabetizar sino de motivar a niños, jóvenes y adultos hacia la lectura y la escritura, a fin de que las integren de manera significativa a su vida cotidiana.

Millones de personas aprenden a leer y escribir pero no leen ni escriben. «Iletrismo» se llama a esta condición, que viene creciendo en todo el mundo. Para todos los fines prácticos, es otra forma de analfabetismo.

Quien lee y gusta de la lectura tiene a su disposición un dispositivo para seguir aprendiendo por el resto de la vida. La lectura es herramienta fundamental de autoeducación y de autoaprendizaje.

Una sociedad que mejora su nivel de escolaridad, pero que no avanza en sus niveles de lectura, es una sociedad escolarizada, no necesariamente una sociedad educada.

Si los sistemas escolares replantean su misión alfabetizadora más allá de enseñar a leer y escribir y construir sociedades alfabetizadas, pueden hacer una contribución importantísima a la construcción de sociedades del aprendizaje. 

» "No basta con enseñar a leer y escribir; hay que acercar la lectura y la escritura a la gente"
 
Cómo citar este artículo: Torres, Rosa María, "13 errores en la alfabetización escolar", blog OTRAƎDUCACION, Quito, noviembre 2015. Actualizado: mayo 2024.


Sabios de seis años


Olivier Tallec. ilustrador francés

Uno de los errores históricos de la escuela (y de quienes diseñan políticas, reformas y evaluaciones educativas) ha sido creer que aprender a leer y escribir es un aprendizaje netamente escolar, es decir, un aprendizaje que empieza con el primer día de cla­ses, y que requiere la presencia de un maestro y de un méto­do de enseñanza.

Hoy sabemos contundentemente que esto no es así. Desde muy pequeños, los niños empiezan a preguntarse y explicarse muchas co­sas sobre el len­guaje es­crito, sobre qué es leer y qué es escri­bir. Numerosas in­ves­tigacio­nes han venido revelando que esos novatos que llegan al pre-escolar y a la escuela, dados por analfabe­tos, son auténticos sabios - plenos de saberes, de certezas, de hipótesis, de preguntas - sin haber pisado un aula de clase.

¿Cómo es posible? Por el sencillo hecho de que niños y niñas poseen esa cualidad fundamental que es la clave de todo aprendizaje: la curiosidad. Pero, además, por el afortunado hecho de que la escuela no es la única que enseña: niños y adul­tos aprendemos desde que nacemos hasta que morimos, en el contacto con el medio, en las relaciones con los demás, en y de la propia ex­periencia.

La sociedad actual nos inunda de escritura: en el hogar, en la calle, en los medios, en internet. No obstante, el grado de exposición al lenguaje escrito sigue siendo muy desigual para los niños que viven en zonas rurales y para los que vi­ven en centros ur­banos, así como para los niños que provie­nen de hogares pobres respecto de aquellos que provienen de hogares acomodados, con padres educados, rodeados de libros, de situaciones y estímulos para leer y escribir. De hecho, los niños que viven en zonas rura­les y apartadas, así como los niños indígenas, hablantes de otras lenguas, parten de una situación desven­tajosa en cuanto a las condiciones de aprendizaje de la lectura y la escritu­ra.

¿Qué sabe un niño pequeño sobre el lenguaje escrito antes de entrar a la escuela?

Entre otras cosas:

▸ Sabe que lo escrito está ahí para leerse y que tiene relación con lo hablado. (Por ejemplo: puede agarrar un libro - no impor­ta si patas arriba - y 'leer' en voz alta algo que hace sentido, y con la entonación apropiada).

▸ Sabe que lo escrito dice algo, sirve para comunicar, nombra o se refiere al o a los objetos representados. (Por ejemplo: puede «leer» lo que dice en rótulos, carte­les, etiquetas de productos, etc: "Ahí dice BOTELLA", "Ahí dice ARBOL", "Ahí dice "CUIDADO QUE EL PERRO MUERDE", etc.).

▸ Sabe diferenciar números y letras así como di­bujos y letras. Puede diferenciar cuáles se leen y cuáles solo se miran, cuáles se escriben y cuáles se dibujan.

▸ Sabe reconocer e incluso imitar las for­mas de las letras de su idioma (un niño ecuatoriano
«escribe» imitando las letras del alfabeto latino, un niño chino «escribe» imitando signos que se parecen a la escritura china).

▸ Se ha formado sus propias ideas acerca de qué puede leerse y qué no. La mayoría de niños concluye que algo
«sirve para leer» cuando reúne tres condiciones: tener letras (no números ni dibu­jos), tener una canti­dad míni­ma de letras (una palabra con me­nos de 3 letras «no sirve para leer»), y que no haya le­tras repeti­das (por ejemplo, la palabra OSO «no sirve para leer»).

▸ Sabe que se lee y es­cribe de iz­quierda a derecha (un niño á­ra­be sabe que en su idioma la dirección es de dere­cha a iz­­quie­r­da).

▸ Sabe dis­tin­guir un texto que co­rresponde a un periódico o a un cuento. Es decir, sabe que hay géneros y estilos dife­rentes de escritu­ra, y que cada uno de ellos va en un lugar espe­cífico. (Por ejemplo: si se le lee "Había una vez...", dice: "Eso está sacado de un cuento". Si se le lee una noticia de un acci­dente, dice: "Eso está sacado de un perió­dico").

Si usted es padre o madre de familia y tiene hijos pequeños, ob­serve atentamente, pruebe, compruebe. Si usted es maestro o maes­tra de niños, anímese a explorar lo que saben acerca del len­guaje sus pequeños sabios y dese la oportunidad de revisar, junto con ellos, sus creencias, enfoques y métodos de enseñanza de la lectura y la escritura.

* Los ejemplos que damos aquí están tomados y/o inspirados en las investigaciones y publicaciones de Emilia Ferreiro.

 Para saber más 
- Presentación del libro de Emilia Ferreiro “Alfabetización de niños y adultos: Textos escogidos”
https://otra-educacion.blogspot.com/2011/05/presentacion-del-libro-de-emilia.html 
https://www.crefal.org/index.php?option=com_content&view=article&id=121&Itemid=220
 

La voluntad cubana


A propósito de voluntad política y educación

Rosa María Torres


Para José Luis, Juan Fernando y Julián

En 1983 visité por primera vez Cuba. Vivía en Nicaragua y fui de visita de estudio. Estaba haciendo una investigación comparativa entre los procesos de educación de adultos de Cuba, Nicaragua y Granada. Quería conocer de cerca lo hecho en este campo por la Revolución Cubana. Fue allí, en Cuba, y en esa oportunidad, que comprendí lo que quiere decir voluntad política y, concretamente, voluntad política aplicada a la educación.

Frente a un gran mapa del mundo del tamaño de una pared, Fernando - la persona encargada de guiarme en las instalaciones de la Flota Cubana de Pesca - me explicaba cómo se hizo para que los marineros que no sabían leer y escribir o no habían terminado la escuela primaria, pudieran estudiar y obtener su certificado en los años en que Cuba se autoimpuso la meta de la “Batalla por el Sexto Grado”.

A cada barco se asignaba un determinado número de profesores, por materia y por curso o nivel, según fuera necesario en cada caso. Luego, siguiendo un plan rigurosamente planificado y sincronizado, los barcos se encontraban en altamar a fin de intercambiar profesores. Es decir, una vez que los profesores habían terminado su labor en el período estipulado para cada materia y curso, se procedía a una complicada operación de transbordo en pleno océano. (Fernando me explicaba esto con ayuda de los pequeños barcos móviles, de colores, con los cuales se identifica y monitorea la posición y el recorrido de los barcos cubanos en los mares del planeta). Así fue como, según estadísticas que se conservan en la Flota Cubana de Pesca, se logró cumplir con la meta de la Batalla del Sexto Grado no sólo en tierra sino en ultramar.

Más tarde, en la Empresa Cubana de Transporte habría de escuchar otras fantásticas historias de la voluntad cubana por hacer de la educación una prioridad y un derecho de todos. Si, en el caso de los marineros, el dilema era cómo llevar la educación a quienes trabajan en el mar, encerrados y quietos dentro de barcos en movimiento, en este caso el dilema era cómo asegurar estudio continuado a quienes, por la naturaleza de su trabajo, no tienen horarios fijos y pasan la mayor parte del tiempo manejando en la ruta. Cómo hacerlo, en uno y otro caso, en épocas en que la educación a distancia o las modalidades semi-presenciales estaban aún en pañales y, en cualquier caso, fuera del alcance de los países de América Latina y el Caribe. 

Para los transportistas se idearon programas de radio para acompañarlos en la ruta, complementados con pequeñas cartillas modulares que podían llenarse aprovechando cualquier parada (la estación de servicio, el semáforo, el puesto de control, la hora del almuerzo). Para aprovechar al máximo estas paradas como tiempo de lectura y estudio, alguien inventó, incluso, según me contaron, un artefacto que servía para fijar el libro al volante, mantenerlo en posición de lectura y pasar las hojas con facilidad, utilizando una sola mano. ..

Esta es Cuba, el mismo país que, en 1961, a dos años del triunfo revolucionario, realizó la primera campaña masiva de alfabetización en el continente, apelando a la voluntariedad y la solidaridad como motores y recursos para la enseñanza, contando con la juventud -y en segundo lugar con obreros y profesionales- como la gran fuerza alfabetizadora, movilizando a toda la población en una epopeya que inspiraría otras tantas campañas y programas de alfabetización en América Latina y en otras partes del mundo. 

Esta es la Cuba que creó 10.000 aulas primarias en los dos primeros años de la revolución, apelando también aquí al esfuerzo solidario y voluntario, y priorizando las zonas rurales; la Cuba que, para avanzar con la educación definió como prioridad número uno la formación masiva de maestros, atrayendo para esa tarea a la juventud; la Cuba que se fijó y ganó, en los primeros años, las batallas por la alfabetización, el Cuarto y el Sexto Grado, y, en los años siguientes, todas esas batallas superiores y múltiples que la ubicaron como ejemplo latinoamericano y mundial de lo que es capaz de conseguir un pequeño país jaqueado y acosado como éste, cuando se propone hacer de la educación una prioridad nacional.

Por eso, cuando escucho por ahí - políticos, funcionarios, maestros, directores, académicos, investigadores, asesores - decir que algo no es posible en educación o que se requieren recursos y préstamos millonarios para hacerlo, me vienen inevitablemente a la mente Cuba, el gran mapa del mundo y los barcos desembarcando profesores en lugar de piratas, el artefacto que permite leer mientras se espera la luz verde del semáforo, el esfuerzo y la solidaridad que hacen deslucir al dinero, los jóvenes investidos de maestros, toda una sociedad movilizada para hacer posible lo que tantos, con tanta rapidez y facilidad, dan por imposible.


* Incluido en: Rosa María Torres, Itinerarios por la educación latinoamericana: Cuaderno de viajes, Paidós, Buenos Aires-Barcelona-México, 2000.


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